29 de julio de 2010

Jueves por la noche con lluvia

Seguramente, este será el último post de julio, y tenía ganas de redactar algo antes de que concluya este mes que siempre me resulta largo y agotador. En mis años de adolescente, disfrutaba de las vacaciones de invierno, y como todos mi compañeros esperábamos con ansias esas dos semanas lejos de carpetas y apuntes escolares. En rigor de verdad, el receso de invierno pasaba demasiado rápido y nunca hacíamos un carajo, me refieron a cosas que estuvieran interesantes para salir de la monotonía. Me cuesta pensar que ya hemos transitado más de la mitad del año y que todavía quedan tantas cosas para hacer. Proyectos inconclusos, ideas a medio concebir que buscar un último rapto de inspiración que nos impulse a sacarlas de la burbuja.

Estaba pensando en todo lo que sucede en Capital en torno a la figura de Mauricio Macri y de su cuestionada gestión, y debo decir que no puedo emitir una opinión categórica porque no vivo en Buenos Aires ni padezco los problemas de cualquier porteño. Pero, definitivamente, Macri debe dar explicaciones a la Justicia por el escándalo de las escuchas ilegales. Es inconcebible que un Jefe de Gobierno se vea involucrado en una práctica tan nefasta como espiar a su cuñado en lugar de atender los problemas de los vecinos. Desde luego, no sería extraño suponer que el kirchnerismo está fogoneando las denuncias contra Macri, pero más allá de esto, las escuchas telefónicas existieron y Macri aparece directamente involucrado en ellas. Los porteños, que presumen de ser progresistas y pluralistas al momento de votar, deberían reflexionar seriamente para los próximos comicios. Además, siempre me pareció que Macri no tiene la menor sensibilidad social, quizá porque su fortuna le hace pensar que está gobernando Nueva York y no una ciudad donde proliferan la marginalidad y las villas miseria. Una cosa es ser presidente de un club de fútbol y otra es conducir los destinos de la ciudad más importante del país.

25 de julio de 2010

Crónica de un domingo cualquiera


Volviendo al texto anterior... les cuento que no que vi, en rigor de verdad, no alcanzaba a ser una llovizna, era una suerte de rocío en medio de la noche. Luego fue creciendo la intensidad del agua que caía sobre los caminantes noctámbulos, y fue entonces cuando me percaté de que no me quedaba otra que refugiarme en mi casa. Una vez resguardado con cuatro paredes, mi firme intención era ir directo a la cama, pero antes de hacerlo quise despuntar el vicio de escribir sin tener nada planeado.  Lo cierto es que me cuesta conciliar el sueño, aunque no se trata exactamente de insomnio. Bueno, la cuestión en algún momento me dormí (5 AM calculo), pero a las diez de la mañana ya estaba despierto. Mis intentos de volver a dormirme fueron vanos, pero ya estoy acostumbrado.
 
Me quedé boludeando hasta cerca del mediodía, pero llega un punto en que el ocio ya deja de ser placentero, y es hora de retomar las actividades cotidianas. Porque aunque detestamos la rutina, debemos ser conscientes de que sin ella, la vida misma se vuelve un desorden. Los horarios de lo que tengas que hacer podés modificarlos si te es conveniente, pero necesitamos de un esquema, de una estructura. 

Tengo ganas de redactar una nota, bien fundamentada, respecto a la polémica que existe en Lobos con el estacionamiento medido. Sucede que cada uno argumenta sus razones en función de su conveniencia, y cuesta llegar al meollo de la cuestión: ¿Está bien? ¿Esta mal? ¿Sirve para algo, además de para dejar las calles del centro desiertas e inhóspitas como si se tratara de un pueblo fantasma? En un pueblo conservador, no en términos políticos sino en el devenir habitual que lo caracteriza, cualquier cosa es motivo de una resistencia por el sólo hecho de oponerse. Se trata de algo que pude decodificar al cabo de un tiempo. Seguramente, si esta medida la hubiera implementado otro gobierno, los burgueses de Lobos cerrarían el culo y no objetarían nada. Pero así funciona: "Burgués" es una palabra demodé, más propia del pensamiento de la izquierda, sin embargo no deja de ser válida como un intento de graficar con sencillez a esa gente que todos vemos y que se creen los grandes señores. 

