29 de diciembre de 2018

Los ciclos de la vida moderna nos enferman

Cada vez que se acerca un nuevo ciclo, nos genera renovadas expectativas, que muchas veces no están basadas en posibilidades reales sino en nuestros deseos y aspiraciones. Sea como fuere, es inevitable que eso no suceda. Si transitamos por momentos duros este año, sobre todo en el plano personal, es obvio que pondremos todas nuestras fichas en lo que vendrá. No obstante, si hurgamos en todo este capítulo próximo a concluir, seguramente encontraremos cosas buenas, como si buscáramos perlas en el mar. Hay que armarse de paciencia y generar anticuerpos porque nada nos llegará servido, ni ahora ni en los años que nos restan por vivir. La sabiduría de envejecer nos hace evita ser víctima fácil de chantas, estafadores y charlatanes (que abundan por doquier). Yo no espero nada de los políticos, en rigor de verdad ni quiero pensar qué escenario económico encontraremos en 2019. Si lo supiera, ya habría invertido mis magros fondos en algo rentable. En mis ratos de ocio, escribo porque me da placer, me obliga a concentrarme en algo que me satisface y me saca de la fiaca y la pereza. Más aún en las largas tardes de verano con el sol a pleno. 

La clave está en la percepción que nosotros tenemos del tiempo, y como reza la frase popular, evitar que sea nuestro "tirano". No todos trabajamos o emprendemos un proyecto al mismo ritmo, tampoco sería saludable que así fuese. Hay quien prefiere desensillar hasta que aclare, y está el otro que se arriesga a todo, "se tira a la pileta". Sin embargo, actuar en base a impulsos nunca es bueno, y si la ansiedad nos carcome, puede ser que nos pase. Casi todos hemos tomado decisiones apresuradas, pero la prisa en hacerlo la dictaminamos nosotros mismos. Eso es lo más irónico del caso. Tenemos el control sobre nuestros actos...hasta cierto punto. 

Y mientras tanto, hay gente que tiene la mente suficientemente despejada y clara como para darse cuenta que, ante todo, debemos aprender a vivir. Punto final. 

2018: compartimos un viaje juntos

Sábado lluvioso. Luego de varios días que por distintos motivos no pude escribir nada nuevo, retomo el contacto con ustedes. Toda esta semana de calor agobiante me impidió descansar y dormir las horas necesarias, además de que no quería salir a la calle a horas tempranas cuando el termómetro empezaba a apretar. Excepto, claro está, que tuviera que hacerlo por trabajo. Estamos entrando en la meseta, en el lento declive de 2018, un año que no será seguramente el mejor recordado. Para ser honesto, dejando de lado los logros personales de cada uno, no veo que este año haya traído consigo una mejor calidad de vida para la sociedad. Y no siempre es útil hacer una reseña de todo lo que sucedió en estos 12 meses, porque la memoria suele traicionarnos y hace foco en determinados episodios en detrimento de otros. Pienso que es más saludable tener la capacidad de adaptarnos a esta realidad, profundamente injusta y por ende desigual. Podemos respirar con cierta tranquilidad si pensamos que no se han producido disturbios o saqueos, no obstante ello se debe en buena medida a que el Gobierno otorgó los famosos "bonos de fin de año" y aumentos por única vez en las asignaciones, para apagar un poco el desencanto popular. Como suele suceder, hay un grupo de privilegiados que se han visto beneficiados con la bicicleta financiera, basándonse en la especulación con el dólar, los plazos fijos, las Lebacs, y todo ese manojo de "inversiones" para hacer plata aprovechando los desaciertos del gobierno. 

Como mencionaba en otro post, cuando miro el camino recorrido, veo que hay cosas que invariablemente se repiten. Es probable que me arrepienta de muchas decisiones, pero en su momento consideré que eran las correctas. Y tener que decidir bajo presión nunca es grato, ni fácil, ni gratis. Pagás el costo de lo que elegiste, tenías dos o tres opciones y elegiste una, a veces la jugada sale bien, y a veces te toca perder. No hay cartas marcadas.

 Quizás nos cuesta un poco salir de nuestros usos y costumbres, como así también el hecho de tener que resignar muchas cosas porque no nos da el presupuesto para hacerlo. Cuando vos estás en una posición que te permite gastar en salir un fin de semana a algún lugar, es normal que tener que dejar de hacerlo por falta de plata te va a hinchar las pelotas. O ser más selectivo con las compras del supermercado, ya no se puede tirar cualquier cosa al changuito, porque llegás a la caja y te podés llevar una desagradable sorpresa. Todo esto indica que estamos atravesando una recesión: al no haber guita en la calle, no hay consumo. 

Por supuesto que esta situación no es nueva, la hemos atravesado varias veces en los últimos 15 años, pero lo que yo sostengo es que los subsidios al transporte y a los servicios públicos se deben mantener, para aliviar el bolsillo del común de la gente, que no soporta más el hecho de trabajar para pagar facturas. Sobran ejemplos de países desarrollados que subsidian las tarifas, por lo tanto está lejos de ser una medida populista o demagógica. Punto final.

22 de diciembre de 2018

¿Podemos festejar en las "Fiestas"?

Este fue un sábado de mucho movimiento y actividad en Lobos, lo cual estuvo impulsado indudablemente por la proximidad de las Fiestas. Un alivio para los comercios y locales de distinta índole que pasaron buena parte del año vendiendo poco y nada. Por primera vez en varios meses, vi una cola considerable en la caja de un supermercado para comprar comestibles. Y cada vez se paga más con tarjeta, porque el efectivo no abunda, entonces la gente busca la manera de ir tirando mientras se pueda, aprovechando además los descuentos que ofrecen algunos bancos. 

La crisis nos ha obligado a modificar nuestros hábitos de consumo, lo que gastamos en esparcimiento, y en distintos rubros. Pero hemos aprendido a no realizar comprar compulsivas, a ir preguntando precios para así no tener que pagar de más por un mismo producto. Los medios ya empiezan a hablar del "riesgo país", igual que en 2001. Y si bien no hay punto de comparación, esto genera una psicosis colectiva. Todos los indicadores económicos cerrarán en baja, porque al no haber plata en el bolsillo, no hay forma de que se reactive el consumo. Con tasas de interés altísimas, hoy rinde más poner la guita en un plazo fijo que usar ese dinero para otros fines. Además, se encarece el acceso al crédito. ¿Quién está dispuesto a sacar un préstamo a una tasa de casi el 60 %? Todo lo que es electrónica, tuvo un retroceso del 40 %. Vale decir, lo que no es considerado prioritario, no merece la pena comprarlo. A veces me doy el gusto de tomar un café, porque sé que no me voy a poder ir de vacaciones y que por lo menos permanezco un rato en un bar fuera de mi casa y haciendo una pausa del trabajo. 

Lo que más pido, precisamente, es que siga teniendo trabajo el año que viene, que mis ingresos no se vean resentidos, porque yo tampoco vivo del aire y tengo gastos fijos como todo el mundo. Ya estoy en una edad en la cual debería pensar en ahorrar, pero en el contexto actual no lo veo viable, sólo espero que la plata me alcance para comprar lo que necesite: ropa, artículos de limpieza, higiene, y por supuesto, la comida. Es duro cuando uno estaba acostumbrado a un estilo de vida y tiene que renunciar a ello. Ojo, nunca nadé en la abundancia ni mucho menos, pero tuve épocas de mayor prosperidad. Pero quiero finalizar esta nota por donde empecé. Hoy salí por la mañana y por la tarde, y vi mucha gente en la calle, inclusive amigos y conocidos que hacía tiempo no nos cruzábamos. Y aunque sea una sidra o un pan dulce, algo vas a comprar. Esto también me hace reflexionar en que las "fiestas" no son las de 20 años atrás, si hay que hacer un regalo se busca que sea de buen gusto pero que no se descosa el bolsillo. Es un buen momento para dejar de pensar en Papá Noel, y transcurrir en paz la víspera de Navidad, despojado de toda connotación religiosa, comiendo lo que haya, sin vanidad, y procurando que la gente que nos rodea sea aquella cercana a nuestros afectos. Punto final.

18 de diciembre de 2018

Un proyecto de país tirado a la basura

Vamos transitando la mitad de semana, quemando los últimos cartuchos del año, y todo parece indicar que lo que resta de diciembre estará marcado por una constante de todo este ciclo: bolsillos flacos. Ya tenemos la índice de inflación más alto desde 1991, y está proyectado que para fin de año alcance el 46 % (siendo optimistas). Por otra parte, el dólar sigue en alza, en un contexto de profunda incertidumbre para ahorristas e inversores que evidentemente no encuentran en la coyuntura nada previsible o confiable. La volatilidad económica se llevó puesto el cierre de 25 grandes industrias en la Provincia, miles de puestos de trabajo, una retracción del consumo, y la falta de oportunidades para muchos jóvenes que aún no logran insertarse en el mercado laboral. En las redes sociales abundan las publicaciones de gente que se ofrece para cortar el pasto, cuidar niños o ancianos, o prestar distintos servicios. Ante la falta de respuesta del Estado, es comprensible que se busquen canales alternativos para llegar a quien pueda brindarte una changa o un trabajo transitorio.

En 2002, aquel año de abismo político, institucional y social, la inflación fue de 40,6 %. Haber superarado aquella marca resulta una obscenidad, un despropósito, y seguimos escuchando discursos mesiánicos de la "ola amarilla" diciendo que 2019 será mejor. Lo mismo dijeron en los tres años anteriores, y hay frases memorables, como aquella del "segundo semestre", que uno prefiere olvidar porque nos da vergüenza ajena. Me gustaría trazar un panorama más alentador, pero la rotunda evidencia de los hechos no me lo permite. O este Gobierno se decide a dar un golpe de timón (cosa que dudo se concrete), o de lo contrario no les será tarea sencilla conseguir la tan declamada reelección de Mauricio. Se va a presentar un escenario similar al de 2003: Macri competirá, casi seguramente, con CFK, y hasta existe la posibilidad de que pierda. Lo podrá salvar el balotaje si el rechazo a la ex Presidenta aún se mantiene en determinado sector del electorado. Es la ambición desmedida de poder, porque si se presentara Vidal como candidata a Presidente ganaría sin sobresaltos. Claro esta que, para que no haya mar de fondo, la Gobernadora se apresuró a declarar que no está dentro de sus aspiraciones. Mientras tanto, el PJ tradicional (es decir, todo lo que está fuera de Unidad Ciudadana), sigue sin brújula. A menos que consigan un candidato que mida bien en la sociedad, la suerte está echada. Punto final.

16 de diciembre de 2018

Escapar de la grieta, y buscar objetivos comunes

A veces pienso, con desazón, que no vamos a terminar nunca con la famosa "grieta". Nos comportamos de un modo irracional cuando queremos defender nuestras ideas o posiciones. Por eso es que la gente, de tanto putearse por las redes sociales, se distancia, cuando en realidad si se sentaran a hablar descubrirían que tienen mucho más en común de lo que suponen. La grieta no es sólo política: es el fútbol, la violencia y la barbarie que hace que se tenga que jugar un partido en Europa porque acá no está garantizada la seguridad. Es la falta de respeto a los viejos, que no por nada tienen más experiencia y años que nosotros. Es la fantasía que creernos el centro del mundo porque fuimos sede del  G-20. Y podría seguir enumerando, pero lo peor es que hay complicidad de muchos sectores para que estas divisiones prosperen.

La sociedad en la que yo crecí fue cambiando, en distintos aspectos. Por un lado, se logró una mayor apertura para hablar públicamente de temas sensibles. Pero lo que yo veo es que siguen los enfrentamientos estériles, entre personas que quizás tengan más cosas en común de lo que ellos creen. 

