Hoy, los lobenses disfrutamos de una tarde espléndida en la ciudad. Sol a pleno, temperaturas agradables, y noté menos polución, incluso en las calles del Centro, donde los autos emanan ese humo que te hace arder la nariz. Uno se conforma con poco, pero no es un dato menor que un día de sol te cambia el semblante y te carga las pilas y te predispone mejor para enfrentar el día.
Discos recomendados: Cualquiera de Evanescence (no sacaron mucho material, por otra parte) , y algo de folklore que salga de los tópicos obvios propios de sus vertientes habituales. Dos géneros musicales completamente diferentes, producto del talento de artistas que nunca se la creyeron, y que cobra más valor tras el reciente fallecimiento de Mercedes Sosa. Evanescence no es una banda que le vaya a cambiar la vida a nadie ni mucho menos, pero tiene algo especial en su sonido que hace que te detengas a escucharla. Más allá de los hits para la radio, es una banda con arreglos interesantes, si es que logra incorporar nuevos elementos y no desgastarse repitiendo una fórmula exitosa en cada disco como si fuera un caricatura de sí misma.
A veces, determinadas personas que parece estar en las antípodas se llevan sorprendentemente bien. Seguramente saben a qué me refiero porque lo han presenciado, o tienen amigos que son protagonistas de estas relaciones aparentemente disfuncionales. También sucede que dos individuos que parecían no tener nada en común logran establecer un vínculo a partir de la diferencia. Eso se ve a menudo en las relaciones de pareja. Uno no se puede explicar cómo dos personas con tantos contrastes han logrado amarse mutuamente y sentirse atraídos el uno por el otro. Quién sabe, quizá haya algo de cierto en aquello de que los polos opuestos se atraen...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario