31 de diciembre de 2022

¡A brindar por un buen comienzo!

 No importa cuándo leas esto, lo escribo el último día del año simplemente porque me salió así. Pienso que, entre otras tantas, en la vida hay que aprender a cultivar dos virtudes clave: Confianza y templanza. La confianza nos va a permitir una mayor seguridad en cada acción que emprendamos respecto a lo que vendrá. La templanza es la capacidad para bancarse momentos o situaciones de mierda, y pese a ello seguir transitando el camino. Hay varios nombres como reisilencia, o duelo, que son propios de la psicología, pero en definita apuntan a lo mismo que prentendo expresar. No todo lo que hagamos nos va a salir bien, pero cuando tenemos que decidir, la clave es la convicción. Estar convencidos de que es la mejor dentro de todas las alternativas posibles. Muchas veces estamos entre la espada y la pared, y no hay margen para pensar, ni tampoco tiempo. Bueno, obviamente eso seguirá pasando, y el resultado puede que no sea el esperado. Pero con un menú tan acotado, no es un motivo valedero para autocastigarse.  

Lo mejor que tiene la vida es que no todo es previsible, ni se puede controlar. Ni los servicios de inteligencia pueden hacerlo cuando salen a la caza de supuestos terroristas. Estamos viviendo una revolución tecnológica vinculada a la inteligencia artificial, a los algoritmos, con datos biométricos que hoy por hoy se utilizan en cualquier celular, con el espionaje en las redes para moderar opiniones por repudiables que sean, con estafas virtuales por transferencias bancarias truchas. En cuanto a los comentarios y opiniones, el hecho de moderarlos o censurarlos choca abiertamente contra la libertad de expresión. Yo no publicaría comentarios racistas o xenófobos, pero lamentablemente hay mucha gente que sí lo hace. Visto desde ese lado, alguien tiene que limitar la escalada de violencia que puede traer consigo consecuencias insospechadas.

 Pero nada de lo que enumeré puede reemplazar las emociones, los recuerdos, la euforia, la alegría, la desazón. Eso es lo que nos hace humanos: La capacidad de sentir, más que la de planificar. Un "emoji" no merece llamarse emoción, es un pequeño símbolo con el cual el usuario de FB reacciona ante un comentario o una publicación. 

Yo escribo aquí con la expectativa de que alguien lea mis notas y sean de su agrado, no me interesa si son 1 o 100, pero también lo hago por placer, intento indagar en lo que nos pasa y las posible causas. Trato de ir documentando las tendencias que han predominado en mi ciudad en los últimos 15 años. Muchas cosas cambiaron y mi intención siempre ha sido ser una suerte de “Radar”, parafraseando al suplemento de Página/12. Registrar lo que va pasando. Por qué hay costumbres que se pierden y otras que cobran inusitada vigencia. Por qué escuchamos determinada música y aceptamos que nos “vendan” eso, aunque sea una bosta. Por qué la dirigencia política se va acomodando en el peor de los sentidos, con nepotismo y puestos inventados. Por qué hay gente que nunca en su vida laburó y que lo único que hizo es ocupar cargos de dudosa utilidad. 

Todos estos interrogantes no tienen una respuesta unívoca, no hay una sola causa. Nuestro pueblo se ha vuelto cada vez más chato, mediocre, venido a menos, pese a que tenemos buenas propuestas culturales y eventos masivos al aire libre. Pero eso es una mínima parte de lo que constituye una gestión de gobierno. A ver si nos damos cuenta de lo que está pasando con el tema de la inseguridad, porque vos podés ser víctima de un delito hoy, y mañana me puede tocar a mí. Dejémonos de joder y de gastar tiempo discutiendo todo este asunto de las cámaras, porque no es un sistema infalible y en el mejor de los casos, es un complemento. La Policía tiene elementos para investigar, allanamientos, y todo eso, pero la Justicia es un desastre. No lo digo precisamente por defender a la “cana”, pero es así. Si el Poder Judicial dispone la liberación de un sujeto con antecedentes graves, como ha venido sucediendo hasta ahora, no hay indicios de que eso vaya a cambiar. ¿Sabés lo que es peor? Que acá todos se rasgan las vestiduras comentando en las redes, pero si vos organizás una marcha de protesta, van a ir 10 personas, con suerte. Tenemos que movilizarnos, de manera pacífica, por supuesto, porque de lo contrario todo seguirá igual. Nos estaremos viendo pronto, con un capítulo renovado. Punto final.  




  

30 de diciembre de 2022

Fin de año...

 Ah, fin de año... Tiempo propicio que mucha gente destina a delinear proyectos, deseos, y buenos augurios. Es decir, lo mismo que hemos hecho en los fines de año anteriores. No es conveniente, desde mi modo de ver, plantearse una y otra vez esas metas a nivel personal que -por modestas que sean- no tienen que ver necesariamente con el inicio de un nuevo ciclo. "No fumo más, voy a adelgazar, voy a formar una pareja", etcétera. Todo eso puede suceder (o no) en cualquier instancia del 2023. Claro que todos vemos al comienzo de un año como un nuevo capítulo y con expectativas renovadas, no importa qué pase después.

Si vos decís: "A partir del 1° de enero voy a dejar de hacer esto o lo otro", y no lo lográs, ya arrancás en desventaja, porque te va a provocar una inevitable frustración. 

Esto no significa que sea suficiente con no hacer nada y haya que dejar que las cosas se vayan dando solas. Todos tenemos un grado de injerencia en buena parte de nuestro destino. Si dependiera solamente de nosotros, el enfoque sería distinto, pero sabemos que hay que negociar, consensuar, ceder, y cultivar las relaciones públicas. Si el país entra en una crisis más profunda, por más pilas que le pongas, no será el momento más adecuado para que te vaya bien. Si la coyuntura vislumbra alguna mejoría, lo que quieras emprender será más fácil, en principio porque la gente tendrá más guita en el bolsillo para gastar en bienes o servicios. 

No quiero ser malinterpretado y que crean que todo se reduce a una cuestión monetaria. No es así, porque depende de lo que busques. Tiene una gran influencia el factor emocional. No siempre podemos reaccionar de un modo cortés y amable, porque tenemos la cabeza que nos va dando manija a mil, y respondemos como podemos. Explotamos de bronca, de decepción y de dolor, y quizás terminamos haciéndolo con una persona que no tuvo nada que ver con lo que nos pasó. Nos volvemos crueles sin pretender serlo, porque sentimos que algo nos sobrepasa y que nos empuja descargar ese malestar, no importa con quién. 

La verdad es que no tengo nada pensado, nada planeado más allá del laburo, y lo único que podría decir es que espero mejorar a todo nivel. De ese modo, el responsable de conseguirlo o no seré solamente yo, y nada tiene que ver la situación del país, o cualquier hecho que exceda mi capacidad de controlarlo. Qué sé yo, recuerdo que a fines de 2019 pensamos que el año siguiente nos depararía un "cambio de aire" porque había asumido un nuevo gobierno, pero la profunda mediocridad e inmoralidad con la que se manejaron, sumado a la pandemia, nos dejaron hechos trizas. Fue muy duro recuperarse, pero los que hoy estamos vivos para contarlo lo logramos. En poco menos de dos años, comenzamos a transitar lo que se conoce como la "nueva normalidad", y es absolutamente válido llamarlo de esa manera, porque muchos hábitos cambiaron para siempre incluso después de haber atravesado la ola más difícil de ese puto virus. La virtualidad se impuso porque no había otra forma de comunicarse, la forma de enseñar siguió el mismo camino, y esos niños cuando crezcan ya tendrán incorporado un escenario diferente al contexto aúlico y presencial que nosotros supimos conocer. Fue demoledor, sobre todo, el no poder trabajar o tener límites muy acotados. Pero, por otra parte, fue un fenómeno de impacto global, único en la historia.

A mí me "salvó" el hecho de ser periodista y de que mi profesión sea considerada un servicio esencial. Pero podría haberme pasado lo mismo que a cualquier otro. Pese a que zafé de bajar la persiana, económicamente laburé casi para lo básico, recién en 2021 empezó a repuntar un poco. Quiero aclararles que no es mi intención referirme a pormenorizadamente a lo que pasó hace dos años. No en este posteo. 

Lo que pretendo expresar, es que los objetivos modestos, pueden volverse más ambiciosos si vos notás que algo dentro tuyo da para explotar una determinada veta. En líneas generales, no se trata de ser conformista, sino de pensar qué es lo que querés y cómo lo podés conseguir. Todo lo demás vendrá por añadidura. Sigo creyendo que el trabajo bien hecho merece ser recompensado como corresponde. Nos estamos viendo en 2023. Gracias a todos. Punto final.  


