27 de junio de 2013

El árbol y el bosque catódico

Me decidí a escribir un nuevo post en el blog, luego de algunos días de ausencia. Parece ser que hasta los programas de chimentos (con Infama como nave insignia) se "judicializaron" y han tomado como tema casi excluyente el crimen de Angeles Rawson. Convocan a psiquiatras, médicos forenses, para que den su opinión. Tipos que probablemente nunca imaginaron que iban a salir en la tele. El caso de Angeles está causando una gran conmoción social, pero mi temor es que transcurrido cierto tiempo se deje de hablar del asunto, como sucedió con Nora Dalmasso, por citar un ejemplo. Muchas veces una noticia tapa a la otra, ya sea porque es más impactante, o porque existen determinados intereses que la mayoría de nosotros desconocemos. Tenemos las elecciones primarias encima, el proyecto de Reforma Judicial impulsado por el Gobierno, muchas cuestiones que nadie parece estar interesado en debatir. Por eso sigo sosteniendo que el nivel de los noticieros argentinos deja mucho que desear, si entendemos que un programa informativo debe ser de amplio espectro, como las secciones que conforman un diario impreso. Abundan los programas de boludeces en la tele. En particular me llama la atención los de bajo presupuesto como los de cocina, donde resulta evidente que gastan dos mangos de producción. Lo lamentable del caso es que de ninguna manera se promueve la cultura, quizás porque "no vende" o no "mide" suficientes puntos de rating. Todos deseamos que el crimen de Angeles se esclarezca lo antes posible, pero no dejemos que el árbol nos tape el bosque. Punto final.

23 de junio de 2013

Todos tenemos contradicciones

Es domingo y cae la noche en la ciudad. Uno es el mismo de siempre, pero la opinión que tuve sobre determinados hechos que ocurrieron en el país quizás no sea la misma a la que tengo hoy. Es que a menudo nos sentimos superados por lo que vemos en los noticieros, y tenemos esa necesidad de expresarnos, de decir qué pensamos, de hacer un modesto aporte a la razón cuando todo el mundo parece demasiado exacerbado. Desde luego, siempre que fijo una posición sobre un tema trato de hacerlo con argumentos, pero muchas veces es inevitable caer en la contradicción. Son esas mismas contradicciones que desnudan los programas "de archivo", sólo que se trata de personas de la farándula o vinculadas a la política. Pero si nos ponemos a reflexionar, todos tenemos pensamientos opuestos, y esa tendencia se afianza más con el paso de los años. Lo bueno es hacernos cargo de ello, no tomarlo como algo nocivo, sino como una conducta natural de una persona aunque la realidad, tan irrefutable, hace cambiar el prisma con el cual ve las cosas. Cuando se habla de "revolución" o de "resistencia", suelen imaginarse episodios de violencia armada. No obstante, la educación y la lectura es la mejor revolución que podemos tener, y está al alcance de todos. 

Retomando las primeras líneas, un ejemplo sencillo de cómo vamos mutando pueden ser los gustos, las preferencias de cada uno. Ya no nos convence el cine comercial, buscamos películas "Clase B" en I -Sat. O quizás nos damos cuenta de que aquella banda que nos emocionaba y nos conmovía en cada show dejó de generarnos esa adrenalina. Ya vemos al tango como algo más cercano a nuestros oídos, y quizás nos sentamos a escuchar jazz, olvidándonos de hacer "pogo" (emblema del punk) ante un demoledor riff de guitarra. Y en cuanto a las ideas políticas, sería largo enumerar cómo los dirigentes en quienes depositamos nuestra confianza -y nuestro voto- nos han ido decepcionando saltando de un partido a otro como si fuera un trampolín. Así es la vida, llena de vericuetos. Lo importante es encontrar el camino.

