28 de mayo de 2011

Miradas hacia el horizonte


Tal vez éste resulte ser el último post del mes en esta fría noche de sábado, no lo sé. Por el momento, me concentro en redactarlo, en darle forma, y en pensar cuánta falta nos hace el debate político. Basta con analizar la polvareda que levantó la presencia de Beatriz Sarlo en el programa ultraoficialista "6, 7, 8" para entender qué poco discutimos de ideas, de hechos concretos. Sin chicanas ni golpes bajos. Sin apelar a un antecedente poco favorable del adversario para ponerlo en ridículo, como es habitual en los programas "de archivo". Es que últimamente la televisión se nutre de sí misma, y ya se da por sentado que las cosas son como son y que no vale la pena plantear otras opciones, escuchar al que piensa distinto, aceptar un argumento que nos resulte válido. Otra cosa que me genera hartazgo son los "memes" en Facebook que la gente comparte o pega en su muro sin razonar, porque en muchos casos ni siquiera es gracioso el posteo, o aporta algo digno de tomarse un minuto en verlo.

Seguramente estoy pecando de ingenuo, pero sería bueno que aprendiéramos a ejercitar el debate en lo cotidiano, como era habitual a mediados de los '80, cuando se discutía de política en las calles y se lo hacía con auténtica pasión y entusiasmo. Hoy imaginar un escenario similar es una utopía. Pensaba en la visita proselitista de Francisco De Narváez, y me dí cuenta de lo superficial que es el discurso político actual. Tanto el oficialista como el opositor, trasuntan sobre las mismas cuestiones con sorprendentes limitaciones. Y obviamente, los dirigentes no son estúpidos. Quiero decir, que el debate se da en niveles tan bajos y mezquinos porque es lo que a ellos más les conviene. ¿Para qué hablar del FMI? ¿Para qué molestarse en pensar en la crisis energética? Aquí siempre se mira a corto plazo, se resuelve sobre la marcha, y haciéndolo en esas condiciones el resultado no puede ser otro que el fracaso. Punto final.


25 de mayo de 2011

Revolución de Mayo

Los radicales están desconcertados. El candidato presidencial, Ricardo Alfonsín, no se decide a hacer una alianza con los socialistas o con el peronismo anti K de Francisco de Narváez. Justamente pensaba en eso porque mañana jueves De Narváez viene a Lobos y me parece que el tipo no necesita de Alfonsín por lo que él representa como dirigente, sino que en realidad necesita una estructura partidaria como la que le ofrece la UCR.

Hermes Binner dice que quiere ser Presidente. Nos estará cargando? Quién lo conoce, excepto los santafesinos? A Binner, por más buenas intenciones que tenga, no lo votaría ni el fiscal de mesa. Mientras la oposición juega a las escondidas, el kirchnerismo se relame, y con razón, de esta lamentable comedia de enredos protagonizada por pésimos actores. También lo tenemos a Duhalde con sus aspiraciones presidenciales, pero si tenemos en cuenta cómo ha manejado el país a su antojo y ha volteado gobiernos, yo no me atrevería a subestimarlo. Podemos sostener que De la Rúa era un inútil o un incapaz, pero Duhalde no hizo demasiado para evitar el desastre. Inclusive, viajó a Europa poco antes de la hecatombe de 2001 y ya se autoproclamaba futuro presidente de Argentina, con De la Rúa todavía en funciones. Precisamente, hay muchas cosas que siguen sin funcionar, y un día como hoy, 25 de Mayo, vemos cómo la gente llena la Plaza de Mayo atraída por el cotillón oficialista, en una muestra de populismo y demagogia de la peor calaña. Como suele suceder, de los indígenas de Tartagal nadie se acuerda. Para ellos, todavía parece que la revolución que soñaron nuestros próceres no llegó. Punto final.

21 de mayo de 2011

Aquellos años maravillosos de la vida


Crecer no siempre implica evolucionar. Conozco mucha gente adulta que se comporta como si no hubiera vivido, del mismo modo que hay pendejos que pretenden actuar como adultos, o quizá debieron asumir esa responsabilidad ante la dejadez de sus progenitores. Pero si me dan a elegir, creo que los adolescentes son más espontáneos y sinceros que los mayores. Viven en una nube de pedos, como es lógico y propio de su edad, y son los primeros en adoptar los hábitos que luego se vuelven masivos. Los pendex están fascinados con Facebook, por ejemplo, y se jactan de ver quién agrega más "amigos" a su lista. De hecho, algunos ya han alcanzado el límite de  5.000  amistades o conocidos.