Para escapar de la tan mentada grieta, hay que evitar polemizar por boludeces, y pensar en aquellas cosas que no pueden estar ajenas a cualquier ciudadano, porque son  derechos adquiridos: salud, educación, trabajo. En un país con 16 millones de pobres, ya es casi un chiste de mal gusto hablar de "pobreza cero". El trabajo registrado, "en blanco", parece ser un lujo para un reducido grupo de compatriotas que hasta deben agradecer el hecho de tener un empleo. Esto significa que estamos lejos de alcanzar una calidad de vida que nos asegure un futuro para nosotros y nuestros hijos. Seguramente, como el año que viene habrá elecciones, escucharemos las mismas promesas de campaña de los últimos 30 años. Y si hay un balotaje tendremos que votar al "menos peor", en el caso que no nos sintamos representados por los dos candidatos que se disputan el favor del electorado. Y está demostrado que el "voto castigo" tampoco sirve, es decir, votar a quien está en las antípodas del que actualmente gobierna. Un planteo utópico: Ojalá los meses sucesivos nos permitan alcanzar objetivos comunes y unirnos ante causas que atraviesan lo político y están ligadas a derechos y conquistas sociales universales. Punto final. 

15 de diciembre de 2018

Matar al mensajero: 7 razones

Sábado por la noche en la ciudad. Hoy fue la última jornada de filmación de una película en Lobos, publiqué la noticia en mi diario digital, y resultó la más leída del día, superando las 800 visitas. Lamentablemente, creo que seguimos con el mismo vicio de "matar al mensajero", porque yo estuve en el lugar y como corresponde, escribí lo que vi. Tengo 15 años dedicándome a esto y me parece que es muy berreta que cualquiera se sienta en el derecho de hacer comentarios negativos a tu laburo sin fundamento. No fue así en todos los casos, debo reconocer.  Concretamente, yo sostuve lo siguiente: 

1) La única gran obra cinematográfica filmada en Lobos fue "Juan Moreira", en 1973, con la actuación de Rodolfo Bebán, dirigida por Leonardo Favio. Fue todo un acontecimiento para la ciudad, y no hubo mayores reparos para presenciar el rodaje, como testimonan las crónicas de la época. 
2) La productora que vino hoy, no trajo ningún beneficio concreto para Lobos, porque no gastaron un centavo acá, y es falso que incentive al turismo. Caso contrario, pregúntenle a la gente de Navarro si la filmación de "El ciudadano ilustre", les trajo consigo más turistas. 
3) En 1983, se filmó en el Municipio de Capitán Sarmiento, la versión cinematográfica de "No habrá más penas ni olvido", basada en la novela homónima de Osvaldo Soriano. 25 años después, me contó Víctor Laplace que respondiendo a un pedido de las autoridades municipales, los principales actores de aquel filme concurrieron para conmemorar ese hecho y dialogar con los vecinos. Un gesto que dudo que se repita con Darín & compañía en nuestra ciudad. 
4) Si vos en Lobos querés cortar una calle y pedís permiso al Municipio, dudo que te autoricen tan rápido como lo hicieron con la productora en cuestión, que concluyó su labor en la mañana de hoy. 
5) En 1993, se grabaron en nuestra ciudad varios programas de TV de Canal 13. Entre ellos, la serie "Zona de riesgo", con Rodolfo Ranni y Gerardo Romano. Yo estuve como extra. Fue frente al Palacio Municipal, y como se pretendía recrear la escena de un banco en quiebra, el balcón del edificio fue adaptado para tal fin. Todavía conservo el autógrafo de Ranni y tengo en un cassette de video ese capítulo, donde aparezco fugazmente, no más de dos o tres segundos. 
6) También en 1993, se filmaron en Lobos sketches del programa "Peor es Nada", recordado ciclo de Jorge Guinzburg y Horacio Fontova. Este último estuvo de muy buen semblante durante toda la grabación y aceptó dialogar o fotografiarse con la prensa. 
7) Para concluir, antes frases tales como "es lindo para el pueblo", "es un orgullo para Lobos", y cosas por el estilo, no todos pensamos igual, para ello vivimos en democracia y en ese marco podemos disentir. Deberíamos tener motivos más sólidos para sentirnos orgullosos. No estoy diciendo que haya sido "lindo" o no, sólo considero que no aportó nada más allá del revuelo que provocó en la rutina pueblerina. Punto final.

14 de diciembre de 2018

El paso del tiempo pone a las cosas en su lugar

Madrugada de viernes en Lobos. El diluvio del día anterior ha cesado luego de una tormenta feroz, con marcado descenso de la temperatura y mucho viento. Uno de los temas que más he abordado en este blog es el del paso del tiempo. Quizás se deba a mi incapacidad para comprenderlo o aceptarlo. No es el mero hecho de envejecer, sino ver que todo es más efímero y fugaz que antes. La televisión dominó los hogares del mundo durante casi 50 años, y recién ahora enfrenta una competencia seria con la computadora y los celulares smart. De ahora en más, será muy difícil pronosticar que un artefacto doméstico pueda reiventarse durante medio siglo sin volverse obsoleto. Hace unos días, observaba a unos adolescentes en la esquina de la Plaza 1810, escuchando reggeatón con esos parlantes que son furor, donde podés sincronizar la música de tu celu por Bluetooth o bien insertar un pendrive. Vale decir, que el modo de consumir música cambió radicalmente, quizás tengan algún CD que es de sus padres, pero ni deben saber cómo funciona y cómo se usaba. Y ni hablar de los LP y los cassettes, que ya son formatos casi de museo. Yo los veía y pensaba en 1994, por citar un año al azar, y cómo yo tenía que ahorrar guita para escuchar la música que quería. En parte, porque todavía existían las disquerías y el concepto de "comprar" una obra musical. Con el acceso masivo a Internet, se ampliaron las posibilidades para descargar discos o películas con un "clic" de distancia, y con una calidad de imagen y sonido similar a la que los más viejos supimos conseguir teniendo que pagar por ello. 

Pero, volviendo al tiempo en sí mismo, me pasa que me miro al espejo y siento que mis rasgos van cambiando, que mi cabello se vuelve gris, que me aparecen manchas en la cara, los dientes ya no lucen tan blancos como antes... en fin, un estropicio, digamos. Sumado ello a mi sobrepreso, podrán imaginarse que estoy lejos de ser un objeto de deseo. Cuando ves a tus seres queridos envejecer, parece que fueran ellos los únicos que van siendo atravesados por las agujas del reloj. Pero el tiempo pasa para vos también, del mismo modo que las oportunidades que no tuviste el olfato para aprovechar. En líneas generales, creo que la vida siempre da revancha, y que todo lo vinculado a los afectos y a las relaciones interpersonales nunca se pierde del todo, siempre que haya voluntad de los actores involucrados en retomar el contacto. Por eso, creo que las oportunidades tan mentadas se repiten, pero camufladas de otra manera. Nunca se bebe dos veces del mismo río, pero eso sucede también porque cambiaste tu forma de pensar. Sin darte cuenta, jugaste a ser otro, pero con el mismo nombre. Punto final.

11 de diciembre de 2018

Construir tu propia historia

Martes lluvioso en la ciudad. Volvieron los cortes de luz. Y no sólo aquellos que se prolongan varias horas, sino también los otros, que duran apenas segundos, donde ni siquiera atinás a desenchufar los artefactos de tu casa. EDEN venía "portándose bien" en materia de prestación de servicio, con obras que habían mejorado la calidad de la energía en sus áreas de concesión. Pero en los últimos días, cualquier tormenta de mediana intensidad resultó la excusa perfecta para que la distribuidora cortara la luz, sin previo aviso. Es decir, no fueron cortes programados. El domingo, en las horas previas al tan mentado partido River-Boca en Madrid, la ciudad fue un desierto, la mayoría estaba pendiente de ese evento deportivo, hasta que los televisores se apagaron súbitamente y la bronca iba "in crescendo". Finalmente, casi sobre la hora del comienzo del match, volvió el suministro, cuando varios ya habían optado por ir a los bares donde tenían grupo electrógeno y por lo tanto, la televisación del "superclásico" estaba asegurada. 

A veces puede provocar un poco de tedio escribir sobre lo cotidiano, pero es una manera de poner en palabras aquello que nos va pasando. Porque la vida se construye como si estuvieras pegando ladrillos, uno sobre otro. Esos "ladrillos", constituyen el devenir de los días. La mente de ser humano permite imaginar, conjeturar, predecir, crear... siempre pensé que el hecho de jugar con la ficción a través de un relato, o plasmarlo en otro modo como la tele o el cine, es una expresión artística que nos salva de la mediocridad. Porque se construye una historia en base a personajes y sucesos que son verosímiles, pero no reales. Nunca existieron. Concebir un mundo paralelo, dotar a ese "no-lugar" de personajes y de una serie de hechos que los tienen como protagonistas, implica un esfuerzo intelectual que en algunos casos trae consigo resultados más logrados que en otro. Pero para el lector, esa burbuja atemporal que es la literatura, existe desde el primer momento en que se compenetra con ese cuento o novela. Punto final. 

6 de diciembre de 2018

Reacomodando el tablero para comenzar 2019 con todo

Hay días frenéticos, y otros que transcurren con una lentitud casi criminal. Diciembre tiene esa característica, todo el mundo se aboca a sus cosas y para el periodismo representa un desafío importante brindar notas de interés que excedan lo meramente policial, o las salidas de Bomberos. Es probable que cuando el calor empiece a apretar tengamos incendios de pastizales en la zona rural, donde hay grandes extensiones de campo. Pero también es necesario plantearse un receso, una pausa, que no se trata de vacacionar o no, sino de ver cómo tenemos las cartas necesarias para barajar y dar de nuevo. Prepararnos mentalmente para un nuevo ciclo. Buscar motivación y estímulo en base a lo que se ha alcanzado y lo que resta por concretar. Sumar clientes para hacer que el emprendimiento resulte rentable. Porque es mucho el dinero y el esfuerzo que se invierte, razón por la cual uno busca una compensación. Es grato que la gente muestre conformidad con el producto que ofrecés, pero todos necesitamos un sostén económico que nos permita seguir adelante. 

 Creo que 2018 podría haber sido peor de lo que uno habría imaginado. Hace tres o cuatro meses, el escenario era muy poco alentador, casi diría angustiante. Esto no significa que vayamos a estar mejor, sino que simplemente, las medidas económicas se han adaptado a la coyuntura, algo que es casi "de manual" y que cualquier ministro de Hacienda debería hacer. Si nos quedamos con la foto del G 20, estamos errando el camino. La Argentina debe ser competitiva comercialmente y exportar todo lo que sea posible, pero sin descuidar el mercado interno, y si hay que imponer mayores retenciones al campo de un modo transitorio, no lo veo mal. El problema es cuando las medidas que se toman aparecen como un "parche" que se prolonga más allá de lo razonable. Me gustaría agradecer a todos quienes han tenido las ganas y la paciencia de leer estas líneas, y en particular a todos los vecinos de Lobos que han tenido gestos nobles conmigo, espero poder retribuirlos en lo sucesivo. Punto final. 