29 de diciembre de 2022

Pelé, el Rey indiscutido (o el primero de ellos)

 Una enorme tristeza para el mundo del fútbol, la muerte de Pelé. Por más que exista una estúpida rivalidad que suele llevarnos a sacar lo peor de nosotros mismos, nadie puede negar su trayectoria y su legado. No caigamos en comparaciones que no llevan a ninguna parte. Fue uno de los mejores futbolistas de la historia, en una época donde el ritmo de juego no era tan vertiginoso, pero donde los que estaban en la cancha se corrían todo. Casi, de punta a punta. Por supuesto que cada uno tenía asignada su posición: defensor, delantero, mediocampista, volante. Pero la capacidad de los equipos de antaño por salir en busca de un rápido recupero del balón es llamativa. 

A Pelé le tocó ser ídolo en una era en la cual el fútbol no era televisado, no abundaban las repeticiones de los goles, la mayoría de las transmisiones eran en blanco y negro. Y quizás su mejor Mundial, haya sido México 1970, rodeado de un plantel notable y de un preciosismo único por la pelota: El "jogo bonito". Ese mismo día que se coronó Campeón por tercera vez, se convirtió en leyenda. Su trayectoria transcurrió en el Santos, un club de mediana categoría de Brasil que él llevó hasta lo más alto. Muchos años después, antes de retirarse, hizo un breve paso por EE.UU. en el Cosmos de New York, un club que ya no existe más, como tampoco existe la liga que se había conformado en aquel entonces. Con el tiempo se volvió arrogante en algunas declaraciones públicas, al igual que nuestro D10S.

La vida privada de Pelé fue menos turbulenta respecto a otros cracks del fútbol, y digo esto haciendo un esfuerzo por evitar todo tipo de comparación. Seguramente habrá tenido algunos excesos, mujeres no le faltaron, eso sí. Otro mito que es imposible de probar, es que el debut sexual de Pelé haya sido con un muchacho gay, pero es meramente anecdótico y carece de toda relevancia.

Se retiró de su selección a los 30 años. Fue muy inteligente para hacer valer su influencia al alinearse con la FIFA y seguir facturando una vez que se retiró de la competencia, pese a que eso le trajo consigo detractores por defender intereses corporativos y no los de los propios futbolistas o selecciones. Se convirtió en un hombre de negocios, y no le fue nada mal. Probablemente, antes que Edson Arantes Do Nascimento haya habido otros jugadores brasileños de buen nivel, pero él se elevó por encima de todos. Nuevamente me esfuerzo por evitar mencionar a Maradona o a Messi, porque no es el tema del cual trata esta nota. 

Ninguno de los futbolistas actuales, en actividad, tuvieron el privilegio de verlo jugar, por una cuestión cronológica. Pero la trayectoria no se discute, aunque también es un hecho real que por aquellos años no existía el antidoping en los partidos profesionales. El único Mundial que le fue esquivo fue Inglaterra 1966, que fue alevosamente favorable a los británicos en todo sentido y en el que "O Rei" no pudo mostrar su mejor versión por encontrarse lesionado. Esa Copa del Mundo fue vergonzosa, pero nadie lo dice, quizás porque los europeos se cubren mutuamente de todas las tramoyas que se han mandado alentados por su vocación supremacista. No seamos mezquinos: Gloria al Rey Pelé, la primera estrella del fútbol sudamericano que doblegó a las incipientes potencias europeas. Punto final.  

26 de diciembre de 2022

Viejos

Todo llega en esta vida, dicen. Más que tener miedo a envejecer, tengo miedo a sentirme viejo. Quizás una cosa esté ligada a la otra, aunque no es excluyente. Hoy por hoy, mi apariencia física denota que ya no soy un "nene", por algunos detalles evidentes: Tengo canas, un diente parcialmente manchado por el café, el mate, y el tabaco, y mi voz tiene alguna ronquera ocasionalmente debido a esto último. Ya dije que si las canas avanzan aceleradamente, no tendría ningún problema en teñirme el pelo, me importa muy poco lo que digan. Conozco una persona más joven que yo que terminó con el cabello completamente blanco, y como se cansó de tener que explicar boludeces, se lo tiñó y fin del problema. Probablemente sea algo vinculado con la genética y no más que eso.

En cuanto al diente, hay que reemplazar la funda por otra nueva y todo ello es bastante costoso porque el material más durable que se utiliza es la porcelana, obviamente que estamos hablando de un tratamiento estético y odontológico. Si voy a invertir una suma considerable en eso, tiene que ser un dentista conocido. Veremos, en algún momento habrá que decidir eso también. De lo contrario, llegará un punto en que me dará vergüenza sonreír y terminaré posando en cualquier foto con una media sonrisa al estilo de La Gioconda. 

Hoy, lunes 26, tenía muchas ganas de escribir un nuevo posteo, pero realmente no se me ocurría cómo encararlo ni qué decir. Hacer un compendio de todo un año es algo que (esta vez) no está en mis planes. Básicamente, porque enunciar lo que hice o dejé de hacer, imagino que será tremendamente aburrido para el lector promedio.

Hay que estar informado incluso de algunas cuestiones que no son relevantes, o sí. Recuerdo el siguiente diálogo con mi vieja: 

"Che, viste que se murió Pinky, qué lástima..."

Respuesta: "Eso fue hace dos días". 

Es decir, que pasaron dos días en los cuales no registré nada al respecto. Me pareció raro y me motivó a ver un poco más de televisión, sobre todo los canales de noticias. 

Siempre he creído que lo más complicado para adaptarse ha sido siempre la transición entre un año y otro, que coincide con el verano, el calor y ese espíritu bucólico que distingue la hora de la siesta estival. Ya para febrero/marzo todo vuelve a la normalidad y uno se pone las pilas de nuevo, en parte porque no queda otra alternativa que seguirla remando. Ojalá que no falte el trabajo, todos lo necesitamos.

Tema dos: A menudo escuchamos decir: "Hay que ponerse en el lugar del otro". Nos da la impresión de ser una frase noble y llena de buenas intenciones ¿verdad? Bueno, parece que ahora a eso lo llaman “empatía”, no sé desde cuándo. Lo cierto es para cualquier persona resulta muy difícil aproximarse a algo semejante. En principio, porque en muchos casos no conocemos el contexto en que vive Fulano, y si lo conociéramos probablemente nosotros actuaríamos de otra forma. 

Podemos solidarizarnos con alguien que está pasando por un mal momento, pero... ¿ponernos en el lugar? El único modo que tendríamos sería pasar por una situación igual a la de nuestro amigo. Por ejemplo, que si a Fulano se le inundó la casa por la lluvia, a nosotros nos suceda lo mismo. Eso de "ponerse en el lugar" suena muy loable, pero me parece un poco retorcido. Para cada acción que realiza un sujeto públicamente,  podemos analizar una conducta desde el punto de vista moral, no legal. Eso sí es posible, y de hecho la mayoría de nosotros lo hacemos casi sin darnos cuenta: justificamos el proceder de alguien por su desamparo, o lo rechazamos porque nos resulta contrario con nuestra forma de pensar. Llamalos principios, si querés. Por eso me parece muy difícil ponerse "en la piel" del otro. 

Cuando el familiar de un amigo muere, vamos al velorio y nos mostramos afligidos porque realmente nos provoca tristeza lo que él está atravesando, pero nada sabemos de su vacío y angustia hasta que alguna vez nos toca a nosotros. No podemos sentir lo mismo que la persona que sufrió la pérdida, eso es lo que trato de expresar. Quizás por eso siempre desconfié de los que dicen "solidarizarse" con tanta liviandad, como si fuera tan fácil. Desde luego que existe la posibilidad de intentar un acercamiento para pensar desde otro punto de vista, un abordaje diferente de las desgracias ajenas. Pero no hay lugar que valga. No me convence la idea en absoluto y creo que debemos sincerarnos. El único que sufre es uno mismo. Los demás acompañan, contienen emocionalmente, te bancan, y es válido porque hacen lo mejor que está a su alcance. Lo demás, hay que saberlo sobrellevar (o afrontar) en soledad. Punto final.

