Blog de Lobos, ARG, desde hace 18 años en la Web.
31 de diciembre de 2017
Gracias por compartir un año más juntos!
Llegó el final. El día 31. La verdad es que tenía ganas de escribir algo ayer, pero por distintos motivos no se pudo dar. No voy a entrar a reflexionar sobre 2018, porque siempre hago lo mismo y termina convirtiéndose en un aburrido anuario . Sí voy a comentarles lo que pienso que puede suceder.
- Si aumenta la presión sobre los contribuyentes, con más impuestos, o aumentando lo que ya existen, vamos por un pésimo camino. Hay quienes buscan desalentar el consumo para que la gente no gaste y ello no genere inflación, y otros que sostienen lo contrario. Sea como fuere. Los años pasan y ninguna receta ha dado resultado. No hay mucho para inventar porque la economía es una ciencia.
- Por supuesto,ni te molestes en esperar nada de los políticos, ni de los dirigentes...es más, de ninguna autoridad de gobierno. Porque para ellos, no valemos nada tampoco. Lo que no hacés por vos mismo, ningún ministro te lo va a resolver. Y aunque es cierto que cada dos años hay elecciones y es nuestra única oportunidad de expresarnos, hasta que no se elimine la "lista sábana" y se implemente el voto electrónico, seguirán ocupando cargos personas de dudosa autoridad moral y con antecedentes de haber pasado por numerosos partidos políticos.
- Al ser un año de transición, en 2018 se podrá advertir si Macri está en condiciones de ser reelecto, según lo que marquen las encuestas. Aunque no lograría (hipotéticamente) el caudal de votos de 2015, si el peronismo continúa fragmentado y casi en knock out, todo es posible. Porque no va a encontrar un escollo, una oposición genuina. Es decir, que si se postula para 2019 será más por errores ajenos que por méritos propios.
- Quien sí tiene grandes chances de ser reelecta es Vidal, en la Provincia de Buenos Aires. Hoy por hoy, es una de las dirigentes con mejor imagen del país. Inclusive, la preferencia popular la ubica a la Gobernadora varios puntos por encima de Macri. Por eso, en caso de que el Presidente no goce del respaldo del electorado, una buena chance sería candidatear a María Eugenia Vidal para la Casa Rosada. "Heidi", como la denomina la oposición despectivamente, se ha mandado algunas cagadas, pero aún así suena más creíble que el propio Macri, en sus declaraciones públicas. No tiene un perfil tan tecnócrata.
- Por último, queridos amigos, comprendamos que hay cosas que no podemos manejar o no está a nuestro alcance hacerlo, y no saturemos el próximo año de metas inútiles y sin sentido, dejemos que el tiempo fluya naturalmente, las agujas del reloj correrán igual aunque querramos que sea más de prisa. Una cosa es aceptar la realidad, y otra es resignarse a que sea así por tiempo indeterminado. Tendremos que armarnos de paciencia, y esperar el milagro de la Selección en el Mundial de Rusia.
Punto final, yun abrazo a todos ustedes!
28 de diciembre de 2017
Dólar por las nubes e inflación creciente: cóctel fatal
Fin de año caliente: no sólo el dólar sigue aumentando y no parece tener techo. Además, las previsiones sobre la inflación que hizo el Gobierno en 2016 y 2017 distaron mucho de la realidad. En 2016, los precios aumentaron casi un 50 %, y en este año, un 24 %. En rigor de verdad, los argentinos padecimos a diario estos incrementos de todo tipo, pero los "expertos" del Banco Central parecen no haberse dado cuenta, y celebran como un mérito haber lanzado un billete de 1.000 pesos, que, dentro de poco, equivaldrá apenas a 50 dólares.
Desde luego, cuando de aprobar el Presupuesto se trata, nuestros legisladores hacen lo que les ordenan sus respectivos gobernadores de las provincias que representan, o los "caciques" que tengan mayor autoridad. Ellos tienen aseguradas sus dietas, de manera que lo que pueda suceder para la gente de a pie, les importa muy poco.
Sin embargo, y para quitarle un poco de pesimismo a esta nota, hay cosas que no dependen de quienes nos gobiernan o de nuestros superiores, sino de nosotros mismos. 2018 puede ser un gran año, o pasar totalmente inadvertido. Lo más importante, al menos para mí, es la salud mental y física. Tener la capacidad para seguir trabajando, para razonar, leer, escribir, o lo que cada uno desee hacer. Y como sostengo siempre, el 31 a la noche, no empecemos a proponernos metas que difícilmente logremos alcanzar. Sí se puede vivir cada día pensando en concretarlas, con el consabido "sólo por hoy": sólo por hoy no voy a fumar, sólo por hoy no voy a beber en exceso, o lo que fuere. Suena simple, pero te compromete mucho más que el mero hecho de decir: "a partir del 1º de enero no fumo más". Porque ir transitando día por día, y plantearse objetivos para cada uno de ellos, es más exigente por un lado, pero no te frustra tanto por el otro.
El compromiso de trabajar y de hacerlo lo mejor posible, también es parte de esto. A la larga, se ven los frutos. No me refiero a lo económico. Ser responsable y no faltar a la verdad, sobre todo en el periodismo, te otorga credibilidad, que es el mayor valor que podemos tener quienes nos dedicamos a esto. La confianza, en todos los órdenes de la vida, no viene gratis, hay que ganársela, y es lógico, porque nadie confía en quien no ofrece garantías. Yo rara vez me pongo a pensar en cómo me ven los lectores, porque no puedo estar en la mente de cada uno de ellos, sí me gratifica ver que confían en mí como medio de información. Del mismo modo que hay plomeros, albañiles, carpinteros, que todos recomiendan porque realizan bien su trabajo. Esa es la clave, me parece, y no esperar a que los demás decidan por nosotros, ser testigos pasivos del devenir cotidiano. Un fuerte abrazo, y punto final.
Desde luego, cuando de aprobar el Presupuesto se trata, nuestros legisladores hacen lo que les ordenan sus respectivos gobernadores de las provincias que representan, o los "caciques" que tengan mayor autoridad. Ellos tienen aseguradas sus dietas, de manera que lo que pueda suceder para la gente de a pie, les importa muy poco.
Sin embargo, y para quitarle un poco de pesimismo a esta nota, hay cosas que no dependen de quienes nos gobiernan o de nuestros superiores, sino de nosotros mismos. 2018 puede ser un gran año, o pasar totalmente inadvertido. Lo más importante, al menos para mí, es la salud mental y física. Tener la capacidad para seguir trabajando, para razonar, leer, escribir, o lo que cada uno desee hacer. Y como sostengo siempre, el 31 a la noche, no empecemos a proponernos metas que difícilmente logremos alcanzar. Sí se puede vivir cada día pensando en concretarlas, con el consabido "sólo por hoy": sólo por hoy no voy a fumar, sólo por hoy no voy a beber en exceso, o lo que fuere. Suena simple, pero te compromete mucho más que el mero hecho de decir: "a partir del 1º de enero no fumo más". Porque ir transitando día por día, y plantearse objetivos para cada uno de ellos, es más exigente por un lado, pero no te frustra tanto por el otro.
El compromiso de trabajar y de hacerlo lo mejor posible, también es parte de esto. A la larga, se ven los frutos. No me refiero a lo económico. Ser responsable y no faltar a la verdad, sobre todo en el periodismo, te otorga credibilidad, que es el mayor valor que podemos tener quienes nos dedicamos a esto. La confianza, en todos los órdenes de la vida, no viene gratis, hay que ganársela, y es lógico, porque nadie confía en quien no ofrece garantías. Yo rara vez me pongo a pensar en cómo me ven los lectores, porque no puedo estar en la mente de cada uno de ellos, sí me gratifica ver que confían en mí como medio de información. Del mismo modo que hay plomeros, albañiles, carpinteros, que todos recomiendan porque realizan bien su trabajo. Esa es la clave, me parece, y no esperar a que los demás decidan por nosotros, ser testigos pasivos del devenir cotidiano. Un fuerte abrazo, y punto final.
26 de diciembre de 2017
La Navidad que todos nos merecemos tener
Transcurrió la Nochebuena con tranquilidad en mi casa, sin demasiada euforia, simplemente nos sentamos a la mesa a comer, tratando de dejar las diferencias de lado y de pasar un momento agradable. Y el 25 la ciudad se volvió un desierto, entre aquellos que tomaron de más y los que se fueron a dormir tarde (o ambas cosas). Me rompió las bolas la pirotecnia, como todos los años, pero me dio la impresión de que fue menor a otras Navidades.
En realidad, como no soy muy creyente, consideré a esa fecha como una oportunidad para cenar y compartir una celebración que desde hace tiempo se desvirtuó. Hace poco, leí una nota en La Nación, de un grupo de porteños que decidió festejar el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), típica de los yanquis, y es entonces cuando uno se preguntá adónde vamos a parar. Un grupo de pelotudos que creen que es "cool" cocinar un pavo recreando la escena que vimos en innumerables películas del país del Norte, y tal vez no merezca la pena rasgarse las vestiduras por eso, sino reflexionar acerca de cómo fueron cambiando los festejos en nuestra infancia, o la de nuestros padres, hasta la actualidad.
Alguien podrá decirme que no soy quién para juzgar, y es cierto. Pero no se trata de eso, sino de la gansada de que los shoppings en Buenos Aires estén abiertos hasta última hora el 24 por la noche, por si alguno olvidó comprar su "regalo". Siempre es gratificante recibir un regalo o un obsequio, pero entre los celulares, los videos que se viralizan, y todos estos cambios que nos están volviendo cada vez más esclavos de un aparatito, es para pensarlo. Un aparato que originariamente fue concebido para enviar y recibir llamadas, y que hoy es el objeto de deseo de muchos, porque Samsung, Apple, o cualquier empresa del mercado le agregó a su línea de teléfonos móviles una boludez nueva.
¿Se acuerdan de los recitales de rock, en los que la gente disfrutaba del show y acompañaba el espectáculo con encendedores? Eso no existe más. Lo he visto en varios DVD de shows de grandes artistas. La gente está embobada sacando fotitos, como diciendo "estuve ahí", y se pierde la experiencia de un riff de guitarra, un solo de batería, y todo lo que hace especial un concierto en vivo. Por supuesto, yo también saco fotos con mi teléfono, no lo voy a negar. Pero me gusta fotografiar paisajes, la puesta del sol, captar el momento justo. O retratar a mis amigos y familia. A veces lo consigo, otras no. Y claro, uno tiene su cuota de vanidad como todo el mundo, por eso si voy a un lugar nuevo o que no frecuento hace tiempo, me saco una foto a modo de recuerdo. Pero no mucho más que eso.
Me fastidia estar conversando con alguien, después de mucho tiempo, y que en lugar de ponernos al tanto de nuestra vidas, se genere una situación en la cual el celular no para de sonar con los "mensajitos". Flaco, es una hora de tu tiempo, estamos tomando algo en un bar, ponelo en silencio, no arruines el momento. Bueno, por hoy no me quejo más. Punto final.
En realidad, como no soy muy creyente, consideré a esa fecha como una oportunidad para cenar y compartir una celebración que desde hace tiempo se desvirtuó. Hace poco, leí una nota en La Nación, de un grupo de porteños que decidió festejar el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), típica de los yanquis, y es entonces cuando uno se preguntá adónde vamos a parar. Un grupo de pelotudos que creen que es "cool" cocinar un pavo recreando la escena que vimos en innumerables películas del país del Norte, y tal vez no merezca la pena rasgarse las vestiduras por eso, sino reflexionar acerca de cómo fueron cambiando los festejos en nuestra infancia, o la de nuestros padres, hasta la actualidad.
Alguien podrá decirme que no soy quién para juzgar, y es cierto. Pero no se trata de eso, sino de la gansada de que los shoppings en Buenos Aires estén abiertos hasta última hora el 24 por la noche, por si alguno olvidó comprar su "regalo". Siempre es gratificante recibir un regalo o un obsequio, pero entre los celulares, los videos que se viralizan, y todos estos cambios que nos están volviendo cada vez más esclavos de un aparatito, es para pensarlo. Un aparato que originariamente fue concebido para enviar y recibir llamadas, y que hoy es el objeto de deseo de muchos, porque Samsung, Apple, o cualquier empresa del mercado le agregó a su línea de teléfonos móviles una boludez nueva.
¿Se acuerdan de los recitales de rock, en los que la gente disfrutaba del show y acompañaba el espectáculo con encendedores? Eso no existe más. Lo he visto en varios DVD de shows de grandes artistas. La gente está embobada sacando fotitos, como diciendo "estuve ahí", y se pierde la experiencia de un riff de guitarra, un solo de batería, y todo lo que hace especial un concierto en vivo. Por supuesto, yo también saco fotos con mi teléfono, no lo voy a negar. Pero me gusta fotografiar paisajes, la puesta del sol, captar el momento justo. O retratar a mis amigos y familia. A veces lo consigo, otras no. Y claro, uno tiene su cuota de vanidad como todo el mundo, por eso si voy a un lugar nuevo o que no frecuento hace tiempo, me saco una foto a modo de recuerdo. Pero no mucho más que eso.
Me fastidia estar conversando con alguien, después de mucho tiempo, y que en lugar de ponernos al tanto de nuestra vidas, se genere una situación en la cual el celular no para de sonar con los "mensajitos". Flaco, es una hora de tu tiempo, estamos tomando algo en un bar, ponelo en silencio, no arruines el momento. Bueno, por hoy no me quejo más. Punto final.
22 de diciembre de 2017
La vida se construye de momentos sencillos
Dejemos de esperar momentos inolvidables, simplemente esperemos que sucedan. Dejemos de tener la soberbia de quien ha leído dos páginas, y aprendamos a escuchar antes de hablar. Basta ya de creer todo lo que nos dicen los grandes medios de comunicación. Aprendamos a tener pensamiento crítico, y de esta manera no recibiremos todo "masticado", sino que tendremos que procesarlo en nuestra mente.Ya nadie se acuerda del submarino hundido, excepto los familiares de las víctimas. Esto ocurre porque los medios "marcan la agenda", como dije alguna vez, y es triste pensar que nunca se llegará a saber qué pasó en realidad.
Volviendo a lo que comentaba al principio, la vida se construye de momentos, que pueden ser gratos o no, pero no podemos permanencer ajenos a muchas cosas que nos pasan y que naturalmente nos afectan. No seríamos humanos de ser así. La sabiduría de darle a cada cosa su justa dimensión, lleva tiempo. Y uno de los pilares es tener una vida saludable. Por más guita que tengas, si tu salud se ve resentida, no vas a disfrutar nunca de ese dinero, o te lo vas a gastar en internaciones y remedios. Una cosa es permanecer indiferentes a lo que pasa a nuestro alrededor, y otra es el modo en que asimilamos eso que viene de afuera.
Por último, quería desearles a todos una feliz Navidad, no importa si la pasan con sus familias, con amigos, o solos. Lo que realmente vale, es que sea una noche en la cual hagamos un "pacto de no agresión", con nosotros mismos y con los demás. Punto final.
Volviendo a lo que comentaba al principio, la vida se construye de momentos, que pueden ser gratos o no, pero no podemos permanencer ajenos a muchas cosas que nos pasan y que naturalmente nos afectan. No seríamos humanos de ser así. La sabiduría de darle a cada cosa su justa dimensión, lleva tiempo. Y uno de los pilares es tener una vida saludable. Por más guita que tengas, si tu salud se ve resentida, no vas a disfrutar nunca de ese dinero, o te lo vas a gastar en internaciones y remedios. Una cosa es permanecer indiferentes a lo que pasa a nuestro alrededor, y otra es el modo en que asimilamos eso que viene de afuera.
Por último, quería desearles a todos una feliz Navidad, no importa si la pasan con sus familias, con amigos, o solos. Lo que realmente vale, es que sea una noche en la cual hagamos un "pacto de no agresión", con nosotros mismos y con los demás. Punto final.
21 de diciembre de 2017
Dispuesto a afrontar lo que venga, la única manera de vivir
Diciembre suele ser un mes convulsionado en esta Argentina siglo XXI. Desde el estallido social de fines de 2001, se ha convertido en una constante que la violencia gane las calles de todas las formas posibles. Ya de por sí, aunque aquella página negra nunca hubiera ocurrido, la gente común se muestra particularmente irritable y ansiosa, como si quisiera realizar en un mes todo lo que no hizo en los 11 anteriores. Es lógico pensar que hay un agotamiento mental en muchos que le pusimos primera en enero y todavía no nos dimos un respiro para "bajar un cambio". Estoy harto de quienes complejizan lo sencillo, y de los que quieren hacer simple lo complejo. Es algo muy común, si se ponen a pensar. Los problemas que uno tiene carecen de importancia para el resto, sin embargo, los ajenos parece ser que sí, y que uno tiene que escucharlos, intoxicándose con una serie de rollos de los más diversos. Los que laburamos en la calle estamos más expuestos, porque desde dificultades económicas, hasta desgracias familiares, la gente te cuenta, como si estuvieran en un confesionario. Realmente hay cosas mías que no puedo resolver, por lo tanto, tengo poca autoridad para resolver la vida de los otros. Puedo emitir una opinión a modo de consejo, pero no mucho más. Hay que tratar de lidiar con lo que nos depara cada día, y si bien es bueno desahogarse, no debe convertirse en un hábito.
