29 de enero de 2014

Descubrimientos musicales

Estoy escuchando al genial Astor Piazzolla. Sin embargo, me declaro incompetente para opinar sobre su obra, dado que sólo he tenido acceso a un compilado de "Grandes Exitos". Pero la experiencia ha sido un verdadero placer. Contrariamente a lo que opina la mayoría, no me gusta "Balada para un loco". Es una pieza notable, pero por algún motivo no me gusta. En cambio, me provoca un gran disfrute escuchar las Cuatro Estaciones Porteñas. 

Recuerdo que yo tenía otro compilado, llamado "20 grandes éxitos", pero nunca le di demasiada bola, quizás porque me interesaba más otro tipo de música. Sé que Piazzolla fue motivo de controversia entre nostálgicos y retrógadas que reprobaban lo que es conocido como "nuevo tango", toda una innovación para el género que incluye una fusión de jazz y en consecuencia instrumentos no convencionales, tal cual lo testimonia el disco que grabó con el saxofonista Gerry Mulligan en 1974, con músicos de primer nivel.

No me interesa la gente que se cree "culta" por escuchar a tal o cual artista. Me importa la gente que los sabe apreciar y admirar, lo cual no es lo mismo. Yo aprendí a admirar a Charly García desde muy joven, a los 13 años, cuando Charly estaba hecho mierda por los excesos y yo empecé a indagar en su obra. Lo considero el músico de rock vivo más importante de la Argentina. Supera, por lejos, a Calamaro, Fito Páez, y todo lo que vino después. Quizás por todo lo expuesto, me siento más cómodo hablando de Charly que de Piazzolla, aunque admiro a ambos. Un amigo me inició en Los Beatles mientras yo lo convencía de escuchar a Charly, mientras la música de los '90 naufragaba entre el grunge de Nirvana, Soungarden o Sonic Youth. Y fue así como tuve la oportunidad de descubrir a los Beatles, la banda de rock más influyente e importante de la historia, y me maravillé con discos extraordinarios como "Sgt. Pepper", "The White Album", y tantos otros. Como decía Charly: "Si me encuentro con una persona a la que no le gustan Los Beatles, la miro con desconfianza". Say no more!


25 de enero de 2014

Back to 1989

Desde hace unos meses, se vive en la Argentina una suerte de psicosis colectiva en torno al dólar. Ya cuando se empezó a establecer una ficción entre el dólar denominado "blue" y el "oficial", supe que algo no funcionaba bien. Y ayer, cuando el Gobierno anunció que levantaría parcialmente el cepo cambiario, el caos fue total: algunas grandes cadenas, como Compumundo o Garbarino, cerraron sus puertas, en lo que se podría interpretar como un virtual feriado cambiario. Este hecho existió, pero los principales diarios lo ocultaron prolijamente y se limitaron a informar que algo similar había sucedido con las concesionarias de autos para vehículos de alta gama. La omisión no es casual: tiene más posibilidades una persona de clase media de acceder a una notebook en cuotas, que de comprar un auto importado. A lo largo de nuestra historia reciente hemos vivido obsesionados por el dólar, y los resultados están a la vista. Con la mejor buena voluntad, y sin ser alarmista en absoluto, espero que no volvamos a 1989, cuando el país sufrió un golpe de los grandes grupos empresarios que se llevó puesto a un Gobierno constitucional y democrático. Podrá argumentarse que las condiciones en aquel momento eran otras, que Alfonsín y sus ministros no encontraron la manera de poner freno a aquellos días que terminaron con su renuncia anticipada.  Del mismo modo, todo lo que está sucediendo me hace acordar al "riesgo país" durante el gobierno de De la Rúa. Nos desyunábamos con esos números que iban creciendo, como una perversa lotería, y a Cavallo los "Chicago Boys" ya hacía rato que le habían soltado la mano. El resultado (y las consecuencias) es por todos conocido.