1 de diciembre de 2018

Primer día de diciembre con sabor a otoño

Sábado 1º. Diciembre comenzó casi sin que me haya percatado de ello, inclusive con un clima inusual para esta época del año, a consecuencia de la tormenta de la víspera que descendió el termómetro a 20 grados. Suele ser un mes es el cual se agudizan las demandas y los conflictos sociales, donde las paritarias que aún no cerraron se negocian contrarreloj, se empieza a bosquejar el Presupuesto, la "Ley de Leyes". Todo lo que ha acontecido en los últimos días respecto al G 20 no despertó demasiado interés en mí, dudo que mi calidad de vida se vea mejorada por las visitas de los mandatarios internacionales. Lo que sí fue digno de ver fue la gala en el Colón, un espectáculo maravilloso aún para quienes lo vimos por televisión. Así pues, estamos lejos de un espíritu festivo o  navideño, pero en el común de los casos las familias o amigos se reúnen a cenar despojados de toda motivación religiosa. Por otra parte, y como siempre sucede, quienes han perdido a un ser querido recientemente se sentirán con una gran pena, debido a los consabidos festejos que acabo de mencionar. Es alguien que ya no está, que no compartirá la mesa de Nochebuena o de Año Nuevo más allá de que no signifique demasiado. Esto me trae a la memoria los regalos que "Papá Noel" me supo prodigar siendo un niño, muchos de los cuales provenían del bolsillo de mi abuela, que me daba todos los gustos y fue inmensamente generosa conmigo. La recuerdo en esos gestos, en su manera de decir las cosas, más que en su apariencia física. Tal vez a ustedes les sucederá lo mismo. 

Hay dos cosas que me desagradan de las personas: la ingratitud y la indiferencia. No ser agradecido implica una falta de reconocimiento a quienes hicieron algo por vos, y ser indiferente no es más que negarse a saludar, mirar para otro lado aunque te conozcan de toda la vida, y esas cosas muy de pueblo, porque en las grandes ciudades la gente va apurada y le importa un pito quien va cruzando la vereda o la calle. De más está decir que esa gente no debe esperar nada de mí, porque tampoco les debo nada y no me siento representado por ese modo de actuar. 

Trato de no pensar en el futuro a largo plazo y de concentrarme en lo que debo hacer día a día, o en el transcurso de la semana. Como es natural, en el último mes diversas instituciones o partidos políticos hacen el "brindis de fin de año", o el cierre de un taller de danzas con una muestra anual. Si posamos la mirada en enero de 2018, y vemos cómo estamos hoy, llegaremos a la conclusión de que todo no es lo que parece. De todos modos, creo que mi peor año fue 2012 (junto con el infame 2002); los sucesivos anduvieron levantando el rating de a poco. Punto final. 

26 de noviembre de 2018

Cómo llegar a fin de mes y no fundirse en el intento

Lunes por la noche en la ciudad. Luego de algunos días de ausencia, retomo el contacto por este blog. La semana comenzó tranquila, luego de un finde con mucha actividad y eventos para cubrir periodísticamente. Pero además de la profesión, soy una persona como cualquiera que debe ir al almacén, a la farmacia, al supermercado, y todo eso lleva tiempo. Hay muchas tareas que no las puedo delegar. A veces, también hay que llamar por teléfono para que te paguen, especialmente si es una empresa, que suele tardar más que un comercio promedio. Todo esto me genera estrés, porque en definitiva es mi plata, y ya bastante rentabilidad tuve que resignar con la crisis como para dejar pasar por alto las cobranzas de mayor valor.Ya para el año próximo, habrá que barajar y dar de nuevo, puesto que algunos clientes no continuarán. En consecuencia, no queda otra alternativa que buscar nuevos anunciantes que reemplacen a los que se van a dar de baja. No obstante, creo que terminaré este 2018 con mi economía doméstica estable, de no mediar ningún imprevisto. Creo que en el único plano de mi vida en el cual soy constante y perseverante es en el laburo, para todo lo demás soy bastante inconstante. Por ejemplo, había comenzado el gimnasio con mucho entusiasmo, pero luego me encontré buscándome excusas a mí mismo para no ir. Por eso, de algún modo debo "obligarme" a hacerlo, porque necesito estar de buena forma y reducir el sobrepeso que tengo desde hace casi 3 años. 

Estoy tratando de achicar gastos, al igual que muchos de ustedes. Si deben tomar alguna medicación, al igual que yo, sabrán que buena parte de sus ingresos van a parar a la farmacia, con remedios que las obras sociales no cubren, por lo cual hay que absorber todo el costo. Y ese sí es un gasto fijo, porque con tu salud no podés joder. Tras la megadevaluación de septiembre, el aumento de precios de los medicamentos fue terrible, un 30 % o incluso más. Por suerte, se pueden consultar por Internet los valores según los distintos laboratorios, y mientras la droga o principio activo sea el mismo, hay que buscarle la vuelta y recurrir al más barato, o un envase más chico para salir del atolladero. Punto final.

22 de noviembre de 2018

La vergüenza de una ciudad sitiada por el G-20 y la hipocresía del Gobierno

Si le preguntamos al ciudadano común probablemente no sepa qué es el G-20. Por supuesto, tampoco tiene por qué saberlo. Lo cierto es que se trata de un encuentro de Presidentes y jefes de Estado que tendrà sede en Buenos Aires el viernes 30. El Gobierno está exultante de que vengan las estrellas del mundo desarrollado a un país en desgracia, cuando en realidad los resultados de cumbres anteriores de esta naturaleza son bastante pobres. Y precisamente se ha desplegado un operativo de seguridad sin precedentes, que incluye: subtes y trenes sin servicio, suspensión de vuelos, feriado bancario, vastas zonas adyacentes valladas e imposibles de transitar, para un mitín de discursos edulcorados y de buenas intenciones que deje a todos los participantes conformes. Según Wikipedia, el G 20 "es un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados con el sistema financiero internacional, que estudia, revisa, y promueve discusiones, sobre temas relacionados con los países industrializados y las economías emergentes, con el objetivo de mantener la estabilidad financiera internacional, y de encargarse de temas que estén más allá del ámbito de acción de otras organizaciones de menor jerarquía. En conjunto, sus miembros representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional".

En términos económicos, cada delegación vendrá con su propio presupuesto para el tiempo que demande su estadía, de manera que no gastarán un centavo en la Argentina, y por el contrario, todo este despliegue al que hicimos referencia sí implicará un gasto considerable al movilizar a las fuerzas de seguridad para que Trump y los suyos se sientan cómodos en un país que apenas deben saber ubicar en el mapa.

La Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se ha vuelto cada vez más insoportable de escuchar en sus declaraciones públicas, con una ignorancia absoluta, falta de sentido común, y adjudicándose méritos que no le pertenecen. Mientras tanto, los trabajadores de Aerolíneas continúan con las medidas de fuerza, al igual que los bancarios, los docentes, y otros sectores que ven utópico un llamado a paritarias para recuperar parte del salario perdido con una inflación de más del 40 % anual. 

No nos interesa que se realice el G-20 en la Argentina, es una pérdida de tiempo para los laburantes que necesitan del transporte público para cumplir con su jornada, mientras los grandes señores que dominan el mundo Occidental se reúnen a debatir una suerte de "toma y daca", por ejemplo: yo te bajo el arancel para que puedas exportar acero, pero vos tenés que dejar que entren más bienes de capital a tu país. 

Trump poco puede hablar de civismo y gestos democráticos, cuando echó de una conferencia de prensa en la Casa Blanca a un periodista de CNN, simplemente porque no le gustó lo que le preguntaron. La cadena de noticias apeló la medida y ahora la credencial para acreditarse deberá ser devuelta al reportero para que pueda seguir cubriendo lo que sucede puertas adentro del emblema del poder político mundial. 

Todo esto nos lleva a la amarga conclusión de que Macri y sus lacayos consideran que es un privilegio o un gran honor que el país sea sede del G 20, cuando muchas de las políticas económicas que sostienen los países participantes están en las antípodas de la cruda realidad que atraviesa la Argentina. Un evento que pasará sin pena ni gloria y que será sólo para que todos puedan salir en la foto como "una gran familia". Punto final

16 de noviembre de 2018

Últimos 45 días de 2018: mirando el camino recorrido

Cuando uno hace el ejercicio mental de pensar cómo ha ido desandando este camino llamado 2018, aparecen sentimientos encontrados. Un éxito fortuito puede opacar meses de frustración, o a la inversa, un gran logro resultó eclipsado por la debacle posterior. Me resisto a hacer "balances" y ese tipo de cosas, creo que de algún modo en mis publicaciones de todo este año he reflejado mis reacciones ante hechos de actualidad que me motivaron a escribir. Trato de evitar hablar de mi vida privada, que por otra parte no es demasiado interesante. Siempre busqué una manera de analizar la realidad, mi entorno, despojándome de todo aquello que me resultara ajeno. El paso del tiempo nos permite aceptar ciertas cosas, resignarnos a que muchas personas o momentos memorables ya no volverán. Hace unos meses, leía un artículo en Infobae muy bien escrito, que decía que el país, en la última corrida del dólar, estuvo al borde de la hiperinflación. La economía estaba totalmente desquiciada y debo decir que sentí temor e incertidumbre cuando se produjo la megadevaluación, el aumento sostenido de los precios, y todo lo que ello trae aparejado. Ahora bien, no es que estamos mucho mejor que en septiembre, sólo se ha controlado la cotización de la moneda, y tapar algunos parches, pero el slogan "pobreza cero" quedará en la memoria como un canto al cinismo argentino. Hace poco se cumplieron 3 años del debate presidencial, y escuchar las soluciones mágicas de Macri ante lo que se avecinaba era un análisis simplista, con preguntas y respuestas guionadas, casi inofensivo, pensado para que llegara a la mayor cantidad de gente en base a las preocupaciones de la sociedad en aquel 2015. 

Hoy, no sólo seguimos pensando que estábamos mal hace tres años, sino que ese lapso ha servido para empobrecernos aún más, excepto un reducido grupo de privilegiados que siempre se mantiene a salvo de cualquier crisis. Con la clase media hecha trizas, fábricas e industrias devastadas, cuesta imaginar un escenario alentador. Claro está que como 2019 es un año electoral, acá y en todo el país habrá medidas populistas y de corto plazo que buscarán dar una señal de repunte a los flacos bolsillos, esto siempre ha sido así. Macri va a apostar a todo o nada, y hasta es posible que gane en el caso de que la oposición siga fragmentada. Con un discurso mesiánico y el famoso "sí, se puede", iremos transitando el devenir de los meses escuchando toda clase de boludeces y gansadas, que distan totalmente de la realidad pero que sirven para conseguir votos. Por eso, mejor disfrutar estos 45 días que restan de 2018 y no hacer conjeturas acerca de un futuro apocalíptico. Punto final. 

12 de noviembre de 2018

¿El parque industrial en Lobos es posible?

Lunes otra vez, comienza la semana y la tarde de hoy nos recibió nuevamente con lluvia. Por suerte, pude realizar la mayor parte de mi trabajo por la mañana, y hay suficiente material como para ir publicando los próximos días. Sin embargo, toda el agua acumulada entre sábado y domingo hizo que muchos barrios de Lobos padecieran serias consecuencias. Imagino que el Parque debe estar totalmente inundado y que sólo los fanáticos del atletismo se atreverán a frecuentarlo. Esta mañana tuve que cruzar el campito de la Estación rumbo al hospital, y pese al extremo cuidado que tuve, había charcos de gran tamaño que hacían imposible caminar sin mojarse las patas y las medias. El grueso del trabajo que tuve hoy se concentró hasta pasado el mediodía, llegué a mi casa con las entrevistas grabadas y me puse a transcribirlas, fue así que se me retrasó el almuerzo, pero eso es lo de menos. 

