14 de marzo de 2015

A qué estamos jugando?

Sábado nublado pero plácido en la ciudad. Hace exactamente una semana, compré un celular usado, muy parecido al que todavía utilizo, pero con la intención de "abrir el paraguas" en caso de que dejara de funcionar. Además, tengo algunos amigos de la compañía Claro que podrían llamarme sin cargo. El aparato, en sí mismo, más allá de algún rayón, parece en buen estado. No sé por qué, pero decidí en un primer momento comprar un chip de Movistar prepago, que ofrece un "número free", al que se puede hablar ilimitadamente durante 30 días. Parece que no es tan "free", o que el plan que yo tengo no es compatible con la promoción, bla, bla, blah... todo esto a juzgar por lo que a mí y a una amiga nos dijeron en Atención al Cliente. Y como si todo lo expuesto fuera poco, el chip en cuestión no era nuevo, sino que estaba a nombre de otra persona, a quien se lo habían dado de baja. ¿A qué estamos jugando? ¿A quién creerle, al venezolano telemarketer que me comunica eso o al forro que me vendió el chip? ¿Tan burocrático es todo en este país? Evidentemente, para las compañías les resulta más redituable que la persona tenga un plan con factura que un servicio prepago, y en consecuencia, te cagan de todas las formas posibles. No sé si en otro país "más serio", habrá algún tipo de regulación contra estos abusos. 

En realidad, un teléfono no es nada comparado con las truchadas que se hacen aquí en ARG, como los autos mellizos, los números de motor y/o chasis limados, las tarjetas SUBE truchas, y la lista podría seguir. Si el propósito es cagar al otro, díganlo abiertamente, así ya vamos sabiendo a qué atenernos. Si al final, de una forma u otra, van a lograr su cometido. Hasta que no reciban una carta documento no paran, es así. Buen finde para todos! Punto final.

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