21 de junio de 2013

Romper con el pasado

Sé que no es fácil, a todos nos cuesta lograrlo, pero para mirar la vida distinto es necesario romper con el pasado. Ese pasado que nos condiciona y muchas veces nos hace sufrir, porque se repite en nuestra mente como un mantra. Debemos comprender una cosa: los momentos tristes o traumáticos que pasamos no los podremos olvidar, no existe la "pastilla del olvido". Pero sí podemos hacer que esas experiencias pasadas nos afecten lo menos posible nuestra vida actual. No soy psicólogo ni psiquiatra, son tan sólo reflexiones que surgen de charlas que he tenido con amigos que han atravesado situaciones ingratas y aún sienten que cargan con esa cruz. Y este viernes, este extraño "feriado puente", me motivó a escribir estas líneas. 

Nuestros padres nos educan diciéndonos: "que los errores te sirvan de experiencia". La realidad es que muchas veces volvemos a cometer esos errores, e incluso ni siquiera son tales, sino conductas voluntarias y conscientes que no podemos evitar. Yo no reniego de las personas que hacen terapia, me parece bárbaro la gente que va a una sesión con un psicólogo, pero antes de dar ese paso tenemos que empezar a analizarnos nosotros mismos, viendo qué cosas que nos están jodiendo la vida podemos cambiar. Digo esto como una forma de iniciar la terapia con una idea: hacia adónde queremos llegar. Punto final.

18 de junio de 2013

Cuando los ángeles lloran

Martes por la noche. Vivimos abrumados por la realidad de los hechos, como está sucediendo ahora con el macabro crimen de Angeles Rawson. Es un hecho policial más dentro de los tantos que probablemente queden impunes, pero se ha vuelto un tema de conversación recurrente, quizás por la cobertura mediática que está teniendo. Debo admitir que no estoy siguiendo las alternativas de las investigaciones, ni el avance de éstas, pero da la sensación de que los noticieros no hacen más que repetir (con una buena dosis de morbo) detalles que no aportan demasiado para entender lo que ocurrió. Abundan las especulaciones, conjeturas, periodistas que ahora se dedican a casos policiales y que se jactan de contar con buenas fuentes dentro del ámbito judicial. Todos estamos pidiendo, desde hace años, que no haya más casos como el de Angeles Rawson. Más allá de natural reclamo de justicia, se trata de que los juicios sean rápidos, las condenas queden firmes, y que no haya instancias de apelaciones para los imputados.

 No soy abogado como para expedirme demasiado en la cuestión, pero los tiempos de la Justicia no son los mismos que los de una familia que espera ver a los culpables en prisión. Con los hechos consumados, es fácil hablar de lo que podría haberse evitado. Sinceramente no quería redactar un post referido a este caso en particular, pero el tema me supera, traté de obviarlo porque me genera tristeza e impotencia pero llega un punto en que cada uno, con sus palabras, con su modo de entender la vida, busca expresarse sobre un hecho que ha trascendido los límites de lo privado. Y digo esto porque es probable que muchos casos como el de Angeles nunca se conozcan ni sean denunciados, y creo firmemente que sigue habiendo "desaparecidos en democracia", como Jorge Julio López. No en el sentido que la Dictadura le daba a la palabra desaparecido, pero son desaparecidos al fin. Familias que ni siquiera pueden llorar a sus muertos porque nada se sabe de ellos. Punto final. 

Disco recomendado del día:
Hilda Lizarazu, "En vivo", CD + DVD (Díscola discos, 2017)

