31 de julio de 2016

Tirarle el fardo al otro...

Cierto sector de la sociedad está confundido, a mi modo de ver. Los veo postear en Facebook, en cada noticia que aparece de los K, "devuelvan lo que se robaron, caraduras", o frases por el estilo. Por supuesto que la corrupción del ciclo kirchnerista es evidente y ojalá que de algún modo se pueda recuperar la guita de las bóvedas secretas y paraísos fiscales en el Exterior donde se llenaban de dinero sucio. Pero eso no quita que ahora debamos reclamar o demandar al gobierno macrista la parte que le toca, en particular estoy harto del discurso de "la herencia recibida", o que "nos dejaron una Provincia arrasada", porque lo escuché en todos los gobiernos como una manera de justificar su inacción o su poca capacidad de resolver problemas concretos. 
Hoy por hoy, la tan denominada "grieta", esos dos bandos que eran los K y los anti K, aún persisten. Y es lamentable que así suceda, la experiencia me dice que por más que en público digamos que somos todos argentinos y que hay que tirar para el mismo lado, eso nunca sucede. Sigue habiendo medios que ocultan alevosamente lo que está pasando desde diciembre en adelante, y otros que como C5N o Página/12 sacan rédito de ello para defender un modelo agotado. O una forma de hacer política agotada, como la de los últimos 12 años. Lo que rescato es que en la televisión pública no hay programas ultraoficialistas como 678, que eran vergonzantes ya que tomaban a los ciudadanos como militantes de una causa que les era ajena. La gente, todos nosotros, merecemos vivir en condiciones dignas, despertarnos cada día pensando que las cosas serán mejores, y ojo que ya no hablo de los tarifazos porque le dediqué demasiado tiempo al tema. Macri no es el enemigo, es el Presidente y punto. Lo podrás haber votado o no, pero es quien tiene ahora el poder. Y el año que viene habrá elecciones nuevamente, de manera que la mejor forma de expresar tu disconformidad, si es que te agobia ese sentimiento, es castigarlos en las urnas. Que sepan que la están pifiando y que hay compatriotas que se cagan de hambre. Me cuesta un poco hablar de "ajuste" porque es una palabra del léxico K, pero no podemos negar los despidos a los empleados públicos, y como dije en una oportunidad, me resisto a creer que todos ellos hayan sido ñoquis. Siempre fui crítico de todos los gobiernos, no me gusta que me pongan un rótulo o etiqueta y nunca me afilié a ningún partido político. Eso me da la libertad de decir lo que pienso, y me parece ilusorio lo que creyó el macrismo, respecto a que los supuestos ñoquis del Estado los iba a absorber el sector privado. Las Pymes están en crisis, sobre todo las del Interior, por el costo que implica la producción, y que así se traslada a los precios del consumidor. No es tan complicado entender como funciona la cosa, ellos que están en la Rosada lo saben, para algo presentaron una plataforma electoral antes de ser gobierno, y para algo son especialistas en cada área. Tampoco es 100 % verdadero aquello de que "estamos pagando la fiesta de los últimos 12 años". Es una manera muy fácil de sacarse de encima el problema y dejar que el sacrificio lo hagamos nosotros, porque dudo que las clases altas o los empresarios tengan apuros económicos. 

A veces puede resultar tedioso escribir tanto de política en este blog, sobre todo para mis lectores. Pero lo tomo como una forma de identificarme con lo que escucho a diario en la calle, con la especulación de muchos comerciantes, y con un estado de cosas que seguramente se resolverá, pero no midiéndolo en "semestres". Llevará, por lo menos, hasta fin de año. Punto final.

30 de julio de 2016

Sábado por la madrugada con la compu

El día que no encuentre más motivación para redactar en este blog, dejaré de hacerlo. Prefiero retirarme con dignidad y no escribir boludeces. Ya van 11 años que estoy con esto y sinceramente lo hago con gusto, porque no me siento presionado por nadie. Cada vez aparecen más jóvenes con ganas de dedicarse a la literatura, a comenzar a escribir unas líneas en un cuaderno, y otro factor que ha facilitado mucho el acceso a los libros es que ahora hay determinadas colecciones muy económicas que se venden junto con los diarios. Es un gran incentivo, en tiempos donde todo pasa por Internet, nos quedamos embobados con la pantalla del celular, y parece que ya ni tiempo queda para tomar un café con un amigo y hablar de bueyes perdidos. 