Sin lugar a dudas,  me encantaría tener 2.500 amigos de verdad, de carne y hueso y no meramente virtuales, o lo que yo denomino "amigos por extensión". Es decir, gente que uno conoce remotamente por alguna circunstancia fortuita y con la cual (se supone) hay cierta afinidad. 

Por mi profesión, hay situaciones en la que uno debe relacionarse con los adolescentes y de interiorizarse por sus inquietudes, por ejemplo, en el marco de algún evento cultural. En principio parecería vuelve difícil. Y ahora entiendo a qué se referían aquellos que hablaban de la "brecha generacional". Son diferentes formas de pensar, que sus propias de distintas etapas de la vida. 

Cuando tiene 15 años, piensa que todo será eterno, que vivirá para siempre, que no hay límites para lo que se quiera hacer, y que podremos triunfar sorteando todo tipo de escollos. Conforme pasan los años, nos vamos dando cuenta de cómo funciona el mundo realmente y de nuestras limitadas posibilidades de acomodarnos dentro de "el sistema". Quizás porque siempre me interesó indagar en el paso del tiempo, es que surgió esta nota. Las adolescencia pasa demasiado rápido, y si hay recuerdos que uno atesora de aquellos años, es porque los constrasta con situaciones actuales. Éramos felices, y ni siquiera lo sabíamos. O éramos desdichados, pero no nos importaba.

Resulta más que obvio que los pendex de hace 20 años atrás no son iguales que los de ahora. Es que la sociedad en su conjunto ha cambiado, y negar esto o creer que está todo bien es querer tapar el sol con las manos. Punto final. No los aburriré con este ejercicio de filosofía barata, para evitar caer en la cursilería. Say no more. 

16 de mayo de 2011

Comienzo de semana

Hasta el momento éste ha sido un lunes tranquilo, a pesar de todo. El trabajo estuvo normal, no fue demasiado agitado pero tampoco demasiado liviano. Por la tarde dormí una pequeña siesta, lo cual es raro en mí, porque aunque me acueste no logro dormirme fácilmente. La cuestión es que voy a tratar de aprovechar lo que resta del día para escuchar música y distenderme un poco. Creo que debo modificar algunos hábitos, y darle otra oportunidad a la televisión en lugar de recorrer la grilla de canales con bronca y frustración al no encontrar nada que valga la pena.

 En fin, son etapas: a veces uno se pone abúlico o apático, y otras veces nos dejamos llevar por la euforia. Vivimos una relativa calma para tratarse de un año electoral, y si seguimos este camino las campañas de los respectivos partidos serán breves, lo cual no deja de ser un alivio. Mucha gente votará a Cristina porque es un "mal menor" o por la falta de respuestas de la oposición, y este escenario era impensado antes de la muerte de Kirchner. Es sorprendente analizar cómo se dio vuelta el destino y la impopularidad y rechazo que generaban la Presidenta fueron mutando hacia sentimientos más condescendientes, como si el "efecto luto" (tal es la denominación que le ha dado la prensa) nos hubiera contagiado a todos. Queda un largo camino hasta las elecciones de octubre, pero no quisiera que el tiempo que resta sea terreno fértil para más medidas populistas y demagógicas. Punto final.

Disco recomendado del día:

Sting, "Live in Berlin" (combo de CD + DVD, Universal, 2010).

15 de mayo de 2011

Noventa minutos de domingo


Por primera vez luego de mucho tiempo, estoy viendo un partido de fútbol por TV. Se trata, ni más ni menos, del denominado "Superclásico" entre Boca y River. A decir verdad, soy hincha de Boca, pero no tengo fanatismo alguno como supe tener años atrás. A veces me entero por los diarios o por los comentarios de la gente que el equipo anda mal o que ha perdido un partido de manera insólita, o que el jugador Fulano o Mengano tuvo una decepcionante actuación. La verdad es que no sigo a Boca durante el campeonato, y me interesa muy poco el resultado de un partido. Pero de vez en cuando hay partidos de "ida y vuelta", con muchas situaciones de gol, que vale la pena ver. Cuando los jugadores dejan el ego en el vestuario y se ponen a pensar que integran un equipo, eso se nota en la cancha.