Se termina un ciclo, pero hay quienes ven la vida como una continuidad, no la miden en meses o en años. Creo que es un buen enfoque, porque el 31 de diciembre no se termina nada, los hechos seguirán su curso, y deberemos afrontar situaciones ingratas o no tanto. De más está decir que no tengo ninguna expectativa en el Gobierno, que me decepcionó en casi todos los aspectos, y lo único que se puede hacer, es creer y confiar en que el propio esfuerzo dará sus frutos. Insistir, una y otra vez, para conseguir una publicidad, o para hacer un trámite, ir veinte veces hasta que al final les ganes por cansancio. Van a estar tan fastidiados de ver tu cara todos los días reclamando lo que es justo, que de alguna manera te darán una compensación. Porque como bien dice el tango: "el que no llora, no mama". Como sostuve alguna vez, la vida es una lucha, pero vale la pena dar pelea. Punto final.
Se termina un ciclo, pero hay quienes ven la vida como una continuidad, no la miden en meses o en años. Creo que es un buen enfoque, porque el 31 de diciembre no se termina nada, los hechos seguirán su curso, y deberemos afrontar situaciones ingratas o no tanto. De más está decir que no tengo ninguna expectativa en el Gobierno, que me decepcionó en casi todos los aspectos, y lo único que se puede hacer, es creer y confiar en que el propio esfuerzo dará sus frutos. Insistir, una y otra vez, para conseguir una publicidad, o para hacer un trámite, ir veinte veces hasta que al final les ganes por cansancio. Van a estar tan fastidiados de ver tu cara todos los días reclamando lo que es justo, que de alguna manera te darán una compensación. Porque como bien dice el tango: "el que no llora, no mama". Como sostuve alguna vez, la vida es una lucha, pero vale la pena dar pelea. Punto final.
18 de diciembre de 2017
Batalla campal en el Congreso
Definitivamente, hoy no fue una joranda más en el país. Se sabía que podía ocurrir algo así, pero ni el más pesimista de los analistas podría haber presagiado algo semejante. Buenos Aires convertida en una ciudad sitiada, saturada de policías, que aún así no pudieron controlar a un nutrido grupo de activistas de ultraizquierda que les arrojaron todo lo que encontraban. Improvisaron piedras destrozando baldosas y bancos de hormigón de las plazas, hasta pudo verse una suerte de "mortero" que uno de estos sujetos hizo detonar contra los uniformados.
Desde que tomé conocimiento del proyecto de reforma previsional, me opuse, y lo consideré profundamente injusto, pero nunca se me pasaría por la cabeza expresar mi rechazo por medio de la violencia. Una violencia que trasgredió todos los límites, si es que los hay. Partidos políticos que cuando se presentan a elecciones generales obtienen (por ser generosos) un 3 % de los votos, y que nunca llegarán al poder porque la mayoría de la sociedad repudia su mirada retrógada, encuentran como nefasto paliativo la destrucción, el vandalismo, que no fue espontáneo sino rigurosamente planeado en el común de los casos. En realidad, a ellos tampoco les importan un carajo los jubilados, en una causa que abrazaron como propia y que no les pertenece. O al menos, no es privativa de estos movimientos izquierdistas.
Me tomé el trabajo de ver todos los canales de noticias. ¿Hubo represión de Policía y Gendarmería? Sí, hubo. ¿Hubo heridos con balas de goma? También. Pero el objetivo de estos grupúsculos era ganar la Plaza Congreso, y de ser posible, derribar el vallado para irrumpir en el Palacio Legislativo. Por un momento creyeron lograrlo, aunque las fuerzas de seguridad consiguieron un mínimo orden en el medio del caos generalizado.
Lo peor de todo, es que estos pseudo-dirigentes, tienen varios adeptos, idiotas útiles muchos de ellos, ignorantes otros, que pretenden hacer una réplica patética de las gestas revolucionarias. Sí, son patéticos. Dan vergüenza. Pero quizás lo más grave, es que hay sectores de la oposición más moderada que los financian para que puedan consumar su propósito.
Toda la vida me pronuncié en contra de cualquier abuso de las fuerzas de seguridad, pero considero que esta vez actuaron del modo correcto. De hecho, hay más de 80 policías heridos, que probablemente no eligieron estar allí, sino que debieron hacerlo por una orden emanada de un superior. Esto no hace más que demostrar que los argentinos no aprendimos nada, 34 años de democracia al pedo, con políticos que nos meten la mano en el bolsillo, y estos aprendices del troskismo que ni siquiera saben realmente lo que la verdadera izquierda representa. En síntesis, son una caricatura de la propia ideología que dicen representar. Punto final.
Desde que tomé conocimiento del proyecto de reforma previsional, me opuse, y lo consideré profundamente injusto, pero nunca se me pasaría por la cabeza expresar mi rechazo por medio de la violencia. Una violencia que trasgredió todos los límites, si es que los hay. Partidos políticos que cuando se presentan a elecciones generales obtienen (por ser generosos) un 3 % de los votos, y que nunca llegarán al poder porque la mayoría de la sociedad repudia su mirada retrógada, encuentran como nefasto paliativo la destrucción, el vandalismo, que no fue espontáneo sino rigurosamente planeado en el común de los casos. En realidad, a ellos tampoco les importan un carajo los jubilados, en una causa que abrazaron como propia y que no les pertenece. O al menos, no es privativa de estos movimientos izquierdistas.
Me tomé el trabajo de ver todos los canales de noticias. ¿Hubo represión de Policía y Gendarmería? Sí, hubo. ¿Hubo heridos con balas de goma? También. Pero el objetivo de estos grupúsculos era ganar la Plaza Congreso, y de ser posible, derribar el vallado para irrumpir en el Palacio Legislativo. Por un momento creyeron lograrlo, aunque las fuerzas de seguridad consiguieron un mínimo orden en el medio del caos generalizado.
Lo peor de todo, es que estos pseudo-dirigentes, tienen varios adeptos, idiotas útiles muchos de ellos, ignorantes otros, que pretenden hacer una réplica patética de las gestas revolucionarias. Sí, son patéticos. Dan vergüenza. Pero quizás lo más grave, es que hay sectores de la oposición más moderada que los financian para que puedan consumar su propósito.
Toda la vida me pronuncié en contra de cualquier abuso de las fuerzas de seguridad, pero considero que esta vez actuaron del modo correcto. De hecho, hay más de 80 policías heridos, que probablemente no eligieron estar allí, sino que debieron hacerlo por una orden emanada de un superior. Esto no hace más que demostrar que los argentinos no aprendimos nada, 34 años de democracia al pedo, con políticos que nos meten la mano en el bolsillo, y estos aprendices del troskismo que ni siquiera saben realmente lo que la verdadera izquierda representa. En síntesis, son una caricatura de la propia ideología que dicen representar. Punto final.
16 de diciembre de 2017
Temporal feroz y sábado a oscuras
Sábado complicado en Lobos. El feroz temporal de lluvia y viento me obligó a recluirme en mi casa buena parte del día. Con las persianas bajas, para que el agua no golpeara en la ventana, lo cual deteriora notablemente los postigos. Me dediqué a desgrabar unas notas que había hecho, material que tenía en "parrilla" y que me pareció útil publicar. En determinado momento de la tarde, cerca de las 15, se bajó la tensión de tal manera, que la luz del velador estuvo a punto de apagarse. Desconecté todos los aparatos y lo único que podía hacer era leer algún libro, un hábito que nunca viene mal.
Más recientemente, entre las 21 y las 23 hs, la luz se cortó por completo, tanto en las casas del barrio, como en las luminarias del alumbrado público, lo que constituye un verdadero peligro. Cerramos todas las rejas y nos quedamos cenando con velas, algo que no es tan romántico como parece. Estábamos con la familia de mi hermano, y nos pusimos a conversar, a recordar viejos cortes de luz, incluso antes de que la empresa fuera privatizada. Lo más llamativo, es que en esas dos horas, nos comunicamos mucho más que mientras estaba el servicio funcionando. Es decir, sin televisor, con poca batería en el celular, y con una radio a pilas, nos dispusimos a cenar tranquilos mientras hablábamos de bueyes perdidos. Cuando volvió la luz, es como si se hubiera roto el hechizo: todos volvieron a sus respectivos celulares, o a lo que estaban haciendo antes.
Siempre que ocurre un fenómeno meteorológico como éste, es inevitable para mí pensar en aquellas familias que tienen una vivienda precaria, o que viven sin los servicios esenciales. Y no hay que ir muy lejos para comprobarlo: aquí mismo, en Lobos o en Empalme, vemos gente que quedó totalmente excluida y librada a su suerte, porque nadie se ocupa de ellos excepto cuando hay elecciones (sean del partido que fueren). Quizás por eso, aunque renegué por no tener luz (que probablemente se corte otra vez), no fue una tragedia ni muchos menos, más tarde o más temprano iba a volver. Y como suele ocurrir, me acuerdo de la necesidad de tener una linterna, justo en estos momentos. El lunes seguro que compro una, que sea berreta nomás, pero que alcance para iluminar lo suficiente y no andar a los tumbos con la casa a oscuras. Punto final.
Más recientemente, entre las 21 y las 23 hs, la luz se cortó por completo, tanto en las casas del barrio, como en las luminarias del alumbrado público, lo que constituye un verdadero peligro. Cerramos todas las rejas y nos quedamos cenando con velas, algo que no es tan romántico como parece. Estábamos con la familia de mi hermano, y nos pusimos a conversar, a recordar viejos cortes de luz, incluso antes de que la empresa fuera privatizada. Lo más llamativo, es que en esas dos horas, nos comunicamos mucho más que mientras estaba el servicio funcionando. Es decir, sin televisor, con poca batería en el celular, y con una radio a pilas, nos dispusimos a cenar tranquilos mientras hablábamos de bueyes perdidos. Cuando volvió la luz, es como si se hubiera roto el hechizo: todos volvieron a sus respectivos celulares, o a lo que estaban haciendo antes.
Siempre que ocurre un fenómeno meteorológico como éste, es inevitable para mí pensar en aquellas familias que tienen una vivienda precaria, o que viven sin los servicios esenciales. Y no hay que ir muy lejos para comprobarlo: aquí mismo, en Lobos o en Empalme, vemos gente que quedó totalmente excluida y librada a su suerte, porque nadie se ocupa de ellos excepto cuando hay elecciones (sean del partido que fueren). Quizás por eso, aunque renegué por no tener luz (que probablemente se corte otra vez), no fue una tragedia ni muchos menos, más tarde o más temprano iba a volver. Y como suele ocurrir, me acuerdo de la necesidad de tener una linterna, justo en estos momentos. El lunes seguro que compro una, que sea berreta nomás, pero que alcance para iluminar lo suficiente y no andar a los tumbos con la casa a oscuras. Punto final.
13 de diciembre de 2017
Los adolescentes y nuestra lógica incapacidad para entenderlos
Debo reconocer que a veces me decepciona un poco pensar que hay un número mayoritario de adolescentes que nunca leyeron un diario en papel (Clarín, La Nación, Página/12, o cualquiera de circulación nacional). Probablemente para ellos sea algo inútil, casi obsoleto. También es frustrante que estos chicos escuchen reggaetón, un género musical que promueve la promiscuidad, la falta de límites, y no me voy a poner a hacerme el moralista. Porque si vamos al caso, encontramos también parte de ello en el rock, con la diferencia de que el rock no es una repetición burda de una base rítmica sobre la cual el "cantante" dicta una serie de consignas o enunciados sin sentido. Ahora que se declaró difunto al CD, y a todos los formatos conocidos para reproducir música, salieron a la venta esos parlantes a los cuales le conectás un pendrive con mp3, que se ven en las plazas ante la mirada asombrada de gente que es aún más vieja que yo.
Democratizar el acceso a la música siempre es bueno, pero cuando vos pagás por algo, lo valorás más, porque tuviste que hacer un esfuerzo para adquirirlo. Trabajar muchas horas, ahorrar, privarte de determinadas cosas. Por eso, estoy a favor de que se pague por escuchar música, ya sea a través de plataformas como Spotify, o bien comprando el CD o vinilo. Estos chicos, probablemente escucharon hablar de Pink Floyd o de Led Zeppelin, pero como las canciones son "largas" (oscilan entre 5 y 7 minutos, si no más), y además están cantadas en un idioma que no entienden, ni se molestan en incursionar en estas dos bandas legendarias que di a modo de ejemplo.
Quizás, aunque estas reflexiones hace tiempo que las tengo en la mente, me "cayó la ficha" debido a que, con mi ex compañeros de primaria, planeamos un reencuentro, y han transcurrido muchísimos años. Egresé en 1991, pueden calcular fácilmente la edad que tengo.
Los millenials tampoco sabrán lo que fue un videoclub, porque pueden conseguir películas truchas en cualquier lugar, o bien verlas por Netflix. No sabrán lo que significaba para nosotros, que ahorrábamos con la poca plata que nuestros padres nos daban por mes, contar con un cassette, que era el formato más pequeño que existía para reproducir música, y grabar desde la radio las canciones del momento. Otra cosa: Recuerdo cuando me quise comprar mi primer cassette "original", costaba 50.000 australes, un valor altísimo para la época. Al final, me lo terminó regalando mi abuela, que falleció este año.
Pero todas estas últimas consideraciones no son culpa de ellos, los adolescentes, sino de una época que no vivieron, y podría pensar, con el mismo criterio, que mis padres atravesaron usos y costumbres que a mí me resultaron ajenos. En fin, si ser adolescente no es fácil, menos aún es verlo desde afuera, cuando en mi caso ni siquiera tengo un hijo de esa edad. Punto final.
Democratizar el acceso a la música siempre es bueno, pero cuando vos pagás por algo, lo valorás más, porque tuviste que hacer un esfuerzo para adquirirlo. Trabajar muchas horas, ahorrar, privarte de determinadas cosas. Por eso, estoy a favor de que se pague por escuchar música, ya sea a través de plataformas como Spotify, o bien comprando el CD o vinilo. Estos chicos, probablemente escucharon hablar de Pink Floyd o de Led Zeppelin, pero como las canciones son "largas" (oscilan entre 5 y 7 minutos, si no más), y además están cantadas en un idioma que no entienden, ni se molestan en incursionar en estas dos bandas legendarias que di a modo de ejemplo.
Quizás, aunque estas reflexiones hace tiempo que las tengo en la mente, me "cayó la ficha" debido a que, con mi ex compañeros de primaria, planeamos un reencuentro, y han transcurrido muchísimos años. Egresé en 1991, pueden calcular fácilmente la edad que tengo.
Los millenials tampoco sabrán lo que fue un videoclub, porque pueden conseguir películas truchas en cualquier lugar, o bien verlas por Netflix. No sabrán lo que significaba para nosotros, que ahorrábamos con la poca plata que nuestros padres nos daban por mes, contar con un cassette, que era el formato más pequeño que existía para reproducir música, y grabar desde la radio las canciones del momento. Otra cosa: Recuerdo cuando me quise comprar mi primer cassette "original", costaba 50.000 australes, un valor altísimo para la época. Al final, me lo terminó regalando mi abuela, que falleció este año.
Pero todas estas últimas consideraciones no son culpa de ellos, los adolescentes, sino de una época que no vivieron, y podría pensar, con el mismo criterio, que mis padres atravesaron usos y costumbres que a mí me resultaron ajenos. En fin, si ser adolescente no es fácil, menos aún es verlo desde afuera, cuando en mi caso ni siquiera tengo un hijo de esa edad. Punto final.
11 de diciembre de 2017
Nuevos concejales y consejeros: vecinos que tienen todo un camino por delante
Comenzamos una nueva semana. Ayer, domingo, terminé agotado luego de cubrir la asunción de los nuevos concejales y consejeros escolares. Afortunadamente, los discursos que se pronunciaron tuvieron una duración dentro de lo razonable, y la sesión para que nuestros representantes iniciaran su mandato transcurrió sin sobresaltos. En el palco donde solía estar la Juventud Peronista y agrupaciones afines al PJ, ahora están los chicos de la Juventud Radical. El principal cambio fue en el secretario rentado, que ya no es más Don Carlos Leiva, luego de 16 años en el cargo. Lo reemplazó Pablo Apella, un joven a quien veo con muchas ganas de trabajar y de ponerse al hombro la responsabilidad que le fue encomendada.
Fue así como ayer, procurando hacer una síntesis de lo vivido pero sin dejar nada importante fuera de la crónica, me puse a escribir, a desgrabar, a seleccionar las fotos...en fin, nada nuevo para mi. Creo que el resultado fue bastante bueno, traté de rescatar lo esencial sin extenderme demasiado porque las notas para Internet deben ser concisas, dentro de lo posible. El lector de formato papel no es el mismo de aquel que busca información por la Web. Terminé a las 0:05 de hoy, aproximadamente, y también en el día de la fecha fue el momento para escribir la nota de los consejeros escolares, de forma tal de que todo lo acontecido quedara completo. Mañana martes, habrá que salir como todos los días, a buscar noticias. Algo va a salir, veremos qué me depara la jornada.
