8 de abril de 2025

La falta de un desarrollo integral para Lobos

 

Hoy tuve que desgrabar una extensa conferencia de prensa en la cual se dio a conocer el programa social “Mi primer terreno”. No pude asistir en forma presencial, pero unos colegas me facilitaron el audio para que yo pudiera publicar la nota, gesto que se agradece. En fin, se trata de una iniciativa que permite el acceso de 65 lotes a vecinos y empleados municipales. Por supuesto, hay que cumplir con determinados requisitos, como tener un ingreso mínimo para que garantice que el adjudicatario podrá pagar las cuotas que demande saldar el costo del terreno. En principio, es un anuncio positivo. La principal contra que pueden enfrentar algunos lobenses es que la construcción en el predio deberá comenzar casi inmediatamente, y por lo tanto hay que presentar planos y terminar la obra en un plazo no mayor de 48 meses. Pero vamos a indagar un poco en la letra chica antes de sacar conclusiones apresuradas. ¿Adónde irá a parar el dinero que el municipio recaude de los beneficiarios? ¿A financiar obra pública, como se dijo en su momento? No está claro.


De este programa, vale decir, se brinda respuesta al déficit habitacional que desde hace años tiene nuestra ciudad. De todos modos, también cabe preguntarse por qué el Municipio no ha logrado terminar las 30 viviendas del B° Amarillo, si según versiones confiables ya había un oferente que se había presentado para finalizar la construcción. Seguimos en el reino de la improvisación. Las calles se inundan cuando caen dos gotas, los espacios públicos como plazas y demás tienen una falta de mantenimiento notable, no se atiende a los reclamos de los concejales de la oposición, y el Ejecutivo está empecinado en hacer las cosas como se le ocurra, a como dé lugar, porque si los legisladores ponen reparos o modificaciones a una ordenanza, esas enmiendas son vetadas. La mayoría automática que tiene el oficialismo en el Deliberativo hace que el resto de los bloques no tenga peso propio a la hora de hacer las observaciones que considere necesarias. Vuelvo a lo que dije al principio: Lobos tiene calles muy deterioradas y que se inundan fácilmente con pocos milímetros de precipitaciones. Y la tercerización de servicios públicos no es la solución. Si hace falta personal, es mejor que se destine el presupuesto a la contratación de empleados antes que a gastos superfluos. Dejar en manos de una empresa privada áreas como el barrido y la recolección es entregar la potestad municipal a un tercero adoptando un criterio genuflexo y cuestionable. El Municipio, después de la desastrosa experiencia de Garbo Sur, en los años ’90, debería haber tomado nota de la falta de contralor que existe sobre las empresas tercerizadas y de la dudosa capacidad que tienen para brindar un servicio óptimo.


Por otra parte, la ciudad carece de desarrollo industrial, no hay un predio donde puedan radicarse, pero tampoco hay voluntad política para conseguirlo. Mientras otros municipios son el faro de la región, Lobos va quedando relegado a ser un pueblo pequeño y carente de toda proyección. La otra vez hablaba con un visitante que ponderaba la prolijidad y el orden del centro, y sin ánimo de contradecirlo, le expliqué que los barrios de la periferia son los más postergados, y que sólo saliendo de las diez cuadras del ejido urbano eso se puede advertir con propiedad. Porque hay muchas calles que no están pavimentadas, donde no pasa el regador para mitigar la polvareda que dejan los autos que circulan a toda velocidad, los baches son la trampa perfecta para el conductor desprevenido ante la falta de señalización, y el exceso de piedras que vuelcan las máquinas municipales hace que cualquier vehículo pueda despistarse como ha ocurrido en Arévalo o en Carboni. Hace falta una planificación. Esta gestión decidió no continuar con las Olimpíadas del Salado, pero el dinero que supuestamente se ahorran al no hacerlas, lo dilapidan en proyectos cuestionables y de dudosa utilidad. A mí todo esto me hace mucho ruido, porque no se puede decir que son novatos en la administración pública, ya van por el tercer mandato. Es previsible que haya un desgaste, pero ello se nota más si siempre están los mismos nombres decorando el elenco de funcionarios. Hay que oxigenar el grupo de trabajo, buscar nuevos profesionales que se perfilen con una visión diferente de la cosa pública, que tengan el deseo de aportar sus conocimientos en beneficio de los vecinos. Por eso reitero, lo de los terrenos me parece una buena idea en principio, habría que ver la implementación una vez que se realice el sorteo y la adjudicación. Hablar de lotes por 10 millones de pesos es lo mismo que decir 10.000 dólares, que es el valor promedio del mercado. No son ninguna ganga tampoco, si bien depende de dónde estén ubicados, algo que no especifica la Web oficial. El lugar ideal para hacer un polo habitacional hubiera sido el predio de la vieja Maestranza de la calle Yrigoyen, pero nunca se dio ningún tipo de explicación al respecto y ese lugar sigue estando ocioso, sin ninguna utilidad.