En este domingo melancólico y aburrido, encontré una salida al tedio viendo Boca-River, que están lejos en la tabla de posiciones pero que mantienen el orgullo intacto cuando les toca enfrentarse.
Ahora que existen más los partidos codificados, cualquiera puede verlos bajo el paraguas del nunca bien ponderado "Fútbol para todos", que le cuesta al Estado 600 millones de pesos anuales. Ya he hecho pública mi posición al respecto, y es que no estoy en contra de la gente que quiere ver los partidos sin tener que pagar un plus. Sólo creo que existen otras prioridades, y que difícilmente los indios tobas que cortaron la Avenida 9 de Julio y que fueron obligados a volver a Formosa puedan disfrutar de un evento deportivo televisado cuando ni siquiera tienen luz y viven en condiciones de extrema pobreza.

14 de mayo de 2011

Sábado con puntos suspensivos


Sábado al mediodía en la ciudad. Es raro que a esta hora me encuentre redactando un post, pero prefiero hacerlo en este momento porque no sé si luego tendré tiempo. Estuve escuchando el último disco de Andrés Calamaro, "On the rock", y me provocó sensaciones ambiguas. Por un lado, debo reconocer que Calamaro nunca me gustó, más allá de algunas canciones que tienen buenos arreglos.  Hay momentos en que el tipo me parece un snob arrogante y de rimas fáciles, que
quiso imitar a Bob Dylan primero y a Joaquín Sabina después, con resultados que funcionan ocasionalmente, al menos para mí. Pero convengamos que dentro de la mediocridad general del rock argentino, el tipo logra armar algunas buenas canciones. Al igual que muchos de ustedes, recuerdo como si fuera hoy el momento de pleno auge de Calamaro, allá por 1997, cuando editó el disco "Alta Suciedad", un álbum interesante pero hiper-producido por el experimentado Joe Blaney en Miami. Luego le perdí el rastro, supe que se peleó con Charly García y lo descalificó al pedo siendo que le debe mucho de lo que hizo a la mano de Charly. Pero bueno, en momentos de furia la gente suele ser ingrata.


También estoy escuchando un disco de AC/DC, concretamente la banda de sonido de la película "Iron Man 2", todo un hallazgo por cierto para mí que no soy muy "metalero". Al final se lo terminé regalando a mi hermano, que es fanático de los australianos. En realidad, no todos los temas que están incluidos en el disco aparecen en la película, de manera que no sé cuál es el criterio de este compilado que por lo menos es una aproximación a la banda para los neófitos que no se animarían a comprar un disco de estudio con apenas un puñado de hits. Todavía existe una discusión entre los fanáticos del grupo sobre cuál fue su mejor etapa, si con el fallecido Bon Scott como líder o con el actual "frontman", Brian Johnson. De vez en cuando está lindo frecuentar "jardines ajenos", como decía el gran Bioy Casares.

11 de mayo de 2011

Las elecciones y el absurdo


Hola amigos, sinceramente dejé pasar algunos días sin redactar un post, y es algo que me agrada hacer sin presiones, cuando tengo tiempo para madurar una idea o una reflexión.

Parece ser que falta poco para las elecciones, pero en realidad todos nosotros seguimos como si nada. Es que, como se da por un hecho la reelección de la Presidenta, los comicios pierden todo interés. Nunca antes, inclusive cuando Menem obtuvo su ansiada reelección en 1995, un resultado electoral estaba tan "cantado" como ahora. Sin embargo, puede ocurrir algo a último momento que haga torcer el rumbo de la hegemonía kirchnerista y aportar una brisa de aire fresco.


La oposición está desconcertada y a cada paso nos muestra su mediocridad para seducir a los votantes. Esto hay que decirlo sin medias tintas. Están consumando las alianzas más insólitas con tal de sumar un puñado de votos. Si había gente que simpatizaba con Alfonsín, no creo que acepte la posibilidad de un acuerdo electoral con De Narváez. Duhalde sigue sosteniendo su postulación, aunque todas las encuestas lo muestra lejos de las preferencias del electorado. Macri se dio cuenta de que no tiene estructura para lanzarse como presidente y decidió preservar su distrito y volver a postularse como Jefe de Gobierno.
Todo parece demasiado raro, estúpido, absurdo e incompresible como para ser real.

6 de mayo de 2011

El tiempo voraz y cruel

No hay nada más contraproducente que buscar respuestas en lugares equivocados, o con gente que no comprende lo que te está pasando. Esto puede suceder por miopía intelectual, o porque no son capaces de ponerse en el pellejo ajenos. 
.No es casualidad que haya tanta gente que está cautiva de las sectas o grupos fundamentalistas, o que hace años que malgastan su dinero con malos profesionales de la salud mental. La terapia en sí misma constituye una extraordinaria alternativa para salir adelante de un momento difícil, pero cuando el propio paciente no percibe evolución alguna es momento de recurrir a otro psicólogo o psiquiatra para no perder tiempo ni plata con alguien que no nos da la respuesta que necesitamos para salir del pozo. 

