26 de febrero de 2009

Acabo de llegar, no soy un extraño


Todo lo que es nuevo seduce, atrae, concita las miradas de quienes creen que la novedad es sinónimo de algo mejor. Está en la naturaleza misma del ser humano. Durante el transcurso de este mes, ya se están dando de baja en EE. UU. todas las señales de TV analógicas, con los cual los televisores convencionales, para poder mantener su razón de ser, deberán disponer de un conversor o de lo contrario quedarán obsoletos. Según un relevamiento del Gobierno de EE. UU., los más afectados por esta situación serán los hispanos y los afroamericanos, por la antigüedad de los aparatos que poseen y porque no podrán adquirir en un corto plazo televisores de alta definición que estén adaptados para recibir una señal digital. Como suele suceder, esto tardará AÑOS en llegar a la Argentina, en primer lugar por la crisis económica de público conocimiento y en segundo lugar porque hay un enorme vacío legal en materia de televisión digital y de alta definición. La Comisión de Comunicaciones y del COMFER deben decidir qué norma adoptarán para las futuras transmisiones en televisión digital, pero hasta el momento no lo han hecho y hay un "lobby" muy fuerte de EE. UU. para que adoptemos la de ellos en detrimento de las propuestas que han hecho Europa y Japón. El Tercer Mundo, se sabe, siempre estuvo rezagado en materia tecnológica, y con el aumento de la cotización del dólar el valor de los aparatos "HD ready" (es decir, capaces de recibir señal de alta definición) se ha encarecido notablemente. Si hablamos de radiofonía, la FM (Frecuencia Modulada) llegó a la Argentina en los primeros años de la década del '80, cuando en los países centrales ya se había instalado hace casi 15 años antes. Al compás de la crisis, y de la desidia oficial, el recambio de lo analógico a lo digital llevará más tiempo que lo razonable.

25 de febrero de 2009

Un poco de historia: cómo nació este blog

Miércoles, el día "sandwich" por excelencia. Como titulé en un post anterior, sigo con poco dinero, pero la voy piloteando bien. Además de ser éste el primer blog de Lobos, sino porque me he abocado a captar el pulso de la sociedad en todos estos años, con el plus de que para todo aquel que le interese, las notas se replican en las redes. Me consta que hubo intentos posteriores, de otra gente pero  que no prosperaron porque no actualizaban el contenido regularmente. Armar un blog que tenga continuidad no es tan fácil como parece (bah, depende qué finalidad tenga). Porque más allá de lo que quieras volcar en él, hay que descubrir tendencias, buscar cosas nuevas, ser agradecido con los lectores de siempre (porque realmente se lo merecen), buscar un equilibrio, no ser desmedido con las opiniones o los juicios de valor, y muchas otras cosas que en este momento no me vienen a la mente.

 Pero lo que en realidad pretendo expresar es que estoy orgulloso de que este blog siga, de tener h... para redactar textos que a lo mejor antes no hubiera hecho jamás, de aportar algo distinto. Yo estoy acá desde el 30 de junio de 2005 y este lugar me lo gané porque es algo que me agrada hacer, y veo tanto en nuestra ciudad como en otros lados hay personas que se vanaglorian de cualquier boludez. Pues bien, yo hace casi 4 años que la vengo remando en lo que yo considero es un proyecto diferente a los que hay en Lobos (modestia aparte). Por lo general, la gente que me lee asiduamente ya sabe con lo que va a encontrar, y se siente a gusto navegando por el blog, lo cual resulta muy gratificante. En estos días de incertidumbre y crisis económica, de vendavales y tormentas financieras, quiero reivindicar a este blog, sin ningún dejo de arrogancia ni soberbia de mi parte, sino dándole el valor que -a mi criterio- realmente tiene el haber escrito entre 2005 y 2009 más de 300 textos de mi puño y letra y haber dedicado tiempo a exponer mis modestas reflexiones sobre el devenir cotidiano. Les agradezco a todos quienes no ven una pérdida de tiempo en leer algo distinto. Un abrazo, queridos vecinos. 