16 de junio de 2013

Algo que nos sucede a todos

Nunca sabemos qué hechos, fortuitos o no tanto, nos harán cambiar nuestra forma de pensar y de replantearnos la vida. Puede ser la pérdida de algún ser querido, la separación de nuestra pareja, la frustración de no haber podido terminar una carrera, el despido de un trabajo. Pero es necesario que se dé ese "clic" para que nuestra vida cambie. Yo estoy en ese proceso, en tomarme las cosas con más calma, en evitar discusiones innecesarias, en disfrutar del ocio cuando me deja algún margen para la reflexión. Porque no es lo mismo pasarse varias horas boludeando por Facebook que ver una buena película. En ambos casos se trata de ocio, de tiempo libre, pero me parece mucho más provechosa la segunda opción. En mi caso, dejé de comprar discos y de estar tan pendiente de la música: lo que me interesa lo descargo por Internet. Y si no lo encuentro allí, en algún momento aparecerá. Comencé a reencontrarme con mis afectos, a retomar el contacto con gente que por esas cosas de la vida me separaba el resentimiento o el rencor. En algunas ocasiones, es mejor olvidar, aunque nos hayan ofendido. Por supuesto, la vida sigue y no es un remanso de paz como a uno le gustaría, y siempre hay alguien dispuesto a cagarnos. Pero dentro de lo posible, lo más sano es superar todo aquello que nos afecte a nosotros. Me refiero que, al perdonar a alguien, estamos siendo generosos en un punto pero también un poco egoístas (y eso es lo bueno), porque nos estamos dando la oportunidad de continuar con una relación de amistad y afecto al olvidar aquello que nos hizo sufrir. 

Hay que liberarse un poco, apagar el televisor, tomar unos mates con amigos o con la compañía de la radio, sentarse a leer un buen libro, respirar profundo y seguir este camino. Es la mejor manera de sentirse sano, sin las necesidades de la sociedad moderna de recurrir a ansiolíticos, terapias alternativas o meditación. Por supuesto, la meditación es una actividad muy saludable, pero podemos bucear en nuestro interior de distintas maneras, simplemente planteándonos honestamente cómo somos. Punto final. 


12 de junio de 2013

Televisión del Tercer Mundo

Para mi satisfacción, este año no tendremos a Marcelo Tinelli en la televisión, con su decadente programa, pero seguramente habrá varios productos pergeñados por su productora Ideas del Sur que saldrán al aire. Recuerdo cuando era chico que Canal 13 era el más prestigioso de los cinco canales de TV abierta. Tal es así que el Canal Volver aún se nutre de aquellas joyas del pasado, que transitó por numerosas etapas pero siempre poniendo énfasis en la cultura y el buen gusto. El rating quizás le era esquivo, pero en aquellos años en que los canales eran del Estado, supo deleitarnos con grandes actores, escenografías deslumbrantes, noticieros serios y de gran rigor informativo, periodistas que no transaban con lo de ahora. Y mientras redacto estas líneas, me he dado cuenta que de repente me he vuelto nostálgico otra vez. Comencé este post aborreciendo a Tinelli y seguí escribiendo para evocar aquellos tiempos de la auténtica "TV Pública", no la que se pretende vender falsamente desde la oficialista pantalla de Canal 7. Es probable que con los canales en manos del Estado hubiera algún dejo de oficialismo, pero no era tan evidente y grosero para el espectador como ocurre ahora. 

Tinelli, además de ser el conductor de los programas más vistos de los últimos 20 años, es empresario, y como sabemos montó su propia productora desde la cual va creando "contenidos", como se dice en la jerga, para llenar los baches que se producen en horarios de bajo rating. Los ciclos de ficción se encuentran en franca decadencia, ya no hay primeras figuras que encabecen los elencos, más bien los productores se inclinan  por los "galancitos" de moda que seguramente alcanzaron fama efímera gracias a los programas de chimentos como su nave insignia, el infame Jorge Rial. Yo tengo la posibilidad de tener servicio de TV por cable, de lo contrario no sé qué haría para distenderme un rato mientras tomo un café. Seguramente me dedicaría más a la lectura o a escuchar música. Porque está claro que con la televisión que tenemos, estamos muy lejos del tan mentado Primer Mundo.

10 de junio de 2013

Mi cumpleaños!!!

