28 de septiembre de 2015

Lunes tranquilo en la aldea

Lunes otra vez. A comenzar a rebobinar la cinta y seguir. Sinceramente la vida ha sido demasiado buena conmigo, me ha permitido ejercer mi profesión, tener un lugar en la sociedad, acceder a la educación, y gozar de buena salud (toco madera). Lo único que espero, en esta recta final rumbo a octubre, es que lleguen las elecciones y se termine todo, porque se está desmoronando la economía y desde la Casa Rosada salen a tapar agujeros endeudándose con China, la única potencia mundial que todavía nos tira unos pesos (o yuanes). Hay que decir, obviamente, que los chinos no son boludos, y que este endeudamiento de un Gobierno que se está yendo por la ventana, seguramente quedará de "herencia" para el que tome la posta, aún cuando sea el propio Scioli. En cierta manera, hemos vuelto al "sálvese quien pueda": a Scioli lo dejan hacer desde el Gobierno, pero le han puesto "marca personal", parafraseando al léxico futbolero. El ex motonauta tiene que hacer malabares para decir que va a cambiar algo cuando precisamente el proyecto kirchnerista tiene orden de "no innovar". El Gobernador podrá parecer timorato, pero tampoco es ningún gil, y con tal de llegar a ser Presidente está dispuesto a arrastrarse por las alfombras de la Rosada. Y si gana, como todo parece indicar, va a estar demasiado "encorsetado" como para tomar decisiones de fondo. No se confundan, Néstor y Cristina no son Perón y Evita ni en el mejor de los sueños. Algo me hace pensar, sin embargo, que esta película ya la vimos. El 25 de octubre a la noche tendremos la respuesta definitiva. Punto final.

26 de septiembre de 2015

Resistir en la trinchera

No podría vivir en otro lugar del mundo que no fuera la Argentina. Lo intenté allá por 2002, con una relación afectiva de por medio y algunos contactos, pero no pude. No pude adaptarme, o tal vez inconscientemente no quise hacerlo, porque sentía que estaba abandonando el compromiso de estar acá, en el país, en las buenas y en las malas. No descarto la posibilidad de emprender algún viaje de placer, me encantaría conocer Europa, pero no me radicaría en ningún sitio aunque me ofrecieran el mejor de los empleos. Y no me gustaría que esto se interprete como una suerte de nacionalismo o chauvinismo, porque no es así. Yo las cosas que no me gustan, que me duelen de este país, las digo acá mismo, siendo ciudadano argentino, cumpliendo con  mis obligaciones cívicas, y acogiéndome a las garantías constitucionales. Porque aún cuando hoy por hoy la libertad de prensa esté seriamente comprometida a pesar de los 32 años de democracia, dan ganas de seguirla peleando, y si tenés que denunciar a algún corrupto que realmente se lo merece, hacerlo. 

Aquel que es testigo de un hecho de corrupción y no lo denuncia a la Justicia, es cómplice o encubridor del mismo, pero...todo tiene su "pero". En nuestro país, te hacen la gran Nisman, y fuiste: aparecés muerto como un perro y toda la prensa amarillista se va a colgar de tu cadáver para sacar provecho. Porque en rigor de verdad, si nos ponemos a pensar cómo son las cosas, a casi  nadie ya le importa Alberto Nisman, si se mató, si lo mataron, porque los medios de comunicación sacaron el tema "de agenda". Irrumpió este verano, y duró unos cuandos meses hasta que los periodistas carroñeros encontraron algo mejor con qué entretenerse. Porque seamos sinceros, muchachos, existe algo que se llama "hecho de seguimiento": a la noticia de un crimen hay que seguirla hasta que se dicte sentencia definitiva y se esclarezca realmente qué fue lo que sucedió. Por eso me jode que una noticia tape a la otra. Y en eso sí, debo decir, otros países nos superan. Porque le dan y le dan, no aflojan, hasta que rueda la cabeza del culpable. Sin embargo, Argentina, te sigo queriendo, y no te cambiaría por nada del mundo. Mis huesos seguramente van a reposar aquí. Punto final.

