Sábado por la mañana en la ciudad. Por suerte, puedo decir que estoy en franca recuperación. Finalmente me decidí a ir al médico, algo que no me agrada, y me diagnosticaron tengo un principio de fiebre que requiere tomar ciertos remedios. Creo que no me cuidé lo suficiente en este crudo invierno en ciernes, y en este contexto se vio resentido mi trabajo. No siempre uno puede funcionar al 100 %, es algo que se aprende con el tiempo. Sobre todo cuando tu salud está en juego, y no podés joder con eso, lo más sensato es esperar porque no se trata de una enfermedad crónica, hay que guardar reposo y no salir demasiado a la calle. Y este día en particular, se presenta particularmente desapacible, con lloviznas, mucho frío, y escasa actividad para cubrir. Una postal típica del invierno que comienza a despuntar.
Por esos motivos, este fin de semana lo transitaré tranquilo, cubriré todas las actividades que pueda, y otras lamentablemente quedarán para otra ocasión. Siento un poco de desgano por ese embotamiento que se produce estar enfermo. Pero no será la primera o la última vez que suceda. Muchas veces en los períodos de letargo, cuando de tirás en la cama a descansar un poco el cuerpo, entrás en una fase casi onírica, como si tu vida transcurriera por un túnel, y fueran apareciendo diferentes recuerdos de un pasado que supo ser feliz.
Cuando fui a la farmacia me dio la impresión de que había mucha gente solicitando el mismo tipo de remedios, de hecho nos solemos enfermar más en invierno que en verano. Los humanos tenemos aspiraciones de trascendencia o "inmortalidad", y en realidad nuestra salud es demasiado frágil para esperar algo semejante. Hoy me despierto con otro día nublado y lluvioso, y eso tampoco te pone muchas pilas. Junio ha sido un mes muy llovedor, bastante convulsionado por cierto, y lo concreto es que ya se consumió la primera mitad del año. Ya quemamos los cartuchos de los 6 meses de 2019, y lo que vendrá tendrá una impronta de campaña política, que será agotadora para todos, hasta que finalmente el octubre el pueblo decida con su voto las nuevas autoridades. Yo soy muy escéptico, honestamente me da igual quién gane, porque me han defraudado sistemáticamente. Punto final.
Blog de Lobos, ARG, desde hace 20 años en la Web.
29 de junio de 2019
27 de junio de 2019
Un jueves con cama, enfermo y con mucha tos
Jueves por la noche en la ciudad. La verdad es que no pude escribir nada en los días anteriores, porque me sentía enfermo, con tos y flema, y una congestión nasal que me fastidiaba terriblemente. Todavía estoy intentando recuperarme, lo que rescato como positivo en que durante este ciclo de convalecencia ni se me ocurrió encender un cigarrillo. Precisamente hoy, mi médico de cabecera no atiende, razón por la cual deberé esperar hasta mañana, o si evoluciono bien por mis propios medios, no será necesario ir al consultorio. Todos los inviernos me ocurre un episodio de este tipo, no falla. Puede ser antes o después, pero en algún momento hay que acudir a la farmacia para buscar antibióticos o antigripales que puedan paliar el "status quo".
En fin, fuera de lo que les acabo de comentar, estoy tratando de cumplir con mi trabajo y de llevar mi vida con normalidad, porque en definitiva lo que padezco tampoco es tan grave, es cuestión de cuidarse de los días extremadamente fríos e inhóspitos. A veces uno se cree "Superman" y te encontrá con estas cosas, con que los pulmones, las garganta, y todo tu cuerpo te empieza a pasar factura. Y tengo 40 años. No quiero ni pensar qué sucederá si Dios me concede vida por un tiempo más.
Tengo el cuerpo agotado y cansado, y creo que lo mejor será tratar de descansar un poco en la cama luego de la cena. Cuando te pasan cosas como ésta, te das cuenta de lo que es realmente importante, estar sano, y no todas los objetos que te puedan rodear. Tener una familia. Tener amigos. Tener yerba para el mate. Una ducha caliente...y podría seguir enumerando..
