30 de noviembre de 2021

Ese deseo de querer estar "más cerca de la vida"

 Cada mes que va concluyendo nos deja espacio para reflexionar, para detenernos un momento a pensar qué hicimos de útil o provechoso durante esos 30 días. Y más aún si el siguiente es el último mes del año. Diciembre siempre asoma con tono amenazante, es parte porque las actividades de toda índole se multiplican casi como si todos se hubieran puesto de acuerdo en hacerlo al mismo tiempo. Esa es una de esas cosas que tiene Lobos que nunca llegaré a comprender: semanas enteras en que no pasa nada relevante, y un fin de semana cualquiera, no das abasto para llegar a cubrir todo. Pero bueno, es lo que hay. 

Estos últimos capítulos que nos entrega noviembre, presentan un escenario que cada uno evaluará de manera diferente. Dejando de lado la actualidad política, y haciendo foco en los logros alcanzados y en aquello que aún no pudimos concretar.  Pero ojo, no tomándolo como un balance ni nada parecido, porque siempre nos traiciona la sospecha de que todo ha sido un desastre, y no es así. Lo que pasa, es que cuando comenzás un nuevo ciclo siempre le ponés un poco más de pilas, y con el transcurso del tiempo ese entusiasmo inicial se va desinflando, por diversos factores. Uno de ellos es que la gente se ha vuelto cada vez más desquiciada y demandante. Lo cual, al menos en mi caso, me genera una carga de ansiedad que no siempre consigo canalizar. Yo diría que lo único bueno es que la campaña política ya pasó, y con los resultados en la mano, cada vez que alguien se queje de algo, responderé: "Esto es lo que votaron, jódanse". O lo que votó la mayoría, digamos.  

Retomando lo que mencioné sobre diciembre, además de que se organizan todo tipo de eventos que bien podrían haberse hecho en otro momento, el común de la gente se lanza en estampida a comprar pan dulce, sidra, turrones, y esos productos que sólo se venden para las Fiestas. Cada año que pasa, siento que el pan dulce de medio pelo empeora un poco más, y se vuelve una masa incomible que sólo se puede deglutir tomando mate, una café con leche, o algo parecido. Cualquier intento por hacerlo de otra manera, no suele dar resultado. Si querés comprar uno que dé satisfacción degustar, vas a tener que desembolsar más de 1.000 pesos. Los budines vienen en envases cada vez más pequeños y ridículos. Y en cuanto a la sidra, me gustan las marcas que quizás son un poco más caras, pero que por lo menos se parecen a aquella sidra que supimos conocer: con un poco de acidez, no tan dulce, buena fermentación. Armar una canasta navideña es complicado, y a la vez no tiene mucho sentido, porque en ningún lado está escrito que haya que comer tal o cual cosa. Si querés comer milanesas con papas fritas, ¿Qué problema hay? Pero al parecer, buena parte de los consumidores no lo entienden de ese modo. 

Mientras redacto esta nota, me he dado cuenta de que no logro recordar lo que he hecho este mes, exceptuando el laburo: Recuerdo que retomé el gimnasio, que un día me agarró la locura y me fui en bici hasta la ruta, que empecé a usar la bici nueva que con mucho esfuerzo pude comprar (y aún estoy pagando). Seguramente pasé por situaciones difíciles, pero como invariablemente se repiten, casi que ni las registro con el devenir de los días. 

Este último domingo me sentía pésimo: La lluvia era muy intensa, no podía salir a ningún lado, no tenía un mango, y comencé a replantearme el tema de la guita, que cada tanto vuelve como un Deja Vu. Pienso que, de no haberme hecho un análisis clínico que arrojó resultados preocupantes, no hubiera cambiado mi estilo de vida. Hubiera continuado siendo más gordo y más perezoso. Te lo dice un tipo que mide 1,84 y que en sus mejores épocas llegó a pesar 70 kilos. No me interesa cómo me vean los demás, sino que yo pueda estar conforme con mi aspecto, y notar que voy mejorando de a poco. 

Como verán, estas cosas pasan sólo en Occidente: Mientras en Africa la gente se caga de hambre y la expectativa de vida es bajísima, acá tenemos más comida de la necesaria y luchamos por no darnos un atracón que es consecuencia directa de haber comido en exceso. Nos estamos viendo pronto, probablemente en diciembre. Punto final.  

28 de noviembre de 2021

Feliz domingo para la juventud

 Hay un posteo de Facebook, bastante popular parece, que comienza diciendo "Somos una generación que nunca más volverá". El texto, que por los términos que utiliza seguramente lo escribió un mexicano o alguien de un país cercano, enumera una serie de banalidades que nosotros, los jóvenes de ayer, acostumbrábamos hacer cuando éramos chicos. Eso es verdad, pero se cae en la nostalgia inútil y en romantizar el pasado. De hecho, ayer, festejamos con un grupo de ex compañeros los 25 años de egresados. O graduados, como se dice ahora.

 Lo más rescatable es que, aunque abundan las anécdotas, nadie hizo un uso excesivo de ese recurso. Era algo que sobraba, porque si convivimos cinco años en un aula, obviamente que compartimos buena parte de nuestras vidas. 

El presente nos encuentra a cada uno en caminos totalmente distintos, y a veces lo más interesante termina siendo eso, qué fue de nosotros en estos 25 años. Por no mencionar, que aceptamos participar de un encuentro voluntariamente. Vale decir, que nadie estaba obligado a ir; las amonestaciones e inasistencias de los boletines habían quedado demasiado atrás. ¿Es bueno mirar atrás? Realmente no lo sé, para algunas cosas es útil, una suerte de rescate emotivo. Y para no repetir aquellos errores que nos costaron más que un disgusto. 

