31 de marzo de 2007

"SER" NO ES LO MISMO QUE "MERECER"

La "teoría de los merecimientos" resulta irremediablemente ineficaz para entender el mundo que nos rodea. Merecer está íntimamente ligado con "hacer méritos". El sólo hecho de suponer que nos merecemos acceder a tal o cual cosa, por haber hecho los méritos suficientes para lograrlo, es un razonamiento que me remite al candor de los niños con mejillas sonrojadas.
¿Qué extraña fuerza se ha apoderado de las generaciones recientes para que crecieran, vivieran y murieran con la convicción de que alguien les va a reconocer lo que han hecho por el beneficio de sus semejantes? Avísenle de mi parte a esos timoratos que el mundo es un lugar sórdido, intolerante y cruel, en el cual predomina "la ley del más fuerte", en el cual hay que abrirse paso para sobrevivir, porque de lo contrario te pasan por encima.
Todos, en algún momento de nuestras vidas, creímos que merecíamos tener mejores condiciones de trabajo, de salud, o vivienda. Tal creencia es natural, y propia del ser humano en sus etapas de formación y desarrollo. Ahora bien, mantener ese modo de pensar en la vida adulta sólo provoca resentimiento e frustración. La persona al poco tiempo se da cuenta de que lo que hace no es valorado y tenido en cuenta, y ello la lleva a pensar que "merece" ser conceptuado de otra manera. Pues bien, bienvenidos al mundo real, injusto por naturaleza: nadie merece nada, las migajas de la providencia y del azar se reparten de un modo tan inexplicable como esquivo.

24 de marzo de 2007

Ideas claras

"El fracaso no existe, el único peligro es creer que existe y por lo tanto armar una historia de fracaso a partir de esa creencia. Por ejemplo: tener una sola imagen del éxito, lejana, muy exigente, idealizada. No transar, no negociar, no aceptar las vueltas de un proyecto".
Alejandro Rozitchner (Filósofo)

17 de marzo de 2007

DE NUEVO EN CONTACTO


Hola, cómo va todo por allá? Aquí estoy, retomando el contacto tras un tiempo de ausencia. Paso a enumerar algunas ínfimas novedades, condimentadas con unos breves comentarios de mi cosecha:
- Este blog originariamente se llamó "Cultura Lobos", y así se dio a conocer públicamente. Hace más o menos un mes, y para dar cuenta de la diversidad de temas que se abordan en este sitio, decidí cambiarle el nombre por uno que resultara más abarcativo, sin que ello implique un cambio en la URL (dirección de Internet), que sigue siendo la misma. No me pregunten por qué tomé esa decisión, tampoco hay que tomárselo muy en serio, al fin y al cabo el contenido sigue siendo el mismo. Bueno, el asunto es que se me ocurrió, en un rapto de lucidez y originalidad, llamarlo "Libreta de apuntes". Pues ahí estaba yo, satisfecho con la nueva denominación que le había dado a este espacio, cuando me di cuenta de un detalle tan previsible como ignorado. El problema es que mucha gente tipea "Libreta de apuntes" en el buscador Google y se encuentra con este blogcito, que a lo mejor dista mucho de ser lo que deseaban encontrar . A ellos, les pido disculpas, pero bueno, es lo que hay. Quizá en un corto plazo se me ocurra cambiar el nombre del blog nuevamente, con lo cual sobrevendrá una nueva multitud de internautas que perderán su valioso tiempo ingresando en un sitio que no tiene nada que ver con sus intereses.
- Otra cosa: este blog recibe un número interesante de visitas, para ser un sitio que no da nada gratis (me refiero a que no permite bajar música, ni videos), para ser un sitio casi sin fotos, y si tenemos en cuenta que además no tiene ningún tipo de aspiración comercial. He instalado un programa que me permite identificar la procedencia de las visitas, y el tiempo que cada una de ellas permanece en este sitio (tranquilos, no se dejen llevar por la paranoia que sólo es un procedimiento de rutina... además -y por si hiciera falta aclararlo- no es posible conocer la identidad del internauta). Lo concreto es que hay tipos que caen acá de pura casualidad, vía Google, y hay otros que lo hacen con plena conciencia de sus actos, tipeando la dirección. Eso está bueno. Me gusta sentirme visitado tanto por un coreano que entró vía Google, como por un amigo que tipeó la dirección.
- Como es sabido, éste es un año electoral, y desde acá voy a seguir con la misma línea editorial de los comienzos, evadiendo prolijamente todo lo que tenga que ver con la campaña. Quienes estén interesados en encontrar ese tipo de cobertura periodística podrán hacerlo en otros lugares.
En fin, en este post procuré resumir, en apretada síntesis, una serie de cuestiones que voy a desarrollar más exhaustivamente en el futuro.
Nos estamos viendo.
Patricio

7 de marzo de 2007

Un texto para comenzar marzo con una visión positiva


Recorriendo la web, encontré este interesante artículo que quería compartir con los lectores:


LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD


Por el licenciado Renny Yagosesky (ryagosesky@cantv.net)


Fuente: www.laexcelencia.com


Desde siempre se ha hablado sobre el tema de la felicidad. Se le coloca como el gran anhelo humano, pero se acepta que pocos llegan a conocerla. ¿Qué es la felicidad? ¿Es realmente posible alcanzarla?¡Hay una o varias felicidades posibles?.

