5 de marzo de 2019

Cómo convivir en medio de aguas turbulentas

Martes por la noche en la ciudad. Estamos transitando uno de esos feriados absurdos, en este caso por Carnaval. Este tipo de días que no responden a la conmemoración de ningún prócer o fecha patria, no hacen más que frenar la escasa actividad económica y complacer a unos pocos que pueden viajar y de este modo aportar algo a las arcas de los operadores turísticos. 

Hay gente que aún no entiende que la sociedad está cambiando, no del modo que yo quisiera, pero debemos aceptar la realidad antes de que nos pase por encima. La violencia cotidiana en la cual vivimos, los crímenes que antes sólo ocurrían en las grandes ciudades...son una señal de que Lobos no está ajeno al microclima que se respira en las calles de cualquier localidad del país. Hasta no hace mucho nos asombrábamos de que en Cañuelas se perpetraran delitos aberrantes siendo una ciudad tan cercana, y hoy nos toca a nosotros tener que analizar lo que nos sucede desde otro prisma. No esquivemos el debate diciendo que estamos así porque "la sociedad está enferma", ya que en tal caso los enfermos somos nosotros, como integrantes de ella. 

Se ha perdido la vergüenza y el pudor. Entiéndase esto como la exposición excesiva de la privacidad. Vos permitís que todos sepan lo que hacés, porque lo publicás en las redes sociales, ¿o no? Compartís memes que son profundamente ofensivos o agraviantes, solo porque alguien te lo pasó a vos. Es hora de poner las cosas en su lugar y de analizar nuestras conductas, porque ya nadie está exento del dedo acusador o del escarnio público. Un signo de esta época es que se cuestiona "lo establecido", es decir que nadie tiene autoridad suficiente para impedir que los roles de las instituciones sean objeto de críticas demoledoras. Lo cual no sería un problema, si no fuera porque no surge una alternativa ante aquello que es foco de la indignación colectiva.

Ojalá llegue el día en que sepamos convivir con nuestras miserias y pese a ello, mostrar lo mejor de nosotros. Sólo hace falta sentido común. Punto final.



Un resumen de 20 años

  Al cabo de casi 20 años, puedo afirmar que estoy conforme con las notas que he escrito en este blog. Este año ha sido muy particular para ...