Como hablábamos con un amigo, nadie llega a la Presidencia de la Nación siendo un inepto. Uno supone que se trata de una persona capacitada e idónea para el más alto cargo al que puede aspirar un ciudadano. Inclusive De la Rúa, con su mirada autista y ausente, con sus eternas siestas en la Casa Rosada, no era ningún boludo. Quizás heredó el desastre que le dejó Menem y se comprometió a mantener la Convertibilidad, que ya era inviable pero que la clase media se resistía a abandonar. Así las cosas, estamos retrocediendo 25 años. ¿Habremos aprendido algo en todo este tiempo?

20 de enero de 2014

Piletas para todos

No he vuelto a frecuentar la pileta, aunque ganas no me faltan. El calor me ha obligado a recluirme en mi casa y a salir solamente cuando tengo que hacer una nota periodística o alguna compra. Debo decir que, a juzgar por los titulares de algunos diarios, estamos en el Apocalipsis. Quizás esté pecando de ignorante o de ingenuo, pero no me importa un carajo que el dólar blue se cotize a $ 12, que bajen las reservas del Banco Central, que la Presidenta no aparezca públicamente... en fin, no me importa nada de todas esas cosas. Por supuesto, uno empieza a reaccionar y a indignarse cuando le tocan el bolsillo, y la inflación es un tema sensible que han que resolver de un modo prioritario para que no sigamos perdiendo poder adquisitivo. Hay gente que se jacta de estar informada, pero informarse en mucho más que leer los titulares de los diarios. Se requiere analizar, comprender, tratar de desentrañar qué quiso decir el periodista en cuestión, con qué intención lo hizo, etc. Internet mediante, hoy podemos tener acceso a casi todo lo que sucede en el mundo, pero a nadie le importa demasiado y seguimos con esa "masturbación mental" de ver las revistas Paparazzi, Gente,Caras...con esa estupidez de la farándula, de la realeza de las monarquías europeas...como si algo de eso nos fuera a cambiar la vida. Algo está funcionando mal, definitivamente, en nuestra forma de pensar. Punto final.

16 de enero de 2014

Aprendizajes (parte 2)

Con el tiempo, aprendí a no dejar llevar (o hacerme eco) de rumores de terceros que no me constan, o que no se pueden probar fehacientemente. Pero aun cuando fueran ciertos, ¿qué me importa la opinión negativa de alguien que ni siquiera conozoco, y quién soy yo para juzgarlos si no les caigo bien? Las únicas personas que me importan son mi familia, mis amigos y mis seres queridos. El chusmerío barato nunca aporta nada, y a mi modo de ver es un rasgo de mediocridad. Una persona mediocre se sienta en la mesa de un bar con sus amigos a comentar quién se cog... a quién, quién tiene una amante, por no hablar de otras cuestiones que rozan lo escatológico.

En otro orden de cosas, aprendí también a tomarme el tiempo que sea necesario para escribir en este blog. Cuando considero que no tengo un enfoque interesante para plantear (o curioso, llámenlo como quieran), prefiero esperar a que algo me inspire. Creo que nunca seré un escritor, me gustaría serlo alguna vez, pero he leído libros de gente muy talentosa de Lobos y a veces uno tiene la sensación de que nunca llegará a alcanzarlos. Me siento cómodo con este 2014, me atrevería a decir que es el primer verano en mucho tiempo que logro tener paz, tranquilidad, en base a proponerme objetivos modestos pero que se puedan concretar. 