Estar enfermos nos pone a la mayoría de malhumor, porque debemos estar encerrados o recluidos en el hogar y salir solamente por cuestiones laborales. Cuando estás jodido de la garganta, una taza de café bien caliente se disfruta mucho más, eso sí. Por todos los motivos que les acabo de exponer, hoy anduve a "media máquina", no pude aprovechar plenamente el día, y por si todo esto fuera poco estoy padeciendo el frío, otra razón más para meterse en la cama y no salir hasta mañana. Desensillar hasta que aclare. Punto final.
En fin, fuera de lo que les acabo de comentar, estoy tratando de cumplir con mi trabajo y de llevar mi vida con normalidad, porque en definitiva lo que padezco tampoco es tan grave, es cuestión de cuidarse de los días extremadamente fríos e inhóspitos. A veces uno se cree "Superman" y te encontrá con estas cosas, con que los pulmones, las garganta, y todo tu cuerpo te empieza a pasar factura. Y tengo 40 años. No quiero ni pensar qué sucederá si Dios me concede vida por un tiempo más.
Tengo el cuerpo agotado y cansado, y creo que lo mejor será tratar de descansar un poco en la cama luego de la cena. Cuando te pasan cosas como ésta, te das cuenta de lo que es realmente importante, estar sano, y no todas los objetos que te puedan rodear. Tener una familia. Tener amigos. Tener yerba para el mate. Una ducha caliente...y podría seguir enumerando..
Estar enfermos nos pone a la mayoría de malhumor, porque debemos estar encerrados o recluidos en el hogar y salir solamente por cuestiones laborales. Cuando estás jodido de la garganta, una taza de café bien caliente se disfruta mucho más, eso sí. Por todos los motivos que les acabo de exponer, hoy anduve a "media máquina", no pude aprovechar plenamente el día, y por si todo esto fuera poco estoy padeciendo el frío, otra razón más para meterse en la cama y no salir hasta mañana. Desensillar hasta que aclare. Punto final.
22 de junio de 2019
Algo personal para quien lo quiera oír
A veces siento que en este blog, aunque lo haya hecho de
manera inconsciente, fui contando la historia de mi vida desde 2005 a esta
parte. Desde hace un par de meses tomé la decisión de "bajar un
cambio" y tomarme las cosas con más
calma, lo cual no es fácil porque a menudo me dejo ganar por la ansiedad y la
estrechez económica que me afecta al igual que al resto, lo cual no deja de preocuparme.
Las oportunidades llegan cuando uno menos se lo espera, pero también es cierto
que hay que tener la intuición necesaria para no dejarlas pasar. En Lobos hay
mucha gente talentosa que merecería un mayor reconocimiento, y por otro lado
hay otros que se creen grandes artistas y son una pantomima, víctimas de su
propio ego. La vanidad se nota muchísimo en un pueblo chico, y trae consigo el
inevitable chusmerío, esa letanía de meterse en la vida ajena y de juzgar a los
demás sin mirarse el ombligo antes. Hagas lo que hagas, igual te van a
criticar, por esto o por aquello. No se puede dejar conforme a todo el mundo,
ni lograr caerle en gracia al resto de los habitantes de "la aldea". Pese a todo, no reniego del lugar donde vivo porque aquí coseché mis mayores afectos y eso te genera un sentimiento de pertenencia difícil de explicar.
En rigor de verdad, lo que digan de mí poco me importa,
siempre que no se metan con mi familia ni con mis acciones privadas. Mi laburo
tiene bastante exposición pública, pero trato de no pensar en eso al momento de
levantarme cada mañana, sino en hacer lo que me corresponde e ir pensando
proyectos e ideas nuevas para no tener la sensación de estar siempre parado en
el mismo lugar.