23 de diciembre de 2022

Gracias por el camino que hemos compartido

Viernes 23. Si me pongo a recapitular, algo que me ha costado mucho durante este año, es escribir aquí, en este blog, evitando ser redundante o cayendo en la repetición innecesaria. Pero lo que quizás provoque esa impresión al ocasional lector, se debe a que desde que empecé con este vicio de escribir mis columnas, el país no ha avanzado de un modo significativo. Por ese motivo, si yo por ejemplo tomara al azar un posteo que hice en 2012, parecería estar redactado hoy, con detalles muy sutiles. Es frustrante comprobar cómo tropezamos con la misma piedra, casi hasta el infinito. Y cómo les seguimos creyendo a los mismos tipos que nos mienten en la cara, alevosamente. Todo eso hace que cueste separar tus logros personales de lo que se vive a nivel macro, porque inevitablemente te condiciona. Lo más loco es que cuando nos da la sensación de estarnos hundiendo de forma definitiva, siempre salimos a flote, aunque más no sea por unos años. 

Bueno, eso sí es válido para la vida de cada uno de nosotros: Resurgir, renacer, reciclarnos. Podemos estar extremadamente dolidos porque algo no nos salió bien, pero siempre hay una pirueta del destino o una vuelta de tuerca que nos otorga otra chance. Lo puedo afirmar porque me ha pasado, lo he vivenciado. Y no estoy hablando sólo de guita, sino de metas que uno se va proponiendo. Hoy por hoy, lo único que tengo en el horizonte es terminar de escribir y publicar mi segundo libro, que no dudo que será mejor que el anterior, más allá de la recepción que obtenga de los lectores. Va a ser mejor, porque empleé otros recursos para la narrativa, los relatos son más largos, la mirada es distinta… En fin, cuando sea el momento, ustedes mismos lo sabrán juzgar.

Otro objetivo que siempre tengo en mente aunque no estemos llegando a fin de año, es poner en valor y consolidar mi diario digital. Hace 5 años que vengo apostando a esto, ya he relatado varias veces cómo fueron los comienzos, de manera que podré mi vista en lo que puede ocurrir. El diario, ocupa en la actualidad una posición consolidada dentro de los medios de Lobos. Pero eso hay que cultivarlo día a día. Nada es gratis, nada es fácil. No me gusta “sacar chapa” de lo que hago, tengo un bajo perfil porque yo elijo mostrarme así y rara vez asumo un protagonismo, porque no soy yo la persona que se convierte en noticia. Tampoco se trata de falsa modestia. Sé que soy bueno y profesional en mi trabajo, y punto. No es necesario agregar más, el resto lo dirán quienes me lean y me vean por la televisión. También sé que no me llevo bien con el verano, pero es una percepción casi anecdótica para quien me esté leyendo, dado el calor no tiene nada que ver con eso. Es una época donde me siento mal anímicamente, no puedo precisar por qué, pero ojalá que en los primeros meses de 2023 eso no ocurra, vamos a ver si las experiencias desagradables me ayudan a darles una gambeta. 

Lo que yo quiero, y creo que es lo que quiere la mayoría, es tener la sensación de que hemos mejorado en algún aspecto de la vida, que aprendimos algo nuevo, que emprendimos un camino desconocido y pese a ello nos fue bien... 

La verdad, no sé si es importante hurgar en la memoria algún hecho destacado (desde lo personal), de este año que se va. Puede servirte para equilibrar la balanza, y comprender que el tiempo transcurrió no sólo con meras nimiedades y compromisos laborales, sino que hubo lugar para mucho más. Pero hacer un racconto exhaustivo no estoy convencido de que sea útil, por eso no le doy mayor relevancia. Aquellas cosas que fueron significativas, por el motivo que fuere, las recordás enseguida, sin tener que recurrir a un anuario. Están ahí, y también es posible que tengas un deja vu: Es decir, que algo que vayas a vivenciar más adelante te permita pensar: “Ah, esto me hace acordar a…”. 

La posibilidad de conocer gente que realmente vale la pena, que es "buena madera", es un rasgo particular de esta profesión. Porque si uno asumió el compromiso de informar con veracidad, esa aspiración tendría poco sustento si no le damos un correlato cuando termina la jornada laboral. El hecho de mentir, termina trayendo muchas más consecuencias que decir las cosas como son. Probablemente ser consecuente con una manera de trabajar no te traiga un gran impacto, pero te podés quedar tranquilo de que no le fallaste a tu gente ni a tus seres queridos. Y este camino que está próximo a concluir, lo recorrimos juntos. 

Nos quedan 8 días, y 2023 asoma como un nuevo desafío. No desperdiciemos el tiempo que nos queda, hagamos un esfuerzo para comenzar el año con una perspectiva diferente. Hacia allí vamos. A iniciar un nuevo ciclo, en las buenas y en las malas, porque todo pertenece a nuestra historia, y además todo está por verse. Nos estamos viendo pronto, el año que viene o unos días antes. Punto final. 





 

20 de diciembre de 2022

Pidiendo pista

 Martes 20. Fue sumamente acertada la decisión de la AFA de desestimar todo ofrecimiento para que los Campeones del Mundo festejen el título en la Casa Rosada. De esa manera, ningún gobernante de turno podrá sacar rédito político alguno colgándose de las medallas de quienes fueron los verdaderos protagonistas. Sin embargo, ese balcón de la Casa de Gobierno tiene un significado especial, y si el Presidente o quien fuera se limitara a saludarlos y dejar que el plantel comparta la conquista con la gente en Plaza de Mayo, no hubiera estado mal. De hecho, años atrás se cedió insólitamente el uso de ese patrimonio nacional a Madonna cuando llegó al país a filmar la película Evita. Dicho sea de paso, Madonna es pésima actriz, y como cantante nunca se destacó demasiado, excepto a mediados de los ’80. La cuestión es que hoy escuché a algún que otro periodista que defenestró a los jugadores por no haber aceptado el convite de los K. Métanse la lengua donde mejor les quepa y cállense. 

Hubo desbordes que se podrían haber evitado, tanto aquí en Lobos el mismo domingo, como en CABA y en otros grandes conglomerados urbanos. Vos podés tomarte una cerveza, dos, o tres…pero yo no lo haría en la vía pública, y si uno considera que ya se excedió o ha bebido lo suficiente, no ingresaría a ningún comercio para perturbar o fastidiar a quienes están adentro. No lo sé, yo prefiero quedarme durmiendo y bancármela sin joder a nadie. El recorrido de la “Scaloneta” no pudo llegar al Obelisco, porque había millones de personas y se volvió un descontrol. Claro que, si la Policía reprime procurando mantener el orden, no faltarán quienes digan que “están reprimiendo la alegría de la gente”. No hubo otra alternativa que recurrir a esto último, por la estrechez mental de algunos sujetos que dicen ser hinchas. 

Tema 2: Nunca es conveniente vivir exigiéndote en base a lo hipotético, a lo que “podría ser”. Hace tiempo que trato de incorporar esa forma de pensar en mis actos, porque si han leído otras notas mías, yo advertí del “peligro” (si quieren llamarlo así) de proyectar demasiado, por más que tengas elementos que le den sustento a ese plan que pretendés para tu vida. En la última cobertura que hice de la multitud celebrando la gran Final en la Plaza 1810, comprendí que yo era testigo privilegiado de un hecho histórico al igual que todos lo que estuvieron allí. Por esa razón hice menos fotos, menos contenido multimedia, y me sumé por unos minutos a esa euforia colectiva, con mesura, pero entendiendo que uno como periodista no deja de ser permeable al sentir popular.

Lo que voy a escribir a continuación no se refiere estrictamente al Mundial: Más de una vez tengo la sospecha de que mientras la gente está en medio de cualquier situación por fuera de la coyuntura, desde el Gobierno aprovechan para tomar medidas impopulares o cuestionables que suelen pasar desapercibidas. Los que estuvieron antes y los que están ahora, suelen aprovechar un evento deportivo o algo que reciba suficiente trascendencia fuera de lo político, para ocultar nuestras carencias. O para que entre gallos y medianoche salgan leyes y decretos casi sin respiro, que en un contexto normal hubieran merecido un amplio debate. En lo único en que no han logrado desviar la atención es en la inflación, porque la gente necesita guita para paliar muchos gastos esenciales, y los aumentos en los precios ya son indisimulables. Nadie habló del dólar en todo el desarrollo de la Copa del Mundo: Sin embargo, sigue subiendo sostenidamente y ya sabemos cómo repercute en los bienes y servicios cuando eso pasa.

