29 de marzo de 2017

Noticias que cayeron como una bomba

En medio de la chatura, de las notas proselitistas en tiempos de campaña, hoy hubo dos noticias que sacudieron a la ciudad como una coctelera: el presunto intento de secuestro de una menor, y la inminente renuncia de las autoridades del Hospital. En ambos casos, si bien la información que se pudo recoger es confusa, alcanza para comprender el grado de desquicio que ha ganado Lobos. La inseguridad a la orden del día, hechos que se multiplican sin cesar, la gente que se pregunta "qué hace la Policía", y una creciente angustia de saber que nadie está exento: cualquiera puede ser víctima de un delito, sobre todo en la vía pública. Y en este contexto donde las redes sociales magnifican todo, y el WhatApp se emplea para difundir y replicar audios que deben ser chequeados varias veces para comprobar su veracidad, podemos afirmar que uno no puede vivir encerrado en su casa, debe hacer su vida normal, y no es posible estar expuesto a que alguien te amenace con un cuchillo, un revólver, y te quite tus pertenencias (tenés suerte si no te golpean o algo peor). Se creyó, erróneamente, que saturar la calle de policías iba a mejorar la calidad de vida de la población, y si bien ha habido acciones que contribuyeron a recuperar la nostalgia de aquel viejo "vigilante de la esquina", quizás los propios efectivos sienten la misma impotencia que los civiles al ver cómo los chorros pasan delante de sus narices. Muchos hacen lo mejor que pueden dentro de la formación que recibieron, especialmente los recién egresados. Pero hay casos inadmisibles: El robo que se produjo en la calle Estrada días atrás, a 80 metros de la Comisaría, fue la gota que colmó el vaso.

Por otra parte, desde siempre se supo que es incompatible para un médico ocupar un cargo en el sector público y simultáneamente en el privado, sólo que nunca nadie hizo nada al respecto, vaya a saber por qué. Ahora, el Director y el Co-Director del Hospital fueron denunciados por tal situación, y el clima que se vive en el nosocomio es de total incertidumbre. No van a renunciar hoy, o mañana, pero en el corto plazo lo harán, es un hecho que será así. No será sencillo buscar sucesores: por supuesto, nadie es imprescindible y hay excelentes profesionales que podrían aceptar esta responsabilidad, lo concreto es que hoy no aparece ninguno dispuesto a hacerlo. Nada es casual: el Sindicato de Salud Pública denunció a los Dres. Panella y Blanco, pero no hizo lo propio con los directores anteriores. Hay muchas mezquindades e intereses en juego, cuando lo importante debería ser la atención a los pacientes y dejar los egos, la vanidad, y el revanchismo para otros foros (planteo utópico). Es evidente que se ha producido un desgaste y que hay personal que ya no responde a los lineamientos de la Dirección. Resulta sumamente injusto generalizar, pero da la sensación de que cada uno hace lo que quiere, como si estuvieran yendo a un club o a un gimnasio. Con la salud no se jode, ya lo sostuve en otro posteo que hice, y es fundamental controlar que los médicos efectivamente cumplan con el horario, para algo eligieron el Hospital, nadie los obliga a trabajar allí si no lo desean, pero no podés salir a "tomarte un recreo". Trabajá las horas que te corresponden, y después hacé tu vida como quieras. No sólo en la medicina, sino en cualquier profesión. Más aún, cuando es el Estado quien desembolsa dinero para pagar a cada profesional, en un intento por sostener un sistema de salud colapsado. Punto final.

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