En mi caso, comencé a reencontrarme con mis afectos, a retomar el contacto con gente que por esas cosas de la vida me separaba el resentimiento o el rencor. En algunas ocasiones, es mejor olvidar, aunque nos hayan ofendido. Por supuesto, la vida sigue y no es un remanso de paz como a uno le gustaría, y siempre hay alguien dispuesto a cagarnos. Pero dentro de lo posible, lo más sano es superar todo aquello que nos afecte a nosotros. Me refiero que, al perdonar a alguien, estamos siendo generosos en un punto pero también un poco egoístas (y eso es lo bueno), porque nos estamos dando la oportunidad de continuar con una relación de amistad y afecto al olvidar aquello que nos hizo sufrir.
Hay que liberarse un poco, apagar el televisor, tomar unos mates con amigos o con la compañía de la radio, sentarse a leer un buen libro, respirar profundo y seguir este camino. Es la mejor manera de sentirse sano, sin las necesidades de la sociedad moderna de recurrir a ansiolíticos, terapias alternativas o meditación. Por supuesto, la meditación es una actividad muy saludable, pero podemos bucear en nuestro interior de distintas maneras, simplemente planteándonos honestamente cómo somos. Punto final.
Hay que liberarse un poco, apagar el televisor, tomar unos mates con amigos o con la compañía de la radio, sentarse a leer un buen libro, respirar profundo y seguir este camino. Es la mejor manera de sentirse sano, sin las necesidades de la sociedad moderna de recurrir a ansiolíticos, terapias alternativas o meditación. Por supuesto, la meditación es una actividad muy saludable, pero podemos bucear en nuestro interior de distintas maneras, simplemente planteándonos honestamente cómo somos. Punto final.