Para no hacer esta nota demasiado tediosa, debo decir me he dado cuenta (lo cual es gratificante), que hay personas que me quieren y aprecian por mi profesión, y que yo apenas conocía. Valoran mi trabajo porque yo no soy una oveja más del rebaño. Es algo que me da fuerzas para seguir adelante. Hace 10 años ya que me dedico al periodismo y puedo decir que probablemente nunca me haré rico con esta profesión, pero es lo que yo elegí hacer. Podría haberme capacitado en otra cosa, pero eso ya sería, de algún modo, hacer futurología. El "¿qué hubiera pasado si....?" no tiene sentido. El tiempo corre demasiado rápido como despercidiciarlo en lamentos que no conducen a nada. Por eso, amigos, le aconsejo que disfruten de la vida mientras puedan, que no se la pasen puteando por el calor cuando todos sabemos que en verano hacer calor, que hagamos un esfuerzo por lograr la paz interior. Punto final.

13 de enero de 2014

Día de limpieza

Dentro de los quehaceres domésticos, no hay tarea más ingrata que la limpieza del baño. Ayer me tocó hacerlo. Cuantos más artefactos (inodoro, bidet, ducha, etc) y recovecos tenga el sanitario, mayor tiempo demandará la limpieza. Por lo general, en el lavatorio suelen acumularse restos de jabón, de espuma de afeitar, cabellos que quedaron atascados en el desagüe...en fin. Hasta ahí, no resulta demasiado problema. Hay que recurrir a un arsenal de productos como desinfectantes, lavandina, el famoso "puloil" (creo que todavía se llama así), y armarse de paciencia. 

Ya cuando nos dirigimos al inodoro y al bidet, la cosa roza lo escatológico. Se comienza limpiando el asiento y la tapa del excusado, y luego se pasa una escobilla con lavandina en el interior del mismo. El bidet, por su parte, suele albergar en cualquier casa algunos pendejos del culo que uno se ha lavado en su momento. En tal caso, la tarea consiste en retirarlos y volver a desifectar. 

Luego queda repasar los azulejos, quitar los hongos, limpiar el espejo del botiquín, barrer el piso y pasar el trapo con detergente. Todo este procedimiento que acabo de exponer, si se hace meticulosamente, demanda al menos una hora y abundante sudor. 

Si por mí fuera, echaría un chorro de lavandina por aquí, otro por allí, y con eso bastaría. Pero como la casa donde vivo es de mis padres, la limpieza debe hacerse conforme a lo que ellos consideran satisfactorio. En el botiquín del baño, por lo general, uno encuentra de todo: pomadas, crema de afeitar, brochas, prestobarbas, alcohol etílico, curitas, y todo lo que puedan imaginarse. Como en aquel memorable capítulo de "Seinfeld", si uno comete la indiscreción de abrir el botiquín de una casa ajena se encontrará con un cuadro similar. Un consejo: limpiar el baño periódicamente antes de que se convierta en el hogar preferido de microbios y bacterias. Punto final.

10 de enero de 2014

Hablemos de música

Grata sorpresa fue escuchar "New", el último álbum de Paul McCartney, y su mejor trabajo desde "Chaos and creation in the backyard" (2005). Para este nuevo material McCartney contrató a los mejores productores, con la intención de que el disco tuviera un sonido fresco y rockero. El resultado, en mi humilde opinión, es por demás satisfactorio. Nunca fui muy "fan" de McCartney, pero con 71 años a cuestas ha pasado por diferentes etapas: folk, country, pop, y algunos discos de covers. Sin embargo, el ex Beatle siempre tuvo la lucidez para que uno pueda rescatar aunque sea una buena canción de cada disco suyo. 

A veces me pregunto qué hubiera sido de la carrera de John Lennon si no hubiera sido asesinado a los 40 años. Justo cuando John volvía a ser noticia por su música luego de un prolongado paréntesis, ocurrió la tragedia. Lennon siempre me pareció más cínico, pesimista y melancólico que McCartney, pero es sólo una percepción, no tengo elementos como para afirmar algo semejante. Lo que casi todos sabemos es que Macca quería continuar con los Beatles, en tanto que Lennon (¿Quizás influenciado por Yoko?) fue uno de los primeros en propiciar la ruptura. 
La trayectoria post-Beatles de los cuatro músicos merecería un capítulo aparte, todos ellos lograron meter algún hit pero si analizamos la discografía de cada uno, es bastante despareja.

