29 de abril de 2011

Volvió la sección de discos recomendados!!!

En fin, luego de una jornada abúlica e inestable, se cumplieron los pronósticos y tal como estaba anunciado, en esta noche de viernes (noche de perros, por cierto) ya está diluviando en la ciudad. Qué mejor momento para relajarse, acostarse temprano y "conectarse" los auriculares para escuchar un poco de buena musica, o encontrar alguna radio perdida en el dial que pase jazz o bossa nova. Retomando una habitual sección de este blog, presento mi última lista de álbumes recomendados:

Foo Fighters, "Concrete and Gold" (RCA/Sony Music, 2016). Un discazo. Por el momento se consigue solamente la edición importada de EE. UU. ya que hace pocos días que el álbum fue lanzado.  

David Gilmour, "David Gilmour" (Sony, 1978). Primer trabajo solista del ex guitarrista de Pink Floyd. Sin el ímpetu de los furiosos riffs de antaño, tiene su encanto en los arreglos y en los músicos que eligió para que lo acompañaran en la aventura.

Skid Row, "40 Seasons" (Atlantic, 1998). Un compilado que no debería faltar en ninguna discoteca personal, aunque que recorre la trayectoria de una banda que, hoy por hoy, me parece superior a Guns n' Toses en varios aspectos, pese a ser casi contemporáneas.

Cuando todo parece tan normal que asusta

Tenía ganas de redactar un post, en esta madrugada de viernes, para no perde la costumbre. Me refiero a que pasaron unos días sin que escribiera nada y aunque no haya nada demasiado relevante para decir, me sentía en la "obligación" de hacerlo. Trato de no subir un nuevo post si no tengo algo interesante para comentar, pero últimamente basta con ver otros blogs para darse cuenta de que cada cual escribe (o describe) su boludez interior.


Me producen asco las monarquías, y en particular la británica. No le encuentro el menor sentido a la televisación de las bodas de príncipes y personas que ostentan un título que los distingue del resto de los mortales. Una de las pocas cosas que admiro de los franceses es que abolieron la monarquía con su famosa revolución. Basta de privilegios, de nobleza, de glamour, de gastos al pedo. El Estado moderno, entendido como tal, no puede concebir la idea de príncipes y castillos. Con un presidente corrupto ya basta y sobra, qué necesidad de continuar derrochando con un grupo de inútiles que no son más que figuras decorativas y se erigen como la cara bonita de los países europeos. Pero nunca faltarán los medios, como Canal 13 y TN, que inexplicablemente dedican una amplia cobertura a algo que no nos interesa en absoluto, y que tampoco cambiará el destino de nuestras vidas. Hace varios días que vienen rompiendo las pelotas con la boda real. Basta ya! Hasta cuándo seguiremos mirando hacia Europa creyendo que allí está la civilización, la cultura, y las buenas costumbres?

Estados Unidos es el país más poderoso del mundo y sus fundadores nunca se plantearon la posibilidad de una monarquía, ni siquiera remotamente. De hecho, la rechazaban. Y no es que tenga simpatía por EE. UU. ni mucho menos, pero debemos reconocer que de alguna manera son la única potencia que dirige los destinos del planeta. Se me dirá que lo han logrado a base de atropellos, de invasiones, de guerras y de operaciones contra países latinoamericanos, lo cual es rigurosamente cierto. Pero al yanqui promedio eso no le importa, vive demasiado ocupado pensando en el Super Bowl y esas boludeces al estilo del Día de Acción de Gracias. Ya que estamos, les digo gracias por leerme y por compartir mi indignación. Nos estamos viendo!!!

24 de abril de 2011

Como si nada hubiera pasado

Domingo de Pascua en la ciudad. Me reencuentro con el teclado de la PC, y con las ganas de escribir aunque más no sea un párrafo de la crónica diaria. Anoche no hubo demasiada euforia, en parte porque ya no salgo a los boliches, de manera que tomé una cerveza en un bar y eso fue todo lo que hice. Además, el frío ya llegó para quedarse y tengo que comprarme prendas abrigadas, porque las camperas y bufandas que tengo ya han sobrevivido durante largas temporadas los rigores térmicos del otoño.