Tema tres: Leyendo una nota que encontré en Google y que tuvo repercusión en aquel momento, estaba recordando que, en enero de 2011, una mujer con la clara intención de suicidarse se tiró del piso 23 de un hotel en Capital y se salvó. Cayó sentada sobre el techo de un taxi. Cuando vi por el noticiero cómo quedó el auto, realmente no lo podía creer. Se salvó de milagro, como acostumbramos decir. Bueno, Charly García se tiró de un noveno piso en Mendoza, cayó en una pileta y también zafó. Y capaz que uno que se arroja al vacío de una altura de 30 metros termina de la peor manera. Son cosas que desafían las leyes de la física y que nos permiten dudar respecto a por qué unos permanecen vivos, y otros fallecen o resultan seriamente lesionados de la forma más estúpida. Eso pasó hoy con un hincha que seguía la caravana de los campeones, que quedó trunca porque no hubo coordinación de las fuerzas de seguridad. Todos vimos cómo hoy ese fanático se tiró de un puente de la AU Ricchieri y cayó justo en el micro de los jugadores, luego otro creyó que tendría la misma posibilidad e impactó contra el asfalto. No está muerto de pura casualidad. También es difícil de entender qué pretendían demostrar los tarados que se subieron a la cima del Obelisco. Todos estos episodios son vergonzosos y empañan lo que bien podría haber sido una celebración sin incidentes,

Para cerrar, y anticipándome a lo que se viene, la TV del verano, como ya hemos dicho alguna vez, tampoco aporta algo de distensión a quienes no podemos irnos de vacaciones. Cada año se vuelve peor, con programas repetidos, vedettes que aparecen de la nada para armar bardo, mediáticos que hacen su show de estrellas fugaces, y cosas por el estilo. Quien tiene cable tampoco se verá demasiado favorecido, créanme. A mayor cantidad de canales, mayor basura anda dando vueltas en la pantalla. No voy a ser tan absolutista como para negar que de vez en cuando podés encontrar algún documental o película interesante, pero lleva mucho tiempo de zapping, es como buscar pepitas de oro en un río de aguas turbulentas.

Es una cálida tarde de martes en la ciudad (día que se decretó feriado por los festejos post-Mundial), que se presta para salir a dar un breve paseo o sacar la reposera al patio cuando el sol empieza a aflojar. La ola de calor no tardará en llegar, y mientras muchos vecinos o conocidos se encontrarán de vacaciones en distintas playas, otros deberán resignarse a permanecer el verano trabajando en las playas de las estaciones de servicio o en las de estacionamiento. Sea como fuere, y casi sin que nos demos cuenta, ya estamos quemando los últimos cartuchos de diciembre, un mes muy particular porque la actividad política es casi nula y porque desde enero hasta marzo, por lo menos, habrá que meterse en una caverna para encontrar una noticia que valga la pena publicar.

Pero ya habrá tiempo de definiciones, y cuando llegue ese momento, nos estaremos viendo, tal vez no haga falta esperar tanto. Punto final.

19 de diciembre de 2022

We are the champions

¿Cómo explicar lo inexplicable, ese sube y baja emocional a pura adrenalina en una ráfaga de 120 minutos?
Mirás la pantalla y ves a Messi levantando la Copa. Nos cuesta pensar que es real. Que Argentina es Campeón del Mundo. Que a todos los europeos que nos miraban con soberbia, les respondimos con nuestra mejor versión en el campo de juego. Hubo partidos muy picantes, pero los pingos se ven en la cancha, no en la tribuna o en la polémica altanera hacia el ocasional rival. 

Debo decir que no seguí ninguna "cábala" en particular, al menos que yo recuerde. Lo que sí hice fue ver todos los partidos en mi casa y con mi familia. Hasta mi viejo, que es medio antifútbol, se enganchó y le puso la mejor onda posible. Creo que todavía no caímos, es decir, no nos dimos cuenta de este logro: Sólo tomando distancia, en el devenir del tiempo, vamos a tener verdadera dimensión de lo que significa ser Campeones otra vez. Porque quizás vuelvan a pasar muchos años y no lo podamos conseguir. Pero ya está: Cortamos con el karma de 36 años de sequía, con pibes que nacieron viendo la última conquista en el Azteca por You Tube. La Generación Z, que le dicen. Ese es otro dato digno de tener en cuenta: Para los chicos de hoy, 90 minutos frente al televisor representa una eternidad, sin tener en cuenta el alargue o los penales. Crecieron con el celular casi incorporado al cuerpo, con las redes sociales, con el dominio absoluto de Internet. La mayoría no debe saber lo que es un diario en formato papel, de los pocos que quedan y que uno lee cuando va ocasionalmente a tomar un café. Y no es para culparlos o juzgarlos de nada, es simplemente una observación.

Pero no es relevante (hoy por hoy) hacer especulaciones sobre el largo período de decepciones de la albiceleste. Lo importante es festejar, y darnos cuenta de que podemos celebrar lo mismo, dejando de lado por un tiempo todas aquellas cosas que nos dividen.  Nadie puede dudar de la legitimidad del triunfo, menos aún suponer que hubo un favoritismo hacia la Selección, si tenemos en cuenta que el partido final podría haber dado como ganador a cualquiera de los dos equipos. La Selección, durante el transcurso del Mundial, tuvo muchos penales a su favor, pero eso tampoco es discutible. En otras épocas, hemos perdido partidos clave por penales en contra mal sancionados, y tuvimos que irnos masticando la bronca.
 
A todos nos gusta convertir goles en el contexto de una jugada, pero así se dieron las cosas. Teníamos mucha frustración acumulada, por eso este Mundial es apoteótico. No somos un país próspero, tenemos varias carencias, y las alegrías o satisfacciones están ligadas a lo deportivo. El propio Scaloni subrayó esto con gran coherencia. Son jugadores, no próceres ni patriotas. Pienso que también pasará en Brasil, un país más desigual aún que el nuestro y que aunque en términos económicos nos supera ampliamente, no por ello deja de ser pobre. 
Los hinchas brasileños tienen un sesgo marcadamente resultadista, para ellos perder un partido importante es casi una catástrofe nacional. Nosotros siempre jugamos para ganar, pero sabemos valorar un desempeño meritorio aunque tenga sabor amargo, como ya nos ha ocurrido. 

Estar inmerso en una multitud, siempre es movilizador. Porque esa marea humana te lleva hacia una dirección. Y así como la Plaza principal de Lobos ha sido escenario de protestas o marchas reclamando Justicia, en casi todo el Mundial estuvimos ahí. Estarán los más enfervorizados, y los más mesurados. Pero cada uno actúa según lo que considera que merece la pena reclamar o (en este caso) celebrar. Futbolísticamente, éramos nosotros contra el mundo, porque nadie quería que ganara este plantel, y les pasamos el trapo a todos. Eso es invalorable. Es tener templanza, huevos, o una serie de condiciones que superan lo estrictamente competitivo. Todos nos dimos manija casi involuntariamente ya desde el sábado, que fue casi una vigilia. Ni siquiera en 2014 vi algo parecido. Había que salir a ganar como sea, y eso sólo se entiende por el hambre de gloria que le incentivó a este equipo un DT de la jerarquía de Scaloni. 

No queda mucho para agregar que no se haya dicho antes, sólo me olvidé de mencionar que el hit de la hinchada, "Muchachos", desde el vamos me resultó francamente horrible, prefería aquel "Decime qué se siente" dedicado a los brazucas, pero así discurre la vida, con sus usos y costumbres: En constante cambio. Punto final. 


  

16 de diciembre de 2022

Fórmula Uno

Viernes en la ciudad. Si hay algo que trato de evitar en la mayoría de las situaciones, es que la indecisión me paralice. Ante dos alternativas, llega un punto en el cual no queda más que inclinarse por una de ellas, aunque implique un salto al vacío. Pero siempre pensé que la indecisión está ligada a la inseguridad, a no arriesgar. Si hablamos de plata, puede que no te salga bien y termines perdiendo una determinada cantidad de dinero, motivo más que suficiente como para repasar varias veces lo que uno supone que debería hacer. Cuando entendemos que no hay margen como para estirar indefinidamente eso que uno debe hacer, es tiempo de actuar y ya está. Porque no es posible barajar los pro y contra todo el tiempo. Todo lo que desencadene ese accionar, será responsabilidad tuya y de nadie más, porque serás vos quien asumirás el costo de decidir. Y hay que bancársela, lo es un trago fácil de digerir, como tampoco lo es tomar un vaso de gaseosa y uno de ginebra. 

Pero volvamos al comienzo. Siendo que una de las opciones que elegiste sea la "peor", puede gravitar de un modo distinto. Uno se arrepiente, putea, reniega, pero nada de lo que venga será concluyente, a menos que hablemos de escenarios catastróficos, que en economía está más ligados a los corredores de bolsa, compra de divisas y otras cuestiones que seguramente, si me estás leyendo, son totalmente remotas para cualquiera de nosotros. La presión que tiene el Gerente de una empresa no es la misma que la de un empleado público cualquiera, o del propietario de un comercio de barrio. Así y todo, si hay algo que nos dejó una lección, es que dos años de debacle económica contribuyeron al cierre de fábricas y al quebranto de muchos emprendimientos. Vos podés definirte como un liberal o como quieras, pero es en esa coyuntura cuando el Estado debe hacer algo para mitigar el impacto. Por eso nunca me opuse al pago de los bonos IFE, y por otra parte, nadie se iba a volver millonario por cobrarlo. Era (o fue) un paliativo. 