Lo más destacado es la financiación, pero a su vez, en el mientras tanto, hay que construir una vivienda, ya que el terreno se entrega para ese fin y no te dan la escritura hasta que finalices la construcción. Lo único que tendrás como comprobante previo es un boleto de compraventa. Lo que se busca con este requisito es desalentar la compra de un lote como “inversión”, digamos. Lo cual no está mal del todo, pero habría que ver caso por caso. Hay gente que apenas podría pagar las cuotas si lo quisiera hacer y que por ese motivo prefiere postergar la construcción para más adelante. No es tan fácil salir a establecer pautas con el bolsillo holgado cuando el de los trabajadores se resiente día a día.


Por otra parte, hay que estar atentos a la “macro”. Con un dólar en alza y una turbulencia económica por los aranceles comerciales, no habría que descartar una suba en los alimentos, que resentirá en gran medida el poder adquisitivo y el costo de vida. Son variables que no se pueden soslayar. No es un escenario de estabilidad como para invertir, aunque siempre habrá gente que pueda hacerlo, y ojalá sean muchos los que logren acceder a un predio propio donde vivir para no tener que seguir alquilando como lo vienen haciendo hasta ahora. Lo que debemos entender es que el desarrollo integral de un municipio excede estos programas sociales. Según el Ejecutivo, lo vienen gestionando desde el año 2017. ¿Por qué se tardó 7 años? Aun con la mejor buena voluntad que tengan, es mucho tiempo. ¿Y por qué se hace el anuncio en un año electoral? ¿Qué pasa con la gente que queda excluida porque el dinero no le alcanza para llegar a fin de mes? Demasiadas preguntas para un solo posteo. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

6 de abril de 2025

Un domingo con mateada

 

Me preparo unos mates. Pero el agua está muy caliente, ya me doy cuenta con el primer sorbo que me quema la lengua. Le agrego agua fría a la pava y ahora parece que sí, que le encontré el punto justo para iniciar la clásica mateada del domingo. Aclaro que no soy un eximio cebador ni un "sommellier de la yerba". 


La verdad es que estoy pensando en un relanzamiento personal. En descartar hábitos que no me hacen bien y en sumar aquellos que me ayudan a sentirme más lúcido e inspirado. Es un proceso que me parece propicio, me refiero que todos nos planteamos para encontrar un equilibrio en alguna etapa de la vida. Si no lo hacemos, el cuerpo o la mente nos pasarán factura, más tarde o más temprano. Y antes de que sea demasiado tarde, podemos activar los resortes de nuestra personalidad para adoptar nuevas conductas.

