3 de noviembre de 2010

Siguiendo en la ruta

Bueno, amigos, aquí tienen entre ustedes al primer post de noviembre, redactado a las apuradas porque recién terminé de almorzar y quiero descansar un poco antes de seguir trabajando. Como alguna vez he comentado, dormir la siesta resulta una tarea casi imposible para mí, en principio porque siempre me ha costado conciliar el sueño, más aún cuando no es de noche, excepto que esté muy cansado. Además, tampoco tendría tiempo para hacerlo.

Anoche empecé a revolver viejos discos y encontré dos de Jimi Hendrix ("Electric Ladyland" y "Are you experienced") que valdría la pena escuchar nuevamente. Aunque muchos no estén de acuerdo conmigo, debo decir que Jimi siempre me pareció un guitarrista virtuoso y desmesurado, que extrajo de su instrumento sonidos inusitados para la época, sin embargo no es un músico que me provoque placer escuchar asiduamente. Su muerte prematura, su legado, y el mito posterior, sentaron las bases para que nuevas generaciones de músicos intentaran adoptar o imitar su estilo. Si de guitarristas se trata, prefiero a Eric Clapton o Santana, pero cada uno fija sus preferencias en función de factores que van más allá de lo objetivo. Porque, aunque resulte obvio, preferir un hecho artístico por sobre otro implica una carga de subjetividad. Podemos discutir si tal músico es más talentoso que otro, pero a menudo el talento no resulta suficiente para seducir a las masas. El carisma, la personalidad sobre el escenario, y el deseo de trascender a partir de un hecho artístico son factores gravitantes.

En fin, en lugar de hacer filosofía barata o divagar sobre una cuestión de elecciones, me voy a descansar en la cama aunque sea un rato, tratando de mantenerme a salvo de los 26 grados de temperatura que nos obsequió en la mañana de hoy esta primavera que no deja de sorprendernos con la sucesión de sol, calor, humedad, y aguaceros.

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