Hacerse cargo de lo que se dice

Es momento de pensar qué nos deparará esta incipiente primavera. Y qué parte de ese devenir depende de nosotros. Todos los años escuchamos decir que es "la estación del amor", las flores, mariposas, y cursilerías (boludeces, bah) por el estilo. Pero esto va mucho más allá, que una simple hoja del calendario. Es tiempo de ponernos en movimiento, de dejar de estar adormecidos, de actuar con conciencia cívica, como pueblo, pero no como rebaño. 
Me parece, precisamente, que durante años hemos confundido esto: pueblo y "rebaño". Todos somos el pueblo, pero no podemos actuar ni comportarnos siguiendo a la masa. Por algo somos seres individuales con capacidad para discernir. Considero esto de vital importancia porque si queremos un cambio, o si no nos satisface el Gobierno o sus medidas, debemos pensar en el pasado de cada uno de los candidatos y veremos que NINGUNO resiste un archivo. La mayoría fueron funcionarios de Menem o Kirchner, y en lo que respecta a Macri, me parece un "niño bien", que le hará un flaco favor a la República. Y ese concepto de República lo hemos perdido, porque nadie piensa en la división de poderes, si un juez me investiga y no me gusta, basta con removerlo y buscar otro afín que haga que el expediente en mi contra sea un mero trámite para dormir en un cajón. "Hacete amigo del juez", decía Martín Fierro. Cuánta razón tenía. Carlos Fayt, Ministro de la Corte Suprema, tiene 97 años. Presentó su renuncia para el 11 de diciembre. Con su longevidad, les aseguro que este hombre  tiene más lucidez mental que cualquiera de los cabezahuecas de Balcarce 50.
Punto final. 

24 de septiembre de 2015

Mañana de jueves

Lo que a menudo se conoce como "operación de prensa", es en realidad información sensible sobre una personalidad de la política, que afecta su buen nombre y honor. Pero ello no quiere decir que la información sea falsa, sino que fue utilizada con un sentido oportunista para afectar al aludido en plena campaña. Por ejemplo, el lavado de dinero por el cual se lo acusa a Fernando Niembro es una denuncia de extrama gravedad, y no creo que sea información carente de sustento. Probablemente, mucha gente de los medios lo sabía, simplemente aprovecharon la oportunidad para manipular esos datos para atacar a ese pseudo-periodista que quería ser Diputado.

 Debemos sea cautos al reaccionar sobre todo lo que vemos o escuchamos en estos días. Por citar un caso, la desnutrición infantil es un flagelo aberrante, pero no me van a hacer creer que ese chico que apareció en la tapa de Clarín es el primer niño desnutrido del Chaco. Por supuesto que me indigné con la noticia, como la mayoría de la gente, pero luego reflexioné y me puse a pensar que estos tipos de los medios se cagan en los pobres o en quienes padecen una necesidad. Su único interés es usarlos para demostrar lo mal que está el Gobierno, o lo corrupto que es el sistema. Las operaciones de prensa están a la orden del día, tanto para el oficialismo como para la oposición. Nunca vi algo tan abyecto, con semejante bajeza y falta de escrúpulos como en este tramo preelectoral. He pasado por varias elecciones, pero esta es la primera vez que todo parece de cartón pintado, tan burdo, y lo único que nos queda es escuchar a los propios candidatos, que aceptaron debatir por TN el 4 de octubre. Por más asesores de imagen que tengan, una buena pregunta los puede pulverizar. Punto final.

22 de septiembre de 2015

Los carceleros de la humanidad

Noche de primavera en la ciudad, aunque no lo parezca. Luego de algunos días que por distintos motivos me mantuvieron alejado de este espacio, vuelvo a redactar unas líneas, procurando evitar referirme a cuestiones de índole política porque la sociedad ya está suficientemente hastiada del tema, y de las idas y venidas de los candidatos. 