Todavía resta aprobar el Presupuesto Municipal, y espero que tanto los nuevos ediles como aquellos que estaban previamente, piensen en el bolsillo de los vecinos, que está siendo vapuleado de todas las maneras posibles. Ya es un hecho que habrá aumento de tasas, y habrá que ver qué modificaciones se introducen al proyecto original elevado por el Ejecutivo al HCD.
Por el momento, sólo nos queda confiar en quienes ocupan un lugar en en Concejo, y ver de qué forma se establecen vínculos y negociaciones entre los "veteranos" y los recién llegados. No hace falta mucho tiempo para darse cuenta de ello. Punto final.
Fue así como ayer, procurando hacer una síntesis de lo vivido pero sin dejar nada importante fuera de la crónica, me puse a escribir, a desgrabar, a seleccionar las fotos...en fin, nada nuevo para mi. Creo que el resultado fue bastante bueno, traté de rescatar lo esencial sin extenderme demasiado porque las notas para Internet deben ser concisas, dentro de lo posible. El lector de formato papel no es el mismo de aquel que busca información por la Web. Terminé a las 0:05 de hoy, aproximadamente, y también en el día de la fecha fue el momento para escribir la nota de los consejeros escolares, de forma tal de que todo lo acontecido quedara completo. Mañana martes, habrá que salir como todos los días, a buscar noticias. Algo va a salir, veremos qué me depara la jornada.
Todavía resta aprobar el Presupuesto Municipal, y espero que tanto los nuevos ediles como aquellos que estaban previamente, piensen en el bolsillo de los vecinos, que está siendo vapuleado de todas las maneras posibles. Ya es un hecho que habrá aumento de tasas, y habrá que ver qué modificaciones se introducen al proyecto original elevado por el Ejecutivo al HCD.
Por el momento, sólo nos queda confiar en quienes ocupan un lugar en en Concejo, y ver de qué forma se establecen vínculos y negociaciones entre los "veteranos" y los recién llegados. No hace falta mucho tiempo para darse cuenta de ello. Punto final.
9 de diciembre de 2017
Crónica de un verano anticipado y con "nuevos presos"
Sábado por la mañana. Aquí estoy, soportando el calor agobiante, que parece haber llegado para quedarse. Ayer, durante buena parte del día el cielo plomizo nos hizo pensar en una tormenta, algo que finalmente no sucedió en Lobos (sí diluvió en Mar del Plata, por ejemplo). Además, tengo el inconveniente de que transpiro más de lo normal, con lo cual la menor suba en el termómetro me deja la cara empapada de sudor.
Sin embargo, esta ola de calor no me ha impedido realizar mi trabajo, ir a las conferencias de prensa, asistir a distintos actos, lo cual además de mantener informado al lector, me distrae un poco de tedio cotidiano. Seguramente en estos días iré a una pileta, porque más allá de refrescarte, me gusta nadar.
Yendo al ámbito político y a esa ofensiva con el kirchnerismo, es difícil emitir opinión. Viéndolo desde afuera, llama la atención que la Justicia súbitamente haya despertado de su letargo y que se pida prisión preventiva a ex funcionarios de alto rango, o a la propia ex Presidenta. Hay mucho de revanchismo, y siempre que ocurre algo de gran impacto mediático, como fue en este caso, yo sospecho de los servicios de inteligencia. Hay un intento de desviar la atención del temas realmente preocupantes, como la reforma laboral o previsional. No estoy diciendo con eso que los kirchneristas sean "angelitos": lo que pretendo expresar, es que este hecho sacó de agenda varias cuestiones relacionadas con las políticas públicas. O el misterioso paradero del Submarino ARA San Juan. Por otra parte, como me explicaba un abogado amigo, en muchos casos no hay motivo para dictar la prisión preventiva, se debe aplicar ante circunstancias excepcionales, como que el imputado pueda entorpecer la investigación o fugarse.
Lo que esto percibiendo, cada vez más, es que los grandes medios que "marcan la cancha", siguen siendo demasiado complacientes o condescendientes con el macrismo. Ustedes saben, porque lo he mencionado antes, que el aumento de las tarifas y de los combustibles impacta muchísimos en el comercio, en la industria y en los hogares. Realmente no sé hasta cuándo se podrá sostener este ajuste (palabra muy "manoseada", por cierto), aún cuando nos quieran vender el cuentito que deseen. Alguna vez dije que estamos viviendo un escenario político parecido al del año 2000 (con recesión, leyes de flexibilización, y caída de empleo), sólo que a diferencia de hace 17 años, Macri conserva una imagen positiva importante y por el último resultado electoral Cambiemos se siente respaldado o fortalecido. Esperemos, aunque sea pecar de ingenuos, que no se abusen de la voluntad popular que les dio su aval en las urnas. Punto final.
Sin embargo, esta ola de calor no me ha impedido realizar mi trabajo, ir a las conferencias de prensa, asistir a distintos actos, lo cual además de mantener informado al lector, me distrae un poco de tedio cotidiano. Seguramente en estos días iré a una pileta, porque más allá de refrescarte, me gusta nadar.
Yendo al ámbito político y a esa ofensiva con el kirchnerismo, es difícil emitir opinión. Viéndolo desde afuera, llama la atención que la Justicia súbitamente haya despertado de su letargo y que se pida prisión preventiva a ex funcionarios de alto rango, o a la propia ex Presidenta. Hay mucho de revanchismo, y siempre que ocurre algo de gran impacto mediático, como fue en este caso, yo sospecho de los servicios de inteligencia. Hay un intento de desviar la atención del temas realmente preocupantes, como la reforma laboral o previsional. No estoy diciendo con eso que los kirchneristas sean "angelitos": lo que pretendo expresar, es que este hecho sacó de agenda varias cuestiones relacionadas con las políticas públicas. O el misterioso paradero del Submarino ARA San Juan. Por otra parte, como me explicaba un abogado amigo, en muchos casos no hay motivo para dictar la prisión preventiva, se debe aplicar ante circunstancias excepcionales, como que el imputado pueda entorpecer la investigación o fugarse.
Lo que esto percibiendo, cada vez más, es que los grandes medios que "marcan la cancha", siguen siendo demasiado complacientes o condescendientes con el macrismo. Ustedes saben, porque lo he mencionado antes, que el aumento de las tarifas y de los combustibles impacta muchísimos en el comercio, en la industria y en los hogares. Realmente no sé hasta cuándo se podrá sostener este ajuste (palabra muy "manoseada", por cierto), aún cuando nos quieran vender el cuentito que deseen. Alguna vez dije que estamos viviendo un escenario político parecido al del año 2000 (con recesión, leyes de flexibilización, y caída de empleo), sólo que a diferencia de hace 17 años, Macri conserva una imagen positiva importante y por el último resultado electoral Cambiemos se siente respaldado o fortalecido. Esperemos, aunque sea pecar de ingenuos, que no se abusen de la voluntad popular que les dio su aval en las urnas. Punto final.
6 de diciembre de 2017
De regreso: reflexiones de mitad de semana
Estimados amigos: estuve unos días sin publicar nada aquí, en el blog, debido a que me surgieron innumerables complicaciones, propias de una agenda cargada en esta época del año. Nada demasiado grave, pero se van acumulando los compromisos contraídos, y uno no puede multiplicarse por diez para cubrir varios eventos a la vez. Hay veces que siento que cierta gente es muy demandante, quizás porque desconoce cómo es mi modo de trabajar, entonces quieren que todo sea "ya", de inmediato. Pero también pasa al revés, yo desconozco la modalidad de trabajo de otros rubros, y asimismo también tengo mis exigencias.
Escribir en este espacio es motivo de satisfacción para mí, porque aunque me lea una sola persona, significa que el mensaje le llegó a alguien, que evaluará si las notas del blog son de su agrado o no. Lo vengo haciendo desde 2005, y cada año intento superarme, redactar mejor, porque considero que aunque hayas estudiado Periodismo o lo que sea, nunca terminás de aprender. Y de las sugerencias, de los consejos, se aprende muchísimo. Como sostengo siempre, quienes lean los primeros textos (en el lateral derecho de la página está todo el archivo año por año), notarán que antes eran otras cosas las que me preocupaba o me interesaban, precisamente porque yo era más joven, tenía menos obligaciones y otra forma de ver las cosas. Poco a poco se fue poniendo más "serio" el tratamiento de los temas, y traté siempre de no caer en la frivolidad o el abordaje superficial.
Este miércoles por la tarde, mientras redacto estas líneas, me pongo a pensar en el largo trecho que nos separa de una sociedad normal, donde nadie reciba una golpiza o la muerte por sus ideas políticas, donde se respete el Estado de Derecho, y nos demos cuenta de que el único interés de los políticos es llegar al poder. El poder se más codiciado que el dinero. ¿Por qué? Porque en política, el poder te permite humillar y pisotear a otros, nombrar familiares y amigos para cargos públicos, levantar el teléfono y tener en 15 minutos a todos tus subordinados en tu despacho. En cambio, el dinero en sí mismo se plasma en la compra de objetos o de bienes de gran valor, pero no genera poder "per se". Es, más bien, un símbolo de status y de una determinada clase social. Al "nuevo rico" se lo identifica enseguida, porque lo primero que suele hacer es cambiar el auto, o viajar al Exterior. En cambio, aquellos que heredaron un patrimonio importante y nunca les faltó el dinero, en su mayoría son más discretos y racionales en sus gastos. Punto final.
Escribir en este espacio es motivo de satisfacción para mí, porque aunque me lea una sola persona, significa que el mensaje le llegó a alguien, que evaluará si las notas del blog son de su agrado o no. Lo vengo haciendo desde 2005, y cada año intento superarme, redactar mejor, porque considero que aunque hayas estudiado Periodismo o lo que sea, nunca terminás de aprender. Y de las sugerencias, de los consejos, se aprende muchísimo. Como sostengo siempre, quienes lean los primeros textos (en el lateral derecho de la página está todo el archivo año por año), notarán que antes eran otras cosas las que me preocupaba o me interesaban, precisamente porque yo era más joven, tenía menos obligaciones y otra forma de ver las cosas. Poco a poco se fue poniendo más "serio" el tratamiento de los temas, y traté siempre de no caer en la frivolidad o el abordaje superficial.
Este miércoles por la tarde, mientras redacto estas líneas, me pongo a pensar en el largo trecho que nos separa de una sociedad normal, donde nadie reciba una golpiza o la muerte por sus ideas políticas, donde se respete el Estado de Derecho, y nos demos cuenta de que el único interés de los políticos es llegar al poder. El poder se más codiciado que el dinero. ¿Por qué? Porque en política, el poder te permite humillar y pisotear a otros, nombrar familiares y amigos para cargos públicos, levantar el teléfono y tener en 15 minutos a todos tus subordinados en tu despacho. En cambio, el dinero en sí mismo se plasma en la compra de objetos o de bienes de gran valor, pero no genera poder "per se". Es, más bien, un símbolo de status y de una determinada clase social. Al "nuevo rico" se lo identifica enseguida, porque lo primero que suele hacer es cambiar el auto, o viajar al Exterior. En cambio, aquellos que heredaron un patrimonio importante y nunca les faltó el dinero, en su mayoría son más discretos y racionales en sus gastos. Punto final.
3 de diciembre de 2017
Vivir siendo auténtico, es un modo de sentirse libre
Los domingos por la noche suelen ser esos momentos que dedico a organizar el trabajo de la semana venidera, a destinar más tiempo a la lectura de diarios, o escuchar a los Rolling Stones. Esto último me sucedió hoy pero ha pasado otras veces, puse un disco de Rod Stewart, que es de una calidad aceptable, pero necesitaba algo más power y no tan melancólico, fuera del formato balada. Por eso busqué el último de los Rolling, "Blue & Lonesome", donde hacen covers de los clásicos del blues. Pero del blues más eléctrico y rockero, el de Chicago, no aquel que cultivó B.B King y que es propio del Sur de los EE. UU.
Más allá del ocio (que todos nos merecemos de vez en cuando), mis pretensiones siempre son modestas. El día que tenga dinero para hacer un nuevo viaje en avión, lo haré. La única vez que me subí a una aeronave fue en 2002, como la mayoría de los lectores ya saben. Hoy por hoy, tengo otras prioridades, como afianzar el diario digital, buscar material que sea útil e interesante de publicar, y eso se va dando en el "día a día". Estoy pensando que, quizás, este año me parece mejor al anterior, no porque objetivamente haya sido así, sino porque mi actitud ante ciertas cosas cambió.
A veces es difícil fijarse prioridades, o decidir qué es aquello importante a lo que te vas a enfocar. Porque tenés varios frentes de tormenta. En tal caso, no queda otra que elegir, y te puede ir bien o mal, como a cualquiera que apuesta a un proyecto. Desde el más humilde hasta el más ambicioso, todos son válidos. Si todos pudiéramos predecir cómo van a evolucionar los hechos, no habría comercios que cierran, o empresas que entran en quiebra. En el común de los casos ni siquiera depende de nosotros, más allá del esfuerzo que podamos poner.
Muchas políticas públicas de este Gobierno Nacional me provocan rechazo, y lo peor de todo es que las consecuencias no se verán de inmediato. Yo no me caso con nadie: así como cuestioné a los K, tengo la amplitud de criterio como para expresarme en un marco de respeto. Sobre todo, porque no estoy afiliado a ningún partido, no tengo compromisos políticos con nadie, y creo que esta escalada de precios que no se detiene (nafta, luz, agua, gas), el paquete de reformas impositivas y previsionales, la falta de soluciones a la pobreza, nos va a conducir a un futuro sombrío. Un vasto sector de la sociedad vive una "luna de miel" con Cambiemos, pero inevitablemente el romance se terminará, y el "divorcio" puede ser estrepitoso. Punto final.
Más allá del ocio (que todos nos merecemos de vez en cuando), mis pretensiones siempre son modestas. El día que tenga dinero para hacer un nuevo viaje en avión, lo haré. La única vez que me subí a una aeronave fue en 2002, como la mayoría de los lectores ya saben. Hoy por hoy, tengo otras prioridades, como afianzar el diario digital, buscar material que sea útil e interesante de publicar, y eso se va dando en el "día a día". Estoy pensando que, quizás, este año me parece mejor al anterior, no porque objetivamente haya sido así, sino porque mi actitud ante ciertas cosas cambió.
A veces es difícil fijarse prioridades, o decidir qué es aquello importante a lo que te vas a enfocar. Porque tenés varios frentes de tormenta. En tal caso, no queda otra que elegir, y te puede ir bien o mal, como a cualquiera que apuesta a un proyecto. Desde el más humilde hasta el más ambicioso, todos son válidos. Si todos pudiéramos predecir cómo van a evolucionar los hechos, no habría comercios que cierran, o empresas que entran en quiebra. En el común de los casos ni siquiera depende de nosotros, más allá del esfuerzo que podamos poner.
Muchas políticas públicas de este Gobierno Nacional me provocan rechazo, y lo peor de todo es que las consecuencias no se verán de inmediato. Yo no me caso con nadie: así como cuestioné a los K, tengo la amplitud de criterio como para expresarme en un marco de respeto. Sobre todo, porque no estoy afiliado a ningún partido, no tengo compromisos políticos con nadie, y creo que esta escalada de precios que no se detiene (nafta, luz, agua, gas), el paquete de reformas impositivas y previsionales, la falta de soluciones a la pobreza, nos va a conducir a un futuro sombrío. Un vasto sector de la sociedad vive una "luna de miel" con Cambiemos, pero inevitablemente el romance se terminará, y el "divorcio" puede ser estrepitoso. Punto final.
2 de diciembre de 2017
Recapitulando los últimos 11 meses, intensos y duros
Sábado por la tarde en la ciudad. Cuando entramos en el último mes del año y pensamos en el tiempo transcurrido de este 2017, seguramente se nos escapan cosas. Porque la vida tiene matices: no todo fue un desastre, ni tampoco un éxito rotundo. Es que además, si todo fuera tan lineal, resultaría un tedio el devenir de los meses.
Por supuesto, para aquellos que debieron lamentar el fallecimiento de un ser querido, o tuvieron que atravesar una situación traumática, este año no será recordado de la mejor manera. Es natural y absolutamente humano que así sea.
Si tuviera que hacer memoria, salvo algunos hechos puntuales, no recuerdo, mes por mes, cómo los fui transitando, y qué pasó en ese interín. Una de las razones de este blog fue esa: sin llegar a ser un "diario íntimo", recordar todo lo que me ha tocado vivir. Como dije en más de una ocasión, soy optimista respecto a este año, si lo comparo con aquellas cosas que me afectaron en 2016. Pero es la percepción subjetiva de cada uno la que determina esto, y en realidad tampoco tiene mucho sentido hacerlo. Son 365 días, es un ciclo, y nada más. Después vendrá otro, y habrá que prepararse para hacerle frente.