No es saludable tampoco intentar la aprobación de la
sociedad, porque en tal caso estaríamos cayendo en la hipocresía y la falsedad
de palmearle la espalda a todo el mundo y sonreír, esa sonrisa calcada de una
publicidad de pasta dental que cualquiera puede reconocer que no es sincera. En
eso estaba pensando, mientras me preparo para afrontar con todo el inminente julio.
Hay cosas de esta ciudad que me gustaría preservar, como la tranquilidad y los
amigos de la infancia, pero quienes hemos vivido en grandes zonas urbanas
alguna vez sabemos que hay que tratar de rescatar los pro y los contra de ambas
variables para encontrarle sentido a la ciudad donde vivimos e interactuar con
los demás de un modo inteligente. Si continúo escribiendo en este espacio desde
hace 14 años, es porque lo considero una manera de fijar posición ante
determinados temas, de distenderme saliendo por un momento de aquello que
concita mayor atención mediática. Y pienso seguir estando aquí, detrás de la
trinchera, hasta que yo mismo decida entrar en un impasse. Punto final.
20 de junio de 2019
Cuál es tu bandera?
En un año electoral cualquiera, resulta difícil abstraerse a lo que sucede en la "rosca política". Sin embargo, todos los discursos, los spots publicitarios, y las puestas en escena que pasaron o que vendrán pasarán a un segundo plano cuando llegue el "filtro" de las PASO. Es una manera en la cual cada espacio político puede medir fuerzas y posicionarse entre las preferencias de los votantes.
Y hoy, que es una fecha patria, uno se pregunta cuándo lograremos salir del letargo y la mediocridad, para continuar modestamente con el legado de nuestros próceres. Con el país que ellos soñaron. Se jugaron la vida para que dejemos de ser una colonia y comenzar a despuntar el anhelo de una República. Me pone muy triste ver cómo todo el ideario de nuestros patriotas hace agua con el egocentrismo y la vanidad. Cada uno debería pensar, cuál es su bandera. Qué ideales enarbola para construir un futuro mejor. En la Argentina abunda la soberbia, por ese motivo nunca llegaremos a ser nada hasta tanto aprendamos a escuchar al otro, a comprender que la construcción de la nación es un proceso colectivo. Importa más el hecho de lucirse y de mostrar superioridad ante el resto, que sacar provecho del talento que cada uno tiene para un proyecto superador. Ya ni me importa si son kirchneristas o macristas, hagan algo, salgan a la calle cuando se termine la campaña, muestren lo que son capaces de hacer, recorran Lobos, vean que la gente está pasando hambre. No hay una excusa valedera para no hacerlo. Una cosa es un frente amplio, otra es una bolsa de gatos donde todos están metidos para asegurarse un lugar en la lista de candidatos. Qué quieren que les diga, la incontrastable realidad me demuestra que a veces no aprendemos más, seguimos creyendo que tomando un café se resuelven las desigualdades e inequidades de 40 millones de compatriotas que no pueden esperar a mañana, porque el tiempo es hoy.
La Bandera es un símbolo patrio que nos identifica y nos distingue ante el mundo, no es una camiseta de fútbol, es la enseña que Belgrano plasmó en su esencia y que traía consigo un aliento de libertad. Esa libertad que hoy ejercemos a medias, porque no podemos hacer todo lo que quisiéramos, y ese es uno de los motivos por los cuales estamos frustrados, de mal humor. Además, somos un país que no aprendió a reconciliarse con su propia historia. Una Argentina que ve al pasado, precisamente, como algo que "ya no es", pero no como una lección aprendida para no volver a lo mismo. Hasta tanto no dejemos de pensar que un líder mesíanico nos va a salvar de la malaria, seguiremos siendo víctimas de nuestra propia trampa. Punto final.