22 de febrero de 2009

Domingo de lluvia

Al fin, el alivio. La lluvia, reclamada por unos y otros, asomó ayer sábado en Lobos y continuó en la madrugada de hoy. Las voces apocalípticas presagian que en marzo "explota todo": todo tiene un límite, y un cóctel de tarifazos, piquetes, crímenes impunes, y dólar por las nubes puede resultar fatal. El peronismo siempre se jactó de manejar el pulso popular y saber hasta dónde tirar de la soga del pueblo, veremos qué sucede esta vez.
Música recomendada para un día como hoy: Rolling Stones, "Sticky fingers" (1971), Phil Collins, "...But Seriously" (1989), Eric Clapton & B.B. King, "Riding with the King" (2000).  No pude comprarme el último CD del gran Bruce Springsteen porque su precio en las disquerías supera holgadamente mi presupuesto, alguna vez será: el nuevo disco se llama "Working on a dream" y a juzgar por los temas que tuve oportunidad de escuchar, parece bastante bueno.


Cambiando de tema: La publicidad rodante se me está haciendo insoportable, cada vez me banco menos a los que anuncian ofertas, rebajas en una tienda, la llegada de un circo, un festival de rock, etc. Lo mismo cabe para los bailes, clases de zumba, y jodas de toda índole que se realizan en las inmediaciones de mi vivienda y arruinan mi salud auditiva con este pastiche centroamericano de la peor calaña. Pero no voy a caer en el hartazgo de renegar contra el reggaetón, ya una vez di mi punto de vista y no por eso voy a esperar que los demás cambien. La diferencia con la década del '70, por ejemplo, es que la música disco estaba pensada obviamente para los boliches, pero también era digna de ser escuchada fuera de los locales nocturnos.


¿Qué tal si volvemos a 1985, cuando el rock nacional irrumpió en las discotecas y el pop internacional había alcanzado su punto más alto en la difusión radial? Sería un ejercicio interesante que, en lugar de analizar los hechos en retrospectiva, de alguna manera pudiéramos ser protagonistas, aun cuando el pasado sea irreversible. Punto final. 


16 de febrero de 2009

Lunes, martes y todo lo demás


Bueno, ha terminado el sosiego y el descanso del fin de semana y tenemos al maldito lunes otra vez entre nosotros. Como dije alguna vez, los días tienen una connotación especial, que es imposible soslayar. Por supuesto, aquel que se enamoró de la mujer de su vida un lunes atesorará ese momento como uno de los más preciados, y el pobre empleado que fue despedido un viernes recordará aquel día nefasto en que tuvo que meter "violín en bolsa" e irse a su casa con vacaciones permanentes. Cambiando de tema, estuve pensando en la escasa oferta de películas de cine argentino que existe en DVD. Me refiero, concretamente, a la época de oro del cine, de los grandes realizadores, antes de que surgiera este nuevo movimiento que se ha dado en llamar "nuevo cine argentino". Seamos serios: "La guerra gaucha" tiene que estar disponible en DVD, lo mismo que "Rosaura a las diez", "Los isleros", "Mercado de abasto", por no mencionar a toda la filmografía de Carlos Gardel. ¿Por qué las editoras de video no ponen a disposición en los kioscos de revistas, o en los videoclubes, o donde carajo sea, estos clásicos del cine argentino? ¿Por qué parece ser que la digitalización de nuestro patrimonio cinematográfico se reduce a las películas de Olmedo y Porcel? Yendo más acá en el tiempo, un filme de impecable reconstrucción histórica, como lo fue "Asesinato en el Senado de la Nación", debería ser proyectado en escuelas y debería -además- ser motivo de debate y discusión de los alumnos. Ojalá que los señores de AVH, si por mera casualidad aterrizan en este blog, tomen debida nota de esto y comprendan que el cine argentino no comenzó con señoritas semidesnudas a las cuales ya se les pasó el cuarto de hora, como la impresentable Moria Casán, o la "dama de plástico" Graciela Alfano.