De todos modos, convengamos que con temas que afectan directamente el bolsillo no resulta sencillo hacer un análisis despojado de prejuicios. Quizás como yo no tengo un auto y no creo que vaya a tenerlo en el corto plazo, no puedo opinar sobre los inconvenientes que esta modalidad trae aparejada, pero sin lugar a dudas tengo la capacidad de ponerme en el lugar de la persona que es dueña de un vehículo y que casi sin darse cuenta descubre que debe pagar para estacionar, algo que antes hacía sin costo alguno. 

Cuando tenga tiempo y ganas, voy a hilar más fino sobre esta cuestión, porque últimamente he escuchado decir muchas estupideces sobre el estacionamiento medido de parte de varios bobos que ni siquiera conoce cómo funciona el sistema o qué objetivos persigue, además de "hacer caja". Nos estamos viendo pronto.

Post de madrugada antes de dormir

Madrugada del domingo. Acaba del transcurrir una buena noche en el Bar, en compañía de amigos y viejos conocidos que, al igual que yo, no se dejaron intimidar por la llovizna que siempre presagia un aguacero. Ya hemos hablado en este blog acerca de cómo ha ido mutando el estilo musical del Bar, que actualmente está sustentado casi exclusivamente en el reggae. A pesar de ello, uno sigue yendo, quizás porque hay costumbres que se mantienen más allá de los hechos irrefutables que nos demandan un cambio. A decir verdad, puedo decir que esta noche no me dejé llevar únicamente por mi criterio personal y dejé de lado detalles que a menudo suelen irritarme. Mientras redacto este breve posteo, recuerdo que hace instantes escuché el peor rock nacional de mi vida sintonizando al azar una radio FM, pero no me importa. Puedo soportar música mediocre en la medida que se note que la banda en cuestión le pone pilas pese a su escaso talento.
Por otra parte, cuando me retiré del local donde fuimos a tomar algo, varios amigos me incentivaron a ir al boliche, pero rechacé el convite, y lo voy a seguir haciendo hasta que vuelva a tener ganas de zambullirme en una marea humana de pendejos/as que ya no me representan generacionalmente, más allá de que tienen sus inquietudes y su manera de pensar absolutamente respetables. Desde hace tiempo estoy retirado de "las pistas" y busco otras alternativas de distensión, como ver una película, aunque sea meramente pasatista. 

Creo que me voy a dormir escuchando a Joss Stone para desintoxicarme de tanta música mediocre. O quizás algo de Bob Dylan. Consulté el sitio web AccuWeather y según parece nos depara un domingo nublado y lluvioso. Veremos qué acontece. Mientras en las calles siguen desfilando el rumor de los autos con el stereo al mango y hay un grupos de "chicos malos" que presumen demasiada testosterona, yo me voy a descansar. Hasta pronto, amigos!

24 de julio de 2010

Cuándo saldremos de la burbuja?

Sin prisa pero sin pausa, se va instalando en el país la sugestiva sensación de que todo marcha bien. La famosa "buena onda" que impulsa el kirchnerismo comenzó con los festejos del Bicentenario y se extendió durante el Mundial de Sudáfrica, hasta que los se encargaron de aguar la fiesta con la goleada que ya todos conocemos. Es cierto que se registra un mayor consumo, pero aunque resulte obvio decirlo, sólo pueden consumir quienes tienen recursos para hacerlo. Y además, esa franja de la población gasta buena parte de sus ingresos para poder acceder a bienes que le brinden satisfacción y evitar que el dinero se siga devaluando por la inflación: desde un televisor LCD hasta una modesta cámara digital, la gente que tiene un excedente monetario busca volcarlo en algo tangible, porque sabe que en un corto plazo no podrá aspirar a darse los gustos sencillos de la clase media. 

