24 de julio de 2006

EL RITUAL DEL ASADO (COLABORACION)



En estos difíciles momentos, los argentinos tenemos la capacidad o la virtud de compartirlos simplemente con un asado. Es el pretexto para la reunión, para la charla amena, para divertirse o distraerse, olvidarse de los problemas de trabajo, en definitiva, es una manera de combatir el stress, tan común en estos días.

Es disfrutar con los amigos un par de horas donde uno se olvida de todo. Se puede discutir las técnicas para asar, desde cómo prender el fuego o salarlo, hasta con qué ensalada se lo puede acompañar.

Es el asado el promotor de las barras, que dedican una noche a la semana para lograr ese momento sublime, que tiene una invitada de honor llamada AMISTAD . Porque es así... es el asado con los amigos !!!

Es una forma de saborear la vida; de que un grupo de amigos compartan alegrías y tristezas, porque de eso se trata, reírnos todos juntos o acompañar en los momentos duros.

También el asado tiene otros “condimentos”, Ya que hay quienes lo comen con gaseosa o con cerveza, con vino tinto o blanco... Y bueno, es esa hermosa discusión de con qué “bajarlo” !!! Pero no todo termina ahí... Qué es mejor el pan o la galleta ???

Como si todo esto fuera poco, falta hablar del postre, que más allá de que fuera helado, frutas o torta, el verdadero dulce lo brinda una partida de Truco o de Mús. Lo que representa el momento hegemónico de unos sobre otros. Y es ese el instante cuando uno realmente se divierte, sanamente, de la desliga de su ocasional adversario.

Y aunque parezca mentira, un pedazo de carne y unas brazas, nos hacen vivir cosas que en ningún otro lado, pueden disfrutar como solo nosotros sabemos hacerlo.

Pero el asado es mucho más que esto. Porque va más allá de todo lo ante dicho. Compartirlo con los amigos, con todo lo que encierra la palabra amigo, es lograr el éxtasis espiritual que toda persona de bien, desea tener.

A su vez existe un asado, que es tan o más importante que el asado con los amigos. Y es el asado con la familia. Porque estoy de acuerdo con aquellos que comparten los ravioles o los fideos del Domingo, pero en mi caso particular, me gusta ese asado alrededor de la mesa familiar. Porque es a través de la parrilla humeante del Domingo lograr la unidad que durante la semana, por distintos motivos, es difícil consensuar.

Porque la palabra “amistad” encierra muchísimos valores, pero solamente la familia te puede ofrecer, íntimamente, contención y comprensión, con todo lo que ello representa, para brindarte el apoyo y respaldo necesario para seguir adelante.

Pero los argentinos –y siempre hay un pero- tenemos un poder, por así llamarlo, de conceptualizar la realidad. Y es cuando un asado se “globaliza”. Cuando lo compartimos entre los amigos y las familias.

Es cuando el asador, para salvar su honor, pega el grito:
Apurense que se pasa !!!!


Guillermo O. Jorge.

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