Tema dos: El país da la sensación estar volando en piloto automático... pero a ras del piso. Todo este affaire de Lago Escondido se parece a la última trompada salvadora que lanza un boxeador cuando todos se lo imaginan en la lona. No me extrañaría que fuera cierto. Es una buena jugada, hay que reconocerlo.   

Además del Presidente, hay varios kirchneristas con ganas de tomar el mando de la nave, pero Alberto F. ni debe integrar la tripulación, a pesar de que públicamente se declaren solidarios y afirmen que el poder no les interesa. No se bancan lo que viene. No quieren tener que gobernar en estas condiciones, seguramente fueron formados políticamente para ser dirigentes de Suiza o  Austria porque hacen gala de haber tenido posgrados en universidades prestigiosas. Hasta hace unos años yo no recordaba a nadie mencionar la frase "costo político". Hoy, en cambio, está en boca de todos: "Fulano de Tal no quiere pagar el costo político de...", y así sucesivamente.

A los inútiles de este Gobierno (y de los anteriores), para sacárselos de encima, los premian con algún cargo que nadie conoce pero cobran igual. Sin experiencia diplomática alguna, sin el dominio básico de un idioma extranjero, van de misión diplomática a países remotos o no tanto, como es el caso de Ricardo Alfonsín, portador de apellido y nada más, en la Embajada Argentina en España. Quizá, esto último sea lo más decepcionante, al fin de cuentas, porque sé de buena fuente que Carlos Bettini (googlear), es el que más contactos tiene con el establishment europeo.

Saber ejercer el poder es un arte del cual muy pocos gobernantes en la Argentina moderna pueden jactarse, o exhibir como una virtud. Una cosa es conducir una gestión, y otra es ser autoritario. 

Muy por el contrario, no tienen un "Plan B" para una contingencia como incendios forestales, ataques terroristas, el conflicto con los mapuches en Neuquén nunca llega a resolverse... Además, casi toda la Provincia de Buenos Aires continúa sumida en una sequía inédita en los últimos años. Todo ello me hace preguntar lo siguiente: ¿Qué le pasó al fallecido Reutemann cuando era Gobernador, con las inundaciones en Santa Fe?  ¿Encima, cuando ya tenía 70 años y estaba reventado se acordó de que quería ser un dirigente de peso en la opinión pública? Bastante extraño, si hacemos memoria cuando en 2003 Duhalde le ofreció en bandeja la candidatura a Presidente antes de inclinarse por Kirchner. Y hablando de hecho más recientes, le pegan a los dirigentes santafesinos actuales por no poder controlar el narcotráfico, cuando cualquiera que haya leído algo sabe que es un delito federal. Hay varios que deberían llamarse a silencio desde hace rato, por cobardes, por incapaces, por inútiles. Quisieran huir como ratas, pero mientras tanto, buscarán dejar que el Gobierno continúe manejando en medio del temporal para llegar con algo de combustible el año que viene. No vaya a ser cosa que el auto se quede sin nafta a mitad de camino, como le sucedió a Reutemann en sus tiempos de piloto de Fórmula 1. Punto final. 






13 de diciembre de 2022

Un Knock out no siempre es posible

Martes por la noche en la ciudad. Continúa la euforia en las calles, y ojalá se prolongue hasta que la Copa del Mundo llegue a su fin, con el resultado que todos anhelamos. El paisaje post-partido que percibí hoy en Lobos fue bastante distinto al del pase a semifinales contra Países Bajos. El público era más familiar, con mucha presencia de pibes y adolescentes, lo cual podría atribuirse a que es un día laborable. El sábado, en cambio, todo se conjugó para una catarsis colectiva que tuvo una dimensión diferente. El match de hoy, además, encontró al equipo mejor posicionado y no deparó sorpresas, se pudo contener el avance croata con un planteo táctico superador que no obligó a ir al alargue o a los penales. Yo tenía confianza en este plantel, pero no al punto de imaginarlo en esta instancia decisiva, para ser sincero.

Aprovecho la oportunidad de que a esta hora ya dispongo de más tiempo libre, luego de haber publicado ya todo el material periodístico con la crónica de todo lo vivido, y de lo que me quedó pendiente del fin de semana. Con respecto a la guita, es notoria la pobreza que existe en Lobos, por ese motivo varias veces me he preguntado qué es, hoy por hoy, lo que supimos conocer como clase media. ¿Cómo definirlo? ¿Cómo se pertenece a ese estrato social, teniendo una prepaga, llevando a los chicos a colegios privados, un auto casi nuevo, yéndose de vacaciones? Francamente no lo sé.

Lo que sí sé, es lo que veo a diario. El que puede y ya pagó lo que debía, va "regulando", porque sabe que diciembre es un mes de muchos gastos. Hace unos días leía una noticia, respecto a la dificultad que tienen los jóvenes (y no tanto) a independizarse. Acá estamos acostumbrados a decir "el boludo todavía vive en la casa de la madre" para descalificar a alguien, como si fuera tan sencillo tener un techo propio y que además de eso, poder afrontar todos los servicios, tasas e impuestos. Antes quizás yo también tenía ese razonamiento un tanto básico, pero luego me di cuenta de que a mí, todo ese proceso se me haría cuesta arriba, como lo sigue siendo hasta el día de hoy. 

Yo podría independizarme si ello me diera la posibilidad de laburar cómodo, y cuando hablo de comodidad, me refiero a que no se vea resentida la calidad de lo que hago, mi modalidad de trabajo. Eso incluye una buena conexión a Internet, por sobre todas las cosas. Es decir, no hablo precisamente de confort en el sentido clásico, sino de un servicio que se volvió esencial durante los dos años de pandemia. Y así como he dicho innumerables veces el aprecio que le tengo a Lobos, te puedo afirmar que hay gente de mierda, que tiene como único interés llevarse la platita al bolsillo haciendo poco y nada a costillas de otros. Pero eso ya lo he dicho en otra ocasión, vamos a dejarlo así. 

 Si yo, en la actualidad, fuera contratista o estuviera ligado al rubro de la construcción, me iría muchísimo mejor económicamente, porque el que tiene los dólares, está invirtiendo en ladrillo. Sigue siendo la alternativa más conveniente, y que al potencial inversor le puede otorgar una rentabilidad que es lógica demoliendo las pocas casas céntricas que quedan para levantar allí un edificio de departamentos. 

Es bueno sentir que vos te ganaste el respeto y prestigio en determinados ámbitos. Pero sería aún mejor, si eso que lograste como consecuencia de una larga trayectoria, se tradujera en una rentabilidad aceptable, que te permitiera no tener que pensarlo dos veces antes de darte un gusto mínimo, algo que te proporcione  placer. No me interesa vivir con lujos ni objetos caros, por si acaso hiciera falta mencionarlo. De hecho, en toda mi vida nunca ha habido nada parecido a eso. Estoy convencido de que llegaré a una estabilidad financiera, pero eso demandará tiempo y no depende solamente de mí, sino de las decisiones que tomen los que serán gobierno el año próximo.

Sería súper positivo que yo pudiera delegar tareas y dedicarme sólo a la cobertura de notas, siento que me facilitaría muchísimo las cosas. Pero estamos hablando de un monotributista más del montón, una empresa donde yo mismo soy empleado y jefe. Por lo tanto, si no alcanzás ese objetivo para organizarte mejor, qué decir de irte a vivir solo, si no hay ningún plan de viviendas ni lo habrá en los próximos años. Ya tenemos que resignarnos a que va a ser así, porque las autoridades municipales, en lugar de tener sentido común y gestionar ante la Gobernación aunque sean de otro partido, siguen un camino errático que les podrá resultar funcional por un tiempo, porque alguna vez les va a tocar perder las elecciones y serán ellos los que deban asumir el rol de oposición. El escenario actual parece claro en determinados momentos, y de buenas a primeras, todo parece cubrirse de una densa neblina de incertidumbre. Alberto F. lo único que espera es llegar lo mejor posible a las elecciones para entregarle el mando a quien sea e irse a su casa. Ni él mismo se cree que pueda llegar a ser reelecto, porque su propio partido no lo tiene entre los favoritos ni por asomo. Cuando uno habla de trayectoria, no se refiere a una camino que haya sido necesariamente exitoso en todos los ámbitos. En la vida eso no es así, no siempre se gana por knock out. Simplemente puedo afirmar que hace 20 años que vengo haciendo este laburo y que trato de evolucionar, de aprender de los que saben, de lo que veo o leo en los grandes diarios aunque no forme parte de su staff. No me quiero quedar estancado en la mediocridad, si otros se conforman con eso, no es mi problema. Privilegiar y priorizar los temas que son del interés de los lectores, aunque a mí en particular me dejen sabor a poco, es la premisa que procuro mantener. Pero, a modo de cierre,  más de una vez tenés la suerte de que aquello que te interesa a vos, también es bien recibido por los demás. Son los gajes del oficio, digamos. Nos estaremos viendo pronto. Punto final. 


