31 de julio de 2008

Seven days in sunny July


Ultimo post de julio. Observo cómo buen parte de la sociedad se debate por la permanencia o no de Messi en el equipo olímpico y no puedo entender cómo no hay nadie que aporte una pizca de racionalidad. ¿Cuáles son tus prioridades? Seguramente los medios le están dando demasiado espacio a esa cuestión, pero cualquiera puede darse cuenta de que no es relevante en absoluto. Sería bueno si nos acostumbráramos a hacernos la idea de que somos un país pobre y subdesarrollado, o acaso alguno todavía se cree perteneciente al "Primer Mundo"? Finalmente, parece que jugará, pero lo hará lacónicamente y a desgano porque está peleado con el imbécil de Riquelme, eterno caminante del campo de juego. No obstante, si es cierto lo que dicen los periodistas, motivos no le faltan a Messi para mantenerse lejos de ese tipo aburrido, apático, inexpresivo, muerto en vida y con cara de nada que es Riquelme.

Cambiando de tema: estoy escuchando a John Denver, ese flaco bonachón de ojos tristes y anteojos estilo Lennon que me sorprendió con su poesía y su talento. Era un apasionado de los aviones (algo parecido a Pappo con las motos) y murió en un accidente aéreo en 1997, cerca de las Montañas Rocallosas a las que tanto amaba. Lamento su muerte, y lamento haberlo descubierto tan tarde. En algunos aspectos, me parece superior a James Taylor, el cantante folk americano por excelencia. Con varias escuchas encima me animaría a emitir un veredicto sobre cuál de los dos es mejor, pero todavía no estoy convencido. Además, llevaría tiempo que es mejor dedicarlo a otros menesteres, De todas maneras, está claro que ambos suelen ser ignorados en Argentina y en los países latinos en general, donde se concibe a la música como un mero escapismo.

Si sostengo este blog, es porque me complace escribir de lo que observo y me interesa. Por supuesto, ello hace que haya muchas cosas mías (quizás demasiadas) en él. De algún modo, este espacio habla por mí. Hay quienes sostienen que el fácil acceso a la creación de un blog permite que cualquiera escriba nimiedades, divagaciones carentes de todo sustento o lo que fuere, pero eso va en cada uno.

En lo que a este blog respecta, y si en algún momento debo cerrarlo será por algún motivo valedero, y trataré de preservar todo lo que he escrito en estos tres años de permanencia en el ciberespacio permanezca de alguna forma, no porque sean obras cumbres de la literatura, sino porque en el momento en que escribí estos textos fueron importantes para mí. Fueron mi reflejo. ¿Me considero una persona talentosa? Si digo esto puede parecer pedante, pero tampoco caigamos la falsa modestia. Creo que sería un desacierto no reconocer el potencial que uno tiene. Muchas veces me autocensuré, porque como soy plenamente consciente de que vivimos en un pueblo chico, hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice. Pero de todas maneras ello no me afectó demasiado porque en un principio este blog no estaba orientado hacia lo político, que puede ser el foco de mayores discrepancias.


30 de julio de 2008

La vida es un collage de recuerdos


Muchas veces, sobre todo cuando estamos en la cama somnolientos, a punto de que nos venza el sueño, sobrevienen recuerdos de distinta índole, inconexos, que no guardan un orden cronológico. Son como flashes que surgen de alguna situación reciente que actúa como "disparador". Muchas personas buscan un modo de permanecer "flotando en el aire" después de fallecer escribiendo libros de memorias o autobiografías. Algunos reúnen méritos suficientes para escribir un texto que quizás en el futuro pueda ser objeto de estudio. A otros, en cambio, sólo los mueve la vanidad de dejar un legado antes del fin. Todos abrigamos, aunque no nos guste reconocerlo, el deseo de trascender, y es una de las grandes fuerzas movilizadoras de la historia de la humanidad. Si no hubiera la aspiración de dejar algo antes de abandonar este mundo, el hombre no se embarcaría en epopeyas, hazañas, en desafiar a la naturaleza, en luchar contra lo establecido para construir nuevos paradigmas. 

