18 de julio de 2014

Viernes a la tardecita tomando mate

La gente habla, dice, comenta, opina. Estos verbos parece sinónimos, pero no lo son. El intelectual desprecia a "la gente", o "el vulgo" (entendido esto por todo el resto de la sociedad excepto él y otros grupo de "iluminados"·). Filósofos, sociólogos, psicólogos, son quienes rankean más alto en esta categoría. En principio, se creen con derecho a todo, es decir, a establecer una verdad absoluta sobre un tema cualquiera, y a no acepta de ningún modo otro punto de vista. Los filósofos K son particularmente difíciles de entender. Ricardo Forster es un impresentable que ocupa un cargo inventado, dentro del Ministerio de Cultura (también inventado), y de esta manera se le pretende dar al kirchenrismo cierto andamiaje ligado con la razón y no con la emoción. Para empezar, la antigua Secretaría de Cultura era totalmente inoperante y llena de "ñoquis", y ahora, devenida el Ministerio, no se han visto cambios significativos. Y no me canso de repetir la frase del ex Secretario de Cultura, que se sinceró diciendo: "la cultura no es una prioridad ni para el Gobierno ni para mí". Desde luego, tras esa declaración, fue separado del cargo, lo cual poco le importó porque tiene un prestigio y un patrimonio que hace que no necesite ocupar función pública alguna. Ya pasó el Mundial, muchachos. Y los famosos fondos buitre, serán unos hijos de puta, especuladores o como le guste llamarlos, pero tarde o temprano habrá que pagar. Punto final.

Antes de apagar la luz

Jueves por la tarde en la ciudad. Si me pagaran por escribir acá, seguramente el resultado sería más provechoso. O en todo caso, me exigiría...