30 de julio de 2022

Última nota, últimas palabras de julio

 En esta última nota del mes, intentaré no volverme tedioso, ni tampoco suponer que soy el único a quien le pasan las cosas. Pero solamente puedo hablar por mí, de los problemas ajenos tomo conocimiento cuando los demás me los comentan, no seré yo quien vaya a buscar que un vecino que se está fundiendo me exprese sus dificultades económicas.  

Inevitablemente, todo lo que sucedió desde principios de julio me atravesó como una espada, a mí y a tantos otros que tenemos que manejarnos con un presupuesto acotado. Reitero, no soy el único y nunca me creí el ombligo del mundo.

Pienso que mi malhumor y pesimismo estuvo muy ligado a eso. Pero nadie puede permanecer así por tiempo indeterminado. Lo que más lamento es que venía preparando algunos cambios en el diario digital, que obviamente iban a requerir una inversión, y hoy por hoy lo voy a tener que postergar. Esos cambios estaban relacionados con sacarle más provecho a las redes sociales, sobre todo Instagram, delegando esa tarea en algún diseñador que actualice el contenido, básicamente como un complemento de la página. Actualmente lo que más se suele hacer, si tenés un comercio y no tenés tiempo o conocimientos de diseño, es recurrir a esas personas. Yo soy bastante indeciso en algunas cuestiones y de vez en cuando pensaba que lo valía la pena gastar guita en eso, pero la idea andaba rondando mi mente hace rato. Cuando lográs que el nombre de tu negocio, diario, o lo que fuere, se imponga como una marca y la gente lo asocie directamente a lo que realmente es, diste un paso enorme. Desde luego que si no tenés infomarción que le interese al lector, todo lo demás no sirve de mucho.

En este 2022, LOBOS 24 cumple 5 años. Es la primera vez, creo, que escribo sobre este modesto aniversario. Nunca me interesó ser un pionero o un visionario, claramente hubo otros portales de noticias que aparecieron antes que el mío, y está todo bien. Pero para serles franco, me gusta más el mío porque cuando nos sentamos a conversar con el diseñador que hizo todo el trabajo, lo pensamos como una apuesta al futuro. En enero de 2017 aparecieron las primeras notas, y ahora que lo pienso bien, creo que fue la última vez que me la jugué, sabiendo que ese laburo costaba muchísima guita en su momento. Luego tuve que hacer otros gastos, como comprar una computadora nueva, conseguir el software o los programas adecuados para lograr las fotos de la mejor calidad posible... y bueno, una vez que estás en el baile, no vas a aflojar! Uno siempre sueña con expandirse, pese a que el Fisco no alienta ese tipo de aspiraciones. Me encantaría lanzar otra web, con un contenido netamente de opinión, similar al de este blog, y con auspiciantes fuertes, que pongan la guita sin tenerme con vueltas. De más está decir que no todos van a estar de acuerdo con mi modo ver o analizar los hechos, por eso es un desafío.

 Hay un dibujante o ilustrador que cada tanto me manda un mail preguntándome si estoy interesado en su trabajo. La verdad es que me interesa lo que hace, pero no puedo pagarle, como tampoco a toda la gente que durante este tiempo me ha enviado un CV para sumarse al equipo. Si no puedo pagarle a alguien el sueldo que se merece y en blanco, lo mejor es sincerarse y decirle que no. Porque yo también pasé por lo mismo y toda la vida me "negrearon". Sólo cuando estuve ejerciendo la docencia laburaba en blanco, obviamente, porque era el Estado quien pagaba. Ahora soy yo quien todos los meses debe abonar el Monotributo para tener una obra social pedorra y en un futuro, una jubilación que seguramente será la mínima. 

Qué les puedo decir... aunque me queje, todavía sigo con las ganas de escribir, de conseguir la primicia, de "ganarle" a la competencia (con ética, lícitamente), de lograr entrevistas que el resto no tiene... Sin falsa modestia, es así. Y cuando otro medio consigue una buena nota, se lo merece, me parece bárbaro y son las reglas del juego. Lo que más me interesa es ampliar el mercado publicitario, y respecto a ese temaa no voy a entrar a discutir con nadie que no tenga interés, porque cada uno destina su dinero en lo que quiere. Para finalizar, sólo puedo afirmar que mis clientes reciben el mejor trato posible, que siempre estoy dispuesto a conversar con ellos o renegociar una tarifa, y que mi objetivo es que vendan lo más posible. Ellos deben sentir que el aporte económico les da resultado, y pongo a disposición todos mis recursos para que lo puedan concretar. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 



27 de julio de 2022

Encontraron el rumbo o sólo están "haciendo tiempo"?

Mitad de semana con lluvia en Lobos. Lo que resta de estos 7 días aparentan ser más tranquilos. Como he mencionado otras veces, cuando el dólar baja o se mantiene estable, deja de ser noticia para los grandes medios, es algo que ya no me sorprende. Cualquier país subdesarrollado y dependiente como el nuestro debe enviar señales claras a los mercados internacionales para que las cosas a nivel interno se normalicen, y eso fue lo que no se había hecho hasta ahora. O si se hizo, no dio los resultados esperados, porque Guzmán era un ministro con vocación dialoguista pero muy resistido dentro de sectores del propio oficialismo. Su renuncia detonó la crisis, pero esto ya venía de mucho antes. 

 Sin embargo, lo fundamental es brindar garantías de gobernabilidad. Si me preguntan a mí, hasta diciembre de 2023 queda un largo camino por recorrer y esta gente no sé si se la va a bancar. Viéndolo de un modo optimista, si logran perfilar la economía, no tendrán mayores complicaciones, aunque el actual será recordado como un gobierno mediocre y sin grandes logros. Básicamente, no hay que tener un doctorado para saber que, si no sos creíble ante los que tienen los dólares para financiarte, no te darán un centavo.

 La Argentina no es un país que brinde condiciones a las empresas para invertir, menos aún si son multinacionales, porque tienen muchos destinos más sólidos y previsibles antes que venir a parar aquí. Hasta Uruguay hizo pública su aspiración de abandonar el Mercosur para gestionar tratados comerciales con China u otros países que les reditúan más que nuestro bloque regional. Argentina está completamente relegada en casi todos los sentidos: Inflación alta, défícit fiscal, balanza comercial desfavorable... Para hacerlo sencillo, podríamos decir que el Estado gasta más  guita de lo que entra y se engaña a sí mismo emitiendo pesos para paliar ese agujero. La moneda se devalúa rápidamente, y por lo tanto, con los pesos argentinos no se puede comprar casi nada, los únicos que pueden venir acá y llevarse de todo son los turistas brasileños. 

Después del estallido de hace dos semanas, se va normalizando el abastecimiento de los bienes básicos, pero lejos aún de reunir condiciones que permitan una compra normal, sin restricciones de stock. Por ejemplo, hasta ahora la mayoría de los supermercados, salvo los chinos, tienen un tope de dos o cuatro unidades por persona. Esto aplica para la harina, el azúcar, papel higiénico, y otros productos básicos. Tanto que demonizábamos a Venezuela, con Chávez primero, y con Maduro después, y terminamos casi de la misma forma. 

Ahora lo que deben hacer, apelando a la metáfora, es ir regulando el combustible para que el auto no se detenga antes de 2023. Porque si no pueden contener a tiempo otra posible devaluación, se pudre todo y ahí sí va a ser un "sálvese quien pueda". No te van a alcanzar las cifras para calcular el dólar blue si seguís creyendo que diciendo gansadas por televisión podés gobernar. A Fernández lo están haciendo pedazos. En parte, yo coincido con que no es un tipo muy expeditivo o de decisiones firmes, pero con CFK respirándote la nuca, debe ser bastante jodido tener un margen mínimo de autonomía. Y así como hay que dar señales de confianza hacia afuera, tiene que ocurrir hacia adentro. El oficialismo se encamina hacia una derrota segura el año que viene. Renunciar o entregar el Gobierno antes, sería para el kirchnerismo como cavarse la fosa, porque estarían haciendo explícito y a la vista de todos, su incapacidad para gobernar. Milei no tiene peso territorial fuera de CABA y algunos distritos puntuales, todavía le falta si es que pretende ser presidente. Yo no lo votaría, es un payaso, y la mayoría de las medidas tipo "shock" que anuncia por TV sin inviables. Lo que sí es posible, es que el próximo que venga, dolarice, y se termine con la joda. Nuestra moneda pasaría a ser el dólar, y el Banco Central, por ende, estaría casi al pedo. Suena descabellado, pero a más de uno de los que tienen chances se le ha cruzado por la cabeza, sólo que no te lo van a decir abiertamente. En otra nota creo que me refería a los pro y los contra de una medida tan drástica, que es casi igual (en los hechos) al 1 a 1, sólo que el dólar quedaría respaldado por su propio valor por ser la moneda única de curso legal y la inflación bajaría rápidamente. Fuera de eso, no le veo mayores ventajas. 

Pero de una u otra manera, para que todo ese proceso pase, habrá que esperar, si es que alguien agarra este fierro caliente. 15 meses es mucho tiempo, y aunque no siempre sirve hacer futurología, pienso que la clave va a ser en el verano de 2023. Porque la crisis energética la vas a notar en esa coyuntura si es que nos toca otra ola de calor de dos semanas como la de este año. Esto significaría un gran quilombo y por supuesto, nadie se va a hacer cargo, como es el estilo de los funcionarios argentos. Calor + falta de luz + bolsillos flacos + inflación...bueno, el resultado es previsible, basta con sacar conclusiones. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 




24 de julio de 2022

Jugar para ganar o perder?

Domingo por la noche en la ciudad. Recuerdo una vez, que le estaba relatando a un amigo un asunto personal, y cuando terminé de contarle lo que me había sucedido, me dijo: "Lo que pasa es que vos tenés baja tolencia a la frustración". Creo que esa persona no me conocía bien, o soy yo quien no me termino de conocer. ¿Baja tolerancia a la frustración? Me ha pasado de todo en la vida, situaciones sumamente frustrantes, y aún así, sigo adelante. Por supuesto que lo digo sin ser un ejemplo de nada. Tuve que cambiar de rumbo un montón de veces, pese a que cualquiera que me vea tenga la sensación de que siempre hago lo mismo, laboralmente o en el orden que sea. 

El tema es que hay dos palabras que están muy ligadas: frustración y humillación. Una trae como consecuencia la otra, aunque no siempre. La insatisfacción y el fracaso frustran, y si yo emprendí algo que resultó mal, busco otra cosa. No me interesa que sea visible para los demás sino que me haga sentir mejor, o que voy progresando en algún aspecto. Muchas veces he pensado en ampliar el espectro y estudiar una carrera, o buscar un laburo que quizás sea más rentable, pero el periodismo me insume una carga horaria importante, y no podría hacer dos cosas al mismo tiempo. Ya lo intenté y no me salió bien, porque había una conferencia de prensa a determinada hora y tenía que estar cursando. Tendría que tirar por la borda lo poco o mucho que alcancé en casi 20 años. 

