18 de enero de 2011

Aquellas pequeñas cosas...

Un título alternativo para este post bien podría ser: "no quiero ni pensar en mañana". Ya verán por qué sostengo esto. Por algún motivo, el martes suele ser uno de mis días preferidos para actualizar el blog, aunque no tenga nada demasiado importante que decir. Es cierto que vivimos pensando en lo que vamos a hacer mañana y no disfrutamos el momento, pero esa forma de pensar nunca me terminó de convencer. A menudo el "momento", el instante, no tiene nada que valga la pena disfrutar. La idea de vivir el presente y de abandonar toda proyección me resulta totalmente ilusoria, aunque estaría bueno creer en ella porque de esa manera muchas preocupaciones dejarían de ser tales. Hoy fue un día duro, difícil, de ésos en los que las horas parecen no avanzar, las agujas del reloj se quedan quietas. Desde que empezó enero, he notado que hasta las 18 hs. aproximadamente el centro parece un desierto, parece ser que todo el mundo tiene piletas, quintas, o se va de vacaciones mientras uno sigue trabajando como siempre. Trato de no quejarme, porque mi trabajo me gusta y puedo decir con cierto orgullo que estoy laburando de aquello que estudié y para lo cual me capacité. Retomando la idea inicial, quiero ser hedonista por un momento, déjenme con mis discos de Daft Punk o de Norah Jones, con esos programas que uno encuentra haciendo zapping y donde algún haya algún analista político que no sea trucho y te cante la posta, con los recuerdos de mi infancia feliz... no quiero pensar en mañana. No quiero vivir exigiéndome en base a lo hipotético. Y seguramente muchos de ustedes se sentirán identificados, porque el hecho de vivir conjeturando cosas es difícil de controlar. Puede ser un ejercicio de organización mental del mismo modo que puede hacernos sufrir. No está de más recordar que el dolor suele tornarse inevitable, pero el sufrimiento no. Sobre todo cuando uno imagina los peores presagios. Después de todo, quienes nos gobiernan no son tan culpables de nuestras miserias. Son los representantes que la mayoría votó en elecciones libres. Hay algo en nosotros que hace que tropecemos dos veces con la misma piedra, con una torpeza admirable. Que nos sirva de lección. A fumarse todo lo que ustedes puedan imaginar, hasta 2013 o 2015. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

No hay comentarios.:

Siempre hay una buena excusa

  Cuando pasan varios años sin que te encuentres con alguien y esa persona aparece súbitamente en escena, pueden suceder dos cosas: O que te...