Estaba pensando en nuestra percepción del tiempo, y de lo cierto que es aquello que dice el tango: "20 años no es nada". Si dos décadas no son nada, imagínese Ud. lo ínfimo que representa para nuestra existencia 10 años. Es un suspiro, un "soplo", como cantaba Gardel en el inmortal tango "Volver".  Sin embargo, bastan segundos para que tu vida cambie radicalmente: podés sufrir un accidente, ser víctima de un asalto, ser padre por primera vez, descubrir al amor de tu vida y ser correspondido, que es lo más importante. Por eso es extraño lo que sucede, me refiero a que en apenas minutos o segundos pasamos a ser otras personas por la fuerza de los acontecimientos y la dureza de la realidad. Y también están esos seres que parecen entes, que "vegetan", que uno ve por la calle y están igual que hace 20 años o más. POr lo tanto, no siempre pensar y actuar del mismo modo durante un lapso de tiempo es sinónimo de coherencia y convicción, sino de tozudez y falta de sentido de las nuevas tendencias, usos y costumbres. Punto final.

18 de septiembre de 2015

Un viernes más en la ciudad

Dicen que cada crisis representa una oportunidad. Pero duelen, la puta que duelen. Crisis económicas, de pareja, de laburo, de salud...¿Cómo salir? ¿Cómo seguir? La respuesta es que siempre hay una manera de seguir. El que no aporta nada para ayudarte, que se corra del camino porque molesta, no le des lugar a personas que tendenciosamente se acercan cuando hay algo que les interesa de vos. Y que no es precisamente tu bienestar. Son parásitos, sanguijuelas que se aprovechan que te ven "con las defensas bajas" para joderte todavía más. Si hay algo que nos enseñan los años, es que sólo un puñado de personas realmente se preocupa por vos, porque te quiere de verdad, y el resto sólo está ahí, mirando a ver qué pasa. 

Todos debemos estar preparados para que en algún momento un "ser querido" nos decepcione, porque en realidad las miserias humanas están en todos lados, no es que yo estoy ajeno, lamentablemente como suelo decir, nos creemos solidarios por donar una caja de leche pero nos importa muy poco lo que sucede a nuestro alrededor. No hace falta un esfuerzo sobrehumano para hacer sentir mejor a alguien, sino el hecho de "estar", de compartir, de acompañar el sentimiento, de demostrar que realmente no somos egoístas. Y menos aún ante las crisis, donde cada uno cuida su quintita, el otro que se cague. No es así, o al menos no debería serlo. A veces pienso que desde 2001 a esta parte, no hemos aprendido nada. Habrá algunos que cambiaron su formar de pensar, pero la gran mayoría sobrevivió de la crisis y siguió como si nada hubiera pasado. En definitiva, para eso sirven las crisis, no sólo para salir adelante de ellas, sino para aprender y tomar nota de lo que nos llevó a esa situación. Punto final.

15 de septiembre de 2015

Lo efímero de la tecnología

Noche de martes en la ciudad. Dudé antes de emprender la tarea de escribir algo, pero siempre surgen cosas para contar y reflexionar. A veces uno pone una palabra cualquiera en Google, y aparecen los resultados más inesperados. O busca en las imágenes, por ejemplo escribiendo la palabra "escuela", y aparecen fotos que no tienen nada que ver. Google nos cambió la vida y dejó atrás los buscadores como Altavista o el propio Yahoo, que son una mierda. Ni siquiera Microsoft, con su buscador Bing, pudo hacerle algo de sombra. En cuanto a los navegadores, cada uno tiene su preferido, el Chrome (de Google) va ganando muchos adeptos, pero en lo personal desde que hace varios años me recomendaron el Mozilla Firefox, no lo dejé de usar nunca. El "ancho de banda" del que dispongo no es gran cosa, y me jode bastante, sobre todo, que se corten los videos de Youtube. Entonces no queda otra que darle pausa con un clic del mouse y esperar que el video se descargue por completo. 

Por lo pronto, como mencioné en un post anterior, mi notebook se encuentra con "pronóstico reservado": la compactera no funciona, y dudo que vuelva a hacerlo a menos que dé con la persona idónea para resolverme el problema. Hay tantos técnicos en Lobos, y tantos que cobran tarifas disparatadas, que uno no sabe a quién recurrir. En fin, no deja de ser un mal menor, al menos por ahora. Sólo lamento muchísimo toda la música que tenía en MP3 y que perdí por un problema con el Itunes. Pero no es nada que no pueda resolverse. Como podrán ver, me siento optimista, al menos por un día. Punto final.