Primero se ofició una Misa, a la cual nadie le dio mucha bola, excepto al final, cuando nos entregaron una pequeña medalla a los egresados 25, 26, y 50. Lo del número 26, puede explicarse ya que, debido a la pandemia, el año pasado no se realizaron este tipo de actos. Con un amigo, llegamos un poco tarde, y creo que fue lo mejor que nos pudo pasar, ya que habían colocado unas sillas fuera del Templo y de esa manera le restaba un poco de formalidad al asunto. Después fuimos al edificio actual del Colegio, donde compartimos un brindis, y nos invitaron a recorrer las instalaciones, que yo ya más o menos conocía. El edificio es francamente horrible, bien podría parecerse a un Hospital, un verdadero elefante blanco. Además, poco tenía que ver con el lugar donde nosotros estuvimos, que ya es totalmente diferente y allí mismo funciona ahora otra escuela. La última foto que alguien sacó antes de que esto sucediera, mostraba al patio sucio y con yuyales, el mismo patio que fue testigo de tantos recreos y actos patrios. 

Todo finalizó con una cena, a la que no concurrieron todos. Yo dudé hasta último momento, pero terminé sumándome a la invitación. Era un lugar con aspecto rústico, una suerte de "Wine Bar", donde lo que menos importaba era la comida, y te servían copas de diferentes vinos supuestamente buenos, algo que yo no percibí, porque son contadas las ocasiones en las que tomo vino. Pero bueno, alguien sugirió ir allí, y una vez que nos sentamos, ya no había marcha atrás. Traté de pasarlo lo mejor posible, y cuando nos dispusimos a pagar, ya eran cerca de las 2 de la madrugada. Hubo un grupúsculo que quería seguir de gira, pero yo ya estaba muy cansado, por lo tanto me retiré invicto e  ignoro lo que pasó después. Este domingo me desperté más tarde que lo habitual, la lluvia continuaba siendo intensa, y recién cesó a las cinco o seis de la tarde. No hay mucho más para agregar, o quizás sí. Pero quedará para otra oportunidad, cuando las pilas de fotos que cada uno sacó con sus celulares me hagan surgir nuevas sensaciones, que de seguro las habrá. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

24 de noviembre de 2021

Trabajo sucio: Declaración de principios versión 2021

 Los periodistas no somos héroes. Somos personas que intentamos interpretar la realidad y hurgar un poco por debajo de la superficie, en base a la formación profesional que recibimos y a los elementos que tenemos a nuestro alcance. Eso no nos convierte en intelectuales, a no confundirse. Existen, sí, plumas notables que han asumido ese rol. Pero, al menos en mi caso, estoy lejos de esa aspiración. 

A medida que vas envejeciendo, vas sumando experiencia. Creo que ese es uno de los pocos consuelos de volverse viejo, o el precio que hay que pagar para no terminar siendo un nabo. Como lo ilustra aquella frase, también muy conocida, de Ringo Bonavena. Claro que, hay gente que puede tener 80 años y comportarse como un completo imbécil. Como decía Federico Moura, trato de no hacer nada estúpido. No recuerdo la cita completa, pero ese remate es brillante, partiendo de un tipo extremadamente talentoso. También, al decir de Lennon, la vida es lo que pasa mientras vos estás haciendo otras cosas. Como si hubiera dos mundos paralelos, aunque creo que Lennon ni lo pensó de ese modo, soltó esa frase porque le gustó como quedaba y listo. Pensar en la vida más allá de un mero ciclo biológico, implica diversas interpretaciones que nada tienen que ver con la religión. Pero no le voy a esquivar al bulto. Sí, es posible que haya dos mundos paralelos: uno sería lo que vos hacés mientras estás viviendo, y otro lo que ocurre a tu alrededor pero que ignorás involuntariamente. En algún momento, esas dos cosmovisiones se juntan y pueden colisionar. A mayor grado de egocentrismo, menos capacidad para ver lo que va pasando mientras no salís de tu zona de confort.  

Creo que el peor problema es el autoritarismo que ejercemos sin darnos cuenta. No sólo hacia los demás, sino que nos imponemos cosas que no sirven para nada, y cuando tomamos conciencia de ello, ya es demasiado tarde. El límite de la autoexigencia es la salud física y mental. Yo me esfuerzo por mejorar día a día, pero nunca a costa de anteponerlo a mi bienestar emocional. El que te subestima no comprende que actúa al revés de lo que él piensa: cree que te está haciendo inferior a él, y termina siendo ese tipo el que nadie soporta por pelotudo y pedante, o al que le festejan los chistes los aplaudidores de turno. Vale decir, un pobre tipo. 

Yo sé muy bien qué puedo hacer y qué no. Sé que trabajar con profesionalismo me otorga credibilidad. De otra manera, sería un fraude, y estaría estafando a la gente. Escucho música nueva, leo libros nuevos, cuando voy al gimnasio intento ejercitarme más. Puede que eso me haga bien o no, pero si no me la juego, nunca voy a saberlo. Haber entrado en una etapa donde estoy apostando muchas fichas a sentirme bien, es lo que debí haber hecho mucho antes, pero nunca es tarde. Y lo más importante, tanto para mí como para cualquiera, es lograr que sea sostenible en el tiempo. Perseverar quizás sea una de las ventajas que tengo por mi personalidad obsesiva. Y lo hago porque yo me lo merezco al igual que el lector. Si estoy cansado, claro que me gustaría pasar todo el día tirado en la cama mirando el techo y pensando boludeces. Pero lo que yo pretendo es llegar cansado, darme una ducha y dormir. Si me queda margen, hacer lo que mencioné antes: leer y aprender de los que saben, no de los improvisados. Si a un discípulo le toca como maestro una persona mediocre, no sólo perderá todo interés por lo que anhelaba, sino que estará limitada por esa misma mediocridad. Hay quienes creen que "el gran salto", en términos laborales, es enganchar una oportunidad en algún medio grande de Buenos Aires. No estoy tan seguro de que sea así. Los grandes medios son una máquina de picar carne, si no bajás la misma línea editorial que ellos, te van a rajar sin miramientos. Es así. Por eso los tipos que aparecen en la pantalla de TN o LN+, son trolls que propagan ese bajada de línea. Ello no quita que sean buenas personas y que necesiten laburar como todo el mundo. Pero yo, no sé si lo haría. Prefiero que el trabajo sucio lo hagan otros, y no meterme en el chiquero. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