Así transcurrió Semana Santa, fecha para la cual yo había hecho algunos planes de esparcimiento y relax que no pude concretar por el mal tiempo de jueves y viernes, y porque además tenía que recortar gastos para mantenerme a flote lo que resta del mes. A mucha gente le sucedió lo mismo, y esto se sintió sobre todo en la merma de turistas que llegaron a la Laguna comparados con el mismo período del año pasado. Un signo de los tiempos, y de que los hábitos de la gente van mutando de un modo constante.

Siempre da la sensación de que uno podría haberle sacado más provecho al día. Pero como hablaba con un amigo: "Cuando quiero hacer las cosas que me gustan, no tengo tiempo. Y cuando tengo tiempo, estoy tan cansado que no me quedan ganas". Y así se acumulan libros, diarios y revistas sin leer, quién sabe por cuánto tiempo, hasta que alguien las rescate del olvido cuando ya hayan perdido toda actualidad.

22 de abril de 2011

Viernes santo en la ciudad


Tarde lluviosa de Viernes Santo. Quienes me conocen, seguramente saben que no creo demasiado en los dogmas religiosos. Tengo la convicción de que hay un Ser Superior, que emprendió la tarea de crear el universo donde no había nada, pero no estoy seguro de que sea el mismo Dios tal como nos han enseñado en las clases de catecismo a quienes como yo, fuimos instruidos en los fundamentos de la Fe católica.

No es ninguna novedad que se están produciendo muchas contradicciones en el seno de la Iglesia, y que hay temas sensibles que despiertan inmediata controversia, tal como el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, y los métodos anticonceptivos. Lo que me molesta, en rigor, es el fundamentalismo religioso, que conduce a las personas a consumar las peores atrocidades en defensa de su credo. Es decir, que haya un sector que no esté se oponga al aborto me resulta indiferente, en la medida en que no intenten persuadir y convencer por la fuerza a los demás de la veracidad de sus argumentos.

John Lennon nos proponía imaginar, en su canción más célebre, un mundo sin religiones. Pero no es menos cierto que todos, de alguna manera, necesitamos creer en algo que nos sirva de sustentación, que nos hagas sentir menos sólo, y que nos brinde esperanza ante nuestra propia muerte. Adoptar una religión y vivir conforme a sus normas y preceptos no está mal, pero como mencioné antes, detesto que los demás me quieran sumar a sus filas de creyentes. Que toquen el timbre de mi casa a horas insólitas y me empiecen a hablar de Dios, no es la mejor manera de lograr que una persona se sienta motivada a indagar en un determinado culto religioso. Definitivamente, tienen que pasarte cosas en tu vida para que uno mismo, por sus propios medios, se acerque a Dios. No me gustan los predicadores ni los que presagian cataclismos. Si efectivamente estamos cerca del fin del mundo, no habrá mucho que podamos hacer al respecto. Para qué alarmarse al pedo en lugar de pensar lo que está sucediendo hoy, donde vivimos en un caos de violencia y desilusión. La gente vive desilusionada, no hay esperanza en que pueden venir tiempos mejores, y eso es lo que más nos enferma a todos. Punto Final.

19 de abril de 2011

Mirándose el ombligo


Hola gente, como anda todo por allá? Aquí estoy, casi sobre la medianoche del miércoles, redactando un nuevo post. Tal vez no pueda explayarme más allá de mis posibilidades porque tengo demasiado sueño como para esbozar un texto que resulte atractivo para leer. Estamos en Semana Santa, una semana atípica inclusive para ateos o agnósticos por los feriados, el tan mentado "éxodo turístico" y la estupidez generalizada del pescado, los huevos de Pascua, y demás cosas que no tienen nada que vez con la esencia del catolicismo o de cualquier credo sino con costumbres que se instalaron mucho tiempo después y que son redituables comercialmente. Por lo menos se logra que una vez en el año la gente consuma pescado, con lo sabroso y nutritivo que es, en lugar de tantas porquerías que nos van intoxicando el organismo. No me considero un experto en nutrición, de hecho yo también suelo consumir "comida chatarra", pero de vez en cuando comer una fruta fresca, un vaso de jugo de naranja exprimido, o un plato de la modesta polenta, no viene nada mal. Lo que no soporto demasiado son las verduras hervidas, por ese motivo el puchero, un plato tan nuestro, es uno de los que trato de evitar por todos los medios. Pero no estamos precisamente en un momento en el cual se pueda elegir manjares. Con la crisis, comemos lo más barato, y en lo posible que sea alcance para saciar el hambre.