Y hoy, que es una fecha patria, uno se pregunta cuándo lograremos salir del letargo y la mediocridad, para continuar modestamente con el legado de nuestros próceres. Con el país que ellos soñaron. Se jugaron la vida para que dejemos de ser una colonia y comenzar a despuntar el anhelo de una República. Me pone muy triste ver cómo todo el ideario de nuestros patriotas hace agua con el egocentrismo y la vanidad. Cada uno debería pensar, cuál es su bandera. Qué ideales enarbola para construir un futuro mejor. En la Argentina abunda la soberbia, por ese motivo nunca llegaremos a ser nada hasta tanto aprendamos a escuchar al otro, a comprender que la construcción de la nación es un proceso colectivo. Importa más el hecho de lucirse y de mostrar superioridad ante el resto, que sacar provecho del talento que cada uno tiene para un proyecto superador. Ya ni me importa si son kirchneristas o macristas, hagan algo, salgan a la calle cuando se termine la campaña, muestren lo que son capaces de hacer, recorran Lobos, vean que la gente está pasando hambre. No hay una excusa valedera para no hacerlo. Una cosa es un frente amplio, otra es una bolsa de gatos donde todos están metidos para asegurarse un lugar en la lista de candidatos. Qué quieren que les diga, la incontrastable realidad me demuestra que a veces no aprendemos más, seguimos creyendo que tomando un café se resuelven las desigualdades e inequidades de 40 millones de compatriotas que no pueden esperar a mañana, porque el tiempo es hoy.
La Bandera es un símbolo patrio que nos identifica y nos distingue ante el mundo, no es una camiseta de fútbol, es la enseña que Belgrano plasmó en su esencia y que traía consigo un aliento de libertad. Esa libertad que hoy ejercemos a medias, porque no podemos hacer todo lo que quisiéramos, y ese es uno de los motivos por los cuales estamos frustrados, de mal humor. Además, somos un país que no aprendió a reconciliarse con su propia historia. Una Argentina que ve al pasado, precisamente, como algo que "ya no es", pero no como una lección aprendida para no volver a lo mismo. Hasta tanto no dejemos de pensar que un líder mesíanico nos va a salvar de la malaria, seguiremos siendo víctimas de nuestra propia trampa. Punto final.
17 de junio de 2019
Vuelta de página para un fin de semana largo signado por la lluvia
Un fin de semana horrible en Lobos, con lluvias intensas y truenos que dan miedo. Obviamente no es el mejor escenario para salir a la calle, a menos que tengas que hacer una compra de comestibles. En casa se terminó la yerba hoy, y estamos esperando que amaine la tormenta para ir a buscar un paquete, junto con algo de carne para la cena. Por lo demás, nada nos falta, gracias a Dios contamos con las provisiones necesarias para tirar hasta mañana. No salgo de mi asombro por las alianzas políticas, aunque debo decir que hace rato perdí la capacidad de asombrarme por cualquier cuestión vinculada a nuestra vergonzosa clase política. Está claro que no los une el amor, sino el espanto. Están quemando las naves, saben que se la juegan en las PASO, que el país está en caída libre, y todo lo que a diario padecemos. No escuché a ninguno que se le caiga una idea factible y coherente. Para que no nos agobie de el parloteo de los señores de traje, es necesario que todos tengamos un poco de distensión, por lo menos gozar del "privilegio" de tener luz y ver boludeces por televisión, algo que nos fue vedado ayer con un corte de más de 10 horas que nos tuvo sumidos en un estado deprimente. Y cada uno trata de adaptarse a la realidad que le toca atravesar, que dista mucho de aquella que desearía tener. Nadie se acuerda de Güemes hoy, ni siquiera los especialistas en sumar feriados que dejan otro día más para la haraganería. Por otra parte, no creo que ninguna de las dos principales fórmulas a nivel nacional gane el primera vuelta. Por lo cual deberemos votar nuevamente entre el menos peor.