Reiteradas veces se ha bregado por la "unidad nacional", se ha dicho que "somos todos argentinos", pero en realidad aún no encontramos algo que nos identifique a todos, una causa común que nos cobije y que no sea el fútbol o el asado. Ni siquiera por la causa Malvinas nos ponemos de acuerdo, porque si bien la mayoría coincide en que las islas nos pertenecen, cada uno esgrime sus argumentos sobre si la guerra fue una gesta, una improvisación, un intento de los dictadores para perpetuarse en el poder, o vaya a saber qué. Cuanto más claro sea el reclamo, y más masivo, mayor será la repercusión que pueda tener. Esto se da en todos los órdenes de la vida. Si un grupo de vecinos protesta o reclama para que tapen los baches de una calle, mayor suerte va a tener en la medida que vayan al Muncipio con una nota que lleve las firmas de todos los damnificados. Pero nos hemos acostumbrado al individualismo y a la ley del más fuerte, que en rigor de verdad no siempre es el "más fuerte", sino que ostenta un cargo que le confiere una falsa superioridad.  Punto final. 

26 de julio de 2016

Seguir el juego

Otra noche lluviosa en la ciudad, con típica impronta invernal y el agregado de un viento enloquecido que sin llegar a provocar grandes daños, azotó buena parte del distrito en horas de la mañana. Ya más relajado, me dispongo a escribir estas líneas, pensando en la estúpida polémica que se suscitó entre Tinelli y Macri. Me pareció que un Presidente no puede rebajarse a hacer berrinches o protestar contra un conductor de TV porque lo ridiculiza. O a responderle que sí o que no. Se la tiene que bancar, es parte del juego, si es que para cierto sector de la sociedad lo que hace Showmatch es considerado humor.  Personalmente no soporto a Tinelli pero repudio toda clase de censura. Tinelli, en rigor, más que un simple animador o conductor es un empresario con intereses en la AFA y muchos contactos en el poder político, y sabe bien por qué hace las cosas. Nadie es inocente. Por eso, no hay que entrar en esa guerra vía Twitter, el juguete de moda donde todos los famosos se confiesan. Lamentablemente, con el auge de las redes sociales, un "tuit" puede llegar a alcanzar más repercusión que un trabajo de investigación periodística. A Tinelli le encanta hacer uso de Twitter para ver qué efecto tienen sus publicaciones. Se cree con el poder suficiente para hacerlo. Y Macri le está errando en la estrategia de seguirle el juego, aconsejado nada más y nada menos que por De la Rúa, un inepto como pocos que nos dejó en la ruina.

Es hora de que salgamos de la mediocridad que nos imponen algunos medios de comunicación, que vieron al hecho que acabo de describir como la noticia más importante del día. Tenemos una mirada demasiado estrecha a veces... el  mundo sigue girando mientras nos nutrimos del chusmerío barato. Y aunque en este paso de comedia está involucrado Macri, no deja de ser una gansada.  

Este texto tiene final abierto: cada uno sabrá sacar sus propias conclusiones, en esta lucha despiadada por el poder corporativo y político que se lleva por delante a los que ni siquiera tienen un televisor. Punto final.

25 de julio de 2016

Esta tarde vi llover...

Lluviosa tarde de lunes en Lobos. Un momento para tomar un té, leer un buen libro, hacer una pausa del cotidiano trajín. Para pensar en el futuro pero sin descuidar el presente, que es lo único que nos sostiene. El presente es el cimiento con el cual edificaremos lo que vendrá. Más allá de las variables económicas que puedan llevarnos a dar un golpe de timón, por supuesto. Me encanta la lluvia (de vez en cuando, claro), porque es una excusa perfecta para quedarte en tu casa, o para activar el "bocho" más allá de la rutina diaria. Por supuesto, si tenés trámites y mandados que hacer y un paraguas hecho bosta como el mío, que se le salen todos los alambres, esa visión romántica del asunto deja de ser tal. Pero Lobos todavía parece detenerse, estar a media máquina en determinados días, como ayer domingo, que la ciudad lució desierta hasta bien entrada la tarde. Y hoy, como suele suceder, a pesar de las condiciones climáticas adversas, muchos vecinos arrojaron basura irresponsablemente, para que después aparezcan "nadando" por la calle. Hay que tener un poco de respeto por el trabajo del recolector, que por cierto no es nada grato. 
Todo es susceptible de análisis según el prisma con que usted, lector, desee verlo. O es un día horrible y destemplado, o quizás una oportunidad para despojarse de nimiedades y ejercer un espíritu más crítico sobre muchas cosas que nos afectan y que podemos corregir. Punto final.