En fin, les digo la verdad, hay momentos en que tengo ganas de pensar que la vida puede ser un poco mejor para todos, y esto implica que no faltará comida para nadie, que todos podrán elegir su modo de vida, y que todos tendremos a alguien que nos quiera (y a quien querer). Sepan disculpar, no es ni más ni menos que filosofía barata de alguien que se está cayendo de sueño, ya vendran posts mejores y más pulidos en cuanto a su redacción. Punto final.

Discos recomendados:


Billy Idol, "Greatest Hits" (2001)
The Beatles, "A hard day's night" (EMI, 1965. Edición remasterizada de 2009).

15 de abril de 2011

Miradas retro sobre el blog


Viernes en la ciudad, frío y nublado. Cualquier descripción que se intente hacer del otoño nos resulta repetitiva, puesto abunda en lugares comunes y clichés, como las hojas secas de los árboles en las veredas, la gente abrigada, el ánimo melancólico que se percibe cuando uno se levanta para trabajar. Pero de alguna manera, lo que trato es de evitar tópicos recurrentes, lo cual es difícil en virtud de la cantidad de textos escritos en estos últimos 6 años. Algún día este blog no existirá, probablemente porque perderé el entusiasmo de continuar, y o bien porque adoptaré otra tecnología para poder expresarme.

Si me pongo a pensar en el utópico proyecto de publicarlos en un libro, encontraré numerosas dificultades que exceden el costo económico, porque en primer lugar debería replantearme qué "recorte" de la realidad quiero hacer cuando se emprende el proceso de selección del material. Cuando leo viejas notas, encuentro contradicciones evidentes con mi modo de pensar actual. Es otra versión, caduca, de mí mismo.

Los grandes escritores, dentro de los cuales no soy nada, consiguen escribir relatos o novelas a partir de hechos aparentemente intrascendentes.  En este momento no se me ocurre ninguno específico, pero una crónica sobre una noche de boliche o una fiesta de casamiento da para pulirla mucho más y explotarla en una veta literaria. Son cosas que uno va notando cuando revisa el archivo, y ve que las cosas han cambiado, que aparecen algunas contradicciones, o ideas que no terminan de cerrar. No opino igual que en 2005 sobre muchísimos temas, pero de algún modo reflejar ese cambio de pensamiento, como consecuencia de los hechos que se fueron dando en el país, tampoco me parece desacertado. El problema es de qué manera hacerlo para no desconcertar al lector, lo cual es frecuente y constituye la mejor excusa para abandonar la lectura de un libro.

En breve voy a empezar a trabajar sobre esa cuestión para lograr textos más ordenados pero que no por ello pierdan espontaneidad. Que continúen siendo frescos y actuales, que hablen de lo cotidiano. Vamos a ver qué resulta en el intento.

12 de abril de 2011

Escuchando a Charly García....


Hola gente, como va? El fin de semana me dejó agotado, exhausto, sin ganas de nada. Recién ahora voy recuperando el ritmo habitual, porque en definitiva uno no puede vivir lamentándose por dos días en los cuales los momentos de ocio fueron nulos. Hay que seguir, ésa es la premisa, y seguramente con el transcurso de los días lograremos estabilizarnos, como todo en la vida. Es necesario buscar un equilibrio, como una balanza. Darnos cuenta hasta dónde podemos llegar, y cuando ya es momento de dar un paso al costado. Cuesta, no se los voy a negar, pero es lo mejor ser consciente de las cosas antes de que otra persona nos haga saber que nuestro rendimiento ya no es el mismo, o que nos falta este entusiasmo de antaño.