10 de diciembre de 2022

Grieta game over

 Viernes 9. (Nota escrita ese día pero publicada hoy, sábado, por el corte de luz)¿Quién iba a imaginar que 11 tipos corriendo la cancha como podían, vistiendo la camiseta argentina, iban a lograr, aunque más no sea por dos horas, cerrar la puta grieta de un país que atraviesa problemas gravísimos? ¿Quién iba a pensar que iban a ser protagonistas de un partido memorable, sea lo que fuere que ocurra después? Con tormenta, con lluvia, con cortes de luz, con miles de quilombos, tan pronto como el árbitro español selló el final del encuentro, el país estalló en júbilo. El mismo país que estuvo "parado" durante 120 minutos de agónica definición. Los penales decisivos nos pusieron al borde del fracaso o de la gloria, y afortunadamente el resultado fue esto último.

 Es el Mundial más extraño e insólito de la historia, lo dijimos antes, pero que puede consagrar Campeón a una Selección que todavía no termina de digerir la ausencia de Maradona, su constante presencia en las gradas incluso cuando ya se había retirado como jugador. La alegría no es sólo brasilera, cantó alguna vez Charly García. "Primero hay que saber sufrir", reza el célebre tango. Todo eso pasó, a más de 10.000 km. de la Argentina. El Dibu Martínez se vistió de héroe, a imagen y semejanza de Sergio Goycochea en 1990. Y ya tenemos asegurado el ticket a la semifinal. Ojalá logremos sortear con éxito la próxima instancia, y disputemos la final con Inglaterra. Y podamos pisotearlos y humillarlos en la cancha (obviamente puede que sean ellos quienes lo hagan, está dentro de las posibilidades). Pero no es momento de trazar planteos hipotéticos. Es momento de disfrutar de un plantel que no se luce durante buena parte de los partidos, pero que tiene destellos de talento. La jornada futbolera comenzó con la eliminación de Brasil, nuestro eterno rival. Y vale confesar que nos puso contentos que los brazucas se fueran de regreso con las manos vacías. Claro que lo mismo podía haber con el seleccionado, de manera que el knock out a Brasil no hubiera tenido impacto alguno si a nosotros nos terminara sucediendo lo mismo. Así funciona. No hay demagogia. El que piense lo contrario, que se vaya a dormir.

Esos once tipos, por momentos tiran pelotazos que no van a ningún lado, y el balón viaja de un territorio a otro como si se tratara de una pelotita de ping pong. Los laterales repiten hasta el hartazgo la fórmula de proyectarse sobre el área chica del adversario, y tirar un pase hacia un volante central que ande dando vueltas por ahí. A veces, aquellos antiguos wings, que juegan de 7 o de 11, intentan hacer una diagonal o patear hacia la red pese a que no les da el ángulo porque  los defensores del otro equipo no son boludos y se multiplican como un campo minado. Tampoco juegan al contragolpe. Rara vez se lanzan con decisión hacia el ataque aprovechando que los holandeses o polacos bajaron la guardia. Cuesta recordar que Holanda se llama ahora Países Bajos, pero así son las cosas. 

 Pero el equipo compensa sus puntos flojos con una buena dosis de templanza. Y gana "a lo Boca", con huevos, no con un jogo bonito. Plantel de la vieja escuela bilardista, que busca ganar como sea, más aún cuando el hecho de perder implica automáticamente el fin de la ilusión. Y había que sacar de algún lado, tanta bronca contenida, tantas provocaciones o incluso pronósticos de mesa de café que no se ajustaron a la realidad. A título personal, sigo pensando que el equipo no juega bien en muchos pasajes de cada partido, pero eso reavivaría la eterna discusión entre jugar bien y perder,  y ganar como sea. Porque lo que vale, sin darle mucha vuelta al asunto, es lo que refleja el marcador al final del match. No suelo postear sobre fútbol, pero soy humano también. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

Actualización: Inglaterra perdió con Francia y quedó afuera. Por ende, no habrá revancha contra ellos. 

8 de diciembre de 2022

Dame un poco de tranquilidad

 Estoy tratando de buscar un equilibrio a nivel profesional. Lo considero necesario y no es una aspiración nueva precisamente. Los medios "vendemos" información desde el primer momento en que la difundimos, es el paso inicial para comprender cómo hacer rentable un proyecto periodístico. 

De ninguna manera yo podría pasar un día sin hacer nada sólo porque no tengo noticias de interés para el lector, y a la jornada siguiente reivindicarme metiendo 4 notas "picantes" al hilo, como cachetada de loco. Si tenés un buen material y además te costó conseguirlo, hay que pasarlo por el exprimidor y sacarle el mayor jugo posible. Y por otra parte, siempre, todos los días, hay que publicar algo. Para eso es un diario digital, si no fuera así, habría que dedicarse a otra cosa o esperar a que pase algo. Lo que otros medios hagan corre por cuenta de ellos: Serán sus editores quienes (supuestamente) le otorgan esa impronta. Nadie trabaja para perder plata. Mientras haya un público que los siga, mantendrán misma línea editorial, se me ocurre pensar.

Sin embargo, puede que haya información urgente que por su carácter prioritario debe ser publicada de inmediato. Ahí sí entrás en la puja de competir para publicar antes que el resto, pero es conveniente verificar unos datos básicos para no alarmar a la audiencia en base a un rumor, por más verosímil que parezca. Y, por supuesto, también hay notas que, sin carecer de importancia, revisten un perfil más atemporal. Pueden permanecer un tiempo en el freezer, y eso te da margen para darles la forma que consideres oportuna. Cada uno tiene su propio criterio, pero un reportaje a un dirigente político o a una personalidad de cierto nivel, le brinda además la posibilidad de publicarlo completo o en dos partes, sobre todo si el entrevistado no se limitó a referirse a una cuestión en particular. 

A modo de reflexión del último mes del año, pensaba en lo siguiente: La grieta que existe en la sociedad llegó para quedarse, y el que venga tendría que asumir un compromiso de dialogar con todos, aunque sea una ingenuidad pensar que algo así pueda suceder. Dialogar no significa pactar o transar. No coincidir con un modo de entender la política no debe llevarnos nunca a distanciarnos de la gente que queremos, no me importa si son kirchneristas o macristas. Total, para los políticos los ciudadanos tenemos tan poco valor (somos un sobre con una boleta cada 2 años), que no merece la pena sentir recelo de alguien porque asumió una posición ideológica determinada. Pienso que debemos aprender a convivir evitando conflictos, no dejarnos llevar por la maldita "grieta" que nos viene separando desde hace décadas. Y uno de los graves problemas que tenemos hoy en día es la división y fragmentación de la sociedad. 

Si todos los que buscan "arreglar el país" desde una mesa de café lo hubieran logrado, el cementerio estaría lleno de próceres. ¿No es un poco obtuso insistir en debates que ya tuvieron fecha de vencimiento, y lo que es peor, nunca se zanjaron? Alemania superó el horro del nazismo. Sudáfrica y EE. UU. superaron el apartheid y la discriminación racial. Japón superó dos devastadoras bombas atómicas. Y acá, en ARG, seguimos en un espiral de pelotudeces que si nos detenemos a pensar, no deberían volverse diferencias irreconciliables. Lo que pasa es que, en los otros ejemplos que mencioné, no predomina la corrupción, el saqueo del Estado y la connivencia del Poder Judicial.

Sea como fuere, yo no tengo problemas en conversar y compartir un momento con un vecino que piensa distinto. Por lo general evito temas polémicos, pero en el supuesto de que no fuera así, el respetar las opiniones del otro no implica renunciar a las mías. Eso se llama tolerancia, y es lo que nos sigue faltando desde hace más de 50 años. Todos, en algún momento de la vida, necesitamos de alguien que nos dé un estímulo, que simplemente nos diga: "jugátela, dale para adelante, vos podés". No saben lo reconfortante que es encontrarse con gente que te motiva a progresar. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 



4 de diciembre de 2022

¿Debo irme o quedarme?