Lo más terrible que te puede pasar es no tener trabajo, estar enfermo, o ambas cosas. Y si bien yo tengo algunas enfermedades, no me impiden hacer una vida normal. Con respecto al trabajo, dependo de mí mismo: yo soy mi propio jefe, no estoy en relación de dependencia. Manejo mis tiempos lo mejor que puedo, y a veces termino de almorzar o cenar a cualquier hora, porque la prioridad es escribir la nota periodística, descargar las fotos de la cámara, todo el laburo propio a lo que yo me dedico. Cada empleo tiene sus particularidades, pero considero que lo esencial es que ello no te obligue a restarle tiempo a los amigos y a la familia. Conozco casos de gente que vive atormentada y arrepentida de no haberle dedicado suficiente tiempo a sus hijos (o viceversa, a sus padres), anteponiendo horas de laburo, que ellos creían que era lo mejor. No quiero que mi vida sea estar 30 años (o más), trabajando para terminar recibiendo una jubilación miserable.
Del mismo modo, respecto a lo que comentaba recién sobre nuestros afectos, no voy a pemitir que eso me suceda. Mis seres queridos, son queridos, precisamente, porque ocupan un lugar en mi vida. Punto final.
Por supuesto, para aquellos que debieron lamentar el fallecimiento de un ser querido, o tuvieron que atravesar una situación traumática, este año no será recordado de la mejor manera. Es natural y absolutamente humano que así sea.
Si tuviera que hacer memoria, salvo algunos hechos puntuales, no recuerdo, mes por mes, cómo los fui transitando, y qué pasó en ese interín. Una de las razones de este blog fue esa: sin llegar a ser un "diario íntimo", recordar todo lo que me ha tocado vivir. Como dije en más de una ocasión, soy optimista respecto a este año, si lo comparo con aquellas cosas que me afectaron en 2016. Pero es la percepción subjetiva de cada uno la que determina esto, y en realidad tampoco tiene mucho sentido hacerlo. Son 365 días, es un ciclo, y nada más. Después vendrá otro, y habrá que prepararse para hacerle frente.
Lo más terrible que te puede pasar es no tener trabajo, estar enfermo, o ambas cosas. Y si bien yo tengo algunas enfermedades, no me impiden hacer una vida normal. Con respecto al trabajo, dependo de mí mismo: yo soy mi propio jefe, no estoy en relación de dependencia. Manejo mis tiempos lo mejor que puedo, y a veces termino de almorzar o cenar a cualquier hora, porque la prioridad es escribir la nota periodística, descargar las fotos de la cámara, todo el laburo propio a lo que yo me dedico. Cada empleo tiene sus particularidades, pero considero que lo esencial es que ello no te obligue a restarle tiempo a los amigos y a la familia. Conozco casos de gente que vive atormentada y arrepentida de no haberle dedicado suficiente tiempo a sus hijos (o viceversa, a sus padres), anteponiendo horas de laburo, que ellos creían que era lo mejor. No quiero que mi vida sea estar 30 años (o más), trabajando para terminar recibiendo una jubilación miserable.
Del mismo modo, respecto a lo que comentaba recién sobre nuestros afectos, no voy a pemitir que eso me suceda. Mis seres queridos, son queridos, precisamente, porque ocupan un lugar en mi vida. Punto final.
27 de noviembre de 2017
Aquello que atesoramos en la memoria
El tiempo te hace ver la vida de otra manera, y es natural que sea así, caso contrario sería patológico pensar igual que cuando tenías 15 años. Además, tus hábitos, gustos y costumbres van cambiando. Ya no te satisface tanto escuchar una banda punk, comenzás a disfrutar del tango, la bossa nova, el jazz. Ya será más difícil que te tomen por boludo (aunque inevitablemente va a ocurrir), porque aprendés cómo se maneja la gente. Aprendés a guardar silencio para evitar una discusión estúpida y sin sentido.
Se afirman los ideales, las convicciones que cada uno tiene, y se diluyen las utopías. Porque la utopía es lo inalcanzable, es pensar las cosas "como deberían ser", y no como realmente son. El diccionario la define como:
"Representación imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien humano".
Esto no significa claudicar, ni bajar los brazos. Es aceptar que la sociedad tiene profundas desigualdades y es injusta por naturaleza. Sobre todo, injusta con quienes más han contribuído a hacer de este mundo un lugar mejor. Entre ellos, los científicos, los filósofos, y los grandes pensadores. Ninguno de ellos se hizo millonario, y quizás tampoco lo deseaba en su fuero íntimo. Pero vivimos asqueados de televisión basura, de la degradación de la mujer, de conflictos entre países que se dan de la manera más absurda.
Como suele decirse, podemos sentirnos satisfechos de que a este país han hecho todo lo posible para hundirlo, y no lo han conseguido. Porque todavía queda gente que se la juega de verdad, que le pone pilas a un proyecto, que comprende -como dije una vez- que decir la verdad no es un mérito como nos quiere hacer creer la clase política, sino un deber. Todavía queda gente que lee, que se toma el trabajo de indagar varias fuentes porque no quiere que le den todo "masticado", y eso tiene mucho valor. Tenemos cineastas jóvenes que son un orgullo para el Séptimo Arte argentino, y que están logrando hacerse un lugar en medio de los dinosaurios que se dedicaban a filmar películas mediocres, comedias sin gracia, y con actores que parecían maniquíes. De a poco la cosa va cambiando, de la mano de los "millenials", la nueva generación que nació o creció en el Siglo XXI. Hoy nadie se asombra de ver una pareja gay, salvo algún retrógrada, ni se avergüenza de comprar preservativos para tener una sexualidad responsable, por citar un par de casos.
Para concluir, yo no espero nada de la dirigencia política, ni de la actual ni de las venideras, y sólo creo que el sentido común y las racionalidad nos pueden salvar del abismo. Sumando esto, desde luego, a aquellos que cultivan la espiritualidad. Punto final.
26 de noviembre de 2017
Empezando desde cero
Domingo por la mañana en la ciudad. Estoy redactando estas líneas desde una nueva notebook, la cual pude adquirir con mucho esfuerzo y con la inestimable ayuda de un amigo, que me pidió reserva de su identidad. Como todo artefacto nuevo, costará al principio, pero la decisión de comprarla estuvo -y está- basada en invertir en mis herramientas de trabajo, que es lo que me da rédito económico y me dá de comer. El dinero invertido, de ningún modo lo considero desperdiciado, porque venía trabajando con una máquina de casi 10 años de antigüedad, a la que a veces se le apagaba súbitamente la pantalla, y en esas condiciones era imposible laburar. Sin embargo, la conservo porque funciona relativamente bien y me puede "salvar" de cualquier estropicio. De algún modo, si bien los lectores no lo percibirán, es empezar desde cero.
Es la primera vez en muchos años que tengo que mirar el teclado para escribir, porque ha cambiado la ubicación de ellas. No obstante, confío que con el tiempo me iré acostumbrando.
Dicho esto, este fin de semana transcurre tranquilo para mí, realizando la cobertura de noticias dentro de mis posibilidades, y seleccionando material de interés para publicar, que a veces tiene alcance regional, por lo cual en consecuencia nos afecta indirectamente. Una de las notas que se publicó hoy en LOBOS 24, tiene que ver con la nueva modalidad de Educación de Adultos. Me consta que hay muchos vecinos mayores de 18 años con ganas de completar sus estudios, y estos cambios ponen énfasis en el uso de Internet y plataformas virtuales. El lector juzgará si la noticia (donde menciono la fuente, como corresponde), resulta de su valía e interés.
De a poco, los hechos positivos se van concretando, más allá de lo estrictamente económico, y de no haber ningún cambio brusco que haga torcer el curso de los acontecimientos, 2017 será para mí un año más provechoso que su antecesor. Punto final. (Y disculpen si hay algún error de tipeo)
Es la primera vez en muchos años que tengo que mirar el teclado para escribir, porque ha cambiado la ubicación de ellas. No obstante, confío que con el tiempo me iré acostumbrando.
Dicho esto, este fin de semana transcurre tranquilo para mí, realizando la cobertura de noticias dentro de mis posibilidades, y seleccionando material de interés para publicar, que a veces tiene alcance regional, por lo cual en consecuencia nos afecta indirectamente. Una de las notas que se publicó hoy en LOBOS 24, tiene que ver con la nueva modalidad de Educación de Adultos. Me consta que hay muchos vecinos mayores de 18 años con ganas de completar sus estudios, y estos cambios ponen énfasis en el uso de Internet y plataformas virtuales. El lector juzgará si la noticia (donde menciono la fuente, como corresponde), resulta de su valía e interés.
De a poco, los hechos positivos se van concretando, más allá de lo estrictamente económico, y de no haber ningún cambio brusco que haga torcer el curso de los acontecimientos, 2017 será para mí un año más provechoso que su antecesor. Punto final. (Y disculpen si hay algún error de tipeo)
23 de noviembre de 2017
Submarino ARA San Juan: Nos mintieron a todos
Nos mintieron a todos, alevosamente: a vos, a mí, a los familiares, a la prensa internacional. Este señor, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, día tras día iba "informando" datos que nunca existieron, como los supuestos 7 llamados por teléfono satelital desde la nave, como el hecho de que la tripulación había pedido auxilio golpeando con un martillo en código Morse sobre la coraza del submarino. Le mintieron a la prensa internacional, que replicaba los dichos de este caradura. Hoy, demasiado tarde, nos enteramos de la cruda realidad. Desde la Armada no informaron al Ministro de Defensa de inmediato lo que estaba sucediendo: el funcionario se enteró en un vuelo a Europa, leyendo el portal de noticias Infobae, según dice la crónica de La Nación. También, se sabe, había un rumor de que el Presidente pretendía descabezar a la cúpula de la Marina, antes de que el ARA San Juan zarpara. ¿Fue una replesalia de los uniformados de blanco, advertidos de lo que se podía venir? Probablemente. Encerrar a 44 personas en una "lata" con 30 años de antigüedad (cuando la mayoría de los países tiene submarinos nucleares), sin tomar los recaudos necesarios, fue una aventura que terminó de la peor manera. El presupuesto en reequipamiento para las Fuerzas Armadas es ínfimo. Y debe hacerse en tiempos de paz, no sólo ante la inminencia de un conflicto bélico. Hace unos meses, celebraban la recuperación del Rompehielos Irízar, como su fuera un gran logro, cuando estuvo casi 11 años inactivo luego de un incendio dantesco, que pudo ser sofocado, y por lo cual debió ser remolcado al puerto por otro buque.
Se abre el peor, y el más penoso, de los escenarios: que el submarino esté destruido, hundido, y con él toda la tripulación, y la indignación de los familiares es totalmente lógica, porque soportaron varios días de angustia, de pistas falsas, de opinólogos que supuestamente eran expertos en la materia y eran consultados por los medios. Se puede mentir de dos formas: inventando hechos que nunca fueron ciertos, u ocultando la verdad. Hicieron las dos cosas. Nos trataron como mascotas. Como dice Charly García en una célebre canción, fue "el milagro de una pobre actuación". El único reconocimiento genuino que hay que hacer, es a todos los países que se ofrecieron a prestar su logística y su tecnología para dar con el paradero del ARA San Juan. Ojalá que los altos mandos de la Armada sean relevados, estos tipos perversos e inútiles a la vez, que sean separados de la fuerza, y que nunca más salgan a la calle, porque dan ganas de lincharlos. Aún con la remota posibilidad de que la tripulación esté con vida, lo que pasó es inaceptable. Punto final.
Se abre el peor, y el más penoso, de los escenarios: que el submarino esté destruido, hundido, y con él toda la tripulación, y la indignación de los familiares es totalmente lógica, porque soportaron varios días de angustia, de pistas falsas, de opinólogos que supuestamente eran expertos en la materia y eran consultados por los medios. Se puede mentir de dos formas: inventando hechos que nunca fueron ciertos, u ocultando la verdad. Hicieron las dos cosas. Nos trataron como mascotas. Como dice Charly García en una célebre canción, fue "el milagro de una pobre actuación". El único reconocimiento genuino que hay que hacer, es a todos los países que se ofrecieron a prestar su logística y su tecnología para dar con el paradero del ARA San Juan. Ojalá que los altos mandos de la Armada sean relevados, estos tipos perversos e inútiles a la vez, que sean separados de la fuerza, y que nunca más salgan a la calle, porque dan ganas de lincharlos. Aún con la remota posibilidad de que la tripulación esté con vida, lo que pasó es inaceptable. Punto final.
20 de noviembre de 2017
Lunes feriado, y una agenda complicada
El feriado de hoy, lunes 20, transcurrió con aire cansino, como quien no quiere la cosa, bastante aburrido por cierto. Por la mañana y buena parte de la tarde, las calles desiertas. Actividad comercial nula: apenas algunos kioscos y un par de supermercados. Me quedé viendo televisión, haciendo zapping, en cuanto a las noticias nacionales, la mayoría de la que pude leer estaban relacionadas con el submarino a la deriva, y la muerte del asesino Charles Manson. Seguramente mañana, habrá otro tipo de información que no se concentre tanto en dos hechos puntuales.
Poco se habla de la reforma previsional, que afectará -obviamente- a los actuales y futuros jubilados, una reforma con la cual estoy en desacuerdo. Se busca achicar déficit a costa de los haberes de los que menos cobran. Digámoslo así, aunque si leemos la letra chica parezca otra cosa. Es probable que este proyecto de Ley (que aún no pasó por el Congreso), sea aprobado con escasas variantes, porque estamos en un momento en el cual el oficialismo está en la cresta de la ola, como dije en una oportunidad. Es por ello que pueden arrogarse enviar al Parlamento este tipo de proyectos, porque ganaron las elecciones y van a aprovechar al máximo este apoyo de la sociedad.
Por supuesto, siempre hay motivos para ser optimistas, pero entre el inminente aumento de tarifas de luz y gas, sumado esto a que hay un gran sector de la población en situación vulnerable, me da que pensar. Espero que haya agún grado de sensatez de parte de nuestros representantes, y que no se apruebe todo "a libro cerrado". Por lo menos, que a aquellos que hoy les toca ser oposición, abran el debate. Un debate en serio, como hace tiempo que no se viene dando en este país. Punto final.
Poco se habla de la reforma previsional, que afectará -obviamente- a los actuales y futuros jubilados, una reforma con la cual estoy en desacuerdo. Se busca achicar déficit a costa de los haberes de los que menos cobran. Digámoslo así, aunque si leemos la letra chica parezca otra cosa. Es probable que este proyecto de Ley (que aún no pasó por el Congreso), sea aprobado con escasas variantes, porque estamos en un momento en el cual el oficialismo está en la cresta de la ola, como dije en una oportunidad. Es por ello que pueden arrogarse enviar al Parlamento este tipo de proyectos, porque ganaron las elecciones y van a aprovechar al máximo este apoyo de la sociedad.
Por supuesto, siempre hay motivos para ser optimistas, pero entre el inminente aumento de tarifas de luz y gas, sumado esto a que hay un gran sector de la población en situación vulnerable, me da que pensar. Espero que haya agún grado de sensatez de parte de nuestros representantes, y que no se apruebe todo "a libro cerrado". Por lo menos, que a aquellos que hoy les toca ser oposición, abran el debate. Un debate en serio, como hace tiempo que no se viene dando en este país. Punto final.
18 de noviembre de 2017
Fría mañana de sábado cumpleañero
Sábado por la mañana: me disponía a salir de mi casa cuando una ráfaga de viento helado me hizo volver sobre mis pasos. Efectivamente, el termómetro marcaba 14 grados, y a esta hora de la tarde que me encuentro escribiendo, andamos por los 17. Como era de esperar, tuve que volver a buscar algún abrigo, de esos que ya creía "archivados" hasta el año siguiente. Ahora que lo pienso bien, creo que el 31 de diciembre de 2016 hizo muchísimo frío, o quizás en la misma fecha de 2015, sólo recuerdo que con mi familia fuimos a cenar a un restaurant al aire libre y me congelé. En fin, un sábado que podría ser como cualquier otro, excepto porque es el cumpleaños de mi viejo, una de las personas que más quiero en la vida, y que se merece lo mejor. Un tipo sencillo, que se ganó el aprecio de muchos vecinos que luego fueron amigos, que nunca cobró de más por una reparación, que se mantuvo firme a sus principios (que pueden ser discutibles o no). Entonces lo veo, y siento la gratitud de que esté conmigo todo los días, en los momentos de angustia y en los de satisfacción. Nunca se borró.
Y aunque es cierto que en varias cuestiones pensamos distinto y ello trae consigo discusiones, muchas veces el tiempo le ha dado la razón a él, porque tiene los años y la experiencia que yo no tengo, y porque muchas cosas que yo he padecido les han tocado a él también. Cumple 67, y hoy por hoy disfruta de su jubilación y de su nieto (mi sobrino). No lo voy a elogiar acá porque no tiene sentido, sería demasiado subjetivo, sólo puedo decir que me ha dado sus consejos y su modo de entender al vida, aunque no esté totalmente de acuerdo. En realidad, como sostengo siempre, la vida y el tiempo se van encargando de poner a cada uno en su lugar, y esto es válido para cualquier persona con la cual debas compartir -ya sea por trabajo o lo que fuere- parte del devenir del reloj. Por la salud de cada uno de nosotros, en momentos complicados hay que mantener la calma lo más posible, para tomar una decisión. Asimismo, las cosas hechas a las apuradas o sin ganas, terminan saliendo mal.