En realidad, mi intención era redactar un texto breve esta noche de martes, y concentrarme en mañana, cuando me esperan muchas notas por cubrir y un tiempo considerable frente a la pantalla de la computadora y del maldito Word 2007, uno de los peores procesadores de texto que se hayan creado. En fin, señores, buenas noches, y antes de despedirme.... escuchen el "nuevo" disco de Charly García, "Kill Gil", disfruten del DVD que acompaña al álbum, y hagan de cuenta de que vivimos en un mundo feliz.

9 de abril de 2011

Y un día llegó el humor a Lobos...

Es cierto, tardé en redactar un nuevo post, pero aquí estoy, para los lectores fieles y para los que han llegado de casualidad. Este fin de semana hay mucha actividad en Lobos, entre las Olimpíadas de la Cuenca del Salado y el Encuentro del Humor y la Historieta. En lo personal, este último evento me resulta más atractivo, porque a diferencia de las Olimpíadas, hacía más de 30 años que no se impulsaba una iniciativa semejante. Los dibujantes no son los mismos, y la sociedad tampoco. Se habló mucho de eso en el Encuentro, del mismo modo en que se abordaron temas que generan opiniones encontradas, como la censura, el humor y la política, y si hay un límite dentro del humor. Esto último es sumamente interesante. ¿Se puede hacer humor de cualquier cosa, de tragedias, catástrofes, personas discapacitadas, enfermos terminales, o hay un límite? ¿Quién marca ese límite, el propio ilustrador o el medio para el cual publica sus trabajos?

El planteo, cabe aclararlo, no es original, y muchos humoristas gráficos han sido entrevistados sobre la cuestión. Quizá porque la televisión se ha vuelto tan burda que roza lo tragicómico, y porque se cae permanentemente el golpes bajos, uno siente el temor de que pueda suceder lo mismo con la historieta. Es bueno sentirse libre y expresarse sin ningún tipo de condicionamiento, pero siempre hay algo que nos limite. Y a veces está bien que así sea. No es posible que cualquier persona utilice un medio de comunicación para decir cualquier barbaridad. El humor no puede, bajo ningún pretexto, emplearse como una forma de ofender a una religión, a una raza, a una etnia o a un grupo social. Por supuesto que si me cuentan un chiste "de gallegos" es probable que me cause gracia, pero estamos hablando de otro nivel de agresión, donde se exacerba el cinismo para buscar un efecto humorísitico y una complicidad que el lector no quiere ni necesita para comprender una situación cómica. No puedo asegurar que exista un "humor inteligente", pero sí sabemos que han hechos graciosos que no pueden ser comprendidos por todo el mundo en virtud de que se manejan distintas competencias comunicativas que van filtrando al eventual receptor. Reírnos de una desgracia (sea cual fuere) no nos hace más felices, sino más miserables. Punto final.

5 de abril de 2011

Como si fuera pura coincidencia


Un típico martes otoñal en la ciudad. Trato de aprovechar este día, de relativa tranquilidad, y de no pensar en las infinitas actividades que me esperan, pero es casi imposible. Siempre estoy proyectando, pero esa "proyección" es contraproducente. Lo mejor sería dejar que las cosas sucedan y listo, aunque creo que muy poca gente que dice sostener ese razonamiento en realidad lo practica. Todos vivimos angustiados o preocupados por distintos motivos, muchas veces ínfimos, pero no por ello difíciles de resolver. Me molesta la gente que cree que los únicos problemas importantes son los suyos, o que son incapaces de pensar que lo que para ellos no resulta relevante, a la otra persona le puede cambiar la vida. Claro está, nunca me gustó eso de "ponerse en el lugar del otro", porque es casi imposible. Uno analiza las cosas desde su manera de pensar, y el otro lo hace en una dirección distinta.