Aunque falta más de un año para las elecciones, los tiempos se aceleran y el Gobierno trata de obtener un rédito político de cualquier acontecimiento social que pueda generar una movilización. Honestamente, creo que al oficialismo le importa muy poco el matrimonio igualitario (o matrimonio gay). Más que un paso hacia la equidad, se manipuló el tratamiento de la Ley de un modo muy hábil para seducir a grupos que defienden esas causas. Atención: no estoy emitiendo juicio de valor alguno sobre la susodicha Ley, simplemente estoy diciendo que no resulta casual que se haya fogoneado su puesta en vigencia en un año preelectoral. Es muy probable que los gays y lesbianas que discrepaban seriamente con la gestión K ahora revean su actitud y les den un voto de confianza. Y aunque de trate de una minoría, todo suma al momento de ganarse el apoyo electoral de distintos movimientos sociales que fueron históricamente marginados. Será cuestión de analizar los hechos, de saber leer entre líneas, y de pensar muy bien que se esconde detrás de cada acción de gobierno. Porque de esta no se salva nadie: la oposición ha mostrado una incapacidad sorprendente para erigirse como una alternativa ante los ciudadanos y está siendo funcional al proyecto electoral de los K. Perdieron el tiempo en detalles intrascendentes mientras desde la Rosada lanzaron una batería de anuncios, muchos de ellos demagógicos y oportunistas, pero que fueron concretos y eficaces para llegar a la gente. En cambio, el discurso de la oposición no se entiende, es ambiguo, tremendamente endeble y carente de sustento. Existen sobrados motivos para criticar a este gobierno y complicarlo seriamente ante la Justicia, pero la oposición no se ha percatado y sigue encerrada en su propia burbuja. Del mismo modo en que ahora asistimos a una "burbuja del consumo", que tarde o temprano va a explotar. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

22 de julio de 2010

Por qué vale la pena tener un blog

Bueno, pasó el Día del Amigo y todos tuvimos un buen pretexto para reunirnos con nuestras amistades. Sinceramente, todavía sigo renegando de esa fecha, como así también de las personas que se atribuyen un vínculo de amistad con terceros que no llega ni remotamente a serlo, apenas se trata de una afinidad o simpatía.
Este fin de semana promete nuevamente lluvia. Más allá del desalentador pronóstico, no tengo por el momento muchas ganas de salir el sábado, así que buscaremos un "Plan B" para rescatar del olvido viejas películas, libros y discos. Uno siempre va postergando actividades placenteras en función de lo más inmediato o perentorio, pero es necesario guardarse un espacio. Yo siempre incentivo a personas con talento para escribir a que se armen su propio blog, y que vuelquen en él todo lo que deseen, con total libertad, y sin temor a ser juzgados. Los blogs nos brindar la oportunidad de contar con un espacio propio, y nuestra inspiración va fluctuando: podemos escribir un texto brillante un día, y a la semana siguiente una mera crónica sin grandes pretensiones.

Sea como fuere (y he aquí lo importante), creo que el sólo hecho de buscar caminos para expresarse, ya sea mediante un blog o por cualquier otra vía, merece ser rescatado, sobre todo en tiempos en que nadie se anima a decir lo que verdaderamente piensa y estamos rodeados de falsedad e hipocresía. Aunque más no sea por un momento, dediquemos un espacio virtual a vivir como siempre soñamos, libres de todo condicionamiento. El mundo es nuestro, o al menos debería serlo.

19 de julio de 2010

Lunes con lluvia...