Hoy es mi cumpleaños y decidí escribir un post alusivo a tan magno acontecimiento (?). La verdad es que ya pasé los 30 y me siento bien, dentro de lo que se espera para una persona de mi edad. El haber dejado de fumar me provoca ansiedad, y como muchos otros ex fumadores, aumenté de peso. No de una forma excesiva, pero suficiente para que me empiece a molestar verme al espejo con una barriga prominente. En fin, volviendo al tema, invité a un par de amigos a que vinieran a compartir este momento conmigo, algo sencillo, lejos de las fiestas para 20 personas que organizaba en mi adolescencia cuando corrían litros de cerveza. Ahora habrá empanadas, pizza, y unas gaseosas light. Nada del otro mundo. Pero como dije antes, me siento bien en esta etapa de la vida, por supuesto que las cosas podrían irme mejor, ¿a quién no? Como la mayoría de la gente, yo me manejo dentro de mis posibilidades y en base a ello decido qué hacer, qué caminos tomar. A menudo nos equivocamos y sufrimos por ello, pero deberíamos aprender a aceptar que es parte de las reglas de juego. No podemos pretender que todo el mundo actúe conforme nuestros deseos y aspiraciones, porque es muy simple: hay muchas personas que están buscando lo mismo que uno. Un mejor trabajo, un mejor sueldo, una mujer para ver pasar la vida bajo el sol. En eso estamos: en busca de la vereda del sol.


7 de junio de 2013

El periodismo, esa pasión

Hoy, Día del Periodista, es una ocasión propicia para hacer algunas consideraciones acerca de quienes ejercemos esta profesión. Existen muchos roles que se confunden con el del periodista, como por ejemplo el conductor de un noticiero, o los denominados "comunicadores sociales". Esta última constituye una definición muy general y difusa, porque en última instancia todos somos comunicadores sociales aunque no lo hagamos a título informativo. 

Yendo al meollo de la cuestión, estamos en un momento particularmente difícil para ejercer el periodismo. Ya lo hemos abordado antes en este blog. Los mismos que arengan por una "pluralidad de voces" son los que concentran la mayor cantidad de medios afines al oficialismo. A este respecto, hago la salvedad de que no defiendo a ultranza al Grupo Clarín, que se ha visto sistemáticamente beneficiado por todos los gobiernos. Pero hoy los medios de comunicación de Clarín son los pocos que desafían a la obsecuencia y la alcahuetería que vemos a diario en América TV, Canal 9, Canal 7, y muchas señales de cable que ya he nombrado en otras oportunidades. 

Podríamos convenir también en que nunca existió una libertad de expresión plena, en el sentido de que los Directores de los grandes medios o los Jefes de Redacción censuran a los cronistas "rasos" amparándose en la línea editorial que sustenta dicho medio. Lo que hoy se está discutiendo es la libertad de expresión de las grandes empresas periodísticas, no de quienes la integran en sus estamentos más bajos. Sería bueno tener esto en cuenta para que no creamos que quienes tienen a su cargo la Dirección de un diario o de un canal de televisión son las únicas víctimas de las voces silenciadas, o de teorías conspirativas. Probablemente nunca llegue a dirigir un gran diario, pero si alguna vez el destino me concede esa posibilidad trataría de que todos los periodistas que trabajan en él se expresen dentro de los límites de lo razonable y conforme sus propias convicciones. En un próximo post dedicaré unas líneas a analizar la polémica Ley de Medios. Punto final. 

6 de junio de 2013

Junio a todo trapo!

