28 de noviembre de 2010

A suerte y verdad...

Hola amigos, como anda todo por ahí? Es domingo por la noche y trato de disfrutar los últimos minutos del fin de semana. En realidad, como suele sucederme últimamente, se pasó rapidísimo porque tuve que cubrir muchas actividades y suelen insumir más tiempo de lo que la lógica indica. Hay, en muchos casos, una evidente falla de organización que hace que un determinado evento comience tarde, y cuando digo "tarde" me refiero a lo que va más allá de lo razonable. Todos los que vivimos de esto sabemos que la tolerancia es fundamental y por lo tanto no resulta extraño tener que esperar 15 o 20 minutos, pero cuando esa demora se extiende sin ninguna explicación, se atrasa todo, la gente se comienza a fastidiar, y hay que reacomodar toda la agenda. En fin, no les aseguro que hago infinitos esfuerzos para no quejarme, pero hay cosas que me irritan porque con sólo bastaría una dosis de buena voluntad todos podríamos trabajar mejor, tanto los funcionarios como la prensa, en este caso puntual. Este noviembre ha sido duro, y como he dicho alguna vez, la gente supone que el único tiempo que vale es el suyo. Por eso, uno debe soportar actos largos y aburridos, discursos redundantes y con bajadas de línea políticas que son muy burdas y evidente. No son más que un puñado de las tantas batallas que vamos librando día a día para llevar información. 

Por supuesto que, cuando uno elige una profesión, puede arrepentirse o no, pero tiene que aceptar las "bases y condiciones". Uno siente una íntima satisfacción cuando ha hecho un buen trabajo, cuando consiguió una primicia, o simplemente cuando logró que un entrevistado hiciera una confesión imprevista en un reportaje que "a priori" no aportaba ningún atisbo de novedad. Espero que esta semana traiga consigo la necesaria calma interior que uno necesita para no golpearse la cabeza contra la pared, y que las cosas fluyan naturalmente, sin tener que dar demasiadas vueltas sobre un mismo asunto, lo cual suele ser agotador y poco productivo. Fuerza gente, que llega el lunes. Vamos a hacerle frente entre todos de la mejor manera posible, y el resto lo dirá el destino.

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