La discográfica EMI está lanzando todos los álbumes editados por Pink Floyd remasterizados, con fotos inéditas y desde luego con un sonido superior a las anteriores ediciones disponibles en el mercado.
La remasterización implica una mejora del sonido con respecto a las ediciones anteriores, o al menos así debería ser. Se trata de una estrategia comercial que juzgo acertada para intentar seducir a quienes todavía compran/compramos CD's, ahorrando como se pueda, y no sucumben ante las descargas digitales.
Cuando me refiero a las descargas, esto incluye a aquellas legales y pagas, como I Tunes, porque no podemos negar la realidad y decir que no hay gente que paga por música. Quizás en los países emergentes la piratería es un mal endémico porque el común de la gente no puede o no quiere gastar dinero en bajarse un disco en forma legal, nadie va preso por un delito que no jode a nadie, si los sellos de música ganan millones, sea como fuere. Pero en EE. UU. y otros países desarrollados hace tiempo ya que existe esta nueva forma de comercializar música.
Hoy, después de mucho sacrificio para ir regulando mis modestas finanzas, me compré "The dark side of the moon" (1973), en la versión 2011, pensé que debía tener un ejemplar porque los lanzamientos anteriores sonaban a un volumen demasiado bajo. Todos los lanzamientos de CBS o Sony en los comienzos de la era del CD tienen ese defecto, no así los de Warner, por citar un ejemplo, que se fabricaban en Alemania y hasta el día de hoy se la re bancan.
Hoy, después de mucho sacrificio para ir regulando mis modestas finanzas, me compré "The dark side of the moon" (1973), en la versión 2011, pensé que debía tener un ejemplar porque los lanzamientos anteriores sonaban a un volumen demasiado bajo. Todos los lanzamientos de CBS o Sony en los comienzos de la era del CD tienen ese defecto, no así los de Warner, por citar un ejemplo, que se fabricaban en Alemania y hasta el día de hoy se la re bancan.
Con respecto a "Dark Side...", ahora está disponible también otra versión más costosa, se suma al álbum original, un disco extra donde la banda toca en vivo íntegramente los temas que lo componen. Por el momento no está en mis planes adquirirla.
Más allá de esto, debo decir que el desembolso de mis flacos bolsillos valió la pena. "The Dark Side of The Moon" es un disco esencial, y marcó un hito en la música popular. Cada fan de Pink Floyd tendrá el suyo, pero yo nunca me sentí a gusto con los primeros años y con la etapa más psicodélica de la banda. Por el contrario, tras la partida de Syd Barrett y la consecuente asunción de Roger Waters como líder del grupo, Pink Floyd fue desarrollando nuevas texturas y experimentando en el estudio con un ingeniero de sonido como Alan Parsons, que luego daría que hablar con sus propios proyectos. A menudo, la esencia de un disco se ve arruinado por una remasterización hecha sin tomar como fuente las cintas analógicas originales. Es un proceso que lo debe hacer alguien que conozca el paño. Yo mismo no soy un experto en el tema, pero a quienes les interese pueden buscar en Google resultados lamentables como el famoso "loudness war", que satura los oídos y no permite disfrutar de cada instrumento porque está todo enmarañado en en afán de que el disco "suene bien" en equipos de audio baratos o en los stereos de los autos. Pero me estoy yendo de tema, cosa habitual en mí. A pesar de que varios de sus integrantes han muerto, todos soñamos con ver nuevamente a Pink Floyd sobre un escenario, aunque más no sea a Roger Waters y David Gilmour juntos. Ojalá que algún día se pueda concretar. Punto final.