Mi principal lucha es vencer mis propias limitaciones y permanecer al margen de la mediocridad. Poco me importa cómo me recuerden en el futuro, si yo ya no estaré aquí. No me gustaría ser recordado como un mal tipo, porque no lo soy. Pero todo lo que quieran hablar o decir sobre mi persona, queda en un segundo plano. No persigo poder ni gloria, soy uno más del montón que trata de cumplir con sus obligaciones laborales y familiares lo mejor posible. Por supuesto, siempre es grato que alguien nos elogie o nos felicite en el diario trajín, es una pequeña caricia en un post de un objetivo que depara varias dificultades: ni más ni menos que crecer y reinventarse en todo sentido, siguiendo el pulso de la sociedad pero sin ser esclavos de rebaño. Punto final. 

28 de julio de 2008

Buen momento para huir

Acabo de leer una noticia que, si bien no me sorprende, no deja de causarme estupor y perplejidad: no conforme con los 130 días de parálisis que trajeron aparejados su tozudez e intransigencia (por no hablar de su absoluta falta de sentido común y capacidad de gestión), el Gobierno se apresta a poner a consideración de los cortesanos del Reino "K" un nuevo proyecto de retenciones móviles (así lo publicó "Crítica de la Argentina" en su edición impresa de hoy). Si la iniciativa prospera, el binomio Kirchner ofrecerá a los que todavía no se habían decidido una excelente oportunidad para armar las valijas e irse a la mierda del país hasta que personas con ética y moral vuelvan a regir los destinos de estas pampas. Son incapaces de digerir la derrota, y peor aún, son incapaces de digerir su propia incapacidad. Uno de los Fernández metió violín en bolsa y huyó como rata por tirante cuando percibió que el matrimonio está desquiciado y que su rol de mediador se tornaba insostenible.
Mientras tanto, ¿alguien se acuerda de las papeleras, de los asambleístas de Gualeguaychú, de los impresentables hermanos Conzi, de "Norita" Dalmasso, de Chabán y sus salidas a restaurantes "top" con la siempre apetecible Katja Alemann en plan de relax, de los muertos de la AMIA y de la Embajada de Israel, del valijero venezolano con los 800.000 dólares, del escándalo por los autos con franquicia diplomática, de la guita que Felisa Miceli se "olvidó" en el baño del Ministerio de Economía, y tantas otras cosas que me vienen a la mente pero que si me pongo a enumerar me obligarían a abrir un blog nuevo?


La respuesta es más que obvia, sólo hace falta apelar al sentido común, aprender a mirar en retrospectiva, y darse cuenta que -incluso en política- a veces también te toca perder. Punto final.

24 de julio de 2008

Crónica de una semana gris


Recuperándome lentamente de los días que me mantuvieron alejado de todo contacto con el exterior, camino por el Centro en la media mañana de hoy, aprovechando que la llovizna ha decidido dejar de castigar a los que no disponemos de paraguas o "techo ambulante" alguno. Observo las farmacias, atestadas de clientes ávidos de consumir amoxicilina, paracetamol, ibuprofeno y todas esas drogas típicas para aliviar la gripe y los resfríos. Hay mucha gente enferma, es cierto, y es casi una rareza entrar a un comercio o a una oficina pública sin escuchar un súbito acceso de tos o un inoportuno estornudo. Hoy me siento bastante bien (toco madera) y aguardo el fin de semana en ciernes con suma cautela. Después de estos pésimos días que me tocó afrontar "post-Día del amigo" a consecuencia del frío y no de otrotipo de excesos, opté, en la medida de lo posible, en no hacer ningún tipo de aparición pública fuera de lo que respecta a mi laburo, de lo contrario caeré en cama nuevamente con la cálida compañía de una bolsa de agua caliente en los pies.
En fin, esta bien podría ser la crónica de una semana poco productiva en todo sentido, pero me entretuve un buen rato viendo las correrías de "Bonnie and Clyde" en DVD, la gran película de Arthur Penn con notable actuaciones de Warren Beatty y Faye Dunaway, esta última más sexy que nunca (tengan en cuenta que hablamos de 1967, quizás ahora doña Faye debe estar hecha una piltrafa). El cine me reconforta, como todo arte que tiene una pulsión social dentro de la malaria generalizada. Retomaré el contacto en breve, no me extrañen!