22 de julio de 2016

Como un barco a la deriva

Estamos viviendo momentos difíciles en el plano económico, y no hay ninguna certeza de que las cosas vayan a mejorar. ¿El Gobierno "perdió el rumbo", o quizás el rumbo que pretende no es el de los ciudadanos? Del mismo modo que ellos hablan de un "sinceramiento", es hora de sincerarnos y de dejar los pruritos de lado, no para una oposición estéril que conduzca a la queja redundante, sino para hacer ejercer nuestros derechos. El slogan "Pobreza Cero" está lejos de concretarse, porque cada vez hay más pobres en la Argentina, o gente que pertenecía a la clase media y ve menguados sus ingresos de un modo considerable. El común de la gente no quiere volver al kirchnerismo, pero tampoco pretende convivir con una situación en la cual no se avizora un futuro promisorio que nos permita progresar.

Digo esto dejando de lado los tarifazos, que es un tema tan remanido que ni siquiera vale la pena detenerse a hablar. Hay una inflación creciente que no tiene techo, más allá de que los números del INDEC nos digan que se ha desacelerado. Si esto es así, no es ni más ni menos que una consecuencia de que la gente eligió gastar menos. O ni siquiera pudo elegir, porque no le alcanza para comprar los mismos productos que antes. La promesa de que no habrá más aumentos en la luz y el gas, no es un paliativo, ni siquiera un consuelo, es sólo una declaración de buenas intenciones. Los analistas políticos han revelado que fue el propio Macri, y no el Ministro Aranguren, quien decidió aumentar las tarifas de un modo brutal, cuando en realidad Aranguren proponía un ajuste más gradual y segmentado. Es decir, que no paguen lo mismo los habitantes de Capital Federal que los de Ushuaia o los de Lobos. Me gustaría que sean los funcionarios quienes prediquen con el ejemplo, quienes se hagan cargo de las decisiones que tomaron y si es necesario den un paso al costado y renuncien. Y ya, con los hechos consumados irrelevante si vos votaste a Scioli o a Macri, porque la elección ya pasó y tenemos un presidente que debe representarnos a todos, y defender los intereses de todos. Está bien que la gente les reclame a los K "devuelvan lo que se robaron", consecuencia de una red de corrupción escandalosa,  pero una cosa no quita la otra. Punto final. 


20 de julio de 2016

Día del amigo

Fría mañana de miércoles en Lobos. Se ha afianzado notablemente la costumbre de celebrar el "Día del amigo", inclusive con personas que no reúnen dicha condición, dado que son simples conocidos o gente con la cual tenemos cierta afinidad. Escribir un texto sobre qué representa la amistad sería largo y tedioso, sólo puedo decirles que hay determinadas situaciones en la cuales te das cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos. En la enfermedad, en el quebranto económico, en la falta de trabajo, en un cuadro depresivo... muchos huyen como ratas, en particular aquellos que estaban siempre listos para adularte y ser tus compañeros de fin de semana o en cualquier momento de distensión. En el boliche somos todos amigos, ahora bien, hay que ver si en el resto de la semana esas personas que mostraron tan buena química con vos se acuerdan de que existís. 