Cambiando de tema, quiero ver qué pasa, en los hechos, con el tan mentado Parque Industrial para Lobos, que este gobierno parece querer fomentar, aunque dudo de su concreción porque los anteriores plantearon el mismo propósito y todo quedó en la nada. Por lo pronto, se habla de un predio disponible de 25 hectáreas entre la Ruta 205 y el Puente Distribuidor, pero nuestra ciudad, por el costo de la luz y otros servicios, no está en condiciones de competir con grandes parques industriales como el de Cañuelas. En principio, según me comentaron, buscarán que se radiquen allí las Pymes locales pero tampoco es un trámite sencillo, por cuestiones de logística y por la proximidad que esas industrias puedan tener a sus puntos de venta. Mañana martes se debatirán dos ordenanzas sobre este tema en el Concejo Deliberante, y es poco probable que sean rechazadas, aunque los que tenemos algunos años sabemos que los papeles duermen en el cajón de algún funcionario hasta que algún iluminado se ponga las pilas y recoja el guante. Creo que los industriales y empresarios de Lobos aún no comprenden que el proyecto es sólo eso, un "proyecto", cuya concreción no es fácil porque si se dispone de un predio, habrá de dotarlo de todas las facilidades que requiera una fábrica, entre ellas un amplio estacionamiento para carga y descarga de mercaderías y materia prima. Así las cosas, será el tiempo quien le dará la razón a las autoridades municipales o a quien escribe esta modesta nota. Punto final. 

11 de noviembre de 2018

Lluvia negra de sábado

Noche de sábado lluvioso en Lobos. Luego de un viernes sofocante y con un tufo insoportable que elevó el termómetro a 30 grados, llegó el agua, aunque a la naturaleza se le fue la mano: cayeron más de 130 mm. en todo el sábado. Y es probable que las precipitaciones continúen mañana también. No puedo dejar de mencionar que hoy hubo que lamentar un terrible accidente que le costó la vida a cuatro jóvenes de Chubut, en la Ruta 205. Todavía no están claras las causas, pero seguramente la intensa lluvia y la cinta asfáltica mojada no jugaron a favor. Me llamaron de varios medios de Rawson para que les aportara detalles de lo ocurrido, pero en ese momento aún no se conocía la identidad de todos los que habían muerto. Aún así, les brindé toda la información que tenía disponible, después de todo se trata de colegas, aunque nunca nos vayamos a ver. Esto me hace pensar en la masividad de los diarios digitales, cómo se propaga todo rápidamente, de un modo que todavía me resulta inesperado.

La cuestión es que, cambiando de tema, me importó un pito que se haya suspendido el partido del que todos hablan, hace una semana que se está hablando de lo mismo, y si bien soy hincha de Boca, nunca me dejé llevar por el fanatismo. En este momento no estamos para festejos desmesurados de 90 minutos.Hay inflación, crisis y recesión. De estas tres variables, ninguna está pudiendo ser domesticada por el Gobierno. Los grandes diarios se regodean en gansadas y chusmerío barato mientras la realidad que palpa el ciudadano de a pie es diametralmente opuesta. Hay cosas que a mi modesto entender ni siquiera merecerían ocupar espacio en un diario de circulación nacional. Sin embargo, las vedettes, modelos o prostitutas vip del programa de Tinelli aparecen en los suplementos de espectáculos que décadas atrás estaban reservados para los grandes actores y actrices, para entrevistas a escritores, o reseñas de filmes fuera del circuito comercial. Evidentemente, todo ello ha quedado atrás, y bienvenidos sean los millenials al conocimiento por celular mediante. Punto final. 

8 de noviembre de 2018

Recuerdos de un año que se va: Hubo un tiempo que fue hermoso

Cuando pienso en todo el tiempo y esfuerzo que me ha demandado sobrellevar este 2018 con mis finanzas equilibradas, creo que lo más saludable es desearle que se vaya lo antes posible. Sin embargo, hacer un análisis de todo un año en base a una posición económica sería un reduccionismo, puesto que hay muchas otras áreas de la vida cotidiana que no tienen nada que ver con la guita. Por ejemplo, nuestra familia, pareja, amigos, o seres queridos. Son ellos quienes nos han dado contención emocional en los momentos difíciles, quienes nos han bancado de la forma que pudieron, muchas veces sin entender lo que nos estaba pasando pero con mucha empatía. Y todo eso es un buen motivo para estar agradecido. La gente en la que podés confiar, que te quiere de verdad, es tu principal sostén. Y puedo sumar a la lista a los conocidos que me cruzo todos los días por la calle e intercambiamos un saludo sincero, no simplemente de cortesía sino de afecto. Quizás nunca llegue a tener una amistad con esos vecinos, pero sé que me aprecian, de lo contrario me ignorarían por completo. Y también hay que decir que tenemos gente que uno no soporta, con la cual no se habla ni se saluda, por viejos rencores o por razones reales que llevaron a ese distanciamiento: diferencias insalvables, y muchas heridas que tardan en sanar. Pero puedo decir que no tengo enemigos: tengo gente que no me quiere, lo cual no es lo mismo. El enemigo busca deliberadamente hacer daño, el que "no te quiere" puede despreciarte pero no mucho más.

Las relaciones humanas son parte fundamental de la vida, y por la profesión que tengo, constantemente debo tratar con todo tipo de personas, para hacerles una entrevista u obtener información. A veces desgasta un poco, pero es lo que elegí hacer, y me parece que hay cosas ilógicas que se viven en este país. Por ejemplo, que se esté hablando desde hace días de un partido de fútbol cuando la inflación no da tregua y la gente se caga de hambre, creo que ningún país serio pondría en un lugar privilegiado un espectáculo deportivo habiendo otras prioridades. Por otro lado, es una buena maniobra de distracción para que la sociedad no se mire un poco el ombligo y se dé cuenta de que llevará años reparar o enmendar todo este desquicio que estamos atravesando, el hecho de no tener una economía previsible, los despidos, y el cierre de fábricas. Mientras la gente pierde el trabajo, acá estamos pendientes de que ruede la pelotita. Una mirada bastante estrecha de las cosas. Punto final. 

Evitar las malas compañías para las Fiestas

Hola amigos, transitamos ya la segunda mitad de la semana, en medio de temperaturas agobiantes, pero es parte de esta época del año. Estoy tratando de poner la compu en condiciones, ya que podría decirse que es mi principal herramienta de trabajo. Hace alrededor de un año invertí en comprar una nueva notebook, pero las cosas no fueron tan sencillas, no sólo por el costo económico. Venía con el sistema operativo Windows 10 (el más reciente) , que tiene muchos problemas de conectividad a Internet. Esto es un pequeño detalle,  si tenemos en cuenta que quienes ofrecen Internet en Lobos no brindan una velocidad adecuada para la conexión rápida. Pues bien, luego de llevarla a un técnico para intentar corregir el desbarajuste, nuevamente la voy a empezar a usar para mi laburo y para redactar los textos que ustedes suelen ver aquí. 

Tarde o temprano, no queda otra alternativa que pagar o renovar los insumos que uno suele usar, desde un simple par de pilas, hasta una cámara de fotos que tenga calidad aceptable. Con respecto a esto último, debo decir que algunos celulares sacan fotos muy buenas y me han "salvado" cuando notaba que la cámara pocket no me aportaba una imagen digna de publicar en un diario digital. 

Ya aparecieron en las góndolas de los supermercados todo lo que se suele consumir para las Fiestas: turrones, Mantecol, pan dulce, sidra... en fin, en los últimos años hay una tendencia de que esas fechas tengan otro tenor, hay gente que alquila una quinta, otros que celebran Navidad con amigos porque no soportan a sus familiares... lo cual está bien, porque en realidad es bastante hipócrita juntarse con gente con la que no hay relación o trato fluido sólo dos veces al año. Es una costumbre, la de hacer una cena íntima, que ya hemos adoptado con mi familia cercana, somos cuatro personas, y nos conocemos lo suficiente como para no pasar ningún momento que genere incomodidad al otro. 

 De los manjares navideños, lo único que realmente me gusta es el Mantecol, el pan dulce viene cada vez de peor calidad, es un pedazo de masa con un montón de conservantes y colorantes. Por eso, siempre sostengo que no es importante lo que vayamos a comer en Nochebuena o Año Nuevo, sino pasar un rato en familia o con tus afectos más cercanos, que las horas transcurran tranquilas, sin deseperarse por que llegue la medianoche, no ver esto como un cambio de ciclo o de expectativas, ya que nuestra vida no va a cambiar radicarlmente en la transición del 31 de diciembre al 1º de enero. Por lo general, el primer día del año están todos reventados por todo lo que comieron y chuparon el día anterior, de manera que no es el mejor comienzo. Punto final.

5 de noviembre de 2018

Salir de la madriguera cuando aparece el sol

Me he propuesto escribir tanto como me sea posible antes de que termine el año, y aunque no es de mi agrado hacer "balances", se hace inevitable mirar hacia atrás y recordar el camino recorrido. Este año no ha sido fácil para nadie, excepto aquellos que se manejan en base a la especulación financiera, o que tienen una posición económica sin sobresaltos. Para el resto de los argentinos, fue terrible. Principalmente, porque el malhumor social se potencia y se contagia, de manera que a tus propios problemas, hay que sumarle aquellos que la gente te cuenta, todos relacionados a la falta de plata. Me resulta curioso que me relaten su situación como si yo estuviera ajeno a lo que pasa, o nadara en la abundancia. Quienes me conocen, saben bien que no es así. Pero oscilo entre la queja y cierta dosis de optimismo, generalmente me siento de mejor semblante cuando mi trabajo es reconocido y valorado, como les sucedería a cualquiera de ustedes. Es lindo que la gente te diga que le gusta lo que hacés, pero más aún si se traduce en un rédito monetario. Esas suelen ser las consecuencias de ser tu propio jefe: asumís toda la responsabilidad por una cantidad de guita que no es la esperada. 

Alguien podría decirme por qué no me busco otro trabajo. Pues bien, para empezar, ya lo he intentado, y no he logrado conseguir un empleo extra. Además, tiene que ser algo que yo sea capaz de hacer, donde pueda rendir en el laburo y dar lo mejor de mí. Sé lo que es trabajar bajo presión, lo padecí durante mucho tiempo, y llegaba a mi casa súper estresado. Lo bueno que tiene esto es que ahora soy yo quien manejo mis tiempos, y si algo me sale mal me la tengo que bancar. No le puedo echar la culpa a nadie. Eso también es positivo, no ver fantasmas donde no los hay. En el común de los casos, hay que reflexionar antes de salir a buscar culpables por algo que fracasó. Es cierto aquello de que "el que no arriesga no gana", el problema es que acá vivimos en permanente riesgo, por eso la gente toma pastillas para dormir o bajar un cambio. Antes la tele era la caja boba, hoy el aparato bobo es el celular, y todos están pendientes de la pantalla de un teléfono en lugar de pensar en quienes los rodean. Pero esto cambiará en algún momento, llegará otro fetiche que sea el objeto de deseo de cualquiera, y así se irá reinventando la sociedad de consumo, cada vez más incomunicada. Punto final. 

Vacaciones postergadas por falta de presupuesto

Calurosa tarde de lunes en la ciudad. Empezamos la jornada bien temprano, y le pegamos derecho, con un breve impasse para comer, hasta esta hora. Hoy las nubes parecían estar jugando a las escondidas: de a ratos se acumulaban generando un cielo plomizo, pero nunca lo suficiente para que se produjera un chaparrón, pese a la intensa humedad. El comienzo de semana no estuvo particularmente ajetreado, sí hubo que estar atentos a la actualidad, porque las noticias no dan respiro y a nadie le interesa leer material que no se va renovando. Hay notas que "venden" más que otras, esto ya lo hemos hablado, lo interesante del caso es que a veces sucede del modo menos esperado. Por eso, de vez en cuando hay que tomarle el pulso a la sociedad para ver qué está demandando. Es sabido que los accidentes despiertan masivo interés, quizás haya un poco de morbo también de parte del público lector. En fin, ya muchos están haciendo planes para alquilar alguna quinta, buscarse una modesta pileta "Pelopincho", o lo que esté al alcance del bolsillo en este pre-verano que viene asomando. Pese a que estamos en épocas de vacas flacas, hay gente que no se priva de gastar lo que considere necesario con tal de pasar unos días de descanso, algo que no critico pero no comparto. No todos podemos irnos de vacaciones, es obvio decirlo, y cuando parecía que la Costa iba a ser el destino elegido, nos encontramos con una hotelería carísima, y ni hablar de ir a cenar una noche en Mar del Plata. 