El frío del fin de semana (que continúa en menor medida hoy) trajo sus secuelas en este redactor. Tengo la garganta hecha un "rallador", me cuesta mucho hablar y tengo que tomar antibióticos para paliar una posible sinusitis o alguna peste similar. En fin, me encuentro hecho una verdadera piltrafa, y tardíamente me pongo a pensar en la conveniencia de haberme mantenido recluido durante todo el finde, aunque sea aburridísimo, en lugar de estar pasando por este mal trago ahora. Obviamente todo parece indicar que no es nada grave y que pronto me voy a recuperar, pero no es la mejor manera de empezar la semana.
Voy a dejar de fumar por un tiempo, y quizás logre que sea para siempre, con un poco de voluntad. Al menos hasta que se me pase la tos y este malestar que me tiene en una situación poco gratificante.

También voy a considerar seriamente la posibilidad de ir al bar o al boliche cuando el frío aprieta: obviamente, no quiero quedarme encerrado en mi casa todo el invierno, pero hasta que pase esta ola de frío polar no queda otra alternativa que leer un buen libro, hojear una revista o boludear con la compu en los escasos ratos libres que uno tiene.

Pese a todo, a que hoy no puedo rendir al 100%, tengo que seguir trabajando. Espero poder ir recuperándome durante el resto del día para tener un martes tranquilo y dedicarme a mi tareas con normalidad.

Me tengo que ir, pero volveré en unos días, quizás, a vapulear este vetusto teclado para contarles algunos secretos de la plenitud (?????). Creo que debe ser el secreto peor guardado y además, el peor interpretado de todos, no?

Un saludo, amigos, y nos vemos pronto, cuando la salud me lo permita.
Disco recomendado del día: Sui Generis, "Adiós Sui Generis" -Parte 1 (1975, edición remasterizada 2010).

15 de julio de 2010

Primer post redactado en una notebook!!!!!! (gran hazaña)


Jueves gélido y con ganas de irse a la cama temprano, "sepultado" de mantas y frazadas. Este es el primer post que escribo desde una notebook, lo cual representa una experiencia nueva para mí. Las teclas, naturalmente, son más sensibles al tacto y están más cerca entre sí, lo cual hace que uno deba volver a las antiguas lecciones de mecanografía de la escuela secundaria para poder redactar sin mirar el teclado.

Luego me extenderé en detalle sobre el tema de la notebook, pero lo que me interesa rescatar es que estoy usando el sistema operativo más reciente de Microsoft, Windows 7, y me resulta decididamente incómodo. Tiene un montón de boludeces sin sentido, y las cosas realmente importantes que tenía el noble Windows XP, que lo hicieron tan exitoso, están desdibujadas en esta nueva versión. No me gusta que me impongan un nuevo Windows, y que los capos de Microsoft haya decidido declarar obsoletas a las versiones anteriores. Entiendo que el objetivo que una compañía que diseña programas es ir actualizando el software y no quedarse estancada en un mismo producto. Pero, a pesar de que se trata de una cuestión estrictamente comercial, no me termina de convencer el cambio.


Tema dos: uno de los hábitos de aseo personal que más detesto es el de afeitarme. Me resulta fastidioso y trato de evitarlo lo más que puedo, aunque es obvio que un rostro afeitado presenta aspecto más prolijo que una cara barbuda. Casi todas las personas con las que he hablado del tema me confesaron que sólo lo hacen para verse más prolijos o porque el vello facial ya comienza a aparece encanecido, al igual que el cabello. Si te afeitás apurado, no es extraño que se produzcan pequeños cortes involuntarios con la Gilette. Cuando me miro al espejo del baño, remojo los utensilios y me dispongo a aplicarme la crema de afeitar, he pensado en lo peor que lo pasan las mujeres, que tienen muchas más partes de su cuerpo susceptibles de ser depiladas o afeitadas. En este aspecto, ser hombre es un punto a favor.


Tema tres: Hace unas semanas, me puse a imprimir en un negocio de Kodak varias fotos que había guardado en mi cámara digital. Las fotos, en general, capturan un instante que hemos querido preservar. Las fotos son implacables: Ahí ves los colores, los peinados, la ropa, todo lo que constituye la imagen en sí no hace más que delatar el transcurso de los años. Uno las vez e inevitablemente comienza a pensar: "Mirá Fulano, qué joven estaba!", "Fijate el peinado batido de Carmen", o quizás "Mirá Mengano, fue el último cumple que festejó con nosotros antes de morir".

