24 de diciembre de 2011

Reflexiones de Nochebuena

Era previsible: las radios se dedican a pasar canciones de Navidad, los canales de TV nos castigan con películas que recrean aquel acontecimiento de la cristiandad. Trataré de no renegar demasiado en estas líneas, sólo diré que cada persona celebra Nochebuena y Navidad a su manera y es absolutamente respetable. Me daba vergüenza ajena ver a cientos de individuos deambulando como zombies por los shoppings para aprovechar descuentos y comprar regalos. Seguro que cuando les llegue el resumen de la tarjeta se van a querer cortar las bolas, porque es obvio que las empresas nunca pierden un centavo de su rentabilidad y que los dichosos "descuentos" son una estafa, como también lo es la pantomima de la reunión familiar del 24 a la noche. Pero vamos aceptando, haciendo concesiones, dejando que los cambios se vayan produciendo sin ser partícipes de ellos. La gente se queja de la crisis y de la inflación, pero muy pocos aceptan privarse de algo. Todos quieren conservar un nivel de vida igual o superior, y si la plata que ganás no te alcanza, es imposible que lo puedas lograr.

Los noticieros siguen dedicando una generosa cobertura a la "fiebre del consumo", pero esto en algún momento va a explotar. No podemos engañarnos y suponer que los boludos que aparecen por la tele con la bolsita del shopping representan a la sociedad argentina. Andá a hablarle a un indio de Formosa o del Chaco de consumo, si apenas puede sobrevivir con los gobiernos clientelistas y feudales de sus respectivas provincias. Esto no es una crítica a la gente que tiene un buen poder adquisitivo, sino un llamado a la racionalidad. Seguimos pensando que todo lo que sucede en Buenos Aires tiene un efecto multiplicador sobre el resto del país, y esto no es así de ninguna manera. Tantos años de disputa entre unitarios y federales, y el federalismo es tan sólo una formalidad como forma de gobierno, pero no como forma de entender los problemas de un país en su conjunto. En fin, me cansé de renegar, así que me voy a comer algo y luego veremos qué sucede esta noche. Y por supuesto, Felices Fiestas.

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