13 de septiembre de 2015

La burocracia que mata








Hoy sentí ganas de publicar un texto acerca de la burocracia. De la burocracia que mata, de ese infinito laberinto de formularios, certificados, actas, partidas de nacimiento, y todo lo que podría resultar más simple al momento de realizar cualquier trámite. Hay inmumerables reparticiones del Estado con gente que fue puesta "a dedo", que cobra sin trabajar, al mejor estilo del célebre sketch de "La empleada pública" de Gasalla. Cuando decimos que la burocracia mata, estamos hablando de los expedientes que cualquier persona en edad de jubilarse inicia ante la ANSES, y muere luego de varios penosos años sin poder lograr ese propósito, con la ayuda económica de sus hijos. Es inadmisible que se solicite algo así como "Certificado de Supervivencia", suena hasta morboso tener que demostrar con un sello y una firma que uno está vivo y que puede cobrar el dinero que le corresponde. 

Hay personas en la admistración pública que sólo están para eso, para estampar un sello en una oficina, y entre una persona y otra, tomar mate con facturas. Por lo general, alguien los puso en planta permanente, lo cual significa que no pueden ser despedidos de un modo tan expeditivo, sobre todo si hace varios años que están posando su culo en la misma silla. Todo el sistema está concebido para amparar a los inútiles y ponerle miles de trabas a quien desee ingresar a trabajar con voluntad y entusiasmo. Y uno los ve, hablando por celular o mandando mensajitos, contando chistes, mientras espera pacientemente su turno para el trámite que sea. Y uno se pregunta si esta gente alguna vez beberá de su propia medicina, y será víctima del maltrato y de la falta de consideración de muchos empleados públicos. Exagerando un poco, podríamos decir que todos los días se crea una Secretaría nueva en el "Estado bobo", o algún oscuro pasillo para ñoquis en los Ministerios. Insisto, ojalá que alguna vez esos parásitos sociales beban de su propia medicina y se tengan que clavar varios meses para conseguir un papel sellado y firmado. Punto final.

11 de septiembre de 2015

Nunca digas adiós

Viernes extremadamente frío en Lobos. Hace un par de días que no publicaba nada, y en rigor de verdad "me dejé estar" un poco. De todas maneras, tampoco es el caso de escribir cualquier gansada. Cuando leo mis viejos posts (a los que ustedes también pueden acceder viendo el archivo), me doy cuenta de cómo han cambiado mis prioridades, mi concepción de las cosas, y hasta mis gustos. Escucho otro tipo de música, no me sorprenden cosas que antes me causaban repulsión, sobre todo porque como las veo tan seguido, me he acostumbrado. 

Aprender a descubrir gestos nobles en quienes nos rodean es algo hermoso, muchas veces la persona que menos esperás es la que te da una mano en momentos de zozobra. Mis últimos textos se refirieron más a hechos de estricta actualidad, pero en esta ocasión me puse a pensar que, gane quien gane las elecciones, poco cambiará si no construimos conciencia cívica. Los políticos no son superhéroes ni villanos, son tipos que ocupan una función, algunos roban y otros no, ganan buena guita según el cargo que tengan, y asumen una responsabilidad que el ciudadano de a pie no tiene. Pero eso no lo exime de ser investigado y juzgado si fuera necesario. Y no hablo sólo de ser juzgado por la Justicia, sino también por todos quienes tengan argumentos para repudiar sus acciones. Hay gente que uno no se explica cómo está en la función pública, y esto no es nuevo, en todos los gobiernos han inútiles que cobran sueldo, no saben nada, delegan en sus asesores, y tienen una linda oficina. Un funcionario no sólo debe ser honesto, sino idóneo. No hace falta tener un Master en Economía, porque está demostrado que todos los Ministros de Economía de este país, que fueron a estudiar al exterior, resultaron incapaces para resolver lo que sucede en su propio país. Punto final.