  • Siempre buscan exprimir y "pelar" al turista, se quejan de que disminuyó la cantidad de visitantes pero con la megadevaluación que hubo y con todo a su favor, te descosen el bolsillo igual. Como si quisieran "salvarse" luego de una temporada con sabor a nada. No podemos pretender vacaciones cuando no tenemos cubiertos los gastos diarios que implica mantener una casa. Por supuesto, como les decía antes, muchos no comparten ese punto de vista y se van igual, aunque sea con dos mangos. Por lo menos me queda un ventilador, que deberé usar racionalmente porque cuando llegue la boleta de Eden tendré que ir en busca de un abanico o refrescarme con cubitos. Es así, amigos... para los que no la vivieron, les recuerdo que hace 30 años tuvimos una gran sequía y hubo que atravesar una crisis energética sin precedentes, con cortes programados, promediando el final del gobierno de Alfonsín. Por suerte, en los años posteriores nunca más sucedió algo semejante. Punto final.  

2 de noviembre de 2018

El tramo final de 2018: 60 días para hacer todo lo que prometiste en Año Nuevo

Estamos transitando la recta final de este 2018, quemando los últimos cartuchos con la esperanza de que el año próximo nos depare un destino mejor. Octubre ha sido un mes particularmente difícil, y como no hay un plan económico claro, hay mucha incertidumbre en la calle. Podemos mencionar como un signo positivo que ha bajado el dólar, aunque las grandes empresas ya fijaron sus precios con un dólar a $ 40 y es ilusorio suponer que vayan a reacomodar sus valores en las góndolas conforme la cotización de la divisa. Probablemente seguirán los aumentos de la nafta, los cigarrillos, los remedios, las frutas y verduras. Como suele suceder, quien aumenta los precios puede argumentar innumerables excusas, pero el hecho de tener menos poder adquisitivo resulta lo más preocupante para el consumidor promedio. Es por eso que hay mucha cautela al momento de invertir, porque nadie quiere arriesgar el mango, en épocas de turbulencia. De hecho, hoy dediqué buena parte del día a pagar cuentas, que suele ser lo primero que hago cuando tengo unos pesos. Aunque no es un monto significativo, nunca estoy tranquilo hasta que termino de saldarlas.

Sin embargo, trataré de que estos dos meses que restan me encuentren en el mejor escenario posible, no voy a bajar los brazos, y si tuviera que recapitular todo lo que ha sucedido en lo que va del año hasta ahora, no estoy seguro de si el balance sería favorable. Quizás sí, debo admitir que no soy demasiado optimista excepto cuando hay alguna señal de que las cosas van marchando bien. Todavía no puedo creer que ya estemos en noviembre y cómo hemos ido arrancando las hojas del calendario casi sin darnos cuenta, por la vorágine en que vivimos y esta sucesión de compromisos laborales que no dan tregua. Mientras redacto estas líneas, llueve torrencialmente, y debo reconocer que en tiempos recientes no se han producido cortes de luz a consecuencia de un temporal. No me simpatiza EDEN, pero al menos parece ser que se han puesto las pilas para que no suceda lo de años atrás, que caían dos gotas y con quedábamos a la luz de las velas. Otro "regalito" que nos trae este último bimestre de 2018 son los aumentos en las tarifas, que ya se han hecho una desgradable costumbre, además de ser insostenibles. Pero esa cuestión la dejaremos para una próxima nota. Punto final.

30 de octubre de 2018

35 años de democracia

Pese a que la actualidad que nos toca vivir no es muy alentadora, como la gran mayoría de los argentinos yo también celebro un nuevo aniversario de la restauración democrática. Seguramente no fueron tiempos fáciles para quienes nos precedieron, tanto ciudadanos de a pie como dirigentes políticos. En 1983, la Argentina se parecía a un país perdido de Europa de Este, como Hungría o Rumania. Estaba todo por hacer, no había desarrollo tecnológico, un déficit gigantesco, faltaban leyes que regularan cuestiones fundamentales como el divorcio, y por supuesto mantener a raya cualquier amenaza de un nuevo levantamiento militar. Alfonsín hizo todo lo que pudo, pero fue reconocido tardíamente. Quizás porque su mandato quedó trunco ante del descalabro económico que se produjo en el último tramo de su presidencia, y llegó Menem con la famosa convertibilidad que muchos confundieron con "estabilidad". Es cierto, no había inflación en los '90, pero esa ficción permitió ocultar coimas, sobresueldos, y crímenes mafiosos. La privatización de las empresas del Estado se realizó de una manera vergonzosa, que fue denunciada en su momento por los pocos que no se subieron a la frivolidad y al jolgorio colectivo. Algunos servicios mejoraron, como la telefonía, pero se destruyó totalmente la red ferroviaria para favorecer a los transportistas. Con formaciones de trenes que tenían 40 años de antigüedad, y un sueldo promedio de 800 pesos/dólares, la gente tenía que viajar como podía. Y los jubilados cobraban 150 pesos/dólares de mínima, mientras Menem se sacaba fotos con Madonna y los Rolling Stones. 

Volviendo a los '80, podríamos decir que se trazaron una serie de objetivos con el denominado Plan Austral, que trajo consigo una nueva moneda, y un intento de empezar desde cero. Al principio funcionó, digamos durante dos años, pero luego ya la inflación no dio tregua, y el país comenzó a padecer una hiperinflación que se extendió desde 1989, con Alfonsín, hasta 1990, ya con Menem en el poder. 

No obstante, evaluar una gestión de gobierno en base a las medidas económicas como única variable es injusto, porque se hizo mucho en materia de Derechos Humanos, protección de las garantías individuales de cada ciudadano, reconocimiento del matrimonio igualitario, y más acá en el tiempo se instituyó la Asignación Universal por Hijo. Muy criticada al principio, pero que se mantuvo en los gobiernos posteriores. 

Si Macri es hoy Presidente, no hay nada extraño en ello, sino una mayoría que lo votó en elecciones libres y conforme a los procedimientos legales. Ya no hay fraude, al menos en los comicios nacionales. Como estamos a menos de un año de elegir nuevamente  quién ocupará la Casa Rosada, hay que pensar que la democracia es meramente representativa, y que nuestro único modo de expresarnos es mediante el voto. Cada vez que lo hacemos, estamos honrando la memoria de todos los que lucharon para que en la Argentina se terminen las dictaduras y los gobiernos déspotas, y aquellos que desafiaron a los retrógradas por defender sus ideas ante la censura y la falta de libertad de expresión.  Punto final. 

28 de octubre de 2018

Crónica de un sábado por la noche en Lobos


Calurosa tarde de domingo en Lobos. Anoche salí con una amiga, y pude constatar que la mayoría de los bares y lugares céntricos, siendo sábado y no tratándose de altas horas de la madrugada, lucían con  muy poca gente. De hecho, en uno de ellos, a las 2 AM no quedaba casi nadie, y los mozos habían comenzado a entrar las mesas que estaban en la vereda del local, en una inequívoca señal para que nos fuéramos. Finalmente fuimos con mi amiga a otro bar, de la 9 de Julio, donde todavía quedaban unos pocos clientes, pero la mayor parte de ellos eran personas de cierta edad, lo cual me hace pensar que ya los jóvenes han adoptado la modalidad de la famosa “previa” antes de ir al boliche. En realidad, eso siempre existió, y cuando yo era adolescente nos juntábamos en la casa de alguno de los compañeros de ruta de esa época a tomar algo y escuchar música, la que realmente nos gustaba y no la que suena en las radios . Por lo general antes de la hora antes mencionada, cerca de las 2, ya nos disponíamos a ir a bailar, en cambio lo que sucede ahora es que el horario de más afluencia de chicos en los locales bailables se ha retrasado considerablemente. Muchos pasan apenas una hora o dos en los boliches, porque saben que si van antes tampoco encontrarán a nadie conocido. De manera que pagar la entrada para ingresar a estos lugares, gastar en un remís o transporte en el caso del nuevo reducto de la Av. Yrigoyen, se hace demasiado pesado para el bolsillo promedio, además de resultarme con sabor a poco siendo que ya sé con lo que me voy a encontrar y que estoy totalmente ajeno a ese peregrinar por las pistas hasta que se produzca el prodigio de que una chica deje de lado a su grupo de amigas y se acerque a bailar con vos o a intercambiar un teléfono, algo que ya desde el vamos debe ser anacrónico porque los millenials se manejan con otros códigos, que yo suelo desconocer.
Cuando me refiero a “mi época”, parece que fuera un viejo mañoso y quejoso que se rebela contra lo instituido, pero no es ésa mi intención. Simplemente, creo que el hecho de tomar un café a cierta hora con un amigo/a ya parece demodé, y por supuesto que si esta nota yo la hubiera escrito en 1996 o 1997, pensaría distinto, porque yo era otro, y cambié mis hábitos en función a las obligaciones laborales que tuve que asumir. Pero como 20 años no son nada, y para la historia de la humanidad son casi un suspiro, llegará el día en que la histeria colectiva por el WhatsApp y todas las gansadas de los celulares que conocemos hoy tengan fecha de vencimiento, y vendrán otros tiempos que no me animo a aventurar. Punto final.

25 de octubre de 2018

Mitad de semana con la agenda recargada

Estamos transitando la mitad de semana, con días que a menudo nos parecen largos y agotadores. En mi caso, por el tipo de trabajo que hago, todos los días tengo que producir y publicar material nuevo, y cuando el Municipio o alguna institución convoca a la prensa, hay que rescatar lo esencial de todo lo expresado por los oradores para que el texto no resulte demasiado largo y no agobiar al lector con una extensa parrafada que no aporta demasiado. Ya nos vamos preparando para el finde, que también trae consigo actividades culturales y deportivas que es necesario cubrir. La mejor satisfacción que uno puede encontrar en esta profesión es ser creíble, que la gente reconozca en las notas periodísticas una fuente de información genuina. A veces se puede hacer un reportaje que dé lugar a la polémica, y en otras ocasiones lo que hay para comunicar es tan insípido que no se dispone de dicha posibilidad. También, titular con "gancho", que invite a leer, es algo que uno suele hacer, aunque yo sólo lo empleo en determinados casos. Asimismo, cuando te dedicás a hacer periodismo digital, renegás y puteás si falla la conexión de Internet, si el WhatsApp que estás esperando no llega, y así se genera un pequeño desastre que es consecuencia del pésimo servicio que brinda Speedy en Lobos. Vivimos en el mundo real, que es el que percibimos con los sentidos, y otro paralelo, que se plasma furiosamente y sin descanso en las redes sociales, tanto las más conocidas como aquellas que están apareciendo y prometen reemplazar al ya anacrónico Facebook. Sí, el Face nos cambió la vida, sería necio negarlo, porque la gente comparte cualquier cosa que se le viene a la mente, algunas creativas e interesantes y otras que son pura vanidad, como fotos de viajes o la foto de un plato de comida que supuestamente ese usuario está pronto a degustar. Pero quizás sería apresurado emitir un juicio de valor, porque en principio cada uno hace el uso que desea de su cuenta en la red social, y a esta altura ya no hay nada que sorprenda demasiado, excepto el hecho de escrachar gente en un pueblo chico como Lobos, con argumentos varios, como que adeuda cierta suma de dinero, es violento con su familia, no se hace cargo de los hijos, y la lista sigue...