21 de noviembre de 2021

Fragilidad

Domingo por la tarde en la ciudad. Trabajo casi todo el tiempo con la computadora y el celular. Esto hace que a veces necesite desconectarme de todo, apagar el teléfono y buscar distensión mirando tele o leyendo algo. Ojo, tampoco soy un ejecutivo, de esos que andan con dos celulares que nunca paran de sonar y están a mil. Pero, si estoy tomando algo con un amigo o con quien sea, sólo respondo alguna llamada o mensaje urgente, por respeto a la otra persona. Y espero, obviamente, una reciprocidad. Si vos estás pendiente de un aparato y no me prestás atención, no tiene sentido mantener una conversación que se ve interrumpida a cada rato. No es posible hablar seriamente en esas condiciones. Entiéndase por "seriamente", temas que revisten cierta complejidad, o que son sensibles. Si recibo ese trato, no considero que sea gente digna de ser conocida para establecer ningún tipo de relación. 

Tema 2: Mientras me cebo unos mates, voy preparando todo para laburar en lo que resta de este finde largo. Todo parece indicar que la jornada de este domingo será particularmente extensa, pero estoy acostumbrado. Simplemente debo hacer lo que me corresponde y listo, una vez que ya cumplí con todo y que todo el contenido fue publicado en la página, me siento más liberado. Siempre habrá algún párrafo por revisar o corregir, pero la mayor parte del laburo ya está terminada. Más allá de las tareas cotidianas, de a poco quiero ir redondeando un fin de año que me deje un saldo positivo. En 2020, estuvimos mucho peor, y todos sabemos por qué. No es que nuestras autoridades tengan un plan económico o productivo, ni soñemos con eso. Hay una puja interna sobre seguir pagándole al FMI o no, que es fogoneada por sectores más radicalizados del propio oficialismo que utilizan a Fernández como "punching ball" o como un sparring (siguiendo con la metáfora boxística), una supuesta ofensiva según la cual lo único que hay que seguir haciendo es pegarle lo más posible. Algunos también le llaman "fuego amigo". Durante muchos meses me dediqué demasiado a analizar la política local, por lo tanto ya no hay mucho que agregar al respecto. Quizás si ocupara una posición dirigencial (algo que nunca va a ocurrir), seguiría metido en la "rosca", pero no. Mientras los periodistas teorizamos, analizamos posibles escenarios, en ese vano intento por decodificar la realidad, lo que ocurre es que esa misma realidad te va pegando cachetazos todo el tiempo. No por dedicarnos al periodismo, tenemos privilegios. Al menos, si hablamos de periodismo independiente. Habrá quienes siguen haciendo su negocio prostituyéndose profesionalmente al mejor postor, no me importa. Tengo la tranquilidad de saber que no es lo que yo hago. 

Hay candidatos locales que pusieron mucha guita en los medios con la expectativa de que ello los favoreciera en los resultados, algo que uno puede llegar a entender, pero en definitiva, sólo termina ganando un partido o coalición, y los demás muerden el polvo. Por supuesto, los servicios publicitarios que he prestado en la campaña siempre fueron orientados en conformidad de aquellos que depositaron su confianza (y su dinero). Pero yo no puedo "ayudarte" a ganar más allá de lo que está a mi alcance. Es así. Sí se puede, tratar de equilibrar la balanza para "salvar la ropa", es decir, para que -aunque no ganes-, las elecciones no sean un completo desastre para vos. Y aunque un año electoral te exige mucho, al abundar los espacios pagos, es una buena forma de juntar un poco más de guita en época de vacas flacas. 

Por eso, ni pienso en 2022, al menos por ahora, y ni siquiera me imagino cómo serán los acontecimientos, porque está visto que para quienes augurábamos un 2020 promisorio, la pandemia nos hizo trizas esa aspiración. No sé, a esta altura, si proyectar sirve para algo. Quizás no. Quizás, deberíamos honrar la memoria de todos los muertos que nos dejó este puto virus, y aprender a darnos un baño de humildad. Ya con eso, por sí solo, alcanza para ver la vida de otra manera y reconocer nuestra propia fragilidad. Punto final.   

17 de noviembre de 2021

Cuando los políticos hablan con "fantasmas"

Miércoles por la tarde en la ciudad. Estuve varios días sin escribir nada nuevo, en parte porque quería despojarme un poco de la política doméstica. No tenía ganas de referirme a nada vinculado a las elecciones con los hechos consumados. Pero es casi inevitable hacerlo. Simplemente diré que, al menos en lo que respecta al Concejo, sigue todo igual, porque la composición del Cuerpo se mantiene, los peronistas lograron renovar a los concejales que ponían en juego, y aunque sea, "salvaron la ropa". Tanto el oficialismo como el FDT lograron sumar votos, pero creo que más bronca deben tener los de J X C al ver malograda la chance de obtener un sexto concejal y arrebatarle uno al adversario. 

