31 de marzo de 2021

Capítulo final de la novela

 Hoy es el capítulo final de marzo. Costó llegar a la meta, para mí siempre ha resultado un mes agotador. Nos espera un nuevo ciclo, que en realidad no es más que arrancar otra hoja del almanaque. Dos días feriados, aunque mañana jueves la mayoría de los comercios abrirán con normalidad. Pensar en qué nos deparará abril no tiene mucho sentido, porque vivimos en una sociedad carente de certezas. Pero todos planificamos, miramos hacia adelante, siempre dentro de los límites de lo razonable. Yo no podría divagar pensando que me compraré un cero kilómetro, primero porque no me gustan los autos y segundo porque es totalmente inviable. Cuando aprendés a vivir con poco (desapegado de las cosas), descubrís lo esencial. Por supuesto que a todos nos gustaría ganar más guita, y gastarla en lo que nos apasiona. Lo que pasa es que si de un día para otro te encontrás con mucha plata, porque ganaste la Lotería, ponele, no vas a saber qué hacer con ella. Esto me hace acordar al paraguayo Negrete, el primer ganador del PRODE, que despilfarró todo y hoy vive con lo puesto. 

Hay gente que conozco y que tiene mucho dinero, pero no le sacás una moneda ni aunque les sacudas los bolsillos. Entonces están los planteos típicos que la gente se hace: 1) Para qué guardar y acumular riqueza si me voy a morir y no la voy a disfrutar en vida; 2) Para qué voy a derrochar todo lo que me costó conseguir en cosas que no necesito. Por lo tanto, hay que buscar un equilibrio.

Un amigo de mi familia, anda a pata o en bici para todos lados, se viste como un pordiosero, pero tiene tres o cuatro propiedades en alquiler. Si alguien que no lo conoce lo ve por la calle, jamás imaginaría que posee ese patrimonio. La avaricia extrema también es algo patológico. 

 Yo no soy un experto en finanzas ni nada que se le parezca. Pero lo primero que hago es pagar las deudas que tengo, y con lo que me queda debo administrarme todo el mes. Es lo que hacen casi todas las personas que conozco. Si me endeudo, será únicamente para pagar en cuotas algo que no puedo pagar al contado. De más está decir que si sumás el monto de todas las cuotas vas a terminar pagando casi el doble, pero es lo que hay. Cualquier préstamo trae consigo intereses, eso lo sabemos todos. Cuando tengo la posibilidad de hacerlo, pago al contado, porque no quiero estar un año con el gasto fijo de las cuotas mensuales., por mucho o poco que representen. 

También están los que hacen una especie de "libreta de almacenero", y van anotando todos los días la plata que entra y la que sale. Intenté hacerlo un par de veces, pero después me hartó bastante sostener esa contabilidad casera. Más de una vez hemos escuchado el viejo dicho, de que "el que tiene plata hacer lo que quiere". Totalmente falso. Si fuera así, los hombres más ricos del mundo serían Presidentes, por ejemplo. No hay que confundir el dinero con el poder. De hecho, es más seductor el poder, por ese motivo vemos cómo hay Intendentes que llevan más de 20 años al frente de sus Municipios. Una vez que le tomaron el gustito, pusieron primera y le dieron para adelante, porque la ambición los supera. Un tipo que se dedicó toda la vida a hacer política y carece de poder, no existe. En la próxima nota voy a profundizar un poco sobre esto último. Nos estamos viendo pronto. 

30 de marzo de 2021

Segunda Ola: estamos surfeando en medio del tsunami

 Pensar en la "Segunda Ola" de Covid es bastante frustrante, en principio porque todos teníamos la expectativa de que este año fuera mejor. En la medida que haya mayores vacunas disponibles y que no se utilicen con fines políticos, inmunizar a la población parece ser la única alternativa. Puede haber un nuevo confinamiento y más restricciones, pero no creo que sean de la magnitud de un año atrás. Hay cosas como el barbijo y el uso de alcohol que ya están incorporadas, y habrá que convivir con ellas durante largo tiempo. La verdad es que todos nos relajamos un poco, yo también lo hice, porque quería recuperar parte de lo que era mi vida antes de 2020. Es cierto que el Decreto original me exceptuaba y me permitía libre circulación por ser personal de prensa (así siegue siendo hasta ahora). Básicamente ese "permiso" lo utilicé para continuar trabajando, mientras mi economía se caía a pedazos porque no le podía cobrar a nadie. Para mediados de 2020 se comenzaron a otorgar habilitaciones, y la situación mejoró bastante para la mayoría de los rubros comerciales. Por eso es que, habiendo transitado ya un camino difícil, me preocupa la idea de tener que volver a dar "marcha atrás". Es como cuando tu ex novia te pide que vuelvas con ella a recomponer la relación y vos no querés saber nada porque no va a terminar bien. 

Pero no hay que adelantarse a los hechos. La cifras de contagios volvieron a subir de un modo notable, pero creo que si hoy por hoy se dictara una nueva cuarentena estricta, la gente se rebelaría y no la acataría, porque no se puede permanecer un tiempo indefinido sin laburar. El escenario no es alentador en absoluto, por eso considero positivo que se llegue a un acuerdo para que no haya PASO este año, que es un gasto inútil y que propicia las aglomeraciones. Algunos gremios están presionando para no continuar con las clases presenciales, y es una locura el sólo hecho de imaginarse a los chicos, que recién se estar pudiendo vincular otra vez, verlos nuevamente en casa con la pantalla del celular. 

En estos tiempos donde todo se ha vuelto tan rápido y fugaz, donde predominan los 200 y pico de caracteres de Twitter, parece que la lectura debe ser lo más breve posible. Esta pandemia hizo que muchos lectores se reencontraran con el libro en papel. También se ve que, por la caída de ventas, los diarios impresos como Clarín o La Nación. Un ejemplar promedio, que no sea un domingo, no supera las 50 páginas. En resumen: muchas fotos, poco texto. Lo que también me parece una estafa para el lector es que las páginas que están destinadas a publicidad no las compensen con otras que contengan información. Antes yo solía comprar la revista Rolling Stone, pero en un momento dado me encontré viendo más publicidades de jeans y cigarrillos que críticas de discos, por ejemplo. La revistas de ese tipo van camino a desparecer. Hoy vemos que hay hechos denominados "de seguimiento" como sucedió con la niña que había desaparecido de su hogar porque se la llevó un cartonero,  y otros que solamente fueron noticia un día y pasaron rápidamente al olvido.  Cuando uno está en un bar leyendo el diario se concentra más, se olvida del entorno, del bullicio, del ruido de las mesas vecinas, del televisor encendido. En el hogar se hace más difícil encontrar un momento tranquilo para dedicar a hojear las páginas. 

 En cuanto a las versiones online, hay algunas muy completas, que incluyen videos y galerías de fotos que no aparecieron publicadas en la edición impresa. Ya casi nada es gratis, por lo tanto hay que suscribirse y pagar para leer de forma ilimitada todas las notas en los dos diarios de posición dominante. No estoy dispuesto a pagar ni un peso, que se vayan a cagar, mientras tanto me sigo informando con portales de La Plata que ofrecen notas más vinculadas a lo que ocurre en la Provincia.