Acá estamos, de nuevo en contacto. Junio es un mes "especial" para mí, de algún modo. En principio, porque es mi cumpleaños, y además el 30 del corriente se cumple un nuevo aniversario de la creación de este blog, el primero de Lobos. No voy a empezar a esbozar aburridas reflexiones sobre el envejecimiento y el paso del tiempo porque es algo que suelo hacer a menudo, pero a veces me sorprende la percepción que la gente tiene de la edad de los demás. Hay personas relativamente jóvenes que están arruinadas. Los excesos se pagan caro, aunque no nos demos cuenta. En el otro extremo encontramos otras que ya transitan la recta final de sus vidas con una gran dignidad desde todo punto de vista, tanto en su aspecto físico como sus facultades mentales. En mi caso, nunca me interesó demasiado la estética personal. No hablo de falta de higiene, que es algo que considero esencial, me refiero a que hay hábitos que me molestan como por ejemplo afeitarme, dado que casi siempre sufro algún corte en la cara con la Prestobarba. Mi cabello es otro asunto complicado: como tengo rulos, si lo dejo crecer demasiado se vuelve indomable, casi diría imposible de peinar. De vez en cuando me gusta usar perfume o alguna fragancia, pero no es algo que haga todos los días. Eso sí, el desodorante es casi indispensable usarlo a diario por la transpiración de las axilas y el hedor que esto provoca. Nadie querrá permanecer cerca nuestro si no ponemos disimulamos con algún producto o loción esos intolerables aromas sobaquiles.

Con esto no estoy descubriendo nada nuevo, pero lo que se ha vuelto un fenómeno reciente son las personas que se aplican demasiados cosméticos para cualquier ocasión, tanto hombres como mujeres. Esto podría tomarse como una tendencia, del mismo modo que lo es el hecho de usar prendas de vestir que denoten sofisticación y elegancia, cuando en realidad detrás de tanta ropa muchas veces se esconde una persona acomplejada que necesita de un placard para sentirse segura de su cuerpo. La austeridad puede adoptarse en todos los órdenes de la vida sin que ello implique vivir como un pordiosero. Formas de ver las cosas, que le dicen.  

2 de junio de 2013

No mirar hacia atrás

Domingo por la noche, con frío. Entramos en el segundo semestre del año. Por el momento no quiero hacer ningún "balance" de los 6 meses transcurridos, creo que de poco serviría hacerlo. Pienso que cuando uno mira demasiado hacia atrás, no presta atención a lo que está por venir. Me siento raro escribiendo algo así, porque mi mente atesora muchos recuerdos y a menudo ellos sobrevienen sin que yo lo desee, simplemente aparecen. Sin embargo, con el tiempo comprendí que hay etapas que no van a volver, personas que no van a estar en mi vida (para bien o para mal), noches de distensión que se esfumaron entre vasos de cerveza y rock a todo volumen en el viejo Bar de La Porteña. Yo cambié, la gente que me rodeaba en aquel tiempo también lo hizo, y uno ya no siente el mismo placer que antes por determinadas cosas. Hace mucho que no voy al boliche y no tengo intenciones de hacerlo: me acuesto temprano los fines de semana a menos que surja algún plan para comer una pizza con amigos, o ver una película en DVD. Aprendí a aceptar el paso de los años, no quiero convertirme en un adulto patético rodeado de pendejos que se la pasan entretenidos con Facebook y Twitter, con el celular como si fuera un brazo más. No estoy menospreciando a los adolescentes, porque yo supe serlo y hacía boludeces propias de esa edad. Lo que quiero decir es que mis intereses son otros. Las redes sociales, tal como reza su nombre, permiten contactarnos con personas que resultan de nuestro interés. Pero permanecer varias horas pendiente de un "me gusta" o "like" en el famoso FB, me parece enfermizo.
En síntesis, les diré que trato de adaptarme a la edad que tengo pero sin dejar que eso me condicione. Mientras tenga fuerzas y entusiasmo, seguiré haciendo lo que me gusta. He notado que a muchas personas les cuesta encontrar un equilibrio entre su envejecimiento y sus deseos de cumplir con algún sueño frustrado de juventud. "Nunca es tarde" es una frase bonita, nada más. A veces la vida nos sorprende cuando llegamos demasiado tarde para darnos una oportunidad a nosotros mismos. Punto final.  

Disco recomendado del día: The Beatles, "Let It Be" (1970, Apple/EMI)

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...