Mirar fotos viejas es un ataque directo a la nostalgia, y un buen motivo para darnos cuenta de que no estaremos aquí por siempre. Por lo tanto, no les aconsejo dedicarse a ese pasatiempo un domingo a la tarde. Quizás, sea mejor buscar fotos recientes, de modo que la decadencia y el deterioro de lo años no se note tanto. Pero creo que, también, hay que intentar envejecer con dignidad. No depende únicamente de nosotros, pero preservar nuestra capacidad cognitiva es un paso primordial. Punto final.

Disco recomendado del día: Bruce Springsteen, "Magic" (2007, Sony Music)

12 de julio de 2010

El día después del Mundial

Lunes extremadamente frío en la ciudad. Todavía continúan circulando los comentarios de la final de la Copa del Mundo, de esta España que obtuvo el trofeo siendo el equipo que se coronó campeón con menor cantidad de goles convertidos. Deseaba fervientemente que ganara Holanda, en principio porque anteriormente había perdido dos finales (en Alemania '74 y en Argentina '78), y porque sinceramente no me simpatiza mucho España. Podría explicar los motivos de esa poca afinidad, pero me limitaré a decir que se mostraron arrogantes durante todo el torneo y además ya llegaron a Sudáfrica con "chapa" de favoritos. Dentro del campo de juego, fue un equipo mezquino y que mostró serias limitaciones, sobre todo en el primer partido que perdió con la modesta Suiza. Pero, nobleza obliga, fueron de menor a mayor y en la final mostraron una calidad notable. En rigor de verdad, la final fue un partido de ida y vuelta, y aunque apenas hubo un gol en tiempo suplementario, holandeses y españoles mostraron pinceladas de buen fútbol.

Nosotros (es decir, nuestra Selección) podríamos haber estado el 11 de julio disputando la batalla final por la Copa, ¿pero para qué seguir lamentándonos? Ya se ha dicho demasiado sobre los motivos que llevaron al equipo nacional a sucumbir de un modo humillante ante Alemania en cuartos de final. Lo sorprendente es que, a pesar del fracaso, el Gobierno se las arregló para obtener un rédito político importante de la mediocre performance de nuestro equipo, y quizás había en el sentir popular tantas ganas de festejar por algo que cuando el equipo volvió a Ezeiza no fue recibido a botellazos como hubiera merecido.

Quedarán para el recuerdo los periodistas deportivos "panqueques", el pulpo que vaticinaba con sorpresiva precisión los resultados de los partidos, las vuvuzelas, el frío de Sudáfrica, el gol de Tévez en offside, la sequía de Messi para convertir aunque sea un gol, y la imagen de Maradona gesticulando como un desquiciado cuando el equipo hacía agua por todos lados. Es cierto que Maradona hizo un papel más digno de lo que yo pensaba. Al menos, no cometió ningún exabrupto e intentó asumir el rol de entrenador a pesar de que todavía le falta mucho para lograrlo. Pero lamentablemente, no se puede vivir de buenas intenciones o de expresiones de deseos.

Quizás el fútbol, y el modo en que pasamos de la euforia a la angustia, sea un espejo de nuestra sociedad. Para decirlo de otro modo: hoy sos un héroe, mañana te crucifican. Así somos los argentinos, aunque nos cueste aceptarlo. No sería tan malo, si al menos no pusiéramos en un pedestal de la gloria suprema a personas que son tan inestables emocionalmente como el país mismo.


El fútbol es, sin lugar a dudas, un deporte bello y apasionante. Detrás de cada tiro al arco rival hay millones de dólares en juego, marcas de ropa deportiva que buscan desarrollar insólitas estrategias de marketing, y partidos que se parece cada vez más a un videojuego de Playstation (o viceversa).

