2 de diciembre de 2011

Quemando los últimos cartuchos

Entramos en el último mes del año, casi sin darnos cuenta, y probablemente nuestra memoria nos traicione y nos haga olvidar muchos momentos de los 11 meses anteriores. No quiero escribir un típico post de fin de año, porque es algo que ya he hecho, sólo diré que me llama la atención lo fugaz que es nuestra memoria para retener ciertos hechos que juzgamos poco relevantes. No recuerdo casi nada del verano pasado, por ejemplo, de aquellos días de agobiante calor en que me acostaba en la cama a mirar el techo y escuchar música. También se diluyen en mi mente auqellos días en que iba a la pileta del Club en compañía de mis amigos, y lo único que uno puede recrear es la sensación de placer que provoca la frescura del agua en contacto con el cuerpo. Insisto, no quiero redactar un post predecible sobre el año que viene, no me interesa hablar de "balances", de metas inconclusas. Sólo espero que este mes transcurra de la mejor manera posible, y que aprendamos a disfrutar cada día, a saborearlo. No se puede vivir pensando en mañana. Hoy por hoy, no tengo ganas de pensar en 2012. Cuando llegue, veremos qué hacer, pero por el momento no tiene sentido hacer conjeturas o dejarse llevar por las expectativas. Cada uno sabe bien lo que tiene que hacer, de manera que no hay que buscar motivación o aliciente en nadie. Si vas a emprender algún proyecto, hazlo muchacho!!! Pero no vayas por la vida esperando que la gente elogie tu decisión. Se los digo por experiencia, ya verán que la cautela es la forma más efectiva de minimizar un fracaso y que no sea un golpe tan duro para nuestra autoestima. Punto final.

Disco recomendado del día:

Pink Floyd, "Obscured by clouds" (EMI, 1972. Edición Remasterizada)

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