En fin, lo concreto es que ya se terminó todo, hasta 2023. Hace un rato acabo de verlo a Fernández eufórico, casi enajenado, en el acto por el Día de la Militancia. Honestamente, creo que no tienen demasiado para festejar, si tomamos en cuenta los números del domingo. Además, el mismo nombre de esta fecha indica que el acto va direccionado hacia los "compañeros", y lo que deberían hacer es hablarle al conjunto de la sociedad. Si no, no se explica como un tipo como Milei haya obtenido un 17 %, con un discurso incendiario. Pero estos "outsiders", no duran mucho tiempo. Me hace acordar a De Narváez, que el ganó al kirchenirsmo, fue Diputado y después desapareció del mapa. 

Hay cosas que ya se sabían sin necesidad de ser un genio: en CABA, el peronismo no gana ni aunque pongan en la boleta al Papa Francisco. Y en Provincia, Tolosa Paz no era la mejor candidata, más allá de todas las recorridas que hizo que ya son harto conocidas. Por eso, si vos te dirigís hacia la militancia habiendo perdido en buena parte del país y sin un discurso que tenga algo de autocrítica, no vas a ningún lado. Porque podrás juntar 50.000 o 100.000 personas, pero son un grupo de incondicionales. Mañana la vida sigue y este festejo autoindulgente se termina. No podés currar mucho con algo así, para decirlo de un modo coloquial. Dar un discurso diciéndole al público lo que le gusta escuchar significa correr cero riesgo, ¿Quién te va a abuchear? Me hace pensar en aquel famoso dicho: "En el país de los ciegos, el tuerto es rey". Es decir, aquel que tiene un poquito más de sentido común y sobresale de la meseta, tiene otra consideración para el electorado. Coincido con algunos en que Lobos es marcadamente antiperonista, por no decir "gorila". Pero se puede revertir. ¿Cómo logralo? No me corresponde a mí decirlo, además de que no tengo una respuesta infalible. Pero si acá el Frente para la Victoria gobernó durante 12 años consecutivos, puede volver a ocurrir si los candidatos tienen llegada a la gente. 

Aun así, hay que reconocer que el FDT mejoró notablemente su performance respecto a las PASO. No ganó en muchos distritos, pero achicó la diferencia. Pero esto es como el fútbol: Si te hacen un gol en el minuto 89, perdiste 1 a 0. ¿Que el partido fue parejo? ¿Que merecías ganar? Puede ser, pero en términos objetivos te ganó el equipo rival. Al mejor estilo bilardista. Ahora, como el peronismo tiene es capacidad de mutar constantemente, dentro de dos años puede pasar cualquier cosa. Esa es la diferencia con J X C: tienen un discurso uniforme que va dirigido hacia un público que le es fiel. El PJ, en cambio, sopla para donde va el viento, y más de una vez le ha salido bien. No sé si se trata de una virtud, pero van moldeando un discurso a medida de la coyuntura de ese momento. 

Cuando dicen que Macri hizo espionaje, y es probable que sí, pero en realidad todos los gobiernos lo hacen, por eso existen los famosos "carpetazos", que esperan agazapados el momento oportuno para embarrarle la cancha al adversario. Hay teléfonos pinchados por todos lados, más de los que te imaginás. Desde luego que a un pobre pelagatos como vos y yo no nos van a espiar, porque somos uno más de la masa, no tenemos aspiraciones políticas, ni somos dirigentes. La AFI, ex SIDE, tiene lo que se conoce como gastos reservados. Al ser un servicio de inteligencia, nadie sabe cuántos espías hay, cuánto ganan, ni que tareas les encomiendan. Es un agujero negro. En CABA, hay varias "cuevas" que son como sucursales de la sede central de la AFI. No es fácil hallarlas, y esa es la gracia: tienen que permanecen ocultas. A veces se dan casos muy obvios: si vos ves una combi estacionada por tiempo indefinido cerca de tu casa, ponele la firma que te están espiando a vos o a alguien que vive cerca. 

El problema es que rara vez estos tipos (que se creen SWAT), pueden desbaratar posibles amenazas a la seguiridad interior. Deberían laburar en conjunto con el Ejército, Gendarmería, y Migraciones. Ese es otro de los motivos por los cuales suele decirse que las fronteras argentinas son un "colador". En otros países, no muy lejanos al nuestro, cuando entrás o salís te revisan hasta las uñas. Ese trabajo se lo dejan a la Policía Aeroportuaria, que suele estar entongada con la mafia de los "abrevalijas". Cuando tu valija pasa por el escáner, los tipos pueden ver el contenido, y si hay algo de valor, actúan como pirañas. Perfumes, relojes, cámaras... todo es un valioso botín que se reparten entre ellos o lo venden por ahí. Cada tanto, cuando esto salta y se convierte en un escándalo porque se les fue la mano y alguien importante los denunció, se toman un "descanso" por unos meses. Pero luego vuelven a operar como si nada hubiera ocurrido. Que tengan una buena semana, nos estamos viendo. Punto final.

13 de noviembre de 2021

"Ganas de trabajar"

 Me molesta bastante todo aquel que quiera aprovecharse de las necesidades de la gente, no importa con qué fin. Un ejemplo de lo que estoy planteando, es cuando ves un aviso publicado en las redes, diciendo que buscan empleado o lo que fuere "con ganas de trabajar". Si no tenés laburo, es obvio que tenés ganas de trabajar y que lo necesitás, de manera que esa frase no es ni más ni menos que una explotación laboral encubierta. 

Supongamos que te presentás para ese puesto de trabajo, y te empiezan a exigir condiciones que no habían sido pautadas previamente, como una mayor carga horaria. Por supuesto, si vos no aceptás la sobreexigencia, estos miserables van a salir a decir: "lo eché porque no tenía ganas de trabajar". En realidad, lo echaste porque no se bancó el hecho de laburar 12 horas, sin tiempo para ver a su familia, con un franco al mes, y en negro. Esto me hace acordar también, a los "contratos basura" que aún hoy son moneda corriente, y a los intentos por sancionar una reforma laboral, que ponen sobre el tapete que para incorporar más personal, es necesario permitir que los despidos de la gente sean más rápidos y menos costosos. Es una canallada similar a la que se impulsó durante el gobierno de De la Rúa. No hay una relación proporcional entre posibles despidos y futuros puestos de trabajo. Una empresa que está en quiebra por culpa de sus propios propietarios o gerenciadores, va a tener allanado el camino para dejar a la gente en la calle con un costo mínimo. 

