29 de enero de 2010

Un viernes muy caluroso para pensar...

Transitamos los últimos días de enero, y uno de los temas recurrentes es el calor. Resulta imposible de soslayar, aunque uno trate de abordar otras cuestiones. Sucede que las temperaturas se han vuelto tan sofocantes que afectan nuestra vida cotidiana. No se puede dormir bien, y durante el día estar a la intemperie es una actitud casi suicida. La gente que tiene la posibilidad de hacerlo se recluye en sus casas, y sale a hacer las compras diarias temprano por la mañana, o bien cuando cae el sol (lo que se conoce como "la tardecita").
Sinceramente, ese mismo sopor, ese agobio que provoca el calor, fue uno de los motivos por los cuales no actualicé el blog con anterioridad. Además, tuve que cambiar varios muebles de lugar, entre ellos el escritorio donde se aloja la PC, para poder trabajar en un lugar que no pareciera un baño sauna.
Sin embargo, sigo con la premisa que me ha guiado desde siempre, y que ustedes ya conocen: mañana puede ser mejor. Si hoy no fue un buen día, si algo nos salió mal, tenemos la oportunidad de tomarnos revancha mañana. Claro está que nuestro tiempo es limitado, y no podemos proyectarnos eternamente hacia el futuro. Son dos visiones que no se contradicen: en primer lugar, nuestro tiempo es hoy. El presente es lo que cuenta, aunque no se vislumbre muy alentador. Pero tampoco es bueno dejarnos ganar por la frustración cuando algo no nos sale bien. Suele decirse que hay que estar atento a las oportunidades. Lo único que puedo agregar es que muchas veces nos sentimos tan mal que no es extraño que las "oportunidades" se nos pasen de largo. Lo importante es mirar en el corto plazo. Está muy bien planificar para todo el año, pero a la menor contingencia es probable que nuestros planes se desmoronen como un castillo de naipes.

22 de enero de 2010

La noticia es una reina

Viernes por la mañana en la ciudad. La pereza y el calor se confabularon para que no actualizara el blog con anterioridad, en el transcurso de la semana. Son pocos los temas que dominan la tapa de los diarios por estos días: la remoción (o no) del titular del Banco Central, Martín Redrado; el desastre ocurrido por el terremoto en Haití, y alguna que otra crónica deportiva de los partidos del torneo de verano.
A nivel local, tampoco abundan demasiadas noticias, y las que hay son en su mayoría boludeces, con alguna excepción que en este momento no se me ocurre. A veces al periodista le cuesta determinar qué noticias son de "interés público". Porque un hecho puede concitar mi atención, pero no la de los lectores. Y somos los periodistas quienes marcamos la agenda, el "día a día", al compás de lo que va sucediendo.
Hay noticias que en realidad no son tales, se trata de mera publicidad encubierta. Los interesados en difundir un evento para el cual hay que pagar generalmente convocan a una conferencia de prensa, en lugar de abonar un espacio publicitario como corresponde. Y así no va, al menos para mí. Hay que saber filtrar, indagar en aquellos anuncios en los que hay detrás un fin de lucro. No me parece mal que quieran difundirlos, pero sería interesante que paguen por ello.
Desgrabar el contenido de una conferencia de prensa suele ser una tarea tediosa, pero necesaria para los medios gráficos o digitales. El problema es cuando uno comienza a detectar que se reiteran conceptos, que los oradores no tienen bien en claro qué van a decir, y entonces muchas veces queda vacía de contenido. Son los pequeños escollos con los que atraviesa a diario el periodista, que a veces también debe hacer una síntesis para no terminar publicando un texto largo e intrascendente.

18 de enero de 2010

Un lunes nublado pero tranquilo... hasta ahora

Lunes por la tarde en la ciudad. Es un día espantosamente caluroso y nublado. Todo parece indicar que en breve arreciará el temporal, pero por el momento todo se mantiene en calma. Con este post retomo el contacto luego del fin de semana, y me dispongo a afrontar esos siete días de la mejor manera posible.

Como había comentado en el texto anterior, paso a recomendar algunos discos:
Imposible de soslayar uno de los álbumes más comentados de los Beatles, aunque ciertamente no es el mejor: el Album Blanco, de 1968, el trabajo más ecléctico y variopinto de los Fab Four, que salió a la venta como un doble LP y mantiene el mismo formato en la edición de CD. También se consigue una edición que consta de tres discos y que incluye los famosos "demos de Esher".