Hay momentos en que el miedo o la incertidumbre te paralizan. Sin embargo, debemos avanzar como se pueda. Porque todo sirve para aprender, sin prejuicios. Y hay aforismos falsos, como aquel que dice "el que no arriesga, no gana". Somos seres racionales, por lo tanto, pensamos lo que vamos a hacer, si no cualquiera se tiraría del precipicio. Esto va más allá de la coyuntura, siempre hay que barajar las posibilidades antes de lanzarse a un proyecto, inclusive quienes aseguran no hacerlo y "sacan chapa" de ello, tienen una planificación mínima. No importa si hay plata de por medio, no es así en todos los casos. Los horarios y la forma de organizarse es crucial cuando ya tenés determinada edad. Si tuviera 20 o 30 años, pensaría diferente, pero las cosas son como son. 

Una cosa son los juegos de azar, porque existe una posibilidad de que ganes un premio. Obviamente, de no ser así no apostarías. Pero "jugar para perder", es autodestructivo. Pensás que con lo que hiciste es suficiente porque estás cansado de todo. Es posible que hayas concretado muchos logros, pero si no te podés quedar en eso no dormirte en los laureles.

Jugar para la derrota, es esperar que alguien, un líder espiritual o un chanta cualquiera, venga a golpearte la puerta de tu casa para decirte qué tenés que hacer con tu vida. Eso nunca va a ocurrir. Vos sos quien tenés que decidir. Seguramente no tendrás muchas opciones, y te encontrarás entre la espada y la pared. Pero vas a tener que elegir. Porque hay decisiones que no pueden esperar.

Todo lo que describí en los dos párrafos anteriores te lleva a perder el entusiasmo por las cosas que antes te gustaba hacer. Ver una película, tomar unos mates, leer un libro o lo que sea. Sos consciente de que estás siendo tu propio enemigo si no actuás de una vez.  Al principio te va a costar reanudar el ritmo, pero tenés dos opciones: o salís a la calle a ver qué está pasando, o te quedás encerrado entre cuatro paredes. De más está decir cuál es la alternativa más aconsejable.

Pero quizás, lo más importante, es comprobar con qué rapidez compramos algo y nos arrepentimos, porque nos quisimos dar un gusto pese a que sabemos que tal vez hay cosas más importantes. Es parte de la lógica del capitalismo. Si las cosas duraran 30 años, no habría a quién venderle productos nuevos. Nunca pensé que un televisor pudiera ser plano y con pocos centímetros de espesor, y sin embargo hoy eso es real. Un celular que detecta tu huella digital y se enciende, también es real. Lo más paradójico de todo esto, es que la gran mayoría de los argentinos vive en la pobreza, lo cual aumenta las posibilidades de que te caguen a palos o de amenacen con un arma para robarte un celular, la poca guita que llevás encima, o un par de zapatillas. Pero estoyo convencido de que en algún momento se terminará esta locura, y empezaremos a pensar en que consideramos realmente esencial: el placer de compartir un momento con amigos o en familia, sin importar lo que haya en la mesa. Punto final.


22 de julio de 2022

Plantearte tus propios límites

 Si viviéramos en Buenos Aires, donde te cobran entrada para casi todo y los pocos espectáculos gratuitos que se ofrecen son malísimos, la situación sería mucho peor. Acá en Lobos, en esta burbuja de 40 mil y pico de personas, continúa habiendo varias opciones interesantes para aflojar con el estrés sin gastar nada. Seguramente tenés una bici, y no importa en qué condiciones esté mientras funcione. Ir a dar un par de vueltas al Parque en bici o dar una caminata, nunca viene mal. El tema es "activarse" y salir de la madriguera, que no es nada fácil. De hecho, no lo es para mí tampoco. El silencio puede ayudar a desconectarte, o bien provocar el efecto inverso, es decir, que te pongas a pensar en todos los problemas y preocupaciones que te agobian. Por lo general, si estoy haciendo algo para mi laburo, necesito del silencio para concentrarme: Más de una vez decido apagar la radio y sólo la vuelvo a encender cuando concluí lo que tenía que hacer. Claro que en ese caso lo hago porque quiero que el texto salga lo más prolijo posible, y para lograrlo no puedo distraerme. Ese mismo hábito lo aplicaba cuando estudiaba, leía las fotocopias y trataba de comprender lo que el autor/a quería expresar, todo lo demás podía esperar. Así y todo, no siempre me salía bien, es prueba y error. 

Y este fin de semana, sé que tengo que bajar un cambio sí o sí, porque estuve bajo mucho estrés y presión, por todo lo que ha pasado y que es de público conocimiento. A eso se sumó que no hubo demasiado material para escribir notas, y no fue la mejor combinación que se podía dar. No voy a volver a despotricar contra nadie, lo único que podemos hacer es seguirla peleando día a día. Siempre tuve en claro que si uno se deja estar en un limbo, nadie va a hacer las cosas por vos, nada se construye como por arte de magia. Hay quienes pueden avanzar más rápidamente porque tienen el viento a favor o las condiciones apropiadas. Respecto a eso, yo no pienso en los demás, me limito a hacer lo que puedo y si surge algún desafío nuevo, la profesión que elegí es ideal para asumirlos plenamente. Y hay algo que debo destacar, una breve mención de la actualidad: Cada cual podrá reaccionar como quiera o pueda, pero yo no voy a permitir que la hijaputez de estas lacras que nos gobiernan nos sigan sumiendo en un estado de zozobra y alteración, Ya tuve bastante con eso, por lo tanto decidí dar vuelta de página y que pase lo que tenga que pasar, porque de todas maneras lo único que represento para el Gobierno es un voto, un número y nada más. 

Todos esos señores que se jactan de tener Masters de Economía en Harvard y otras universidades prestigiosas, cuando llegan a ser ministros no saben para dónde recular ante la primera crisis. Más muestra de la incapacidad que esa, no debe haber. Como sé que nada se puede esperar de esa gente, seguiré adelante como lo venía haciendo, porque para mí ya ha sido suficiente estar casi una semana sintiéndome mal por lo que se avecina, por mi propia economía doméstica, y muchas cosas más. Nos estamos viendo pronto, y no permitamos que estas basuras vestidas de traje que frecuentan los despachos oficiales logren desmoralizarnos. Punto final. 

Tenemos que dar vuelta de página

Viernes al mediodía en la ciudad. Continúo trabajando, y tratando de procurar la calma ante lo que estamos viviendo. Espero poder sostener este status de tranquilidad ante una situación inédita en la historia reciente del país. Hoy, por fin, una empresa que tengo como cliente me pagó lo adeudado, y lo primero que hice fue... ¡Pagar lo que yo debía a otras personas! ¿Por qué lo hice? En primer lugar, porque es lo que corresponde, y además porque cuando finamente podés saldar una deuda, del monto que fuere, en muchos casos te cobran al precio vigente en ese momento, no al que existía cuando vos compraste en cuenta corriente. Mi prioridad ha sido siempre pagar todo lo que sea posible, entre ellos los gastos fijos, porque lo que menos pretendo es quedar en medio de una situación donde no haya precios de referencia y yo deba pagar un valor que no es el real, sino que se aumentó arbitrariamente para compensar la devaluación. 

Y cuando llegamos a estos días de furia, hay algo que no ha perdido su valor  ni su legitimidad: La amistad es un concepto mucho más arduo de abordar que el de una relación de pareja. En un noviazgo, lo normal es que dos personas se conozcan, se enamoren, eventualmente se casen o tengan hijos, y listo. Ser amigo/a de alguien, implica aceptar las "bases y condiciones", esto es: aceptar al otro tal cual es. Si no te agrada su manera de ser, das media vuelta y te vas. Esto en los matrimonios no suele ocurrir, porque los cónyuges se soportan mutuamente y así pueden permanecer 30 años o más, mientras piensan en la universidad y el futuro de sus hijos, o juegan con sus nietos. 

Sentarse a tomar un cerveza con un amigo, por el contrario, no implica nada de lo expuesto anteriormente. Es más libre, y al menos que sean diferencias insalvables, al cabo de un tiempo tratás de reconciliarte, porque tu mejor amigo te conoce mejor que nadie, y vos a él. Lo que pasa es que está todo tan distorsionado, que las relaciones interpersonales son cada vez menos sólidas, que es muy difícil pensar que alguien pueda sentir cariño o admiración por otro por un tiempo duradero. Y si bien es cierto que uso el WhatsApp y todas las boludeces que la tecnología nos impone, no hay nada mejor que tomar unos mates, hablar sin rodeos de lo que te pasa, pedir un consejo antes de tomar una decisión complicada, porque esas son las cosas que te hacen sentir libre de expresarte sin miedos. Si estás pasando una mala racha, quizás los amigos de fierro no puedan prestarte dinero porque están igual que vos, pero sí harán todo lo posible para no dejarte en bolas.

 Esos gestos son invalorables, y surgen necesariamente de la confianza. Lo último que se me ocurre decirles antes de dar por concluida esta nota, es que una mateada con un amigo es mucho más terapéutico y catártico que encender la tele, porque durante un largo tiempo, no vas a encontrar ninguna noticia alentadora, de manera que algo tan básico como presionar el control remoto, está lejos de ser una experiencia placentera o con ánimo de distensión. Hay información todo el tiempo, de las secciones y tópicos más variados, lo que pasa,  sencillamente porque es que lo que vemos en lo cotidiano ha perdido su condición de "invisible" y se muestra como una cruda realidad que se expande como una mancha de tinta y parece imposible de soslayar. El factor sorpresa (por lo general, ingrata y angustiante) es lo que domina la economía doméstica. Pero vamos a seguirla peleando, no tengan dudas de eso. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

21 de julio de 2022

Nada más que decir

 Trato de no pensar (o de no enroscarme), por eso no he escrito nada en los últimos días. Lo que está pasando me supera totalmente,no hay nada que yo pueda hacer para mitigar el impacto.

La verdad, nunca una crisis me tocó tan de cerca, ni siquiera la de 2001, porque yo en aquel momento era mucho más joven e indiferente a lo que ocurría. Lo que estamos viendo ahora es que cada día tenemos un despertar peor que el anterior. Avanza arrasando con todo a su paso. El final es incierto, pero obviamente no terminará de la mejor manera. 

Ahora son los peronistas los que insinúan a los macristas un acuerdo para cogobernar, una vocación dialoguista mal disimulada que persigue como objetivo no asumir toda la responsabilidad que les cabe. Desde luego, desde la vereda de enfrente se negaron a aceptar una petición de ese tipo, como hicieron los peronistas cuando el barco de De la Rúa se hundía y el ex Presidente lanzó un llamado a un acuerdo social. Hace rato ya que no lo nombran a Macri, quizás porque comprendieron que el rédito político que le otorga es nulo. La puja es hacia adentro, criticando con dureza a Guzmán por haber renunciado cuando la realidad es que el ex Ministro había agotado todas las instancias posibles. No le perdonan que haya acordado un entendimiento con el FMI, único camino posible para no caer en default, algo que si todo sigue como hasta ahora, terminará ocurriendo otra vez.