La pandemia también cambió el modo de la gente de informarse y eso nos sorprendió a los propios periodistas, tratando de surfear en una delgada línea para no alarmar a la población con datos que ya de por sí eran muy duros de digerir, buscando darle otro tono a las noticias para que leerlas no se convirtiera en una experiencia que generara malhumor y hartazgo. Pero, al menos en mi caso, nunca se ocultaron esos datos, sino que se cambió la forma de analizar la realidad conforme a las demandas de una sociedad muy descontenta y radicalizada. Nos estamos viendo pronto. Punto final.



28 de marzo de 2021

Encontrar el tesoro en el fondo del mar

Se termina este fin de semana, distinto a sus antecesores porque estamos a fin de mes, y hay que ajustar gastos. Como el 1° y el 2 de abril son feriados, tampoco podré hacer cobranzas, razón por la cual tendré que arreglarme hasta el 3/4 con algunos ahorros, pero no estoy llorando miseria. No será la primera ni la última vez que me pase algo parecido. El mes próximo le voy a dar un ultimátum a aquellos que no están pagando regularmente o que no tienen intenciones de seguir como clientes. De ninguna manera voy a hacer publicidad gratis. Mis tarifas no son exorbitantes, pero cada uno hace con su dinero lo que quiere, y tampoco voy a perder tiempo discutiendo con gente que está ocupando "de arriba" un espacio publicitario en un medio como el mío, para el que hay que invertir constantemente. 

Por suerte, los morosos son la minoría. El común de los clientes entiende que el aviso tiene un costo, porque eso es lo que se acordó desde el primer momento. Una cosa es que un cliente me diga "pasá mañana", y otra muy diferente es que ese "mañana" sea eterno. Te borro y listo. No me debés nada, ni yo te debo ningún favor. 

Como mencioné en otra nota, el Municipio redujo a los medios de prensa la mitad del valor de la pauta publicitaria, según dijeron, por la pandemia. Esto fue el año pasado. Ahora hicieron un pequeño aumento de forma unilateral. Me parece totalmente desprolijo y carente de sentido común. Lo correcto hubiera sido hacer una suerte de "paritaria", y negociar con cada uno de los titulares de los diarios digitales, radios, etc, que existen en Lobos, como se hizo en años anteriores. Pienso que hubiera sido más útil para ambas partes. Pero hay ciertos detalles que no voy a divulgar en este espacio porque no son de interés público.

En un futuro, si me canso de esta situación, prefiero que no me paguen nada y listo. Estuve 12 años sin recibir pauta oficial (ni un centavo, ni siquiera para dar difusión a los actos oficiales), por lo tanto no será una experiencia nueva para mí. La primero que solicité antes de ser  proveedor del Municipio es que no me condicionaran mi línea editorial ni la publicación de notas con espíritu crítico. Eso se ha respetado, debo decirlo. Y como este año hay elecciones, si hay inauguraciones o cortes de cinta de cualquier cosa, ese tipo de cobertura periodística debe cobrarse, porque es propaganda política que persigue un fin proselitista. Esto último lo hago extensivo a todos los partidos políticos que compitan en octubre.  

Vos vas a cualquier supermercado o almacén y te cobran, obviamente, ¿Entonces cómo no voy a hacerlo yo? Además del aviso, como conozco mucha gente, hay todo un laburo detrás, porque yo hago el mejor esfuerzo para que ese cliente incremente sus ventas a través de las redes y esté bien posicionado. A ese comercio lo recomiendo, o lo califico positivamente en las reseñas de Google Maps, también comparto publicaciones. En todos los órdenes de la vida, yo me comporto bien con quienes me retribuyen ese trato. 

De los chantas y los "buscas" es mejor alejarse. Es algo que aprendí con el tiempo, porque como le sucede a cualquiera, cuando empecé con esto varios me estafaron o me usaron para que les hiciera notas que no eran del interés de nadie, excepto de ellos mismos. Hoy quizás puedan intentar engatusarme nuevamente, pero les va a costar un poco más de esfuerzo porque no merecen mi respeto ni el traidor, ni el oportunista, ni el que falta a la palabra empeñada. 

Tener en claro todas estas cuestiones hace desaparecer el enojo o la bronca. Vos sabés cómo tenés que actuar, el otro también. No hay reglas complicadas. Hoy por hoy, entre el programa de tele, las colaboraciones que hago para una revista, y el diario digital, no puedo complicarme la vida con boludeces. Y si cumplo con mi anhelo de lanzar un libro, habrá que estar pendiente de todos los detalles para que el resultado sea el que yo espero en calidad de autor. Por eso, aunque en los primeros párrafos pareciera que sostengo lo contrario: va todo bien encaminado porque sé lo que tengo que hacer. Me puedo equivocar como cualquiera, pero una cosa son las relaciones humanas y otra es el hecho de escribir un reportaje, una conferencia de prensa o lo que fuere. A aquellos que convocan a la prensa y no les gusta que les hagan preguntas, lo lamento por ellos, pero si lo que exponen no está claro para el lector, preguntaré todas las veces que crea necesario (siempre con consideración y respeto). 

Mientras me cebo los últimos mates del día, voy barajando ideas de posibles entrevistados, o de notas para publicar. Los lunes son duros de afrontar, por eso desde el día anterior siempre me voy preparando para evitar dar un paso en falso. Confío en un futuro mejor para todos, de lo contrario no tendría razón de ser el hecho de vivir con un lastre de frustraciones colectivas. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 





27 de marzo de 2021

Un cachetazo a la ilusión

Entramos de lleno en el fin de semana, y es un momento propicio, cuando estamos un poco más aliviados del trajín cotidiano, para encontrarnos con nosotros mismos. Cada uno tiene su forma de hacerlo: escuchar algún disco que te gusta, preparar una cena sin pensar en las calorías o en esas cuestiones, o bien cebarse unos mates. Es muy cierto aquello de que "el mate te hace pensar cuando estás solo". Y es curioso, además, porque con otras infusiones no sucede lo mismo. Te tomás un té o un café, quizás porque sentís sueño antes de que caiga la noche, pero en nuestro país no es una suerte de "ceremonia" como ocurre en Japón o en el Reino Unido (me refiero al té, claro está). No soy muy buen cebador de mates y la mayoría de las veces no logro calcular la temperatura correcta del agua de la pava, pero tampoco es un misterio insondable. Comencé a beber este emblema de los argentinos hace relativamente poco, 10 o 15 años. Ni siquiera lo hacía cuando estudiaba hasta tarde y me quería mantener despierto. Antes tomaba café con más asiduidad, el nunca bien ponderado "Arlistán", que ni siquiera se parece al que te sirven en cualquier bar porque es una mezcla de glucosa y otras porquerías que, literalmente, deja sabor a poco. 