Aunque un tema tan trascendente y vasto no es posible abarcarlo en un escrito breve y subjetivo, he querido asomarme a él, ofreciendo una visión sencilla, y probablemente útil.

Como definición, puede decirse que en su sentido más básico, la felicidad es un estado de satisfacción, plenitud o regocijo íntimo y personal, que se caracteriza por sus efectos benignos en todos los órdenes de nuestra vida. Por el contrario, la infelicidad sería concebible como un estado interno limitador, que se manifiesta en lo que pensamos y hacemos. Generalmente, la infelicidad se asocia a la frustración que se experimenta por la ausencia de amor, o de reconocimientos y logros.

Para facilitar la comprensión, diré que la felicidad tiene varios niveles o eslabones. Creo que hay al menos cinco niveles reconocibles de felicidad, alcanzables a través de ciertos mecanismos de acceso. Estos son: felicidad sensorial, felicidad emocional, felicidad material y felicidad espiritual. Me explico:

De acuerdo con este modelo que propongo, el primer nivel de felicidad, es básico y se relaciona con el comportamiento infantil, y puede obtenerse en forma de placer a través de los cinco sentidos que típicamente conocemos. Aquí, nos referimos a la gratificación que se deriva de complacer, instintos, necesidades primarias y deseos puramente sensoriales. Ejemplos de este tipo de felicidad son: el placer obtenido al comer. Es un nivel primario de felicidad que cambia con las circunstancias. Es casi siempre fugaz.

Después de este primer tipo, existe la felicidad emocional, que se relaciona con los afectos y las relaciones interpersonales que compartimos. Esos momentos en los que recibimos atención y amor son para nosotros momentos felices, aunque no eternos. Por ende, se desvanecen con facilidad. Además, su existencia depende de lo que otros nos brindan.

El tercer nivel, que he llamado de "felicidad material", se basa en los logros y en el significado que por cultura o convenio social adjudicamos a estos. Graduarse en el liceo o en la universidad, obtener un trabajo o un ascenso laboral, tener una pareja "bella" y otros logros que percibamos como coherentes con nuestros valores, criterio o creencias entrarían en este nivel. Puesto que es factible que lo que hoy sea importante para nosotros, mañana pueda no serlo, también estamos frente a un nivel pasajero de felicidad.

Existe otro nivel de felicidad mucho más complejo, que surge como resultado de la madurez y la experiencia; se relaciona con la independencia mental. En este nivel la felicidad no se basa en lo que se obtiene materialmente, sino en la capacidad de disfrutar de lo que sea que se tiene. En este nivel se depende cada vez menos del aplauso social, pues se busca y valoran más el silencio, la armonía y la paz; se han rebasado los estereotipos y se ha encontrado un estilo de vida propio que resulta confortable, relajado y autocontrolado. Hay una visión integrada del hombre y la naturaleza y se valora todo y a todos. Es una nivel en el que ha comenzando a ser vendida la parte animal de nuestra naturaleza.

El contacto con otros es claro, asertivo y responsable, derivado lógico de una alta autoestima que revela coherencia entre pensamientos, palabras y obras. Quien llega aquí, ha ganado la batalla a la monotonía, a la confusión y al aburrimiento. Las potencialidades se reconocen y usan adecuadamente. Hay presencia sin imposición; sabiduría sin ostentación. Fuerza y humildad. Al ver a alguien así, nos sentimos atraídos o duramente confrontados. Son espejos que nos muestran nuestros poderes y miserias.

El quinto y último nivel de felicidad es el de la trascendencia de uno mismo. Es el nivel que han alcanzado los grandes maestros gurúes y santos autorrealizados espiritualmente. Cada uno de sus pensamientos, palabras y actos son plenamente conscientes. Han logrado ir más allá de lo que captan los sentidos y han logrado contactarse con lo más profundo de sus naturalezas. Para ellos, la felicidad sólo es posible en la integración, el servicio, la compasión, y la sanación de todos, sin excepeción. No creen en la muerte y su vínculo con la naturaleza es reverencial. Han desechado de sus vidas todo vestigio de egoísmo y violencia, por lo que su sola presencia es un bálsamo curativo e inspirador: Personajes como: Buda, Lao Tsé, Jesús, Babji, Yogananda, son ejemplos de este nivel de felicidad.

Y en cuanto a la pregunta de si es posible ser feliz, la respuesta es sí, aunque lo importante es preguntarse cuál es el tipo de felicidad que deseamos realmente alcanzar. Porque a decir verdad, no todos requieren el mismo trabajo.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...