El desconcierto en que vivimos es absoluto, no sólo por los precios. Las medidas que pretenden tomar los funcionarios son demasiado tibias, acá hay que aplicar una política de shock, pero no para dinamitar lo poco que queda de la clase media, sino para poner fin a la especulación que ellos mismos están alimentando. Este año hubo una cosecha récord de soja, sin embargo, los grandes productores no liquidan los dólares porque saben que aumentará y que el escenario es muy turbulento.  

Podríamos autoengañarnos y pensar que está todo bien, o que esto pasará, pero las evidencia son demasiado claras como para sustentar un relato optimista. El peronismo acepta negociar con los opositores cuando está con la soga al cuello, de lo contrario los desprecia. Jamás va a concederle méritos al ocasional adversario. Pero acá pensar en el peronismo como problema en sí es un error, lo que debemos repudiar es la inmoralidad y el desparpajo en que se manejan. Lo único que los importa es salvar la ropa, y como suele decirse, "el último que apague la luz". 

Hablando de luz, en lugar de complicarle la vida a la gente con ese formulario de mierda, hubieran aumentado las tarifas a un nivel módico (15 o 20 %), y listo, después de forma progresiva eso se podría ir revisando. Mientras ellos se empeñan en seguir destruyendo al país, yo y el común de la gente tenemos que seguir viviendo con un puñado de billetes que van perdiendo su valor de un modo vertiginoso y frenético. Ya no hay margen para una puja de poder en el oficialismo, porque cada uno hace la suya, y esa falta de decisiones claras se pone en evidencia en la histeria de Cristina y el autismo de Alberto. El vínculo entre ellos, que ilusoriamente muchos creyeron real, se rompió tan pronto como la Vice empezó a marcarle la agenda a un Presidente que ostenta ese título de un modo meramente decorativo. 

Hijos de puta, lo de ahora y los de antes. ¿Acaso merecen otro calificativo? Yo no tengo compromisos políticos con nadie y mi voto no es cautivo. La gente se caga de hambre y ustedes siguen sin poder cortar la joda del dólar. Cómo se ve que nunca fueron a comprar un paquete de fideos o de harina. Cómo se ve que la política es su medio de vida, y que desde hace años se vienen perfeccionando en el arte del robo y el saqueo. No sigan agitando con la grieta, esto es real, loco, ya no importa si sos del FDT o de Cambiemos. Ni Spielbierg hubiera escrito un libreto mejor, el ascenso y caída de un país que no puede salir del laberinto desde hace más de 50 años. 

Pero, como les decía antes, sea quien fuere el que esté en el Gobierno, yo voy a tener que ajustarme porque mi poder adquisitivo se redujo notablemente, como seguramente les sucede a ustedes, y lo más probable es que el próximo que venga, corte por lo sano e implemente una dolarización total, es decir, adoptar al dólar como moneda y sepultar definitivamente al peso. Aunque ninguno de los países que lo han hecho son desarrollados, es la solución más rápida y fácil que muchos ya están barajando. Lo que más me indigna es que esta gente llegó al poder con ínfulas de convertirse en reconstructores del país o salvadores de la Patria, y no son ninguna de ambas cosas. No son próceres, son inmorales y corruptos. Y por esas cosas del destino, cuando la típica viveza argentina nos dice "sálvese quien pueda", acá no se va a salvar nadie, excepto los que siempre tuvieron una posición económica de privilegio. Nos estaremos viendo pronto. Punto final. 

19 de julio de 2022

Libros y algo más

 ¿Por qué cuestan tan caros los libros, las entradas al cine, los discos, los abonos a los servicios de streaming, y demás cosas que nos hacen olvidar (al menos por un momento) de la realidad cotidiana? En principio es obvio que no se trata de bienes esenciales, y por lo tanto no son prioridad. Además de que estamos viviendo una crisis dónde todo está aumentando sin darnos respiro. No hay nada nuevo bajo el sol: si no tenés para comer, menos vas a pensar en todo lo que mencioné antes. 

Hace unos días estuve conversando con una bibliotecaria y me comentó que se les hace muy difícil adquirir los libros que piden los socios porque ninguno baja de $ 2.500. Sí, es así. Una locura, porque no sólo aumentaron los costos de impresión, sino el precio del papel. 

Desde hace algunos años están saliendo colecciones de libros con los diarios Clarín y La Nación, como hubo en su momento de autores consagrados como Soriano o Cortázar, a un valor accesible. Me acuerdo del comediante Jerry Seinfeld cuando decía (palabras más, palabras menos), que la gente tiene a los libros en su casa como si fueran trofeos: "¿Una vez que los leíste, para qué los querés?", ironizaba. Y en parte es cierto. En la tele, cuando entrevistan a un supuesto intelectual, el tipo está sentado con aire pensativo y con una abundante biblioteca personal de fondo. Si habrá leído esos títulos o no, nunca lo sabremos. 

 Lo que siempre sostuve es que los "best-sellers" rara vez son los libros que reúnen una calidad literaria aceptable. Son modas. Primero lo fue la novela histórica (un engendro horrible), luego la autoayuda, y más recientemente las novelas eróticas, orientadas sobre todo a un público femenino, como 50 Sombras de Grey. Por supuesto que cada uno tiene derecho a leer lo que quiere, pero son las propias editoriales la que libran una batalla (perdida de antemano) contra las fotocopias. Del mismo modo que la industria discográfica cayó derrotada contra Spotify o las descargas de archivos MP3. Y si te gusta incursionar en la tendencia de los discos de vinilo, una edición nueva no baja de $ 9.000. Olvídense de mí.

Otro problema surge con los herederos universales de un escritor fallecido, tal es el caso de María Kodama con Borges. Kodama eliminó de las reediciones todas las dedicatorias que el genial escritor había hecho a sus ex novias  o amantes (si las hubiere), y además impidió una traducción al francés de sus obras completas, de una editorial muy prestigiosa cuyo nombre no me acuerdo. Todo esto está documentado en el libro "Borges: esplendor y derrota", de María Esther Vázquez. En el caso de Cortázar, su obra ha sido respetada y sus escritos no tienen enmiendas, ni corrección alguna de las ediciones originales. Pero nunca me convence cuando salen ediciones de textos que encontraron por ahí y que son póstumos, porque el propio autor decidió no publicarlos en vida. Por algo lo hizo, porque la misma falta de convencimiento que tengo yo la tuvo él o ella, no consideró que merecía ser publicado. La industria editorial es un gran negocio, ellos no venden cultura, venden un montón de hojas con letras, y eso es todo. 

 Con Sábato sucede lo mismo, sus hijos han tenido el buen criterio de preservar los textos de la voracidad comercial. Hubo alguna controversia con el prólogo del "Nunca más", que supuestamente había escrito Sabato pero que en las ediciones más nuevas fue suprimido. Creo que se llegó a la conclusión de que no hubo prólogo alguno, pero para salir de dudas basta con constrastar una edición de los años '80 con una de 2006 en adelante. Ojalá, algún día, se respete la última voluntad, letra por letra, de aquellos escritores que aún hoy no dejan de sorprendernos por su calidad literaria. 

Firmar un contrato con los sellos de renombre, digamos, te hace un esclavo a escribir determinada cantidad de libros, por lo general cada dos años, por un tiempo equis. Y con la música pasa lo mismo, el autor cobra algunas regalías por SADAIC según sea la rotación radial que tenga su obra, y aparte de eso hay un contrato para grabar una cantidad determinada de discos. Si mueren antes de cumplir el trato, se hace un refrito de algo que ya salió, o se busca material sobrante. Yo esperaré recién hasta el año que viene para lanzar mi próximo libro, si es que están dadas las condiciones, porque hoy es iniviable, por los hechos que todos conocemos. Y lo fundamental, será sentir que pude superarme, que escribo mejor, y que no me arriesgué a la aventura de vender un libro, porque sería faltarle el respeto al lector. Nos estamos viendo pronto.

18 de julio de 2022

Comienzo de semana y recalculando...

 Lunes por la tarde en la ciudad. El comienzo de semana se presenta tranquilo, en parte porque yo mismo me propuse bajar un cambio ante varias cosas. Trabajé como siempre dentro de lo posible, anduve por los pasillos del Municipio buscando información, pero no conseguí nada relevante. Voy a insistir hasta poder conseguir una reunión con un funcionario que quiero entrevistar hace rato y que puede aportarme mayores novedades. Le voy a ganar por cansancio, voy a ir todos los días a sus despacho u oficina hasta que me reciban o me echen. 

Nos cuesta reconocer lo realmente importante, aunque esté a la vuelta de la esquina. Nos enroscamos demasiado para expresar cosas simples. No somos responsables de las cagadas que nos mandamos. Esos tres ejes me parecen positivos para ir trabajando sobre ellos. Nada es como se supone en la vida, y ese rasgo imprevisible tiene que ver con que no podemos controlar todo. Si pudiéramos hacerlo, hipotéticamente hablando, no habría lugar para el azar, ni para la sorpresa, sería un tedio. La gente actúa o se comporta como quiere, no como nosotros quisiéramos. Hay reacciones que parten de decisiones racionales y muy pensadas, y otras que se originan por mero impulso. Lo que sí tengo en claro, es que cambiar la forma de pensar y adaptarse a ir "remando en el dulce de leche", a lo que venga, no es algo que surja de un día para otro. Es un proceso. Vos podés levantarte un día cualquiera y decir "voy a cambiar mi vida". Quizás sea una expresión de deseo o si te la bancás -porque lograr el propio bienestar no es gratis-,  podés direccionarlo en algo concreto. Cada uno sabe, como decía antes que nos equivocamos y muchas veces, a un costo muy alto. 

Yo bien podría decirles, a título personal, que este lunes me puse todas las pilas para rendir en mi laburo mejor que nunca, que todas las jugadas me salieron bien, pero sería faltar a la verdad. Por supuesto que le puse ganas porque es la motivación que todos tenemos,  y que la pude pilotear lo que estaba dentro de lo posible, pero eso fue todo. Los días que vengan serán mejores, y si a esa vocación de darle para adelante le sumás el amor propio y la creatividad en un rubro que es súper competitivo, las cosas van a empezar a mejorar, y te explico por qué. El hecho de que vos te sientas mejor, te va a llevar a estar más atento respecto a muchas cosas. A estar "alerta", pero en el buen sentido, a recobrar el olfato propio del periodista, o en el caso de ustedes, de la profesión que hayan elegido. No importa a qué te dediques, en algún momento te vas a sentir estancado y tenés que asumirlo como algo normal. Nada puede estar todo el tiempo al 100 %, pero ese bajón es propio de un corto plazo. Todos sabemos que si se prolonga, termina en una depresión, que casi todos atravesamos en un determinado período de la vida, y el que lo niegue, no es sincero consigo mismo. Si muere un ser querido, cómo no te vas a deprimir? Si tenés que parar la olla y la guita no te alcanza para alimentar a tu familia, cómo no te vas a deprimir y angustiar a la vez?