(El título parece un guiño a aquel recordado hit de The Clash, pero surgió por mera casualidad. Ya verán por qué)

 Estimado lector: Te acompaño desde 2005, aunque quizás hayas tomando conocimiento de este blog tiempo después. Aquí, en cada nota, vuelco mis opiniones con las que podrás coincidir o no, pero trato de fundamentarlas. En los últimos años, cuando me surge la necesidad de escribir, he redactado muchas notas de análisis político, tanto a nivel macro como en el orden local.

Es probable que encuentres algunas contradicciones: Si buscás en el archivo, vas a ver que yo no siempre pensé igual, que ya no soy el mismo. Tampoco sería razonable si eso ocurriera, porque estoy en otra edad y mis prioridades cambiaron. Como decía Federico Moura cuando le preguntaban por el secreto del éxito con Virus, "trato de no hacer nada estúpido", pero todos tenemos algún grado de estupidez en nuestro actos o en nuestra forma de vida. No nos percatamos de ello porque, en líneas generales, nadie te lo va a decir, y cuando razonás ya es demasiado tarde, actuaste por un impulso que no te condujo en la dirección correcta. Pero la vida, como el fútbol, siempre da revancha. 

La impronta de cada posteo, aunque no mencione expresamente a este pueblo, ha sido bien lobense. Aquel que viva en localidades vecinas y que se dedique al periodismo, escribirá sobre cuestiones ligadas a su pago chico. Lobos es parte de mi historia, porque he caminado sus calles más que en ningún otro lugar. 

Nací aquí, pero podría haber nacido en otro lugar y pese a ello considerarme lobense, no es un título nobiliario, es el sentido de pertenencia lo que te define. Hay artistas que nacieron casi azarosamente en un país ajeno, pero que se sienten argentinos. Y a la inversa, otros que reniegan todo el tiempo del país que les dio la educación pública y gratuita, y el título universitario que con tanto orgullo ostentan. Volviendo a lo que decía antes, hay que intentar que tus acciones no premeditadas, no te traigan consigo una carga muy pesada de sobrellevar. Por eso, hay cosas que volvería a hacer y otras que no, creo que lo importante es que cuando todo termine, vos sientas que aprendiste algo. 

Todas las notas de 2005 a esta parte, permanecen tal como fueron concebidas en esa instancia. Cuando releo alguna de ellas, inevitablemente pienso: "¿Cómo pude haber escrito esto?" Ya sea una gansada, o un hecho intrascendente. Sólo en dos o tres casos puntuales hice correcciones menores, pero sin cambiar en nada el espíritu original de esos textos que, tal vez, ya nadie leerá, aunque estén ahí. 

Si me preguntan, hoy por hoy, por el panorama político en Lobos, creo que Etcheverry puede volver a ganar, pero no le será sencillo como en las dos elecciones anteriores. Yo no estoy diciendo lo que me gustaría que pasara, sino lo que puede pasar. Mi/s candidatos o mis preferencias electorales me las guardo para mí como lo vengo haciendo desde que comencé con el periodismo. Si realmente persiste el descontento hacia "Jorge" de parte de un sector de la UVC y la UCR, eso refuerza mi postura de que no le será fácil acordar con ellos, si es eso lo que pretende hacer. Y si faltan esos votos, sumado a los que pueda obtener el FDT, ya es suficiente para comprender que las aguas se vuelven turbulentas. Es verdad que el Intendente no tiene mucho para mostrar en materia de obra pública, pero sus votantes nunca han privilegiado eso al momento de elegirlo, de manera que pueden continuar sin pegar un ladrillo que sus incondicionales lo apoyarán igual. Y también puede prenderse en la carrera Primero Lobos, el partido vecinalista más joven de la ciudad, liderado por Daniel Paskvan.

En la actualidad, se viene trabajando bien en las áreas de Turismo y Cultura. Los espectáculos masivos se convirtieron en el pilar de la gestión. Mientras que Deportes parece un barco a punto de naufragar, porque el sucesor de Ariel Ferreira sólo conoce de fútbol y poco más que eso. Ese cargo, en concreto, debería ocuparlo un profesor de Educación Física, y todos sabemos que JXC tiene en su historial de afiliados muchos docentes a los cuales les podrían haber ofrecido el puesto. Pero nada de eso sucedió: Ese señor, Lázzaro, va a ir aprendiendo sobre la marcha en el mejor de los casos, y de ninguna manera debe ser así. Es una Secretaría clave para concedérsela a cualquiera. Pero si cuando vos planteás esto te acusan de hacer politiquería, o de promover la tecnocracia, qué sé yo, que digan lo que quieran: Nada más lejos de mi pensamiento. El Gobierno Municipal reacciona ante las críticas guardando silencio, es decir, no haciendo nada, hasta que un escándalo alcanza proporciones tales que no tienen más remedio que hablar con los medios prensa. ¿Hay funcionarios capaces? Sí, por supuesto, pero el buen desempeño que puedan tener se limita al área de su competencia. Ese es el problema, eso es lo que no quieren entender, porque en casi 8 años ha habido cambios de gabinete que no aportaron nada. Veamos: 

-Rita Montes se fue de Desarrollo Social; la reemplazó Valeria Dinomo, y a ésta a su vez la sustituyó Fabiana Belardi. 

-Guillermo Hernández, se fue de Medio Ambiente, y hoy ocupa su lugar Victoria Basualdo. 

-Guillermo Galazzi, aunque sigue trabajando en el Municipio, fue reemplazado de Obras Públicas por Antonio Carboni, y éste a su vez por Javier Guzmán.

-Aldana Actis Grosso dejó el área de Cultura, puesto que ocupa actualmente Eliana Cejas. 

-Sebastián Giralde fue el primer Secretario de Gobierno de Etcheverry. Dicen en Salgado 40 que chocaba todo el tiempo con los empleados y que su modo de actuar se tornaba conflictivo. Eso nunca lo sabremos, pero fue reemplazado por Pablo Hasper. 

-Ariel Ferreira, en Deportes, fue reemplazado por Leandro Lázzaro, un delantero goleador que ni siquiera es de Lobos y que juega en el Club Provincial.

Si fuera como reza la jerga futbolera, "equipo que gana no se toca". Pero es evidente que no cabe al tema que nos convoca, por todos estos casos de secretarios que se fueron por distintos motivos.  

Todo esto puede cambiar de un día para otro, según el malhumor que circule en los pasillos y que llevan a discusiones muy fuertes aunque no trasciendan públicamente. Cabe destacar que solamente me limité a mencionar a quienes se fueron con el rango de Secretarios, ni hablar de los funcionarios de segunda línea, porque no me alcanzarían las páginas para enumerar uno por uno. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

3 de diciembre de 2022

Fútbol de hace 44 años

 A veces no nos damos cuenta de todo lo que podemos conseguir, inclusive sin que demande un esfuerzo superlativo. No soy muy futbolero, pero cualquier deporte colectivo demuestra claramente que si hay una coordinación que puede llevar a buenos resultados. Por supuesto, siempre se gana o se pierde, pero durante mucho tiempo nos contentábamos con haber perdido "jugando bien", una forma de pensar que se le atribuye a Menotti pero que no es tan así. De hecho, el Mundial '78 fue horrible pese a que Argentina salió Campeón, y digo esto dejando de lado el contexto histórico de ese momento. Los goles de Kempes eran muy malos, pero jugaba de delantero y cumplía con el objetivo de empujar la pelota al arco rival. No había un gran lucimiento, no era Batistuta. Creo que -hoy por hoy- nadie soportaría ver un partido completo de la Copa del Mundo de hace 44 años. Pero quiero remarcar esto: Sería una canallada culpar tanto al plantel como a los argentinos de buena fe que festejaron la Copa de 1978, por lo que estaba sucediendo en materia de violación de los Derechos Humanos.

Vos mirás un partido cualquiera de ese Mundial, y da la sensación de que jugaran en cámara lenta, un evento deportivo fue transmitido en medio de la transición entre el blanco y negro y el color. Había pocos hogares con televisor a color, creo que dos años más tarde, recién todos los programas de los canales existentes en los '70 salieron en colores. Por otra parte, había que adoptar una norma, un estándar internacional (PAL-N o NTCS), y la Argentina decidió el primero de ellos que era el más difundido en Europa, no así en EE. UU, y algunos países vecinos. Conclusión: En los tiempos de la "plata dulce", viajar a Uruguayana o a otro punto de Brasil a comprar un aparato de esos podía terminar en un chasco, porque era un objeto completamente inútil, diseñado bajo otra norma. 