Debería haber también, un "Día del enemigo". Quizás no sea el nombre más adecuado, pero me refiero a que cada uno se dedicara a reunirse con ellos, exponer las diferencias que los separan, ya que nadie siente odio por un tercero si no hay un motivo valedero. Con el paso del tiempo, los amigos que supimos conseguir en la infancia y en la adolescencia se diluyen en el olvido y en los laberintos del destino. Emprenden nuevos rumbos, y la distancia se vuelve inevitable. Y de tanto tiempo que no los vemos, cuando finalmente sucede el encuentro no sabemos qué decir. Si hay algo duro de perdonar, y que muchas veces no se puede perdonar, es la traición. Para mí, la traición implica el olvido del traidor: es decir, esa persona ya no existe más en mi vida. Se abusó de mi confianza, se aprovechó de lo que era una aparente amistad para dejarme totalmente knock out. No hace falta el caso más estereotipado, que es que tu mejor amigo te "cague" con tu novia, hay muchas formas de traición, como no saber guardar un secreto, no ser reservado. El buen amigo sabe escuchar, puede emitir un juicio de valor, pero nunca va a hacer que eso que vos le contaste trascienda más allá de tu círculo íntimo. No sólo es conveniente llevar una vida discreta, sino elegir personas de las mismas características para rodearse. Hace falta un poco menos chusmerío y más charlas sobre libros, arte, cine o lo que fuere, mate de por  medio. Punto final.

16 de julio de 2016

El ideal del progreso

Fin de semana en la ciudad, con mucho frío. Estaba pensando en el ideal de progreso que tienen muchas personas, y en el cual yo disiento parcialmente. Progresar no es sólo tener un buen sueldo y un auto, es sentirte bien con vos mismo y con los demás. Es aprender a convivir en armonía, saber callar ante una estupidez y saber reaccionar e interactuar en una conversación que se torna interesante. Aceptar que estamos de paso en este mundo y despojarnos de ese deseo de quedar para la posteridad. Disfrutar de las pequeñas cosas en silencio forma parte de la belleza de la vida, están solamente vos y tus pensamientos en ese momento. Hacer una pausa cuando es necesario, conocerte lo suficiente como para evitar que tu mente se agote.  Calentás la pava, preparás la yerba para el mate, y te tomás un tiempo para vos. Eso es algo que el ritmo de vida frenético, y enfermante, no nos permite hacer. Buscar en el dial una radio medio perdida, que quizás la escuchan un puñado de personas porque solamente pasa jazz, y detenerse a escuchar. Hurgar en los cajones viejas fotos, pero no con un ánimo de nostalgia, sino para recordar quiénes fuimos y quiénes somos. Quiénes siguen con nosotros con la fidelidad de siempre y ver a los que aparecían sólo para "la foto". 

Que llegue tu cumpleaños y aprendas que no es solamente una torta con velitas, también forma parte del aprendizaje. Para muchos es un día más en el calendario, para otros es un gran acontecimiento, pero por sobre todas las cosas lo considero un espacio para el encuentro. Somos nosotros quienes muchas veces, fuera del laburo, elegimos con quiénes queremos estar. Y esa capacidad de elegir a nuestros afectos nos hace plenos, si es que la plenitud existe. No es relevante la torta o lo que vayas a comer ese día, sino que las personas que te rodean, realmente te aprecien y se hayan tomado un momento para estar con vos. Progresar, no es sólo prosperidad económica. Es el diario devenir de la vida, de darnos cuenta que no somos los mismos, que nuestros gustos y preferencias cambian, pero que hay personas que te acompañarán siempre. Punto final.

12 de julio de 2016

No es excelente, tampoco pésimo

Martes por la tarde en la ciudad. Difícilmente el Gobierno vaya a dar marcha atrás con el aumento de tarifas a la luz y el gas, y habrá que esperar al fallo de la Corte Suprema. Parafraseando a Poncio Pilato, "lo hecho, hecho está". El daño en los sectores medios de la sociedad ya está hecho. La pregunta es hasta cuándo buena parte de quienes votaron a Macri estarán dispuestos a sostenerlo o a avalar las medidas que tomó. Buena parte del electorado se siente desencantada y decepcionada, porque ve que los meses pasan y la tan ansiada reactivación de la economía no llega. Sin embargo, no estamos en una crisis terminal. Así como hay medios oficialistas, los hay opositores. Y el canal de noticias C5N, es especialista en generar el malhumor de los argentinos y de fomentar el odio y la mezquindad. Ayer vi un videograph (la letras que aparecen sobre la pantalla), que decía: "Argentina, tierra arrasada". Hermano, un poco de sentido común, aflojá un poco, querido Cristóbal López, que los que son del palo tuyo bastante complicados están con la Justicia. ¿"Tierra arrasada"? Es demasiado, por no decir que es un disparate más allá de que los indicadores económicos no sean los esperados. Página/12 es un diario opositor al macrismo pero que, al menos, aporta cierto análisis, tiene columnistas prestigiosos, digamos que se puede leer sin temor a romper en llanto por la desgracia que supuestamente nos aqueja. Pero C5N es vomitivo, repugnante y (lo peor de todo) malicioso. Infundir miedo, decirnos que cada día estamos peor, que no hay nada que hacerle, que Macri es un hdp, es muy fácil, basta con machacar día tras día para sumar adeptos a esta perversa forma de hacer periodismo. O lo que algunos entienden por periodismo. 