 

Los domingos no son los días que más me agradan, no lo paso muy bien, pero sé que eso tiene que cambiar en algún momento. Y el único que puede moldear su propia vida es uno mismo. No hay recetas mágicas, simplemente se trata de buscar momentos de placer porque la vida en general nos agobia con problemas y preocupaciones. Para mí, el hecho de haber elegido ser periodista es una satisfacción personal. Tuve la suerte de que mis padres y mi hermano me motivaran y apoyaran siempre, aunque en su fuero íntimo quizás hubieran deseado que yo estudiara otra carrera. Como siempre me gustó escribir, ya tenía un punto a favor. Pero, por supuesto, eso no es suficiente para redactar una buena crónica o un buen artículo. No alcanza con el voluntarismo o el entusiasmo. Es imprescindible una formación que te indique cómo resguardar tus fuentes confiables, el “off the record”, cómo brindar al lector todos los datos que necesita saber, cómo utilizar el léxico adecuado, el poder de síntesis, y tantos recursos más.


Lo que escribo siempre fluye mejor cuando hay silencio en la casa, y lo mismo cabe cuando tengo que estudiar. Puedo concentrarme mejor en lo que estoy haciendo, por eso diría que el silencio es útil para muchas cosas. También para leer. Cuando voy a un bar, aunque tengan los diarios del día y me interese hojearlos, se me hace imposible leerlos si el volumen de la música funcional está muy fuerte. Soy un poco maniático, lo sé. La ausencia de ruido nos pone en contacto con nosotros mismos. Pero vivir solo, por ejemplo, es difícil. No tenés nadie con quién conversar, no le podés echar la culpa a nadie de lo que te pasa puertas adentro porque el único habitante sos vos, y si se te quema la comida o te pegás un resbalón en el piso es responsabilidad tuya. Yo quizás antes era más independiente, hacía más cosas por mi cuenta, pero no logro recordar cuándo fue que eso cambió. Imaginate que yo vivía en Buenos Aires siendo muy joven y me iba a cualquier lado, me tomaba el subte y enseguida llegaba adonde yo quería ir. Ahora hace muchísimo que no voy a CABA, en principio porque es muy caro, y en segundo lugar porque mis amigos de antaño ya no viven en el lugar donde lo hacían antes. He perdido contacto con ellos. Para hacer compras tampoco es necesario, podés conseguir lo que necesites por Mercado Libre, o por otra plataforma de e-commerce. Lo único que está bueno es ir a un shopping de vez en cuando, para pasear un rato y despejar la cabeza, aunque posibilidad de hacer compras esté restringida porque se sabe que el valor de comprar algo allí supera holgadamente el de un negocio cualquiera que esté fuera del predio. Los trámites digitales que se están implementando también hacen que no sea necesario trasladarse a Buenos Aires para renovar o tramitar un determinado documento.


Mi interés está puesto en conseguir nuevos aprendizajes. Dicen que todos los días se aprende algo nuevo. Yo no estoy tan seguro de que sea así, pero sí creo que podemos darnos la oportunidad de abrirnos las puertas al conocimiento. No hace falta mucho, podés leer todos los días un artículo de Wikipedia, escuchar un podcast en Spotify, abrirte al mundo aunque no salgas de las cuatro paredes de tu casa. Y la soledad tiene aspectos positivos: Por ejemplo, un feriado podés quedarte a dormir hasta tarde y que nadie te rompa las bolas. Sí es cierto que hay mucha gente que vive sola y que tiene dificultad para poder socializar. En mi caso, yo vivo con mi familia, pero fuera de ese núcleo no tengo muchas oportunidades de interactuar con personas, excepto que sea por mi trabajo. Mis amigos tienen sus respectivos empleos y horarios, y rara vez coincidimos como para tomar un café o ponernos al día con nuestras vidas. Yo soy poco afecto a la virtualidad, excepto cuando no hay otra opción. Como bien decía mi viejo, cuando hay una disputa, un conflicto, o algo importante que decir, “por teléfono no arreglás nada”. Hay cosas que por su magnitud no se deberían expresar por WhatsApp, el peso que tienen hace que requieran de una conversación personal. Con mis clientes me manejo por WAP sólo para dejarles el recibo de la publicidad o bien para acordar una modificación que sea necesaria hacer en los valores. Para otros menesteres, prefiero concurrir in situ y escuchar cuál es la idea que ellos tienen para pautar un aviso, qué datos desean agregar, si les interesa replicarlo en las redes… Todo se conversa, porque aunque la palabra ya no valga más que un documento, es un instrumento fundamental de comunicación. Hay determinadas situaciones que requieren la presencialidad, por más que estemos inmersos en una etapa de despersonalización cada vez mayor. No podés separarte de tu novia por un mensajito de texto o lo que fuere. Aunque la charla no termine de la mejor manera, hay que hablarlo. Tampoco se puede cerrar un acuerdo comercial serio por mail. Por eso, como suelo decir, todo me hace pensar que somos seres analógicos en un mundo digital, pero seguimos sin entender los códigos de la comunicación ni el contexto adecuado para cada una de ellas. En la próxima nota profundizaré más sobre este punto, sobre la gente que no sabe o no quiere aprender qué herramienta utilizar para comunicarse según la sensibilidad del tema a abordar, como una ruptura sentimental, un accidente, o una pérdida. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