Lo más interesante, sería indagar en la reacción que busca esa persona detrás del monitor. ¿Sumar a otros en su indignación? ¿Pretender una búsqueda de adherentes en frustraciones colectivas? Es complejo saberlo. Hacer un perfil trucho en Facebook es relativamente fácil, pero no le encuentro el sentido, más que gozar de cierta impunidad ante una suerte de bipolaridad. La persona que todos conocemos y que se comporta conforme los usos y costumbres, y ese mismo sujeto que necesita otra identidad ficticia para espiar a su ex mujer, o para contactarse con su amante, entre otros propósitos bastante previsibles. Yo siempre he tratado de mantenerme al margen de esas estupideces. Por suerte, todavía no estamos dominados por la inteligencia artificial y podemos debatir con cualquier persona racional tomando unos mates o un café. Punto final. 

22 de octubre de 2018

Comenzando la semana con todas las pilas

Primeros minutos del lunes. Comienzo la semana dispuesto a dar lo mejor de mí en lo laboral y en las relaciones interpersonales. Luego de dejar atrás un finde lluvioso y con mufa, el lunes no parece ser un día tan malo por antonomasia. Hay muchas cosas a las cuales no les dí su justa dimensión, y me fui convirtiendo en un viejo quejoso y renegado social. A lo que voy, es que tengo más de lo que realmente parece. Para empezar, una familia que me ayuda en todo lo que puede, y que es incondicional conmigo. Me bancan y me escuchan aún cuando la realidad me supera y me vuelvo intratable. Me aconsejan en base a su experiencia, aunque yo muchas veces desoiga esas sugerencias hasta que con el tiempo comprendés por qué te las dijeron. Hay que proponerse, en principio, no permitir que nadie te arruine el día. Porque la vida es muy corta, y lo que vemos es todo lo que hay, por lo tanto aprovechemos el viaje, que es solamente de ida. No quiero amargarme inútilmente, ni tampoco ser un optimista patológico. Estoy en una edad en la cual busco nuevos intereses, otras actividades que sean de mi agrado y que me ayuden a ejercitar la mente. Creo que si logro determinados objetivos básicos, lo demás decantará solo. Entonces es cuestión de fijarse prioridades, y procurar respetar ese orden, para que todo lo que es superfluo quede relegado a un segundo plano.

Y siempre es bueno no proponerte metas demasiado ambiciosas, porque el hecho de no poder cumplirlas te frustraría aún más. Nadie es completamente racional, o puramente emocional. Ambos péndulos se complementan. Hay que tener la cabeza fría en los momentos difíciles pero no podés evitar que tus propias emociones  te agobian. En fin, se ha escrito tanto sobre el tema, que no vale la pena abundar de ello en esta nota. Lo que puedo afirmar es que este mes se ha pasado rapidísimo, y rara vez tomamos noción del devenir de los días. Eso de "vivir cada día como si fuera el último", es bastante utópico, pero sí se puede rescatar algo bueno aún del día más complicado que te toque atravesar. Punto final. 

18 de octubre de 2018

Madrugada nublada de jueves

Primeras horas del jueves. Contra todos los pronósticos que presagiaban un temporal de lluvia y viento, hasta el momento nada de eso ha ocurrido. Cuando pasa la medianoche y ya entramos en un nuevo día, me siento más relajado y me surgen ideas que luego, si todavía las retengo en la memoria, las puedo implementar cuando despierte. 

Valorar a la gente que pasa tiempo con vos. Retribuir el cariño de los afectos más cercanos. Son esas cosas las que te ayudan a que tu vida transcurra en un marco de relativa calma. Todo lo demás, lo que viene de afuera, es parte a lo que uno está expuesto por ejercer un trabajo determinado. Y lo más importante, quizás, sea evitar traer los problemas del trabajo a la casa, excepto cuando la magnitud de éstos así lo ameriten. Todo lo que conocemos, la televisión, la música, etc, está concebido para entretener, no para pensar. Y no está mal que así sea, dado que todos necesitamos un momento de distensión. Pero tomarse el tiempo de hojear un libro, indagar en aquello que el autor pretendió expresar, es un acto intelectual más complejo. Creo que el libro es lo único que perdurará en formato papel en los próximos años, el resto sucumbirá ante lo digital. Y quienes con mucho esfuerzo logramos armar una modesta biblioteca, recorremos cada tanto esas hojas amarillentas, como un camino repetido. Mi próxima meta será tratar de conseguir todos los libros que han escrito personas de Lobos, porque sé que publicar implica un gran esfuerzo económico y que de algún modo se compensa porque es una satisfacción muy grande poder hacerlo. En estos momentos, estoy leyendo una suerte de biografía sobre César Borgia, el eclesiástico y político italiano de la Edad Media que, según dicen, inspiró a Maquiavelo a escribir "El Príncipe". Como el texto da por sentado muchas cosas que desconocía, tuve que bucear en Internet para poder ponerme en tema, del cual había escuchado bastante en el programa de Alejandro Dolina pero ya no recordaba casi nada. 
Y como les comentaba antes, cuando la intención es abstraerse un poco, nada mejor que ponerse los auriculares y elegir la música que más te gusta para que esos minutos previos al dormir no sean tediosos. Punto final.

16 de octubre de 2018

Harto y cansado

Estoy harto y cansado. Sin embargo, debo seguir, porque no conozco otra manera de ganar plata dignamente. Estoy harto de mendigar una pauta publicitaria a gente que está forrada en guita. Cansado de hacer trámites que no conducen a ningún lado. Como estoy considerando la posibilidad de buscar un trabajo extra, fui a la Oficina de Empleo y dejé mi currículum. Jamás me llamaron para nada, ni siquiera para saber si seguía vivo. No les importa un carajo que la gente no llegue a fin de mes, total "las chicas" están detrás de una computadora y un escritorio, tomando mate, esperando que caiga algún gil en desgracia como yo. Me fastidia la gente que no es sincera, aún en decisiones simples: si yo te ofrezco una publicidad, no me digas "cualquier cosa te aviso", porque sé que eso nunca va a ocurrir. Decime "no puedo", "tengo muchos gastos", y listo, no te jodo más, es lo mejor para ambas partes, en última instancia. Y otra cosa que me irrita, es cuando te "lloran" que no se vende nada, que no entra gente al negocio...si lo sabré yo!! Me la vas a venir a contar a mí? A qué estamos jugando? O te creés que yo nado en la abundancia? La merma en la actividad comercial ya dejó de ser novedad.  La gente mira su propio ombligo y se caga en el resto. Y esto ha sido así siempre, inclusive en tiempos de mayor prosperidad. Tenés todo el derecho de prescindir de mis servicios, pero no de usarme o buscar publicidad gratis, como los "señores" de una conocida agencia de autos. Quizás porque hace 15 años que me dedico a esto y sé tratar a la gente con respeto, exijo lo mismo para mi persona. 

Cuesta tiempo, dinero y trabajo producir una nota periodística, y más aún sostener un diario digital. Al que quiera les muestro los números, para que vean que no falto a la verdad. Para que se entienda mejor, yo no me quejo de lo que elegí hacer o de mi profesión, me quejo de las personas que te toman por boludo, cuando tengo casi 40 años y no estoy dispuesto a perder el tiempo, porque además de la vejez, el paso de los años me permitió conocer con qué bueyes estoy arando. Muchas gracias. Punto final. 

14 de octubre de 2018

Crónica de domingo por la madrugada

Madrugada de domingo en Lobos. Me desvelé, hacía tiempo que no me sucedía, de manera que me preparé un café y me dispongo a pasar el resto de la noche leyendo o adelantando el trabajo pendiente del día anterior. El sábado fue agobiante y caluroso, pero pude realizar todo el laburo de acuerdo con lo previsto. De hecho, no me pesa estar despierto ahora, porque dormirse temprano un fin de semana termina siendo un tedio, por más que uno no tenga planeado salir de su casa. Y a esta hora, son casi las 4 AM, no da para desandar las calles semidesiertas, prefiero quedarme en mi habitación hasta que me deje vencer por el sueño. 

 A veces, cuando estás haciendo una entrevista por un tema determinado, aparecen otros, propios de una charla cualquiera, que dan para hacer una nota aparte. Ayer me pasó algo parecido, hice una nota por la Avenida de las Artes, y me quedó bastante material que lo reservo para un próximo artículo. Como he mencionado alguna vez, el comportamiento del lector es bastante impredecible respecto al impacto o repercusión que puede tener una nota publicada. En muchas ocasiones creés que va a ser un golazo lo que escribiste y  finalmente obtiene pocas visitas o clics. Y en otros casos, cuando no te tenías mucha fe, resulta que se convirtió en lo más leído del día. Por eso, más allá de buscar darle forma a un texto para que sea ameno, no me planteo más hacerlo "best seller". Todo lo que sea exposiciones de arte, fotografía, eventos literarios, no cosecha demasiado interés para un diario digital. Sin embargo, es mi deber publicarlo y darle difusión, porque además me interesa que se conozca la actividad que tiene Lobos, su vasta reserva cultural. Alguien podrá decir que "la cultura no vende", y quizás sea cierto, pero un medio de comunicación debe informar sobre todo el acontecer local, no sólo accidentes o noticias policiales. Por supuesto, cada editor hace lo que quiere, solamente estoy dando mi modesto punto de vista. Si tenemos fines de semana ajetreados, es porque en Lobos todavía hay gente con ganas de hacer cosas, de exponer su arte, de presentar libros de su autoría, lo de emprender campañas solidarias. Y en realidad, hay un público lector para todo tipo de material, aunque algunas noticias rankeen más que otras. Me suele suceder, mientras estoy redactando algo, que me pregunto "a quién le puede importar esto", porque a veces no comprendo como pierdo 15 minutos de audio en una conferencia de prensa que no vale nada. Pero es lo que hay. Parte de la capacidad que uno puede tener, está en rescatar lo esencial de la noticia en medio del palabrerío de políticos y funcionarios. Punto final. 

11 de octubre de 2018

Competir contra uno mismo

Noche de jueves en Lobos, bastante fresca por cierto, con lo cual podemos deducir que el fervor primaveral todavía no se manifiesta como un concepto constante. Estoy haciendo varias cosas a la vez, leyendo un poco, buscando información para darle forma a mi próximo cuento, redactando notas periodísticas (mi trabajo). Sí, como leyeron: estoy intentando hacer literatura, de forma muy modesta, sin pretensiones y prejuicios. Mi hermano es más conocido en esas lides, ya ha escrito cuatro libros. En fin, los tiempos de uno no son los mismos de los del otro, entonces llega el momento en que tenés el impulso de volcar tantas ideas y vericuetos que pasan por tu mente en un texto que sea digno de ser leído. 

Muchas veces se me ocurre un buen comienzo, prometedor, para esbozar algún relato, pero luego me encuentro con el problema de terminar de darle forma, o que no decaiga en su desarrollo. Ojalá tuviera el talento de Soriano, de Cortázar... precisamente, hace tiempo leí que muchos manuscritos de escritores consagrados fueron rechazados por las grandes editoriales de la época. Ernesto Sábato dijo en una oportunidad que varios editores se negaron a publicar "El Túnel", su novela más leída y admirada. Me gustaría, cuando considere que llegó el momento, dictar un curso de Técnica Periodística, o de Comunicación Social, para los jóvenes que recién terminan el Secundario y quieren seguir una carrera afín en una Universidad. Alguien podrá decir "quién se cree éste para dictar clases", pero me creo idóneo para hacerlo, sólo haría falta contar con una matrícula de interesados que justifique dicho curso, y un lugar adecuado. Yo no le tengo miedo a la competencia dentro de ninguna profesión, porque compito conmigo mismo para hacer mi laburo cada día mejor. Punto final. 