Pero bueno, no es relevante trazar ejemplos sobre situaciones críticas que pueden conducirte a un determinado estado.

Básicamente, creo que deberíamos dejar de lado el famoso "el lunes empiezo", que es una paparruchada, pura cháchara. El clic no sabe de fechas. Podés empezar una dieta el lunes, o el martes, cuando sea. Podés comprarte algo lindo para vos y que hace tiempo anhelabas, aunque lo hagas un lunes cualquiera. No hay nada escrito. Y sí, hoy comenzamos una semana, y me parece que lo más positivo es sostener lo poco o mucho que alcanzamos durante los 6 días que restan. Nada se consigue de la noche a la mañana, y si alguna vez te pasa, nunca termina de la mejor manera o no lo vas a lograr sostener en el tiempo. Si hablamos de economía, en algún momento este temporal va a amainar (no sé cuándo), y cada cosa volverá a tener su precio, más caro o barato, como corresponde a cualquier comercio minorista. Para decirlo de un modo llano, es tiempo de dejarnos de joder, sin que suene ofensivo. Todo esto pasará. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  


17 de julio de 2022

Cómo darle valor a lo invalorable?

Sin que fuera una decisión predemitada ni mucho menos, dejé de ver noticieros nacionales. Hasta no hace mucho, les dedicaba 15 o 20 minutos por la tarde/noche, y desde luego que uno sabe la línea editorial de cada canal. Pero no fue por eso que dejé de verlos, sino porque los conductores son maniquíes estúpidos. Buscan bajar línea todo el tiempo, y yo ya estoy grande para que me digan cómo pensar. Por supuesto que puedo cambiar de parecer, pero no será por ver a dos boludos en la pantalla, sino por el propio peso de los hechos.  

No hay nada más cierto que aquel viejo adagio que reza: "La mona, por más que se vista de seda, mona queda". Es algo que lo vemos todo el tiempo, en particular en el comportamiento de los "nuevos ricos". No voy a entrar a indagar cómo hicieron la guita, porque es asunto de ellos. Lo primero que hacen, por supuesto, es cambiar el auto y elegir un modelo que impacte lo suficiente a fin de impresionar al resto. No importa que vivan en una choza, o que vivan en la casa de la madre, o que paguen alquiler: lo primero es comprarse el Audi o si no les alcanza para tanto, cualquier modelo tipo camioneta, esos nuevos lanzamientos que son facheros y que se denominan SUV. Ellos quieren el "cero", el cero kilómetro. Aunque muchas veces se parece demasiado a cero cerebro. Porque aquellos que supimos conocer al nuevo rico cuando no era tal, sabemos cómo es su pensamiento, y de qué agujero salió. Seguramente son los primeros en quejarse cuando aumenta la nafta. Hasta los políticos saben que la ostentación en tiempos de crisis pone a la gente de pésimo humor y los vuelve víctimas de insultos y de ligar alguna trompada. 

No me acuerdo qué entrenador de fútbol, creo que era el Flaco Menotti, o Timoteo Griguol, cuando los jugadores empezaban a cobrar plata grande, lo primero que les decía es que se compren un departamento y que dejaran el coche para más adelante. Habrá quienes le hicieron caso al oportuno consejo y otros que no, pero de todos modos, es útil para cualquiera que en estos tiempos turbulentos tenga guita para invertir. Se está construyendo bastante en Lobos, creo que es el rubro post-pandemia que más ha crecido. Desde reciclar casas antiguas, hasta otros arreglos que son de menor presupuesto pero que uno siempre trata de posponer hasta que se te cae un cascote en la cabeza. Un mantenimiento periódico sería lo ideal, pero como todo en la vida, cuesta encontrar un buen albañil que haga su tarea como corresponde y no cobre precios abusivos. Pero creo que me estoy yendo de tema.

Retomo el hilo: Estaba hablando de los noticieros, y mi única fuente de información, hoy por hoy, son los portales de Internet, y si por casualidad voy a algún bar, hojeo los diarios, porque aunque es lo mismo que vi ayer, siento que te predispone a leer de una forma distinta.

Yo escribo aquí por el sólo hecho de "despuntar el vicio", de sentir la satisfacción de que alguien me lea y pueda coincidir o no con mis ideas. Pero nunca me interesó obtener ningún rédito económico de esto. La aclaración vale, por el hecho de que a veces pasan algunos días sin publique algo nuevo, y entonces, para los que recién leen, les quería explicar. 

Dicho esto, la semana que viene habrá definiciones con las nuevas medidas económicas, todo este quilombo de llenar un formulario casi incomprensible para seguir conservando en tu hogar el subsidio a las tarifas, y la desconfianza mutua que reina entre los funcionarios de primera línea desde 2019. Porque algunos responden a Alberto (cada vez son menos), y otros a CFK. 

Como sostengo siempre, sería bueno que todo se diera en su justa medida: que se redefina el concepto de diario o "periódico" en papel antes de dejarlo morir lentamente, que haya material para publicar todos los días, y a nivel local no que se junten cuatro conferencias de prensa en un sólo día. Además de que no tiene sentido, uno no puede desarrollar demasiado lo que diga un determinado secretario o funcionario del rango que fuera porque es mucho lo que hay para desgrabar y el tiempo apremia. En Internet, quien no se acostumbra a tener actualidad y escribir rápido, pierde. Por otra parte, abrumar al lector con cuatro o cinco notas casi consecutivas no sirve, porque se van perdiendo en el diseño de cualquier diario digital y en consecuencia van perdiendo interés. Todos sabemos que un diario en papel o del formato que sea debe tener volumen y contenido, pero vos también tenés que elegir a qué segmento del público querés llegar. 

El último gran cambio que intentaron los diarios impresos fue muy simple: Formato tabloide, menos texto, y más fotos. Así, con una tipografía de gran tamaño le fueron dando una impronta más propia de una revista que de lo que se espera de un diario, con notas instrascedentes. Dentro de unos días nadie hablará más sobre los pumas en Villa Gesell, por ejemplo, que al final se terminó por demostrar que era uno solo, que el pobre animal se encontraba extraviado y que no presentaba mayor peligro para las personas si no era agredido. También pasará al olvido el supuesto militante social de quién sabe qué, que dijo que cobraba 2.000 pesos por estar en una marcha para joder y que le habían asignado el rol de "suplente". Todo lo que tenga como objetivo generar una reacción casi inmediata en la audiencia, si se trata de una boludez, ya lo descarto, porque ese pibe supongo yo que sabía que lo iban a "prender fuego" al instante por su confesión, si realmente es cierta.

Más de una vez algunos medios como Clarín, La Nación, TN o C5N, en el afán por obtener la primicia, difunden noticias equivocadas o con errores. Si es tendenciosa la información o no, no me preocupa tanto, porque para eso basta con aprender a leer o escuchar. Yo me refiero a errores evidentes, de cifras o porcentajes que no existen en ningún lado. O de leer un mismo párrafo dos o tres veces hasta comprobar que está mal redactado. Esto, al igual que difundir identidades falsas, se replica rápidamente en un pueblo chico, y ahí entra a funcionar lo que hemos denominado "la psicología del rumor": una vez que te escrachan, después es muy difícil reinvindicar el buen nombre y honor de una persona. Te condenan, te destruyen a vos y a tu familia.

 Ustedes recordarán hace unos años, en 2014, el episodio del motochorro que le intentó robar a un turista canadiense en el barrio de La Boca fue muy curioso, y bizarro a la vez, porque durante un tiempo el chorro pasó a convertirse en una celebrity, una estrella de la TV. Todo, claro está, gracias al periodismo basura de "Chiche" Gelblung, que le dio prensa a una lacra de debería estar entre rejas. En fin, podría seguir sobre este tema que en aquel momento me provocó mucha indignación, pero ya ha corrido bastante ahora bajo el puente, y tengo que ir a hacer una nota. Saludos, y punto final.

14 de julio de 2022

No insistir con aquello que no sirve

Hay que cortar, de una vez, con esa "comodidad" de que los demás decidan por nosotros. Y no hablo de las instituciones precisamente. Los representantes del pueblo, en una democracia, implementan leyes, decretos, políticas públicas que regulan diversos aspectos de la vida de nosotros, que somos los cortesanos, digamos. Pero aceptamos delegar esas facultades en las elecciones para los candidatos que cosechen mayor cantidad de votos. Sin embargo, yo pretendo referirme a otra cosa. 

Normalmente, en las redes, se puede bloquear a una persona porque hizo un comentario fuera de lugar, porque nos ofendió, porque se trata de una ex pareja que no queremos ni ver, o por el motivo que cada uno crea valedero. Y en las relaciones interpersonales es lo mismo: Para mí, "bloquear" a alguien es ignorarlo por completo como si ese tipo fuera transparente aunque esté a medio metro de distancia. Lo hago porque sé que nada bueno puede provenir de ese sujeto o porque tuvo una actitud poco respetuosa conmigo. Por supuesto que son una minoría, al común de la gente le retribuyo el saludo, acepto el diálogo y  todo lo que es propio de las buenas costumbres. Con alejarse de esa gente de mierda ya es suficiente, pero no hacerlo por cobardía o temor, sino porque nada positivo podés obtener de ellos. Son los famosos "pacaidistas", que aprovechan la ocasión propicia para chuparte la sangre como los mosquitos. Claro que ellos siempre supondrán que son más vivos y ventajeros que vos, cuando en realidad son unos pobres idiotas que nunca tendrán el placer de haber hecho algo de creación propia, viven imitando y copiando. Y lo peor es que lo hacen mal. Es decir, los resultados que puedan obtener no serán nunca superadores a aquel que salió al ruedo con una propuesta original, creativa, novedosa. 

Pero las personas que prefiero evitar, no se reducen sólo al ámbito laboral, o profesional. Están los trepadores que les chupan las medias al superior de turno porque creen que así alcanzarán una futura posición de privilegio, que serán tenido en cuenta para un puesto jerárquico. No lo sé, yo puedo ser incapaz de muchas tareas domésticas porque nunca me las propuse más allá de la higiene y la limpieza que tiene que haber en cualquier lugar. Pero en lo que hago como medio de vida, no podría ser un mediocre, en principio por los lectores, y además porque yo mismo me sentiría mal, estancado, al comprobar que no se me cae una idea.  

La gente está tan loca que sigue discutiendo las causas del desabastecimiento en Lobos. Ayer polemicé (no discutí, porque es una palabra que le queda demasiado grande) con un idiota fundamentalista que buscaba agitar y armar quilombo en el Facebook de mi diario, hasta que me cansó y lo borré del mapa (o de las redes, para ser más concretos). Que le escriba al Papa, en la fanpage no hay lugar para agresiones hacia mí ni hacia los otros que comentan dentro de los límites de la libert de expresión. Por la pantalla del celular todos son guapos, hasta que los conocés personalmente y arrugan.

