Cada vez que comienza un nuevo mes, las expectativas, aunque sean modestas, se renuevan. Los hechos no siempre son acordes a lo que esperamos, y en realidad, si todo lo que pasa fuera tal como lo pensamos, entraríamos en un conformismo que no nos alentaría a emprender nada. ¿Para qué cambiar que siempre nos viene como anillo al dedo? No tendría sentido. Menos mal que no es así.
Los últimos días me provocaron bastante estrés, desde el viernes. Hubo mucha actividad por la visita del Gobernador Kicillof, y no podía concurrir yo ya tenía una consulta médica prevista a ese horario. Todo comenzó a complicarse cada vez más, cuando desde una radio me pidieron que consiguiera el audio con el discurso a cambio de unos mangos. Nunca viene mal un poco de plata extra, pero yono podía estar en dos lugares a la vez, en el consultorio y en el Museo de Perón, o en el Cine Italiano. Por primera vez en mi vida, el hecho de que todo haya comenzado tarde, me ayudó a que pudiera cumplir con la mayor parte de lo que quería. Como corolario de ese acto político, en determinado momento empezó a llover, por suerte fueron una pocas gotas y nada más, de lo contrario me hubiera ido porque de ninguna manera me voy a arriesgar a mojar los equipos, aunque venga Messi de recorrida. Fue entonces cuando me acordé de que estaban pronosticadas lluvias, pero ya era tarde, uno procesa tanta información todos los días que siempre algún detalle se le escapa, como fue en este caso. No voy a polemizar respecto a lo que dijo el Gobernador, porque está claro que fue un discurso dirigido a sus simpatizantes y a la militancia, y no a los bonaerenses en su conjunto. Previamente, cuando estuvo en el Cine Italiano entregando escrituras, sus palabras tuvieron un tono distinto, porque (pienso) que no es boludo, y hacer política partidaria ante un grupo de vecinos que tramitaron ese documento esencial para una vivienda, no era la mejor idea.
Pero volviendo a lo que vi en el Museo, fue un show muy bien montando, con mucho cotillón, y más gente de afuera que los peronistas lobenses. Había un grupo de chicas muy exaltadas y fanatizadas con el mandatario, que como premio al "aguante" se pudieron sacar una selfie con él, y entre los lobenses, todos querían obtener su tajada del convite, arrimando la bocha, haciéndose ver, porque mostrarse en un acto de esa naturaleza es una forma de reforzar la supuesta pertenencia a un partido que en Lobos no logra levantar cabeza. Aunque los halcones van por todo.
Este sábado lograron desgastar al Ministro Guzmán de tal manera, que el tipo terminó renunciando. A Fernández lo van dejando cada vez más solo, ya que la presión que ejerce CFK sobre sus hombres de confianza es constante, las frases que se lanzan entre sí perdieron toda sutileza y es de una agresividad que no conoce límites. Guzmán fue uno de los mejores ministros que tuvo Alberto, una persona joven, que trató de encaminar un barco que se iba a flote llegando a un acuerdo con el FMI, algo a lo cual La Cámpora y el ala dura de los K se opuso desde el vamos, sin entender que recuperar la confianza entre los mercados y pagar la deuda, era más importante que la persona que la contrajo, que sería en este caso Macri. Ellos dicen que se está pagando ese endeudamiento descomunal "a costa del pueblo", o proponen ingenuamente, "que la paguen los que se la fugaron". Luego vino toda esta cuestión de decidir qué hacemos ahora con los dólares que (parafraseando el planteo que ellos tienen), también se están fugando. La disputa por el poder llegó a niveles insospechados dentro del mismo seno del Gobierno, yo nunca había visto algo igual en la historia reciente. No es casual que desde la Casa Rosada estén intentando hacer un recorte de los planes sociales, o bien transferirlos a la órbita de cada municipio. Un plan social es, en muchos casos, una manera de negociar con las organizaciones para que no hagan piquetes ni corten calles, pero ya podemos conjeturar cómo va a terminar esto. Hay un Presidente con un vacío de poder enorme, al cual contribuyó su Vice, claramente, y si llegamos a este punto ahora sí cabe preguntarse: ¿Lo están empujando a Alberto para que renuncie? Nada sería mejor para los halcones K, que Cristina asuma ante la renuncia del mismo compañero de fórmula que ella eligió. Es decir, que van por todo. Ya lo dijeron mucho tiempo atrás, pero ahora se aprestan a cometer un atropello inédito.
Hay gente común que siente una especie de devoción por CFK que es difícil de explicar o de entender. Tiene capacidad de liderazgo, pero no hay punto de comparación con otros mandatarios o referentes. Se cree que es la versión 2022 de Evita, y no hay nada más desacertado que ignorar o minimizar lo que está pasando por fuera de cuatro paredes. No vale la pena ser reiterativos y enumerar los problemas que tiene el país. Problemas que son exclusiva responsabilidad de este Gobierno, ya no de Macri, ni mucho menos. Pretenden desviar la atención para la tribuna trayendo a colación crisis anteriores, pero ese discurso ya está agotado. El panorama que se viene es muy poco alentador, pero mientras tanto, vos y yo tenemos que seguir laburando o buscando un modo lícito de ganarnos unos pesos. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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