11 de febrero de 2009

Rebobinando la cinta

Hola, gente! Aquí me tienen, emprendiendo la tarea de actualizar el blog, antes de caer rendido por el sueño. A pesar de un post que publiqué hace unos meses, cuestionando algunos aspectos de "Los exitosos Pells", debo confesar que es lo más decente que se puede encontrar en la televisión abierta por estos días. Las típicas "latas" del verano (reposiciones de viejos programas) no tardaron en aparecer, pero de ese resucitar de viejos videotapes me quedo con "Lo mejor de mañanas informales", que como bien reza su nombre, intenta rescatar el espíritu festivo y delirante del programa que supo conducir Jorge Guinzburg y Ernestina Pais en su última etapa. Pienso que Guinzburg es ireemplazable y que, tras su fallecimiento, el programa no debería haber continuado. Al menos con el mismo nombre. 

No sé como será el procedimiento en los países desarrollados durante los meses de verano. En Estados Unidos, por ejemplo, existe la "mid-season" que son los meses de transición entre una temporada y otra para las series que ya están consolidadas. Sin embargo, muchas series que emergieron en la "mid-season" sin demasiadas expectativas de parte de los ejecutivos de la cadena luego lograron perdurar en el horario central (prime time). El gasto de producción que insume cada episodio de una serie (o sitcom) de algún modo justifica que si no se obtiene éxito rápidamente, las grandes cadenas como ABC, NBC, FOX o CBS las saquen rápidamente del aire. Pero en Argentina, donde todos sabemos que se gastan dos monedas por capítulo (basta con ver la pobreza de las escenografías), podrían darle una oportunidad a un buen ciclo de ficción para que se desarrolle y prospere, y no cortarlo de cuajo tan pronto como el rating no les es satisfactorio.

8 de febrero de 2009

Un domingo tranquilo (hasta ahora)

Un domingo tranquilo. Me levanté relativamente temprano y me puse a redactar unas notas pendientes. Luego escuché algo de música, algo que a los lectores de siempre no les sorprenderá. Hoy no tengo ganas de recomendar ningún disco o banda en particular, porque cuando lo hago trato de argumentar mis preferencias y de esbozar una idea concreta acerca del disco en cuestión (para quienes estén interesados en conseguirlo, claro está). Lo cual, como se sabe, demanda tiempo. Intento que los "posts" no sean reiterativos en cuanto a su contenido, pero eso depende de mi estado de ánimo y del pulso diario que te da la calle, el entorno. Hace mucho que no veo una película completa, creo que hoy trataré de emprender esa tarea con el mayor entusiasmo posible, sin abusar de las ventajas que ya expliqué acerca del DVD. Los domingos me sucede algo curioso: se me mezclan ideas, proyectos, reflexiones. A veces pienso que no hemos aprendido nada de las lecciones del pasado. Y debo reconocer que a veces me muestro súbitamente optimista porque leo un artículo en el cual se habla sobre los avances de la ciencia, sobre el aumento de la expectativa de vida, y esas cosas que cada tanto aparecen en los diarios. Podemos adoptar distintas posiciones frente a un mismo hecho (ejemplo: la eutanasia), pero el nivel del debate es lo que hace que esas posiciones que asumimos resulten válidas y dignas de ser tenidas en cuenta. Los opinólogos no cuentan para mí, y la moral es un concepto demasiado subjetivo que tiñe cualquier opinión de un tufillo insoportable.
Que tengan una buena semana, y si tienen tiempo, vayan a la biblioteca y/o librería más cercana a su domicilio y compren "Fin de fiesta", la mejor novela de Beatriz Guido, injustamente olvidada por un grupo de snobs que -probablemente- no supieron entender el mensaje de esta obra.