El tema en disputa era el siguiente:  Es real que muchos negocios sólo aceptan venderte una cantidad limitada de mercadería, por ejemplo, dos unidades por persona. Y también es cierto, que si vos te llevás 15 kilos de harina o de azúcar porque querés anticiparte a una nueva remarcación, te importa un carajo el que venga después a comprar un mísero paquete y encuentre la góndola vacía. La cuestión es quién está especulando más, porque todos lo hacen. Desde la fábrica, pasando por el mayorista, hasta el consumidor final. Nadie quiere perder guita, y es lógico. Pero no estamos en la época de Alfonsín, con la hiperinflación, que vos tratabas de llevarte todo lo que podías porque tenías a la maquinita remarcadora respirándote la nuca.  

Respecto al comportamiento de la sociedad en sí misma, tampoco me gusta que me vengan con chusmeríos o puteríos. Si vos me contás algo humillante o gracioso que hizo otra persona, puede que me cause gracia, pero yo no voy a contribuir a propagar esos rumores porque no me interesa hacerlo Lo escucho y nada más. Distinto sería la cosa si me estás tirando información, un rumor confiable del mundillo político local, que debe ser data precisa, para no cometer la torpeza de caer en el famoso "pescado podrido". Mi relación con el común de los vecinos tiene diferentes niveles según la confianza que tenga con ellos. Si voy al supermercado del chino, le compro, le pago y me voy. Menos de 5 minutos. Pero si un amigo que hace mucho tiempo que no veo viene de visita, es otra cosa. 

Me ha sucedido que me he encontrado de pura casualidad con gente querida que no veía hace, por lo menos, 10 años. ¿Y qué pasa? No sabés que decir, porque hace tanto tiempo que le perdiste el rastro, que para ponerte al día (si es que te interesa), tenés que estar dos horas hablando de esto o de lo otro.

Pero lo que voy a relatar a continuación no es ese tipo de casos. Hace unos días, Rodrigo, un amigo de la infancia, compañero de toda la Primaria y que actualmente vive en Río Gallegos, llegó a Lobos aprovechando que le había quedado un pasaje de avión disponible. La verdad es que tomamos unas cervezas y lo pasamos muy bien, porque además ya no estamos para recordar lo que hacíamos hace 30 años o más cuando éramos chicos. La conversación se centra en ponernos al día de nuestras vidas, trasunta por otros temas. Estos encuentros pueden extenderse por varias horas, o te vas dando cuenta de que no da para tanto. Lo importante es percibir el momento justo en que es necesario dejar la charla o como le gusten llamarla, para continuarla en un futuro. Y si estás con un amigo que hizo más de 3.000 km para estar en Lobos y tuvo la generosidad de avisarte para ese placer de compartir una charla, mejor guardar las quejas o las pálidas para otra ocasión, salvo que esa misma persona se refiera al tema en un determinado momento. 

Pero como dije en una nota, juntarte con amigos para hablar de lo mal que está todo, o de que alguno qiere irse del país porque no se banca lo que está pasando, no conduce a ninguna parte, porque no va a ser una reunión distendida, con humor, con espíritu positivo. El clima se va a tornar pesado. Debe ser, por el contrario, "el sabor del encuentro" , como decía el famoso slogan de cerveza Quilmes. Todo lo demás dejalo de lado, no te pongas denso ni hinchapelotas, y te lo dice alguien que más de una vez incurre en esas actitudes. 

Hay cosas que son imposibles de obviar porque su incidencia en nuestra vida impacta de lleno. Si no hay plata en el bolsillo, no hay posibilidad de ir a un bar a tomar una café o una gaseosa, y ni pensar en comer un asado en una parrilla. Pero todo se puede arreglar, porque en ninguna casa argentina falta la yerba, ni en crisis ni en épocas de prosperidad. Un poco de yerba, agua caliente, y ya está. Cuando la guita no abunda, hay que ajustarse, desde luego, porque quizás el almacén de la esquina pueda fiarte alguna cosa, pero no lo va a hacer eternamente, y comprar cosas caras para aparentar es algo que siempre rechacé, me produce bastante malestar que la gente haga eso. Si sos pobre, no tenés de que avergonzarte, porque casi el 50 % de la población del país está igual que vos. Ojo, no es un consuelo, es una realidad basada en números, y detrás de cada número, hay personas. El día que entendamos esto, estoy convencido de que muchas cosas comenzarán a cambiar. Punto final. 

12 de julio de 2022

Evitá quedar como un boludo

Si hay algo que aprendí en todos estos años, es que el periodista nunca debe ser el protagonista de la noticia, sino aquel que la relate o la transmita con su impronta, si es que cabe. No es necesario lucirse haciendo preguntas que quieran parecer inteligentes, porque el riesgo que se corre es que el entrevistado te responda de un modo totalmente opuesto al que pensabas, con lo cual te descoloca y el que queda en ridículo sos vos.  

Cuando entrevisto a alguien, siempre tengo en claro que no debe ser objeto de discusión una opinión o apreciación personal que mi interlocutor haga, porque es un juicio de valor sobre sí mismo. Un ejemplo burdo: Si le gusta el color azul, o el verde, le gusta y punto, ¿qué tengo que agregar yo? Pues nada, porque lo único que está haciendo es expresando una preferencia que además tampoco es relevante. Esta profesión tiene muchos trucos o secretos que uno va asimilando, y que no revelaré. No lo haré porque son cosas que yo mismo fui creando y adoptando, no por "avivar giles" como erróneamente alguien pueda pensar. 

 Retomo lo que decía sobre las entrevistas: Es totalmente distinto cuando ese sujeto es invitado sobre un tema que genera controversia porque es de interés público y él está involucrado en ese hecho, ahí sí corresponde hacerle ver que no coincido con lo que hizo o dejó de hacer, pero nada más que eso, porque en definitiva, son los lectores o la audiencia quienes juzgarán si ese político o dirigente tuvo una expresión acertada. Si no aprendemos a escuchar, menos elementos tendremos para cuestionar algo que dijo un tercero. Polemizar sobre cuestiones de escasa importancia es una "chicana", como suele denominarse, y trato de no caer en la trampa. La habilidad discursiva que tienen algunos les permite estirar una respuesta cinco minutos sin decir nada en concreto, y si te das cuenta de eso a tiempo, hay que repreguntar del modo más fino y acotado que sea posible. 

Hay una gran responsabilidad que los periodistas tenemos ante la sociedad, porque si dejamos todo en "stand by" y no indagamos, o no escarbamos lo suficiente, es obvio que la información será muy probre. Llegás a tu casa con el grabador, te ponés a escuchar la nota que hiciste con Fulano, y te envolvió como un panqueque. 15 minutos de audio sin decir nada. Frustración total, al caer en la cuenta de que son muy pocos los datos precisos que se pueden extraer de ese diálogo.

Por supuesto, lo que es importante para uno, bien puede resultar intrascendente para otro. El periodista que abusa de protagonismo ya lleva las cosas a un nivel de megalomanía, quizás porque le hicieron creer que era bueno en lo suyo, o lo que sea. No es extraño, entonces, que pretenda imponerse sobre quien aceptó de buena fe ser entrevistado. Yo no soy vocero de nadie ni me considero formador de opinión, porque esos "trajes" les quedan a medida a los bobos que vemos todos los días por los canales de noticias. Si alguna vez hiciste psicoanálisis, vas a notar que el psicólogo te deja hablar y no pregunta demasiado, hasta en un momento inesperado te hace una acotación filosa y efectiva que te desarma por completo todo ese "speech" con tenías preparado antes de ir a la consulta. Muchas veces pasa algo parecido en el periodismo. Si el entrevistado no está distendido o se muestra a la defensiva, uno debe demostrarle que nadie lo va a agredir, y que puede decir lo que quiera salvo que caiga en algún insulto o exabrupto. Existen, por suerte, periodistas admirables que van manejando el ritmo del reportaje como directores de orquesta, o como los toreros, que en el momento justo, clavan la estocada. Es la profesión más apasionante que existe y no la cambiaría por nada, podría hacer otras cosas paralelamente, pero no me imagino desligándome totalmente después de haber desandado un camino en el cual nunca terminás de aprender y conocer a la gente y sus reacciones. Si vos sos aburrido y previsible, vas a recibir lo mismo a cambio, porque te vas a quedar en la zona de confort. No siempre se puede ser creativo, existen preguntas que son obvias y esa obviedad hace que no puedan ser eludidas. 

Y para finalizar, no hay que subestimar a la gente. Hasta no hace mucho, cuando alguien abordaba un tema complejo, de medicina por ejemplo, el periodista decía: "¿Para que la gente entienda, nos puede explicar X cosa?" Y en realidad la ignorancia no es de la gente, es tuya, sólo que no querés quedar en evidencia. Si alguna vez tenés la oportunidad de hablar con alguien reconocido a nivel mundial y no te tomás el trabajo de averiguar todo lo posible acerca de la obra de esa persona, vas a quedar como un boludo y vas a pasar un papelón. Por eso no podés mandar a un pibe de 20 años a entrevistar a un neurocientífico, por citar un caso. El tema es interesante y da para largo, pero lo dejamos acá. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

10 de julio de 2022

Rompan todo

¿Estamos tan mal como nos parece, o es solo una ilusión? ¿Podemos pensar en que viene algo peor? Y una pregunta crucial: Además de votar, ¿Hay algo más que estemos en condiciones de decidir? Muchos interrogantes para una sola nota. Dejamos atrás una semana con mucha tensión, y ahora nos toca afrontar una nueva etapa, una más de un ciclo que nos tiene a los saltos y sin saber cómo reaccionar. Si el mandato de Presidente durara de 6 años como era antes de la reforma de la Constitución, ninguno de los que han pasado hasta ahora llegaría a cumplir con ese período, ya sea porque la gente lo echaría antes, o porque ellos mismos se quedarían sin respaldo político y tendrían que renunciar. 

A veces tenemos la amarga impresión de que nada, nada en absoluto de lo que hagamos es suficiente. El esfuerzo que le ponemos a las cosas, las ganas, no alcanzan. Cada día le dedicamos más tiempo al trabajo o a capacitarnos, y no vemos resultados positivos. Los que tienen que tomar decisiones clave son ineptos, es una puja de poder que no parece tener fin. En cambio, nosotros la peleamos con las herramientas que tenemos a mano, pero es como tener un garrote de madera frente a un arsenal de ametralladoras. ¿Cuándo habrá una buena noticia? Yo mismo como periodista, lo que más quisiera es brindar cada tanto buenas noticias, que demuestren una evolución de este pago chico, que nos hagan pensar que no estamos estancados en el barro. 