8 de septiembre de 2015

El valor del perdón


Ya he abordado este tema en otras oportunidades, pero nunca está de más. Pedir perdón no es sinónimo de debilidad o de sentirse en "offside" por haber reconocido un error. Pedir perdón es sanador, te saca la carga, la culpa, el rencor. Y le hace sentir a la otra persona, que supuestamente ofendiste, que admitís tu falta o tu equivocación. Hay situaciones en las cuales parece casi imposible que nos perdonen y dar marcha atrás, torcer el curso de los acontecimientos: sin embargo, hay gente que tiene la nobleza y la hidalguía de aceptar que con una palabra, toda ofensa  quedó sepultada en el pasado. Me quedé pensando en eso hoy, viendo con qué facilidad se cometen atropellos, y como todo el mundo está dispuesto a creerse el dueño de la verdad en una disputa. Vale decir, que nadie quiere dar el brazo a torcer y reconocer que se mandó una cag..., tan simple como eso. Tanto quien perdona como quien pide perdón deben estar en un pie de igualdad, de lo contrario siempre sobrevolará la sospecha de si aceptaron  nuestras disculpas con sinceridad. Sería bueno ver menos hipócritas en los templos e iglesias, y más gente dando una mano a quien lo necesita. Punto final.

6 de septiembre de 2015

Las cosas como son

Me molestan los programas de propaganda política, que subestiman la inteligencia del espectador. Uno de ellos fue, durante muchos años "Tiempo Nuevo", fuerza de choque para derrocar gobiernos, generar el malhumor en la sociedad y engendrar el odio contra las políticas progresistas o de izquierda. Los chicos de 20 o 25 años no lo conocieron, a menos que lo busquen por Youtube, pero había dos personajes nefastos que se decían periodistas: Bernardo Neustadt y Mariano Grondona. No tuvieron límites ni escrúpulos en defender la patria financiera y la ola privatista. 

Ahora, tenemos otro programa de propaganda en un canal del Estado, como es "678". No vale la pena discutir o polemizar acerca del kirchnerismo, o del "modelo" que se pretende promover desde la pantalla. Lo que yo digo es que estos tipos, o muchos de ellos, que alegremente nos quieren dar cátedra de un progresismo mal entendido, estuvieron con Menem, con Duhalde, y con todos los que los antecedieron. En particular ese viejo decrépito de Orlando Barone, quien trabajó para Clarín y La Nación, medios que hoy demoniza. "678", constituye la trinchera que tiene el kirchnerismo en la televisión abierta para defendestrar a la oposición, que ellos denominan "la opo". Pero cuidado, que quien no piensa como ellos es gorila, neoliberal, o destituyente. Vale decir: prohibido pensar diferente. Ellos te dicen: dame fundamentos de tu opinión. Pero ni ellos mismos pueden sustentar la propia, porque recurrer a viejos videotapes para desnudar supuestas contradicciones entre el discurso de los dirigentes de la "opo". Es de una ingeniería perfecta, Goebbels puro, un producto típico de Gvirtz, a saber: te pego con un palo y después de invito a debatir, y como me vas a decir que no, te sigo "pegando", total, como dijo Luis XVI, "El Estado soy yo". Por cierto, al monarca francés no le fue muy bien. Punto final. 

Un día más en este mundo!

La "media mañana" se vive en los pueblos como el nuestro de un modo particular, si bien la vorágine nos arrastra a los lobenses también. Todavía hay un tiempo para tomar un café o unos mates en casa, o para leer el diario en la compu si es que estás trabajando en una oficina. Y por supuesto, no es lo mismo la media mañana de un día hábil, que la de un fin de semana. Vuelvo a lo mismo: cada vezmás gente, como yo, tiene que trabajar todos los días, fines de semana incluidos, en distintos horarios. Pero los empleados públicos o quienes trabajan en alguna escuela, aprovechan el finde para levantarse tarde, emprender la lectura de un libro, poner un poco de orden y limpieza en la casa, y todas esas cosas que hacemos cuando tenemos tiempo libre, que en realidad no es tan "libre". Una cosa es sentirse ocioso, y otra, aburrido. Se puede disfrutar del ocio viendo una película, pero mucha gente cae en el aburrimiento y en la melancolía por cualquier cosa. Los tiempos van cambiando, del mismo modo que nuestra forma de entender la vida. Van cayendo las religiones, la gente sabe que en algún momento se va a morir y quiere disfrutar al máximo cada momento, puesto que muy pocos creen que exista "otra vida" o algo parecido. Mucha gente intenta convencerse de ello, pero en realidad no lo cree. Eso no significa que profesar un culto sea tonto o carezca de nobleza espiritual. 

