20 de marzo de 2019

Comienzo de otoño con hojas (y bolsillos) secos

Miércoles, comienzo de otoño en el hemisferio sur. Hice varios borradores de notas en los últimos días, pero decidí no publicarlos porque no me convencían del todo. Como a todos, a veces me agobia la realidad cotidiana, y si bien tengo que mantenerme informado de lo que pasa, no dejo que todo lo que leo y veo me intoxique, sino sería como una esponja que termina aborbiendo ese panorama poco alentador. Me gusta indagar en medios que no son masivos, y que publican noticias que los otros ignoran, ya sea deliberadamente o bien porque no les conviene. Los portales de las provincias del Interior, por ejemplo, porque "hay vida cruzando la General Paz". Hace falta más federalismo, que no pase todo por Buenos Aires, y que se fortalezcan los medios del resto del país. No es justo que la salud pública sea mucho mejor en la Capital que en nuestra Provincia. Asimismo, deberían existir más dependencias descentralizadas para que no haya que viajar cada vez que tenés que hacer un trámite. Los porteños tienen un modo de vida completamente distinto al nuestro. Cuando viajás al Exterior, si sos argentino suelen haber ciertos prejuicios, porque el estereotipo del porteño fanfarrón y arrogante es lo que está más arraigado.

Si se fomentara el federalismo, no habría pueblos que quedaran incomunicados por el cierre del ramal de ferrocarril, la economías regionales que tanto pregonaba Macri resultarían rentables... si vos comprás un kilo de naranjas a $ 10 o $ 20, imaginate la miseria que recibe el productor, que es el primero en la cadena de comercialización. Estos productores son los que hicieron varias veces el "verdurazo" en Plaza de Mayo, porque preferían regalar lo que cosechaban antes que tirarlo, como una forma de protesta. Exceptuando Córdoba o Mendoza, la mayoría de las Provincias carecen de una gran población, vale decir, no sirven en términos de votos. Por eso a nuestros dirigentes les chupa un h... lo que pasa en Formosa, en Salta o en Santiago del Estero, y ni hablar de la Patagonia que es una de las zonas con menos densidad demográfica (más deshabitadas) del país. Los Gobernadores tienen que tocar el timbre de la Casa Rosada para que les den bola, excepto aquellos amigos macristas, como Urtubey.  

Muchas veces reniego de ciertas cosas de Lobos, que son inherentes a cualquier pueblo chico, pero estoy convencido de que este es mi lugar, porque yo lo elegí, y no me iría a otra ciudad a menos que tuviera una oferta de trabajo tentadora, algo que dudo vaya a suceder. Pienso que esta ciudad tiene todas las condiciones para crecer, en la medida que se brinden incentivos a los comercios y empresas, que hoy por hoy no pueden solicitar un crédito a tasas altísimas que fijó el Banco Central para contener al dólar. No quiero ver mas persianas bajas, ni locales que cierran. Lobos antes era un punto de referencia para toda la zona, y en la actualidad solamente es un caserío perdido en el mapa, casi detenido en el tiempo. Ante la situación económica adversa, el Municipio debe asumir un rol proactivo que vuelva a poner a nuestra ciudad en el lugar que nunca debió haber perdido. Punto final.

Un resumen de 20 años

  Al cabo de casi 20 años, puedo afirmar que estoy conforme con las notas que he escrito en este blog. Este año ha sido muy particular para ...