La "tierra", señores, la arrasaron ustedes durante 12 años, y ahora llevamos 7 meses y  pareciera que se viene el Apocalipsis. O el "deja vu", de que nunca un gobierno no peronista pudo terminar su mandato. Yo no quiero eso, y no importa a quién haya votado cada uno, hay que fortalecer la gobernabilidad, y por supuesto que Macri mintió en la campaña, como lo hacen todos los políticos. En lo personal, me agota y fastidia la escasa capacidad de análisis de algunos opinólogos que salen a decir cualquier cosa porque les dan un micrófono. Se terminó la joda de la soja y el crecimiento a "tasas chinas", hay que producir otra cosa, y demostrar que se pueden exportar otros bienes, así salimos de una vez por todas del modelo agroexportador del Siglo XIX. ¿Cómo es posible que no se pueda fabricar un celular acá, y que encima nos hagan creer que sí lo hacen cuando apenas los ensamblan en Tierra del Fuego? Punto final.

10 de julio de 2016

Un domingo cualquiera en la aldea

Domingo por la tarde en la ciudad. Hoy me propuse escribir un texto definiendo aquello que nos hace argentinos. Que no es el fútbol, el asado ni el mate. Me parece que hay que hurgar un poco más e indagar en nuestra forma de pensar. Que cientos de personas vayan al Obelisco a hacer un "banderazo" para que vuelva Messi a la Selección, permaneciendo varias horas bajo la lluvia y el frío, no es normal. Digo esto, porque probablemente no lo harían para otra causas más nobles y urgentes. Lo que sucedió hace unas semanas con este hecho que acabo de describir, es un síntoma de lo que somos. No podemos aceptar que alguien nos diga que no, que se hartó y no quiere seguir más. Insistimos, le hinchamos  las p..., con tal de que el barco no empiece a zozobrar. Quizás haya alguna similitud con los brasileños en esa pasión por el fútbol, y en que cada resultado adverso se vive como una tragedia nacional. Poco importa los partidos que ganó Del Potro en Wimbledon;  o Las Leonas, el representativo de hockey que volvió a levantar la copa en Londres. Nada de eso nos interesa, parecemos un grupo de zombies que sólo sabemos pensar en Messi y en alguna otra gansada que nos mantenga entretenidos. Porque eso sí: para que algo tenga éxito, debe captar la atención de los medios, especialmente de la TV. Caso contrario "no vende", no sirve para hacer catarsis ante las cámaras. Eso es algo muy argentino, ver qué dicen los diarios o la tele y después actuar. Tomar a algunos opinólogos como la verdad absoluta, y lo que es peor, incitar a la violencia. 

Mucha gente que he conocido en todo este tiempo me dice que no está conforme con el país, sin embargo, las encuestas que hicieron para el Bicentenario indican que más del 80 % no aceptaría vivir en otro lugar que no fuera Argentina. ¿En qué quedamos? ¿Somos bipolares, o simplemente contradictorios? Tiene razón Macri cuando hizo alusión en su discurso a la "viveza criolla", a esa lamentable costumbre de creer que podemos cagar al otro o pasar por encima de quienes nos rodean. Cuando salimos del cascarón y miramos el progreso de otros países, nos damos cuenta de que la supuesta "viveza" no nos aportó demasiado. Por el contrario, nos hizo fama de estafadores, ventajeros y chantas. Me gustaría que si un científico se va al Exterior porque aquí no tiene oportunidades, también hicieran un "banderazo" o una manifestación para que le brinden la posibilidad de trabajar. Punto final.

