20 de junio de 2008

Viernes de películas y café

Hoy es viernes, día que siempre gozó de mi aceptación y entusiasmo, pero hoy el clima se ha confabulado en mi contra y me ha obsequiado un día con lluvia, vientos helados y pocos indicios de que vaya a cambiar en las próximas horas.
No sé si lo dije aquí alguna vez, pero me gusta mucho el café. Ahora, debo racional su consumo, no por el desabastecimiento, sino porque a mi criterio es carísimo. Y ojo que hablo del café instantáneo, no de los denominados "premium". Preparar el café es todo un arte, que va en función del gusto del bebedor. Algunos lo prefieren "batido", otros "con espumita", algunos lo piden "bien cargado" (con lo cual parece una taza de aceite quemado), y así podríamos seguir con las diferentes variantes que tiene esta bebida.
Cuando tengo unas monedas en el bolsillo, me gusta tomarme un capuccino, en algún bar donde sepa que lo preparan como corresponde, porque el capuccino tiene sus secretos. Me declaro inepto para preparme uno en la cocina de mi casa, ese toque final de la canela y el chocolate nunca me sale como los expertos mozos del bar que suelo frecuentar.
Es todo por hoy, amigos. Me estoy congelando en este habitáculo, motivo por el cual lo abandonaré prontamente para dedicarme a tareas más cálidas y provechosas.
Y recuerden: "para novedades, los clásicos" (Miguel de Unamuno dixit). Pink Floyd, Led Zeppelin, James Taylor y- yendo más para acá- Michael Jackson, nunca pasarán de moda. Por algo han sido imitados cientos de veces, con resultados que en algunos casos tuvieron rédito comercial, y en otros devinieron en experiencias patéticas.
Y en esta noche de frío, vean cualquier película de Brian de Palma. Recomiendo "Scarface", con el notable Al Pacino, y "Doble de cuerpo", con Melanie Griffith.
Un saludo, y nos estamos viendo.

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