Es domingo por la noche, y el tan ansiado "fin de semana" comienza a languidecer. Es necesario, pues, prepararse mentalmente para afrontar los próximos días lo mejor que se pueda. Hace un rato estuve escuchando un disco doble compilatorio de Sting, titulado "25 years", que tal como reza su nombre, resume de un modo bastante equilibrado su trayectoria durante este último cuarto de siglo. Se ha hecho un excelente trabajo de remasterización en todos los tracks que componen el álbum, y de esta manera se puede apreciar un sonido más puro y no tan "aplanado" como en ediciones anteriores. Hay más matices, más texturas. Instrumentos que antes apenas se advertían ahora emergen desde la pista del CD. El packaging es paupérrimo: Para ser sinceros, la discográfica podría haberse esmerado un poco más, pero parece ser que el famoso Digipack (casi un simple sobre de cartón) ha llegado para quedarse y vale la pena "luchar" contra eso.
Lo que está bueno es interactuar con ese objeto, hacerlo funcional a nuestros deseos e intereses, y no al revés. Desde hace tiempo estoy recurriendo al MP3 o al streaming, porque mi presupuesto es limitado y además los discos ya no constituyen una prioridad para mí, a menos que estén a un valor promocional. Es más que obvio decir que resulta más placentero compartir un asado con amigos que encerrarte en tu cuarto un disco de Pink Floyd, por ejemplo. Ojalá todos aprendamos algo, y logremos de esta manera mejorar nuestras relaciones interpersonales. Nos estamos viendo pronto. Punto final.