Más recientemente, nos encontramos con Paramore y su disco "The final riot", que supe tener en algún momento pero luego busqué otros horizontes. Aún así, los recomiendo. El disco al que hago mención viene con un DVD y es el registro en vivo de un concierto que el grupo ofreció en Chicago en agosto de 2008, y fue lanzado al mercado al año siguiente.  Musicalmente, la banda puede ubicarse en el difuso e impreciso género del "pop-rock" y es una versión más libre y no tan glamorosa de lo que hacía No Doubt, con una vocalista menos sexy que Gwen Stefani pero que tiene talento para pararse frente a un escenario.
Tengo más CD's que recomendar, pero  lo importante es que cada uno pueda escuchar buena música en cualquier formato, sea streaming, Spotify, o lo que fuere.  Además, conferirle un determinado valor a un disco (o a un libro) implica conocer con cierta profundidad la obra del autor, y lo que hago en este espacio son críticas más bien informales y están orientadas a que ustedes encuentren algo interesante para ver o escuchar, sin demasiadas pretensiones. Uno no puede ser un erudito en todos los campos de las artes, es una aspiración vana y a menudo arrogante. La música es un territorio tan vasto que uno tiene que aceptar sus limitaciones para abordar cuestiones tan "incuestionables" como la música clásica, por ejemplo, en las cuales el paso de los siglos hace que ya esté todo dicho y que no se emitan juicios de valor demasiado tajantes sobre un determinado músico o compositor. Nunca me verán referirme a Beethoven más allá de algún comentario casual, simplemente porque no me considero idóneo para hacerlo. En cambio, puedo defenderme bastante bien si se trata de bandas de poo y rock de las últimas dos décadas, porque crecí escuchando ese tipo de material. Ser consciente de las limitaciones es algo que con el tiempo uno empieza a aprender, o quizás a aceptar.

Cambiando de tema, hoy vuelve "La venganza será terrible", el programa de Alejandro Dolina, ahora por Radio Nacional (AM 870). Trataré de mantenerme despierto para escuchar aunque sea un rato. Realmente se lo extrañaba, sobre todo si tenemos en cuenta la paupérrima oferta radiofónica de este verano.

14 de enero de 2010

Regreso luego de la desconexión

Jueves por la tarde en la ciudad. Quise actualizar el blog ayer, pero el servicio de Internet funcionaba pésimo. No bajé los brazos y concurrí a dos "cybers" distintos, con resultados nulos: la velocidad era tan lenta que uno se dejaba ganar por la desesperación. Era evidente que el ancho de banda no bastaba para todas las computadoras disponibles.
Tenía ganas de escribir ayer miércoles porque fue un día tranquilo, sin sobresaltos, y espero que hoy también lo sea. Podrán decir que uno se conforma con poco, pero hay pocas cosas más lindas que contemplar una tarde de verano bajo una añosa arboleda, como la de la Plaza Tucumán, por ejemplo.
Lentamente voy a relanzar la sección "discos recomendados", todo un clásico de este blog, un espacio dentro de cada post al cual el lector ya estaba acostumbrado y que se había ganado con justicia un lugar dentro de cada crónica. Actualmente estoy comprando menos CD's y ello hace que no tenga demasiado para recomendar, aunque eso no me impide destacar un tema en particular que escuche en la radio o en un videoclip.

Nos acercamos a la mitad de mes, y ya se han apagado los festejos de Año Nuevo: el "tema del verano" parecen ser las reservas del Banco Central y el uso que la Argentina hará de ellas. A partir de allí comienza una compleja trama que involucra embargos, fondos buitre, caída en el valor de los bonos, desconfianza en los inversores, y una sensación de hartazgo generalizado de la gente común. Hoy en día es imposible ver televisión y pasar por los canales de noticias sin encontrarse con los mismos hechos, repetidos hasta el cansancio. Aunque más allá del aspecto informativo, la programación de TV que ha sido concebida para este verano es mucho peor que la de temporadas anteriores, por lejos. Decadente, aburrida, sin ideas, tiene una admirable capacidad para sumir en el tedio a cualquiera. Pero lo que me queda, a modo de consuelo, es pensar que puedo disfrutar de una vida tranquila y filosofar sobre la "caja boba" mientras otras personas deben realizar tareas al rayo del sol, sin otro fin que procurarse el diario sustento. Lamentablemente para ellos, no hay descanso ni vacaciones que valgan.

9 de enero de 2010

Nuevo post express de verano

Estoy redactando estas líneas desde un cyber. Hacía rato que no frecuentaba uno, y debo decir que es un espacio cada vez más despoblado. La proliferación de ofertas existentes para conectarse a Internet ha hecho que estos locales no tengan la convocatoria de antaño. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar que -hasta no hace mucho tiempo- parte de mi vida se construyó en base al chat, al Messenger, incluso recuerdo que era un usuario bastante asiduo de ICQ. Hoy, esas épocas han quedado atrás. Trato de usar la PC de mi casa lo mínimo necesario: ya no me interesa bajar música, o suscribirme a sitios que luego te llenan tu casilla de Spam.