Todos hemos tropezado dos veces con la misma piedra, y si bien es cierto que de los errores se aprende, hay momentos o situaciones que nos inducen a caer en esos errores. Las cosas no ocurren porque sí, al menos para mí. Cada uno actúa en función de las opciones que tiene disponibles, y hay veces en que hay que elegir el mal menor, porque ninguna de ellas nos satisface plenamente. Ya hemos hablado aquí del boom de los libros de autoayuda, un fenómeno típico de la posmodernidad, de una sociedad y de un estilo de vida que se ha ido imponiendo en los últimos años. El mundo de hoy exige rapidez, información al instante, comunicación inmediata vía Internet, y confundimos a esto con un avance o una evolución. Es absurdo renegar de la tecnología, pero también lo es volverse prisionero de ella. Para los fanáticos de los discos de vinilo, por ejemplo, la aparición del CD en la década del '90 significó el principio del fin. Y para quienes en su momento adoptamos el CD, los archivos de mp3 o el pendrive constituyen otra experiencia de escuchar música. Por eso uno se va adaptando a estos nuevos hábitos, dentro de lo posible. 


Lo que ocurre es que el ocio también ha cambiado. Tomar mate en un parque o en una plaza ya no es tenido en cuenta para un grupo de adolescentes que pasan horas frente a una Playstation. El hábito de comprar un diario es totalmente ajeno para estos jóvenes, que sólo leen los textos escolares, en el mejor de los casos. Tampoco les interesa navegar en un diario online, porque las redes sociales insumen la mayoría de su tiempo. Creo que muchas cosas están cambiando, y no todos podemos adaptarnos a ese cambio, porque somos de generaciones diferentes. Si a mí, que soy relativamente joven, a veces me cuesta, no quiero ni pensar el esfuerzo que le demanda a una persona de 70 años, por ejemplo. Tener que hacer un reclamo por teléfono es casi una tortura. Ya no hay una persona detrás de un mostrador, hay un número al cual llamar para elevar una queja que nunca llega. En fin, así estamos. Esta noche de viernes, a las 23:02 hs,  ando algo pesimista, quizás. Se me ocurre pensar no es ni más ni menos que un signo de los tiempos que vivimos. Punto final. 

3 de mayo de 2011

Entre la imaginación y la realidad

Ansiolíticos, antidepresivos...quién llegado a cierta edad no lo ha tomado alguna vez? En en las personas mayores donde se ve con más frecuencia que receten este tipo de medicación. Pero no es excluyente a esa franja etaria: Lo que ocurre, es que la realidad nos desborda de tal manera, que estamos en un estado de alteración permanente, nos acostamos recapitulando de un modo involuntario todo lo que hicimos durante el día y cuando finalmente nos dormimos, al día siguiente tenemos la sensación de no haber descansado. De no haber logrado ese sueño reparador y necesario para empezar la mañana con buen semblante.  

Hablando de bueyes perdidos: Podríamos suponer, ahora que se murió Bin Laden, que el mundo es un lugar más seguro, que se ha reestablecido la paz entre las naciones, que todos los hombres son tratados por igual, y siguiendo esa errónea forma de pensar podríamos derivar en desatinos aún mayores, como centrar el mal en la figura de una persona y librarnos de la responsabilidad que nos cabe por las miserias humanas que vemos a diario y que deberían darnos vergüenza como especie que se dice civilizada. 


No es irracional preguntarse si Bin Laden efectivamente está muerto, porque llega un punto en el cual uno empieza a dudar y a cuestionar todo lo que ve o escucha: si realmente es cierto, qué motivos habría para ocultar o distorsionar la información, y quién gana o pierde en este juego que no conoce escrúpulos con tal de obtener un rédito político. Muertos que no existen, evidencia que no aparece, contradicciones inexplicables, golpes de efecto mediáticos... al fin y al cabo, si Bin Laden yace en el fondo del mar o no, ese penoso suceso no cambiará el sentido ni el destino de nuestras vidas.

