Sé que a veces soy reiterativo (por no decir monotemático), pero a menudo lo hago con el propósito de reforzar una idea, algo que pretendo expresar. Por eso no me canso de repetir: "Para novedades, los clásicos". Estuve escuchando al notable Johnny Cash, una de las voces más gloriosas de lo que se conoce como "The Great American Songbook" (recreado posteriormente por el mercenario de Rod Stewart). Artista genial, Cash fusionó country, folk y rock n' roll sin forzar esa amalgama, dejando que los sonidos y los ritmos surgieran de una natural yuxtaposición. Johnny Cash ha sido prolijamente ignorado por estas latitudes, por considerarlo "pro yanqui", entre otros calificativos propios de la ignorancia de quienes no se han molestado en escuchar atentamente las letras de sus canciones. Johnny Cash murió en septiembre de 2003. Con él, comprendí la diferencia que existe entre un tipo que evidencia un agudo sentido de la observación y de la crítica social, y un cantante de aforismos y frases de libro que graba en Miami o en alguna republiqueta bananera.
Johnny Cash fue un talento auténtico, y su desaparición física dolió tanto como la de Ray Charles o la de otro Johnny, el mismísimo Johnny Carson (una especie de "Tato Bores" norteamericano, pero más políticamente correcto).
Tal vez alguien diga que me creo el dueño de la verdad, pero no me van a negar de artistas como Bruce Springsteen no aparecen todos los días. No se consiguen en Sprayette, digamos. Extraño los tiempos en que la Argentina tenía un gusto musical refinado, sin que ello implicara que fuera elitista. Tiempos en los que podías escuchar en la radio a Edith Piaf o al más popular Alberto Cortez, por citar dos nombres que me vienen a la mente mientras redacto este posteo. La música que difunden las radios de FM es vergonzosa y decadente, finge transgresión para disimular su bajeza, con letras absurdas e incomprensibles, cuando no discriminatorias e incitadoras de violencia. ¿Quién habrá sido el masoquista que inventó una pseudocategoría, un género musical denominado "melódico", ideal para novias despechadas y bandas de sonido de telenovelas venezolanas?
Quizás por eso, creo que el día que el gran Charly García no esté entre nosotros, todos los argentinos que crecimos con él y con su arte nos sentiremos un poco más solos. Punto final.
Blog de Lobos, ARG, desde hace 18 años en la Web.
9 de julio de 2008
Un resumen de 20 años
Al cabo de casi 20 años, puedo afirmar que estoy conforme con las notas que he escrito en este blog. Este año ha sido muy particular para ...
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Cada uno alcanza la felicidad a su modo. Son episodios fugaces que nos otorga la vida y que hay que aprender a disfrutarlos, a degustarlos...
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Que si se disculpa, que si no… Que uno saca al embajador, el otro lo deja… Todas estas idas y vueltas entre Milei y el presidente de Españ...