22 de julio de 2008

Alive and kicking

Hoy es martes, y bien podría decirse que para mí la semana comienza hoy. Sucede que tuve un domingo terrible, con una mezcla de malestares menores que terminaron conformando un cóctel demoledor. El frío tampoco ayudó a que pudiera dar un mínimo paseo, de modo que me mantuve recluido y con el malhumor de los enfermos de nada. Porque en realidad, no me hace ninguna gracia consumir aspirinas o antigripales o jarabes empalagosos, aunque a vece no haya otra solución. Hoy me siento bastante mejor, al menos sale el sol, tímidamente se asoma entre las nubes como si estuviera jugando a las escondidas. El sol te pone pilas, eso es indudable. Un día de cielo despejado hace que los hechos cotidianos resulten un poco mejor, siempre que no se eleve al extremo de una ola de calor.

Cambiando de tema, me pregunto qué sucederá ahora que la pulseada Campo-Gobierno que parece haber llegado a un impasse, y sobre todo luego de que el hasta hace poco desconocido Julio Cobos se convirtiera en héroe nacional. Dudo que las cosas cambien demasiado, pero al menos sería deseable recuperar la tranquilidad perdida y empezar a remontar estos 130 días de parálisis económica. 

18 de julio de 2008

El millón de amigos

Viernes de sol en la ciudad. ¿Qué más se puede pedir? Dinero, sería la respuesta más que obvia, pero recuerden que hablamos de cosas que estén a nuestro alcance.
Desde mi escritorio tengo una vista privilegiada del magnífico gimnasio que está construyendo el Lobos Athletic Club. Bien por ellos, y por todos los que se dedican a actuar, a ejecutar, en luegar de soñar con proyectos faraónicos o "planes estratégicos" de difícil concreción.
Este fin de semana es el Día del Amigo, según de han informado, dado que no había tomado conciencia de la fecha hasta que empecé a escuchar en la radio y la TV arengas sobre la amistad y lo lindo que es tener amigos. Todos los "día de" me producen rechazo. No me interesa que haya un día específico para conmemorar algo, salvo acontecimientos históricos obvios como la Independencia. ¿Qué es ese mamarracho del Día del Amigo? Sé que muchos de los que me rodean se sienten a gusto con esa fecha y la toma como una oportunidad para encontrarse con amigos que hace tiempo que no ven, ya sea por la distancia o por la vorágine de lo cotidiano. ¿Pero por qué ponerle un nombre, o peor aún, por qué elegir una fecha?
Es probable que el lector me considere un renegado social por estas apreciaciones, dado que el Día del Amigo goza de amplia aceptación y es ocasión propicia para que bares y confiterías se llenen de gente dispuesta a beber como cosacos en honor a la amistad que supuestamente los une. Yo también lo he hecho, de modo que no quisiera caer en la hipocresía de renegar de algo que en su momento hice, sólo digo que no le encuentro el menor sentido, no obstante lo cual respeto a los que se regodean gastándose el pulgar para mandar mensajes de texto el 20 de julio. Buen fin de semana para todos, y hasta el próximo post!

11 de julio de 2008

Prohibido ser diferente


Me molestan los prejuicios en general, o -para decirlo de un modo más elegante- "las ideas preconcebidas". En realidad, todos basamos nuestra impresión del mundo que nos rodea en base a prejuicios...y así nos va. Pésimo, con una idea totalmente equivocada de las personas, juzgándolas por su atuendo, por su sexualidad o por sus ideas. Por supuesto, yo no estoy exento de dichos prejuicios, de modo no quiero ser hipócrita y salir a pontificar en contra de ellos sin hacerme cargo de la parte que me toca. Los tengo, y desearía extirparlos de mi esquema mental. Pero es difícil, en primer lugar, porque desde los medios se alientan los prejuicios y la condena fácil a una persona por "portación de cara". No se respeta en absoluto aquello de que "todo acusado de un delito es inocente hasta que se demuestre lo contrario". ¿Quién le devuelve la dignidad perdida a un tipo que fue escrachado por TV? Digo esto, más allá de que el escrache como metodología tenga cierta carga de vandalismo que nunca deja de ser funcional a los medios. No es un secreto para nadie que ellos quieren sangre, escándalo, descontrol, porque eso vende y genera un estado de efervescencia social, sobre todo para que uno consuma todo eso en la comodidad de su hogar mientras está comiendo las milanesas del mediodía.
Hoy es viernes y la lluvia exacerbó mi indignación ante estas miserias humanas con las que me he acostumbrado a convivir. Espero sepan disculpar. Hasta el próximo post!