Sólo espero que mañana sea más provechoso y pueda seguir trabajando como lo vengo haciendo, realmente trato de tomarme en serio el laburo porque deposito mi motivación y mis ganas en ello. Además, nadie pagaría un mango por un medio informativo mediocre. A wveces ha sucedido que algo no me salió como lo esperaba, y es frustrante, sobre todo si vos estabas convencido de haberlo realizado bien. Por tal motivo, siempre que redacto algo, lo corrijo todas las veces que se requiera para que el texto vaya tomando forma, y sea ameno al lector. Los recursos que los periodistas aprendimos en las aulas, al igual que en cualquier otra profesión, los volcamos en el quehacer cotidiano, buscando noticias que sean de interés público y no de una minoría. Ya van 16 años de dedicarme a esto, y uno aprende un poco a fuerza de los golpes que te da la vida, o de quienes te rodean. Cuando sentís que estás haciendo un buen producto, estás tranquilo, más allá de lo que el resto pueda pensar. Porque la responsabilidad de comunicar es importante, y hay que transitar un largo camino para lograr ser cada vez más eficiente. En ese proceso estoy. Punto final.
Sólo espero que mañana sea más provechoso y pueda seguir trabajando como lo vengo haciendo, realmente trato de tomarme en serio el laburo porque deposito mi motivación y mis ganas en ello. Además, nadie pagaría un mango por un medio informativo mediocre. A wveces ha sucedido que algo no me salió como lo esperaba, y es frustrante, sobre todo si vos estabas convencido de haberlo realizado bien. Por tal motivo, siempre que redacto algo, lo corrijo todas las veces que se requiera para que el texto vaya tomando forma, y sea ameno al lector. Los recursos que los periodistas aprendimos en las aulas, al igual que en cualquier otra profesión, los volcamos en el quehacer cotidiano, buscando noticias que sean de interés público y no de una minoría. Ya van 16 años de dedicarme a esto, y uno aprende un poco a fuerza de los golpes que te da la vida, o de quienes te rodean. Cuando sentís que estás haciendo un buen producto, estás tranquilo, más allá de lo que el resto pueda pensar. Porque la responsabilidad de comunicar es importante, y hay que transitar un largo camino para lograr ser cada vez más eficiente. En ese proceso estoy. Punto final.
16 de junio de 2019
Apagón masivo y un día de furia
Un domingo completamente inusual en Lobos, con el peor apagón de los últimos 30 años, cuando el último tramo del gobierno de Alfonsín nos tenía acostumbrados a los cortes programados. No recuerdo qué hora era de la mañana, quizá alrededor de las 9 de hoy, cuando me percaté de que algo no andaba bien al intentar encender el velador. La misma escena de frustración de repitió con las teclas de las luces del baño, mientras llovía intensamente. Fue así que estuve incomunicado en mi propia casa durante buena parte del día, hasta que me harté de la situación y decidí ir un rato al bar donde concurro habitualmente, que tiene grupo electrógeno. Caso contrario, este texto que ustedes están leyendo no sería posible. Los semáforos del centro no funcionan, la lluvia no da tregua, no hay Internet en los celulares... fue así como tuvimos que recurrir forzosamente a los antiguos mensajes de texto (SMS), que supimos conocer. La verdad es que, especular con un sabotaje o una mano negra, tiene poco de verosímil, lo cierto es que más de la mitad del país sigue sin luz, junto con algunas áreas de Uruguay. Nunca vi algo así, se los aseguro. O tal vez lo viví siendo muy chico y por tal motivo lo recuerdo vagamente. Mucha bronca, mucha incertidumbre, porque nadie te puede confirmar fehacientemente cuándo volverá el suministro. Y si te vas de tu casa mejor que sea por un lapso breve, ya que los chorros probablemente aprovecharán la situación para desvalijarte todo. La verdad es que llega un punto en el cual perdés la noción del tiempo, excepto por la luz natural que más o menos te da la pauta conforme va cayendo la tarde, y en tal caso mejor preparar las velas, no sea cosa que tengamos que tantear las paredes de los pasillos como si fuéramos ciegos. Velas en mano, entonces, a afrontar aquello que los lobenses solemos llamar "tardecita". Punto final.