8 de julio de 2016

Vísperas de Bicentenario

En vísperas del Bicentenario de la Independencia, es un buen momento para reflexionar, para repensar la historia. Para hacer otra lectura de los hechos que dábamos por ciertos y que hoy son motivo de debate. Sin pretender ofrecer una mirada desalentadora, bien podríamos decir que los enfrentamientos de los albores de la Patria persisten. Quizás son otros los actores sociales, pero no hemos logrado una cohesión: unirnos por una causa común. Por supuesto, los próceres de 1816 no imaginaban, ni siquiera remotamente, cómo sería el devenir histórico de la Argentina. Un país que recién tuvo su propia Constitución en 1853, y que aún así padeció el fraude electoral, porque el hecho de votar era una mera formalidad y fue así como se acuñó el término "Década Infame", allá por 1930. Sucesivos golpes militares, presidentes interinos, crisis económicas, la miseria y desolación de 2001/2002. Pero lo más llamativo, es que como reza el dicho popular, aunque a este país han hecho todo lo posible para hundirlo, no lo han conseguido. 

Sobrevivimos a los demagogos, a los autoritarios, los ambiciosos, los que querían comprar el país. Sobrevivimos a quienes se creían con derecho a todo sólo por haber ganado una elección. A diario, asistimos a hechos de corrupción aberrantes, descarados, en los cuales ni siquiera los delincuentes se toman el "trabajo" de disimular su codicia. Y aún así, sobrevivimos, y eso es lo más maravilloso del argentino promedio: la voluntad de pelear a la adversidad, de levantarse cada día para ganarse el mango, de movilizarse por las causas solidarias, de ser "familieros" y conservar nuestros afectos. Están los arrogantes, los que dicen "negro de m....", y toda esa lacra que a veces parece ser la mayoría. Pero puedo asegurarles que no lo son: representan un sector resentido, frustado y reaccionario, no al grueso de la sociedad que tiene convicciones distintas a las de los pobres de espíritu. Brindemos, entonces, por 200 años más. Punto final. 

6 de julio de 2016

El pez por la boca muere

Hermosa tarde de miércoles, a pleno sol, un respiro luego de tantos días de lluvia. Estaba pensando que cada vez que este señor, el economista de la UCR Javier González Fraga, abre la boca para hacer declaraciones públicas, sólo genera más malestar en la sociedad. Primero dijo que: "a la clase media le hicieron creer que podía comprarse celulares, plasmas, viajar al Exterior". Todo ello, señor Fraga, era posible, no para todos, pero para buena parte de la población. Y lo digo despojado de toda connotación política, ya que hemos padecido 12 años de falsa prosperidad. Es verdad que no todos podían viajar al Exterior, pero quienes abonaban un paquete turístico en cuotas sí pudieron hacerlo, y no precisamente en Clase Ejecutiva. Muchos querían conocer a sus ancestros, a la tierra de sus abuelos o bisabuelos europeos. Y hoy en día, un teléfono celular sin muchos "chiches", común y corriente, también se puede comprar como se hacía antes. Luego dijo este opinólogo (que probablemente nunca pasó hambre ni tuvo problemas para pagar la cuenta de luz), que "No creo que la situación de los pobres se haya agravado tanto". Es un error, estimado señor Fraga: en la Argentina del Bicentenario, hay alrededor de 3 millones más de pobres, y los índices de desempleo siguen creciendo. Insisto en no atribuir toda la responsabilidad al Gobierno actual, pero tipos de esta calaña que ni siquiera son funcionarios (o no demuestran serlo), deberían llamarse a silencio. 

Otra de sus declaraciones fue: "El crecimiento en el segundo semestre será bajo, la economía recién comenzará a crecer el año que viene". Deja en ridículo al Presidente Macri, que puso sus expectativas en la segunda mitad del año. Lo que hace González Fraga ni siquiera podría llamarse honestidad brutal, es estupidez, escupir para arriba y no sumar nada. Me asombra que lo sigan llamando de las radios y los canales de noticias, o quizá lo hacen porque saben que no tiene problemas en hablar a boca de jarro. 