Pero, si tenemos en cuenta que el bolsillo promedio no alcanza para tomarse un "cortado" todos los días, hay otras alternativas que pueden funcionar bien. La yerba es cara, pero rinde más, en particular si encontrás una marca que no vaya perdiendo el sabor rápidamente mientras le vas dando sorbos a la bombilla. No me gusta agregarle otras hierbas o azúcar, y menos aún edulcorante líquido. Recuerdo que mi abuela le añadía unas hojas de cedrón, y las pocas veces que probé ese "varietal" no estaba nada mal. Teníamos una planta bastante frondosa en una casa quinta en la Laguna, que era de mis abuelos, y después de que ellos fallecieron nunca más volví a ir, por lo tanto ignoro en qué estado se encontrará. El agua que bombeábamos con el motor era muy pesada, me refiero a que contenía muchos minerales no saludables y además era algo salada. Detrás de la casa había una pileta un poco rara, porque era prefabricada, y la diferentes placas de hormigón que la conformaban estaban unidas por tornillos. Pienso que cuando recién se construyó funcionaba muy bien, pero en las últimas épocas que recuerdo era inevitable que perdiera agua por unas grietas que tenía en el fondo. Le pusimos varios parches con un tipo de membrana similar a la que se usa en los techos, pero no dio el resultado esperado. Un familiar había comprado un terreno lindero que le otorgaba más espacio de fondo, pero fue totalmente al pedo porque en este predio no se hizo nada, para lo único que servía era para jugar al fútbol. 

Yendo a otro tema, pienso que la política para muchos es una vocación, y para otros una forma de enriquecerse o de "sacar chapa" ante sus subordinados. Esto no es ninguna novedad, pero acá en Lobos se advierte claramente. Cuando algo se les va de las manos, empiezan a deslindar responsabilidades en lugar de asumir la propia, ya que están ocupando un cargo que corresponde a un área específica. En lugar de adelantarse a los hechos, siempre tienen que dar explicaciones cuando ya es demasiado tarde. Lo que más me fastidia es la inoperancia. Vos podés no ser idóneo para un puesto, pero si por lo menos das la cara ante los medios y la sociedad, es distinto a poner una gestión de gobierno en "modo avión", como si fuera un celular, con miedo a comunicar lo que preocupa a los vecinos (y el modo de resolverlo). Sin embargo, como 2 + 2 no es 4, hay Intendentes que se deberían esconder debajo de la cama hasta nuevo aviso y pese a ello son reelectos. Los motivos son diversos, pero hay un error en mucha gente en mirar los que se hace en tiempos de campaña, y no tener memoria para recordar lo que no se hizo el los tres años y medio restantes. Me viene a la memoria el títuo de un conocido ensayo político: "Asalto a la ilusión". Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

PD= Disculpen los errores de tipeo, ya fueron corregidos.  


25 de marzo de 2021

Aprendé a darte cuenta de que los vínculos no son para siempre

Me desperté temprano este jueves, con el rumor de la lluvia de fondo. No me generó sorpresa que ello ocurriera, ya que desde las últimas horas de ayer habían comenzado a caer algunas gotas y todo indicaba que este pronóstico iba a seguir igual. Justo cuando habíamos logrado vaciar casi por completo la "Pelopincho", se desató el chaparrón, por lo tanto el agua que habrá que extraer ahora será la de la lluvia de estos dos últimos días, antes de levantar campamento y guardar todo hasta el próximo verano. Si armar la pileta es una tarea tediosa, más lo es el hecho de proceder a desmantelarla, y que no se pierda ningún tornillo de los que sujetan los caños, o esa especie de ganchos plásticos que también cumplen la función de mantener la estructura. 

Ahora sí, comparto algunas reflexiones que me surgieron durante este tiempo. Nunca tuve un presentimiento o una “señal” de que algo me fuera a suceder. Por el contrario, las cosas que me pasaron (sobre todo las malas), me tomaron por sorpresa. Cuando llega algo bueno que uno no se lo espera, obviamente que reacciona de otra forma. Sí me ha ocurrido que, en las relaciones humanas, más de una vez intuí que iba a haber un quiebre. Que "algo" me marcaría a futuro y en consecuencia no volvería a ser lo mismo. También, cuando un familiar o un amigo atraviesa la última etapa de una enfermedad grave, uno intenta prepararse mentalmente para el final, aunque cuando esa muerte se produce nos lleva muchísimo procesarlo y hacer el famoso “duelo”. Pienso que es mejor desconfiar de intuiciones y presentimientos, porque te predisponen hacia una actitud que puede distar de lo que realmente pasará. No creo en videntes, curanderos y parapsicólogos.

Cuando estás en una relación de pareja, sí se percibe muchas veces una sensación de que no da para más, o que se continúa con un vínculo enfermo casi por mera costumbre. Me ha pasado. Y en ese momento ya no importa quién sea el primero que plantee la separación, el divorcio, o como quieras llamarlo, porque los que integran esa sociedad de dos personas ya están hartos de sí mismos. Crónica de un final anunciado, más aún si hay un tercero en discordia. Lo peor es si te toca tener que seguir viviendo bajo el mismo techo con tu ex porque no tenés plata para alquilarte algo. Ya se terminó el amor, se enfrió el café, son dos extraños a quienes los une solamente un pasado en común. Lo mismo cabe con los amigos que dejaron de serlo, ya sea porque hubo una discusión de por medio o porque las cosas de la vida hicieron que la falta de comunicación haya dejado el vínculo en vía muerta.

El problema es que, una vez que sos vos el que rompés esa ligazón, retomarla no es nada sencillo, si es que te interesa hacerlo. Por eso es mejor no mirar atrás. Muchas personas han pasado por nuestras vidas, la mayoría de forma intrascendente, porque los afectos verdaderos son siempre muy pocos. "Los amigos del Campeón", como suele decirse, están en todas con vos mientras te vaya bien. Después desaparecen. Casi todos nos hemos dado cuenta de eso. Como no soy famoso, ni influyente, ni nunca tuve demasiado dinero, no me pasó con frecuencia. Pero si recapitulás, lo vas a notar. Y reitero lo que mencioné al comienzo, no nos pasemos todo el tiempo recapitulando, porque aquel que ya no está más en tu vida, por algo es. El que se dio por ofendido porque lo confrontaste y le dijiste la verdad, es un ejemplo claro. En lo que a mí respecta, el que se fue de mi círculo íntimo por su propia mezquindad, ya no tendrá lugar en el futuro porque yo no se lo voy a conceder. Y una de las frases que más me orienta, es la siguiente: "No pierdas tiempo intentando recordar cosas que nunca te importaron de verdad". Punto final. 

23 de marzo de 2021

Un otoño "por la vereda del sol"

Primer martes de otoño. El clima templado hizo que buena parte de la jornada transitara de un modo llevadero, sin mayores sobresaltos. En esta ocasión, a diferencia de la semana anterior, no tuve tantas idas y venidas para pagar deudas e impuestos, porque ya había logrado concluir con la mayoría de esos trámites. Eso me permitió dormir un poco más de lo normal, y emprender la tarea de redactar un par de notas que me había quedado pendientes. Siempre trato de ir un paso adelante, aunque no siempre lo consigo. Todavía no estoy realizando transmisiones en vivo por Instagram, porque si bien tiene la inmediatez de transmitir en tiempo real, es un complemento para tener la noticia antes de ponerse a redactar para un diario digital. Cada uno se maneja con las herramientas que tiene a su disposición en determinado momento. De todos modos, privilegio la redacción antes que transmitir un video, porque le podés dar tu impronta a lo que escribís.