Todos sabemos que, en el común de los casos, el empleador busca negrear y pagar lo menos posible en concepto de cargas sociales, lo cual ya de por sí es un desatino. Los aportes que deben hacerte, no son una "carga", son un derecho adquirido para que en el futuro puedas acceder a una jubilación, además de contar con una obra social. OSECAC tiene muchísimos afiliados porque sale más barato inscribir a una persona como "empleado de comercio", que hacerlo en el rubro específico al cual se dedica, por ejemplo choferes de remises, que deberían estar nucleados en la UTA. Los chicos que están en las estaciones de servicio laburando como playeros, de ninguna manera son empleados de comercio, tienen su propio gremio, con un régimen más digno y apropiado a la tarea que realizan. En la Argentina, hay sindicatos para todo: trabajadores textiles, industria del vidrio, metalúgicos...pero todos se hacen los boludos, quizás con la complicidad de algún funcionario de la Secretaría de Trabajo que debería velar por los derechos que los empleados en lugar de hacerlo por la parte patronal.

 Alguien podrá decirme que los sindicalistas son mafiosos y corruptos. Y, a decir verdad, la mayoría lo son. Negocian en paritarias una tajada para vos y otra para ellos. Pero aun así, siempre es mejor tener alguien que te respalde o te asesore ante cualquier situación conflictiva.

Yo tuve muchos laburos antes que el actual, y sinceramente di todo por hacerlo con la mayor eficiencia posible. Pero es lo mismo el responsable que el inoperante, los dos cobran el mismo sueldo. No hay incentivos. Ojo, no es que busco que me den una medalla al mérito por realizar las tareas como corresponde. Lo hago y punto. Sólo digo que da igual hacerlo a conciencia, que no. Pero eso daría para un largo debate que no pretendo dar ahora.

 Económicamente, hubo veces que he estado en mejor posición que otras. Nunca gané plata grande, y no creo que eso pase a menos que juegue a la quiniela o algo así. No me desvela en absoluto. Sé los gastos fijos que tengo todos los meses y que son prioritarios. Y para no endeudarme, cuando cobro, lo primero que hago es pagar lo que debo. Nunca recurriría a una financiera. Si realmente me hace falta dinero, prefiero pedírselo prestado a un amigo o a alguien de confianza. Es una decisión que uno toma cuando está con "la soga al cuello", digamos, y por lo general trato de evitarlo. 

En lo que resta de este año, sólo pienso en poder darle un cierre habiendo concretado algún objetivo, por pequeño que resulte. Muchos de ustedes, seguramente, procurarán hacer algo similar.

Para concluir, quiero decirles que adhiero plenamente al reconocimiento que recibieron nuestros recolectores de residuos (vulgarmente llamados "basureros"). Ojalá fueran mejor remunerados. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

11 de noviembre de 2021

El domingo, está en juego mucho más de lo que pensás

Jueves por la noche en la ciudad, y se vienen horas decisivas. El domingo se vota, lo cual no es novedad para nadie. Lo que sí puede serlo, es lo que venga después. A diferencia del posteo anterior, no me voy a referir a los posibles resultados electorales. Hoy tuve una charla de café con un señor con quien frecuentamos el mismo bar. Fue un ejemplo de tolerancia, porque en muchas opiniones no coincidíamos, pero de ninguna manera nos descalificamos mutuamente. El respetar el modo de pensar del otro, no implica renunciar al propio. En fin, hablamos de los temas que están en agenda: dólar, inflación, liberalismo económico. Precisamente, este vecino dejó clara su postura neoliberal, que no comparto, pero sí hablamos largo rato de lo que se denomina "populismo", y cómo definirlo. 

En principio, el populismo es una forma de hacer política en la cual los dirigentes se arrogan el derecho a hablar -y tomar medidas- en nombre del "pueblo" al que dicen representar. De esta forma, todo lo que ellos digan o hagan busca direccionarse hacia la masa como políticas públicas. El error está en pensar que esta gente es progresista, porque de hecho no tienen la menor idea de lo que significa. El "Estado de Bienestar" proviene de la socialdemocracia, y es exitoso en varios países europeos. Pero no es, ni por asomo, lo que vemos acá. Como mencioné en otro posteo, en esos países los ciudadanos pagan impuestos altos, pero reciben educación, salud, y seguridad de excelencia. Si vos le decís a la gente lo que le gusta escuchar, estás a un paso de la demagogia. Lo notable es que esto no sucede sólo aquí: Trump fue el Presidente de EE.UU. más populista y vergonzoso de la historia. Durante el tiempo que gobernó, había noticias de él todos los días, dando cuenta de los disparates y estupideces que hacía. Su sucesor, Biden, es un tipo de bajo perfil, al punto de que rara vez un medio argentino publica alguna nota referida a él. 

Pero lo que veo con frecuencia, es que la calificación de "neoliberal" es un comodín, y se la adjudican a políticos que no son exactamente así. Tipos como Milei o Espert son kamikazes, ni siquiera merece la pena calificarlos de otra forma. Y no es casual que su mayor caudal de seguidores sean personas jóvenes que están desencantadas de la política tradicional. El tema es cuando te toca ser gobierno, y todo lo que declamaste en campaña, pasa rápidamente a ser borrado con Liquid Paper, digamos. Desde afuera todos son guapos y desafiantes, pero cuando consiguen el poder que supuestamente ansían o buscan, son torpes e inoperantes. Ello en sí mismo, no revestiría mayor importancia, si no fuera porque nosotros, los ciudadanos, estamos en el medio y pasamos de una crisis a otra como si estuviéramos jugando al Juego de la Oca. 