3 de abril de 2025

Post-feriado en la era digital

 

Iba a escribir algo ayer, 2 de abril, pero no quería ser redundante respecto a los sentimientos que despierta esa fecha en cada uno de nosotros. Fue un feriado que tuvo alto acatamiento en Lobos, ya que la mayoría de los comercios estaban cerrados. Hoy ya es jueves y todo parece indicar que se retomará la actividad pueblerina con el ritmo habitual. Ayer no tuve mucho para hacer, excepto cubrir el acto por el Día del Veterano. Hubo un gran acompañamiento de los vecinos, y es gratificante ver cómo año tras año hay cada vez más gente presenciando este homenaje.


Estamos viviendo tiempos complejos, con un gobierno que sólo parece preocuparse por las variables económicas y que se muestra ausente o contradictorio hacia otros frentes. Uno de ellos es el reclamo de soberanía por Malvinas, que se hace con una tibieza desconcertante cuando debería ser una política de Estado. Se me ocurre pensar que esta gente llegó al poder sin la menor formación estratégica, sin una visión clara de lo que implica conducir un país. Pero en todo caso, deberían asesorarse con personas capacitadas, no kamikazes ungidos del círculo rojo. El Banco Central, que Milei tanto decía aborrecer, sigue vendiendo reservas y quemando dólares para sostener el precio de la divisa. Una vieja receta que se continúa implementando con tímidos resultados en el corto plazo. Cabe hacer esa salvedad porque está claro que no son medidas que apunten a un sostenimiento real de la economía. Desde la Rosada están pensando en llegar como sea a las elecciones de octubre, y lo que uno ve es la ausencia de un plan, porque la motosierra no merece llamarse así, es sólo un proceso de ajuste que aún se sigue aplicando en los resortes del Estado que quedaron en pie.


EE.UU. aplica aranceles a productos extranjeros, entre ellos los argentinos, y el comercio exterior está cada vez más restringido y dominado por las grandes potencias. Se van cerrando las puertas a las exportaciones y muchas industrias tendrán que compensar ese déficit de alguna manera. No se vislumbra que esa reconversión sea posible, hay muchos cabos sueltos y una turbulencia que hace volar por los aires los papeles de la ortodoxia económica.

 

Hoy tuve un día intenso, en el cual me dediqué a hacer algunas cobranzas que habían quedado pendientes y a organizar mis finanzas para el resto del mes. No será tarea fácil, dado que los precios siguen aumentando, sobre todo el transporte, el combustible y las tarifas de los servicios. Y los ingresos que uno percibe son siempre los mismos, más allá de algún pequeño ajuste que se pueda hacer para actualizar el valor de las publicidades. A veces me cansa tener que ir dos o tres veces a un negocio para cobrar dos monedas, no entiendo por qué te lo hacen tan difícil, estamos hablando de sumas que para un local promedio no representan un gran desembolso. Si yo cobrara lo que realmente necesito para poder sostener con mayor solidez mi emprendimiento, la cosa sería distinta. Es arduo llegar a fin de mes con una reserva de dinero que te garantice estabilidad. Están los clientes históricos y cumplidores, y aquellos que pautan por un período limitado de meses. Con los primeros uno es más contemplativo, porque siempre han estado como auspiciantes, en cambio los otros son aves de paso.

