Lo dije antes y lo sostengo nuevamente. Sabido es que la campaña política ese año se "adelantó" de un modo insospechado. Insospechado para algunos, quizás, pero yo me la veía venir. Este verano, el Intendente Sobrero decidió no tomarse licencia por vacaciones, y esto obligó a los dirigentes de la oposición a intentar tomar la iniciativa política. Hubo, en consecuencia, declaraciones de todo tipo, muchas de las cuales tuvieron algún asidero y otras que eran absolutos disparates, o las chicanas a las que nos tienen acostumbrados. Este verano que dijo adiós fue "caliente" no sólo en términos climáticos, sino porque todos salieron con el cuchillo entre los dientes.
Las pintadas de los millitantes del FPV que rezan "Tacho 2015" no fueron sorpresa para nadie. Es casi un hecho que Sobrero se postulará para un nuevo mandato, por su capacidad de liderazgo y porque no existe otra figura dentro del peronismo local que, al menos por ahora, pueda eclipsarlo. No estoy haciendo una apología de Sobrero, simplemente estoy diciendo que es carismático, sabe cómo ganarse a las masas, ha construido una "fuerza de choque" que lo respalda incondicionalmente, de manera que tiene altas posibilidades de seguir en el sillón de Salgado 40. Por supuesto, como se suele decir, "a seguro se lo llevaron preso", y así como en 2013 el efecto arrastre de Sergio Massa fue decisivo para que el Frente Renovador alcanzara dos bancas en el Concejo Deliberante, puede sucede lo mismo con Macri, quien en este momento lidera todas las encuestas de intención de voto a Presidente.
Por la experiencia (mucha o poca) que tengo, esta campaña será intensa, y ya quedó demostrado cuando se tuvo que aprobar el Presupuesto para este año. Nadie está dispuesto a ceder, a menos que reciba a cambio algún beneficio que el lector sabrá interpretar. Aunque me gane alguna enemistad, creo que la Convención de la UCR perjudicó notablemente al centenario partido, y que una alianza con el PRO es lo peor que pudieron hacer. Más aún teniendo en cuenta que el propio Macri afirmó que su gobierno (en caso de ser elegido), no será de coalición, y que su Vicepresidente no será radical. Cuesta entender qué fue lo que ganó el Radicalismo con la decisión que sus convencionales tomaron. Es probable que me equivoque, y que Ernesto Sanz "le pase el trapo" a Macri. Porque los hechos demuestran que en política, todo es posible. Pero hasta el momento, esa posibilidad parece demasiado lejana. Punto final.