Para finalizar, lo único que está en duda es adónde van a ir a parar los votos en blanco de las PASO, sumando a quienes directamente no concurrieron a sufragar. Por lo general, esos votos van dirigidos al partido que tiene mayores chances de ganar, aunque todo es posible. Todo hace pensar que los dos candidatos de "Juntos" que se disputarán la presidencia en 2023 serán Manes y Larreta. Pero en dos años todo puede pasar.

En fin, lo concreto es que hasta después de las 18 hs del domingo y  ya con los números sobre la mesa, cualquier especulación (incluso las que yo mismo hice), carece de mayor importancia, porque los pingos se ven en la cancha, como suele decirse. Punto final.

9 de noviembre de 2021

La soberbia es mala consejera, sépanlo muchachos

 Por más que me critiquen o me tilden de "gorila" (cosa que no soy porque nunca he asumido posturas extremistas), no puedo dejar de expresar mi pensamiento. Ayer, la candidata a Diputada por el FDT, Victoria Tolosa Paz, estuvo en Lobos. Más concretamente, en Empalme. ¿Quién hizo las gestiones, quién la trajo? Milagros Moya. No es novedad que Milagros viene siendo resistida por el PJ ortodoxo. Sin embargo, saben que la necesitan. El Movimiento Evita, en Lobos, por sí solo, es capaz de obtener 2.500 votos, quizás un poco más. Y lo digo como un mérito hacia ella. Pero ellos (las viejas estructuras de justicialismo local), no quieren ver la realidad. De hecho, en el acto político se notó claramente la división que existe: por un lado, los chicos de La Cámpora, por el otro, los del Evita, que eran mayoría. Y como para no quedar descolgados, también había algunos referentes del PJ tradicional. No estoy diciendo que Moya sea buena o mala candidata porque no es algo que me corresponda a mí hacerlo, sólo digo que no reconocer su creciente liderazgo, los hunde aún más. 

Los peronistas van a perder, ellos mismos lo saben (varios me lo han dicho en privado), y la pregunta ya pasa a ser por cuántos votos será. Tolosa Paz llegó con un "speech" cuidadosamente aprendido y armado, que es funcional solamente a la militancia, no a la sociedad en su conjunto. Vale decir, cero autocrítica.

Fueron derrotados en las PASO, y eso volverá a suceder el 14 de noviembre, porque durante ese lapso, más allá de algunos cambios de maquillaje, las cosas siguieron igual o peor. Y dale con Macri, dale con Clarín: otro error estratégico imperdonable. Macri ya se fue, o mejor dicho, "ya fue". Nunca más volverá a ser Presidente. Si su gobierno fue un desastre o no, es otra cuestión, de hecho yo no la pasé nada bien con el Gato. Pero continuar con el discurso de la "herencia recibida", que es tan viejo y repetitivo, que no da lugar a nada. Como dicen los pibes ahora, "no garpa".

La otra vez lo hablaba con un entrevistado: Ellos (quienes nos gobiernan actualmente), sabían con qué se iban a encontrar. Endeudamiento, pobreza, desempleo. Es como cuando vos comprás un auto usado y después te quejás porque las gomas están pinchadas o está flojo de chapa. Loco, no jodas, si pensás que esa retórica puede beneficiarte, estás en el horno. Cada nuevo Presidente asume y se hace cargo del escenario que le toque en ese momento. Y el que no se la banque, que se vaya y listo, corta la bocha. Somos gente grande, es un insulto que nos subestimen de esa manera. Si te molesta el Grupo Clarín porque es abiertamente opositor o tendencioso, lo peor que podés hacer es confrontar, le estás dando pasto a las fieras. No funciona de esa manera. Tenés a C5N, Radio 10, la 750, a tu favor... ¿Y qué hacés con eso? Nada, porque aunque compres el 90 % de los medios  considerados "hegemónicos", la gente no es estúpida ni tiene un pensamiento binario. Se vota con el bolsillo. Al no haber guita, estás jodido si pretendés ser candidato. Y lo más irónico, es que las monedas de $ 1, $ 2, y $ 5, han perdido su valor nominal. Esto quiere decir que ganás más plata fundiendo el metal de esas monedas, que lo que realmente dicen valer al ser acuñadas. 

A veces pienso que el peronismo murió antes que el propio Perón. Fue en 1973, cuando asesinaron a Rucci. Esto no significa que las generaciones posteriores no hayan mantenido retazos de su doctrina. Ya habían masacrado a Vandor por fabular sobre un "peronismo sin Perón", en 1969. Entre 1973 y 1974, el caudillo nacido en Lobos llegó nuevamente al poder, enfermo y anciano. Sólo la ceguera te puede hacer pensar que esa era la misma persona que en 1945. Pero bueno, así estamos. Como dije alguna vez, "desnunidos y dominados". Nos estamos viendo pronto. Punto final.

7 de noviembre de 2021

Cuándo tenés que insistir y cuándo no?

 Cuando me propongo un determinado objetivo, no me doy por vencido hasta agotar todas las instancias posibles. Ese rasgo obsesivo de mi personalidad trato de capitalizarlo para insistir todas las veces que sea necesario (en metas útiles y razonables).

 Cualquier trámite ante la administración pública es engorroso y lleva tiempo, y hay que armarse de paciencia para soportar la "amansadora". Porque lo que los tipos buscan, es que te canses y no vayan más, así continúan rascándose las bolas y tomando mate. Por lo tanto, muchas veces el que les termino ganando por cansancio soy yo. Están tan hartos de verme en la "oficinita" reclamando por lo mismo, que no les queda otra que ponerse a laburar. 