Pensemos en un país donde los trenes funcionen bien y lleguen a horario, donde no haya piquetes ni cortes de calles, donde los periodistas no sean presionados para ocultar la realidad, donde la inflación no exista o al menos no sea tan voraz con nuestros sueldos, pensemos en un lugar donde nos gustaría que nuestros hijos vivieran y tuvieran la capacidad de elegir por sí mismos su destino. Es más, podemos incluso pensar en un lugar cuya calidad de vida nos motive a concebir un hijo, con la convicción de que podrá crecer, estudiar y trabajar. Bajemos un poco a lo que nos toca vivir día a día en la Argentina 2011 y dejemos de hacer conjeturas sobre hechos cuyos pormenores probablemente nunca vamos a saber con certeza.

2 de mayo de 2011

Polvo en el viento y nada más


Hoy me desayuné con la noticia de que los yanquis mataron a Osama Bin Laden, líder del grupo terrorista Al Qaeda, y señalado como responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en New York. Lo cierto es que esto ocurre cuando casi nadie se acordaba ya de Bin Laden, al menos fuera de los EE. UU. En la primavera de Nueva York, el júbilo por la noticia de la muerte del asesino ganó rápidamente las calles. Yo no le deseo la muerte a nadie, y aunque parezca hipócrita no saldría a celebrar que mataron a alguien.

Es cierto que Bin Laden fue un personaje siniestro, dueño del poder de dominar voluntades, que es el más eficaz de todos los poderes. Las mismas voluntades que adiestró para que estrellaran los aviones contra las Torres Gemelas en nombre de un ser superior que en caso de existir, dudo que apruebe este tipo de acciones.
Sinceramente, en lo que a mí respecta, ya me había olvidado por completo de Bin Laden, y si lo encontraban pensé que lo iban a juzgar antes de condenarlo a muerte, como hicieron con el dictador Saddam Hussein. Ya empiezan a circular por Internet las teorías conspirativas acerca de si Bin Laden efectivamente ha muerto, o si es toda una estrategia montada para elevar la popularidad de Obama y levantar la moral y el chauvinismo yanquis. No sé, sigo pensando que celebrar la muerte de alguien es lamentable. Mientras escribo no puedo dejar que pensar en que hay muchas emociones en juego, muchas historias de vida detrás de esos "festejos" sobre los despojos del otrora omnipotente Bin Laden. Pero inclusive si se muriera una de las personas que más detesto, no me alegraría, ni mucho menos. Simplemente sentiría alivio de saber que ya no está en mi vida para hacerme daño a mí o a los demás. Cuando un hijo de puta se muere, ya su tiempo de humillar y lastimar ha pasado, porque como dice una canción, sólo queda polvo en el viento.

1 de mayo de 2011

Una noche agitada y lluviosa


Hola amigos, como están? Cada nuevo ciclo alberga una secreta esperanza de cambio, de progreso. Y eso es lo que espero para este mes. Por supuesto, siempre me prometo mejorar y los resultados no son muy satisfactorios, pero vale la pena intentarlo. Me falta voluntad para ciertas cosas, y tengo demasiado entusiasmo para otras que no lo ameritan. La experiencia de tratar con gente todo el tiempo me indica que es algo bastante común.

Hay muchas personas en Lobos realmente talentosas, y que desperdician su talento y su potencial creativo al ser manipulados por mediocres, y ceder ante la tentación del elogio fácil. Es difícil ser el mejor de todos, muchas veces estamos convencidos de que lo somos pero nos da vergüenza demostrarlo, y en otras oportunidades luchamos con nuestras limitaciones sin darnos cuenta que hay aptitudes que son innatas y que no tienen que ver con un aprendizaje.

Espero tener un mes tranquilo, que me trate mejor que el anterior, que el trabajo sea llevadero dentro de lo posible, y que mi salud se mantenga durante este atisbo invernal. Ese viento helado es terrible, esa fina llovizna de anoche también. Y yo no tuve mejor idea que salir al boliche en una noche de perros!!! La pasé bien, no lo vamos a negar, pero podría haber elegido otro día para salir y acostarme temprano, cosa que no hice, y ahora estoy con sueño y resaca, entre otras cosas. Pero de vez en cuando es bueno encontrarse con amigos, disfrutar de una charla amena en un bar o zambullirse a las pistas del boliche, aunque más no sea en ese reducto de la Av. Yrigoyen que prefiero no nombrar. Esta noche voy a escuchar música en el MP3 y de no mediar ningún inconveniente espero dormirme pronto y recargar las pilas para el lunes, porque de veras que me hace falta estar concentrado mañana. Nos estamos viendo en cualquier momento con un nuevo post. Punto Final.

¿Quiénes son los próceres del siglo XXI?

  La mañana se presentó tranquila, sin mayores sobresaltos. Me levanté temprano para hacer las cobranzas de los avisos publicitarios y estim...