No me interesa mirar la paja en el ojo ajeno. Compito conmigo mismo, para mejorar y brindar un producto que contenga información. Y soy el primero en tener espíritu crítico hacia mi propio trabajo, porque pocas veces estoy conforme del todo con lo que acabo de publicar. Son detalles que el lector quizás no percibe pero que uno analiza al momento de darle forma a un texto. 

En resumen, llego a la tarde/noche de este martes 23 más relajado que hace una semana atrás, toda una rareza. En esta profesión hay notas o reportajes que hacés con gusto, porque realmente lo que dice el entrevistado te interesa y lo considerás relevante, y otras que son pura cháchara. En este último caso, le dedico el menor espacio posible, sin alterar la fidelidad a las declaraciones que hizo esa persona. Hay gente que se vuelve muy demandante porque su ego le pide protagonismo y te insisten para que les hagas una nota, que sólo contribuye a promocionarse ellos mismos en base a acciones insignificantes para el público. Por suerte, a la mayoría de esos megalómanos ya los tengo identificados, y en consecuencia lo mejor es decirles todo que sí y olvidarse que existen. Si tienen éxito en otros medios y logran su cometido, me tiene sin cuidado. En lo que a mí respecta, no me suma ni me resta. 

Lo que verdaderamente vale la pena, es conseguir una nota que "a priori" sabés que es difícil de concertar, cuando tenés que pasar por varios filtros antes de que finalmente puedas sentarse cara a cara con quien vos querías hablar. Nunca se graba al entrevistado sin su consentimiento. Quizás otros medios lo hacen, pero por una cuestión ética no es mi forma de trabajar. Y lo que se dice fuera de grabador, o en "off the record", queda así. Tu interlocutor te está pidiendo reserva para hablar un tema puntual, y aceptar hacerlo con la condición de que no sea publicado, salvo como un rumor. Aceptar y respetar ese acuerdo tácito es una manera de demostrar confianza. 

Anticiparse demasiado a los hechos nunca es bueno, porque las personas cambian y por lo tanto, las decisiones que toman. Eso pasa en la Argentina desde hace más de 30 años, cuando asume un gobierno que te habla de la herencia recibida y de tierra arrasada como argumentos para tomar medidas impopulares. Después, en todo caso, ellos mismos se encargarán de arrasar aún más con lo poco que quedaba en pie, inventando cargos totalmente inútiles para complacer a militantes y amigos. El Estado gasta miles de millones en pagar el sueldo de estos parásitos, cuyo único mérito es haber sido fiel a "la causa". Todo esto no sorprende, pero no deja de indignarme, porque ni siquiera son idóneos, actúan como si fueran una fuerza de choque entre las sombras. A la piba de 18 años que se vacunó de COVID no la conocía nadie hasta que el caso se hizo público y ensayó una justificación insólita. No es descabellado suponer que este tipo de irregularidades se multiplican por doquier. Punto final. 

 

21 de marzo de 2021

Adiós al "veranito" y vuelta de página

Se fue el verano, tan sorpresivamente como llegó. Hoy tuve que cubrir las elecciones internas de la UCR, lo cual me demandó varias horas, en las que sudaba la gota gorda sin comprender por qué. ¿Ansiedad? Puede ser. Exceso de abrigo también. Ya con el resultado consumado, volví a casa para descargar las fotos que había sacado y editar el material. Me dio bronca conmigo mismo porque las fotos no salieron tan nítidas como yo pensaba, y el lector se merece lo mejor. Por esa razón, retocar las fotos (más de 50), y elegir las más logradas, trajo consigo un trabajo adicional. Si yo considero que algo no me satisface, menos puedo brindárselo a los lectores. 

La derrota del oficialismo partidario marcó un quiebre en el centenario partido. Es más, es algo histórico. No estoy diciendo que esté bien o mal quién ganó o quién perdió, no me interesa entrar en esa discusión porque no soy militante ni afiliado. En circunstancias normales, la comicios de la UCR nunca llaman demasiado la atención. Esta vez ocurrió lo contrario, porque los "díscolos", es decir, aquellos que reclamaban mayor protagonismo al radicalismo, cayeron derrotados. Si te ponés a pensar, era una de la posibilidades: ganar o perder, así de simple. El que jugó fichas para ambos salió con lo puesto, el que se jugó todo por la lista spinosista, se quedó sin nada. 

Entonces llegó el momento de negociar. El tema es que el perdedor siempre tiene menos margen para establecer condiciones en una negociación de esa naturaleza. Todos los sectores afines al Ejecutivo salieron fortalecidos, en parte, porque se movilizó a todos los empleados municipales para que fueran a votar. Y viendo los números, está claro a quién votaron. Sin embargo, hubo una diferencia de 42 votos. No parece mucho, fue una elección reñida. Pero es como el fútbol: si ganaste por un gol de un penal mal cobrado, ya está. Ganaste. Lo mismo sucede aquí. Aun si hubiera una diferencia de un voto, con eso alcanza. 

Pueden haber existido muchas "irregularidades", pero eso pasa en las mejores familias. Si sucede acá, imaginate en el Conurbano, donde (al momento de escribir esta nota), Abad y Posse peleaban voto a voto. 

Volvemos al principio, el "veranito" dijo adiós. A vaciar la pileta hasta la próxima temporada. Empieza, ahora que el camino se allanó, la campaña rumbo a octubre, que será mucho más feroz que ésta.  No sabemos aún si habrá PASO. No hay razón para que las haya, en medio de una pandemia. Pero eso ya está fuera de nuestra capacidad de análisis. Bien se podría afirmar que, a partir de mañana, comienza oficialmente la campaña más jugada y audaz desde 1983 en Lobos. Habrá muchos "trapitos al sol" y denuncias cruzadas, sólo resta sentarse a esperar. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


18 de marzo de 2021

La campaña en Lobos: entre las sombras, cada uno reclama su lugar

 Están volviendo las "tertulias políticas" a Lobos. Se trata de encuentros de carácter reservado donde los caciques de cada partido van tramando la campaña que se viene, mirando de reojo lo que hacen los otros. A veces se hacen en lugares públicos (por ejemplo, un bar), pero los que tienen cancha saben que los trapos sucios se lavan en casa. Ahí se gritan, se putean, se dicen de todo, y después ensayan una tregua, porque saben que si cada uno va por su lado pierden seguro. Juntos por el Cambio va camino a agotarse. Los radicales reclaman mayor protagonismo y sus socios políticos se hacen los distraídos. Esto pasa cuando metés una bolsa de gatos con tal de ganar una elección. No se advierte lo suficiente aún, pero se viene la diáspora. Habrá varios que se van a cortar solos y que no les importa un pito quemar las naves. El viejo dilema de ser "cabeza de ratón o cola de león". 

