15 de abril de 2011

Miradas retro sobre el blog


Viernes en la ciudad, frío y nublado. Cualquier descripción que se intente hacer del otoño nos resulta repetitiva, puesto abunda en lugares comunes y clichés, como las hojas secas de los árboles en las veredas, la gente abrigada, el ánimo melancólico que se percibe cuando uno se levanta para trabajar. Pero de alguna manera, lo que trato es de evitar tópicos recurrentes, lo cual es difícil en virtud de la cantidad de textos escritos en estos últimos 6 años. Algún día este blog no existirá, probablemente porque perderé el entusiasmo de continuar, y o bien porque adoptaré otra tecnología para poder expresarme.

Si me pongo a pensar en el utópico proyecto de publicarlos en un libro, encontraré numerosas dificultades que exceden el costo económico, porque en primer lugar debería replantearme qué "recorte" de la realidad quiero hacer cuando se emprende el proceso de selección del material. Cuando leo viejas notas, encuentro contradicciones evidentes con mi modo de pensar actual. Es otra versión, caduca, de mí mismo.

Los grandes escritores, dentro de los cuales no soy nada, consiguen escribir relatos o novelas a partir de hechos aparentemente intrascendentes.  En este momento no se me ocurre ninguno específico, pero una crónica sobre una noche de boliche o una fiesta de casamiento da para pulirla mucho más y explotarla en una veta literaria. Son cosas que uno va notando cuando revisa el archivo, y ve que las cosas han cambiado, que aparecen algunas contradicciones, o ideas que no terminan de cerrar. No opino igual que en 2005 sobre muchísimos temas, pero de algún modo reflejar ese cambio de pensamiento, como consecuencia de los hechos que se fueron dando en el país, tampoco me parece desacertado. El problema es de qué manera hacerlo para no desconcertar al lector, lo cual es frecuente y constituye la mejor excusa para abandonar la lectura de un libro.

En breve voy a empezar a trabajar sobre esa cuestión para lograr textos más ordenados pero que no por ello pierdan espontaneidad. Que continúen siendo frescos y actuales, que hablen de lo cotidiano. Vamos a ver qué resulta en el intento.

Siempre hay una buena excusa

  Cuando pasan varios años sin que te encuentres con alguien y esa persona aparece súbitamente en escena, pueden suceder dos cosas: O que te...