Me despido de un modo simple: Feliz cumple, viejo. Y por muchos más. Punto final.
Y aunque es cierto que en varias cuestiones pensamos distinto y ello trae consigo discusiones, muchas veces el tiempo le ha dado la razón a él, porque tiene los años y la experiencia que yo no tengo, y porque muchas cosas que yo he padecido les han tocado a él también. Cumple 67, y hoy por hoy disfruta de su jubilación y de su nieto (mi sobrino). No lo voy a elogiar acá porque no tiene sentido, sería demasiado subjetivo, sólo puedo decir que me ha dado sus consejos y su modo de entender al vida, aunque no esté totalmente de acuerdo. En realidad, como sostengo siempre, la vida y el tiempo se van encargando de poner a cada uno en su lugar, y esto es válido para cualquier persona con la cual debas compartir -ya sea por trabajo o lo que fuere- parte del devenir del reloj. Por la salud de cada uno de nosotros, en momentos complicados hay que mantener la calma lo más posible, para tomar una decisión. Asimismo, las cosas hechas a las apuradas o sin ganas, terminan saliendo mal.
Me despido de un modo simple: Feliz cumple, viejo. Y por muchos más. Punto final.
15 de noviembre de 2017
Charla de café en una tarde lluviosa
Miércoles por la noche en la ciudad. Esta tarde, con un amigo nos disponíamos a dar una caminata por la Plaza Tucumán (de hecho alcanzamos a dar una vuelta), cuando nos sorprendió la lluvia. Poco me importaba, tenía una campera puesta y la frondosa arboleda ataja bastante el agua. Pero mi amigo se llevaba la peor parte, tenía sólo una remera, de modo que nos "refugiamos" en el tinglado de una casa cercana a esperar que el chaparrón amainara. Después, fuimos a un bar a tomar algo. En realidad, fue sólo eso, una aguacero, nada de tormentas eléctricas o que se le parezca, al menos al momento de escribir estas líneas. Vino bien para que bajara la temperatura, pero no fue mucho más que eso. Esta lluvia era largamente esperada, luegos de varios días de intenso calor, que es propio de esta época del año. Una estafa meteorológica.
La cuestión es que la charla de café estuvo buena, pese a que el objetivo inicial era caminar, algo que no me viene nada mal por mi sobrepeso. Hacía tiempo que no nos encontrábamos con el amigo que mencioné, quien estaba agotado de la rutina diaria, de la manera que se comportan ciertas personas, y otras cuestiones que mejor no comentar.
A todos nos suceden cosas desagradables o que nos fastidian, y hay un punto en que llegás al límite. Demasiados problemas te desbordan, o se acumulan en el lapso de una semana. Desde tener que ver a un médico, pasar por la obra social, esperar a que autoricen una orden de práctica, y miles de vericuetos relacionados con la salud, hasta otras razones que tienen más que ver con la economía. Me refiero a la economía doméstica: la plata que tenemos en el bolsillo y cómo administrarla para que dure todo el mes. Es cierto que mucha gente la está pasando peor que nosotros, en todo sentido, pero no es consuelo, como bien reza el dicho. Pero sí es útil este razonamiento, para no quejarte por boludeces, y darle a cada cosa su real dimensión, indagando en vos mismo como si fueras "juez y parte". Preguntas que nos hacemos la mayoría: "¿Vale realmente la pena preocuparse por esto? ¿Qué puedo hacer para resolverlo? ¿Es motivo suficiente para arruinarme el día?". Esta última es clave, no permitir que lo que pueda pasarte se convierta en una pesada mochila que cargar. Punto final.
La cuestión es que la charla de café estuvo buena, pese a que el objetivo inicial era caminar, algo que no me viene nada mal por mi sobrepeso. Hacía tiempo que no nos encontrábamos con el amigo que mencioné, quien estaba agotado de la rutina diaria, de la manera que se comportan ciertas personas, y otras cuestiones que mejor no comentar.
A todos nos suceden cosas desagradables o que nos fastidian, y hay un punto en que llegás al límite. Demasiados problemas te desbordan, o se acumulan en el lapso de una semana. Desde tener que ver a un médico, pasar por la obra social, esperar a que autoricen una orden de práctica, y miles de vericuetos relacionados con la salud, hasta otras razones que tienen más que ver con la economía. Me refiero a la economía doméstica: la plata que tenemos en el bolsillo y cómo administrarla para que dure todo el mes. Es cierto que mucha gente la está pasando peor que nosotros, en todo sentido, pero no es consuelo, como bien reza el dicho. Pero sí es útil este razonamiento, para no quejarte por boludeces, y darle a cada cosa su real dimensión, indagando en vos mismo como si fueras "juez y parte". Preguntas que nos hacemos la mayoría: "¿Vale realmente la pena preocuparse por esto? ¿Qué puedo hacer para resolverlo? ¿Es motivo suficiente para arruinarme el día?". Esta última es clave, no permitir que lo que pueda pasarte se convierta en una pesada mochila que cargar. Punto final.
13 de noviembre de 2017
La sabiduría de aprender a envejecer
Hay gente que se niega a envejecer. No me refiero al modo de vestir, tampoco al estado de salud. Simplemente, no acepta que una determinada etapa de su vida ya pasó, y es natural que así sea. Generalmente el "clic" llega con la jubilación, cuando a los 60 o 65 años tenés que llenar cada día de tu vida con el tiempo que antes pasabas trabajando. Algunos lo saben sobrellevar mejor que otros. Pero además, como dije antes, negar que envejecemos es negar a la naturaleza misma: la presbicia, las canas, las arrugas en el rostro, y todo ello. También se suele hablar de la "crisis de los 40" (estoy cerca de ese número), y es común que te preguntes qué hiciste los años anteriores y qué te queda por hacer.
Podemos tomar a la vida como un libro en blanco donde cada uno va escribiendo su historia personal, o como una novela donde ya está todo determinado o predestinado. En realidad, ninguno de estos planteos aporta demasiado, porque lo que sostengo, y no me cansaré de repetirlo, es que la inteligencia es la capacidad de adaptarse. Por muy culto que seas (entiéndase por culto ser un tipo leído, y ese tipo de cosas), podés ser incapaz de manejar las situaciones que se te vas presentando. Y la experiencia, que llega con los años, forma parte de ese proceso de aprender a envejecer y convivir con la imagen que nos devuelve el espejo todas las mañanas. Punto final.
Podemos tomar a la vida como un libro en blanco donde cada uno va escribiendo su historia personal, o como una novela donde ya está todo determinado o predestinado. En realidad, ninguno de estos planteos aporta demasiado, porque lo que sostengo, y no me cansaré de repetirlo, es que la inteligencia es la capacidad de adaptarse. Por muy culto que seas (entiéndase por culto ser un tipo leído, y ese tipo de cosas), podés ser incapaz de manejar las situaciones que se te vas presentando. Y la experiencia, que llega con los años, forma parte de ese proceso de aprender a envejecer y convivir con la imagen que nos devuelve el espejo todas las mañanas. Punto final.
11 de noviembre de 2017
Tradición vs. Halloween
Como ya es costumbre en los últimos años, se suscita una polémica absurda (en parte por la proximidad entre una fecha y otra), respecto a Halloween y el Día de la Tradición. Lamento decirles, a quienes no les agrade, que Halloween llegó para quedarse. No está ni bien ni mal. Me resisto a hacer un juicio de valor. Simplemente es así. Es cierto que este año hubo desmanes en la Plaza, pero la gran mayoría de los chicos disfrutó -a su modo- de una "celebración" que no nos pertenece. Tampoco es nuestra costumbre los huevos de Pascua de chocolate, beber cerveza el Día de San Patricio, la figura de Papá Noel, o comer turrones, garrapiñadas, y toda clase de alimentos súper calóricos en pleno verano, con 30 grados.
En la escuela, a los chicos y adolescentes se les enseña el significado del Día de la Tradición, quién fue José Hernández, se lee el Martín Fierro, que es una de las obras literarias más consagradas de la Argentina (traducida al inglés y otros idiomas). Probablemente Borges, en cuentos como "El hombre de la esquina rosada", se inspiró en las historias de compadritos y malevos derivadas de la obra de Hernández.
Y para finalizar, ¿cómo afirmar, con precisión y datos certeros, que las empanadas o las tortas fritas tuvieron su origen en la Argentina? El mate podría dar lugar a una discusión eterna, se consume mucho más en Paraguay y Uruguay que en nuestro país. ¿Cómo decir que el dulce de leche es argentino en base a una historia nunca comprobada, si hasta hay una fiesta en Cañuelas que se hace en su honor? Hay cosas que son patrimonio de la humanidad, justamente porque su origen es impreciso, ¿o vamos a ponernos a discutir en qué parte del mundo se hizo la primera empanada?
En su libro ADN, Jorge Lanata desmiente, con datos bastante confiables, supuestos orgullos de ego argentino: al Av. Rivadavia no es la más larga del mundo, hubo formas primitivas del colectivo (transporte) mucho antes que en nuestro país, y hay avenidas más anchas que la 9 de Julio.
Me parece que resultaría más provechoso, celebrar el Día de la Tradición, sin contraponerlo a otros festejos foráneos, y sin que tenga relevancia si fuimos "los primeros" en crear tal o cual manjar gastronómico. Punto final.
En la escuela, a los chicos y adolescentes se les enseña el significado del Día de la Tradición, quién fue José Hernández, se lee el Martín Fierro, que es una de las obras literarias más consagradas de la Argentina (traducida al inglés y otros idiomas). Probablemente Borges, en cuentos como "El hombre de la esquina rosada", se inspiró en las historias de compadritos y malevos derivadas de la obra de Hernández.
Y para finalizar, ¿cómo afirmar, con precisión y datos certeros, que las empanadas o las tortas fritas tuvieron su origen en la Argentina? El mate podría dar lugar a una discusión eterna, se consume mucho más en Paraguay y Uruguay que en nuestro país. ¿Cómo decir que el dulce de leche es argentino en base a una historia nunca comprobada, si hasta hay una fiesta en Cañuelas que se hace en su honor? Hay cosas que son patrimonio de la humanidad, justamente porque su origen es impreciso, ¿o vamos a ponernos a discutir en qué parte del mundo se hizo la primera empanada?
En su libro ADN, Jorge Lanata desmiente, con datos bastante confiables, supuestos orgullos de ego argentino: al Av. Rivadavia no es la más larga del mundo, hubo formas primitivas del colectivo (transporte) mucho antes que en nuestro país, y hay avenidas más anchas que la 9 de Julio.
Me parece que resultaría más provechoso, celebrar el Día de la Tradición, sin contraponerlo a otros festejos foráneos, y sin que tenga relevancia si fuimos "los primeros" en crear tal o cual manjar gastronómico. Punto final.
9 de noviembre de 2017
Noviembre caótico y contrarreloj
Noviembre suele ser un mes bastante caótico, incluso más que diciembre. Como todos se apuran para terminar actos de fin de curso, brindis de fin de año, entrega de premios y reconocimientos varios, ya para el "mes 12" está todo liquidado en ese sentido. Desde hace un tiempo, todo lo que sea formal o protocolar se realiza en noviembre, porque en el último mes de algo todos tenemos la cabeza en otra cosa. Los que tienen el poder adquisitivo suficiente, ya estarán averiguando sobre los precios de alquileres en la Costa, de hecho en Facebook y otros medios ya hay muchas personas que ofrecen departamento en alquiler. El verano es mucho más repetitivo que el invierno, porque en la época estival no hay más que pileta, helados, alguna quinta o quincho, y no muchas más alternativas de distensión (además de la que ya mencioné, viajar a Mar del Plata o similares). En cambio, durante el invierno, y para no estar encerrado entre cuatro paredes, salís a la calle, te tomás un café, te enganchás con la lectura de un libro, o se dan otras posibilidades. Se lee más en el invierno que en el verano, hoy por hoy es menos frecuente que antes encontrar a los turistas con un libro en la playa.
Periodísticamente hablando, es obvio que también habrá menor actividad. Este año será una excepción, porque se renueva el Concejo Deliberante y el Consejo Escolar, el 10 de diciembre, y es interesante entrevistar a nuestros nuevos representantes. Las propuestas de campaña ya pasaron, a partir del 10/12 será el momento de ver si se plasman en hechos. Un detalle no menor es que el HCD entrará en un receso, como todos los años, salvo que se convoque a Sesiones Extraordinarias (al igual que lo que sucede con el Congreso). Y nuevamente, nos encontraremos con el "tira y afloje" del Presupuesto Municipal, aunque con la nueva composición del HCD, el oficialismo no tendrá mayores problemas en aprobarlo, porque contará con mayoría propia y en consecuencia no dependerá del resto de los bloques para hacerlo. Punto final.
8 de noviembre de 2017
Besos por celular
No hace falta ser muy perspicaz para darnos cuenta de que la forma de relacionarnos con nuestros seres queridos está cambiando drásticamente, desde que los celulares incorporaron aplicaciones muy populares como el omnipresente WhatsApp, hasta otras destinadas a encuentros casuales para tener sexo, como Tinder. Es curioso detenernos unos minutos y pensar como un "emoji" (esos íconos con el pulgar hacia arriba, por ejemplo, o caritas simpáticas que denotan enojo o aprobación) sustituye a la palabra escrita. En principio, nos resulta más rápido en el fragor de una conversación casual, insertar esos íconos antes de decir algo que requiera una explicación más elaborada. Se privilegia la inmediatez. Y es por ello que están cambiando las formas de vincularse en las relaciones de pareja: si un cónyuge sospecha de una infidelidad, lo primero que hace es revisar el celular del otro, por lo cual la mayoría toma la precaución de borrar todas las conversaciones o bien disponer de otro aparato para consumar el engaño.
Pero a su vez, se repiten hasta el cansancio publicaciones que terminan volviéndose "virales", no por el interés que puedan tener en sí mismas, sino por la misma repetición. El problema es que nadie chequea el contenido, y se puede llegar al punto de escrachar a una persona que está totalmente ajena a la cuestión, porque se lo acusa por WhatApp de abusador/a, golpeador/a, o lo que fuere. Es la vieja justicia por mano propia, sólo que ahora cuenta con la ayuda de lo virtual. Hay muchas fotos trucadas, o que son imposibles de probar su origen, que se multiplican porque se comparten desde el celular o las redes sociales. Mirar el celular todo el tiempo (si es que no esperás un llamado o algo urgente), puede llegar a ser patológico. En realidad, la pantalla no nos dice nada en sí misma, nos dice lo que nosotros compartimos y publicamos, o lo que recibimos de terceros. Antes tenías una duda sobre una película, o un actor, por citar un caso, y le preguntabas a alguien que conociera de cine. Ahora lo "googleás", y listo, te aparece la filmografía, las noticias si estuvo involucrado en algún escándalo, todo. Esto último -el rápido acceso a la información- no está mal, pero nos envuelve en cierta comodidad de saber que encontramos todo, y de todo.
Muchas veces, cuando voy a un bar y otra persona está leyendo el diario en papel, yo lo hago por el celular. Es un acto casi inconsciente, porque en lugar de esperar a que el otro cliente termine la lectura, buscamos el atajo más fácil. En poco tiempo, seguramente habrá que suscribirse y pagar para leer online diarios como Clarín o La Nación. De hecho, ya se está pidiendo registrarse para tener acceso a las noticias, lo cual si bien no es grave, nos demuestra que por todos los medios están buscando tus datos personales, ya sea para uso propio o para vendérselos a otros, y pocos días después encontrás tu casilla de mail llena de correo basura, promociones y publicidades que nunca pediste o solicitaste.
Es así la cosa, amigos: la comodidad de tener todo al alcance de la mano, tiene su precio, que es resignar tu privacidad. Punto final.
Pero a su vez, se repiten hasta el cansancio publicaciones que terminan volviéndose "virales", no por el interés que puedan tener en sí mismas, sino por la misma repetición. El problema es que nadie chequea el contenido, y se puede llegar al punto de escrachar a una persona que está totalmente ajena a la cuestión, porque se lo acusa por WhatApp de abusador/a, golpeador/a, o lo que fuere. Es la vieja justicia por mano propia, sólo que ahora cuenta con la ayuda de lo virtual. Hay muchas fotos trucadas, o que son imposibles de probar su origen, que se multiplican porque se comparten desde el celular o las redes sociales. Mirar el celular todo el tiempo (si es que no esperás un llamado o algo urgente), puede llegar a ser patológico. En realidad, la pantalla no nos dice nada en sí misma, nos dice lo que nosotros compartimos y publicamos, o lo que recibimos de terceros. Antes tenías una duda sobre una película, o un actor, por citar un caso, y le preguntabas a alguien que conociera de cine. Ahora lo "googleás", y listo, te aparece la filmografía, las noticias si estuvo involucrado en algún escándalo, todo. Esto último -el rápido acceso a la información- no está mal, pero nos envuelve en cierta comodidad de saber que encontramos todo, y de todo.