Para hacer política hace falta plata, no hay otra manera de sostener una campaña. Pero todos sabemos que el poder seduce más que el dinero una vez que accedés a una determinada posición. Por eso "House of Cards" fue un gran éxito comercial, porque desnudaba el pensamiento de quienes manejan a las masas de la manera más infame. Y quiénes están detrás de CFK y de Fernández? Ellos por sí solos no podrían movilizar multitudes para un acto político, es decir, que hay agrupaciones que son afines a ambos bandos. Cualquier persona con sentido común sabía de antemano que Cristina quería tener la sartén por el mango y manejar todo, pero lo que estamos viendo supera cualquier presunción, porque nunca nadie se animó a ir tan lejos, elevando las cosas a un límite que se lleva puesto todo por delante. Esta gente está desquiciada, no desde ahora, sino desde que lanzaron esta fórmula presidencial creyendo que cogobernar sería sencillo, y que terminó triunfando en las urnas porque previamente nos gobernó otro inútil e inoperante como Macri. 

La política actual se construye con recursos que son profundamente inmorales, y alguien podrá decirme que siempre fue así. Lo que pasa, es que "nosotros renegamos del chofer una vez que le damos las llaves del auto", por así decirlo. A joderse. Néstor K. quería llegar a su segundo mandato en 2011, pero murió antes de lograr esa aspiración. Todo ello hace que no podamos analizar el escenario actual con precisión, porque nunca vimos algo parecido, que el Presidente y su Vice se peleen y discutan en público, ya sin ningún filtro, librando una batalla que poco tiene de épico y que presenta un mayor espíritu destructivo que de otra índole. Destruir al adversario, aunque -teóricamente- sea del mismo palo. 

Mientras tanto, bregamos por la vida que queremos construir y que se va consolidando a diario, con aspiraciones sencillas. En poco más de un mes, veremos cómo los días se alargan, se estiran, se elongan... comenzamos a ver bellas señoritas caminando por la calle con calzas o joggings, los pibes se juntan a matear en la Plaza hasta que cae el sol...  estamos en pleno invierno, lo sé, pero somos nostálgicos de la primavera. Nunca se ha podido dotar de un predio al aire libre de determinadas funcionalidades, sin que sea víctima del vandalismo, de hecho, ustedes recordarán que hace unas semanas se robaron 400 metros del cableado eléctrico en el Parque. Es una estupidez que nunca voy a entender, porque eso hay que reponerlo y lo terminamos pagando todos. Cuidar el espacio público es fundamental para una sociedad civilizada, entonces, no nos asombremos si los baños de una terminal de ómnibus o de una estación de tren son un asco. A nadie le importa nada porque no es su casa. Se sienten como si estuvieran en un hotel donde son aves de paso, y el pobre infeliz que quiera aprovechar de un espacio verde gratuito, no puede hacer uso de las instalaciones que debería tener, porque hubo otros imbéciles antes que él, que encuentran diversión destrozando bancos, luminarias, juegos para los niños, y todo lo que puedan imaginarse. 

Cambio de tema: Lo que me sucede a mí puede ser algo que compartan o no los lectores. Hoy por hoy, me da más placer sentarme en un bar a tomar un café y leer los diarios que ir a un boliche, ya soy un dinosaurio para salir a las pistas, y nunca me sentí cómodo en esos lugares, ni siquiera cuando era adolescente. Por eso, si es posible, busco escuchar la música con la que me siento más identificado. No soy conformista, pero aprendí que no se puede pedir demasiado para una ciudad bonaerense del montón como Lobos, que pese a todo no dejo de querer. Yo estoy en otra sintonía que es completamente ajena al "fin de semana de locura": Priorizo un ritmo de vida tranquilo, aunque no siempre lo consiga. Me gusta una buena conversación o la posibilidad de conocer a alguien, pero siempre procurando no mirar hacia atrás. Suena un poco contradictorio, dado que al igual que ustedes, aun hay muchas cosas me provocan nostalgia, pero uno elige a qué nivel mantener los recuerdos. Por ejemplo, tengo FB, Twitter, Instagram, todas las redes sociales más populares, pero me he dado cuenta de que no me reportan demasiados beneficios ni utilidad, salvo para promocionar las notas del diario. Entonces, ¿Para qué? ¿Cuál es el sentido de subir memes bastante pelotudos o compartir videos que no le interesan a nadie excepto al que empieza con la absurda cadena? Es algo para pensar, me parece, porque durante un tiempo yo también lo hacía, y ahora vemos cómo Facebook va perdiendo popularidad entre los más jóvenes. 

Mientras escribo estas líneas, pienso en todos los blogs que hay dando vueltas por el ciberespacio, y me pregunto si algún bloguero anónimo redactará textos parecidos a los míos. Los blogs tienen que perdurar, son un espacio de libertad en el medio de la hojarasca. Y creo que quizás esa sea la motivación que tengo cada vez que me pongo a escribir con la idea de contar algo, aunque no sea un texto literario, es pensar que puedo conectarme con otra gente que quizás nunca conozca, pero con la cual tenga experiencias comunes. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

8 de julio de 2022

Un grito a las nubes

  Hoy es viernes, y estamos transitando el fin de una semana bastante agitada, por motivos que todos conocemos. Claro que hablo por mí y por todas las personas de clase media o media/baja, no por aquellos que están especulando ante esta situación. Debo decir que me vi totalmente sobrepasado por la realidad, por esa vorágine de noticias, renuncias, asunciones de nuevos funcionarios, anuncios, y volatilidad propia de un estado de indecisión. Ni los mismos que están en el Gobierno tienen la menor idea de qué hacer a largo plazo, sólo se ven parches para un país que se ha convertido en un paciente en terapia intensiva. 

No siempre los periodistas, inclusive aquellos que dicen tener las mejores fuentes y contactos, pueden anticiparse a los hechos. Si ustedes tienen memoria recordarán que durante la semana, para el día después de la asunción de la nueva Ministra de Economía, circuló la versión de un feriado bancario, algo que finalmente no sucedió. Es una medida extrema que se toma sólo como un modo de paliar una posible corrida cambiaria. Lo que se podrá lograr, con un poco de firmeza y sentido común, es llegar a 2023 con la inflación promedio que teníamos desde antes, ni siquiera uno se ilusiona con que baje. Lo demás quedará para que el que venga deba aplicar una profunda reforma aunque rueden varias cabezas en el camino. El que recién accede al poder debe aprovecharlo para impulsar las medidas impopulares en un corto plazo, ya después se vuelve más cuesta arriba. 

Por eso, con repecto a la nota anterior, pienso que las remarcaciones de precios que no se dieron aún, no tardarán en llegar. El dólar oficial es el que debe tomarse como referencia, no el blue, ya que los productos importados se compran en base a ese valor. El otro es un dólar ilegal que cotiza en las cuevas y que existe por las infinitas restricciones y cepos que le han puesto a la compra y venta de divisas en bancos y casas de cambios. Pero a decir verdad ambas versiones del mercado de cambios tienen sus vericuetos, porque si querés comprar el "dólar solidario", además de pagar un impuesto, como les comentaba, tenés que sortear varios pasos legales para acceder a una compra máxima de U$S 200, que lo vuelven totalmente lejano para cualquier pelagatos como yo que quiera guardarlos en el colchón como una inversión. Es evidente que, como ha sucedido cada vez que hay un movimiento brusco de ese tipo, están quienes aumentan "por las dudas" y sin razón aparente, ya que suben el precio de un alimento que se fabrica íntegramente en el país y que no requiere ningún insumo importado. Puré de tomate, galletitas, pastas, mayonesa y otros aderezos, gaseosas... en fin, también podríamos mencionar la carne vacuna, pero todavía se sigue dando vueltas sobre lo mismo, que tiene que ver con los cortes que se exportan y los que se consumen en el mercado interno. Lo más preocupante, y que ya se venía viendo desde hace unos meses, es que los medicamentos peguen un "salto" hasta límites insospechados. No todos cuentan con una obra social que garantice la provisión de remedios recetados a pacientes crónicos. Es decir, aquellos que tienen una patología de base y no pueden esperar bajo ningún concepto en el laberinto de la burocracia. 

Como no soy militante de ningún partido ni pretendo serlo, mi relación con la política está ligada a tratar de interpretar o entender, de un modo lógico o coherente, las medidas que se van tomando. El problema es que los funcionarios que lo hacen distan mucho de ser lógicos o coherentes. Sin embargo, un ministro de alto rango enfrenta presiones y demandas de todo tipo, y responde directamente al Intendente, Gobernador, o Presidente de turno. Lobos es un municipio chico, que se sostiene principalmente en su producción agrícola y ganadera, y en un puñado de comercios del casco céntrico que facturan más o menos bien. El resto la pelea como puede, y en los distritos vecinos sucede lo mismo. Navarro tiene un molino que genera puestos de trabajo, Roque Pérez se destaca por su producción avícola, y Cañuelas es un caso aparte, porque nos pasa por arriba en casi todos los rubros de la economía. La gestión a nivel municipal necesita, para continuar avanzando, de acuerdos con los estamentos superiores, eso no es novedad para nadie, pero si porque el Gobernandor Fulano no es del partido o del "palo" tuyo, es la excusa perfecta a la que apelan para decir que no les dan bola o que son ninguneados. Por supuesto que es un planteo verosímil, pero podría dar varios ejemplos de municipios donde se advierte un crecimiento pese a que el Gobernador es de otro color político. 

Cuando Kicillof vino la semana pasada a Lobos, era la oportunidad ideal  para sentarse 15 minutos y poner sobre la mesa la escasez de viviendas, y la imperiosa necesidad de crear un plan para toda la gente que no está en condiciones de alquilar a precios altísimos. Pues bien, hasta ahora no tengo noticias de que algo así se haya hablado, y poco importa de quién es la culpa. Pagar $ 20.000 mensuales para un alquiler promedio, implica que tu sueldo tiene que ser del doble, como mínimo, para hacer frente a la canasta básica, y a todos los impuestos y servicios. En Lobos se pagan sueldos muy bajos, porque tampoco hay una búsqueda de personal calificado. Igual, te digo que ganar 40 lucas no es un lujo ni mucho menos, está por debajo del mínimo que establece el INDEC. Imposible mantener a una familia con esa plata, y si ambos jefes de hogar laburan, quizás estés un poco más holgado, pero no para emprender grandes proyectos, como hacer una remodelación, que puede ser desde revocar una pared, pintar el frente de tu casa, instalar un calefactor, o renovar una cañería. Nada de eso es posible hoy. Si tenés oficio y te das maña, lográs sacarte de encima el costo de la mano de obra, y gastarás sólo en materiales. Pero hasta que no haya un precio "fijo", que llevará un par de semanas aún, caemos en una siniestra utopía de lo que debería ser algo cotidiano y normal, como el mantenimiento periódico del lugar donde vivís. He dedicado mi vida al periodismo pero más de una vez agarré la pala para cortar el pasto del patio, serruchar troncos para hacer leña, o cavar una zanja, no fue una gran obra de mi parte, pero creo que lo volvería a hacer. El destino lo dirá. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

6 de julio de 2022

El estallido

Estos son días muy particulares, y en los que casi no se habla de otra cosa. Vas al supermercado o a otro tipo de comercios, y salís espantado: los hechos de público conocimiento trajeron como consecuencia remarcaciones masivas, que no se dan por igual para todos los productos. Vale aclarar que el título de la nota no alude a un estallido social: Eso podría ocurrir en algún momento, pero esperemos que nunca se concrete.