Producción periodística propia

Estimados amigos, nos reencontramos en este blog luego de un prolongado paréntesis. Queremos que sepan que la esencia de nuestro diario digital (LOBOS 24), es la producción periodística propia. ¿Qué significa esto? Que buscamos generar nuestro propio material para publicar, procurando que sea de interés público para todos ustedes. Para ello, realizamos notas, entrevistas, editoriales, informes, y todo cuanto esté humanamente a nuestro alcance. No siempre es sencillo coordinar horarios y lugares de encuentro con los entrevistados.  Por supuesto, también publicamos los partes de prensa policiales o gacetillas municipales. Tratamos, como dijimos antes, de interpretar el interés del lector. Esa ha sido nuestra premisa, no de ahora, sino de mucho antes, cuando nuestro diario se llamaba LOBOS DIGITAL. Fue el segundo medio web de Lobos, que estuvo vigente desde 2006 hasta 2017. Hoy, habiendo iniciado ya una nueva etapa y pese a la estrechez económica, continuamos con el objetivo de marcar la diferencia desde otro lugar, porque consideramos además que sería frustrante que ustedes encontraran en todos los medios de comunicación de Lobos las mismas notas, sin ningún matiz, sin algo que las distinga del resto. 

Estamos dispuestos a seguir adelante mientras estén dadas las condiciones para hacerlo. Ningún medio puede sustentarse sin publicidad, y casi todos -no sólo nosotros- han tenido que resignar su margen de ganancias. Tenemos el amor propio y la voluntad suficientes para hacerle frente a esta crisis, con la esperanza de que vendrán tiempos mejores. Quizás sea una utopía. Pero siempre hemos luchado detrás de un objetivo. Nunca hemos recibido una queja por mentir o falsear datos, por agraviar o calumniar, ni una carta documento. Todas las notas están grabadas y a disposición de quien las quiera escuchar para corroborar su veracidad.  Aprovechemos estos dos últimos meses del año para dejar de lado el desánimo y encarar con nuevos bríos el trabajo diario. 

LOBOS 24

8 de octubre de 2018

Lunes agotador con el termómetro al rojo

Jornada agotadora la de hoy lunes, con el termómetro por encima de los 26 grados durante la mayor parte del día, hasta que promediando la tarde el cielo se fue poblando de nubes presagiando una tormenta que aún no se concretó. Mucho trabajo por acá, desgrabando notas, editando fotos, buscando material de archivo que siempre es necesario tener. Además, desde hace dos semanas empecé a ir al gimnasio para intentar verme mejor y ejercitarme, lo cual me deja bastante cansado, pero satisfecho de que estoy haciendo algo por mí. 

Es propio de la primavera en ciernes los días calurosos, y ya los estoy padeciendo, porque transpiro muchísimo, quizás más de lo normal. Ello hace que deba hidratarme con frecuencia, y que tenga que cambiar de ropa varias veces porque las remeras quedan empapadas de sudor. Extraño el invierno, este último que pasó fue bastante benigno, hubo 10 o 15 días de frío intenso y el resto se pudo pilotear.

 Por otra parte, estaba pensando en el despilfarro y la guita al pedo que podemos presenciar con los Juegos Olímpicos de la Juventud. Déjense de joder, la gente está pasando hambre y estos señores pretenden hacer de Buenos Aires una sede olímpica, recontra trucha, porque da lástima, ni siquiera está cerca de los grandes eventos del olimpismo mundial que hemos tenido oportunidad de ver. Pero quizás los porteños son así, están satisfechos con su ego, piensan que la Capital es el ombligo del mundo y al resto del país simplemente lo llaman "el Interior". Somos mucho más que eso, la Provincia produce más que cualquier otra, es la más poblada, tiene los distritos electorales más importantes, y está sumida en una profunda crisis, como es de público conocimiento. Por suerte, el único medio que le da generoso espacio a esta fantochada de los JJ. OO. es la TV Pública, para el resto no existe, y es absolutamente comprensible porque hay otras prioridades que no justifican que la situación actual de la Argentina se permita ese alarde de ciudad cosmopolita que hace rato se perdió. Buenos Aires, es una ciudad llena de basura y mugre, con monumentos enrejados, con "gente bien" que hace cola de cinco cuadras bajo la lluvia para visitar la Embajada de Francia (???). Ciertamente, no es la misma ciudad que yo conocí 20 años atrás cuando fui a estudiar. Llena de piquetes a diario, manifestaciones varias, protestas, tomas de edificios...en fin, sería bueno que los deportistas que nos visitan también se enteren de que esto sucede fuera de la Villa Olímpica, ¿no? Punto final.

2 de octubre de 2018

Dos últimos meses de 2018

Iniciamos la recta final, los dos últimos meses del año. Pienso que este 2018 no será recordado de la mejor manera, excepto para aquellas personas que tuvieron alguna gratificación personal, como haber encontrado una relación de pareja o haber tenido un hijo, que son dos grandes satisfacciones que te puede deparar la vida. Sé que suena a hartazgo hablar de todo lo que nos está pasando, pero sería necio ocultarlo, creo que es hora de que se debata, se hable y se discuta para que "alguien" nos escuche como ciudadanos. Por supuesto, tanto yo como muchas personas que debemos laburar todo los días no nos podemos dejar ganar por el desánimo, porque la rueda sigue girando. Forzosamente, debemos adaptarnos a un escenario económico y social que nadie había imaginado. Y claro está que no es agradable para nadie hacerlo, porque tenés que recortar gastos, buscarle la vuelta, renegociar presupuestos...todo ello hace que tu calidad de vida no sea la misma de 10 o 15 años atrás. Con el kirchnerismo en estado de coma, se avecina un reacomodamiento en el ajedrez de la política. Es probable que en 2019 nos encontremos con dirigentes "reciclados", que ocuparon cargos en su momento, dejaron un desastre, y ahora vuelven como líderes mesiánicos. Esto me hace acordar a cuando De la Rúa convocó a Cavallo para el Ministerio de Economía. Como verán, todo puede pasar. 

Por mi parte, trato de cuidar mi salud y la de mis seres queridos, que es el principal capital para mantener un cuerpo sano y poder vivir de un modo pleno. A veces lo logro, otras no, pero si estás enfermo de lo que fuere, ello te limita y te sentís prisionero de tu cuerpo, además de verte obligado a comprar remedios que cada vez se alejan más de la modesta capacidad del bolsillo. Punto final. 

30 de septiembre de 2018

Utopía 2018

Domingo por la noche en Lobos, último día del mes. Hay momentos en que la ansiedad y el miedo nos paralizan, nos impiden reaccionar. A decir verdad, lo que estamos viviendo en el país puede angustiar a cualquiera, y el temor a perder el trabajo es propio de estos ciclos recurrentes de nuestra historia. Si no tenés un empleo, te desfinanciás totalmente, no podés pagar absolutamente nada y dependés de la ayuda del Estado, que tampoco suele hacer demasiado en estos casos.

Pero, dejando de lado estas cuestiones, y teniendo en cuenta los avatares climáticos, no dejo de preguntarme: 

- Hasta cuándo seguirá inundándose buena parte del casco urbano, con el agua que se mete dentro de las viviendas y familias que deben ser evacuadas. 

- Cuánto tiempo llevará tomar cartas en el asunto en la esquina del Sanatorio (Chacabuco y Cardoner), que se anega ante el menor aguacero, y los vecinos que deben tolerar con resignación que esto ocurra, mientras pagan en término el ABL y el resto de las tasas municipales. He visto a muchos frentistas tener que destapar ellos mismos las alcantarillas para que el agua escurra más rápidamente. 

- Por qué, pese a lo que se anunció oportunamente, el Canal Salgado colma su caudal en cuestión de horas...no se hizo la limpieza como corresponde? Todo hace pensar que no, caso contrario no hubieran estado ayer y hoy las máquinas de Maestranza trabajando para limpiar la cuenca del mismo. 

- Los vecinos del Barrio Parque e Hipódromo no se merecen esto, del mismo modo que los del Bº Cementerio o cualquier otro. No se puede vivir dignamente en estas condiciones. Podrán decirme que cayeron 113 mm. en pocas horas, pero no es consuelo ni excusa para nadie. De hecho, mientras estoy escribiendo estas líneas, hay que agradecer que no siga lloviendo, si así fuera más sectores de la ciudad permanecerían bajo agua. Me gustaría saber qué tienen para decir las autoridades, qué explicaciones van a dar, más allá de la buena voluntad de la gente de Defensa Civil. La angustia y el miedo que están atravesando muchos de nuestros convecinos no se la deseo a nadie. Es tiempo de dar la cara y de asumir los problemas, no con detalles técnicos o de infraestructura que poco importan, sino explicando con sencillez y sinceridad, cómo llegamos a esta situación, siendo que el pasado 22  de septiembre se registró un fenómeno similar. Por supuesto que no se puede luchar contra la naturaleza, pero sí se puede programar estrategias efectivas para paliar cualquier contingencia climática como la que estamos viviendo. 

Pues bien, todo lo que les he expuesto hasta ahora, no es más que una utopía, porque si la semana que viene (por dar un ejemplo), vuelve a acaecer un temporal de esta magnitud, las consecuencias serán las mismas. Punto final. 

25 de septiembre de 2018

La "última crisis"?

Tarde de martes en Lobos. Ayer fue una jornada a media máquina para muchos, debido al feriado del Día del Empleado de Comercio, que motivó que la mayoría de los negocios permanecieran cerrados. Creo que el acatamiento fue muy superior a años anteriores. Si no tenías nada en la heladera y elegiste ese día para aprovisionarte, no fue la mejor decisión. Todos los supermercados con las persianas bajas, y los almacenes y despensas de barrio que "se hicieron el día", en muchos casos aprovechando para cobrar por un producto un precio excesivo. Y hoy tenemos un Paro General, de manera que este país es una joda, lleno de protestas y de feriados puente para fomentar el turismo cuando a la gente no le alcanza la plata para comer.

Por suerte, hoy pude conseguir material de interés periodístico para publicar: estuve haciendo entrevistas a dirigentes de la política local, que no sé si aportan mucho, pero al menos por un momento se sacan el cassette de encima y hablan con sinceridad de los problemas que vivimos los lobenses. No puedo dejar de pensar que cada día nos depara una sorpresa, por ejemplo, hoy renunció el presidente del Banco Central, que tuvo un mandato efímero, y como suele suceder, el dólar se disparó de nuevo hasta límites insospechados. Y así estamos, sin reglas claras, con mucha volatibilidad, sin saber bien qué hacer aquel que tiene unos pesos ahorrados y que cada vez valen menos. Nos dijeron que ésta es "la última crisis", pero creo que sobrevendrán varias más ante la incapacidad de entender cómo fomentar el consumo y cómo hacer para que la clase media no vea licuados sus ingresos en medio de la inflación. Los acuerdos con el FMI, históricamente, nunca trajeron beneficio alguno, sino un endeudamiento que perdurará por varias generaciones. El Presidente viaja a Nueva York e intenta convencer a banqueros e inversores de que éste es un país normal, cuando llevamos décadas de atraso y marginalidad, con villas miseria, barrios sin cloacas o sin los servicios básicos, chicos desnutridos, escuelas sin educación. 