El Intendente continúa con una gestión pobre y deslucida. Ya no puede echar mano a la vieja chicana de la herencia recibida. Básicamente, se prestan los servicios esenciales propios de todo municipio, pero no mucho más. El entorno cercano al mandatario sabe esto, pero apuesta a repetir la fórmula exitosa de 2019 con un shock de campaña que consiste en una batería de inauguraciones, obra pública y anuncios grandilocuentes. Si continúan en el poder, no será por las virtudes propias, sino porque los ocasionales adversarios son pésimos. Con un peronismo dividido desde hace años y sin que se vislumbre la posibilidad de una unidad, les están tirando el centro en el área chica para que metan el gol. Metáfora futbolera que no pasa de moda, por cierto. El equipo oficialista juega con los 11 que entran a disputar el partido, y tiene la ventaja de que al rival ya les expulsaron varios de antemano. Hubo tarjeta roja por no acatar un vetusto sistema verticalista que los está llevando a hundirse sin remedio. Por supuesto, de acá a octubre todo puede suceder. Los peronistas son como los tiburones, atacan cuando olfatean sangre. A veces les sale bien la jugada, pero últimamente la vienen pifiando. 

Tenemos por un lado, a J X C, que no los une el amor sino el espanto. Y del otro lado, el "Frente de Todos", que es un frente de nadie porque chocan todo el tiempo buscando lo mismo, que es llegar al poder. Cuando el PJ no tiene un conductor, o al menos alguien que seduzca a la mayoría de los militantes con chances reales de ganar, empieza el éxodo. La Unidad Básica deja de ser "unidad" para ser simplemente "básica". Los propios concejales admiten que no pueden hacer nada porque son minoría. Eso es cierto, pero entre 2005 y 2015 la cosa fue al revés y el bloque el PJ se encargó de apelar a la mayoría automática para darle al Ejecutivo de aquel entonces todas las ordenanzas que pedia. Los únicos que le ponen un poco de entusiasmo a este panorama desalentador son los chicos de la JP, que la tienen mucho más clara que aquellos que toman las decisiones. Escasas, por cierto, ya que al no ser gobierno, no hay gestión, y al no haber gestión, poco puede mostrarse al electorado. 

Los Kirchner lo dijeron en público y en privado: "Para hacer política hace falta plata". Y como casi nadie dentro del PJ lobense quiere largar el mango, aunque más no sea para un spot en los canales de TV locales, naufragan en sus propias contradicciones. Esto funciona como un plazo fijo: vos ponés plata y transcurrido un determinado lapso la recuperás con unos pesos más de los que invertiste (vale decir, ganando las elecciones). Pero como esta gente piensa que la guita que ponga se la llevará el corralito, les están sirviendo en bandeja la iniciativa política a un Intendente que apenas habla para dirigirse a sus vecinos, pero que no necesitó hacerlo demasiado para asegurarse gobernar la Comuna por 8 años, y quizás otros 4 más en el futuro. Punto final. 


16 de marzo de 2021

Me verás volver

 Un intenso comienzo de semana. Creo que se repitió la postal del lunes anterior, donde la gente considera imperioso realizar trámites que puede efectuar durante los días restantes. Perdí buena parte de la mañana editando y corrigiendo notas, yendo al RapiPago, buscando un repuesto para mi celular, el cual no conseguí en varios locales hasta que di con uno que sí lo tenía. Llegué a mi casa tan estresado y saturado de tener que hacer cola en negocios que normalmente no frecuentan muchos clientes, que pasado el mediodía, cuando me senté a almorzar, no tuve apetito, comí algo para no estar con el estómago vacío, pero si no bajaba un cambio, la comida me iba a caer pésimo. Hay que darle a cada cosa su justa y verdadera dimensión. El problema es que no es para todos de la misma manera. A lo que me refiero es que, pese a tener que andar de un lado para otro, mi familia y yo gozamos de buena salud, no tuve que ir al Hospital, por citar un ejemplo. No pasó nada grave, salvo la pérdida de tiempo que podía destinar a otras actividades más prioritarias. Los lunes en Lobos, últimamente son así: es como patear un hormiguero. 

Martes por la noche. Mientras redacto estas líneas, y ya habiendo realizado todo lo que tenía previsto en materia de laburo, me cebo unos mates con la lluvia como música de fondo. Sí, luego de más de un mes comenzó a llover, no en forma copiosa pero nunca viene mal.  Todo sirve para salir de ese tufo que te llenaba de sudor apenas salías de tu casa, ya sea a pie o en la bici. De hecho para hoy estaba pronosticada una tormenta eléctrica que hasta el momento no se concretó. Tampoco caigamos en la gansada de romantizar la lluvia, con el consabido "olor a tierra mojada", lo placentero de dormir mientras diluvia, y cosas por el estilo. Estoy seguro de que un tipo que vive en una casa precaria llena de agujeros y goteras en el techo no pensará lo mismo. 

Como marca el calendario, ya estamos en martes. Vino el Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. Y como siempre, la falta de respeto y consideración de los medios de prensa foráneos. Seguramente estaban algunos que forman parte del equipo de comunicación del Ministro, pero otros eran unos "cuatro de copas". Dejó sabor a poco que nos citaran a las 11 hs, que esperáramos 40 minutos mientras los referentes del Movimiento Evita le explicaran a Arroyo lo que hicieron o dejaron de hacer, y que luego de todo el circo, hubiera cinco minutos para hablar con los medios. El tipo probablemente ni se enteró de que nosotros, los periodistas presentes, estábamos clavados como una estaca mientras le hacían el city tour por un predio que es casi un baldío. Pero lo cortés no quita lo valiente, deberían saberlo. De más está decir que esto que me pasó no le interesa a casi nadie, pero pienso que se hace extensivo a otros laburos. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 


13 de marzo de 2021

Leales y traidores juegan para el mismo equipo

Sábado por la noche en la ciudad. Hoy fue un día agitado, no paré ni un minuto hasta las últimas horas de la tarde. Pero no me quejo, siempre es útil tener material para el fin de semana, días muertos en los que no hay demasiado que publicar. Estoy haciendo horarios que no puedo sostener por mucho tiempo más, ya que me pongo a leer o a revisar el celular por la noche y en consecuencia me acuesto muy tarde. Obviamente, cuando eso pasa, también te levantás tarde, salvo que tengas un compromiso para una hora concreta y recurras a programar la alarma del celular para salir de la burbuja de ese viaje onírico.

 Hay bastante actividad política últimamente en Lobos, no sólo por las internas radicales. Las distintas facciones del peronismo comprendieron que si no salen a marcar la cancha, las decisiones las seguirán tomando siempre los mismos. Eso los expondría a una derrota casi segura en octubre, y a un pase de facturas que terminará debilitando aún más al principal partido de la oposición. Ahora bien, lo que uno ve es que muchos funcionarios y alcahuetes de Cambiemos están cometiendo los viejos vicios y prácticas cuestionables, que antes (siendo oposición) endilgaban al sobrerismo.

