Blog de Lobos, ARG, desde hace 18 años en la Web.
29 de abril de 2014
Este blog continúa
La vedad es que estoy un poco harto de Facebook, de los "cartelitos", de los memes, de las frases atribuidas a Einstein o Lennon que proliferan en la red. Lo uso, más que nada, para chatear con mis contactos, que como dije una vez, conozco personalmente en el común de los casos. No acepto ninguna "solicitud de amistad" de un desconocido, primero porque no lo conozco y segundo porque no tengo ninguna intención de ser su amigo virtual. Por supuesto, cada uno tiene toda la libertad de hacer lo que quiera en la Web. Pero lo alentador es que en un corto plazo se les acabará la joda para muchos, dado que habrá que pagar para registrar un dominio de Internet y no va a estar al alcance de cualquier gil que quiera estafar gente. Hace unos días me preguntaba si, aquellos que tienen dinero para hacerlo, no deberían pagar por bajar música. Definitivamente estoy convencido de que así debería hacer, pero es un tema muy discutible. En fin, voy a seguir trabajando un rato más y luego a dormir escuchando a The Doors. Punto final.
20 de abril de 2014
Ultimo post de Semana Santa
Hoy es Domingo de Pascua, lo cual no significa mucho para mí, pero sé que muchas personas de bien manifiestan una genuina devoción respecto de la liturgia y yo no soy quién para juzgarlos. En lo personal, fue un día tranquilo, me levanté demasiado tarde, y me lamenté por haber perdido buena parte de la mañana. Compré el diario, y fui un rato al Parque a sacar fotos. Es increíble que teniendo un espacio verde tan cerca del centro de la ciudad no lo sepamos apreciar y cuidar. Lo digo yo, que viví casi 30 años frente a la entrada del Parque y supe disfrutar de las caminatas y de la frondosa arboleda. En fin, luego de esta Semana Santa, mañana la ciudad se despertará del letargo y todo comenzará a girar de nuevo. Punto final.
16 de abril de 2014
Hagámonos cargo del infame 2001
En su libro "Pecado original", la periodista Graciela Mochkosfky, sostiene que José Claudio Escribano, Editor de La Nación, le dijo a De la Rúa que, a cambio de apoyar desde el diario su efímero Gobierno, debía romper relaciones diplomáticas con Cuba. Los hechos demuestran que así fue, y que también intervino en el pedido el Embajador de EE. UU.
Una de las cosas que me provocó mayor vergüenza de aquel 2001 ocurrió en septiembre. Yo trabajaba en una escuela rural, como suplente. Por orden de De la Rúa, la Bandera Nacional fue izada a media asta en "solidaridad" con los atentados ocurridos en EE. UU. Los chicos no entendían el motivo, y yo no me lo podía explicar. Un país que siempre nos traicionó, nos cagó, y apoyó al Reino Unido en la Guerra de Malvinas, recibió ese "gesto" totalmente fuera de lugar. En cambio, cuando ocurrieron los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, ningún edificio público de EE. UU. tuvo sus banderas a media asta. Una muestra más de la genuflexión de De la Rúa.
Es cierto que Menem le dejó una legado muy difícil de resolver en un corto plazo. Pero también es cierto que, en lugar de afrontar el costo político de una devaluación que era a todas luces necesaria, aquel Presidente autista mantuvo la Convertibilidad hasta que la situación no dio para más por la fuga de dólares que se produjo y que resultó incontenible. También es verdad que no contó con un salvataje financiero del FMI como lo tiene Macri, para sostener la economía. Pasaron los ministros, uno más inútil que el otro, entre ellos Patricia Bullrich (primero menemista, luego delarruista, y ahora macrista o no se qué). Pero el tiempo se iba agotando. Como todo en la vida, nada es eterno. Punto final.
14 de abril de 2014
La figurita nueva
Solari, sé que nunca vas a leer esto, pero me causás gracia. Me hubiera gustado verte a los 21 años componiendo "Canción para mi muerte", como lo hizo Charly García con Sui Generis. Lo que hiciste siempre fue una bazofia, apelando a pseudometáforas y gansadas escritas para cierto público supuestamente progre. ¡Hasta hay un libro de filosofía dedicado a desentrañar las letras de los Redonditos de Ricota! Flaco, eso es preocupante. Si la gente que te sigue necesita de un libro o de un manual de instrucciones para entender lo que decís, estás en problemas. No puedo ocultar que son fan de Charly. La diferencia con la horda que fue a ver el show de Solari es que yo no soy incondicional. Por ejemplo, el CD "Say no more" (1996), de Charly, me pareció una porquería y lo terminé vendiendo. Partamos de la base de que Charly, Solari, o la mayoría de los músicos argentinos son adultos y por lo tanto pueden defenderse solos, no necesitan que lo hagan quienes estamos "abajo" del pedestal. Pero me parece que algo, definitivamente, no funciona bien cuando se le concede un lugar de privilegio en el "podio" del rock argentino a músicos viejos y reventados. En 1997, después del éxito comercial de "Alta suciedad", el infame Andrés Calamaro alcanzó el sitial tan deseado. Hoy se suma a esa suerte de Jardín del Edén, el Indio Solari. ¿Cuándo vendrán los rockers jóvenes (que los hay) a ocupar el lugar que les corresponde con justicia? Punto final.
