22 de abril de 2009

Otra crónica de los raros peinados nuevos


Parece ser que la última moda de las chicas de Lobos, sobre todo el segmento "sub-17", es adoptar un peinado al mejor estilo Amy Winehouse, una especie de "batido", que seguramente debe demandar un buen tiempo de elaboración, dado que se trata de una verdadera arquitectura capilar.
Las adolescentes en cuestión salen en grupo y cada una parece un calco de la otra, no sólo por el peinado que acabo de mencionar, sino por el modo de vestirse, los modelos de celular, los fotologs, y otra serie de códigos compartidos que sería largo enumerar.
El adolescente siempre busca la aprobación de sus pares, tiene esa necesidad, pero a su vez ello conduce a una uniformidad. Todos tienen que vestirse igual, frecuentar los mismos lugares, hablar igual, aunque detrás de esa aparente camaradería se esconda una feroz competencia para ver quién tiene el novio más bonito y codiciado, el celular más moderno, o quién ha sido la primera en acceder a las llaves del auto de papá.
Mientras estoy redactando este post me detengo a pensar si es el hecho inexorable de envejecer lo que me hace ver las cosas de este modo, o si siempre fui crítico de las modas y de las nuevas tendencias. En rigor de verdad, me inclino por esta última hipótesis, porque siendo yo adolescente, en plena década del '90, no me sentía demasiado a gusto con lo que en aquel momento se consumía en radio y televisión, por ejemplo. Y me vestía como quería, a veces mi madre me reclamaba pulcritud y buena presencia, pero nada del otro mundo. No seguía al rebaño, ni me fascinaban los Guns N' Roses como al resto de mis contemporáneos. Por eso les digo, no se dejen llevar por el encanto de los raros peinados nuevos.

No hay comentarios.:

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...