10 de julio de 2008

El alimento nuestro de cada día

Estoy harto de escuchar a los opinólogos o a los "pseudoanalistas políticos" de siempre, hablar de lo que ellos consideran es una crisis mundial de alimentos. O bien, del encarecimiento de ellos como consecuencia de la explosión demográfica que se da en los países de mayor tasa de natalidad, que suelen ser los más pobres. Sinceramente, ¿qué esperan estos señores que uno haga al respecto? Es decir, contra las retenciones, por ejemplo, te podés manifestar, a favor o en contra, pero si te dicen que en el mundo hay escasez de alimentos, uno tiene todo el derecho a decir: "¿Y qué querés que haga?". Te tiran la noticia como si tal cosa, y en base a eso elaboran informes untados con ese desagradable barniz progresista que tienen los analistas de política internacional, que se creen depositarios de un saber superior que no está al alcance del resto de los mortales, que -según ellos- viven preocupados por asuntos muy mundanos como para enterarse de lo que sucede en esos Foros de mierda como el de Davos, o el ultrapromocionado foro de la FAO, organismo dependiende de la ONU que durante muchos años (por no decir todos) estuvo al pedo, y del cual súbitamente brotan verdades que son reveladas a un grupo selecto de mandatarios del mundo, entre los cuales se encontraba nuestra Presidenta.
Podría seguir adelante con este post, pero no me voy a dejar ganar por la indignación que me lleve a descarrilar. Aunque les confieso que cuando escucho hablar a los chantas de cualquier naturaleza y especie no puedo evitar desenmascararlos de una u otra manera, por estar ocupando un lugar que le correspondería a una persona capacitada e idónea para opinar y analizar pormenorizadamente un determinado hecho de interés público.

9 de julio de 2008

Escuchando a Johnny

Sé que a veces soy reiterativo (por no decir monotemático), pero a menudo lo hago con el propósito de reforzar una idea, algo que pretendo expresar. Por eso no me canso de repetir: "Para novedades, los clásicos". Estuve escuchando al notable Johnny Cash, una de las voces más gloriosas de lo que se conoce como "The Great American Songbook" (recreado posteriormente por el mercenario de Rod Stewart). Artista genial, Cash fusionó country, folk y rock n' roll sin forzar esa amalgama, dejando que los sonidos y los ritmos surgieran de una natural yuxtaposición. Johnny Cash ha sido prolijamente ignorado por estas latitudes, por considerarlo "pro yanqui", entre otros calificativos propios de la ignorancia de quienes no se han molestado en escuchar atentamente las letras de sus canciones. Johnny Cash murió en septiembre de 2003. Con él, comprendí la diferencia que existe entre un tipo que evidencia un agudo sentido de la observación y de la crítica social, y un cantante de aforismos y frases de libro que graba en Miami o en alguna republiqueta bananera.
Johnny Cash fue un talento auténtico, y su desaparición física dolió tanto como la de Ray Charles o la de otro Johnny, el mismísimo Johnny Carson (una especie de "Tato Bores" norteamericano, pero más políticamente correcto).
Tal vez alguien diga que me creo el dueño de la verdad, pero no me van a negar de artistas como Bruce Springsteen no aparecen todos los días. No se consiguen en Sprayette, digamos. Extraño los tiempos en que la Argentina tenía un gusto musical refinado, sin que ello implicara que fuera elitista. Tiempos en los que podías escuchar en la radio a Edith Piaf o al más popular Alberto Cortez, por citar dos nombres que me vienen a la mente mientras redacto este posteo. La música que difunden las radios de FM es vergonzosa y decadente, finge transgresión para disimular su bajeza, con letras absurdas e incomprensibles, cuando no discriminatorias e incitadoras de violencia. ¿Quién habrá sido el masoquista que inventó una pseudocategoría, un género musical denominado "melódico", ideal para novias despechadas y bandas de sonido de telenovelas venezolanas?
Quizás por eso, creo que el día que el gran Charly García no esté entre nosotros, todos los argentinos que crecimos con él y con su arte nos sentiremos un poco más solos. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...