Por supuesto, todo ello es contrario al discurso que pregonaban contra la "vieja política". Se aburguesaron? No lo sé. Porque vos podés estar cómodo ejerciendo una posición de poder que fue legitimada por el voto, y "hacer la plancha" consolidando una suerte de "Círculo Rojo", un grupúsculo que esa persona considera de extrema confianza y de donde se "cocinan" las políticas públicas. Algo parecido a lo que hizo Sobrero, sobre todo en su último mandato, y que le costó perder la elección de 2015.

En ese sentido, Menem era un tipo muy inteligente. Se dejaba rodear por los aduladores de turno, pero sabía bien que sólo servían para entretenerlo en las noches de poker y whisky, no para otra cosa. Gostanian, Sofovich, el periodista Luis Beldi, Amira Yoma, y muchos más se creían parte de entorno presidencial cuando eran apenas los bufones de la Corte. Todo ello está muy bien relatado en el best seller "Pizza con champán".

 El verdadero animal político puede relacionarse con quien desee, pero conoce en quién puede confiar. Sin embargo sabemos que la traición nunca viene de un enemigo. Ni siquiera un dirigente de larga trayectoria puede evitar ser presa de ella en algún momento. Eso es lo que se suele llamar "fuego amigo", en la jerga. Y la venganza del traicionado se va tramando de a poco, aunque no siempre llega a plasmarse en hechos concretos. Si vos llegaste al poder apadrinado por alguien, como le sucedió a Kirchner con Duhalde en 2003, llega el momento en que vas a tener que amasar tu propio capital político para despegarte. El ex gobernador K lo necesitaba imperiosamente, ya que ganar las elecciones con un 20 % te coloca en una posición muy frágil. La “traición” no tardó en llegar, dos años después, es decir 2005. Con la economía creciendo sostenidamente, CFK acusó a Duhalde de mafioso y ganaron por paliza en esos comicios.

 La política en la Argentina funciona de ese modo, una historia interminable de lealtades y traiciones que ya lleva más de dos siglos. Los famosos “carpetazos”, no son más que informes de SIDE que durante meses o años espiaron a supuestos aliados (de hecho, Macri espiaba a Larreta) y que terminan yendo a parar a las redacciones de los grandes diarios. Los más prudentes toman el recaudo de no darle veracidad absoluta a ese sistemático trabajo, que contiene bastante de pescado podrido. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

10 de marzo de 2021

Verdad y obviedad: No existe la igualdad de oportunidades

Mitad de semana en Lobos. Muchas veces es bueno mirar a tus espaldas y ver el camino recorrido, no con nostalgia ni con bronca, sino pensando en lo que fuiste capaz de hacer. Le hiciste frente a situaciones difíciles, no como vos hubieras querido, sin embargo otros no quisieron o no pudieron hacerlo. Tuviste que tomar decisiones cruciales en soledad, porque en ese momento no había nadie para darte una mano. Al principio, seguramente laburaste de cosas que no te gustaban y con un empleador que se aprovechaba de vos, pero consideraste que era la única forma honesta de tener tu plata. Te dijeron que no, una y mil veces, pero vos insististe hasta que lo lograste, o al menos te quedó la satisfacción de haberlo intentado. De ser un niño a quien todos le prestan atención y le conceden todos los gustos y caprichos, pasaste a ser un adulto que debe lidiar todos los días con una sociedad desquiciada. 

La inocencia (por así llamarla), no se pierde sólo con la virginidad, como se piensa. Se pierde cuando te estafan y te mienten. Comprendés entonces que no todas las personas son lo que parecen ser, que la competencia por un puesto de trabajo es feroz y desleal, que hay chicas/os que que para acceder a un empleo debe satisfacer los favores sexuales que exige el jefe de turno. Por lo tanto, en esos casos la capacidad e idoneidad que uno cree tener no es tenida en cuenta, porque prevaleció más una noche en un motel.

Hasta se ha acuñado un término para definir esto: “meritocracia”. ¿Qué extraña creencia se ha apoderado de las generaciones recientes para que crecieran con la convicción de que alguien les va a reconocer lo que han hecho por el beneficio de sus demás? Avísenle de mi parte que el mundo es un lugar muy distinto a lo que se supone, donde los intereses individuales chocan permanentemente. Digamos que hay que abrirse paso a machetazos en la selva, porque de lo contrario te pasan por encima. No le estoy restando valía al esfuerzo y a la dedicación, no es ese el mensaje. Sólo sostengo que, lamentablemente, no es la única variable que se toma como referencia para ascender socialmente.

También suele escucharse que hay que tener "fuerza de voluntad" para conseguir tal o cual objetivo. Lo que pasa es que la voluntad se va erosionando con los años, o se dimensiona de otra forma. Cuando un anciano de 80 años se recibe de abogado, por ejemplo, suele ser noticia, como el ejemplo a seguir. Pero esos son casos minoritarios, puesto que la mayoría de la gente a esa edad está recluida en un asilo o geriátrico, olvidada por su familia que con frecuencia espera que el señor mayor se muera para repartirse la herencia. No hay motivo para asombrarse de esto, pasa todo el tiempo. 

Por lo general, las mejores ideas para redactar una nueva nota en el blog sobrevienen durante la noche, cuando estoy en la cama tratando de conciliar el sueño. Me entusiasmo con mi súbita creatividad, y voy escribiendo mentalmente el texto. Pero como no tengo la computadora en el dormitorio, tan pronto como llega el sueño las ideas se desvanecen. Podría tomarme la molestia de anotarlas en un trozo de papel, pero la sola posibilidad de tener que levantarme de la cama y tomar una lapicera no me seduce demasiado.

 Finalmente, al día siguiente queda algún vestigio de la idea original dando vueltas por ahí, pero no termino de pulirlo, de darle forma. Bueno, me sucede algo parecido a las personas que tienen por costumbre anotar lo que soñaron, cuando te despertás al otro día y leés lo que escribiste es muy probable que te encuentres con un montón de frases inconexas, que no reflejan de un modo más o menos fiel tu viaje onírico. Pero sí hay que hacer la salvedad que las pesadillas permanecen más tiempo en la memoria porque lo que soñaste te conmocionó de un modo inesperado.

 La noche avanza y estamos en las últimas horas del día. Mañana, la máquina volverá a funcionar, la rueda volverá a girar, y la vida va a volver a ser como casi siempre. Pero si no tuviéramos la convicción de que el día siguiente nos puede deparar una sorpresa o una verdad no revelada (sobre todo para los periodistas), tendríamos menos estímulos para seguir pedaleando. Punto final.


