24 de diciembre de 2012

Saqueos con sabor a pólvora

Ni más ni menos que un Deja Vu. Lindo preludio de Navidad tuvimos este año. Saqueos, pedradas, corridas, gases lacrimógenos, heridos y muertos. Qué casualidad, ¿no? Que la violencia y el caos hayan dominado buena parte del país el 20 y el 21 de diciembre, como hace 11 años, cuando De la Rúa tuvo que renunciar. Los punteros de siempre fueron los que marcaron la cancha y arengaron a la gente de los barrios humildes a arrasar con todo. Pero como muchos observaron por los canales de noticias, el botín preferido de los saqueadores no eran los alimentos, sino los televisores y electrodomésticos. Alguien podrá argumentar que eligieron los objetos de mayor valor para luego venderlos en el mercado negro, pero qué lejos estamos de los saqueos del gobierno de Alfonsín, cuando la gente se llevaba arroz y aceite, entre otros comestibles. 

Tardé mucho en redactar este post, porque me invadían sensaciones encontradas: por un lado, la violencia es contagiosa, es como una epidemia. Una horda de antisociales, conscientes de su impunidad, incentiva a distintos grupos etarios a proceder del mismo modo. Yo no sé si detrás de este "Far West" estuvieron involucrados Hugo Moyano y sus secuaces de la CGT disidente, lo que sí puedo afirmar es que estos hechos no surgieron de una necesidad espontánea de los sectores más postergados de la sociedad. Podríamos dibujar sobre el pizarrón decenas de teorías conspirativas, pero a esta altura de los acontecimientos, ¿qué importa quiénes fueron los instigadores? Lo increíble es que la Argentina parecía un país incendiado, arrasado, y reinaba una anarquía total al punto tal que la Policía se vio completamente desbordada. El pedido de envío de Gendarmes tuvo una respuesta rápida en la Bariloche K, pero nunca llegó a efectivizarse en la Rosario socialista. Como solía decir un conocido ex Presidente: "Para los amigos, todo. Para los otros, ni Justicia". Punto final.  

Un Bonus track

  La Nochebuena se presentó fresca, con temperaturas inferiores a los 20 grados. Por la tarde de la víspera de Navidad, incluso, cayeron una...