22 de agosto de 2010

Ultimos minutos del domingo

Domingo por la noche. Escribo estas líneas rápidamente, porque el cansancio y el sueño se han aliado para que no pueda darle mucho sustento a este post. Bien podría decirse que se trata de un texto "testimonial", para hacerles saber a mis lectores que mantengo el blog actualizado y que cada día se me ocurren distintos proyectos para volcar todo lo que aquí se ha escrito por otro medio. Uno de ellos, como ustedes saben, sería editar un libro. Para tal fin, tendría que hacer una selección de los textos que considero más logrados y pulirlos un poco, sin que se pierda en el papel impreso la espontaneidad que distingue al blog.

Con los años he ido variando el estilo de redacción, y a veces mi estado de ánimo hace que un post desentone con el resto. Hay cosas que escribí hace cinco años con las cuales ya no estoy de acuerdo, es decir: sobre algunos temas puntuales he modificado mi posición. A veces, la realidad nos supera y barre de un plumazo con nuestras buenas intenciones. En la Argentina actual, donde todo es tan incierto e imprevisible, sólo nos queda pensar que nuestras convicciones son lo único que resiste el paso del tiempo. Y como reflexionaba hoy con un amigo, a esta altura de la vida, yo ya no espero nada de nadie: ni de un gobierno, ni de un partido político. Trato de hacer mi camino, y al que no le gusta, que por favor se haga un lado porque molesta.

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