5 de julio de 2010

El paso del tiempo y la búsqueda de la madurez


Siempre me interesó indagar sobre el paso del tiempo, pero no desde una perspectiva científica, que ignoro por completo, sino teniendo en cuenta el modo en que vivimos ese transcurrir, ese río que fluye hacia la inevitable finitud. Siempre es una ejercicio interesante observar fotografías, ya sean propias o de personas conocidas, de hace algunos años. Se dan casos en los cuales el paso del tiempo ha favorecido al sujeto fotografiado, que ha adoptado un nuevo peinado o un modo de vestir más elegante. Pero en la mayoría de las comparaciones, el envejecimiento natural de la especie humana queda retratado con crudeza por la lente de la cámara. Rostros ojerosos, canas incipientes, dientes manchados por el cigarrillo, y la piel erosionada por años de fiestas y excesos. Aunque en este último caso, el trabajo, el estrés y las horas sin dormir también hacen estragos en nuestra apariencia física.

Hace unos días, viajé con un remisero hacia Empalme Lobos. Cuando el trayecto demanda varios minutos, me gusta conversar con el chofer para que no se haga tan tedioso. El viaje de ida se nos hizo largo y debimos sortear una sucesión de calles con abundancia de barro y pozos. Sin embargo, el viaje de regreso pareció muchos más cortos. Le comenté sobre esta percepción al remisero y coincidió conmigo: "No sé por qué, seguramente debe haber alguna explicación científica, tampoco sé si es algo psicológico, pero a mí me pasa lo mismo.Siempre el viaje de vuelta me resulta mucho más corto".

Son las 23:44 del lunes y mañana debo levantarme temprano. Pero antes, como ya es habitual en este blog, les dejo un par de recomendaciones: Cine: "Los crímenes de Oxford", dirigida por Alex de la Iglesia y basada en una novela del argentino Guillermo Martínez. (AVH, 2008).

Música: "Le cose che vivi". Uno de mis clásicos preferidos, la italiana Laura Pausini interpretando temas de su idioma natal, con una cuidadaproducción que incluye sus canciones más logradas dentro de su vasta trayectoria. Volví a comprar este disco hace unos días porque el anterior se me había perdido. Altamente recomendable. (Editado por Warner Music Italia, 1996).

3 de julio de 2010

Cuando nos quieren explicar lo que es obvio...

Quienes son asiduos lectores de este blog saben que el fútbol no está dentro de los tópicos que aquí se abordan. Sin embargo, la omniprescencia del Mundial en nuestras vidas ha hecho que me se sienta tentado de volcar algunas reflexiones conforme se iba desarrollando el torneo.
Hoy, la Selección quedó eliminada de la Copa del Mundo, por un categórico 4 a 0 contra Alemania. El partido se disputó por los cuartos de final, y desde hace 20 años el equipo nacional no logra avanzar más allá de esta instancia.

Como suele suceder, en los días sucesivos los periodistas deportivos, los opinólogos, y toda persona que haya visto el partido y que tenga acceso a un micrófono y a una cámara nos intentarán explicar los motivos del fracaso.

La derrota es huérfana. Mientras los resultados acompañaron, las críticas fueron tibias o condescendientes. Ahora, con los hechos consumados, es terreno fértil para que los inútiles que viajaron a Sudáfrica camuflados de periodistas saquen todo el veneno que tenían adentro. El rechazo a Maradona, la confusión de roles, y la sinceridad de que nunca le tuvieron fe al desempeño del plantel.

Me cuesta hilar más fino porque soy periodista, pero el periodismo deportivo tiene una extraordinaria capacidad para ensañarse con los perdedores, hostigarlos, humillarlos y cuestionarlos. Son funcionales al ánimo popular, van hacia donde los lleva el viento, y alguien los ha bautizado "periodistas panqueques". Vale aquí una aclaración: todos tenemos contradicciones, pero cuando uno cambia de opinión en cuestión de semanas y asume una postura diametralmente opuesta para hacerse eco del desencanto nacional, estamos en problemas.