Cuando tengo que hacer las cobranzas, no todos los anunciantes pagan en término, porque no pueden o no quieren. Te dicen: "pasate el día X". Y yo voy el día X, porque es plata que recibo por un servicio que estoy prestando. Si un cliente pide una nota publicitaria, o lo que en la jerga se denomina "publinota", hasta que el trabajo no está terminado no paso a cobrar nada, aun cuando me ofrezcan abonarme por adelantado. Lo principal es que haya conformidad y confianza entre ambas partes. En un par de ocasiones me pasó que hubo gente que me otorgó la publicidad, me pagó un mes y nunca más. En primer lugar, si tenés algo de cerebro, debés saber que nadie hace una pauta por un mes en un diario digital, salvo en las campañas políticas, y por eso se cobran más caro. Pero para el anunciante común y corriente, las cosas son distintas. No me interesa cómo se maneja publicitariamente la radio de Fulano de Tal, eso no corre por mi cuenta. En mi caso, desde el momento en que llegamos a un acuerdo, el compromiso mínimo que asumís es el de sostener el aviso por tres meses. Transcurrido ese plazo, si querés te borrás y seguimos siendo amigos como siempre. Es una de las primeras cosas que le hago saber al potencial cliente, para luego no tener sorpresas desagradables. 

Me he encontrado varias veces con aquellos que me quedaron debiendo y que argumentaban no tener guita para pagar una tarifa irrisoria, en los bares más caros de Lobos. Vos podés hacer lo que quieras con tu dinero, pero antes pagá lo que debés. Igual, para no generar una situación incómoda en un lugar público, no les hice una escena. Les hice la cruz: Nunca más cuenten conmigo para nada. 

Y en el periodismo, hay momentos en que es necesario negociar, pero no en nada turbio o reñido con la Ley. Me refiero a que no todo el mundo acepta enseguida concederte una nota o una entrevista, y hay que ir buscando por distintos atajos para lograrlo. Claro que si se trata de un "off the record", hay que respetar ciertas cuestiones éticas. Si el tipo te dice: "Esto no lo pongas", pues entonces no lo hago. En todo caso, se puede conseguir que esa persona te autorice a publicar parte de sus declaraciones como si fuera un trascendido o un rumor. He pasado 40 minutos o más hablando con alguien y cuando me dispongo a escribir, no puedo sacar nada en limpio, sobre todo si se trata de políticos entrenados en hablar sin decir nada en concreto.

 Y debo decir, a modo de anécdota, que alguna vez me ocurrió lo que nos ha sucedido a casi todos quienes nos dedicamos a esto: el grabador se quedó sin pilas, o lisa y llanamente no las tenía, por lo cual no tenés ningún registro de lo que esa persona te dijo. Por supuesto, lo más sensato es hacerse el boludo (sería una torpeza y un ridículo divulgar algo así), y tratar de reconstruir la charla como se pueda. Lo apasionante de esta profesión, es que tiene muchos trucos que vas descubriendo a medida que te vas consolidando. Muchos de ellos me los guardo para mí, no por egoísta, sino porque fueron herramientas que fui forjando.

El periodismo te permite, además, explotar una veta literaria en determinadas notas, porque, como decimos popularmente, uno no tiene "la máquina de hacer chorizos", y realmente resulta un fiasco que una nota sea parecida a otra que vos mismo escribiste antes. Hay una estrecha ligazón entre literatura y periodismo, pero no es taxativo. No significa que todos los tipos que escriben para un diario o una agencia de noticias puedan volcarse a la ficción. Probablemente tampoco les interese. Es más fácil, sí, narrar hechos reales pero bajo el contexto de una historia de ficción, pero ese material no me termina de convencer. No leería algo así. 

Los cuentos que estoy escribiendo, carecen totalmente de cualquier vinculación con hechos verdaderos. Puede haber lugares o nombres que sí lo sean, pero no más que eso. En fin, en eso estoy, tratando de pulir los detalles finales y ansiando que el manuscrito entre a imprenta, lo cual no sucederá sino hasta marzo de 2022. Entre las elecciones y las Fiestas, la gente está en otra cosa y no hay margen como para hacer una presentación. Lo que sí espero, es que no se estire más de esa fecha. Tendremos que ver cómo evolucionan los acontecimientos, porque de acá a cinco meses, todo puede pasar. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

5 de noviembre de 2021

25 años

 Viernes por la noche en la ciudad. No he escrito demasiado en los últimos días, básicamente porque no hubo un hecho o un "disparador" que me movilizara a hacerlo, y además estuve abocado a otras cuestiones prioritarias. Retomé el gimnasio, y la verdad es que, más allá de si logro verme mejor o no a futuro, siento que me hizo bien haber vuelto a las pistas. 

Este año se cumplen 25 años desde que egresé de la Secundaria (lo que se conoce como "Bodas de Plata"), y el Colegio nos envió a mí y a todos mis ex compañeros una invitación para el acto protocolar. Va a ser a fines de noviembre y todavía no decidí si iré, lo voy a resolver sobre la fecha. Tiempo atrás, un amigo me había dicho: "No sé para que nos convocan, ¿para que los pendejos vean lo destruidos que estamos?". Es una frase que tiene bastante tiempo, en una breve conversación donde fantaseábamos acerca  de lo que inevitablemente iba a llegar (si vivíamos para contarlo, claro). Y nos cagamos de risa por eso en su momento, no le dedicamos mayor relevancia más allá de un comentario casual. Inclusive, ni siquiera recuerdo cómo fue que surgió el tema y empezamos a hablar de eso, hace por lo menos 10 años.