Aquel Mundial fue infame, reitero, por el contexto que estábamos viviendo los argentinos, pero los jugadores no tuvieron nada que ver con eso, se limitaron a ir ganando los partidos y salir campeones. Siempre persistirán las dudas sobre aquella goleada a Perú, pero todo ello se puso en tela de juicio mucho después. En su momento, nadie abrió la boca, quizás porque no era aconsejable hacerlo. Comparar a ese torneo con los JJ. OO. de Berlín de 1936, es un despropósito. La Alemania nazi de Hitler y la siniestra teoría de la supremacía racial nada tienen que ver con la "guerra sucia" que la dictadura argentina perpetró en los '70. Las comparaciones, se sabe, tienden a ser odiosas, y esta no es la excepción. En 1978 no había mucho marketing para sacar provecho de un Mundial en términos comerciales. Sí sabemos que hubo un despilfarro total para la construcción de nuevos estadios y la ampliación de otros. Para quienes aún creen que los militares eran honestos y austeros, bien vale la  pena mencionarlo: 400 millones de dólares se esfumaron, una cifra que aún hoy resulta sideral. 

Hace unos días estaba leyendo una nota sobre el estadio mundialista de Mar del Plata, sumido en el abandono, y nadie se hace cargo de su mantenimiento: Ni la provincia, ni el Municipio de General Pueyrredón. Bueno, hasta Queen brindó un magnífico show en ese estadio que hoy es un elefante blanco, y que ocasionalmente se usaba para los torneos de verano. Cuando esos torneos se trasladaron a otras provincias, como Mendoza, ya nadie se preocupó en darle sustento a la mole marplatense del '78. 

Por otra parte, no podemos dejar de mencionar una conquista inobjetable del equipo del Flaco Menotti, que ocurrió al año siguiente, en 1979, en el Mundial Juvenil de Japón, con Maradona y Ramón Díaz como pilares clave de aquel equipo demoledor. 

Cuesta separar lo deportivo de lo político, o de los negocios espurios, porque más allá de que eso haya existido, los partidos se definen por los goles convertidos. Una vez tuve la oportunidad de conversar con Pablo Llonto, un periodista que investigó bastante sobre lo ocurrido en 1978, y una de las cosas que desmintió fue que Johan Cryuff (el crack holandés), desertara de participar por cuestiones políticas o por su desacuerdo por la dictadura. No lo hizo, simplemente porque se había comprometido a clasificar al equipo para el Mundial y prefería dedicarle más tiempo a su familia. Seguramente estaba enterado de lo otro, pero no fue el motivo excluyente, la verdad sea dicha. Por otra parte, como dije al comienzo, si una persona gritó o festejó un gol de aquel Mundial, calificarla de colaboracionista de la dictadura me parece un grave error, porque en el común de los casos se desconocía lo que estaba pasando, y sea como fuere nadie puede censurar al otro por considerarlo partícipe de un logro que se consumó en el campo de juego. Nos estaremos viendo pronto. Punto final. 

Ultimo primer día

(Actualización: Ganó la Selección y sigue en carrera) 

Sábado 3. Estuve varios días sin escribir una nota nueva por acá, y el motivo principal ha sido que, cuando se me ocurría algo que más o menos merecía ser publicado, ya estaba a punto de irme de dormir y me sentía demasiado cansado para hacerlo. También me ha pasado que, dentro del mismo laburo, surgía algo que me parecía una buena idea para postear y andaba flotando por ahí, pero mi memoria ya no es la de antes. Hace unos cuantos años, en idénticas circunstancias, no hubiera dudado en salir de la cama para ponerme a darle forma a un texto.

Termino de almorzar, ordeno unas fotos que saqué para el diario, elijo las mejores, y la verdad es que no tengo demasiado interés en prolongar mi estado consciente, porque anoche dormí poco y hay que reconocer que (a excepción del partido de esta tarde) la TV no ofrece opciones que me inciten a posponer el reposo y hacer una breve sobremesa siempre que haya unos minutos libres. Hubo un tiempo que en casa teníamos DirecTV, pero el servicio era demasiado costoso y luego comprendí que la programación en sí no era muy disímil a la de cualquier abono de un cable común, sin tener en cuenta los canales premium. Lo peor que te puede pasar es que se produzca un corte en la señal por una tormenta solar, y que tengas la mala suerte de que tus canales preferidos hayan sido bloqueados, sin  aviso ni comunicación alguna. Tengo un número muy limitado de canales que frecuento últimamente, me sé los números de memoria y salvo algunos días que ando ocupado en otras cosas, en el lapso de unas horas, esas señales televisivas que había elegido para mis ratos de ocio me proporcionaban el necesario equilibrio entre la distensión y el deseo de aprender algo nuevo mediante la proyección de documentales que resulten amenos y estén bien hechos. La palabra que define el siglo XXI es "streaming", y en consecuencia, los contenidos digitales. La televisión abierta, los cinco canales clásicos, está claro que convirtió en una pedorrada total hecha con dos mangos, porque ya dejó de ser el negocio de hace dos décadas, digamos.

 Es una pena que los televidentes, oyentes, y todo lo demás, seamos cautivos de los caprichos de las empresas, que ponen y sacan conductores a su antojo del modo que ellos lo plantean, con la lógica del rating. Nadie les está pidiendo que si hay que sacar a alguien de la grilla no lo hagan, o que si un locutor de radio decide irse no procedan a separarlo del medio. Pero lo menos que podrían hacer, es informar a los televidente que a partir del día de la fecha, el Fulano de Tal dejará de pertencer a la empresa, o que se ha decidido levantar el programa de Fulano porque se les cantó la gana. Ni siquiera es necesaria una explicación más compleja, sólo que tengan la cortesía de avisarme. ¿No sería mejor?

 Las canciones infantiles van perfeccionándose año tras año en el arte de subestimar a los niños. Que no por niños, son estúpidos, y se ven obligados a repetir a coro una melodía con letras repetitivas y que difícilmente puedan contribuir a enseñar algo. La única persona que escribí canciones para los pequeños con algo de respeto, fue M. E. Walsh, no son tan viejo pero cuando era un infante esas canciones se difundían en las aulas de los jardines.

¿Por qué algunas especies de tortugas viven más que los humanos? ¿Qué comen los elefantes? ¿Por qué está "mal" cazar animales salvajes? Nada de esas preguntan que nacen de la mente de cualquier chico encuentran respuesta a su curiosidad en un sistema educativo que no es responsabilidad única de los docentes, pues éstos se limitan a cumplir con un programa que establece determinados contenidos. Hay muchos alumnos que, sin llegar a ser superdotados, cuentan con una capacidad superior al promedio, y es natural que se sientan frustrados. 

 Si vos a los pibes les planteás (como docente) que deban hacer un trabajo práctico sobre Discovery o History Channel, lo más probable es que la recepeción que obtengas sea más productiva, que consigan acceder al conocimiento dentro de un programa que no dura más que 40 o 45 minutos y que se puede encontrar en DVD, en You Tube, o en cualquier plataforma. Por eso, bien vale hablar de capacidades. De desarrollo cognitivo. De madurez para afrontar situaciones adversas, para elevarse por encima de la mediocridad general y posicionarse de otra forma ante la manada desorientada que vive el "día a día". Los adultos del futuro deberán abrirse camino ante eso. La escuela debe facilitar el acceso a la realidad, no es un mero edificio (o artificio) con bancos, pizarrón, y afiches de colores. A determinada edad, los estudiantes deben saber que lamentablemente existen la maldad, la hipocresía y el engaño. De lo contrario, se darán la cabeza contra una pared, en el supuesto de que sus padres tampoco tengan interés en explicarles lo que les deparará la sociedad.

 Por lo tanto, creo que el desafío está en pensar en una sociedad mejor cuando la educación formal se encuentra en crisis desde hace por lo menos dos décadas y se hacen cambios cosméticos que no van de lleno a la raíz del problema, ni proponen una solución de fondo. Así las cosas, cada vez que veamos a un chico de 16 ó 17 años (que ya tiene edad para votar si lo desea), deberíamos pensar desde el Estado cómo va a encontrar laburo en el mundo de los adultos, cuando les piden experiencia de la cual carecen, o los someten a jornadas laborales desgastantes. Pensemos en lo concreto: Cómo podrá mejorar su calidad de vida para hacer de nuestra aldea un humilde pero fructífero semillero de nuevas generaciones. Creo que no hace falta ser un pedagogo ni estudiar la soporífera bibliografía de Piaget a los fines prácticos. Nos estamos viendo pronto, amigos. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...