14 de agosto de 2009

Esa gente que dice ahorrar

Conozco gente que anota minuciosamente en una libreta los gastos que hace diariamente. Evidentemente, ese trabajo metódico les debe dar resultado, de lo contrario dejarían de hacerlo. Yo estoy pensando seriamente en intentar algo similar, aunque sin llevar la contabilidad a puntos extremos: o sea, si me compro un paquete de chicles no lo voy a anotar; si me compro una revista tal vez sí. Las monedas son muy solicitadas por los comerciantes, pero para quien desea comprar algo tienen escaso valor, como consecuencia de las sucesivas devaluaciones y procesos inflacionarios. De todos modos, no es una mala idea juntar monedas que te dan de vuelto cuando comprás algo, y guardar los billetes para gastar en una próxima compra. Las estrategias para el ahorro son tan infinitas como los ahorristas. Algunos son disciplinados consigo mismos y no se permiten darse ningún gusto, otros despilfarran lo que tienen en la primera semana de cobrado el sueldo y el resto del mes subsisten a pan y agua. En realidad, es difícil encontrar un equilibrio y que los números cierren. Yo he intentado hacer un "presupuesto" de gastos fijos, para saber qué dinero voy a gastar y con qué excedente puedo disponer, pero no me convencieron los resultados. Siempre aparece una situación emergente que no tenías prevista y que te obliga a gastar, entonces... a la mierda el presupuesto. Creo que, en definitiva, lo importante es que si comprás algo estés satisfecho con tu compra, que no sientas culpa pensando que malgastaste la plata, y que disfrutes de esa revista, libro, series de Netflix, o lo que sea, porque no se puede volver el tiempo atrás.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...