En síntesis: Escuchen el último disco de Mc Cartney, realmente vale la pena y lo más destacable es que no hay ningún tema de "relleno", todos merecen ser disfrutados. Punto final.

7 de enero de 2014

Un inolvidable comienzo de 2014

Desde pocos días antes de Navidad, recibí la visita de un querido amigo, a quien conozco desde la infancia: Pablo, un lobense que desde hace varios años vive en Puerto Madryn. Y como todo en la vida, las caminatas, las charlas, el café, la cerveza, las cenas, y todos los momentos compartidos, alguna vez tenían que terminar. Mi amigo partirá mañana de regreso a su ciudad adoptiva, en la inhóspita y agreste Patagonia, luego de haber estado casi 15 días visitando a sus familiares y amigos. 

Realmente la pasé muy bien porque logramos dejar de lado diferencias ideológicas para abordar otras cuestiones que tienen más que ver con nosotros. Que nos hayamos vuelto a ver después de mucho tiempo hizo que el encuentro fuera aún más emotivo. De vez en cuando hablábamos por Facebook, pero no es lo mismo que el trato personal. Pablo es una de esas personas a las cuales admiro y aprecio. Podemos discutir un día y hasta rajarnos a puteadas por algún desacuerdo online, pero al día siguiente no ha pasado nada y el altercado quedó en el olvido. Hace tantos años que nos conocemos que cada uno tolera del otro aquello que le molesta un poco, de manera que puedo decir que, por este motivo, ha sido uno de los mejores comienzos de año de los que tenga memoria. Aprender a ser tolerante y aceptar la diversidad es la clave para que una amistad pueda perdurar en el tiempo. Cada uno dice lo que piensa, y esa mirada lúcida que tiene mi amigo de la realidad hace que uno se quede reflexionando aunque no esté del todo de acuerdo. En fin, ya con Pablo de regreso a Madryn, será cuestión de continuar dentro de lo posible este 2014 que tengo el presentimiento que puede ser un gran año. Punto final.

2 de enero de 2014

Bienvenido 2014, espero mucho de vos!!!

Tardó un poquito en llegar, pero aquí está en primer post de 2014. Como me decía un amigo, con gran sabiduría, que este sea un buen año depende de nosotros mismos. Desde luego, pueden ocurrir hechos que escapan a nuestras posibilidades o que van más allá de nuestra voluntad. Pero por lo general, considero que lo más razonable es proponerse metas modestas, de forma tal que luego no nos sintamos frustrados si no las podemos concretar. Es fundamental creer en nuestras capacidades, confiar que podemos hacer tal o cual cosa. Todos tenemos limitaciones, pero si además de ello dudamos de nuestras capacidades, estamos en problemas. Este 2014 comenzó tranquilo para mí, sin demasiada euforia, compartiendo la cena con mi famillia y tratando de pasar un momento de distensión. Tuve un paso fugaz por la "Megafiesta" de la Rural para sacar algunas fotos y saludar amigos, y luego me acosté a dormir, cuando la pirotecnia me lo permitió. 

Ayer fui al El Escritorio (lugar que no suelo frecuentar) con un querido amigo, tomamos algo y comimos una pizza. El plan original era ir a La Marina, pero dicho bar se encontraba cerrado, de modo que buscamos un lugar donde pudiéramos sentirnos cómodos. Disfrutamos de un grato momento, fue una manera de celebrar el nuevo año con un amigo que no vive en Lobos y no suele venir de visita para las Fiesta, quizás por eso se trató de un hecho doblemente significativo. En fin, podría escribir más, pero para cerrar la idea original, estoy convencido de que este será un buen año para mí. Podrán suceder muchas cosas, pero con un poco de paciencia y esfuerzo se pueden lograr buenos resultados. Y los afectos, ya sea los amigos o la familia, siempre ayudan. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...