14 de junio de 2019
Declaración de principios (parte 5)
Estoy en una etapa de mi vida en la que trato de reconciliarme conmigo mismo, de no autocastigarme tanto cuando las cosas salen mal. Y procuro adoptar un estilo de vida que incorpore viejos hábitos que había abandonado. Ya no escucho más música pop, le estoy dando duro al heavy metal, a los próceres del rock, que son los que me provocan adrenalina y te hacen sentir vivo. Por supuesto, es una cuestión de gustos.
De las personas que me rodean, no espero nada de ellas, excepto que sean familia o amigos. Todo lo bueno que esté por venir será por añadidura. Como se dio con el programa de TV que empecé este año... sinceramente no lo esperaba, y es una alegría y una responsabilidad poder hacer algo interesante en la tele.
Aprendí a vivir de un modo más racional con la guita que tengo, si puedo me doy algún gusto, y caso contrario no hay nada esencial que me falte, gracias a Dios. Por ese motivo, considero que es bueno empezar a desapegarse, como mencioné en una nota anterior.
Estoy leyendo más, redescubriendo el ávido lector que supe ser en mi adolescencia, con grandes autores como Paul Auster, Osvaldo Soriano, Vargas Llosa, y por supuesto, Eduardo Galeano. No coincido con las ideas políticas de Vargas Llosa, por ejemplo, pero no soy tan obtuso como para no admirarlo como escritor. Me tomo mi tiempo para la lectura, voy recorriendo las páginas de un modo que me permita comprender el arte de la literatura, que yo cultivo modestamente con algunos cuentos que aún no fueron publicados.
Tenés que comprender que sólo la gente que te quiere es la que va a estar con vos siempre, en los buenos y malos momentos. Parece sencillo, pero hay mucha hojarasca dando vueltas. Ultimamente sólo me conecto a las redes para enterarme de las noticias y para hacer algún comentario si es que cabe, nada más. Trato que el celular no sea un artefacto que me quite tiempo para hacer cosas más productivas. Yo administro mis ratos de ocio, yo decido qué hacer, no voy a dejar que un teléfono lo haga por mí. La tranquilidad de saber que el camino transitado te lleva a buen rumbo, es lo que, a la larga, te va a gratificar. Punto final.
De las personas que me rodean, no espero nada de ellas, excepto que sean familia o amigos. Todo lo bueno que esté por venir será por añadidura. Como se dio con el programa de TV que empecé este año... sinceramente no lo esperaba, y es una alegría y una responsabilidad poder hacer algo interesante en la tele.
Aprendí a vivir de un modo más racional con la guita que tengo, si puedo me doy algún gusto, y caso contrario no hay nada esencial que me falte, gracias a Dios. Por ese motivo, considero que es bueno empezar a desapegarse, como mencioné en una nota anterior.
Estoy leyendo más, redescubriendo el ávido lector que supe ser en mi adolescencia, con grandes autores como Paul Auster, Osvaldo Soriano, Vargas Llosa, y por supuesto, Eduardo Galeano. No coincido con las ideas políticas de Vargas Llosa, por ejemplo, pero no soy tan obtuso como para no admirarlo como escritor. Me tomo mi tiempo para la lectura, voy recorriendo las páginas de un modo que me permita comprender el arte de la literatura, que yo cultivo modestamente con algunos cuentos que aún no fueron publicados.
Tenés que comprender que sólo la gente que te quiere es la que va a estar con vos siempre, en los buenos y malos momentos. Parece sencillo, pero hay mucha hojarasca dando vueltas. Ultimamente sólo me conecto a las redes para enterarme de las noticias y para hacer algún comentario si es que cabe, nada más. Trato que el celular no sea un artefacto que me quite tiempo para hacer cosas más productivas. Yo administro mis ratos de ocio, yo decido qué hacer, no voy a dejar que un teléfono lo haga por mí. La tranquilidad de saber que el camino transitado te lleva a buen rumbo, es lo que, a la larga, te va a gratificar. Punto final.
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