2 de junio de 2014

212 años: A pesar de todo, te sigo queriendo

Hoy, Lobos, la ciudad que me vio nacer, cumple 212 años de su fundación. Podríamos esbozar numerosos hitos de nuestra historia pueblerina, pero resultaría una tarea ardua y aburrida, tanto para mí como para el lector. La ciudad no escapa a la realidad que vive el país: por ejemplo, hay gente con ganas de emprender un proyecto, se abren negocios nuevos, pero al poco tiempo deben cerrar. Me imagino la desazón que uno debe sentir al invertir un capital importante (mercadería, alquiler, etc.) en montar un comercio y que la clientela le sea esquiva. Tenemos empleados municipales que ganan sueldos de hambre, y son los que hacen las tareas más pesadas e ingratas. Por otra parte, los funcionarios perciben ingresos muy superiores, totalmente alejados de lo que cualquier persona "de a pie" pueda ganar. Es cierto que las responsabilidades no son las mismas, y que los secretarios del Ejecutivo deben tomar muchas decisiones y satisfacer demandas de todos los vecinos. Pero aún así, todos tenemos derecho a percibir un salario que nos permita vivir. Y con aumentos en el básico, no con las llamadas "sumas no remunerativas", que es dinero en negro. 
Lobos ha progresado en los últimos 10 años: hay muchas más calles pavimentadas, espacios verdes, puesta en valor y remodelación de edificios como está sucediendo con el Cine Italiano, como así también se han creado nuevos ámbitos para la difusión de la cultura. Pero no dejemos que el árbol nos impida ver el bosque: lo que intento decir es que gobiernos municipales anteriores no tuvieron acceso a fondos nacionales o provinciales que permitieran la concreción de estas obras que mencioné. Que un mismo mandatario gobierne varios períodos consecutivos, habiendo sido electo por la voluntad popular, es irreprochable, a menos que se establezca un tope para que los alcaldes no puedan ser reelectos indefinidamente. 
 No obstante, soy optimista en cuento al futuro de Lobos, porque los Intendentes, más tarde o más temprano, se irán de su cargo, pero perdurará lo bueno o lo malo que hayan hecho. Y ahí deviene la famosa frase de "la pesada herencia recibida": esperemos que la gestión actual no le deje al próximo gobierno un déficit tal que le impida avanzar en salud, educación, y seguridad. Punto final.

Antes de apagar la luz

Jueves por la tarde en la ciudad. Si me pagaran por escribir acá, seguramente el resultado sería más provechoso. O en todo caso, me exigiría...