Muchas veces, cuando voy a un bar y otra persona está leyendo el diario en papel, yo lo hago por el celular. Es un acto casi inconsciente, porque en lugar de esperar a que el otro cliente termine la lectura, buscamos el atajo más fácil. En poco tiempo, seguramente habrá que suscribirse y pagar para leer online diarios como Clarín o La Nación. De hecho, ya se está pidiendo registrarse para tener acceso a las noticias, lo cual si bien no es grave, nos demuestra que por todos los medios están buscando tus datos personales, ya sea para uso propio o para vendérselos a otros, y pocos días después encontrás tu casilla de mail llena de correo basura, promociones y publicidades que nunca pediste o solicitaste.
Es así la cosa, amigos: la comodidad de tener todo al alcance de la mano, tiene su precio, que es resignar tu privacidad. Punto final.
6 de noviembre de 2017
Lunes atípico, cada vez más cerca de 2018
Un lunes atípico de noviembre. No hubo actividad bancaria, ni tampoco en el Municipio. En la recta final de este 2017, muchas veces nos cuesta comprender cómo el tiempo transcurrió tan rápido. Nos parece que fuera ayer cuando estábamos celebrando el nuevo año, con sidra y pan dulce incluidos. Sin embargo, estamos transitando el mes 11, y no disponemos de mucho tiempo para concretar todas las promesas y objetivos que nos propusimos en enero. Por ese motivo, me parece inútil hacerlo, me refiero al hecho de plantearse metas sólo porque comienza el año. Esa "carta de intención", que va dirigida hacia nosotros mismos, abarca algunos objetivos más realistas y otros utópicos: bajar de peso, dejar de fumar, ahorrar más... están aquellas expectativas que dependen sólo de nosotros, y otras donde entra a jugar la coyuntura económica.
A todos nos pasa, seguramente, que la gente olvida que concluido el día de trabajo, tenemos "otra vida", que es la que compartimos con nuestra familia. Yo aprendí a no aceptar demandas o pedidos que van más allá de lo que dura mi jornada laboral. De más está decir que uno es periodista las 24 horas, porque nunca se sabe cuándo surge la noticia, pero hay cosas que ameritan más que otras. Por supuesto que es lo que elegí hacer, como repito siempre, y no estoy arrepentido de haberlo hecho. Pero lo que más me molesta es la vanidad, gente que te pide que "le hagas una nota" para un mero lucimiento personal, siendo que tienen muy poco para decir que resulte de interés público. Hay veces que publicás una noticia de La Plata, que impacta mucho más en Lobos, dado que tiene más que ver con la salud o el empleo de los lobenses, y no tanto con mirarse el ombligo. El Municipio no puede estar por encima de otros estamentos de Gobierno, por lo cual es lógico que lo que se decida desde arriba nos pueda llegar a afectar. Es mi modesto punto de vista, que sostendré hasta que los hechos me demuestren lo contrario. Punto final.
A todos nos pasa, seguramente, que la gente olvida que concluido el día de trabajo, tenemos "otra vida", que es la que compartimos con nuestra familia. Yo aprendí a no aceptar demandas o pedidos que van más allá de lo que dura mi jornada laboral. De más está decir que uno es periodista las 24 horas, porque nunca se sabe cuándo surge la noticia, pero hay cosas que ameritan más que otras. Por supuesto que es lo que elegí hacer, como repito siempre, y no estoy arrepentido de haberlo hecho. Pero lo que más me molesta es la vanidad, gente que te pide que "le hagas una nota" para un mero lucimiento personal, siendo que tienen muy poco para decir que resulte de interés público. Hay veces que publicás una noticia de La Plata, que impacta mucho más en Lobos, dado que tiene más que ver con la salud o el empleo de los lobenses, y no tanto con mirarse el ombligo. El Municipio no puede estar por encima de otros estamentos de Gobierno, por lo cual es lógico que lo que se decida desde arriba nos pueda llegar a afectar. Es mi modesto punto de vista, que sostendré hasta que los hechos me demuestren lo contrario. Punto final.
3 de noviembre de 2017
Fin de semana con trabajo, pero sin quejas
Viernes por la noche en la ciudad. Buen momento para sentarse a preparar mis herramientas de trabajo (cámara y grabador), y buscar material que resulte de interés para publicar. Ahora que lo pienso bien, hace como dos meses que no me detengo a ver televisión por un lapso de más de 10 minutos, y no lo digo por hacerme el intelectual: las noticias nacionales invariablemente se repiten, se replican, y busco los diarios por Internet para informarme. La TV abierta no escapa a la crisis: el mercado de televisión por cable en la Argentina es uno de los más grandes del Mercosur, apareció Netflix hace algunos años, y la gente optó por ver películas o documentales. De los cinco canales de aire, no hacés uno: conductores que se quieren pasar de vivos haciéndose los graciosos, la eterna farándula argentina que le dá de comer a los programas de chimentos, y si bien es cierto que de vez en cuando aparece alguna entrevista bien hecha, no hay lugar para mucho más.
Canal 7 (o la TV Pública, como se llama ahora), ha recuperado algo del esplendor perdido, con una oferta bastante variada, ciclos de investigación, proyección de películas viejas pero que no pierden vigencia, y un tono bastante neutro en el espacio informativo, teniendo en cuenta que hablamos de un canal que durante años fue objeto de botín de guerra del gobierno de turno. Como dije en otras oportunidades, el Telediario de la TVE (Televisión Española) es lo más parecido a un noticiero neutro. Se informa lo que pasó y punto. Nada de buscar conmover o manipular al espectador con golpes bajos o "historias de vida".
La radio AM sigue siendo la preferida de los argentinos, la que se escucha en la mayoría de los taxis de Buenos Aires, y que -en líneas generales- tiene más alcance de señal que la FM. Voy haciendo zapping entre Continental, Mitre, algo de Radio 10, y para escuchar algo diferente (aunque no esté de acuerdo con lo que se diga allí), la 750, emisora abiertamente kirchnerista y que no disimula en absoluto hacia qué público está dirigida. Y no es casual encontrar, perdido en en dial, un programa pagado por algún pastor evangélico, o por un par de chantas que aseguran tener poderes sobrenaturales para sanar la depresión, la angustia, la falta de trabajo, la envidia, y quién sabe cuántas cosas más.
Lo que tiene la radio, es que como escucho más durante la noche, el tono monocorde y sin estridencias te va preparando para el sueño, te vas adormeciendo sin que estés registrando lo que es la transmisión en sí. Buena propuesta para un relax económico y que, de yapa, te ayuda a conciliar el sueño. Punto final.
Canal 7 (o la TV Pública, como se llama ahora), ha recuperado algo del esplendor perdido, con una oferta bastante variada, ciclos de investigación, proyección de películas viejas pero que no pierden vigencia, y un tono bastante neutro en el espacio informativo, teniendo en cuenta que hablamos de un canal que durante años fue objeto de botín de guerra del gobierno de turno. Como dije en otras oportunidades, el Telediario de la TVE (Televisión Española) es lo más parecido a un noticiero neutro. Se informa lo que pasó y punto. Nada de buscar conmover o manipular al espectador con golpes bajos o "historias de vida".
La radio AM sigue siendo la preferida de los argentinos, la que se escucha en la mayoría de los taxis de Buenos Aires, y que -en líneas generales- tiene más alcance de señal que la FM. Voy haciendo zapping entre Continental, Mitre, algo de Radio 10, y para escuchar algo diferente (aunque no esté de acuerdo con lo que se diga allí), la 750, emisora abiertamente kirchnerista y que no disimula en absoluto hacia qué público está dirigida. Y no es casual encontrar, perdido en en dial, un programa pagado por algún pastor evangélico, o por un par de chantas que aseguran tener poderes sobrenaturales para sanar la depresión, la angustia, la falta de trabajo, la envidia, y quién sabe cuántas cosas más.
Lo que tiene la radio, es que como escucho más durante la noche, el tono monocorde y sin estridencias te va preparando para el sueño, te vas adormeciendo sin que estés registrando lo que es la transmisión en sí. Buena propuesta para un relax económico y que, de yapa, te ayuda a conciliar el sueño. Punto final.
2 de noviembre de 2017
En la cresta de la ola
Pasadas las elecciones, y con triunfos por amplio margen en la mayoría del país, el oficialismo se encuenta en la cresta de la ola. Es "el momento", de máximo apoyo popular, y ello le permite al Presidente y sus funcionarios, continuar con un plan de reformas del Estado bastante discutible.
Más impuestos por un lado, menos impuestos por el otro. Nuevos aumentos de tarifas. Modificaciones en la edad jubilatoria, y en la Ley de Movilidad que regula los aumentos a los jubilados, dos veces por año. Si se insiste en imponer "arancel cero" a los productos electrónicos, se importará mucho más. Y aunque en Tierra del Fuego se dediquen meramente a ensamblar teléfonos celulares o tablets, son fuentes de trabajo que se perderán. La provincia goza de un régimen especial, el cual caduca en el año 2023. Pero puede haber consecuencias en el corto plazo.
Aumentar los impuestos a gaseosas, vinos, cervezas, entre otras bebidas, es otra decisión que no se entiende. Ya de por sí, la carga tributaria es muy alta, y obviamente si ésta aumenta, se trasladará a los precios al consumidor final.
Por si todo esto fuera poco, se eliminó la obligación de liquidar divisas por las exportaciones, con lo cual el Estado no percibirá ningún dinero de los productores agropecuarios, en particular de la soja (excepto las retenciones), que es el cultivo predominante en el país.
Hay casi 1.000 empleados nuevos en el Congreso. La Biblioteca de dicho cuerpo legislativo, tiene 1.700 personas en planta que supuestamente "trabajan". Nadie sabe para qué semejante despropósito, ya que inclusive la Bibioteca Nacional tiene menos personal y más de un millón de ejemplares. Podemos elegir el atajo rápido y decir que el Poder Legislativo nada tiene que ver con el Ejecutivo, pero estos ñoquis en potencia, no salieron a sumar burocracia por arte de magia. Hay "compromisos" que cumplir en la vieja política. Hay que recompensar con puestos a los amigos, familiares, y cualquier persona que haya hecho algo durante la campaña, o sin ella.
Lo que se está estudiando, aunque no se implementó aún porque su impacto sería tremendo, es la quita de subsidios al gasoil para el transporte público, sobre todo los colectivos de la zona metropolitana. El colectivo y el tren, son los medios de transporte básicos de los laburantes. Si aumentan las tarifas, y con los sueldos estancados, no habrá margen para un incremento del consumo. La gente seguirá gastando lo imprescindible para vivir, como en esos últimos dos años.
Si lo quisiera, el Gobierno podría reformar la Constitución, como lo hizo el menemismo cuando estaba en su apogeo. Claro está que no interesa demasiado hacerlo en estos tiempos, ya que aquella modificación que todos buscaban lograr (la reelección presidencial), quedó enmendada en 1994.
Lo mejor, o lo peor, está por venir. No hay gradualismo. Se pretende aplicar "cirugía mayor" sin anestesia, por más que los resultados electorales muestren que los argentinos respaldan a esta gestión. El capital político se dilapida (o se desperdicia) muy rápido si no hay una dosis de sensatez, y llegará el punto en que los propios ciudadanos pondrán un límite, si emerge una figura atractiva desde la oposición. Punto final.
Más impuestos por un lado, menos impuestos por el otro. Nuevos aumentos de tarifas. Modificaciones en la edad jubilatoria, y en la Ley de Movilidad que regula los aumentos a los jubilados, dos veces por año. Si se insiste en imponer "arancel cero" a los productos electrónicos, se importará mucho más. Y aunque en Tierra del Fuego se dediquen meramente a ensamblar teléfonos celulares o tablets, son fuentes de trabajo que se perderán. La provincia goza de un régimen especial, el cual caduca en el año 2023. Pero puede haber consecuencias en el corto plazo.
Aumentar los impuestos a gaseosas, vinos, cervezas, entre otras bebidas, es otra decisión que no se entiende. Ya de por sí, la carga tributaria es muy alta, y obviamente si ésta aumenta, se trasladará a los precios al consumidor final.
Por si todo esto fuera poco, se eliminó la obligación de liquidar divisas por las exportaciones, con lo cual el Estado no percibirá ningún dinero de los productores agropecuarios, en particular de la soja (excepto las retenciones), que es el cultivo predominante en el país.
Hay casi 1.000 empleados nuevos en el Congreso. La Biblioteca de dicho cuerpo legislativo, tiene 1.700 personas en planta que supuestamente "trabajan". Nadie sabe para qué semejante despropósito, ya que inclusive la Bibioteca Nacional tiene menos personal y más de un millón de ejemplares. Podemos elegir el atajo rápido y decir que el Poder Legislativo nada tiene que ver con el Ejecutivo, pero estos ñoquis en potencia, no salieron a sumar burocracia por arte de magia. Hay "compromisos" que cumplir en la vieja política. Hay que recompensar con puestos a los amigos, familiares, y cualquier persona que haya hecho algo durante la campaña, o sin ella.
Lo que se está estudiando, aunque no se implementó aún porque su impacto sería tremendo, es la quita de subsidios al gasoil para el transporte público, sobre todo los colectivos de la zona metropolitana. El colectivo y el tren, son los medios de transporte básicos de los laburantes. Si aumentan las tarifas, y con los sueldos estancados, no habrá margen para un incremento del consumo. La gente seguirá gastando lo imprescindible para vivir, como en esos últimos dos años.
Si lo quisiera, el Gobierno podría reformar la Constitución, como lo hizo el menemismo cuando estaba en su apogeo. Claro está que no interesa demasiado hacerlo en estos tiempos, ya que aquella modificación que todos buscaban lograr (la reelección presidencial), quedó enmendada en 1994.
Lo mejor, o lo peor, está por venir. No hay gradualismo. Se pretende aplicar "cirugía mayor" sin anestesia, por más que los resultados electorales muestren que los argentinos respaldan a esta gestión. El capital político se dilapida (o se desperdicia) muy rápido si no hay una dosis de sensatez, y llegará el punto en que los propios ciudadanos pondrán un límite, si emerge una figura atractiva desde la oposición. Punto final.
30 de octubre de 2017
La vida es una lucha que vale la pena enfrentar
Probablemente, quienes leen este texto, y tiene determinada edad, se habrán enfrentado a situaciones poco gratas: traiciones, amigos que se alejaron, pérdidas de seres queridos, la necesidad de cuidar la plata para llegar a fin de mes. Sin embargo, creo que hay que sacar fuerzas de donde se pueda y nunca bajar los brazos. O mantener la guardia baja, si no queda otra, pero previendo que en el ring te pueden tirar a la lona por knock out. Si la vida fuera tan previsible como para nacer y crecer sin ningún sobresalto, no tendría sentido. Es necesario pasar por eso, te ayuda a aprender. Porque te podrán cagar una vez, pero para el próximo intento vas a estar más precavido.
Hoy, estoy en una etapa en la cual busco fortalecer el emprendimiento con el cual me gano el sustento: un diario digital que abarque todo lo posible, en el cual todos se sientan representados, dentro de las limitaciones que uno tiene a veces (por cuestiones de distancia) para llegar a un determinado lugar, por ejemplo. Tener la mente abierta a lo que pueda venir es fundamental. Por eso, todas las sugerencias que se me hacen, siempre en el marco del respeto, son bien recibidas. No hay que ser tan necio de negarse a todo, pero tampoco tan complaciente para decir que sí a cualquier cosa.
El periodismo tiene la misión de informar, pero además, ser crítico y esclarecedor en la polémica. Cuando un determinado hecho no queda en claro o genera dudas, ir a las fuentes. No es tan fácil como parece, pero de no ser así, nos estaríamos autocensurando. Y en un país democrático es inadmisible que eso suceda.
Lobos tiene una amplia oferta de medios de comunicación, ya sea digitales, radiales, o televisivos. Es por ello que el desafío es buscar la diferencia, brindar un "plus" al lector, y tener la convicción de que se trabaja lo mejor que se puede. Reitero: lo mejor que se puede. Porque los periodistas también tenemos una vida fuera de la profesión, y no escapamos a los avatares económicos del país, a los compromisos sociales, y a una serie de cuestiones que son propias de cualquier persona. Repartir el tiempo entre el trabajo y la familia, darle la real dimensión a las cosas y no hiperbolizar todo, es la clave. Por eso, y como dice el título de esta nota, si vivir es una lucha, vale la pena dar pelea. Punto final.
Hoy, estoy en una etapa en la cual busco fortalecer el emprendimiento con el cual me gano el sustento: un diario digital que abarque todo lo posible, en el cual todos se sientan representados, dentro de las limitaciones que uno tiene a veces (por cuestiones de distancia) para llegar a un determinado lugar, por ejemplo. Tener la mente abierta a lo que pueda venir es fundamental. Por eso, todas las sugerencias que se me hacen, siempre en el marco del respeto, son bien recibidas. No hay que ser tan necio de negarse a todo, pero tampoco tan complaciente para decir que sí a cualquier cosa.