Bueno, en parte es así. Como dice la canción, nosotros somos los jóvenes de ayer. Si voy a una reunión de ex alumnos, sé que me voy a encontrar con ese tipo de cosas, las mismas anécdotas relatadas una y otra vez, que muchas veces distan bastante de cómo fueron realmente los hechos. El recuerdo de aquellos profesores que no soportábamos o que nos causaban gracia. Gente que no ves hace 25 años y que te pregunta que estás haciendo, cómo va el laburo, o a qué te dedicás. Y es natural que te pregunten algo parecido, porque perdiste contacto con ellos y pueden tener interés en saber qué fue de tu vida, aunque más no sea para conversar un rato y llenar un "bache" cuando el espíritu de la tan mentada reunión va languideciendo.

En principio, nos invitaron a una Misa. La realidad es que no voy casi nunca a Misa, excepto que sea por laburo, porque se cumple el aniversario de un amigo fallecido, o porque se casó alguien conocido. No tendría problemas en participar una celebración religiosa que a lo sumo dura 40 minutos, no me fastidia. Supongo que, por tratarse de un colegio católico, es normal que lo hagan. Por lo demás, trataré de pasarlo lo mejor posible, y de no darle demasiadas vueltas al asunto. Voy a actuar como en aquella película de Jim Carrey, que le dice "sí a todo". 

Si el ambiente se vuelve muy soporífero, siempre hay oportunidad para fugarse discretamente. Lo que pasa, es que yo ya mantengo contacto con aquellos compañeros de la Secu que son o fueron mis amigos y por quienes tengo estima. Si estuviera totalmente ajeno a la vida de todos, sería diferente. Pero ojo, a veces sale bien: En 2016, hicimos una juntada en una quinta con los egresados de la Primaria, y la pasamos de 10. Quedé muy satisfecho en aquel reencuentro, precisamente, porque creo que todos evitamos caer en la nostalgia excesiva y nos concentramos ponernos al día con nuestras vidas. Por lo cual, depende mucho del enfoque que tengan estos eventos con aire vintage. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

3 de noviembre de 2021

El laberinto de los sueños y el muro de la realidad

Miércoles por la tarde en la ciudad.  Siempre que comienza un nuevo mes, me encuentro diciendo que "se inicia un nuevo ciclo". En términos objetivos, es así. Dejamos de lado los 30 o 31 días, que ya transcurrieron, todo vuelve a foja cero y uno se va encaminando para afrontar el siguiente período, que podrá tener alguna semejanza con el mes que ya "bajó la persiana". Pero siempre, aun cuando no alcancemos a percibirlo, ocurre algo distinto, porque la vida misma es un juego de azar. Y el periodismo tiene esa pasión que te lleva a ir a buscar la noticia, a marcar la diferencia, a pensar en los temas que son de interés de la audiencia, pero sin que se convierta en una máquina de picar carne. Quien no es creativo en el estilo que emplea al escribir, puede emplear otros recursos válidos, pero siempre consideré que al lector hay que sorprenderlo "de una", porque en esta profesión, el que pega primero, pega dos veces. Si vos publicás una nota antes que la competencia, aumentan las posibilidades de sumar visitas o lectores porque ese material sólo lo tenés vos. Pero bueno, ya hemos hablado por aquí de la búsqueda de la primicia, y no vale la pena reiterar algo que todos conocen.

¿Por qué nos empeñamos en recordar hechos totalmente intrascendentes? ¿Por qué perdemos tiempo intentando recordar aquellas cosas que nunca nos importaron de verdad? ¿Nunca te pasó tener la sensación de que estabas distorsionando el pasado, y que esas vivencias no fueron así de ninguna manera, o ni siquiera ocurrieron? Puede tratarse de un mecanismo de defensa, de una versión "amable" de lo que en realidad vivimos, que nos queda cómoda como esos libros de bolsillo. Freud hablaba de una  "huella mnémica", un concepto que puede ser difícil de definir y que no voy a explicar en este momento pero lo pueden googlear. Lo concreto es que sí tiene que ver con las preguntas que me acabo de hacer. 

Muchas personas sueñan que caen la vacío y se hacen trizas contra el suelo. Por lo general, es un sueño bastante común, yo lo he tenido varias veces, uno se despierta sobresaltado, pero feliz de que aún permanece en la cama y que no hubo ningún impulso suicida. Podría agregar que, mientras estamos vivos, una de las peores cosas que nos puede pasar es tener que lidiar con gente que no soportamos. Cargosos, chusmas, chupamedias, irrespetuosos... entre otros ejemplares de la fauna humana. En el común de los casos no hay otra alternativa más que seguir allí. Si se trata del laburo, es una mierda, porque durará varios años. Si es una fiesta o una reunión, hay que poner cara de póquer hasta que surja una excusa convincente que te permita huir de ese tedio. Y a veces el resto de los invitados está tan entretenidos en lo suyo, que te podés retirar tranquilamente que nadie notará tu ausencia. 

Me he cansado bastante de la virtualidad, de que te manden cualquier cosa por WhatsApp, y si aparece la posibilidad de conocer a alguien interesante, puedo intercambiar mensajes por un tiempo prudencial, pero llega un punto en el cual uno busca un encuentro en forma presencial. Y si la otra parte no está segura de lo que quiere, no vale la pena perder el tiempo. No soy un asesino serial ni un criminal, reunirse a tomar un café (o cualquier otra bebida que se les ocurra), continúa siendo la mejor manera de conocer realmente a quien te interesa, no sólo por la apariencia física. Por eso, las app como Facebook Parejas, Badoo, Match, y tantas otras, no resultan más que un fracaso. Si buscan pasar el rato, sería mejor que miren una película o se pongan a jugar a la Play. Punto final. 


Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...