Blog de Lobos, ARG, desde hace 18 años en la Web.
26 de febrero de 2007
Días de radio
18 de febrero de 2007
LOS AÑOS MARAVILLOSOS
Cada vez que compro un cassette de audio me prometo a mí mismo que será el último. Para el común de las personas se han vuelto adminículos obsoletos, dado que no conservan la calidad de sonido por mucho tiempo y no ofrecen la ventajas del audio digital. Si el CD ya había amenzado seriamente su existencia, .el golpe de gracia se lo terminaron de asestar los reproductores de MP3, que en su gran mayoría vienen provistos de la opción de grabación de voz. No obstante, el cassette es un objeto entrañable, que nunca falta en el bolso del periodista o de todo aquel que desee documentar un determinado hecho.
La cuestión es que yo grababa mis canciones favoritas de la radio en un casette virgen, como muchos chicos, y luego esas mismas canciones, aún cuando estaban cortadas (como todo tema de alta rotación radial) , con interferencias, y con la voz del locutores presentando el tema, servían de bandas de sonido en “asaltos” y fiestas.
En aquellos años (1989/1990), el último chiche, el artefacto más codiciado, era el radiograbador con doble cassettera, que permitía hacer copias de cassettes originales, incluso con la ventaja de ahorrarle tiempo al improvisado pirateador gracias al “high speed dubbing” (conocido aquí como “copiado rápido”).
La “Z
El primer cassette original que quise comprarme fue un compilado. Se llamaba “17 top hits
11 de febrero de 2007
Cambios de clima
Existe una paranoia generalizada en torno a determinados temas que de un día para otro ganan las primeras planas de los diarios, como el cambio climático. Cada tanto tiempo (digamos, cada 15 o 20 días) , aparece un tema que provoca la inquietud general, llega a las tapas de los medios y luego se desvanece. Es así. Ya deberíamos acostumbrarnos a que sea así, pero yo no puedo.
Creí que el “tema del verano” iba a ser el crimen del country de Río Cuarto, y todo iba orientado en esa dirección, pero -afortunadamente- las cosas no salieron como las aves de rapiña periodísticas pretendían y hubo que escribir otra novela de verano. Siguieron con la detención de la viuda de Perón. El tema acaparó mayoritariamente la atención de los medios gráficos, no así televisivos, de manera que el poder de las pantallas pudo más que la palabra impresa y el tema cayó en el olvido. Una eficaz cortina de humo para desviar la atención pública.
Pero hay más: Y ahora me vienen a agitar las aguas con esto del cambio climático! Hace más de diez años que en los países desarrollados se ha tomado conciencia de la existencia del problema. Pero como acá siempre somos el vagón de cola del mundo, recién ahora nos damos cuenta de que los veranos no son tan calurosos como antes, ni los inviernos tan fríos. Además, como Buenos Aires queda lejos del Chaco, Corrientes o Tucumán, a nadie le importó que durante todos estos años esas provincias hayan sido víctima de inundaciones y temporales que arruinaron la vida de miles de personas. (Del mismo modo en que nos enteramos de los casos de desnutrición por las cámaras de TV). Ahora bien, si la sensación térmica llega a 38º en la esquina de Callao y Santa Fe, todo el mundo se escandaliza.
“La ciudad es un horno”, reza la placa roja de Crónica TV. Debaten meteorólogos, y no falta algún trasnochado que presagie cataclismos o busca encontrar explicación al fenómeno en predicciones azarosas. Una muestra más de la hipocresía y la mediocridad en la que estamos sumidos.
2 de febrero de 2007
Esas motos que van a mil....
Sábado por la tarde. Decido salir de mi madriguera y recorrer la ciudad sin demasiadas expectativas, buscando sólo distensión. Intento cruzar una calle cuando el atronador sonido de una motito de 50 cc. con escape libre me taladra los tímpanos y me arranca de mis pensamientos. A bordo del citado vehículo se encuentra un individuo que porta una gorra, a pesar de que el cielo plomizo sólo presagia un aguacero. Mi mente se esfuerza por comprender hasta dónde llega el complejo de inferioridad de este tipo, que quizá desea tener una moto de alta cilindrada (como muchos de nosotros) , pero como no puede hacerlo, se contenta con "personalizar", "customizar" (verbo horrible acuñado por el spanglish), o "tunnear" su insignificante ciclomotor. El tipo podría circular tranquilamente con un ciclomotor normal, pero no, el tiene que sobresalir del resto, lucirse ante sus amigos, pintar la motito de negro, estacionarla en un ángulo de 45º en frente a la plaza, agregarle stickers con llamitas, cambiarle el manubrio, retocar el motor, cambiarle las llantas, etc. etc... y por sobre todas las cosas, ruido, mucho ruido. Sí, eso es fundamental para este sujeto, miren todos, tengo esta Harley Davidson del subdesarrollo y me gusta exhibirla, miren como invertí todo mi dinero en hacer de éste un auténtico prodigio del diseño. Los "gorras", como se los llama peyorativamente, son una tribu urbana que se distingue, precisamente, porque todos quienes la componen llevan como atuendo una gorra virtualmente pegada a la cabeza, en toda circunstancia, lo cual hace incomprensible esa actitud. Es simplemente un código, un símbolo de pertenencia a un grupo.
Los "gorras" ya tienen la entrada prohibida en la mayoría de los pubs y bares de nuestra ciudad, de un modo más que explícito: en la puerta de entrada de estos sitios han colocado un cartel que reza: "Prohibido el ingreso con gorra o visera. La casa se reserva el derecho de admisión y permanencia (esto último, como para evitar que los acusen de ser discriminatorios).
Sería una generalización absurda de mi parte decir que los "gorras" son necesariamente delincuentes o vándalos en potencia por el sólo hecho de tener una gorra en la cabeza, pero no estaría de más indagar acerca de cómo se masificó el uso de un atuendo que hasta hace poco tiempo no tenía ninguna connotación en especial y cuya modesta finalidad era la de protegerse del sol.
A la vuelta de la esquina
Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...
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El gobierno exageró alevosamente el diagnóstico para justificar el despojo. La Ley Bases que se encaminan a aprobar no hace más que trazar...
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Cada uno alcanza la felicidad a su modo. Son episodios fugaces que nos otorga la vida y que hay que aprender a disfrutarlos, a degustarlos...
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Que si se disculpa, que si no… Que uno saca al embajador, el otro lo deja… Todas estas idas y vueltas entre Milei y el presidente de Españ...