En Lobos, hay negocios que desde hace dos días optaron por no abrir porque no les están entregando mercadería y no tienen una lista de precios a su alcance, para a su vez fija el precio de venta al consumidor y calcular un margen de ganancias que consideren adecuado. Por lo general, un negocio minorista tiene un 30 o un 40 % de rentabilidad sobre lo que vende al público. Desde el 2002 que no veía algo parecido, y ya pasaron 20 años, aunque el escenario no sea exactamente el mismo. Arcor, la empresa de alimentos más grande del país, facturó más de 400 millones de dólares en 2021. Ellos nunca pierden. Y aunque suene un planteo utópico, la clase política nunca hace se ajusta el cinturón, toda decisión que toman es para seguir viviendo como si fueran jeques árabes y el pueblo tiene que pagar la fiesta de los que dicen representarlo.

En aquella época, lo recuerdo como si fuera hoy, había un súper de Lobos que tenía una pizarra o cartel donde informaban progresivamente, por así decirlo, el porcentaje de aumentos de determinados productos para no tomar al cliente tan de sorpresa. Hoy vos vas a un negocio equis, y terminás sin saber qué hacer: Si stockearte con la mucha o poca guita que puedas previendo que la escalada inflacionaria seguirá y los precios aumentarán de forma sostenida, y si no podés hacer esa suerte de acopio, comprar lo justo para zafar ese día. Incluso suponiendo que  estas inevitables subas en los precios no se impacten de forma sustancial, nuevamente estamos frente al mal endémico de la producción argentina, que no es otro que la importación casi compulsiva de China o Brasil en lugar de pensar en un proyecto a la largo plazo para poder (quizás) tener elementos de industria nacional, e ir reemplazando ese amplio abanico de insumos con mano de obra local. Los empresarios saben que todo lo que venga de afuera, como autopartes, y los circuitos básicos que están dentro cualquier celular que sólo son ensamblados en Tierra del Fuego, les evitan un motivo de confrontación con los sindicatos, o la negocación de paritarias, por el costo laboral, los mafiosos que transan en un escritorio para llevarse la mejor tajada, mientras los afiliados los mantienen, con la guita que les retienen del sueldo... Pero insisto en que, si hay voluntad de apuntar a ese objetivo, puede lograrse, en un lapso de 10 años como mínimo. Como dice la canción, "Un pacto para vivir". El problema es que, dado que no somos un país previsible, una década es muchísimo tiempo y puede pasar cualquier cosa, trastocarse las "reglas del juego" modificarse leyes de forma totalmente antojadiza e irracional... Se ha hablado muchísimo de los sbusidios, y un punto clave es subsidiar a las Pymes para que resulten competitivas. Hace no hace mucho, había faltantes de gomas para autos, porque la mayoría se importaba de Brasil, y nosotros en el Mercosur somos un socio menor comparado con el país vecino, que es un gigante con un gran nivel de industrialización. Algo que, seguramente, tampoco se dio de un día para otro, pero hubo un compromiso entre los presidentes que fueron pasando por el gobierno, de mantener políticas públicas esenciales. 

Ahora, si vos me preguntás a mí, que no soy un periodista económico pero tengo una formación mínima al respecto, la principal causa de todo lo que está pasando, te lo puedo resumir en pocas palabras: La interna feroz y salvaje que se da dentro del propio Gobierno: CFK hace y deshace, impone funcionarios, baja línea, y Alberto es un Presidente sin poder real. Posiblemente haya un reacomodamiento de los precios en un determinado plazo, pero siempre será en función de los empresarios, que están para ganar plata y no para hacer obras de caridad. 

Hay, también, noticias insólitas: Por ejemplo, un movilero de TN que fue a un negocio y como "noticia", decía que el salmón (un pescado que se importa mayormente de Chile y que no está al alcance de cualquiera), pasó de 3.100 a 5.000 pesos el kilo, algo así. ¿A quién mierda le interesa si ni siquiera podemos comer asado o un corte de carne cualquiera a un valor razonable? Estos tipos están locos, y sigue siendo parte del constante egocentrismo porteño. Andá a una carnicería de barrio, no seas tan obtuso. Por ejemplo, hay un local de computación cerca de mi casa que hoy no abrió, y sospecho claramente que es porque el proveedor no le entregó la lista de precios. Si yo necesito algo tan básico como un pendrive, o quizás un disco rígido para mi computadora, ¿A cuánto se va a ir cuando finalmente fijen los valores para la venta al público, que es el consumidor final? El salmón se lo pueden meter donde más les quepa, hablemos en términos de la calle media, porque vos vas al súper y el pibe que está remarcando los precios parece la encarnación del Diablo. Está todo tan desfasado, que ya perdimos la capacidad de saber hacia dónde vamos. Y si sigue así, esto naturalmente les va a costar la elección de 2023 a CFK y a sus amigos kamikazes, por no mencionar a Alberto que no delibera ni gobierna en el escaso margen que tiene para hacerlo. Por supuesto que Fernández aceptó ser Presidente y compañero de fórmula de Cristina, por lo tanto tampoco podría tildárselo de ingenuo. Hubiera hecho como Randazzo, que declinó la propuesta para ser Gobernador en su momento, y listo. Los sueldos no va a aumentar de manera sustancial para paliar una inflación que alcanzó un pico del 6 % mensual, según la última medición, en el supuesto de que hayan sido cifras confiables y no "dibujadas" como hasta no hace mucho tiempo era una práctica habitual del INDEC. Son los mismos que calificaban de "patriota" a Guillermo Moreno porque andaba con la fusta en la mano intimidando a empresarios de un modo miserable. 

Por si acaso hiciera falta, quiero aclarar que yo no defiendo taxativamente al empresariado, porque sé que más de una vez remarcan "por las dudas" a un dólar que no es el oficial, pero esto va a caer por su propio peso, nos encaminamos hacia una recesión profunda a menos de que se le brinde a la gente un "alivio" de carácter urgente y que no pase tanto por más planes que otorgue ANSES. Pensá que si se te rompe un caño, o necesitás un rollo de cable para una conexión eléctrica domiciliaria, tampoco están vendiendo muchos comercios de Lobos, sólo aceptan hacerlo si sos un cliente con cuenta corriente y cuando vayas a pagar te vas a llevar una sorpresa mayúscula, y sumamente desagradable. Toda la economía está paralizada porque hay una crisis de confianza, no ya de los mercados, sino del común de los argentinos de clase media o media/baja: Todo lo que pueda decir o hacer el Gobierno le resulta totalmente irrelevante e inútil. A los que están hoy en la Rosada, les deseo suerte si es que consiguen no adelantar las elecciones y llegar de un modo más o menos decoroso a octubre para pasarle el mando al próximo Presidente en diciembre. Reitero, porque nunca está de más recordarlo: Ellos, quienes nos gobiernan, sabián cono qué país se iban a encontrar. Podemos enunciar como paliativo a la pandemia, que nadie se la veía venir, pero el manejo que se hizo fue sumamente desacertado, con vacunatorios VIP, y la infame fiesta de cumpleaños en Olivos mientras Alberto quería darnos lecciones desde el atril de cómo ser ciudadanos responsables y solidarios ante los demás. Esa foto ilustra el desprecio que ellos sientían (y sienten) ante el común de los argentinos y cómo ellos no se priven de privilegios que de un modo hipócrita denegaban al resto, como en los tiempo de "pizza con champán". Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

4 de julio de 2022

El "Bulldog" que duró una quincena

 Primer lunes de julio. La semana arrancó con un par de notas a las que estaba abocado hace tiempo atrás, y posteriormente me dediqué a pagar todas las deudas (o Cuentas Corrientes, tal es su nombre real) que acumulé desde el mes pasado en distintos comercios. En ese sentido trato de cumplir porque el dueño de ese negocio confía en mí al otorgarme el beneficio de poder comprar un remedio, un pendrive, una resma de papel, o lo que a ustedes se les ocurra imaginar, sabiendo que en ese momento no podía abonar el importe. En esta nota (o posteo) que ustedes están leyendo, no voy a entrar a referirme al desquicio que se vive en el Gobierno, porque ya lo habrán leído en otro lado y saturar de información al lector nunca es bueno, sobre todo cuando se un trata de un tema repetitivo. Es imperioso cambiar el rumbo de la política económica porque hay muchos argentinos que la están pasando pésimo (yo no estoy en mi mejor momento tampoco) y que ven cómo sus ventas o sus salarios se derrumban como cuando se pretende implosionar un edificio. Eso es todo lo que diré. 

Los K más ortodoxos no sienten vocación para ningún tipo de acuerdo. Ni con los que pertenecen al propio FDT, y menos aún con la oposición. El tema es que si todo termina de la peor manera, ya no tendrán a quién culpar, por tomar decisiones sin tener en cuenta el amplio espectro político. Y ese costo lo van a pagar ellos a causa de su intransigencia y de una forma despótica de ejercer el gobierno. No faltará mucho para que los precios de los alimentos peguen un salto notable a consecuencia de la suba del dólar, de la falta de certezas en un plan económico serio (si es que existe), y de una pelea equivocada desde el vamos, porque los sectores a los que dedican su mayor arsenal de estupideces demagógicas casi nunca son formadores de precios. Más de una vez escuché decir que "el país se va a la mierda", pero siempre hemos podido levantarnos, aunque más no sea por períodos efímeros. A mí me parece una estupidez total que los que están ahora hablen sobre la "derecha neoliberal" a quienes ven como enemigos. No como adversarios, sino como enemigos. Y como te digo una cosa, te digo la otra: Esa gente como López Murphy, que duró 15 días como Ministro y se tuvo que tomar el palo porque en aquel tiempo la sociedad estaba muy convulsionada, pretende reducir el Estado a su mínima expresión. Pensá que este señor pretendía privatizar el Banco Nación y lo que en aquel momento era Lotería Nacional. Una locura total, ¿Cómo vas a privatizar el Banco más antiguo de la Argentina para tapar parches que eran insalvables? Sin embargo, el "Bulldog", como lo solían llamar, se presentó en las elecciones generales de 2003 y salió tercero. ¿Por qué? Porque había gente que pensaba que el frustrado ajuste de López Murphy tendría que haberse realizado antes. Al Bulldog, si presentara una lista por fuera de "Juntos", no lo vota ni el fiscal de mesa, y tampoco suma demasiado al espacio fundado por Macri. Ahora ese infame apodo, que no le hacía la menor gracia, procuró enmendarlo afeitándose el bigote. 

Yo estuve cuando vino a Lobos, hace alrededor de una semana, y me pareció el típico chanta porteño que tiene soluciones para todo, con voz impostada, y con una total falta de visión periférica. No es carismático, no tiene llegada a la gente, a nivel país no lo conoce nadie, y pasó por acá como si fuera la parada del colectivo, con el pretexto de presentar un libro que es un mamarracho. López Murphy se autodenomina Republicano, pero es la versión o a la fase previa a lo que hoy vemos en Milei. No tienen peso territorial, son el furgón de cola de J X C, y como ya dijimos, no suman en términos de votos. 