El periodismo tiene la misión de informar, pero además, ser crítico y esclarecedor en la polémica. Cuando un determinado hecho no queda en claro o genera dudas, ir a las fuentes. No es tan fácil como parece, pero de no ser así, nos estaríamos autocensurando. Y en un país democrático es inadmisible que eso suceda.
Lobos tiene una amplia oferta de medios de comunicación, ya sea digitales, radiales, o televisivos. Es por ello que el desafío es buscar la diferencia, brindar un "plus" al lector, y tener la convicción de que se trabaja lo mejor que se puede. Reitero: lo mejor que se puede. Porque los periodistas también tenemos una vida fuera de la profesión, y no escapamos a los avatares económicos del país, a los compromisos sociales, y a una serie de cuestiones que son propias de cualquier persona. Repartir el tiempo entre el trabajo y la familia, darle la real dimensión a las cosas y no hiperbolizar todo, es la clave. Por eso, y como dice el título de esta nota, si vivir es una lucha, vale la pena dar pelea. Punto final.
27 de octubre de 2017
Decir la verdad no es un mérito, es un deber
He escuchado durante la campaña política, e inclusive antes, que se pregona como una virtud el "sinceramiento", o "decir la verdad". La única verdad es la realidad, solía decir Perón (frase que le pertence a Aristóteles). Es decir, lo que vemos y percibimos. Me resulta patético que lo que debería ser un deber de funcionarios y dirigentes de todo pelaje, sea interpretado como una rasgo de sensibilería y discurso fácil. Todos los ciudadanos tenemos que saber lo que está sucediendo en materia de seguridad, economía, educación, y salud. Que otros no lo hayan hecho antes, no enaltece a quienes supuestamente decidan hacerlo ahora. Es un planteo utópico, lo sé, habiendo atravesado décadas donde la mentira y la doble moral era el común denominador. Pero a cierto sector le gusta dejarse engañar, o autoengañarse, como cuando en los '90 nos creíamos un país del Primer Mundo y se produjo el desmantelamiento de la industria nacional, con una avalancha de porquerías importadas por el dólar barato. En realidad, esto les preocupó sólo a los directamente perjudicados, la gran mayoría de la sociedad hizo la vista gorda porque no había inflación en el contexto de una economía dolarizada (pesos convertibles, 1 peso igual a un dólar).
Por eso, no puedo salir de mi asombro cuando ahora dicen que se acabó la impunidad, y nadie movió un dedo para el desafuero de Carlos Menem. Dos atentados terroristas, decenas de muertos, la voladura de la fábrica militar de Río Tercero que dejó a la ciudad en ruinas, tráfico de armas, sobresueldos, mayoría automática en la Corte Suprema, y podría seguir enumerando. Terminada la "fiesta", nadie se hizo cargo, y la única condenada fue María Julia Alsogaray. Como pasaron más de 20 años, y muchas causas judiciales prescribieron, a nadie le importa que Menem sea un resto fósil sentado en una banca. Qué mirada estrecha que tenemos a veces, al no comprender que ese pasado (que no es tan lejano), cayó bajo el olvido. Eso también es tener memoria, en el total sentido de la palabra, y recordar, uno por uno, quiénes estaban en la Segunda Década Infame para que estos tipos no se reciclen y vuelvan a postularse como si nada hubiera pasado. Punto final.
25 de octubre de 2017
Lobos es mi lugar
Los lugares donde la gente vive, ya sea porque elegió hacerlo o por otros motivos, trascienden a las autoridades políticas de turno. Honestamente, hoy por hoy, no me imaginaría viviendo en otro lugar que no fuera Lobos. Y no lo digo para hacer demagogia o quedar bien. El sentimiento de pertenencia que tengo hacia la ciudad donde nací, crecí, estudié, y actualmente trabajo, supera otro tipo de variables. No nos damos cuenta de todo lo que tenemos: un Parque espectacular, con abundante forestación. Decenas de clubes donde chicos y jóvenes practican fútbol, hockey, tenis, y toda clase de deportes. Barrios que existieron desde siempre y otros que se han ido conformando con el crecimiento demográfico, cada uno con su historia, sus almacenes, despensas, y negocios de demás rubros. Una Laguna que es más admirada por quienes nos visitan que por los propios lobenses.
Por supuesto, como en cualquier sociedad, habrá gente que te quiera o aprecie, y otros con los que tengas diferencias irreconciliables. Yo aprendí a lidiar con eso, a escuchar críticas constructivas, y tratar de hacer mi trabajo lo mejor posible. Quienes no estén de acuerdo conmigo o con mi forma de pensar tienen todo el derecho del mundo en hacerlo, por eso yo elijo a mis amigos, nos elegimos mutuamente, como así también a aquellos que sin llegar a estar en la categoría "amigos", me consta que son buenas personas, con gestos nobles, con la educación para saludarte en la calle, o preguntarte cómo estás. También (alguna que otra vez) me he sentido decepcionado en algunas ocasiones por supuestos "conocidos", pero me sirvió para darme cuenta de qué lado está cada uno.
Casi toda mi vida la he pasado en este pueblo, que tiene las características propias de cualquier otro del Interior de la Provincia. Pero lo que sí lo distingue, es su gente. Lobenses con gran talento para las artes, para la literatura, para el deporte. No sé si en otras ciudades se da algo parecido. Puede ser que con el tiempo cambie de parecer, pero mi lugar es Lobos. Invertí dinero y esfuerzo hacer un emprendimiento y ganarme la vida acá, y si bien en las grandes ciudades podés ganar un sueldo mejor, no es tan fácil como parece insertarse laboralmente, porque así como hay más oferta, hay más demanda de gente que aspira a un empleo bien remunerado.
Así como el paisaje urbano va mutando, por edificios que son demolidos o reciclados, y las nuevas tendencias a las cuales no permanecemos ajenos, hay algo que se mantiene: el deseo de no claudicar, y de seguir apostando por el lugar donde naciste. Punto final.
Por supuesto, como en cualquier sociedad, habrá gente que te quiera o aprecie, y otros con los que tengas diferencias irreconciliables. Yo aprendí a lidiar con eso, a escuchar críticas constructivas, y tratar de hacer mi trabajo lo mejor posible. Quienes no estén de acuerdo conmigo o con mi forma de pensar tienen todo el derecho del mundo en hacerlo, por eso yo elijo a mis amigos, nos elegimos mutuamente, como así también a aquellos que sin llegar a estar en la categoría "amigos", me consta que son buenas personas, con gestos nobles, con la educación para saludarte en la calle, o preguntarte cómo estás. También (alguna que otra vez) me he sentido decepcionado en algunas ocasiones por supuestos "conocidos", pero me sirvió para darme cuenta de qué lado está cada uno.
Casi toda mi vida la he pasado en este pueblo, que tiene las características propias de cualquier otro del Interior de la Provincia. Pero lo que sí lo distingue, es su gente. Lobenses con gran talento para las artes, para la literatura, para el deporte. No sé si en otras ciudades se da algo parecido. Puede ser que con el tiempo cambie de parecer, pero mi lugar es Lobos. Invertí dinero y esfuerzo hacer un emprendimiento y ganarme la vida acá, y si bien en las grandes ciudades podés ganar un sueldo mejor, no es tan fácil como parece insertarse laboralmente, porque así como hay más oferta, hay más demanda de gente que aspira a un empleo bien remunerado.
Así como el paisaje urbano va mutando, por edificios que son demolidos o reciclados, y las nuevas tendencias a las cuales no permanecemos ajenos, hay algo que se mantiene: el deseo de no claudicar, y de seguir apostando por el lugar donde naciste. Punto final.
23 de octubre de 2017
El post-kirchnerismo está a la vuelta de la esquina
Estamos en el lunes después de las elecciones. El PJ se caracteriza, entre otras cosas, por encolumnarse detrás de la figura de líderes carismáticos que están en el poder. Pero esto sucede en la medida que los resultados electorales les sean favorables. No puedo afirmar con certeza si es el fin del kirchnerismo, pero los "barones del Conurbano", silbando bajito, comenzarán a tomar distancia de Cristina. Habrá algunos que resistirán, como los alcaldes de La Matanza, Avellaneda o Merlo.
Macri no es un político ortodoxo, ha cometido varios errores de gestión y sigue pidiendo "esperanza" o "paciencia" a la sociedad. Pero lo concreto es que Cambiemos ganó, en la Provincia y en Lobos, por lo cual hoy la balanza se inclina en favor de macrismo. Las derrotas que acumularon los K, desde 2003, generalmente se dieron en elecciones legislativas como la de ayer: 2009, 2013, 2017, y seguramente me estoy olvidando de algún comicio más.
El viento de cola cambió. Mientras "Néstor y Cristina" gobernaron, consiguieron seducir a cambio de billetera a varios dirigentes de otros partidos, entre ellos los famosos radicales K, en sus respectivas provincias. El ejemplo más bochornoso es el de Leopoldo Moreau, histórico militante de la UCR que desde hace algún tiempo se pasó a las filas de lo que aún queda en pie del kirchnerismo. Eligió mal momento: con el aparato K en retirada, la sociedad no les perdona los escándalos de corrupción, la extrema verticalidad a la hora de ejercer el poder, la muerte de Nisman, el pacto con Irán, los servicios de inteligencia paralelos (como si fueran sucursales de la SIDE).
Como dije cuando analicé lo sucedido en las PASO, por primera vez la gente no votó con el bolsillo. Es decir, a pesar de que los indicadores económicos actuales no son alentadores, prefieren continuar con Macri (o sus candidatos) antes que volver a los 12 años previos. El consumo repuntó apenas un 0,4 % según el INDEC. Eso sí, la construcción creció muchísimo con el "boom" de los creditos hipotecarios y el Procrear. Pero la inflación sigue sin dar tregua, aumentan los combustibles y las tarifas. Cierto sector de la ciudadanía se tragó el sapo de los "tarifazos" y volvió a votar por Cambiemos. Pero el kirchnerismo también tuvo su etapa de "resurrección": en 2008, con el conflicto por el campo que dividió al país y la fallida Resolución 125, el voto "no positivo" de Cobos, se venía el Apocalipsis. Pese a ello, CFK fue reelecta en 2011. Pero llega un punto en que la fiesta se termina.
Con varios ex funcionarios tras las rejas y otros que esperan su turno para comparecer ante la Justicia, se desmanteló el aparato que parecía muy aceitado. Y el límite de la lealtad al jefe político es la cárcel. Cuando les toque declarar ante el Juez, varios ex Ministros no dudarán en señalar a CFK como principal responsable del desvío de fondos, asociación ilícita, y tantas otras causas judiciales.
En este complejo entramado de leales y traidores al cual es tan afín el justicialismo, se avecina una profunda depuración, como la que hizo el PJ en los años '80, con la famosa "renovación peronista". Pero hasta que no haya un líder que rompa con lo establecido y logre encolumnar a la tropa, estarán como barco a la deriva. Punto final.
Macri no es un político ortodoxo, ha cometido varios errores de gestión y sigue pidiendo "esperanza" o "paciencia" a la sociedad. Pero lo concreto es que Cambiemos ganó, en la Provincia y en Lobos, por lo cual hoy la balanza se inclina en favor de macrismo. Las derrotas que acumularon los K, desde 2003, generalmente se dieron en elecciones legislativas como la de ayer: 2009, 2013, 2017, y seguramente me estoy olvidando de algún comicio más.
El viento de cola cambió. Mientras "Néstor y Cristina" gobernaron, consiguieron seducir a cambio de billetera a varios dirigentes de otros partidos, entre ellos los famosos radicales K, en sus respectivas provincias. El ejemplo más bochornoso es el de Leopoldo Moreau, histórico militante de la UCR que desde hace algún tiempo se pasó a las filas de lo que aún queda en pie del kirchnerismo. Eligió mal momento: con el aparato K en retirada, la sociedad no les perdona los escándalos de corrupción, la extrema verticalidad a la hora de ejercer el poder, la muerte de Nisman, el pacto con Irán, los servicios de inteligencia paralelos (como si fueran sucursales de la SIDE).
Como dije cuando analicé lo sucedido en las PASO, por primera vez la gente no votó con el bolsillo. Es decir, a pesar de que los indicadores económicos actuales no son alentadores, prefieren continuar con Macri (o sus candidatos) antes que volver a los 12 años previos. El consumo repuntó apenas un 0,4 % según el INDEC. Eso sí, la construcción creció muchísimo con el "boom" de los creditos hipotecarios y el Procrear. Pero la inflación sigue sin dar tregua, aumentan los combustibles y las tarifas. Cierto sector de la ciudadanía se tragó el sapo de los "tarifazos" y volvió a votar por Cambiemos. Pero el kirchnerismo también tuvo su etapa de "resurrección": en 2008, con el conflicto por el campo que dividió al país y la fallida Resolución 125, el voto "no positivo" de Cobos, se venía el Apocalipsis. Pese a ello, CFK fue reelecta en 2011. Pero llega un punto en que la fiesta se termina.
Con varios ex funcionarios tras las rejas y otros que esperan su turno para comparecer ante la Justicia, se desmanteló el aparato que parecía muy aceitado. Y el límite de la lealtad al jefe político es la cárcel. Cuando les toque declarar ante el Juez, varios ex Ministros no dudarán en señalar a CFK como principal responsable del desvío de fondos, asociación ilícita, y tantas otras causas judiciales.
En este complejo entramado de leales y traidores al cual es tan afín el justicialismo, se avecina una profunda depuración, como la que hizo el PJ en los años '80, con la famosa "renovación peronista". Pero hasta que no haya un líder que rompa con lo establecido y logre encolumnar a la tropa, estarán como barco a la deriva. Punto final.
21 de octubre de 2017
En la cocina hacen falta huevos
Acabo de llegar a mi casa luego de presenciar en el Teatro Italiano una función del Ballet Experimental Lobos. El espectáculo, de gran jerarquía como siempre. Lo que me llamó la atención, fue un incidente que se produjo minutos antes del comienzo. Cuando se apagaron las luces de la sala, y como es habitual se indicó al público que apague sus celulares, un grupo minoritario, de no más de 20 jóvenes, profirió la consigna: "Santiago Maldonado, ¡Presente!", en tres ocasiones. Luego, en una clara actitud oportunista y para sentirse satisfechos con un gesto que creyeron desafiante, arengaron: "¡Patricia Bullrich, fuera!".
Antes de que algunos me puteen, quiero dejar bien en claro que el reclamo que cada ciudadano desee hacer, o el pedido de Justicia en un caso como el que acabo de mencionar, lo puedo compartir o no, pero lo respeto por el derecho a la libertad de expresión, la misma libertad que yo ejerzo desde mi trabajo. Lo último que gritaron, contra Bullrich, es vergonzoso, porque se cagaron en la veda electoral, y perdonen el léxico, pero si realmente hubieran tenido "huevos", no hubieran hecho lo que hicieron, en el anonimato y en la oscuridad. Además, no era el momento ni el lugar. En mi caso, fui a cubrir un evento cultural, y los espectadores que pagaron su entrada estaban tan expectantes como yo de presenciarlo. Cada uno puede pensar de Patricia Bullrich lo que quiera, pero no creo que le quite el sueño a la Ministra que 20 personas en Lobos pidieran su renuncia.
Sinceramente, durante todo este tiempo me propuse en no hacer ningún tipo de comentario sobre el caso Maldonado, porque durante casi 80 días, por radio y televisión, fue el tema excluyente, del cual todo el mundo se creía con el derecho a opinar sin ningún fundamento. Pero esto, que sucedió esta noche de sábado, me superó. Comprendí que el ánimo de revanchismo y el grado de irracionalidad no conoce de clases sociales o de edades, porque si estas arengas de protesta las hubieran realizado en la Plaza, del mismo modo que se realizaron marchas en todo el país pidiendo el esclarecimiento de lo sucedido, no tendría nada que objetar o cuestionar. Punto final.
Antes de que algunos me puteen, quiero dejar bien en claro que el reclamo que cada ciudadano desee hacer, o el pedido de Justicia en un caso como el que acabo de mencionar, lo puedo compartir o no, pero lo respeto por el derecho a la libertad de expresión, la misma libertad que yo ejerzo desde mi trabajo. Lo último que gritaron, contra Bullrich, es vergonzoso, porque se cagaron en la veda electoral, y perdonen el léxico, pero si realmente hubieran tenido "huevos", no hubieran hecho lo que hicieron, en el anonimato y en la oscuridad. Además, no era el momento ni el lugar. En mi caso, fui a cubrir un evento cultural, y los espectadores que pagaron su entrada estaban tan expectantes como yo de presenciarlo. Cada uno puede pensar de Patricia Bullrich lo que quiera, pero no creo que le quite el sueño a la Ministra que 20 personas en Lobos pidieran su renuncia.
Sinceramente, durante todo este tiempo me propuse en no hacer ningún tipo de comentario sobre el caso Maldonado, porque durante casi 80 días, por radio y televisión, fue el tema excluyente, del cual todo el mundo se creía con el derecho a opinar sin ningún fundamento. Pero esto, que sucedió esta noche de sábado, me superó. Comprendí que el ánimo de revanchismo y el grado de irracionalidad no conoce de clases sociales o de edades, porque si estas arengas de protesta las hubieran realizado en la Plaza, del mismo modo que se realizaron marchas en todo el país pidiendo el esclarecimiento de lo sucedido, no tendría nada que objetar o cuestionar. Punto final.