11 de abril de 2014
La música como cable a tierra
9 de abril de 2014
Ladrillos (parte 2)
Retomando las líneas iniciales, lo que es malo (una película, un programa de TV, una canción), no confunde. Es una ofensa al buen gusto y rápidamente pasará al olvido. Pero lo mediocre...es otro tema. Abunda demasiado, se consume demasiado, y (lo que es más preocupante), a menudo se "mimetiza" con algo de cierto vuelo artísitco del cual carece por completo. Hay un libro excelente que aborda esta cuestión, y es "El hombre mediocre", del filósofo positivista argentino José Ingenieros. Lo concreto es que, a riesgo de ser reiterativo, estamos rodeados de mediocridad.
Estas consideraciones no las afirmo desde un pedestal, como si yo fuera un "iluminado", sino desde la convicción de que se van transgrediendo los límites de la calidad de un producto de consumo sin ningún sentindo, por el sólo hecho de generar rating o repercusión en las redes sociales. Ojalá que alguien se sienta identificado con lo que acabo de exponer. Punto final.
Sandro, el más grande
Estoy empezando a descubrir a artistas que antes detestaba, como Sandro. "El Gitano" fue, ni más ni menos, que el Elvis Presley argentino, y él mismo ha reconocido su influencia en muchas entrevistas. Por esas cosas del destino, ambos murieron reventados: Elvis en 1977 por un cóctel de pastillas y Sandro en 2010 por un paro cardíaco. Sandro supo, en su carrera, realizar una transición del rock a la balada romántica, protagonizó alrededor de 10 películas, tuvo su propio programa de televisión, recorrió todo el Continente hasta donde su salud se lo permitió, y luego se dedicó a vivir recluido en su casa de Banfield (una especie de "Graceland" de Elvis). Fue un grande, muy superior a Cacho Castaña o a otros que le disputan el podio. Fumaba demasiado, y por ello padecía una enfisema pulmonar. Con los años su salud se empezó a deteriorar, aunque siguió realizando shows con la ayuda de un tubo de oxígeno disimulado en el micrófono donde cantaba. Debo reconocer que las pocas películas que vi, me parecieron malísimas, pero quizás eran otras épocas, qué se yo. Sandro no es como Julio Iglesias que canta canciones pelotudas en 20 idiomas con el mismo tono monocorde y aburrido. Fue un artista único, y así lo supieron reconocer las generaciones que me precedieron. Punto final.
8 de abril de 2014
Llegamos a las 24.000 visitas
7 de abril de 2014
Prohibido quejarse
La realidad nos abruma y nos agobia con más frecuencia que lo habitual. Creemos que sólo aquello que vemos en los portales de noticias, o en la tele, es lo único que ocurre en el lapso de un día. O, mejor dicho, se trata de un "recorte" de lo real que hacen los grandes medios en función de distintos intereses. Hay muchísimos portales de Internet que brindan información más relevante y esclarecedora que un noticiero de tevé a las cinco de la tarde. Es cuestión de buscar, y de no quedarse en una actitud pasiva, dejando que nos den todo "masticado". Como periodista, tengo el compromiso cotidiano de brindar toda la información disponible, y no tergiversar los hechos, porque eso significaría inducir a los lectores para que piensen según lo que a mí teóricamente me conviene. Más allá de la carga de subjetividad que cada uno tenga, el que termina formándose un juicio de valor sobre ese hecho que es informado, siempre es el lector. Lo que nunca me gustó, debo decir, es que la sociedad deposite una carga bastante pesada sobre la prensa, al exigirnos que investiguemos, que chequeemos un determinado dato, porque yo no le digo a nadie cómo tiene que hacer su laburo, por lo tanto no me gusta que se metan con el mío. No es tan difícil de entender, me parece.