La música funcional del cyber es horrible y se escucha a un volumen bastante irritante, pero no quiero pasar por antipático o "conflictivo" y pedirle al empleado que baje los decibeles. De vez en cuando aparece alguna tenue balada (vomitiva, pero balada al fin) que permite que pueda redactar de un modo más fluido. En realidad, vine aquí para salir un poco del encierro, nunca me gustó dormir la siesta o permanecer como un ser momificado viendo televisión. Además, la programación estival deja bastante que desear. Si los programas de la temporada alta son mediocres, imagínense qué nos queda para el verano.

Tengo la intención de actualizar el blog con frecuencia, pero como he dicho más de una vez, me dejo ganar por la pereza y la haraganería en estas jornadas de calor. Las altas temperaturas te "planchan", te quitan ganas de hacer cosas que antes disfrutabas. Y eso es algo con lo que se debe luchar a diario. Precisamente, pensaba en eso cuando se me ocurrió redactar el post anterior, referido a las piletas. Para finaliza, les comento que si notan algún error tipográfico en este post, les aviso que la letra "o" del teclado no funciona bien, y hay que presionarla con fuerza para que aparezca en la pantalla.

Días de pileta y humedad

Tarde calurosa de sábado en la ciudad. Hablando de bueyes perdidos, resulta un ejercicio interesante ver cómo se comporta la gente en las piletas públicas. Lo comprobé la semana pasada, cuando decidí zambullirme un poco, agobiado por la rutina y el calor. Como es sabido, antes de ingresar al natatorio uno debe ducharse. Lo que sucede es que el agua de la ducha está mucho más fría que la del interior de la pileta. Es natural que la primera vez que la persona se dispone a nadar no tenga demasiada complicación en ducharse completamente, con el afán de preservar limpia el agua de la pileta. Ahora bien, cuando uno sale de la pileta y un rato más tarde se dispone a nadar por segunda o tercera vez, la cosa cambia. Muchos optan por mojarse apenas los pies, para quitarse el pasto o el polvo; otros evaden prolijamente la ducha y dejan que caigan unas gotitas sobre sus cabezas como para que no digan que no se ducharon. A mí me preocupa un poco la cuestión de los hongos en los pies, creo en la buena fe de la gente y supongo que quienes van a nadar a una pileta se han aplicado algun antimicótico para evitar contagiar a los demás, pero "a seguro se lo llevaron preso", como suele decirse. Una pileta pública es un espacio que uno comparte con gente desconocida, que tienen como común denominador carecer de una quinta o pileta en su domicilio. Los clubes ofrecen una buena oportunidad para refrescarse y nadar un rato, pero creo que pagar entre 10 y 15 pesos se torna excesivo, más si tenemos en cuenta que uno luego quiere comer algo en el buffet de la pileta para pasar la tarde. La pregunta, casi inmediata, es: ¿Podría haber una pileta o natatorio con tarifas más económicas sin que ello resienta la calidad del servicio que brindan?

5 de enero de 2010

Primer post de 2010...

Hola, gente, como han comenzado este 2010? No pretendo darle una impronta festiva a este post, el primero del año, sino simplemente exteriorizar un sentimiento que casi todos tenemos, de que este año nos ofrezca todo lo que nos faltó en el anterior. A veces nos falta convicción, y hay que luchar contra eso. Debemos ser conscientes de que somos capaces de hacer las cosas, necesitamos tener ese convencimiento para triunfar. De lo contrario, todo se hace cuesta arriba. Los primeros meses del año son de escasa actividad, de un desaceleramiento general, hasta que llegar marzo y los motores se ponen en marcha nuevamente. Hay que lidiar con eso también. Porque no todos podemos irnos de vacaciones a la playa o a cualquier lugar exótico. La pileta de un club es una buena opción, si es que no se cuenta con la quinta de un amigo. Pero todo trae consigo la sensación de que salimos de una rutina para meternos en otra. Este post, por ejemplo, no fue sencillo de redactar. No me refiero al contenido, sino al hecho de sentarme a escribir y mantener el blog actualizado. Trato de ponerme en el lugar del lector, y de ofrecerle algunas pinceladas cotidianas sin pretensiones de originalidad. Hace tiempo ya que he renunciado a ser original, o a ofrecer algo nuevo. Simplemente me propongo hacer lo posible para sustentar un espacio que ha ido creciendo con el tiempo, y en el cual hay publicados varios textos.

Este verano no es como los anteriores para mí. Me encuentra en una etapa diferente de mi vida, y creo que a todos nosotros estos meses de calor y de humedad sofocante nos "planchan" un poco y nos hacen reflexionar sobre nuestro futuro. Ojalá que no nos dejemos ganar por la frustración y entendamos que para alcanzar objetivos ambiciosos es necesario dedicar tiempo y esfuerzo. Sólo unos pocos obtiene resultados inmediatos, y generalmente nosotros no estamos dentro de ese grupo de personas al cual la vida parece sonreírles a cada paso.

¿Quiénes son los próceres del siglo XXI?

  La mañana se presentó tranquila, sin mayores sobresaltos. Me levanté temprano para hacer las cobranzas de los avisos publicitarios y estim...