Tan imprevisible es todo, tan enrarecido es el clima que se respira en la calle, que no sabemos qué pasará mañana, porque así han sido nuestros antecesores también, desconfiados de los anuncios oficiales cuando ven que tienen la soga al cuello o que los tapa el agua por la escasez de dinero. De más está decir que en las condiciones actuales nadie invertirá un solo peso, y seguiremos jugando a la bicicleta financiera hasta que la cadena de especuladores se rompa y entremos en una situación de emergencia social, aún mayor que la que estamos viviendo. Tiempos duros en los que nadie quiere arriesgar un mango. Punto final. 

22 de septiembre de 2018

Lluvia y granizo post-primavera

Día pesado y lluvioso, post-primavera, en Lobos. Truenos y relámpagos por doquier. Por la mañana el cielo de mantuvo despejado, pero conforme avanzaba el día se fue cubriendo de densas nubes que presagiaban un aguacero de magnitud. Aunque uno tenga paraguas, es un riesgo salir a la calle, por algún cable suelto en la vía pública, o lo que fuere. En fin, había comenzado a escribir estas líneas cuando se cortó la luz y se largó la lluvia con todo, alrededor de media hora. Miré por la ventana, vi que mis vecinos estaban con velas y comprobé que el corte era general, porque las radios FM tampoco transmitían. Fui al supermercado a comprar un paquete de yerba y el piso estaba inundado, los empleados lo estaban secando con un trapo y un balde. Ahora no llueve, pero hay un feroz vendaval, así que mejor quedarse en casa por un rato. 

No descartaría que la luz se corte nuevamente, si es que el temporal sigue azotando de esta manera. Desde que se me agotó la batería de la notebook, sólo puedo usarla enchufada, así que eso me limita bastante. Pero bueno, es lo que hay. A esta altura, lo tomo como una anécdota. En medio del desconcierto, escucho la sirena de Bomberos, esperemos que no sea nada grave. Nunca se sabe, hay tantas viviendas precarias en Lobos, que un fenómeno de estas características puede provocar estragos. Son esos momentos en los que uno agradece tener un techo donde vivir y un plato de comida todos los días. Lo dejamos acá antes de que ocurra un nuevo apagón. Me acabo de enterar, hablando de viviendas, que dos casas de barrio Blanco de Empalme sufrieron voladura de techos. Lamentablemente, no es la primera vez que sucede.  Punto final . 

21 de septiembre de 2018

Bienvenida primavera!!!

Llegamos a la primavera, terreno prolífico para poetas y para creadores de frases hechas. Lo cierto es que hoy es un día para disfrutar, porque por esos avatares del clima, tenemos una jornada cálida, a pleno sol, que invita a salir, a desandar las calles de este Lobos que nunca terminamos de conocer del todo. Y cuando esto sucede, uno deja de lado por un momento la coyuntura económica, y se dedica a admirar la naturaleza, que se nos presenta en todo su esplendor. La primavera podría tomarse como una estación del año como cualquier otra, sin embargo hay más ebullición, más adrenalina, porque no somos ajenos a lo que nos prodiga el tiempo y esa capacidad de reinventarse, año tras año. 

Es como les digo, amigos, hoy no pretendo esbozar ninguna queja o comentario sobre la actualidad política. Ya lo haré más adelante. Es momento de disfrutar, de abrir las ventanas de la casa para que entre la cálida brisa y quitar el olor a humedad, de llenar de vida los parques y plazas de Lobos, de disfrutar de un helado si es posible, o de unos mates bien cebados... en fin, buscarle la vuelta a la cosa para que los últimos cuatro meses del año no caigan en saco roto. No soy optimista por naturaleza, pero he aprendido que si no nos damos un espacio para aquello que nos gratifica, estamos en el horno. A sacar las remeras y los shorts del placard, y dejar que el sol nos golpee más fuerte que en el crudo invierno. Imaginar, proyectar, crear...es gratis. Yo mismo me he propuesto luchar contra el desánimo general, porque entiendo que aunque sobran los motivos, no es una manera de vivir que nos haga sentir mejor. Insisto en luchar, en seguir, en que no nos tomen por boludos, pero no es el meollo de este posteo. Hoy por hoy, hay que intentar sacarse los problemas de encima, siempre que no estén vinculados con nuestra salud física y mental. Lo demás,  quedará para otra ocasión. Punto final. 

16 de septiembre de 2018

El ritmo frenético y sin pausa del comienzo de semana

Lunes por la noche en la ciudad. Un comienzo de semana agitado, con bastantes compromisos y notas por cumplir, lo cual no me pesa porque me parece bueno mantenerme ocupado con aquello que me gusta. Casi no tuve tiempo de interiorizarme de las noticias nacionales, salvo algún programa informativo de la radio. Además, como ahora Clarín y La Nación piden a los usuarios que se registren para acceder al contenido, sobre todo en celulares, estoy recurriendo a otras páginas que no piden ningún requisito, como Infobae. Esto marca un paso más en la tendencia que he mencionado más de una vez: la desaparición de los diarios en papel y el afianzamiento de los portales digitales. Por supuesto que esto será progresivo, los diarios impresos seguirán existiendo en la medida que resulte rentable para las empresas, y que haya un público interesado en adquirirlos. Si los diarios publican noticias de ayer, e Internet se actualiza las 24 horas, no hay un incentivo para gastar casi 50 pesos en el kiosco. Como el mayor flujo de información pasa por los celulares, es el primer lugar donde decidieron amurallar el acceso a las páginas web. Claro que uno podría registrarse sin más problemas, pero tan pronto como lo hagas vas a recibir un montón de mails y correo basura en tu casilla, promociones que nunca pediste, y cosas por el estilo. Si las enciclopedias impresas ya sucumbieron con Wikipedia, existen motivos para pensar que podría suceder lo mismo con los diarios. Desayunar en un bar y hojear las páginas en papel, por ejemplo, es placentero, pero no más que eso, porque en definitiva la información sigue estando disponible en otro lugar. Esto implica que los editores y los periodistas se adapten a las nuevas tecnologías, a un modo diferente de redactar las notas, porque el tiempo que se destina a la lectura en Internet es mucho más breve de lo que se cree. Si el título no tiene "gancho" como para hacer clic, la noticia no vende, no tiene visitas. También es un desafío que nos replanteamos aquellos que nos formamos en la gráfica, o con las premisas que regían el periodismo gráfico. 

La radio también ha cambiado notablemente en los últimos 20 años, sobre todo en AM, que ya no es tan perezosa como antaño sino que los programas aparecen excesivamente producidos, para darles sustento, con panelistas o columnistas de deportes, espectáculos, etc. El formato "magazine" reinventado una vez más, con un ritmo más frenético, flashes informativos constantes, y móviles en exteriores. Los próceres de la radiofonía, como Antonio Carrizo, Cacho Fontana o Héctor Larrea, seguramente se hubieran sentido incómodos como conductores y pensando asimismo que el oyente no soportaría tanta saturación. Pero en el siglo XXI y en plena era de Internet, es así como nos toca vivir. Con los cables pelados. Punto final. 

13 de septiembre de 2018

Aquellas tardes de septiembre

Es casi mitad de semana, pero cuando uno se encuentra en una determinada situación, los tiempos se aceleran o acortan. Por ejemplo, cuando se acerca el plazo para pagar una cuenta o la nueva cuota de un crédito. Por lo general, lo primero que trato de hacer cuando cobro mis ingresos, es pagar todas las deudas que pude haber contraído en el transcurso del mes, pero no suele ser una suma muy abultada porque al momento de comprar con cuenta corriente voy calculando y sumando los distintos importes que deberé abonar. La cuestión es que ayer se difundió un video del Secretario del Tesoro de EE. UU., en el cual sugería la posibilidad de dolarizar la economía argentina. Volvemos a los '90? No quiero ni pensar los efectos que podría causar una "nueva convertibilidad", sí puedo afirmar que la experiencia en el menemismo no terminó muy bien, con una fuga de divisas y un estallido social. En palabras del funcionario, tener el peso atado al dólar significaría eso, sin eufemismos. Hoy por hoy, el único país de Sudamérica que tiene al dólar como moneda es Ecuador, y no es precisamente un ejemplo de desarrollo. Prefiero bancarme la crisis hasta que alguna puta vez salgamos del atolladero, antes que se tomen políticas económicas que no sólo fracasaron, sino que sembraron la desocupación y el cierre de industrias. 

Lo concreto es que los medicamentos ya subieron un promedio del 20 % en las últimas semanas, y la mayoría de ellos los consumen los jubilados. Pami no está funcionando de la mejor manera, y IOMA ni hablar. Sé que me quejo demasiado, pero los argentinos solemos hacerlo cuando nos tocan el bolsillo. Yo nunca le he dado a ningún gobierno un "cheque en blanco" de mi confianza, por supuesto que cada nueva gestión tiene un plazo de gracia cuando recién asume, pero llega un punto en el cual la paciencia de la sociedad se agota ante la falta de respuestas. O en todo caso, respuestas insuficientes. Hipotéticamente hablando, si hubiera ganado Scioli la Presidencia, no auguraba un futuro mejor, pero es en vano sostener ese planteo, es lo que se denomina historia contrafáctica. Quienes hoy son Gobierno, deben quedarse hasta 2019, como corresponde, porque fueron elegidos por el voto, y en todo caso si el pulso de la sociedad va en otra dirección, espero que aquellos que rigen los destinos del país no sean tan necios para no entenderlo. Punto final. 

11 de septiembre de 2018

Recuperándome


Me estoy recuperando de un terrible resfriado, que se fue agravando en las últimas dos semanas, con mucha mucosidad en la nariz, tos con flema y otros detalles que no vale la pena mencionar. Me costaba mucho respirar por la nariz, dormía pésimo y me despertaba con la boca reseca. Recién hoy puedo decir que me siento mejor, luego de recurrir a toda clase de remedios que se suelen tomar en estos casos, sin resultado alguno. Hasta que fui al médico, y me recetó un spray nasal descongestivo. No fue la solución definitiva, pero ayudó bastante. El clima cálido de estos últimos 15 días, inusual para este invierno, me terminó por deteriorar. Pienso que el estrés que suele ganarme la pulseada jugó un rol clave.  Cuando me enfermo, me pongo de mal humor, peor aún que el habitual. Así que digamos que tuve que andar moqueando con uno o dos pañuelos, temperaturas de 23 grados, y una persistente congestión que se resistía a disiparse. Desde luego, lo que me tocó pasar es insignificante comparado con las personas que padecen enfermedades crónicas o discapacitantes. En fin, acá estoy, con más entusiasmo y ganas de ponerle pilas al laburo. Debo decir que en ningún momento dejé de cumplir con mi trabajo en este lapso, pero me costaba más esfuerzo hacerlo.

Este comienzo de semana me encuentra con más expectativas, tratando de dejar de lado la mufa y el desánimo generalizado que se palpa en la calle y de continuar haciendo aquello para lo cual me dediqué. Todavía no quiero pensar en la pérdida de rentabilidad (o ganancia) que he tenido, pero créanme que es importante y que me va a forzar a ajustar la economía doméstica. Mientras tanto, sigo adelante, con la premisa de no claudicar ni bajar los brazos ante los hechos de público conocimiento. Creo que la creatividad es lo que te ayuda a salir de la crisis, y aunque nunca me consideré muy creativo ni innovador, tengo elementos a mi alcance para hacerlo. A veces recibo por mail currículums de gente capacitada para sumarse a mi staff, pero en las actuales condiciones no podría pagarles una suma digna, y no  me gustaría hacerles lo que en su momento me hicieron a mí, cuando trabajaba por monedas. Hasta que se dé otra ocasión, sigo siendo yo mi propio jefe, y por consiguiente el artífice de mis aciertos y tropiezos. Punto final.


Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...