Todos estamos de acuerdo en que hay que reducir el déficit fiscal, la cuestión es cómo pretendés hacerlo. Los de los planes sociales se discutió bastante, pero vos, CFK, dejaste que el "monstruo" creciera sin control hasta que los número empezaron a dar en rojo. Retomando lo que decía de López Murphy: Si seguís manteniéndole los privilegios a la casta política y recortás los insumos de los hospitales y universidades públicas, estás ajustando el presupuesto de un modo opuesto a lo que supo ser la Argentina de hace dos siglos: Un faro para las naciones del mundo, donde nuestros antepasados se la jugaron y apostaron por el país. Así fueron surgiendo mentes y artistas brillantes, por lo que conocemos como movilidad social. Bulldog pretendía que, quien quisiera estudiar en la universidad pública, lo hiciera en condiciones deplorables de infraestructura y a nivel edilicio. Lo peor no está sólo en eso sino en quienes los siguen como si fueran un tecnócrata venido a menos. El ex Ministro tendrá un público que le es favorable, que escucha sus aburridas y falaces disertaciones para vender un libro por el cual seguramente no puso un mango y que sólo sirve para hacer fuego en la parrilla, pero en la conferencia de prensa que se realizó previo a todo eso, sólo respondió con generalidades, o lugares comunes que ya son demodé porque la gente hace rato que se dio cuenta de que estos tipos que van de gira proselitista al "Interior" buscando sacar chapa no resisten ningún archivo. Para ser claro: Nunca he juzgado a nadie, sean vecinos de Lobos o no, por su ideología. Sí lo hago cuando es evidente que sus acciones son totalmente contradictorias a lo que sería su pensamiento político o religioso.

Para no hacerlo más largo, nos estamos viendo pronto. Punto final. 

3 de julio de 2022

La parte del todo

 Me cebo unos mates, o me tomo un café, y ya estoy mejor predispuesto para escribir. Es cierto aquello de que "el mate te hace pensar cuando estás solo". Me ha pasado de estar concentrado escribiendo alguna nota, y mientras le pego unos sorbos a la bombilla, van surgiendo algunas ideas que están buenas para incorporarlas a futuro. Cuando voy a un bar, si es que me da el bolsillo, trato de elegir siempre aquel donde está la gente que ya conozco, es más propicio para una charla, y además el chico que prepara el café sabe hacerlo muy bien. Conoce el gusto de casi todos los clientes, y por otra parte, nunca el pocillo está en punto de ebullición como me ha sucedido en otros lugares.  Si vas a tomar algo, lo ideal sería que lo que contiene la taza esté con la temperatura justa. Son muchas las razones para elegir un lugar en detrimento de otro. Lobos, hay que reconocerlo, tampoco tiene muchos bares, así que hay que buscar el que te haga sentir más cómodo. Vos estás pagando por un producto que debe estar bien preparado, y por una atención de parte de la moza/o  que sea acorde a lo que representa un cliente. En Google Maps podés tener una idea de cómo se califica a cada lugar las personas que han estado allí. Y he leído en varios de esos comentarios, turista que se han sentido "estafados", digamos, porque les cobran servicio de mesa sin haberles avisado antes, o porque el plato que pidieron no tiene pinta de ser un alimento fresco. Y uno de los reclamos que más abunda tiene que ver con el posnet, para poder pagar con tarjeta de débito o crédito.

Pero todo lo que acabo de mencionar, es en plan de distensión. La mayoría del tiempo, cada uno de nosotros lo dedicamos a otras cosas, cada cual con su oficio o profesión. Hoy me tocó cubrir una obra teatral muy bien planteada, como "El gran deschave", que me pareció un poco larga, pero entiendo que esa extensión está relacionada con el desarrollo de la trama. Hay veces en que un lapso de tiempo tiene su razón de ser, y otras no. Es muy común advertirlo en las películas, donde se agregan minutos innecesarios para contar una historia que se podría resolver en una hora y media sin mayor complejidad.

Cambiando de tema, podría afirmar que lo escrito en los párrafos anteriores es la parte del todo, porque para mirar la vida desde un prisma distinto, es necesario romper con el pasado. Ese pasado que nos condiciona y muchas veces nos hace padecer, porque se repite en nuestra mente como un mantra. Debemos comprender una cosa: los momentos tristes o traumáticos que pasamos no los podremos olvidar, no existe la "pastilla del olvido". Pero sí podemos hacer que esas experiencias pasadas nos afecten lo menos posible nuestra vida actual, transitar el dolor sin una carga de sufrimiento adicional. No soy psicólogo ni psiquiatra, son tan sólo reflexiones que surgen de charlas que he tenido con amigos que han atravesado situaciones jodidas y aún sienten que deben lidiar con eso. Nuestros padres nos educan diciéndonos: "Que los errores te sirvan de experiencia". La realidad es que muchas veces volvemos a cometer esos errores, al igual que ellos, dado que imitamos sus conductas hasta que logramos forjar una personalidad propia. En cada ser individual, exiten conductas voluntarias y conscientes que no podemos evitar. Yo no reniego de las personas que hacen terapia, me parece bárbaro la gente que va a una sesión con un psicólogo. He ido durante un tiempo a terapia y me ha resultado útil para ir atando cabos. Pero antes de dar ese paso tenemos que empezar a analizarnos nosotros mismos, viendo qué cosas nos están jodiendo la vida, y cuáles de ellas podemos cambiar. Digo esto como una forma de iniciar la terapia con una idea: Si te planteás hacia adónde querés llegar, debés saber que es una búsqueda en conjunto con el profesional que vos elijas. Punto final.

La lucha despiadada por conseguir unas migajas de poder

Cada vez que comienza un nuevo mes, las expectativas, aunque sean modestas, se renuevan. Los hechos no siempre son acordes a lo que esperamos, y en realidad, si todo lo que pasa fuera tal como lo pensamos, entraríamos en un conformismo que no nos alentaría a emprender nada. ¿Para qué cambiar que siempre nos viene como anillo al dedo? No tendría sentido. Menos mal que no es así. 

Los últimos días me provocaron bastante estrés, desde el viernes. Hubo mucha actividad por la visita del Gobernador Kicillof, y no podía concurrir yo ya tenía una consulta médica prevista a ese horario. Todo comenzó a complicarse cada vez más, cuando desde una radio me pidieron que consiguiera el audio con el discurso a cambio de unos mangos. Nunca viene mal un poco de plata extra, pero yono podía estar en dos lugares a la vez, en el consultorio y en el Museo de Perón, o en el Cine Italiano. Por primera vez en mi vida, el hecho de que todo haya comenzado tarde, me ayudó a que pudiera cumplir con la mayor parte de lo que quería. Como corolario de ese acto político, en determinado momento empezó a llover, por suerte fueron una pocas gotas y nada más, de lo contrario me hubiera ido porque de ninguna manera me voy a arriesgar a mojar los equipos, aunque venga Messi de recorrida. Fue entonces cuando me acordé de que estaban pronosticadas lluvias, pero ya era tarde, uno procesa tanta información todos los días que siempre algún detalle se le escapa, como fue en este caso. No voy a polemizar respecto a lo que dijo el Gobernador, porque está claro que fue un discurso dirigido a sus simpatizantes y a la militancia, y no a los bonaerenses en su conjunto. Previamente, cuando estuvo en el Cine Italiano entregando escrituras, sus palabras tuvieron un tono distinto, porque (pienso) que no es boludo, y hacer política partidaria ante un grupo de vecinos que tramitaron ese documento esencial para una vivienda, no era la mejor idea. 

Pero volviendo a lo que vi en el Museo, fue un show muy bien montando, con mucho cotillón, y más gente de afuera que los peronistas lobenses. Había un grupo de chicas muy exaltadas y fanatizadas con el mandatario, que como premio al "aguante" se pudieron sacar una selfie con él, y entre los lobenses, todos querían obtener su tajada del convite, arrimando la bocha, haciéndose ver, porque mostrarse en un acto de esa naturaleza es una forma de reforzar la supuesta pertenencia a un partido que en Lobos no logra levantar cabeza. Aunque los halcones van por todo.

 Este sábado lograron desgastar al Ministro Guzmán de tal manera, que el tipo terminó renunciando. A Fernández lo van dejando cada vez más solo, ya que la presión que ejerce CFK sobre sus hombres de confianza es constante, las frases que se lanzan entre sí perdieron toda sutileza y es de una agresividad que no conoce límites. Guzmán fue uno de los mejores ministros que tuvo Alberto, una persona joven, que trató de encaminar un barco que se iba a flote llegando a un acuerdo con el FMI, algo a lo cual La Cámpora y el ala dura de los K se opuso desde el vamos, sin entender que recuperar la confianza entre los mercados y pagar la deuda, era más importante que la persona que la contrajo, que sería en este caso Macri. Ellos dicen que se está pagando ese endeudamiento descomunal "a costa del pueblo", o proponen ingenuamente, "que la paguen los que se la fugaron". Luego vino toda esta cuestión de decidir qué hacemos ahora con los dólares que (parafraseando el planteo que ellos tienen), también se están fugando. La disputa por el poder llegó a niveles insospechados dentro del mismo seno del Gobierno, yo nunca había visto algo igual en la historia reciente. No es casual que desde la Casa Rosada estén intentando hacer un recorte de los planes sociales, o bien transferirlos a la órbita de cada municipio. Un plan social es, en muchos casos, una manera de negociar con las organizaciones para que no hagan piquetes ni corten calles, pero ya podemos conjeturar cómo va a terminar esto. Hay un Presidente con un vacío de poder enorme, al cual contribuyó su Vice, claramente, y si llegamos a este punto ahora sí cabe preguntarse: ¿Lo están empujando a Alberto para que renuncie? Nada sería mejor para los halcones K, que Cristina asuma ante la renuncia del mismo compañero de fórmula que ella eligió. Es decir, que van por todo. Ya lo dijeron mucho tiempo atrás, pero ahora se aprestan a cometer un atropello inédito. 

Hay gente común que siente una especie de devoción por CFK que es difícil de explicar o de entender. Tiene capacidad de liderazgo, pero no hay punto de comparación con otros mandatarios o referentes. Se cree que es la versión 2022 de Evita, y no hay nada más desacertado que ignorar o minimizar lo que está pasando por fuera de cuatro paredes. No vale la pena ser reiterativos y enumerar los problemas que tiene el país. Problemas que son exclusiva responsabilidad de este Gobierno, ya no de Macri, ni mucho menos. Pretenden desviar la atención para la tribuna trayendo a colación crisis anteriores, pero ese discurso ya está agotado. El panorama que se viene es muy poco alentador, pero mientras tanto, vos y yo tenemos que seguir laburando o buscando un modo lícito de ganarnos unos pesos. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

¿Quiénes son los próceres del siglo XXI?

  La mañana se presentó tranquila, sin mayores sobresaltos. Me levanté temprano para hacer las cobranzas de los avisos publicitarios y estim...