Vivir es hoy. Es una utopía pensar el vivir cada día como si fuera el último y todas esas cosas que te dicen, pero lo que sí podés hacer es evitar discusiones estériles que te hacen sentir mal. Y además, son una pérdida de tiempo con gente que no vale la pena.

En fin, aproveché estas horas del domigo para dejarme llevar por lo que mi mente me iba dictando y hacer un poco de filosofía barata con ustedes. Punto final.

5 de septiembre de 2015

Nota breve por necesidad y urgencia

Noche de sábado en la ciudad. Hoy estuve renegando bastante porque parece ser que mi notebook está entrando en "fase terminal", luego de cinco años de desinteresados servicios a quien esto escribe. Es así como intenté realizar varias tareas con el procesador de textos de Windows 8, pero el teclado está mal configurado y no puedo hallar la forma de escribir determinados caracteres como la arroba, o los tildes. Si todo sale bien, el servicio técnico me devolverá la tranquilidad (y la notebook) el lunes, y a partir de allí voy a estar un poco más tranquilo. 

Es increíble lo estructurado que uno está a veces ante cierto software, canales de televisión, o lo que fuere, y cómo de repente de desesperás cuando te sacan de ese lugar donde aparentemente estabas tan cómodo. Lo que sí puedo asegurarles es que el Windows 8 ya se ha ganado mi antipatía, por no decir mi total rechazo. Si no tuviera esta vieja computadora de escritorio con WIN XP, no podría estar redactando estas líneas en un día que, además, fue de intensa actividad para mí. No tengo tiempo para redactar demasiado hoy, quiero descansar e imaginar que la noble notebook Toshiba encontrará algún zapatero remendón que la rescate del ocaso. Punto final.

4 de septiembre de 2015

ETAPA DE TRANSICIÓN

"La voluntad popular". "El Gobierno elegido por el pueblo". Son frases bonitas, por cierto, que llenan de emoción y orgullo luego de todo lo que nos tocó atravesar como Nación soberana. Pero la democracia no es sólo meter un sobre en una urna cada dos años. La verdadera democracia se construye día a día, con ejemplos de civismo y participación ciudadana. El respeto por los DD. HH. no es un mérito excluyente del actual modelo, que hizo mucho para garantizar los juicios a los genocidas de la Dictadura. Los Derechos Humanos fueron una bandera de Raúl Alfonsín, en los albores de la democracia moderna, con los Juicios a las Juntas. Alguien podrá decir rápidamente que el fallecido Presidente promovió las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, pero no se repara en el hecho de que el Estado de Derecho era aún muy frágil y la amenaza de un golpe militar o de organizaciones vinculadas a la extrema izquierda aún persistía. Este editorial tiene como propósito reflexionar sobre cómo un Gobierno se apropia de causas o conquistas de todo un pueblo que fueron impulsadas por otros, inclusive en las antípodas del pensamiento político.
Uno quiere suponer (aunque a veces choquemos con la realidad), que cada cuatro años, cuando un nuevo Presidente asume la gestión, conforma un grupo de funcionarios preparados e idóneos. Y que la máxima autoridad del país los convoca no por ser simplemente amigos y por mero nepotismo, sino por su capacidad para resolver los problemas o las contingencias que vayan surgiendo. La nueva etapa que se avecina implica poner fin a un ciclo de 12 años de kirchnerismo, ciclo que podría continuar si Daniel Scioli es ungido Presidente y mantiene los "postulados" del modelo y del espacio político que lo cobijó.

Hace 32 años que recuperamos la democracia, pero sin embargo queda mucho por hacer. Porque, retomando lo expuesto más arriba, la democracia se construye todos los días. Del  mismo modo que, si se pierden los valores y los principios del sistema Republicano, se pueden desmoronar y erosionar día tras día. Punto final.