La inflación se ha desacelerado últimamente, aunque no a los niveles deseados, con un promedio de 4,5 % de aumento en la canasta básica según el INDEC. No deja de ser preocupante al bolsillo, sobre todo si podemos conjeturar que esta tregua se consiguió a costa de la vieja receta de "enfriar la economía". Tampoco fue muy sutil el Ministro Prat Gay, al referirse a la "grasa militante". Calificar a los trabajadores de "grasa" es un agravio inadmisible en un funcionario público. Podemos decir que algunos eran ñoquis o no trabajaban, pero si quienes nos gobiernan no nos dan un ejemplo de mesura, vamos al borde del desquicio, de decir cualquier cosa, con un total desconocimiento del termómetro de la sociedad. Los que votaron a Macri y los que no. El Presidente debe rodearse de funcionarios que además de ser de su estrecha confianza, sepan expresarse como corresponde. No somos un número, somos personas, somos argentinos que nos merecemos vivir mejor. Si estamos mal, es loable que nos digan la verdad, pero no tomándonos como ciudadanos de cuarta. A ver si la entienden. Ellos, que seguramente sí viajan por todo el mundo y que no tienen apremios económicos, deben expresarse en sintonía con el Presidente. Caso contrario, flaco favor le están haciendo, ya que es imposible que una sola persona cambie las cosas, por más alto que sea el cargo que ostente. Punto final. 

2 de julio de 2016

El tiempo es veloz

Hay que aprender a envejecer. Ser conscientes del paso del tiempo. Es un proceso que debe darse en forma natural, me refiero concretamente a que nuestros hábitos, gustos e intereses van cambiando. Empezamos a indagar en otras cosas que antes nos aburrían, nuestro modo de hablar y de comportarnos es más pausado. Ya no somos frenéticos y cambiantes como los adolescentes. Sin embargo, también es cierto que muchas cosas de aquella juventud perduran, porque es parte de nuestra historia de vida, de nuestra hoja de ruta. Hay amigos que se mantienen y otros que se han ido, pero siempre prevalece algo de aquel temperamento que tuvimos. Creo que hay un momento, que quizás dura unos pocos segundos, en el cual nos damos cuenta de que el tiempo ha pasado más rápidamente de lo que pensábamos. Y que la rutina, el trabajo, y la vida social que llevamos nos han cambiado notablemente, para bien o para mal.

Cada persona tiene una percepción distinta de lo que es ser "viejo". O adultos mayores, como les llaman ahora. Viendo ejemplos cercanos, pienso que las ganas por emprender nuevos proyectos, por "seguir haciendo", es lo que nos mantiene jóvenes, más allá de las arrugas, las enfermedades y los achaques. Y los que están a mitad del camino de la vida, porque ya tienen 40 o 50 años, a veces asumen la edad que tienen y en determinados casos no. Nadie tiene derecho a decirte qué hacer con tu vida, o cómo comportarte, no hay un manual ni nada establecido. A veces me molesta como juzgan los demás a alguien que "se viste como un pendejo", o "nunca maduró". Que lo dejen hacer su vida, mientras no joda a nadie con su forma de actuar. Juzgar tan livianamente por el aspecto exterior, me parece una bajeza. Esa persona puede tener convicciones e ideas mucho más claras que cualquiera de los que lo cuestionan. Y como mencioné antes, no se aprende a envejecer, simplemente sucede, como la canción "Time" de Pink Floyd, un día te despertás y tomás conciencia de que ya pasaron 10 años de esto o de lo otro, y te sorprende darte cuenta de lo frágil que es todo, de que ya dejaste atrás una etapa. Una etapa que pudo haber sido provechosa o no, pero que ya forma parte del pasado. Quedarán las fotos, los recuerdos, las anécdotas. Pero todo lo demás ya no está, ahora estás inmerso en otro ciclo y tenés que aprovecharlo al máximo, porque se vive una sola vez. Punto final.

Cayéndose a pedazos

  Nos estamos cayendo a pedazos. Más allá de lo desastroso que es el gobierno de Milei, y que salta a la vista, hay otros aspectos a conside...