2 de marzo de 2014

Marzo, mes jodido

Ya casi podemos despedirnos del verano, de los helados, de la playa, de los largos atardeceres y de las tardes de mate y pileta. Marzo es uno de los meses que menos me simpatiza, porque se vuelve largo y tedioso. Lo positivo, para quienes nos dedicamos a ejercer el periodismo en un pueblo chico, es que se retoma la actividad en todos los órdenes y en consecuencia hay más material para redactar noticias. Hoy vi por TV la imágenes del show de Charly en el Cosquín Rock. Me duele decirlo, pero su actuación me pareció decadente. Ya no puede cantar, y supongo que menos aún podrá componer. Tampoco voy a caer en la estupidez de decir, como sostienen muchos, que "falopeado estaba más lúcido", o cosas por el estilo. Si Charly García sigue vivo y haciendo shows, lamentables pero shows al fin, es gracias a la desintoxicación que debió hacer luego de varios años de excesos. Prefiero verlo como está antes de perder al músico más grande que ha dado el rock argentino. Es probable que la torpeza para expresarse o coordinar algunos movimientos se deba al cóctel de medicamentos que debe estar consumiendo para paliar sus adicciones. Las pastillas te voltean, y tienen muchos efectos secundarios más allá de que sean recetadas por un profesional idóneo. Charly ha escrito las páginas más gloriosas del rock nacional, es una leyenda viviente, y hay que bancarlo. Yo no soy incondicional, y es por ello que reconozco que no es el mismo de antes. Pero sigo sosteniendo que fue el mejor de todos. El único que pudo pelearle el "podio" fue el Flaco Spinetta. El resto está muy lejos de aproximarse a la genialidad de Charly. Insisto: duele verlo "empastillado", con esos movimientos cuasi robóticos y esa dificultad para hablar, pero al menos está vivo y le auguro muchos años más por el placer que me genera disfrutar de su música. Punto final. 

Un resumen de 20 años

  Al cabo de casi 20 años, puedo afirmar que estoy conforme con las notas que he escrito en este blog. Este año ha sido muy particular para ...