5 de febrero de 2009

Día de lluvia con rabia


A veces la vida te sorprende con un cachetazo (o con un cross de izquierda) y no sabés cómo reaccionar. Te preguntás qué hacer. Porque cuando tenés una angustia, una situación realmente apremiante, por lo general no hay "Plan B", no podés elegir. Lo que estoy diciendo no es nada original, pero me nace expresarlo porque comparto este sentimiento con mucha gente que me lee. No sabés si seguir con tus proyectos o largar todo a la mierda. No estás seguro de si estás haciendo las cosas bien. Sentís la presión de caerle bien de mostrarte como un ser sociable aunque estés pasando por una crisis interior. ¿No es demasiado? ¿Tan difícil se nos hace vivir como seres humanos plenos? Si se fijan bien, la "gente tóxica" (título del libro de Bernardo Stamateas) está por todas partes. Hay que tamizar, hay que filtrar, no queda otra, porque si no tu salud mental se ve afectada por el entorno. 

Quería, simplemente, decirles esto, en pocas líneas, sin ponerme en el rol de víctima. Estoy harto, podrido, de muchas cosas que me toca vivir, pero la sigo remando como puedo, desde este blog, desde distintos lugares donde encuentro un poco de paz. Escuchando a Shirley Bassey, leyendo a Miguel de Unamuno, buscando la verdad en la gente que realmente no te contamina y no te enferma. Les sugiero que hagan lo mismo, porque la sociedad está plagada de gente que te quiere cagar, de una forma o de otra. Desde la más obvia y alevosa, hasta el que te quiere usar (porque necesita algo de vos, claro está) y busca apropiarse del talento ajeno. Cuidado con esas personas, no huyan, pero tampoco les den el menor margen de confianza, porque el resultado puede ser una enorme frustración.

1 de febrero de 2009

Alegría y decepción en un mismo acto

Hoy, la conexión a Internet parece funcionar a pedal. De a ratos da la impresión de querer retomar el vigor y la velocidad habituales, pero luego vuelve a caer. De algún modo, siento que nuestra vida también es así. Los seres humanos somos objeto de permanentes oscilaciones, por hechos ajenos a nuestra voluntad pero que nos afectan directamente. En algunas personas, esto constituye una patología, y podría hablarse de un trastorno bipolar. Pero en el común de los casos, sucede que hoy nos sentimos en la gloria y mañana caemos en el peor de los abismos. Casi nada en la vida resulta predecible, aunque vivir en un país donde tus ahorros estén garantizados y tengas acceso a un buen sistema de salud sin duda ayudaría bastante. 

Desde hace años busco alcanzar la independencia económica y no puedo lograrlo, del mismo modo que no pueden hacerlo miles de personas de mi edad que aún viven con sus padres. Yo no estoy muy convencido de que este fenómeno se deba a una "adolescencia tardía", o a que esa etapa de la vida se ha extendido más por una mayor longevidad. En mi caso, soy una adulto y me comporto como tal.  Si hubiera oportunidades de trabajo suficientes para todos, y si los encargados de seleccionar al personal lo hicieran sobre la base de fundamentos sólidos, más jóvenes podría irse a vivir solos y dejar que sus padres tengan toda la privacidad y el espacio que desean. Pero como las consultoras de Recursos Humanos convocan a psicólogos, grafólogos, e infinidad de inútiles con título universitario para una búsqueda laboral, el resultado es el que podemos ver a diario: por un lado, falta de oportunidades de trabajo. Por el otro, empleados mediocres, ineficientes e ineptos, que han sido contratados en virtud de ese perverso proceso de selección, en el cual se busca tener una sesión de psicoanálisis con el aspirante en lugar de tomarles una simple entrevista para ver si reúne las condiciones requeridas para el puesto en cuestión.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...