3 de septiembre de 2015

La música es guita

Siempre sostuve que prefiero escuchar un disco grabado en estudio a uno en vivo, porque lo que sucede en los recitales, es que las bandas "flashean", tocan solos de guitarra de 15 minutos, y termina cantando más el público que los propios músicos. Por esa especie de demagogia de querer hacer participar a la gente de un show, cuando es todo un circo, y lo que realmente vale la pena apreciar es el virtuosismo, el talento, nada más que eso. Los shows de Kiss son un verdadero circo, pero ellos han sustentado su imagen en base a eso. Ni siquiera lo disimulan: el propio líder de Kiss, Gene Simmons, repitió mil veces que sigue en esto por la guita y por las minas. ¿La música acaso a alguien le importe? Probablemente no: los miembros de Kiss son mediocres, no saben componer una canción decente, pero tienen algo que hace que caigan "simpáticos", probablemente el maquillaje, o que simulan que rockean. 

No nos olvidemos también que los álbumes grabados en vivo son retocados en estudio, y así es como las pifiadas de guitarra o algún estropicio semejante pasa desapercibido. Al final de cuentas, a nadie le importa demasiado, "es sólo rock & roll", como dirían los Stones, y quien va a ver un show tiene la emoción de ver a sus ídolos en vivo, a escasos metros de distancia, en esos escenarios gigantescos que parecen rascacielos, con todo un despliegue de luces, sonido, y -tal vez- algún artista invitado. 

Sabido es en la industria de la música que cuando un grupo quiere terminar su contrato con el sello discográfico y le adeuda material, graban un disco en vivo y listo. Así funciona, no hay tanta adrenalina ni euforia ni el sentido apoteótico que se le pretende dar, a menos que hablemos de un puñado de músicos que en este momento no se me vienen a la cabeza  pero que son los que pueden dar un espectáculo superior al de un estudio de grabación. Presenciar un recital de tu grupo favorito es una experiencia inolvidable. No poder hacerlo y terminar viendo un DVD... no estoy tan seguro de que sea así. 


1 de septiembre de 2015

Buscando un símbolo de paz


Martes al mediodía en la ciudad. Arrancamos septiembre con todo, con ganas de seguir adelante con el blog. Ya van más de 10 años y no voy a tirar tanto esfuerzo por la borda en este momento. Y cuando digo "en este momento", me refiero a que los textos quizás han adquirido un tinte político, pero en natural que así sea, porque estamos a poco más de un mes de una instancia trascendental y yo, como cualquier ciudadano, no puedo permanecer ajeno.

 Lo bueno es que acá en Lobos, como periodista y profesional de los medios, me relaciono sin ningún problema con vecinos de cualquier extracción política, los escucho, los entrevisto, y les doy lugar en mi Web. Que sean los lectores de la nota quienes emitan un juicio de valor, no yo, que oficio de un mero escriba y me limito a escuchar lo que me dice el entrevistado. Lo que está bien a mi modo de ver, lo digo sin pelos en la lengua, porque a esta altura quienes me conocen no me pueden acusar de oficialista o demagógico. Y lo que me parece fuera de lugar, también lo digo, porque "no todo es jauja" y el paso del tiempo nos permite ver que determinadas expresiones son desafortunadas, que las chicanas políticas están a la orden del día, y esas boludeces típicas de campaña que no van conmigo. Sirven para llenar las páginas de los diarios y para hablar de algo en las mesas de café, pero no aportan nada, no hacen que la gente piense, porque es una ironía o un "tiro por elevación" a un dirigente de otra fuerza política que flaco favor le hace a la democracia y a ser, como sostengo siempre, esclarecedor en la polémica. Esa es nuestra función, ser esclarecedores en la polémica: cuando el río está revuelto, aportar algo de sensatez para que la opinión pública no se quede con el "corre, ve y dile", que tanto les gusta a los políticos, o con la radio pasillo. El rumor hay que chequearlo en su veracidad, caso contrario es "primicia para hoy y vergüenza para mañana". Punto final.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...