23 de junio de 2011

Escuchando a Roger Waters y a la maldita lluvia


Tantos días fríos y nublados provocan un malestar general y una sensación de fastidio que es difícil de describir. Hace por lo menos dos semanas que no veo la luz del sol, ya sea porque está cubierto de nubes o porque anochece rápidamente. Lo cierto es que el malhumor es "contagioso", y nunca creí que el clima podía influir tanto en el estado de ánimo de las personas. No me imagino viviendo en esos países escandinavos de noches eternas y donde el sol es apenas una chispa. Cambiando de tema, ¿Vieron que rápido pasa todo? Ya nadie se acuerda del tsunami y del terremoto en Japón, o a nadie parece importarle lo que allí suceda. El tema fue desapareció totalmente de los canales de noticias, que parecen estar muy ocupados con la separación de una "botinera" y un futbolista uruguayo. Qué escenario patético: Mientras el mundo se cae a pedazos, los gerentes de programación dedican horas a estos dos pelotudos de Zaira Nara y Diego Forlán. Es imposible no saber los nombres de estas personas porque están en todos lados, en todas partes. Es una dictadura mediática que se rige por el rating, y no hablo de Clarín ni nada por el estilo, me refiero a aquello que decía Beatriz Sarlo, refiriéndose al "recorte de la realidad" que excede los programas de chimentos o las revistas de la farándula. De más está decir que esas intrascendencias no le cambian la vida en caso de que este escándalo bizarro siguiera su curso, y ni siquiera representa algo divertido de ver. Ahora que tengo más tiempo para mí, y que estoy mirando más TV, me siento asqueado. No solamente los canales de aire son mediocres, también hay varios de cable que merecerían ser desterrados de la grilla por lo berretas que son. Cero investigación periodística, cero presupuesto, todas noticias levantadas de los diarios impresos o videos sacados de Internet.

La televisión, tal como la conocemos, hace rato que dejó que ocupar un lugar de privilegio en el hogar. Cuando vamos a un bar, solemos ver las pantallas encendidas en un canal cualquiera, pero la mayoría no se detiene a mirar lo que acontece allí, podría decirse que constituyen un mero decorado, excepto que se transmita algún partido de fútbol, o que haya ocurrido algo que una magnitud tal que nos motive a dejar el café por un momento para observar esas imágenes dramáticas que suelen estar asociadas a algún desastre natural.   

 Vivimos el posible descenso de River como una gran tragedia nacional, cuando otros equipos grandes, como San Lorenzo o Racing, en su momento también descendieron al fondo del abismo. Como hincha de Boca, me encantaría que River descienda a la "B Nacional" por su paupérrima performance, pero tampoco me cambia la vida. Son esas cosas que observo en los demás, ese fanatismo estúpido, que no termino de entender. Punto final.

Discos recomendados del día:


Taylor Swift, "Speak Now" (Universal, 2010)

George Michael, "Listen without prejudice" (Sony Music, 1990)

Siempre hay una buena excusa

  Cuando pasan varios años sin que te encuentres con alguien y esa persona aparece súbitamente en escena, pueden suceder dos cosas: O que te...