Cada periodista tiene su estilo para escribir, o lo va encontrando a medida que transita la profesión. Realmente cuesta deshacerse de las muletillas, de esas palabra estilo comodín que siempre quedan bien para cualquier ocasión y que sin darnos cuenta repetimos en cada crónica. Otra cuestión son los eufemismos: cuando se busca una palabra que sustituya a otra cuyo significado nos resulta demasiado chocante y contundente. La experiencia va logrando que un texto fluya naturalmente, que tengamos en la mente lo que pretendemos expresar antes de agarrar el teclado, y de esta manera obtener una crónica sencilla, que reúna la información esencial para el lector, sin ripios, y condensando en unos pocos párrafos todo lo ocurrido. Se pueden agregar datos o detalles que consideremos de interés, pero todo depende de cuánto espacio tengamos disponible o qué tipo de cobertura queramos hacer. Las noticias en la Web deben ser breves, porque la atención del lector es muy dispersa y no es lo mismo que una publicación en papel. A mí también me pasa cuando consulto otros portales, porque yo también tengo que estar informado y al tanto de lo que está pasando.
La pantalla del monitor o del celular agota demasiado la vista como para alargar un texto innecesariamente. Mi sobrino tiene 10 años y la exposición excesiva a la Play (o mejor dicho, a la pantalla del televisor), hizo que tuviera que usar anteojos. Es algo que se va logrando de a poco, pero que no está de más recordar. Punto final.