7 de marzo de 2021

Descartá todo lo que no te interesa

Domingo por la noche en la ciudad. Ayer me puse a ordenar mi habitación, porque notaba que cada vez tenía menos espacio, si bien la pieza es chica de por sí. Revisando los cajones y el placard, encontré un montón de libros que en alguna oportunidad había comprado y que en la mayoría de los casos estaban a medio leer, viejas recetas médicas, blísters de remedios, monedas de 25 centavos, tarjetas personales que me han dado algunos funcionarios de segunda línea cuando visitaban Lobos, fotocopias de los exámenes que tomaba a los alumnos cuando ejercía la docencia, CD's que creía perdidos, medias sueltas que tenían el típico faltante para conformar un par, remeras que no me entraban a causa del sobrepeso que fui acumulando. Puse cada cosa en su lugar y lo que no me era de utilidad fue, como corresponde, a la basura. No tiene sentido guardar cosas pensando en que a futuro tendrán algún valor, excepto que se trate de una obra de arte o algo así, que no es mi caso. Saqué dos bolsas de residuos, que podrían haber sido más, pero que en esta primera fase de desapego consideré suficientes. Adoptar un modo de vida minimalista es difícil y no está en mis planes por ahora, pero sí conservar sólo aquello que me sirve o que tiene un valor afectivo. 

Yendo a otro tema, me parece alentador que vaya a salir una revista cultural en Lobos, después de mucho tiempo en que nadie se animaba a invertir en ese tipo de publicaciones. Nadie tiene el éxito garantizado, y siempre cuesta empezar un proyecto nuevo, pero le pongo unas fichas porque es una manera de salir de la chatura que percibo muchas veces, y que obviamente se notó más el año pasado, en el pico de la pandemia. Quienes colaboren en la revista podrán ejercer su libertad de crear literatura, o relatar anécdotas curiosas de la vida pueblerina. Aunque no lo parezca, también jerarquiza a este emprendimiento que se le ponga un precio. Pagar por leer un diario, un libro o lo que fuere, hace que la exigencia del lector sea de un producto de calidad. No un folletín cualquiera que se reparte gratis en lugares supuestamente "under". Hago la salvedad de que hubo revistas de distribución gratuita que tenían buen material, pero muchas limitaciones que son propias de los costos que se manejan. 

Es más, que haya una editorial en nuestra ciudad (me refiero a Luna de Marzo), es también auspicioso dado que permite que todos puedan publicar. Cuando digo "todos", me refiero a los que consigan los fondos necesarios, por supuesto, pero hay alternativas muy interesantes para que no resulte tan oneroso. Me preguntan con frecuencia cuándo voy a publicar un libro, y lo que puedo decirles es que quiero estar satisfecho con los textos que vayan a ser impresos. Si a mí no me convence, menos aún puedo esperar que el lector se sienta motivado a pagar por un ejemplar. Ese momento llegará, no diré nada por ahora, pero de seguro llegará. Porque también es cierto que si uno se pone a corregir todo lo que escribió de forma obsesiva, no termina nunca. Mientras tenga tiempo para seguir escribiendo por el placer que me genera, lo seguiré haciendo. Probablemente en unos años no tenga ni las ganas ni el tiempo, así que es mejor aprovechar mientras se pueda. Punto final. 



 

6 de marzo de 2021

Burkina faso

 Hace unos días, me encontré con un amigo que tiene un negocio en el Centro. Cuando no hay clientes, suele sacar una sillita a la vereda, fumarse un pucho y ponerse a pensar quién sabe qué. Lo interesante es que la última vez que lo vi, la escena cambió. "¿Estás fumando mucho?" le pregunté. "No, dejé el cigarrillo, antes de la cuarentena". Me quedé estupefacto, ya que el consumo de tabaco se incrementó de manera notable, precisamente, en la cuarentena, cuando había demasiado tiempo al pedo en medio del confinamiento. Por lo tanto, este chico hace ya un año que dejó el vicio, siempre según su relato. En abril del año pasado, los atados de cigarrillos comenzaron a escasear, aparecieron marcas de pésima calidad y totalmente desconocidas, y el fumador empedernido acepta pagar el precio que sea. Muchos hicieron una gran diferencia económica al cobrar una atado a precios exorbitantes. Fue como la época de la Ley Seca, hasta te los enviaban por delivery. Cuando las tabacaleras reanudaron su producción, se terminó el curro. 

Dejar de fumar es terriblemente difícil, incluso más que drogas ilegales como la cocaína, según leí en algún lado. Soy fumador y preso de un vicio, el cual hizo que una simple gripe tardara casi 10 días en curarse. Cuando me enfermé, hará dos semanas, nunca se me cruzó por la cabeza tener COVID, porque no había ningún síntoma de ello, no tenía fiebre, ni pérdida de gusto u olfato. Pero me di cuenta de que son avisos o "señales" que te va dando el cuerpo, ya que en el hipotético caso de haber contraído COVID, ser fumador es un factor de riesgo. Alguien podrá decir que una gripe común y corriente no es para darle tantas vueltas al asunto, pero eso depende de cómo le cae la ficha a cada uno.

 Durante un tiempo compraba unos chicles con nicotina (Nicotinell), que en teoría te ayudan a dejar el tabaquismo. Lo único bueno es que, aunque esos chicles contengan la droga que es el principio activo de los cigarros, no tragás el humo y preservás tus pulmones. Son importados y carísimos, sirven para un tratamiento a corto plazo solamente. 

A veces me asombro de ver, cuando voy al kiosco, gente que compra tres o cuatro atados, estamos hablando de 600 pesos o más, que es mucha guita. Hasta ahora, yo compro una cajetilla de 10 y con eso me doy por satisfecho. La meta principal que me he fijado en infinidad de ocasiones es dejar de depender del tabaco, pero en última instancia me tranquiliza un poco saber que siempre compro la misma cantidad. En los bares se ve mucho: es casi automático el hecho de tomar un café o una cerveza y encender un cigarrillo, y creo que lo mejor es desintoxicar el cuerpo de a poco. No soy médico, pero pienso que una buena manera de intentar lograrlo es beber abundante agua y buscar ese efecto levemente sedativo del pucho en un té de tilo o en un ansiolítico recetado, por ejemplo. Veremos como sigue esta novela. Punto final.

4 de marzo de 2021

Un año

Un año puede ser una mera acumulación de días, o significar mucho más. Pues bien, pasó un año desde que estalló el COVID en la Argentina. Hoy tenemos la esperanza de la vacuna y una mayor apertura en cuanto a las actividades que podemos hacer, pero casi todo el 2020 puso a prueba nuestra capacidad de adaptarnos a una situación extrema, que nunca habíamos vivido. El virus no hizo distinción de clases sociales, por lo tanto fue algo que tanto los que tenían guita como los sectores más postergados debieron afrontar. Durante el año pasado escribí mucho sobre la pandemia, porque era lo que nos estaba sucediendo y necesitaba expresarme de alguna manera ante un hecho inédito que me desbordó a mí y a millones de argentinos. No fue solamente la intención de "hacer catarsis", sino de intentar indagar en una realidad que se nos volvía incomprensible. Nadie sabe qué hubiera pasado si el Gobierno no hubiera dictado una cuarentena tan estricta un año atrás. Algunos que perdieron el laburo le encontraron la vuelta ofreciendo comida por delivery, fabricando barbijos, haciendo cadetería, brindando sus servicios por Instagram u otras plataformas, y otros lamentablemente no lo lograron. La desocupación es alarmante (ya lo era desde antes), y nunca faltó el pelotudo que tenía su situación económica resuelta y cuestionara que se otorgara el IFE. Me consta que a mucha gente ese dinero le ayudó a pagar los gastos mínimos y comprar lo esencial. Por supuesto que habrá otros casos en los cuales se desvirtuó el sentido de este ingreso de emergencia gastándolo en cosas totalmente superfluas, no lo puedo negar ni afirmar con certeza. Lo que sí es claro es que había que buscar la manera de incentivar el consumo en medio de la crisis.