20 de octubre de 2017
El tiempo no para
"El tiempo es oro", solía decir Henry Ford, el magnate de la industria automotriz que cambió para siempre el modo de trabajar, con la producción en serie de vehículos que les ofrecía comprar a sus propios empleados. En realidad, hay distintas formas de percibir el tiempo. La más obvia, es viendo una foto tuya o de un ser querido de veinte años atrás. El resultado puede ser variopinto: que te lamentes de estar más gordo, que la casa donde vos estabas en esa imagen haya sido demolida o tenga con un aspecto diferente, que te encuentres con objetos anacrónicos como un cassette o un televisor blanco y negro. Pero hay otro tiempo, que nunca podrás saber: el que te resta de vida. Cuando la gente toma conciencia de esto, generalmente pasada la juventud, comprende que todo aquello que desea hacer, los anhelos, los proyectos, deben ser de un plazo razonable, ante la posibilidad de no poder concretarlos por su propio final. Es natural, a todos nos pasa, y si no fuera así, no habría motivación para seguir adelante.
Pero además, el modo que vos tengas de entender el paso de las horas, días y meses, varía según cada persona. Compartir un asado con amigos y encontrar en ello una excusa para reunirte con gente que querés, no es tiempo perdido. En la canción El Rito, de Soda Stereo, Cerati canta en uno de los versos: "El silencio no es tiempo perdido". Yo defiendo esa postura. Ante la estupidez, es mejor callar. No tiene sentido convencer a alguien enfrascándose en una discusión, en principio porque tu interlocutor probablemente no acepte tus argumentos o tenga otros, y en segundo lugar, porque no suma ni resta. Y ante la provocación, también es mejor callar, y alejarse de quien busca sembrar una disputa inútil poniendo en duda tu sistema de creencias (que no son sólo religiosas). El tiempo que dedicamos a nuestro trabajo, si tenemos la suerte de tenerlo, es parte de la vida misma. Muchas veces es complejo disociar trabajo con ocio. Hay tipos que se van de vacaciones, están en la playa pendientes del celular queriendo controlar todo, y vuelven más estresados de lo que se fueron.
El ocio no siempre es improductivo. Si te acostás en la cama mirando el techo, probablemente sí: la mente divaga entre un pensamiento y otro, como un barco a la deriva. Pero si lográs aprovechás ese momento de descanso a leer un libro, escuchar un buen disco, salir a caminar aunque más no sea unas pocas cuadras para salir de las cuatro paredes, la cosa cambia. Incluso dormir una siesta es productivo. Porque es "tu" tiempo, no el tiempo de los demás. Y es tu manera de administrarlo con aquello que te provoque placer. Son esos momentos que destinás para vos, una autorecompensa para recargar las pilas luego de un día que te resultó agotador. Y para concluir esta breve nota, podríamos decir que el paso del tiempo te hace cambiar el modo de pensar. Yo ante ciertas cuestiones no pienso igual que hace 20 años, y sería un necio si lo hiciera, porque los hechos me fueron demostrando que las cosas no eran como yo las imaginaba, que la sociedad no funcionaba como uno suponía, y de algún modo la experiencia hace que debas cambiar el "chip" de tu cabeza, algo parecido a lo que hacés cuando cambiás el celular. Es mentira que el tiempo es tirano. Somos nosotros quienes nos sentimos sometidos a una "tiranía" que hay que aprender a manejar, cada vez con más dificultad, a medida que asumimos nuevos compromisos, como formar una familia o iniciar un emprendimiento. Punto final.
Pero además, el modo que vos tengas de entender el paso de las horas, días y meses, varía según cada persona. Compartir un asado con amigos y encontrar en ello una excusa para reunirte con gente que querés, no es tiempo perdido. En la canción El Rito, de Soda Stereo, Cerati canta en uno de los versos: "El silencio no es tiempo perdido". Yo defiendo esa postura. Ante la estupidez, es mejor callar. No tiene sentido convencer a alguien enfrascándose en una discusión, en principio porque tu interlocutor probablemente no acepte tus argumentos o tenga otros, y en segundo lugar, porque no suma ni resta. Y ante la provocación, también es mejor callar, y alejarse de quien busca sembrar una disputa inútil poniendo en duda tu sistema de creencias (que no son sólo religiosas). El tiempo que dedicamos a nuestro trabajo, si tenemos la suerte de tenerlo, es parte de la vida misma. Muchas veces es complejo disociar trabajo con ocio. Hay tipos que se van de vacaciones, están en la playa pendientes del celular queriendo controlar todo, y vuelven más estresados de lo que se fueron.
El ocio no siempre es improductivo. Si te acostás en la cama mirando el techo, probablemente sí: la mente divaga entre un pensamiento y otro, como un barco a la deriva. Pero si lográs aprovechás ese momento de descanso a leer un libro, escuchar un buen disco, salir a caminar aunque más no sea unas pocas cuadras para salir de las cuatro paredes, la cosa cambia. Incluso dormir una siesta es productivo. Porque es "tu" tiempo, no el tiempo de los demás. Y es tu manera de administrarlo con aquello que te provoque placer. Son esos momentos que destinás para vos, una autorecompensa para recargar las pilas luego de un día que te resultó agotador. Y para concluir esta breve nota, podríamos decir que el paso del tiempo te hace cambiar el modo de pensar. Yo ante ciertas cuestiones no pienso igual que hace 20 años, y sería un necio si lo hiciera, porque los hechos me fueron demostrando que las cosas no eran como yo las imaginaba, que la sociedad no funcionaba como uno suponía, y de algún modo la experiencia hace que debas cambiar el "chip" de tu cabeza, algo parecido a lo que hacés cuando cambiás el celular. Es mentira que el tiempo es tirano. Somos nosotros quienes nos sentimos sometidos a una "tiranía" que hay que aprender a manejar, cada vez con más dificultad, a medida que asumimos nuevos compromisos, como formar una familia o iniciar un emprendimiento. Punto final.
19 de octubre de 2017
LA VERGÜENZA DE EDEN Y CAMUZZI: LOS USUARIOS COMO REHENES
Debido al temporal de lluvia y viento de anoche, hay vecinos que están sin luz desde hace más de 12 horas. Como si la lógica indignación de los usuarios no alcanzara, EDEN emitió un escueto comunicado, lleno de buenas intenciones sobre la normalización del servicio, pero sin ninguna precisión. ¿Sabrá esta gente lo que es permanecer casi medio día sin energía eléctrica? ¿Sabrán los señores de EDEN que hay vecinos electrodependientes, que los alimentos deben estar refrigerados para no cortar la cadena de frío, y que caso contrario no queda otra que tirarlos? Es vergonzoso, sin lugar a dudas, porque en principio, lo que sucedió con el clima no fue de una magnitud tal que justifique semejante demora en restablecer el servicio. Si nuevamente nos toca sufrir un tornado o "cola de tornado", ¿qué nos resta por esperar entonces? Está claro que Defensa Civil y los Bomberos hicieron todo lo que está a su alcance, alertando sobre las calles que estaba cortadas por postes caídos, o viviendas que sufrieron voladura de techos.
La pregunta es, qué respuesta nos brindan las empresas de servicios públicos privatizadas. Básicamente, lo que primero que te piden es un código que figura en la factura, algo así como "pague ahora, reclame después".
La pregunta es, qué respuesta nos brindan las empresas de servicios públicos privatizadas. Básicamente, lo que primero que te piden es un código que figura en la factura, algo así como "pague ahora, reclame después".
¿Y qué sucede si cuando finalmente vuelva la luz, hay un pico de tensión? Te quema todos los aparatos de tu casa, desde el televisor hasta la heladera, y hay que presentar presupuestos, pedir hablar con el Gerente, llenar miles de papeles inútiles, para que la empresa se haga cargo de la reparación, si es que cabe. Mientras tanto, ¿qué vas a hacer? Pedir una heladera prestada para poder mantener la comida y las bebidas refrigeradas? Es inadmisible que suceda esto, que seamos rehenes de una empresa, y aunque parezca que no tiene nada que ver, me hace acordar a Camuzzi, que en sus boletas se sigue cobrando con el bolsillo de los vecinos tasas municipales que le corresponde abonar de sus propias arcas. Algo, definitivamente, está funcionando mal. Fue en propio ente regulador (ENARGAS), quien avaló este despojo. Alguien podrá decir que no es una cifra significativa, que son cinco o seis pesos de más como escuché decir, pero multiplicá esa cifra por la cantidad de usuarios que tiene Camuzzi, y ahí vas a comprender cómo te están estafando. Basta con leer bien la boleta, donde dice "Conceptos facturados", para advertir este despropósito. Si además del 400 % de aumento en las tarifas del año pasado, tenemos que "subsidiar" o subvencionar nosotros a los prestadores de un servicio, estamos en el reino del revés. Punto final.
18 de octubre de 2017
Lluvia de primavera en el medio de la noche
Miércoles por la noche en la ciudad. Llueve torrencialmente, con una furia pocas veces vista desde que comenzó esta primavera. Ya hace varios días que comenzó a apretar el calor, y yo me resistí hasta último momento a dejar de lado los buzos y las camisas, pero tampoco voy a sucumbir con 26 o 27 grados de temperatura.
Ayer fue francamente un día agobiante, la cosa no daba para más entre el tufo y la humedad ambiente, de manera que encendí el ventilador durante la tarde, inaugurando mi modesta "temporada primavera/verano", y volviendo a colocar las remeras y los shorts en el placard. Como siempre, la ropa que ya no usaré hasta el año próximo la guardo en bolsas negras, de consorcio. Maldito sea el verano, lo padezco bastante porque basta con salir a la calle para que mi rostro se llene de sudor, transpiro más que el común de la gente, y ello hace que tenga que bañarme y cambiarme de ropa con mucha frecuencia cada día. Este invierno que pasó, casi no tuvimos frío intenso o frío polar, por supuesto que hubo días en los que no quedaba otra alternativa que salir bien abrigado, pero no fue nada comparado con aquellos inviernos crudos que supimos conocer años atrás.
Habrá que buscar, cuando se vaya acercando la temporada estival, alguna pileta, quinta, o lo que fuere. Disfruto mucho nadar, creo que es lo único que rescato del verano. Podría ir a una pileta climatizada, pero no me termina de convencer. Como suele suceder, los precios para alquilar algo en la Costa estarán a "años luz" del bolsillo promedio, y esto sucede en casi todos los destinos turísticos cuando empieza la temporada: los comerciantes e inmobiliarias buscan "salvarse" en dos meses por todo aquello que no pudieron facturar en el resto de año. En lo que respecta a mi trabajo, como es sabido, enero y febrero son meses "muertos" periodísticamente hablando, y el perfil de las notas va cambiando: ya no hay tanto lugar para la política (tampoco hay sesiones en el Concejo Deliberante), y aparece más material de interés general. Se abre el espectro a noticias más livianas, vinculadas a personajes o gente de Lobos que se destaque por algún logro deportivo, cultural, o por su trayectoria, y ello en parte es positivo porque hay más margen para crear y darle forma al texto, te otorga mayor libertad y te podés tomar ciertas licencias al momento de redactar, ya que no es meramente desgrabar y sacar fotos. Una buena conversación es como un diamante en bruto, puede ser el primer paso para una obtener una entrevista distendida, con una impronta más social, hurgando de algún modo en "el Lobos que no miramos", contando en primera persona, con la palabra de sus protagonistas. Punto final.
17 de octubre de 2017
Una nueva etapa en el Hospital?
Ayer fue un lunes extraño, un feriado "puente" que no me pareció tal, en parte porque muchos comercios o negocios prefieron mantener su actividad normal, en la búsqueda de recuperar un poco sus alicaídas ventas. Las noticias y rumores van y vienen, en la recta final de la campaña política. La gente está harta, y con razón, de los dirigentes políticos, tanto aquellos que ocupan cargos como quienes pertenecen a la oposición. Nos costó mucho recuperar la democracia y ejercer nuestro derecho a votar en elecciones limpias, pero no es casualidad que siempre lo que van perdiendo agiten el fantasma del fraude.
Hoy martes, se presentó al nuevo Co-Director (o Director Asociado) del Hospital. El profesional tuvo varias definiciones categóricas en diálogo con la prensa, que quizás pasaron desapercibidas para la mayoría: "hay que construir desde cero", "hay que cambiar la forma de trabajar", son señales claras del perfil que pretende imprimirle a su gestión. Como asumió hoy, le voy a dar el beneficio de la duda para ver si el ímpetu de sus palabras se traduce en hechos. En realidad, no dijo nada novedoso: hace rato que el nosocomio está atravesando una crisis que fue reconocida por el recién llegado, cuando dijo que se tuvo que pedir medicamentos a hospitales de Monte o de Zárate, porque la Farmacia del nuestro estaba desabastecida. Me quedé pensando en el caso concreto de Monte, una localidad que tiene menos población que Lobos, y sin embargo cuenta con un centro de salud pública donde los remedios que necesitan los pacientes están a su disposición.
Empezar desde cero implica, entre otras cuestiones, controlar que el personal médico y no médico trabaje, que cumpla con la jornada laboral, que no haya excepciones para nadie y que hasta el profesional de mayor reconocimiento y prestigio se adapte a esta situación. Si no le gusta, que renuncie y se dedique a trabajar en el sector privado. Ellos reciben sus honorarios del Ministerio de Salud, y si los consideran insuficientes, que les den lugar a profesionales más jóvenes, que realmente asuman un compromiso con lo que representa el Hospital. La conferencia de prensa de hoy dejó mucha tela para cortar, en principio porque el Director Asociado, Dr. Pedro Ávila, sí tiene la "firma" para canalizar las gestiones que sean necesarias, algo que la Directora Noelia Romero no puede hacer porque todavía no le llegó el nombramiento. Por momentos pareció una comedia de enredos, el hecho de que el Co-Director tenga más poder que la propia Directora, pero sería un recurso facilista hacer leña del árbol caído, que no está en mis planes. Vino un funcionario del Ministerio de Salud, como para dar una dosis de normalidad a una situación claramente anormal, y sólo nos resta pensar que el Dr. Avila, conforme a sus dichos y a su experiencia, terminará con una etapa penosa y angustiante, dado que estamos hablando de la salud pública. Tener que pedir remedios e insumos a otros hospitales es lamentable, pero ello significa que durante mucho tiempo cada uno hizo lo que quiso, sin reparar en las necesidades de los pacientes. Creo que ahí está la clave: que seamos "pacientes", no "padecientes". Punto final.
Hoy martes, se presentó al nuevo Co-Director (o Director Asociado) del Hospital. El profesional tuvo varias definiciones categóricas en diálogo con la prensa, que quizás pasaron desapercibidas para la mayoría: "hay que construir desde cero", "hay que cambiar la forma de trabajar", son señales claras del perfil que pretende imprimirle a su gestión. Como asumió hoy, le voy a dar el beneficio de la duda para ver si el ímpetu de sus palabras se traduce en hechos. En realidad, no dijo nada novedoso: hace rato que el nosocomio está atravesando una crisis que fue reconocida por el recién llegado, cuando dijo que se tuvo que pedir medicamentos a hospitales de Monte o de Zárate, porque la Farmacia del nuestro estaba desabastecida. Me quedé pensando en el caso concreto de Monte, una localidad que tiene menos población que Lobos, y sin embargo cuenta con un centro de salud pública donde los remedios que necesitan los pacientes están a su disposición.
Empezar desde cero implica, entre otras cuestiones, controlar que el personal médico y no médico trabaje, que cumpla con la jornada laboral, que no haya excepciones para nadie y que hasta el profesional de mayor reconocimiento y prestigio se adapte a esta situación. Si no le gusta, que renuncie y se dedique a trabajar en el sector privado. Ellos reciben sus honorarios del Ministerio de Salud, y si los consideran insuficientes, que les den lugar a profesionales más jóvenes, que realmente asuman un compromiso con lo que representa el Hospital. La conferencia de prensa de hoy dejó mucha tela para cortar, en principio porque el Director Asociado, Dr. Pedro Ávila, sí tiene la "firma" para canalizar las gestiones que sean necesarias, algo que la Directora Noelia Romero no puede hacer porque todavía no le llegó el nombramiento. Por momentos pareció una comedia de enredos, el hecho de que el Co-Director tenga más poder que la propia Directora, pero sería un recurso facilista hacer leña del árbol caído, que no está en mis planes. Vino un funcionario del Ministerio de Salud, como para dar una dosis de normalidad a una situación claramente anormal, y sólo nos resta pensar que el Dr. Avila, conforme a sus dichos y a su experiencia, terminará con una etapa penosa y angustiante, dado que estamos hablando de la salud pública. Tener que pedir remedios e insumos a otros hospitales es lamentable, pero ello significa que durante mucho tiempo cada uno hizo lo que quiso, sin reparar en las necesidades de los pacientes. Creo que ahí está la clave: que seamos "pacientes", no "padecientes". Punto final.
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