 

El espacio de televisión es más caro que el de Internet, y por ese motivo estoy tratando de “vender” mi programa de TV para ir abriendo el juego a nuevos sponsors. Yo creo que un ciclo de entrevistas que hace 6 años que está en el aire tiene potencial para explotarse más. La producción es fundamental: Soy yo quien me encargo de invitar a la gente que participa, a veces de coordinar horarios, y eso es lo más desgastante, no el hecho de conducir el programa. Quienes lo han visto alguna vez en la pantalla suelen ponderar que se le otorgue espacio a vecinos que no suelen ser noticia: Es una forma de visibilizar sus historias de vida. Confío en que hacer un curso de Marketing me ayude a darle mayor volumen a mi producto. En realidad, es un producto y un servicio. Yo brindo servicios publicitarios y de información, y lo hago a través de un sitio Web. Es decir, hay una herramienta que yo utilizo para que mi Pyme pueda sostenerse. Sea como fuere, ser un trabajador autónomo es mucho mejor que hacerlo en relación de dependencia. Ambas modalidades tienen sus pros y sus contra, pero yo ya conozco ambos roles. Ahora trabajo solo, hace unos cuantos años también lo he hecho bajo patrón, y siempre había una exigencia desmedida si lo comparamos con el sueldo que yo recibía. Además, tener un trabajo en blanco en Lobos es un lujo; la mayoría de los empleadores te negrean y cuando llega la edad de jubilarte te encontrás con que no tenés aportes. Con el monotributo que pago todos los meses, yo tengo acceso a una obra social y a los aportes jubilatorios. Seguramente cuando llegue ese momento cobraré la mínima, pero no puedo detenerme a pensar en eso ahora porque no me sirve de nada, es una pérdida de tiempo. Todo lo que pueda hacer siendo trabajador activo va relacionado con lo que recibiré en mi vejez, si es que llego a esa edad. El futuro no es previsible. Se pueden adoptar medidas para mitigar un impacto negativo, pero no hay certezas de nada, y menos en un país como el nuestro.

El futuro no se piensa, sino que se proyecta. No hay lugar para una planificación minuciosa, sino que es una página en blanco sobre la cual vamos construyendo el día a día. Largo plazo o corto plazo, lo mismo da. En teoría, es más sencillo prever lo que puede pasar mañana, que dentro de 10 o 15 años. El azar, la fatalidad, los vericuetos del destino, hacen que nos resistamos a analizar los hechos que permanecen ocultos bajo una extensa línea temporal. Y está bien, porque si vamos al caso, yo concentro mi esfuerzo en lo que estoy haciendo ahora, y lo que vendrá será por añadidura o bien porque se dio así. Siempre doy el mismo ejemplo, pero cuando yo era adolescente, jamás pensé en cómo sería el año 2025, y no me imaginaba en absoluto que iba a existir la Inteligencia Artificial, el auge del streaming, las redes sociales, los celulares. Todo cambió, incluso sin que hayamos hecho algo para evitarlo. El mundo de nuestros hijos o nietos será distinto, no podemos predecir sin margen de error, pero habrá un auge de la robótica, de las máquinas, se afianzará la tendencia que estamos viendo ahora de efectuar cirugías a distancia. Esos son, para mí, indicios de lo que vendrá. Mucho más no se puede predecir. Pero es un tema tan apasionante que daría para escribir largo y tendido. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

La falta de un desarrollo integral para Lobos

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