Como todos los partidos que jugó Argentina, lo vi en la tranquilidad de mi casa, sufrí como si estuviera en el estadio y a medida que iban transcurriendo los minutos tomé conciencia de lo irreversible del resultado. No me gusta ir a bares o confiterías a ver este tipo de partidos, prefiero "padecerlos" en familia. Por alguna extraña razón, pasamos de la euforia al desconsuelo en cuestión de minutos. No sé si es un rasgo propio de los argentinos esa volatilidad, pero sin lugar a dudas la "pasión", la "mística" y todas esas boludeces no nos conducen a ningún lado.

Si hay algo que todos - hasta los más fanáticos- pudimos advertir, es que Alemania fue notoriamente superior, no sólo en el marcador sino en el desarrollo del partido. Y que, más allá de las provocaciones que hubo en la previa, el resultado es inobjetable. Quizás, cuando tengamos aspiraciones más modestas, nos sentiremos menos afectados cuando sucede un traspié deportivo. Si hacemos un análisis de todos los partidos de la Selección en el Mundial, hubo algunos momentos interesantes y otros para el olvido. Ahora ya es demasiado tarde para lágrimas. Los jugadores y el cuerpo técnico deberán hacer las valijas, y en ese sencillo acto de regreso sin gloria el país volverá a la normalidad.

2 de julio de 2010

¿Qué pasará después?


Viernes por la noche en la ciudad. Llueve con intermitencias y hay poca gente en la calle. Se aproximan las instancias decisivas del Mundial. Muchos equipos ya están en seminifinales y otros, como Argentina, disputarán los cuartos de final. La pregunta que muchos nos hacemos, es que pasara después del Mundial. Es decir: al poner tantas expectativas en un evento, que tarde o temprano culminará, nos quedará una sensación de vacío. Vivimos un mes pendientes del televisor, del resultado de los partidos, charlando con los remiseros sobre el desempeño del equipo, o conversando con el kiosquero sobre lo endeble que ha mostrado ser la línea defensiva argentina. Cuando termine el Mundial, ese vínculo efímero y oportunista que teníamos con nuestros vecinos va a desaparecer. Porque el fútbol, que se había convertido en tema de conversación hasta en los foros más insólitos, se extinguirá como ritual de socialización. Volveremos a hablar de la inflación, de los hijos de Noble, del INDEC y de la "Embajada Paralela" en Venezuela.


Tema dos: Hoy tuve que hacer un "Back Up" (o copia de seguridad) de algunos archivos en DVD. Me resultó una tarea tediosa. Quería preservar algunas fotos en caso de que ocurra un problema en el disco rígido, pero grabé sin prestar demasiada atención y había muchas fotos repetidas. Tengo montones de DVD de datos, en los cuales he grabado textos extraídos de diarios online que me resultan interesantes, pero que rara vez leo. Sinceramente, me cansa leer en la pantalla, y algunos artículos requieren concentración, sobre todo si están redactados en inglés. Todo lo que puedo decir es que en lo sucesivo me manejaré con un pendrive, o con varios, pero ya no me interesa acumular información que luego no voy a leer. Tengo un archivo fotográfico importante de los últimos cinco años, cuando me compré mi primera cámara digital. Pero hay fotos de gran valor afectivo que no sé dónde carajo están, perdidas en alguna carpeta de "Mis imágenes". Hay una foto que me sacaron junto a Raúl Alfonsín cuando el ex Presidente vino a Lobos, pero no la puedo encontrar por ningún lado. Ojalá pueda recuperarla, me gustaría imprimirla y darle el valor histórico que se merece.

Disco recomendado del día: Joaquín Sabina, "Todos hablan de ti" (Compilado, 2004, Sony Music). El CD recoge, con buen criterio, grabaciones de discos editados entre 1980 y 1984, cuando Sabina todavía no era un borracho drogón y decandente como en la actualidad.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...