Al principio pensábamos que, cumplido el plazo de confinamiento pautado, podríamos volver a nuestra vida normal, pero las prórrogas que se fueron dando y que se extendieron durante todo el año nos quitaron esa vana ilusión. En Lobos, la sirena de Bomberos que sonaba a las 6 de la tarde nos marcaba una suerte de "toque de queda", vale decir, la prohibición para circular. Afortunadamente esa restricción no me alcanzó porque los medios de prensa estaban exceptuados en el Decreto original, pero no lo tomé como un pretexto para andar por la calle innecesariamente. Desde que se detectó el primer caso en el país, el COVID se expandió con una velocidad sin precedentes. La falta de un sistema de salud adecuado para atender esta contingencia fue otro de los motivos por los cuales tuvimos que estar encerrados más de lo que suponíamos. La Argentina no fue una "isla", ya que en EE. UU. y en Europa la pandemia hizo estragos pese a ser países más desarrollados. La mayoría de nosotros perdió toda o buena parte de sus ingresos, al no poder trabajar en las condiciones normales. La conectividad a Internet, especialmente en los celulares, se volvió más importante que nunca, para hacer videollamadas, reuniones virtuales por Zoom, y todo lo que permitiera una semi-presencialidad ante la imposibilidad de vernos personalmente. 

Todo esto que nos tocó vivir, dejará una huella no sólo en nosotros, sino en las futuras generaciones. Porque, además, el COVID sigue estando, solamente nos dio una tregua para poder recuperar parte de aquellos hábitos que perdimos en una ciudad que parecía sitiada, con montículos de tierra para impedir el ingreso de foráneos y controles policiales en los accesos. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

2 de marzo de 2021

Halcones y palomas pelean en el ring

 Marzo comenzó con un calor sofocante, contradiciendo mi pronóstico (nunca mejor dicha esa palabra), que el termómetro nos iba a dar un respiro. Ayer asomaron unas ínfimas gotas y estaba bastante nublado, pero no fue más que un simulacro de lluvia. Logré hacer algunas cobranzas, como es habitual los primeros días del mes, y perdí demasiado tiempo teniendo que esperar en todos lados. Más allá de la incomodidad que me provocó, es algo propio de muchos vecinos que tenían cuentas corrientes por pagar, sumado al hecho de que muchos negocios (por ejemplo, una librería), lucen atiborrados de gente con motivo de la reanudación de las clases. En lo que a mí respecta, ya sé quienes pagan sin problemas los servicios publicitarios que brindo, y quiénes te hacen ir dos o tres veces esperando que vos te canses y no vayas más para que te abonen lo que te pertenece. Uno conoce a los clientes al cabo de un tiempo, y acepta esas condiciones porque son su fuente de ingresos. Por lo demás, desde temprano estuve abocado a lo que suelo hacer todos los días, redactar notas y buscar material para publicar. Llegué a casa "molido", almorcé más tarde, y después continué retocando fotos que no habían salido muy nítidas porque es lo primero que el lector ve, y lo primero que llama la atención o no, además del título. El texto, o la nota propiamente dicha, viene después. 

Fue interesante esta mañana tener la posibilidad de formular preguntas a Martín Lousteau (ex Ministro de Economía), y debo decir que no me importó tanto el espacio al cual representa, sino su diagnóstico de la realidad. Volcar cuestiones técnicas puede llevar a que el lector pierda interés, pero a esta altura todo el mundo sabe, o debería saberlo, que es el PBI, por citar un caso. No obstante, creo que ningún economista, ni los de ahora ni los de antes, puede explicar la decadencia argentina. Me corrijo: es posible que tengan una explicación, pero cuando asumen no implementan medidas o políticas públicas conforme a ese análisis que hacen en los foros donde los escuchan empresarios e industriales para intentarlos convencer de las bondades de un determinado plan. No soy especialista en economía, pero es evidente que hace años cada Ministro busca tapar los agujeros que dejó el anterior, y no se les puede pedir sensibilidad social porque toman decisiones de acuerdo con "recetas" que consideran que podrán equilibrar una serie de variables. Por eso es que terminan chocando con el resto de las áreas de Gobierno. Subsidiar servicios públicos ayuda al bolsillo del argentino promedio, pero exige al Estado un costo que va en contra de recortar gastos. 

Con relación a esto último, los ministros de Macri se propusieron, entre otros objetivos inconfesables, desenmarañar todo ese entramado de aportes que hacía el Estado para compensar el costo de la energía. Pero claro, cuando a vos la tarifa de luz te aumentó un 1.300 %, sin que tu sueldo esté acorde con esos valores, es imposible congeniar con los tecnócratas. Después tenés la presión de los sindicatos, algunos que agarran viaje enseguida en las paritarias porque son minoritarios, y otros gigantescos como el de Moyano que te paran un país. Como los transportes en trenes de carga son mínimos gracias a la destrucción del ferrocarril perpetrada por Menem, los camioneros hace años que adquirieron un poderío inusitado. No obstante, no estoy de acuerdo con que a Macri lo pulverizó políticamente la economía. En todo caso, no es excluyente. Nadie sabe adónde fue a parar la guita del crédito que otorgó el FMI, y que  llevará años cancelar en su totalidad. Los radicales con visión crítica tomaron nota, quizás tardíamente, del descontento popular y del "ninguneo" de sus socios del PRO. El tema es que una vez que el barco zarpó, ya no te podés bajar. Formar parte de una coalición de amplio espectro da lugar a que nadie se quiera hacer cargo. La política argentina ya no es más bipartidista. Existen la UCR y el PJ, pero los peronistas forman un frente y se encolumnan todos detrás de un líder. Y a decir verdad, les ha salido bastante bien en términos electorales. Los radicales se hartaron de perder elecciones y por ello acordaron con un partido que está en las antípodas de su ideario. Bueno, Menem también fue un peronista neoliberal que privatizó todo y fundió al país, pero le dio resultado durante 10 años. 

Si hablamos de internas, podríamos afirmar que se dan en todos los ámbitos: entre los empleados una empresa, en la Policía, en los clubes de fútbol, en las instituciones privadas, en el propio periodismo. Pero si hay internas dentro de un Gobierno (que siempre las hubo), el problema es que le joden la vida a millones de personas que no son necias y que ven cómo se pelean entre ellos. por una mísera cuota de poder. Y como se decía antes, la eterna puja entre "Halcones y palomas". Esa es una de las causas de nuestra decadencia, una bomba que está a punto de detonar en cualquier momento. Punto final. 


Relanzamiento

  Martes por la tarde en la ciudad. Este fin de semana pasado me mantuve ocupado redactando notas, y brindando contenido multimedia para las...