Hay una sección que hace varios años aparece en el diario Clarín. Se trata de un pequeño recuadro en la página 2, titulado "Cómo nos ven". Consiste, básicamente, en extraer fragmentos de notas de medios internacionales que mencionen a la Argentina. Hasta cuándo vamos a seguir con esta estupidez? Por qué no nos miramos a nosotros mismos antes de ver qué opinan los demás medios? Desde el vamos, el título de la sección destila mediocridad. El razonamiento sería: a mí ciudadano argentino, me interesa saber cómo me ven, que piensan los corresponsales extranjeros de mí, y sobre todo los que trabajan para los medios más influyentes. En realidad, no hace falta que el New York Times sostenga que tenemos un gobierno populista si es algo que vemos a diario, o que la inflación está reduciendo el poder adquisitivo de la clase media. Nosotros, los argentinos, lo vivimos cotidianamente. Si bien es positivo en ciertos casos nutrirse del pensamiento de alguien que vive los avatares nacionales con ojos de turista, hay que tener un cabal conocimiento de la historia de un país para poder entender por qué suceden las cosas. En definitiva, me importa un carajo cómo nos ven. Lo razonable sería reflexionar acerca de qué mirada tenemos de nosotros mismos, y por qué seguimos creyendo que el mundo funciona en base a teorías conspirativas y monopólicas.

Discos para disfrutar y sacarse la mufa y la bronca:
Robbie Williams, "In and out of conciousness" (compilado, 2010)

The Beatles, "Abbey Road" (EMI/Apple, 1969)

2 de abril de 2011

Vivir en la ley de la selva

Hola amigos, como va todo por allá? Me encuentro actualizando el blog sin ningún tema o motivo en particular, simplemente por despuntar el vicio de escribir. Podría abordar muchas cuestiones que han concitado la atención de los medios últimamente, pero, ¿para qué castigar al lector con lo que ya ha visto y oído antes? Moyano se ha convertido en el dueño de la circulación en rutas y autopistas, y decide el destino de millones de argentinos que diariamente tienen que trasladarse a su lugar de trabajo. Por supuesto, los sindicalistas, que se arrogan la representación de los trabajadores y del "movimiento obrero", no la pasan nada mal: a pesar de que son sumamente primitivos y de que la única metodología que conocen es la del "apriete", no se privan de nada. Europa y el Caribe suelen ser sus destinos elegidos para vacacionar, y su domicilio en Buenos Aires suele estar en el exclusivo barrio de Puerto Madero, como el lujoso piso que el titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, tenía en ese sector privilegiado de la ciudad.

No quiero ser pesimista, pero creo que justamente a partir de abril, lo peor está por venir. No me refiero a ningún cataclismo, sino a lo peor de la política, las mayores bajezas y miserias humanas en una campaña descarnada por sumar votos. Por supuesto, si como indican todos los pronósticos Cristina es reelecta, no habrá otra alternativa que respetar la voluntad popular y pagar los costos de seguir este modelo durante cuatro años más. Hay muchos intereses en juego, incluso muchos más de lo que suponemos: empresarios, industriales, economistas, jueces, los ya mencionados sindicalistas, dirigentes del fútbol, y periodistas afines al Gobierno. Todos buscarán obtener, o al menor preservar, una tajada de poder.

Siempre trato de ver los matices, los grises, y de evitar posturas extremistas que tanto daño suelen hacer. Por eso, yo reconozco que los primeros años de gobierno de Néstor K. fueron positivos. Había optimismo en la gente, la economía crecía y la inflación estaba bajo control. Luego, empezamos barranca abajo: la ambición desmedida de poder del malogrado ex presidente, su alianza con piqueteros y fuerzas de choque, su enfrentamiento con los medios de prensa, contribuyeron a opacar lo que había comenzado siendo una gestión con varios aciertos. Desde que se fue Lavagna, los ministros de Economía que lo sucedieron no mostraron la misma capacidad e idoneidad, y se dedicaron más a hacer militancia que a cuidar las cuentas públicas.

Si este Gobierno continúa en el poder, lo cual es probable, todos los argentinos esperamos un relanzamiento de la gestión, que haya acciones concretas, menos discursos en por Cadena Nacional y más soluciones a la inseguridad, la pobreza y el narcotráfico. Como dijo Charly García: "Están pasando demasiadas cosas raras para que todo pueda seguir tan normal". Punto final.

Discos para pasar el rato (sin grandes pretensiones):


Pink, "The Greatest Hits so Far" (2010, Virgin/Sony).

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...