La
mayoría de nosotros, en algún momento del día, nos quejamos de algo, ya sea
porque no nos salió bien, o porque lo consideramos una injusticia, como que nos
brinden un trato que –creemos- no nos merecemos. Y a medida que te vas haciendo
viejo, más motivos encontrás para quejarte. A mí me pasa con frecuencia. El
meollo del asunto es que nadie quiere escuchar a alguien que expone ese tipo de
planteos todo el tiempo. Sólo lo hacen los psicólogos, porque les estás pagando
y porque tienen una formación profesional que, en el mejor de los casos, te
permite canalizar ese malhumor en una dirección distinta. Esto lo estoy
diciendo ahora porque estoy tranquilo y puedo razonar mejor, pero si tengo un
mal día, me vuelvo intratable. Cuando es al revés, es decir, que alguien se
queja excesivamente conmigo, es una sensación similar a mirarme al espejo. Ese
sujeto rompebolas soy yo, en la piel de otro.
Mucha gente que hace grandes esfuerzos para estudiar y trabajar a la vez, personas de mediana edad que bien podrían estar sentados en el sofá y todavía tienen las ganas y la voluntad de acceder a un título, de cumplir el sueño de terminar una carrera. Si uno logra ser un poco más tolerante ante las boludeces que debemos soportar a diario. No es fácil para mí, se los aseguro, pero el resto de la sociedad no tiene la culpa de que a mí me moleste tal o cual cosa. Por supuesto, hay reglas elementales de convivencia, y cuando se transgrede ese límite, ya estamos hablando de otra cuestión, porque alguien está vulnerando nuestros derechos con el maltrato y la violencia. Pero eso ya constituye un tema que llevaría más espacio que el texto que aquí nos convoca. Punto final.
5 de abril de 2014
Clásico y moderno
El tema "Spending my time" pertenece al disco "Joyride", que se convirtió en un gran éxito en Europa y Sudamérica. No así en Estados Unidos, donde sólo algunos singles tuvieron rotación radial. A mi modesto entender, y si bien soy consciente de que estoy haciendo muchas omisiones, es una de las mejores baladas de principios de los '90. Y hasta el momento, Joyride se mantiene como el disco más vendido de Roxette. Años después, acaso arrepentido de no haberlo comprado en vinilo, lo conseguí en CD. Lo notable es que casi no tiene canciones "de relleno", todas las que forman parte del disco merecen ser escuchadas y disfrutadas. Quizás en Estocolmo, en este momento, algún sueco esté escuchando a Roxette. Punto final.
4 de abril de 2014
Basta de fútbol
El campeonato local (me refiero al de la AFA) es mediocre y cada día nos sorprende con algún hecho insólito, como que se corte la luz del estadio en pleno partido, que ingresen perros al campo de juego, que los hinchas del equipo rival le arrojen bombas de estruendo al arquero provocándole en muchos casos daños irreversibles en su capacidad auditiva. Todo lo que estoy exponiendo, y mucho más, es lo que los pseudoperiodistas llaman "el floklore" del fútbol. Nunca escuché estupidez semejante. Lo peor es que esa frase se ha expandido más allá de lo aconsejable y cualquier idiota la repite alegremente. El "folklore" tan mentado no es sinónimo de violencia, entiéndanlo de una vez. Seguramente, los barrabravas de la peor calaña, esos delincuentes que gozan de total impunidad, viajarán gratis al Mundial amparados por los clubes a los que dicen representar. Hasta que alguien no tome las riendas del asunto y corte por los sano, no cabe ninguna duda de que las cosas seguirán así. Hoy es mucho más seguro ver un partido por TV que hacerlo en la cancha, y es por ello que la televisación de los partidos resultó en su momento un gran negocio. En fin, me cansé de renegar. Buenas noches gente. Punto final.
3 de abril de 2014
Postales de 2002
En 2002 se disputó el Mundial de Fútbol Corea-Japón. Lo recuerdo muy bien: el primer partido de la Selección lo ganamos por 1 a 0 contra Nigeria, con gol de Batistuta. Tiempo después, un amigo me digo con razón: "¿Cómo puede ser que mientras el país se caía a pedazos, estos imbéciles estaban festejando un partido?".
Pero de a poco, la Argentina se fue recuperando, quizás porque más bajo ya no podíamos caer. Asumió la presidencia Néstor Kirchner, que con sus aciertos y errores demostró rápidamente que era más expeditivo, audaz y firme que aquella caricatura de presidente que fue De la Rúa. Fue así como nació el kirchnerismo, un movimiento que continúa hasta nuestros días y que ha sido objeto de innumerables debates y polémicas. Pero me estoy yendo de tema. Simplemente quería trazar una breve reseña de lo que significó para mí haber vivido en Argentina durante 2002.
Los linchamientos
Disco recomendado del día:
Skay Beilinson, "A través del mar de los sargazos" (2002, edición independiente)
Euforia en los mercados: Una fiesta para unos pocos
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