27 de octubre de 2010

El inesperado adiós de Néstor y un país desconcertado


Me costó creerlo cuando me llamaron por teléfono para darme la noticia. La persona más poderosa e influyente de la Argentina, murió esta mañana para consternación de sus seguidores y detractores.

Durante los 5 años que lleva de vigencia esta blog, he abordado distintas facetas de Néstor Kirchner y de su Gobierno. Cuando no estuve de acuerdo con sus medidas, no dudé en expresarlo, pero también le reconocí algunos aciertos, sobre todo en los primeros años de su gestión. Esos primeros años, de 2003 a 2005, cuando todavía no se mostraba tan temperamental e intransigente en varias cuestiones que requerían consenso.

Fue, en la primera mitad de su gestión, un presidente que alcanzó un altísimo grado de adhesión y popularidad, y después de la catástrofe del gobierno de la Alianza los argentinos teníamos cierto optimismo. En realidad, necesitábamos creer que alguien mejor estaba por venir, sea quien fuere.


No quiero extenderme demasiado porque casi todo se ha dicho hoy, tanto en los medios como en la conversación cotidiana, mientras muchas familias estaban en sus hogares esperando al censista. Como era previsible, la noticia del censo quedó rápidamente opacada por la muerte de Kirchner. Sobre el futuro del gobierno de CFK, que llevaba la impronta de su marido, pesa un signo de interrogación. Esperemos que podamos pasar por esta transición hacia las eleccciones de 2011 de la manera más ordenada posible. Es un momento delicado y la oposición debe actuar con responsabilidad, no por la muerte de K en sí misma, sino por el hecho de que la Presidenta deberá formar un nuevo grupo de asesores, que establezcan las políticas centrales para los meses que restan tras la ausencia de un esposo. Esto implica, entre otras cosas, que deberían salir del Gobierno personajes que sólo contribuyeron a perjudicar seriamente la imagen de la gestión presidencial ante la opinión pública, en un ejercicio autodestructivo e innecesario. Todos conocemos, a quienes cometieron tales desatinos, pero prefiero no mencionar a ninguno en particular porque no es el momento.

Un grupo de intelectuales, entre los que se encontraba el filósofo José Pablo Feinmann, creó el espacio "Carta Abierta", destinado publicar solicitadas en los medios gráficos para sustentar desde distintas corrientes del pensamiento al actual Gobierno cuando Kirchner ya había dejado la presidencia. Sin embargo, sus argumentaciones, lúcidas algunas de ellas, abundaban en ambigüedades y generalizaciones.

Vienen tiempos difíciles. Que alguien nos ayude a salir de esta incertidumbre, paradójicamente, cuando la única certeza que tenemos es la muerte del ex presidente.

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